Jaffa

Jaffa
Información sobre la plantilla
Ciudad de Israel
Bandera de Jaffa
Bandera

Escudo de Jaffa
Escudo

Mapa de Jaffa
Mapa de Jaffa
EntidadCiudad
 • PaísBandera del Estado de Israel Israel
Ciudad de jaffa.jpg
Ciudad de Jaffa

' Jaffa. Ciudad portuaria de Israel en la costa mediterránea, situada al sur de Tel Aviv. Es una de las ciudades más antiguas del mundo.

Historia

La ciudad se menciona en un escrito de 1470 a. C. del antiguo Egipto, glorificando la conquista por el faraón Tutmosis III, quien escondió guerreros armados en grandes cestas y luego las obsequió al gobernador cananeo de la ciudad. La ciudad también es nombrada en las Cartas de Amarna por su nombre egipcio Ya-Pho. En 1991, se erigió nuevamente una réplica de los portones de Egipto, con la denominación del faraón Ramsés II, en su sitio original. La ciudad estuvo bajo poder egipcio hasta el año 800 a. C. Tras la dominación cananea y filistea, el rey David y su hijo Salomón conquistaron Jaffa y utilizaron su puerto para llevar, desde la ciudad de Tiro, los cedros utilizados para la construcción del Primer Templo (2º de Crónicas 2:16). La ciudad permaneció en manos de los judíos, incluso después de la división del Reino de Israel. En 701 a. C., en los días del rey Ezequías (חזקיהו), el rey asirio Senaquerib invadió la región de Jaffa.


Después de un período de ocupación de babilónica, bajo el dominio del Imperio persa, Jaffa fue ocupada por los fenicios de Tiro. Derrotados por Alejandro Magno en el famoso asedio de Tiro, se especula que la ciudad conoció la dominación del Reino de Macedonia para luego ser controlada por el Imperio seléucida, aunque en permanente disputa por parte de la Dinastía Ptolemaica gobernante durante el período helenístico de Egipto. En los años que siguieron al final de la Guerra de la Independencia de Israel hubo una inmigración masiva de judíos provenientes de Bulgaria, Marruecos, Rumania, Irak, Yemen, Irán, Siria, Líbano, Egipto, Libia, Túnez y otros países, que se repartieron por todo Israel, incluida Jaffa. Gravemente dañado durante la revuelta árabe y la guerra de 1948, el barrio de Ajami fue convirtiéndose poco a poco en un barrio de tugurios. Jaffa en esos días tenía la reputación de «ciudad del crimen». En 1954, Jaffa se convirtió en parte de la municipalidad de Tel Aviv, y desde entonces ambas ciudades se conocen como «Tel Aviv-Yafo». Actualmente, el barrio de la Ciudad Antigua de Jaffa está siendo renovado, y está habitado principalmente por artistas y otros elementos de gentrificación.

Clima

Los días son calurosos y noches frías. Precipitaciones mensuales por encima de 150 milímetros son en su mayoría húmedas, por debajo de 30 milímetros en la mayor parte secadas.

Etnia

Durante los años el Mandato británico Jaffa fue la ciudad más grande de la Palestina histórica, con una población de más de 80.000 palestinos, además de las 40.000 personas que vivían en las ciudades y pueblos inmediatamente vecinos. En el periodo comprendido entre la Resolución de Partición de Naciones Unidas (UNGA 181) del 29 de noviembre de 1947 y la declaración del establecimiento del Estado de Israel, las fuerzas militares sionistas desplazaron al 90% de la población árabe palestina originaria de Jaffa. El 50% de los refugiados palestinos de aquel año fatídico proceden de Jaffa, hoy están dispersos por todo el mundo y el Estado responsable de su desplazamiento les sigue prohibiendo retornar.

Economía

del siglo XIX los habitantes de Jaffa han cultivado cítricos, especialmente naranjas, en sus tierras. La demanda internacional de naranjas procedentes de Jaffa dio a la ciudad una fama mundial e hizo que ésta se hiciera un lugar en la economía global. Para los años treinta Jaffa exportaba millones de cajas de cítricos al resto del mundo, lo que proporcionaba miles de puestos de trabajo a los habitantes de la ciudad y de sus alrededores y los unía a los principales centros comerciales de la costa mediterránea y del continente europeo.

Con el éxito económico de la exportación de cítricos la ciudad fue testigo de la emergencia y crecimiento de varios sectores económicos relacionados con él, desde bancos hasta empresas de transporte por tierra y mar, pasando por empresas de importación y exportación. A medida que la ciudad iba creciendo, los empresarios de Jaffa empezaron a desarrollar la producción industrial local con la apertura de empresas metalúrgicas y otras que producían vidrio, hielo, cigarrillos, textiles, dulces, equipamiento para el transporte, agua mineral y carbonatada, y diferentes productos alimenticios, entre otros.

Además del comercio y de la industria, el turismo fue un tercer pilar fundamental de la economía de Jaffa durante el Mandato. Decenas de miles de turistas y de peregrinos visitaban la histórica ciudad cada año, tanto por los emplazamientos con valor histórico y religioso, como por sus magníficos edificios y los santos lugares cristianos repartidos por toda la ciudad. A medida que fue creciendo la industria del turismo de Jaffa fue creciendo también su infraestructura de comunicaciones y la red de transportes que la conectaba con el resto de Palestina y del mundo árabe. Gracias a la cada vez mayor cantidad de hoteles y de compañías de transporte, y al creciente número de servicios relacionados con el turismo se fueron haciendo más inversiones y creando más puestos de trabajo para los residente de Jaffa.

Cultura

Jaffa fue también la capital cultural de Palestina ya que en ella se publicaban decenas de los principales periódicos del país, incluyendo los diarios Filastin y al-Difa', y había también estaban ahí las principales editoriales. Los principales cines y los más suntuosos estaban en Jaffa, lo mismo que decenas de clubes deportivos y sociedades culturales. Las propias sedes de algunas de estas sociedades, como el Club Ortodoxo y el Club Islámico, se han convertido en centros histórico que todavía son testigos de la historia cultural de la ciudad. Durante la Segunda Guerra Mundial las autoridades del Mandato británico trasladaron a Jaffa la sede de los estudios de la emisora de Radio Oriente Próximo, que de 1941 a 1948 se convirtieron en un centro cultural de la ciudad. La creciente importancia cultural de Jaffa fue acompañada de cada vez mayores intercambios culturales e interconexiones con los principales centros culturales de la región, como El Cairo y Beirut, lo que convirtió a la ciudad, apodada cariñosamente la Novia del Mar, en un minarete cultural de la región.

Vivienda: el derecho a permanecer

El problema más apremiante al que se enfrentan hoy los palestinos de Jaffa es el de la vivienda y desahucio. Cada palestino de Jaffa o bien se enfrenta directamente a un desahucio por parte de las autoridades municipales o bien tiene un vecino o familiar que se enfrenta a ello, ya que se calcula que más de 5.000 familias se encuentran en esta situación. Las dos principales excusas para el desahucio son la falta de licencia (especialmente dado que para la mayoría de palestinos es casi imposible conseguirlas) o que la familia es considerada ocupante ilegal de su propio hogar que está registrado como propiedad del Estado.

Los títulos de propiedad de la vasta mayoría de las propiedades de Jaffa se transfirieron al Estado gracias a la implementación de la Ley de Propiedades de Ausentes (1950) y el Estado transfirió estos títulos a Amidar, una compañía dirigida por el Estado que administra las propiedades del Estado en las zonas urbanas. Después de centrar sus esfuerzos de la judaización en Galilea y el Negev, el Estado ahora tiene la mirada puesta en los palestinos que viven en ciudades palestinas, a las que oficialmente se denomina "ciudades mixtas", y así les ordena que se vayan de sus casas en las que han vivido durante sesenta años y, en algunos casos, durante más tiempo. En estas ciudades el desalojo masivo de palestinos es un proceso dual. El primer, y fundamental, aspecto es la judaización que tiene por objetivo cambiar el perfil demográfico de estas ciudades de modo que no cuenten con una cantidad importante de palestinos originarios y borrar así del paisaje la esencia palestina. El segundo aspecto es la gentrificación: en la mayoría de los casos, está programado demoler las casas y sustituirlas poe caros condominios y viviendas unifamiliares para ricos. Estos puede beneficiar tanto a los oportunistas políticos que le hacen el juego al dirigido ideológicamente público sionista como a los agentes inmobiliarios que esperan ganar millones con sus proyectos de desarrollo. También hay que indicar que aunque, con diferencia, el ghetto de al-'Ajami es el barrio más pobre del municipio de Tel Aviv-Yafo, también es una zona costera en la que están algunos de los edificios más valiosos de la ciudad. El problema de la vivienda palestina en Jaffa es más que la suma de sus partes, va más allá de los cientos de órdenes de desahucio y de demolición. No se puede menos que relacionar hechos como que Amidar y la Administración Israelí de Tierras saquen a subasta decenas de casas palestinas, aumente rápidamente el valor de éstas, se construya el Centro Peres de la Paz en propiedades confiscadas a los refugiados de Jaffa y se establezca un centro para fundamentalistas judíos en el corazón del barrio de al-'Ajami. El cuadro que se ve cuanto se relacionan estos puntos es preocupante: se ha desarraigado a los habitantes originarios de Jaffa y su lugar ha sido ocupado por quienes tienen dinero y poder, es decir, las elites de la clase dirigente judeo-israelí. En otras ciudades palestinas como al-Lydd y Ramleh, así como en el Naqab y ahora en Jaffa vemos cómo el Estado entrega casi gratis propiedades palestinas a colonos judíos mientras que a nosotros, el pueblo originario de Palestina, se nos considera ocupantes ilegales e intrusos.

Rehacer la identidad, la lengua y la historia

Uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad de Jaffa es la torre del reloj construida por los otomanos a la entrada de la ciudad mucho antes de que Israel llegara a existir. Hoy, los visitantes y residentes de Jaffa que deseen admirarla ven una placa en hebreo en la que está escrito: "A la memoria de los héroes que cayeron en la batalla para liberar Yafo". Desde ahí, si giramos a la derecha para ascender a la ciudad vieja podemos ver una vista impresionante del mar Mediterráneo mientras llegamos a los paneles informativos instalados por las autoridades municipales de Tel Aviv. En ellos se puede leer la historia de la ciudad que abarca miles de años hasta el presente. Puede sorprender que esté escrita en cuatro idiomas, ninguno de los cuales es árabe. Más sorprendente aún es que no aparece más mención a los árabes o a los palestinos que esta frase: "En el año 1936 bárbaros árabes atacaron el barrio judío". Abundan más ejemplos de la sistemática eliminación sobre el terreno de la historia árabo-palestina, como el cambio de los nombres de las calles, de los barrios y de otros monumentos de la ciudad por nombre hebreos, la mayoría de las veces nombres de figuras políticos y militares sionistas.

Un aspecto importante de la reinvención de Jaffa como una ciudad israelí, además de enterrar su identidad arabo-palestina, es la destrucción de las pruebas de su crimen por parte de Israel. Si se acepta que en ella no había palestinos entonces Israel tampoco echó a ningún palestino. La eliminación del recuerdo palestino también se refleja fuertemente en el sistema educativo israelí imperante en los colegios árabes donde los planes de estudios están orientados a educar a la juventud palestina de manera que ignore su identidad y su historia, y sea leal a su opresor colonial. Tras la Nakba del 1948 las escuelas árabes quedaron bajo el control del ministerio israelí de Educación, a través del cual los servicios de inteligencia israelíes desempeñan un papel directo por medio de la selección de los directores, maestros y materiales de los planes de estudios. En las clases de ciencias sociales y de humanidades, los alumnos palestinos en Israel aprenden la historia de las comunidades árabes en Europa, el heroico establecimiento del moderno Estado de judío sin que se mencione la catástrofe que le ocurrió a la sociedad originaria palestina de la que ellos forman parte. Las escuelas son también un lugar de intimidación contra toda politización, especialmente en las fechas conmemorativas importantes de la lucha palestina como el Día de la Tierra o la conmemoración de la Nakba. En su mayoría, las escuelas públicas árabes están muy abandonadas en lo que se refiere a fondos y recursos, y la calidad de la educación es muy baja en comparación con las escuelas de la comunidad judía. Esto ha llevado a muchos padres palestinos de Jaffa a enviar a sus hijos a las escuelas judías, un fenómeno que aumenta la crisis de identidad a la que se enfrentan muchos de los jóvenes de palestinos de la ciudad, así como a que tengan dificultades con la lengua árabe.

Fuentes