Lengua azul

Lengua azul en ovinos, caprinos y bovinos.
Información sobre la plantilla
Lenovi.jpg
Es una enfermedad vírica aguda del ganado ovino, caprino y bovino.

Lengua azul en ovinos, caprinos y bovinos. Se conoce como enfermedad lengua azul a la fiebre catarral ovina, fiebre catarral del carnero, úlcera del hocico y catarro epizoótico que también puede manifestarse en otros animales como los bovinos, caprinos y bovinos.

Historia

El primero que describió la enfermedad fue HUTCHEON (1881), el cual la llamó catarro epizoótico, aunque ya hacía años que se conocía en África. THETLER (1905) demostró que el agente causante de la enfermedad era un virus filtrable, y logró preparar una vacuna del mismo. TOIT (1944) y PRICE y HARDY (1954) descubrieron que el virus causante de la enfermedad se alojaba en los curicoides.

Presentación

Afecta exclusivamente a las ovejas, y hoy se halla extendida en muchos países. Llegó a Europa en 1965, entró por Portugal y luego pasó a España. En 1952 se extendió también a losEstados Unidos.Es transmitida principalmente por picaduras de insectos artrópodos hematófagos del género Culicoides (jejenes). No afecta al humano.

Etiología

El agente de esta enfermedad en los ovinos es un virus que se aloja en huéspedes intermedios, tanto invertebrados como vertebrados. Es muy resistente a la putrefacción y a la temperatura ambiente. La sangre virulenta conservada de modo adecuado y a bajas temperaturas conserva su patogeneidad durante mucho tiempo. Es atenuado por la temperatura a 600 C. durante 30 minutos.

Cultivo

El virus puede ser cultivado en embrión de pollo, con lo cual se logra una atenuación aceptable. Es preciso inocularlo en la membrana corioblancoidea de embriones incubados. Las lesiones del embrión son evidentes en los vasos, hígado, riñón, cerebro y músculo. También pueden utilizarse los cultivos celulares empleando células de riñón de oveja u otras, de acuerdo con los métodos descritos en los tratados especializados. El virus se multiplica también en el cerebro del ratón lactante, en el cual se producen síntomas con mortalidad total al cabo de pocas horas. Los ratones adultos no presentan esta sintomatología. También pueden inocularse por la misma vía los hámster dorados.

Transmisión natural

Intervienen directamente los Culicoides, aunque para otros autores podrían también desempeñar un importante papel los melófagos (WURK y DENVER). Cuando más se observa, es en las épocas correspondientes a finales de primavera y durante el verano, es decir, en los días más calurosos del año, húmedos y con ambiente adecuado para el desarrollo de los insectos transmisores. Las aguas encharcadas, ciénagas, zonas pantanosas, etc., hacen peligrosos los lugares para los animales, particularmente en las horas del crepúsculo, que es cuando son picados por los culicoides.

Síntomas

El período de incubación es de 6 a 9 días. La enfermedad se inicia con un incremento de la temperatura (40°-41° C.). Este estado febril puede ser el desencadenamiento repentino de la enfermedad, sin pródromos de ninguna clase, y a veces se encuentran en el rebaño algunos animales muertos que no presentaron ningún tipo de síntomas. A las 24 ó 48 horas puede apreciarse hiperemia en la mucosa de la boca, con sialorrea, catarro nasal, secreción serosa o sanguinolenta, edemas en orejas y labios y tonalidad oscura o violácea de la lengua y de la mucosa bucal. Es corriente que los enfermos pierdan el apetito y la vivacidad, que caminen con dificultad, y entonces se puede apreciar una inflamación en los bordes coronarios de las pezuñas, sobre todo en las extremidades posteriores. Por lo demás, pueden apreciarse también excoriaciones y erosiones en la mucosa de la boca y de los labios; el cuadro se agrava, y los animales mueren en un plazo relativamente corto, con una intensa diarrea.

Alteraciones anatómicas

Pueden verse erupciones exantemáticas en las partes que no están cubiertas de lana, infiltración edematosa de los músculos, los cuales están húmedos y gelatinosos. Asimismo, hay edema con hiperemia y petequias o equimosis en la mucosa bucal, además de erosiones en algunos puntos. Tanto el bazo como el hígado muestran ligera hipertrofia, y los riñones aparecen congestionados y edematosos. Puede haber también pericarditis, con hemorragias subpericárdicas y subendocárdicas.

Diagnóstico

El cuadro clínico es bastante unívoco, y en general permite establecer un diagnóstico correcto. Por lo demás, puede recurrirse a enviar muestras al laboratorio para el aislamiento del virus. Para identificar el mismo, puede recurrirse a las pruebas de fijación del complemento y a las de neutralización con sueros homólogos. El pronóstico es bastante desfavorable, pues la mortalidad suele ser muy elevada, y la recuperación de los que no mueren es muy lenta.

Tratamiento

No se conoce terapéutica medicamentosa alguna para el tratamiento directo de esta enfermedad. Sin embargo, conviene aplicar quimioterápicos y antibióticos de amplio aspectro, para evitar las afecciones secundarias.

Profilaxis

Lo primero que interesa es combatir al insecto causante de la infección, para lo cual se desinfectan los locales y se aplican repelentes. Conviene también utilizar las zonas sospechosas sólo durante el día, y encerrar a los animales al llegar el crepúsculo, al objeto de que no sean picados por los mosquitos.

Inmunización

Actualmente se emplean con éxito distintos tipos de vacunas mediante el empleo de diversos virus inmunológicos. Generalmente, estas vacunas se aplican por vía subcutánea, a la dosis de 1 c. c. por animal, lo cual permite conseguir un rápido y sólido estado inmunitario, que se desarrolla totalmente en 20 ó 25 días. La vacuna no debe aplicarse a las hembras gestantes ni a los corderos, ya que en éstos la inmunidad pasiva transmitida por la madre interfiere la inmunización activa lograda por la vacuna.

Distribución geográfica

Se ha demostrado por serología la presencia del virus de la lengua azul en regiones en que está presente el vector Culicoides (por ejemplo, en África, Estados Unidos, América Central, América del Sur y algunos países de Asia y Oceanía). Sin embargo, sólo se ha observado en unos pocos países la enfermedad clínica con confirmación por aislamiento del virus. En los últimos años, la LA ha presentado una clara expansión en los países de la cuenca del Mediterráneo. Se han registrado brotes de la enfermedad en países donde hacía tiempo parecía estar ausente. De esta manera, en 1998 Grecia declara los primeros focos; en Turquía reaparece en 1999, tras 10 años de silencio epidemiológico; ese mismo año se declaran los primeros focos en Túnez y Bulgaria; en el año 2000 la enfermedad se declara en Argelia, Francia, Italia y España.

Fuente

  • Libro de texto Patología y Terapéutica Especiales de los Animales Doméstico por Dr. Rudolf Manninger y Dr. Johannes Mochis