Meningitis bacteriana


Meningitis Bacteriana
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Inflamación aguda, generalmente de carácter infeccioso, de las meninges, membranas que revisten el cerebro y la médula espinal.

Meningitis. Inflamación aguda, generalmente de carácter infeccioso, de las meninges, membranas que revisten el cerebro y la médula espinal. Las meninges son tres membranas finas que envuelven el encéfalo (que comprende el cerebro y el cerebelo) y la médula espinal con una función protectora. Entre las dos más profundas se encuentra el líquido cefalorraquídeo, que no sólo protege el cerebro y la médula, sino que también puede transportar los gérmenes que producen la meningitis. Estos gérmenes, bacterias o virus, llegan al líquido cefalorraquídeo a través de la sangre.

Causas

La causa más común de meningitis son las infecciones bacterianas, que se originan en algún otro foco infeccioso, a veces de los pulmones, si bien lo más frecuente es que la meningitis sea causada por una bacteria denominada meningococo, un microorganismo presente en el 5% de la población y llegan hasta la meninges a través de la sangre.

La meningitis bacteriana aguda es muy seria y debe ser tratada inmediatamente para impedir que se produzca daño permanente. También pueden ser causadas por infecciones virales, micóticas, agentes irritantes y tumores.

Las meningitis virales son más leves, y afectan en un 70% a niños menores de 5 años. Algunos virus que pueden infectar las meninges son el herpes, los virus intestinales o el SIDA.

Los casos de infección exógena suelen producirse por fractura del cráneo o de la base de la nariz en un accidente, o por espina dorsal bífida, enfermedad en la que la médula se halla particularmente expuestas a las infecciones. Otras enfermedades que pueden causar meningitis crónica son los linfomas y leucemias.

Síntomas

La enfermedad presenta un cuadro con características fácilmente reconocibles, que se hacen evidentes en pocas horas. El paciente tiene fiebre, dolor de cabeza muy intenso, náuseas y vómitos, cambios en el estado mental y no soporta la luz (fotofobia), que le produce un intenso dolor en los ojos.

Otros síntomas posibles son: rigidez en la nuca y la aparición de erupciones de color rojo púrpura en algunas zona del cuerpo. También se pueden asociar otros síntomas: dificultad en el lenguaje, dolor de cuello, dolores musculares, alucinaciones, parálisis facial, irritabilidad, somnolencia, escalofríos e hiperventilación (aumento de la frecuencia respiratoria).

Cuando la meningitis es crónica, los síntomas se desarrollan más lentamente. Son frecuentes los dolores de cabeza, la confusión, el dolor de espalda, anomalías neurológicas como debilidad, hormigueo, pérdida de sensibilidad y parálisis facial.

Diagnóstico

Ya que esta enfermedad puede ser mortal, ante los síntomas descriptos se debe consultar al médico de inmediato. El diagnóstico se establece por medio de radiografías de tórax y análisis de sangre, si bien el método más seguro es el análisis del líquido cefalorraquídeo, que se obtiene mediante punción lumbar.

Durante la exploración física, el médico rastrea erupciones cutáneas, generalmente manchas rojas y moradas, cianosis (color azul de la piel), rigidez de nuca y otro signos característicos. El examen puede completarse con cultivos de sangre, de orina, de mucosidad nasal y de garganta.

Además, con pruebas que investiguen el origen del foco infeccioso: tomografías de cabeza (para descartar abscesos cerebrales), radiografías de tórax, de senos paranasales, etc.

Los síntomas aquí descritos correspondientes a esta enfermedad pueden confundirse con los de otras patologías. Para establecer un adecuado diagnóstico, consulte siempre a su médico. El objetivo de Médicos Expertos es informar y educar, por lo que las descripciones de las enfermedades aquí brindadas no sustituyen a una consulta profesional.

Meningitis bacteriana en Cuba

La meningitis bacteriana (MB) continúa siendo una emergencia médica y en los últimos años la epidemiología de este grupo de enfermedades ha sufrido ciertos cambios, relacionados con la extensión de la vacunación, fundamentalmente contra la triada causal de microorganismos:

  • Streptococcus pneumoniae (S. pneumoniae)
  • Neisseria meningitidis (N. meningitidis)
  • Haemophilus influenzae (H. influenzae).

Actualmente la incidencia de la meningitis por estos dos últimos gérmenes ha disminuido y S. pneumoniae causa el 50% de los episodios de meningitis supurada. La aparición de cepas virulentas y multirresistentes constituye un agravante para la situación epidemiológica de la enfermedad. La existencia de comorbilidades como: ancianidad, diabetes mellitus, cirrosis hepática, inmuno depresión, neoplasias malignas, alcoholismo; no sólo se relacionan con una mayor susceptibilidad a estas infecciones, sino que dificultan su diagnóstico.

Diversos estudios internacionales han asociado la edad mayor de 60 años, el retraso en el diagnóstico y la imposición terapéutica con un pronóstico desfavorable de los enfermos.

En Cuba el programa nacional de inmunización (PNI) incluye las vacunas antimeningocócica BC y contra el H. influenzae tipo capsular b y ha producido un impacto notable en la reducción de la incidencia por estas enfermedades en los últimos 10 años.

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