Vibrio parahemolyticus

Vibrio parahemolyticus
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Clasificación:Enfermedad transmisible

Vibrio parahemolyticus. Es una bacteria marina que habita en cualquier lugar del mundo y se encuentra presente en forma permanente en el mar de Cuba en bajas concentraciones. Permanece en sedimentos de aguas costeras durante el invierno; bajo condiciones especiales, cuando la temperatura aumenta se multiplica y coloniza en mariscos y crustáceos. El vibrión parahemolítico y el vibrio cholera, pertenecen a la familia de las vibronáceas y son halofílicos, requieren altas concentraciones de sal para su desarrollo.

Epidemiología

Los mariscos, especialmente los moluscos bivalvos, como ostras, almejas, machas, cholgas acumulan cantidades importantes del vibrión. Los crustáceos y pescados no acumulan el vibrión en cantidad importante para causar infección, pero pueden alcanzar grandes cantidades de éste al dejarse sin adecuada refrigeración por unas pocas horas. La enfermedad se transmite por ingestión de cualquier alimento contaminado crudo o mal cocido.

También se puede transmitir por contaminación cruzada al ingerir cualquier alimento que haya tenido contacto con mariscos o agua contaminada.Es importante destacar que la enfermedad no es trasmisible de persona a persona.

Transmisión de la enfermedad

Bivalvos como ostras.

Al existir grandes concentraciones de la bacteria en el mar, los mariscos, especialmente los bivalvos, como ostras, almejas, machas, cholgas, absorben a su vez mayores cantidades que las habituales del vibrión. Esto no significa que otros mariscos estén libres de contaminación, por lo que la enfermedad se transmite por ingestión de cualquier marisco contaminado crudo o mal cocido.

Contaminación cruzada

También se puede transmitir por contaminación cruzada, es decir, por ingestión de cualquier alimento que haya tenido contacto con mariscos o agua contaminados.

Transportación

El transporte o almacenamiento de productos del mar sin las condiciones adecuadas de refrigeración favorecen la proliferación de la bacteria y, por lo tanto, la posibilidad de infectar. Se considera que la enfermedad puede producirse con una ingesta de 1.000.000 de vibriones. Existe mayor probabilidad de adquirir la infección en los meses más cálidos del año.

Cuadro clínico

La patogénesis de la gastroenteritis producida por el V. parahaemolyticus aún no es clara. El período de incubación de la infección gastrointestinal es de 4-96 horas después de la ingestión, con un promedio de 15 horas. La rapidez con la que se presenta el cuadro clínico sugiere la participación de una enterotoxina aún por identificar. La virulencia del vibrio ha sido asociada a la producción de hemolisina termoestable directa, la cual es responsable de la beta-hemólisis producida sobre eritrocitos humanos in vitro, sin embargo, se han descrito en el último tiempo cepas patogénicas que no producen la hemolisina.

La intoxicación por Vibrio parahaemolyticus causa tres entidades clínicas reconocidas: gastroenteritis, septicemia e infección de heridas. El cuadro intestinal es el más frecuente, caracterizado por diarrea acuosa y cólicos abdominales, que pueden acompañarse de náuseas, vómitos, fiebre y cefalea. Generalmente es autolimitado, la persona se recupera luego de un período de aproximadamente 3 días, que puede variar entre 1 a 7 días, tiempo que no depende del tratamiento con antibióticos. En los casos más severos puede producirse un síndrome disentérico, caracterizado por heces sanguinolientas y fiebre alta.

La septicemia primaria es causada por la entrada del microorganismo al torrente sanguíneo a través de la vena porta o del sistema linfático intestinal, los primeros síntomas incluyen fiebre, hipotensión, compromiso del estado general, calofríos y ocasionalmente náusea, vómitos, diarrea y dolor abdominal. Su incidencia es baja, pero su severidad y su mortalidad es alta. Los estudios muestran que los individuos sanos tienen bajo riesgo de desarrollar septicemia. Factores de riesgo importantes incluyen enfermedades crónicas hepáticas, renales, diabetes, neoplasias o aclorhidria.

Las infecciones de heridas pueden ocurrir cuando hay lesiones de piel, quemaduras o cortes preexistentes que entran en contacto con el agua de mar o con las especies marinas contaminadas. El cuadro se caracteriza por una lesión en la piel que se desarrolla dentro de las primeras 24 horas posteriores al contacto con el material contaminado. El sitio de la infección se presenta inicialmente con eritema, extremadamente edematoso o equimótico, luego progresa rápidamente a una lesión con vesículas o bulas y finalmente a necrosis que involucra la piel y la grasa subcutánea. Estas infecciones pueden ocurrir tanto en personas sanas como aquellos con enfermedades preexistentes.

Tratamiento

La principal medida de tratamiento de la gastroenteritis es la hidratación. El tratamiento antibiótico en la mayoría de los casos es innecesario, puesto que no hay evidencia de que disminuya la severidad o duración del cuadro gastrointestinal, no obstante, en los casos severos, en infecciones de piel o septicemia, se puede utilizar antibióticos bajo estricta prescripción médica como ciprofloxacino, doxiciclina, tetraciclina, ampicilina y cefalosporinas de tercera generación, dependiendo de la susceptibilidad del microorganismo. Ante un cuadro de gastroenteritis por Vibrio parahaemolyticus el personal de salud debe sospechar e investigar, si corresponde, la eventual presencia de un brote. En ese caso, debe dar aviso al Servicio de Salud correspondiente.

Prevención

Para prevenir la intoxicación, hay que tomar las siguientes medidas:

  • No comer ningún tipo de mariscos crudo o mal cocido, especialmente en los meses más cálidos.
  • Hervir los mariscos durante 5 a 15 minutos antes de consumirlos.
  • Cuidar que no se produzca contaminación cruzada. Esta contaminación se puede producir en mesones de trabajo, lavaplatos, etc. y puede afectar a cualquier alimento, como verduras crudas o cocidas, que tenga contacto con mariscos contaminados o sus residuos (conchas, agua usada en su limpieza u otros).
  • Mantener la cadena de frío de los alimentos.
  • Enfriar rápidamente y refrigerar los productos del mar luego de cocidos, si no son consumidos inmediatamente.
  • Evitar el contacto de heridas abiertas con aguas o productos posiblemente contaminados
  • No consuma mariscos cuyo origen sea desconocido.

Fuentes