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Daniel Estulin
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Daniel Estulin (1966) es un creyente conspirativo y escritor antisemita en idioma español.[1][2][3]
Se autopercibe exmilitar, espía de la KGB soviética (institución desaparecida en 1991) y agente ultrasecreto del Mossad israelí.[4]
Estulin acostumbra a publicar toda clase de predicciones pero nunca las refrenda
con evidencias. Hasta 2024, ninguna profecía de Estulin se ha cumplido.[5]
Se le considera enemigo de Cuba.[6]
Sumario
[ocultar]Síntesis biográfica
A pesar de que desde 2005 afirma que nació en Lituania, es más posible que haya nacido en España. De acuerdo con su uso del idioma español, al que le agrega un acento eslavo, como si efectivamente hubiera nacido en Lituania. Pero el uso insultante de la palabra “mongólico” (con n) podría indicar un origen rioplatense. Su completo desconocimiento del idioma lituano o del ruso resulta muy sospechoso.
Su vida pública comenzó en 1999, a los 33 años de edad, en que escribió (en español) un libro de regular calidad acerca de oratoria y autoayuda. Como no hablaba otro idioma aparte del español, pagó a un traductor profesional para que se lo tradujera al idioma inglés, porque consideró que tendría más llegada al público europeo: High impact presentation techniques (‘técnicas de presentación de gran impacto’). Como no consiguió que ningún editor se entusiasmara en publicarlo, él mismo pagó la edición, de 200 ejemplares.
Al año siguiente ingresó a estudiar contabilidad en el Instituto Superior de Técnicas y Prácticas Bancarias (en Madrid). En 2001 ese instituto publicó el original en español de su primer libro: Cómo realizar con éxito presentaciones en público.
Actividad como escritor conspiracionista
En 2004, Daniel Estulin empezó a investigar las actividades del Club Bilderberg ―un exclusivo consorcio de poderosos políticos y empresarios multimillonarios, creado en 1954―. Al año siguiente (2005) publicó el fruto de sus investigaciones: La verdadera historia del Club Bilderberg, publicado por la Editorial Planeta (en Madrid), que se convirtió en un superventas internacional. Allí presentaba una breve autobiografía novelada, en la que explicaba que bajo su fachada de escritor de teorías de conspiraciones, en realidad desde hacía 12 años era un agente del contraespionaje de la KGB.
En La verdadera historia..., Estulin afirma que no era español sino lituano, nacido en Vilnius, y que abandonó la Unión Soviética en el año 1980 ―a los 13 años de edad― con su familia, y que lo perdieron todo, incluso las fotografías de su familia que comprobarían que eran soviéticos desde los años 1920. Solo viajaron con dos maletas y el piano de su madre, que los aduaneros comunistas de la KGB ―que eran compañeros de trabajo de su abuelo, que habría sido coronel de la KGB― en la frontera rompieron delante de ellos.[7]
En su libro de 2005, Estulin afirmó que habría vivido como exiliado en Canadá con sus padres y su abuelo, y que en 1993 (a los 27 años de edad) habría regresado a Rusia, donde inmediatamente le ofrecieron trabajo en la institución sucesora de la vieja KGB: el FSB (Servicio Federal de la Federación Rusa). Según el mismo libro, se mudó al Reino de España al año siguiente (1994), y siguió trabajando como espía ruso hasta 2005.
Fue galardonado en Canadá con el ignoto premio The Kingston Eye Opener al mejor libro extranjero de no ficción. Estulin ha afirmado que su libro ha vendido más de 500 000 copias, y que está en la 19.ª edición.
Desde entonces, ha dedicado su vida a realizar conferencias y participar en programas de radio y televisión donde devela las actividades supuestamente secretas del Grupo Bilderberg, al que le adjudica todos los males del mundo.
En su segundo libro, Los secretos del Club Bilderberg, continuó con su cruzada de revelación de las intrigas ocultas de los principales políticos y empresarios de la actualidad, e intentó demostrar que el Club Bilderberg ha manipulado la cultura occidental hasta convertirla en un instrumento de lavado de cerebro de masas y cómo se ha servido de conflictos como el de Kosovo o Afganistán para consolidar su monopolio en uno de los negocios más lucrativos de todos los tiempos: el tráfico de drogas.
Daniel Estulin dedica su vida a promocionar sus ideas. Sus libros tienen más éxito en países con baja alfabetización, como Colombia. En su presentación en Bogotá de su superventas Desmontando Wikileaks ―en el que desacredita el trabajo de Julian Assange, a quien considera un espía de la CIA, del Club Bilderberg o del Instituto Tavistock―[8] llegó dos horas después de la hora pactada. Sin embargo, nadie se había movido de sus asientos, todos lo esperaron pacientemente, incluso algunos de pie y otros sentados en las escaleras del auditorio, mientras otro grupo se conformó con escucharlo desde afuera.
No era para menos: Daniel Estulin afirma ser un exagente del contraespionaje de la KGB antes de escapar de la Unión Soviética, y dice haber dedicado varias décadas a la investigación periodística, en especial revelando los más importantes secretos del llamado Club Bilderberg, que ―a pesar de que se reúnen con la misma cantidad de secretismo (debido principalmente a su propia seguridad) que cualquier otro grupo de personajes poderosos y jefes de Estado, como las reuniones de la OTAN, del G8 (Grupo de los Ocho) o del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas― es la reunión secreta de los hombres más poderosos de la tierra, los que Estulin llama “los amos del mundo”.
Entre 2012 y 2014 tuvo su propio programa de televisión, Desde la sombra, en la cadena de televisión Russia Today, dirigido en idioma español a todo el mercado hispanoamericano. Fue expulsado tras descubrirse que varias de sus afirmaciones conspiranoicas no pasaban de ser calumnias sin evidencia.
Obras de Daniel Estulin
Todos los libros de Estulin se pueden adquirir (en euros) en su blog danielestulin.com.
- 1999: High impact presentation techniques (‘técnicas de presentación de gran impacto’). Edición del autor, de pocos ejemplares, 1999.
- 2001: Cómo realizar con éxito presentaciones en público. Madrid: Instituto Superior de Técnicas y Prácticas Bancarias, 2001. ISBN 84-95525-11-9.
- 2003: Sabiduría china para hablar en público. Madrid: CIE Inversiones Editoriales Dossat; 2003. ISBN 978-84-89656-71-0.
- 2005: La verdadera historia del Club Bilderberg. Madrid: Editorial Planeta, 2005. ISBN 978-84-8453-157-9.
- 2006: Los secretos del Club Bilderberg. Madrid: Ediciones del Bronce, 2006. ISBN 978-84-8453-168-5.
- 2007: Los señores de las sombras: la verdad sobre el tejido de intereses ocultos que decide el destino del mundo. Madrid: Ediciones del Bronce, 2007. ISBN 978-84-8453-175-3.
- 2008: La historia definitiva del Club Bilderberg. Madrid: Ediciones del Bronce, 2008. ISBN 978-84-8453-185-2.
- 2010: Shadow masters: an international network of governments and secret-service agencies working together with drugs dealers and terrorists for mutual benefit and profit. Óregon (Estados Unidos): TrineDay Press, 2010. ISBN 0-9799886-1-6.
- 2010: Conspiración Octopus. Madrid: Ediciones B, 2010. ISBN 978-84-666-4294-1.
- 2011: Desmontando Wikileaks. Madrid: Ediciones del Bronce, 2011. ISBN 978-84-8453-193-7.
- 2011: El imperio invisible. Madrid: Ediciones del Bronce, 2011. ISBN 978-84-8453-189-0.
- 2012: El instituto Tavistock. Madrid: Ediciones B, 2012. ISBN 978-84-666-4750-2
- 2013: El club de los inmortales. Madrid: Ediciones B, 2013. ISBN 978-84-666-5308-4
- 2015: Fuera de control. Madrid: Editorial Planeta, 2015. ISBN 978-84-08-14585-1
- 2017: La trastienda de Trump. Madrid: Editorial Planeta, 2017. ISBN 978-84-08-17766-1
Polémicas
Si bien las afirmaciones de Estulin han suscitado fundadas sospechas acerca de su veracidad, estas han generado amplia atención de los medios concentrados de comunicación del mundo.
En octubre de 2014, el capítulo 62 de su programa (emitido en febrero de 2012) fue retirado del canal de YouTube de la emisora RT (Russia Today), pocos días antes del ingreso de la misma al sistema de Televisión Digital Abierta de Argentina, sin que hubiera explicación oficial al respecto. El capítulo estaba dedicado al proceso de extranjerización de tierras de la Patagonia argentina,[9] y hacía continuas referencias a la complicidad de los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner en la venta de grandes extensiones de terreno con un rico subsuelo a precios muy bajos.
El artículo periodístico omitió mencionar que Daniel Estulin fue expulsado de la programación de RT (Russia Today) debido a esta y otras calumnias fácilmente refutables: un año antes de esta falsa denuncia de Estulin, la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner había logrado impulsar una Ley de Tierras que limitaba la venta de tierras a extranjeros.[10][11]
En 2017, sus comentarios sobre España y los insultos vertidos contra los andaluces en algún programa de televisión generaron polémica.[12]
Creencias de conspiración
De hecho, los nazis habían utilizado intensivamente la propaganda radiofónica como instrumento de lavado de cerebro, y la habían convertido en un elemento integral del Estado fascista. Este hecho fue observado y estudiado por las redes del Tavistock y utilizado extensivamente en sus propios experimentos. El objetivo de este proyecto, como se explica en la Introducción a la sociología de la música del propio Theodor Adorno, era “programar una cultura musical de masas como una forma de control social masivo. Las cadenas de radio se convirtieron en unas máquinas que reciclaban durante 24 horas al día los 40 mayores éxitos”.
Los Beatles llegaron a Estados Unidos en febrero de 1964, cuando el movimiento a favor de los derechos civiles estaba en su apogeo. El país se encontraba sumido en un profundo trauma nacional y se reponía del brutal asesinato del presidente John F. Kennedy. [...] En las calles de la capital el movimiento por los derechos civiles, dirigido por el doctor Martin Luther King, convocaba a una manifestación a la que asistieron más de medio millón de personas.
Entre 1964 y 1966, la llamada invasión británica fue la eclosión de una serie de cantantes y grupos de rock de Gran Bretaña que se hicieron populares en Estados Unidos y pusieron cerco a la cultura estadounidense. [...] Hacia finales de 1964 se demostró que esta “invasión británica” había sido bien planificada y coordinada.
Estos grupos recién creados y su estilo de vida [...] se convirtieron en un nuevo “tipo” [jerga del Tavistock] muy visible, y no pasó mucho tiempo antes de que nuevos estilos (modas en ropa, peinado y uso del lenguaje) arrastraran a millones de jóvenes estadounidenses a la nueva secta. La juventud de Estados Unidos sufrió una revolución radical sin siquiera ser consciente de ello [...] reaccionando de manera equivocada contra las manifestaciones de esa crisis, que eran las drogas de todo tipo, primero la marihuana y luego el LSD (ácido lisérgico), una poderosa droga que alteraba el estado de conciencia. [...] En el cuartel general del MI6 en Londres y en la base de la CIA en Langley (Virginia), puede darse por sentado que la Inteligencia británica y su filial, la Oficina de Servicios Estratégicos estadounidense, estuvieron directamente implicadas en una investigación secreta para controlar la conducta humana. Allen Dulles, el director de la CIA en el momento en que la agencia empezó el programa MK-Ultra, era el jefe de la OSS en Berna (Suiza), durante la primera época de la investigación del laboratorio Sandoz. En Estados Unidos y Europa se utilizaron los grandes conciertos de rock al aire libre para frenar el creciente descontento de la población.
La ofensiva emprendida por Bilderberg-Tavistock llevó a toda una generación al “camino de ladrillos amarillos” [nombre de una canción de Elton John] de LSD y marihuana.
Empezarán por Venezuela, Ecuador, Argentina, Uruguay… desmontarán todo el continente usando a Cuba como punto base, pero no ahora, sino cuando muera Castro, al que le quedan dos días. Muerto Castro, hay un vacío total y van a desmontar el país en un día, porque los cubanos también quieren cosas que tenemos tú y yo: satélites, móviles... no quieren nada más. Ahora montan la parte económica y después… terminó la historia.
Desde 2011 afirma que en realidad se habría formado en Filología, en alguna universidad.[19]
Fuentes
- Volver arriba ↑ Anónimo marxista (2010): «Daniel Estulin y la falsa “conspiración de Bilderberg”», artículo publicado el 1 de septiembre de 2010 en el sitio web Liberation News (amigo de Cuba).
- Volver arriba ↑ “El hombre tras los libros”, artículo publicado en el vanity blog (‘blog de vanidad’) danielestulin.com.
- Volver arriba ↑ “Northwest Airlines did not violate passenger privacy when it gave NASA passenger information in the wake of the Sept. 11, 2001, attacks” (‘la aerolínea Northwest Airlines no violó la privacidad de sus usuarios cuando dio información sobre los pasajeros a la NASA a raíz de los ataques del 11 de septiembre de 2001’). Un juez federal en Minnesota desestimó una demanda colectiva contra Northwest Airlines la semana pasada, y encontró que la compañía no violó las leyes de privacidad cuando entregó datos de pasajeros a la NASA (Administración Nacional Aeronáutica y Espacial) después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001. [...]
“Los demandantes proporcionaron voluntariamente su información personal a Northwest. Además, la divulgación aquí no fue al público en general, sino a una agencia gubernamental a raíz de un ataque terrorista que puso en duda la seguridad del sistema de transporte de la nación. Los motivos de Northwest para revelar la información no pueden ser cuestionados”. - Volver arriba ↑ Sin embargo, su antisemitismo explícito refuta la pertenencia de Estulin a alguna institución israelí como el Mossad.
- Volver arriba ↑ Furundarena, Arantza (2017): “Falta menos de un año para la quiebra total del mundo”, artículo publicado el 21 de noviembre de 2017 en el sitio web del diario El Correo (Madrid).
- Volver arriba ↑ Riestra, Laura (2015): «Daniel Estulin: “Estados Unidos utilizará a Cuba para desmontar regímenes prorrusos como Argentina y Uruguay”», artículo publicado el 7 de octubre de 2015 en el sitio web de la versión en español del diario Huffington Post (Madrid). Yo soy analista de contraespionaje, yo vengo de la escuela soviética, de pensamiento abstracto. Muy poca gente sabe pensar como yo y es entonces cuando eres capaz de percatarte de que el acuerdo [de Estados Unidos] con Cuba no tiene nada que ver con lo que te han contado. El Gobierno americano [sic, por estadounidense] no se ha rendido al castrismo ni al chavismo, ni al Che Guevara, que era un mongólico cualquiera.
Los americanos [sic, por estadounidenses] son pragmáticos y dicen: “¿Para qué vamos a intentar doblegar a Cuba cuando lo más sencillo es matarles con hamburguesas?”.
Estuve con Castro en 2010 y le dije: “Comandante, lo que va a pasar es lo siguiente: cuando usted no esté, todo esto se viene abajo”.
Mi país, la Unión Soviética, se desmontó en tres días y no a base de bombas. Lo hacen desde dentro, no desde fuera y lo que van a hacer es usar a Cuba para desmontar regímenes prorrusos en América Latina como Argentina, Uruguay, Venezuela…
Desmontarán todo el continente usando a Cuba como punto base. Pero no ahora, sino cuando muera Castro, al que le quedan dos días.
Muerto Castro, habrá un vacío total y Estados Unidos va a desmontar el país en un solo día, porque los cubanos también quieren cosas que tenemos tú y yo: satélites, móviles… no quieren más. Ahora montan la parte económica y después… terminó la historia.
¿Es usted consciente de que para muchos todo esto no son más que creencias conspiranoicas de pésima calidad?
A la gente que piensa así de mí les respondo que en múltiples ocasiones yo he sido nominado al Premio Nobel de la Paz y al Premio Pulitzer. A la gente conspiranoica no las nominan a estos premios, sí a la gente muy muy buena y a la gente muy muy seria. A mí en diez años no me han demandando por nada, por ninguno de mis libros, así que…Daniel Estulin - Volver arriba ↑ Guerra, Andrés (2012): “Los secretos del Bilderberg, el club que mueve los hilos del mundo”, artículo publicado el 31 de mayo de 2012 en el sitio web de la revista de chimentos Vánity Fair (Madrid).
- Volver arriba ↑ Sin embargo, Daniel Estulin no puede explicar por qué Estados Unidos persigue a Julian Assange por revelar verdaderos secretos del Gobierno imperialista yanqui, pero nunca ha perseguido al propio Daniel Estulin.
- Volver arriba ↑ “El crítico informe de la televisión estatal rusa sobre el Gobierno de los Kirchner”, artículo publicado el 15 de marzo de 2015 en el sitio web del diario antiperonista Infobae (Buenos Aires).
Omite mencionar que Daniel Estulin fue expulsado de la programación de RT (Russia Today) debido a esta y otras calumnias fácilmente refutables. - Volver arriba ↑ Gallego-Díaz, Soledad (2011): “La presidenta argentina propone una ley que limita la venta de tierras a extranjeros”, artículo publicado el 27 de abril de 2011 en el sitio web del diario El País (Madrid).
- Volver arriba ↑ “El Gobierno [de Mauricio Macri] cambió la Ley de Tierras [de Cristina Kirchner] y flexibilizó la venta de campos a extranjeros”, artículo publicado el 1 de julio de 2016 en el sitio web del diario Ámbito Financiero (Buenos Aires).
- Volver arriba ↑ «Daniel Estulin, escritor secesionista: “Para Europa, España es África del norte; solo se salva Cataluña”», artículo publicado el 18 de septiembre de 2017 en el sitio web La Sexta (España). Consultado el 29 de junio de 2020.
- ↑ Saltar a: 13,0 13,1 Acosta Matos, Eliades (2010): «La paranoia de los “patriotas”», artículo publicado el 7 de septiembre de 2010 en el sitio web Cuba Debate (La Habana).
En los comentarios, escribe el ensayista y promotor musical cubano Ernesto Juan Castellanos (n. 1963):Estimado Eliades Acosta:
Primero que todo, mis saludos.
Desde hace un tiempo he estado siguiendo de cerca la diatriba que ha inquietado a más de un incrédulo en varios foros de discusión acerca de la credibilidad o no de un especialista en creencias conspirativas como Daniel Estulin, sobre todo a raíz de sus puntos de vista sobre las minibombas nucleares, que levantó más de una ceja entre los lectores de Cuba Debate.
Bueno, mis cejas se enarcaron desde un poco antes, desde que leí su libro Los secretos del Club Bilderberg, en cuyo primer capítulo trata de hacer ver un desacertado vínculo entre el rock, los Beatles, los movimientos culturales de los años 60 y el Club Bilderberg. Como investigador y autor de varios libros cubanos sobre el tema en cuestión, desde que comencé a leer el libro de Estulin me fue fácil notar un volumen considerable de falsedades, imprecisiones y enfoques erróneos presentados tanto por él como por autores a los que él se refiere o cita, como Donald Phau, Theodor Adorno, Richard Warren Lipack, David Noebel y John Coleman.
Te puedo asegurar, sin miedo a equivocarme, que con solo leer el prólogo pronto me di cuenta de que Daniel Estulin no es un autor serio. Durante mis años de investigación he leído cientos de libros y miles de artículos sobre el tema, incluidos muchos de los autores citados por Estulin en su libro, algunos de los cuales pertenecen a un curioso grupo de fundamentalistas religiosos que han enfocado sus trabajos con un perfil en el que mezclan el fatalismo, la fantasía, el ocultismo, el satanismo, así como investigaciones sin fundamentos y abiertas mentiras en el abordaje de los temas referidos al rock.
Bueno, de hecho, Estulin se autodenomina “especialista en conocimiento arcano”. Ya eso dice algo.
En sus trabajos suelen citarse los unos a los otros como “prueba científica y bibliográfica” de que sus tesis son ciertas y que tienen apoyo en investigaciones anteriores. Están dotados por un gran poder de imaginación y ―gracias al gran volumen de supuestos datos que aportan― muchas veces logran convencer a ciertos públicos. Se centran en un tema y echan a andar su imaginación con una mezcla de elementos absolutamente falsos. Inventan hechos, nombres, instituciones, o combinan la realidad con la ficción de una manera que quizás solo los investigadores especializados en esos temas podrían rebatir.
Para decirlo de una manera más sencilla, autores como Donald Phau y David Noebel aseguran, convencidos, que el rock es una creación de Satanás y que los seguidores de este movimiento cultural están poseídos por el Diablo. Ese es el margen de seriedad de sus análisis.
Daniel Estulin dedica largos espacios de su libro a citar a estos dos autores, sobre todo a Phau, un personaje totalmente desconocido en el mundo literario e investigativo, quien cierto día escribió un artículo titulado “Las raíces satánicas del rock”.
Eso, de hecho, le resta seriedad a sus puntos de vista.
El primer capítulo del libro, que Estulin titula “La cultura made in Bilderberg”, contiene infinidad de errores históricos, alteraciones de la realidad y posiciones totalmente infundadas y extremistas. Sus planteamientos no tienen bases sólidas y muchas veces se centra en citar a otros autores cuyas obras no son más que otras distorsiones y manipulaciones de la historia. Es fácil notar segundas intenciones en sus puntos de vista, y hasta te puedo asegurar que hubo momentos en que me arrancó más de una carcajada de asombro por las cosas tan tontas que dice.
Primero que todo, desconozco qué relación existe, o puede haber existido, entre el rock y el Club Bilderberg. Jamás he leído referencia alguna al tema, y esa fue la primera señal de alerta que recibí cuando comencé a leer su trabajo. Es obvio que Estulin tiene una gran imaginación y carece de toda mirada positiva hacia la música rock y el mensaje social y político que este movimiento cultural ha representado para el mundo durante varias décadas.
Ya desde el prólogo, el lituano es impreciso y presenta elementos fuera de contexto. Es fácil notar su malintencionado y descontextualizado enfoque temático cuando salta de Osama Bin Laden y los hechos del 11 de septiembre al rock, y dice:
- Los Beatles, los Rolling Stones, Monterrey, Woodstock, la emisora Top 40 y MTV son metáforas de un lavado de cerebro devastador, cortesía del Instituto Tavistock de Comportamiento Humano. Creíamos que habíamos “descubierto” a los Beatles, a los Rolling Stones, a los Animals y a los Mamas & the Papas. Sin embargo, cruel y previsoramente, a las órdenes del Tavistock, los investigadores sociales más brillantes del planeta nos implantaron esos grupos. Formaban parte de un experimento humano de alto secreto de efectividad devastadora, que pretendía degradar al individuo y reducir su esfera de influencia espiritual.
Es obvio que los puntos de vista e intenciones de Daniel Estulin hacia la música rock no son nada benévolos. No hay nada más incierto, infundado y alejado de la realidad que sus palabras en ese sentido.
Estulin abre su libro de manera desacertada y poco convincente, y continúa así durante todo su desarrollo. No niego que algunas de sus observaciones puedan ser inquietudes reales sobre el actual y caótico orden mundial. Todos tenemos esas preocupaciones, que en realidad son alarmantes. Donde se equivoca Estulin es en lo erróneo de las vías y métodos que emplea para encausarlas, que incluso lo llevan a mentir y distorsionar la realidad, muchas veces apoyándose en autores de total descrédito.
Esta siguiente afirmación, por ejemplo, es un absurdo y total disparate, una de las primeras pruebas que me dio sobre la poca seriedad de sus planteamientos:
- En 1956, un hombre llamado Theodor Adorno, que luego sería el autor de la mayoría de las canciones de los Beatles.
Tal parece que Estulin escribe para niños. En una nota al pie, él dice que quizás ese sea uno de los “descubrimientos” más sorprendentes de ese capítulo. Me atrevería a decir que Daniel Estulin es o muy ingenuo o un gran fantoche. Asegurar que Theodor Adorno fue el autor de la mayoría de las canciones de los Beatles es tan absurdo desatino que no merece análisis alguno; tal afirmación solo consigue desacreditarlo y hacerle perder toda credibilidad posible como investigador.
Un poco más adelante, en este propio capítulo, Estulin menciona un libro, La jerarquía del conspirador: la historia del Comité de los 300, del británico John Coleman, un exagente de la agencia MI6 y politólogo en Angola, que contiene enfoques igualmente poco serios, sobre todo los referidos a la música rock.
He leído a John Coleman y puedo asegurar que Daniel Estulin no se hace favor alguno al citarlo como una de sus principales fuentes bibliográficas. En la obra del británico es fácil notar los prejuicios sociales y sexuales de un hombre que se vanagloria de haber pertenecido a los servicios de inteligencia británicos y tener acceso a informaciones secretas, muchas de las cuales me resultan tan poco convincentes como lo son sus puntos de vista sobre los movimientos juveniles de los años sesenta.
Al igual que Donald Phau, Coleman no se oculta para criticar al rock y otros aspectos sociales desde observaciones extremistas y prejuiciosas. Su libro está plagado de palabras y frases tan degradantes como:
- [...] gánsters de la música rock como los sucios y degenerados Rolling Stones ―pandilla de gánsters que goza ampliamente del favor de la nobleza negra europea― y todos los conjuntos de rock a los que Tavistock convirtió en grandes figuras a partir de los Beatles. […] Basta echar un vistazo a nuestro alrededor para ver hasta qué punto nos hemos desmoralizado: las drogas, la pornográfica “música” rock, el sexo libre, el núcleo familiar prácticamente desmoronado, el lesbianismo, la homosexualidad...
De igual manera, la posición de John Coleman hacia los Beatles es parcializada, paranoica y carece de fundamentos serios. Como otros autores de su estilo, tras este fenómeno cultural ve fantasmas que les dan a sus palabras un carácter grotescamente infantil. Me voy a tomar el trabajo de citar algunas de las ridículas observaciones en su libro:
- Los Beatles fueron traídos a los Estados Unidos como parte de un experimento social que someterían a grandes grupos poblacionales a un lavado de cerebro del cual no se darían cuenta. [...]
Cuando Tavistock trajo a los Beatles a los Estados Unidos, nadie pudo haberse imaginado el desastre cultural que vendría detrás. Los Beatles fueron parte integral de la Conspiración Acuariana. [...]
El fenómeno de los Beatles no fue una rebelión espontánea de la juventud contra el viejo sistema social. Se trató de un complot cuidadosamente diseñado para introducir un cuerpo conspiratorio que no pudiera ser identificado, un elemento disgregador y altamente destructivo en un amplio grupo poblacional dirigido a realizar cambios contra su voluntad. Nuevas palabras y frases ―preparadas por Tavistock― fueron introducidas en los Estados Unidos a través de los Beatles. Palabras claves como “rock” en relación con sonidos musicales, “adolescente”, “sabroso”, “liberación” y “música pop” formaron un léxico de palabras que eran un código camuflado que significaban la aceptación de las drogas y llegaron con los Beatles y los acompañaron a donde quiera que iban, para que fueran “descubiertos” por los “adolescentes”. De manera incidental, la palabra “adolescente” no se había utilizado nunca antes de la llegada de los Beatles: fue cortesía del Instituto Tavistock de Relaciones Humanas. [...]
Los Beatles hicieron un trabajo perfecto, o quizás sería más correcto decir que Tavistock y Stanford hicieron un trabajo perfecto. Los Beatles no fueron más que robots entrenados “con una pequeña ayuda de sus amigos” ―palabras en código para mencionar el uso de drogas y hacerlo parecer “sabroso” [...]
A continuación de los Beatles ―quienes incidentalmente fueron ensamblados por el Instituto Tavistock― llegaron otras agrupaciones de rock Made in England, quienes, como los Beatles, les pedían a Theo Adorno que les escribiera la letra y la “música” de sus canciones. Odio usar estas hermosas palabras en el contexto de la beatlemanía. Ello me recuerda cuán erróneamente usamos la palabra “amor” cuando nos referimos a la asquerosa interacción entre dos homosexuales que se revuelcan como puercos en un chiquero. Llamar “música” al rock es un insulto, al igual que el lenguaje usado en las “letras del rock”. [...]
Los Beatles, con sus guitarras eléctricas, sus expresiones tontas, su lenguaje de drogas y sus ropas raras, no hubieran valido un puñado de frijoles por sí solos. En su lugar, debido a que a los Beatles se les saturó en los medios masivos, los Estados Unidos sufrieron una conmoción cultural tras otra. [...]
Ahora que lo sabemos, queda muy claro cuán exitosa fue la campaña de los Beatles para proliferar el uso de las drogas. Se mantuvo oculto a la vista pública el hecho de era Theo Adorno quien escribía las canciones de los Beatles. La función primaria de los Beatles era ser descubiertos por los adolescentes, quienes entonces se someterían a una barrage de música Beatles hasta quedar convencidos de que les gustaba el sonido y lo adoptaron junto a todo lo que los acompañaba. El grupo de Liverpool tocaba según las expectativas y ―con “una pequeña ayuda de sus amigos” (o sea, sustancias ilegales conocidas como drogas) creaba toda una nueva clase de jóvenes estadounidenses en el preciso molde creado por el Instituto Tavistock.
- Los Beatles fueron traídos a los Estados Unidos como parte de un experimento social que someterían a grandes grupos poblacionales a un lavado de cerebro del cual no se darían cuenta. [...]
John Coleman, con esa sarta de dislates históricos, es uno de los autores más “confiables” y más citados en el primer capítulo del libro. El tono frívolo, discriminatorio, homófobo e irreflexivo resalta sin disimulos en La jerarquía del conspirador: la historia del Comité de los 300. En honor a la razón, considero innecesario citar otros extractos de su obra porque la cantidad de falsedades y manipulaciones con que adorna los hechos que narra no merece el tiempo y el esfuerzo de un análisis serio. Solo me extendí en los extractos anteriores para que se comprenda cuán infundados, inexactos y prejuiciados son.
Pues, Estulin mantiene esa misma perspectiva en su libro Los secretos del Club Bilderberg, y comienza analizando a los Beatles de manera muy similar:
- Los Beatles, que con su apariencia inocente inauguraron la música rock y electrónica moderna, eran más que un mero grupo de rock a principios de la década de 1960. Pero su eclosión no supuso el advenimiento de una rebelión espontánea de los jóvenes contra el viejo sistema social. Si los ponemos en su justo contexto histórico, nos damos cuenta de que formaron parte de un enorme experimento de masas diseñado por el gobierno británico (y dirigido secretamente desde la División de Guerra Psicológica Británica) para condicionar culturalmente a la sociedad contemporánea. [...]
Con la excepción de unos pocos hombres taimados y brillantes ocultos en los principales think tanks e instituciones de investigación interrelacionadas con el Tavistock, pocos entendían cómo la llegada de los Beatles a Estados Unidos conllevaría un cambio total de paradigma y provocaría un desastre cultural para toda una generación de estadounidenses.
- Los Beatles, que con su apariencia inocente inauguraron la música rock y electrónica moderna, eran más que un mero grupo de rock a principios de la década de 1960. Pero su eclosión no supuso el advenimiento de una rebelión espontánea de los jóvenes contra el viejo sistema social. Si los ponemos en su justo contexto histórico, nos damos cuenta de que formaron parte de un enorme experimento de masas diseñado por el gobierno británico (y dirigido secretamente desde la División de Guerra Psicológica Británica) para condicionar culturalmente a la sociedad contemporánea. [...]
Donald Phau, al igual que John Coleman, es intransigente en el abordaje de la música rock y los movimientos juveniles de los años 60, con la diferencia de que mientras Coleman los ve como experimentos humanos fabricados en laboratorios de agencias de inteligencia, Phau tiene una imaginación más diabólica al verlos como cultos satánicos.
En su artículo “Las raíces satánicas del rock”, Phau dice:
- En la actualidad, en casi cualquier concierto de rock, se puede escuchar cómo se le pide al público que viole y asesine en el nombre de Satanás [...] pocos sospechan que fue en realidad con los inocentes Beatles que comenzaron casi todos los problemas. La música rock moderna, inaugurada a comienzos de los años 60 es, y siempre ha sido, una empresa mixta de inteligencia militar británica y cultos satánicos.
Resulta curioso que con más de un centenar de excelentes libros publicados sobre los Beatles, Daniel Estulin haya escogido como fuente bibliográfica solamente las dos cuartillas dedicadas a ellos por Donald Phau en su artículo, donde hace sus mejores intentos por escarbar en los detalles más oscuros de la historia de ese grupo musical. Estulin repite o cita ciegamente sus palabras, no solo la disparatada idea de que Theodor Adorno escribió sus canciones sino además la afirmación de que posee pruebas irrefutables de ello en cierta correspondencia privada entre Adorno y EMI, la compañía discográfica de los Beatles, que le fue “facilitada por un alto directivo de la empresa con contactos con el Servicio Secreto”.
¿Acaso estaremos ante la presencia de una imaginativa novela de espionaje?
No voy a hurgar en todos los errores históricos cometidos por Estulin en su libro, porque sería una gran pérdida de tiempo. La mayoría de sus datos están amañados, infundados y mal presentados, casi siempre en forma de citas al artículo de Donald Phau, otro elemento que demuestra su poco profundo carácter investigativo.
Otra aseveración falsa de Estulin es cuando afirma:
- Pero sin lugar a dudas se sabe que las chicas “histéricas” eran, en realidad, estudiantes de una escuela pública del Bronx que habían sido llevadas al aeropuerto para que “actuaran” ante el público estadounidense y fueran grabadas por las cadenas de televisión a cambio de veinte dólares como parte de un plan ideado por el Tavistock para hacer que aquella limpia banda de rock pareciera popular.
Un desatino sin par. Al llegar los Beatles a los Estados Unidos, el 7 de febrero de 1964, fueron recibidos por una espontánea y masiva concentración popular, sobre todo de jóvenes que quisieron ver y darles la bienvenida a sus nuevos ídolos musicales a su arribo al país. No era necesario pagarles para que estuvieran allí.
Por otra parte, Estulin no puede hablar en serio cuando dice:
- Debería resultar obvio para cualquier persona que reflexione sobre ello que la “cultura popular”, y por extensión el rock and roll, no es un acontecimiento espontáneo o accidental, sino algo creado y controlado corporativamente. Es producto de los estudios clásicos sobre la antigua secta terrorista frigia de Satán-Dionisio, modelo de los cultos báquicos romanos de características similares.
El propio Noebel, un reverendo fundamentalista de Oklahoma y ministro de la Iglesia de la Cruzada Cristiana, dedicó toda su vida a buscarles las raíces satánicas y comunistas al rock y a los Beatles. Vale la pena mencionar los títulos de algunos de sus libros: Comunismo, hipnotismo y los Beatles, Ritmos, protestas y revolución, Los trovadores marxistas: un manual sobre la subversión comunista de la música, Los Beatles: un estudio sobre las drogas, el sexo y la revolución, El legado de John Lennon: ¿encanto o daño a una generación?
¿Parecen muchos, verdad? Pues no lo son. Sus libros no son más que la enfermiza repetición, una y otra vez, de ejemplos que tratan de demostrar que los Beatles fueron un engendro comunista fabricado en laboratorios de Moscú para lavarle el cerebro a la juventud estadounidense.
Entonces, ¿qué racionalidad pudiéramos esperar de un “pensador” que tiene a David Noebel como uno de sus autores de cabecera? Si su enfoque hacia el rock y los Beatles en Los secretos del Club Bilderberg es tan desacertado, impreciso y manipulador, me cabe todo el derecho a dudar de sus demás puntos de vista, desde sus teorías conspirativas hasta las famosas minibombas nucleares sin efectos radiactivos.
Las guerras actuales y los males que sufre la humanidad no tienen nada que ver con el rock, ni con los Beatles, ni con los movimientos artísticos y antibélicos de los años 60. Daniel Estulin, quien debería ampliar más su perfil bibliográfico si aspira algún día a convertirse en un investigador serio y vender libros sin necesidad de mentir, comete el error de vincularlos a “experimentos humanos de alto secreto de efectividad devastadora, que pretendían degradar al individuo y reducir su esfera de influencia espiritual”. Intentar establecer una referencia en tal sentido solo cabe en la mente de personas desinformadas que no conocen la realidad de los hechos y tienen la audacia de formular criterios errados sobre asuntos tan serios como los que él analiza, sin tener la cultura, el conocimiento profundo ni la verdadera base histórica para poder emitir juicios certeros.
Mis críticas a los planteamientos de Estulin pudieran abarcar casi oración por oración de su libro, porque dice un disparate tras otro. Pero un texto tan poco serio no merece la pérdida de tiempo. Hay mejores cosas que hacer.
Te comenté al comienzo que he seguido de cerca las opiniones que se han emitido en Cuba Debate sobre Estulin, y te confieso que he sentido mucha pena y dolor al leer criterios de personas ingenuas que, con unas pocas excepciones, lo consideran un excelente investigador e incluso ansían que sus libros se publiquen pronto en nuestro país. Espero que la razón y el sentido común se impongan y esto no suceda jamás, porque sería un gran error que lamentar. Nuestro pueblo es culto y merece ampliar sus conocimientos con literatura de verdad.
Así que yo, desde mi posición de investigador de este lado del caimán, siento el humilde deber de sumarme a la “paranoia de los patriotas” que consideran que Daniel Estulin nunca debió haber tenido protagonismo alguno en nuestras preocupaciones actuales por la situación mundial.
Lamento discrepar esta vez con la defensa que le haces.
Saludos afectuosos,Ernesto Juan Castellanos
9 de septiembre de 2010 - Volver arriba ↑ Castro, Fidel (2010): “El Gobierno mundial (primera parte)”, artículo publicado el 17 de agosto de 2010 en el sitio web del diario Granma (La Habana). Cita extensamente los libros de Daniel Estulin.
- Volver arriba ↑ «Daniel Estulin afirma que cuando muera Fidel Castro “desmontarán el país en un día”», artículo publicado el 8 de octubre de 2015 en el sitio web anticubano Diario de Cuba (Miami).
- Volver arriba ↑ «“Muerto Castro, desmontarán Cuba en un día”: Daniel Estulin, investigador y analista político ruso», artículo publicado en el sitio web anticubano The Cuban History (Miami). La profecía de la caída de Cuba ―o quizá, mejor dicho, expresión de deseos― no se cumplió.
- Volver arriba ↑ «Daniel Estulin: “Cuba ahora podría acabar como la Unión Soviética” (programa de televisión Dossier)», video publicado el 21 de julio de 2015 en el sitio web YouTube. El periodista uruguayo Walter Martínez entrevista a Daniel Estulin en su programa Dossier, por canal TeleSur (de Caracas). Entre el minuto 1:48 a 2:28, Estulin afirma: Si al fin y al cabo la Unión Soviética murió en dos días y medio, un país inmenso de tamaño, entonces un país como Cuba ―esto yo le dije al comandante Castro cuando estuve con él en agosto del año 2010―, Cuba va a durar milisegundos. Estamos viendo cómo esta entrada... No quiero decir que los cubanos sean proestadounidenses, en absoluto: aman a Fidel Castro, aman a su país, son muy nacionalistas, pero quieren tener las mismas cosas que cualquier otro país del mundo: jeans, teléfonos smartphones, hablar por Skype con amigos, televisión plasma..., cosas normales de la vida. Entonces los estadounidenses van a intentar hacer lo mismo que hicieron con la Unión Soviética.Daniel Estulin
- Volver arriba ↑ Pérez, Ana (2016): «Daniel Estulin: “Cuba es la punta de lanza para el control de Latinoamérica”», artículo publicado el 10 de mayo de 2016 en el sitio web PR Noticias (Madrid).
- Volver arriba ↑ Martínez, Andrea; Lagos, José Gabriel (2011): “Creer o reventar”, artículo publicado el 17 de agosto de 2011 en el sitio web del diario La Diaria (Montevideo).