Aurelio de la Vega

Aurelio de la Vega Saavedra
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Datos generales
Fecha de nacimiento:28 de noviembre de 1925
La Habana , Bandera de Cuba Cuba
Ocupación:Compositor y pedagogo

Aurelio de la Vega Saavedra. Compositor y pedagogo cubano. Fue decano de la Facultad de Música de la Universidad de Oriente e impartió conferencias en los Estados Unidos, Puerto Rico, México y Venezuela.

Síntesis biográfica

Nació en La Habana el 28 de noviembre de 1925. Estudió en La Habana armonía, contrapunto y análisis musical con el profesor vienés Fritz Kramer. En 1947 se trasladó a Los Ángeles, California, donde fue alumno de composición de Ernst Toch y Arnold Schonberg.

En 1950 regresó a Cuba, y aquí fue decano de la Facultad de Música de la Universidad de Oriente (Santiago de Cuba). Entre 1953 y 1957, impartió conferencias en los Estados Unidos, Puerto Rico, México y Venezuela. En 1959 se estableció en Los Ángeles, y allí trabajó como profesor de composición en San Fernando Valley State College (hoy California State University, Northridge).

Profesionalismo desmedido

Su musicalidad y vasto dominio técnico sobre los materiales y recursos que emplea, le dan a sus obras un original y preciso acabado. Su música se caracteriza por un profundo concepto, un libre discurrir y una expresión poética henchida de dinámica emotiva. Según Gerard Béhague, después de una filiación temprana al posimpresionismo y al romanticismo modernista del compositor polaco Karol Szymanowsky, como se aprecia en el ciclo de canciones La fuente infinita de 1944; en los primeros años de la década del 50, De la Vega giró hacia un lenguaje cromático combinado con un poderoso impulso rítmico; también desarrolló ciertas inquietudes técnicas que iban a seguir siendo importantes para él, en particular un estilo virtuosístico de escritura para los instrumentos tradicionales, con una fuerte base de los principios estructurales.

Aunque proclamó su oposición al nacionalismo musical, utilizó melodías y rasgos típicos cubanos en algunas de sus obras iniciales, como la Leyenda del Ariel criollo, 1953, para cello y piano. Junto al cromatismo, De la Vega fue el primer compositor cubano que cultivó el atonalismo, aunque con bastante independencia de criterio, como en Elegía, 1954, para orquesta de cuerdas, y Divertimento, 1956, para violín, cello, piano y orquesta de cuerdas. En 1957 comenzó a desarrollar un estilo dodecafónico no convencional, con el Cuarteto de cuerdas “In Memoriam Alban Berg”.

A partir de la década del 60 abandonó gradualmente el serialismo y comenzó a valerse de los medios electrónicos, las formas abiertas, los procedimientos aleatorios y las partituras gráficas. Una de las primeras obras que señalan tal dirección es Structures, 1962, para piano y cuarteto de cuerdas, en la que utiliza el serialismo en tres de sus movimientos, y estructuras improvisatorias en otros dos. La pieza electrónica temprana Vectors, 1963, fue seguida por Segments, para violín y piano, y Variants, para piano, ambas de 1964, Interpolation, 1965, para clarinete solo con o sin elementos de sonido pregrabado.

Los recursos instrumentales exigidos para estas obras incluyen vibrato microtonal para violín, clusters y diversos tipos de manipulación de las cuerdas del piano y uso de las llaves del clarinete como fuente sonora. Además, Interpolation requiere de diferentes formas de posiciones de la embocadura, el bajar una nota sin hacerla sonar, emplear sonidos de soplo sin nota específica, y hasta el uso de una sordina especialmente inventada para el clarinete. Sin embargo con ninguna otra pieza ha tenido De la Vega tanto éxito, en términos de combinaciones de color expresivo y organización estructural, como con Tangents, 1973, para trompeta y los mismos sonidos pregrabados, en la que explora los timbres y los aspectos expresivos de los instrumentos solos, en un diálogo con los sonidos electrónicos.

Ambas son piezas virtuosísticas que cubren los registros más extremos de los instrumentos y exigen muchas formas distintas de articulaciones, ataques y fraseo, y tanto en las partes instrumentales como en las electrónicas se presentan y desarrollan elementos motívicos. EnTangents esos motivos poseen el carácter de expresiones abruptas y exclamatorias, cuya expresividad emana fundamentalmente del cromatismo y de la amplitud del ámbito sonoro.

La evolución estética de Aurelio de la Vega va de la influencia de Alban Berg a la música de vanguardia, pero su definida y flexible personalidad, su necesidad de expresión propia, caracterizada por un profundo concepto de su labor creadora, lo conducen a un libre discurrir sobre los materiales y recursos que emplea en sus obras.

Obras

Ballet: Débora y Traulio, 1955.

Música de cámara

Dos movimientos para cuarteto de cuerdas: “Introducción” y “Aria”, 1945; Tríptico, 1946, para orquesta de cuerdas; La muerte de pan, 1947, para violín y piano; Trío, 1949, para violín, cello y piano: “Allegro”, “Andante”y “Allegretto”; Soliloquio, para viola y piano, Trío, para piano, violín y cello, y Cuarteto núm. 2, 1950; Leyenda del Ariel criollo, 1953, para cello y piano (Premio Virginia Colliers, 1954); Elegía, 1954, para orquesta de cuerdas; y Divertimento, 1956, para violín, cello, piano y orquesta de cuerdas; Cuarteto de cuerdas: “Allegro”, “Adagio”, “Scherzo”, “Presto”, “Rondó”, “Finale”, entre otras.

Música electroacústica

Vectors, 1963; Segments, 1964, para violín y piano; Variants, 1964, para piano; Interpolation, 1965, para clarinete solo; Tangents, 1973, para trompeta y los mismos elementos sonoros pregrabados.

Orquesta

Suite, 1947; Obertura a una farsa seria, 1950, inspirada en la obra Frenesí, de Charles de Peyret Chappuis; Introducción y episodio, 1952; Elegía, para orquesta y cuerdas; Sinfonía en cuatro partes: “Obertura”, “Himno”, “Ostinato”, y “Toccata”.

Piano

Sarabande y Canción sin palabras, 1943; Cuatro preludios, 1944; Tema y variaciones, Toccata y Sonata, 1945; Rondó en mi b, 1947; Epigrama, 1953; Danza lenta, 1956; Minuet, 1957.

Solista y orquesta

Divertimento, 1956, para violín, cello, piano y orquesta; Cantata, para dos sopranos, contralto y ventiún instrumentos, textos: Roberto Fernández Retamar.

Voz y piano

La fuente infinita, 1944, ciclo de canciones para soprano y piano, texto: Juan Ramón Jiménez; El encuentro, 1950, para contralto y piano, texto: Rabindranath Tagore.

Fuente

  • Giro, Radamés. Diccionario Enciclopédico de la Música en Cuba. Editorial Letras Cubanas: La Habana, 2004.