Gerard Latortue

Gérard Latortue
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Ex Primer ministro de Haití.
Primer Ministro de Haití
12 de marzo de 2004 - 9 de junio de 2006
PresidenteBoniface Alexandre (provisional)
René Préval
PredecesorYvon Neptune
SucesorJacques-Édouard Alexis
Datos Personales
NombreGérard R. Latortue
Nacimiento19 de junio de 1934
Gonaïves, Artibonito, Bandera de Haití Haití .
EducaciónEcole des Frères de l’Instruction Chrétienne.

Lycée Fabre Geffrard.

Lycée Toussaint Louverture.
Alma materHaiti State University Law School
Facultad de Derecho y de Ciencias Económicas en París.
OcupaciónJurista, consultor y funcionario internacional.
CónyugeMarlene Zephirin
PadreRené A. Latortue
MadreFrancoise Dupuy

Gérard Latortue. Jurista y economista sin partido con una amplia experiencia como funcionario de la ONU, fue la personalidad escogida, por consenso no parlamentario, para encabezar el Gobierno de transición de Haití tras el derrocamiento del presidente Jean-Bertrand Aristide en la revuelta de febrero de 2004.

Síntesis biográfica

Nació en la ciudad de Gonaives, Haití . Hijo de Francoise Dupuy y René A. Latortue. Contrajo nupcias por más de cuarenta años con Marlene Zephirin, hija del que fuera ministro de Exteriores de Haití en 1954 y 1955, Mauclair Zephirin. Tiene tres hijos y tres nietos.

Formación

Criado como católico,Latortue primero asistió a l'Ecole des Frères de 'Instrucción Chrétienne en Gonaives, y más tarde entró al Lycée Fabre Geffrard. Fue luego transferido al Lycée Toussaint Louverture en Puerto Príncipe, donde recibió su diploma de secundaria.

Se graduó con honores en la Haiti State University Law School en 1956. Después de graduarse en leyes, viaja a Francia para realizar estudios de postgrado en economía en la Facultad de Derecho y de Ciencias Económicas en París. Ese mismo año, se inscribió en el Instituto de Estudios Políticos (Sciences Po) en París, donde se graduó de Economía Pública. En 1958, obtuvo su diploma en Planificación de Desarrollo Económico en el Instituto de Estudios de Desarrollo Económico y Social (IEDES). En 1959 pasó brevemente por la Facultad de Economía Comparada de Luxemburgo. En 1960 retornó a Puerto Príncipe para establecerse como profesional de la práctica y la docencia jurídicas, labores que desarrolló en el Ministerio de Trabajo, en la Facultad de Derecho de la Universidad Estatal de Haití y desde 1961 en un centro que puso en marcha junto con un antiguo compañero de estudios y del que fungió de director, el Instituto de Altos Estudios de Economía y Negocios.

Carrera política

Latortue era un reconocido enemigo político del régimen dictatorial de François Duvalier; es por ello que como muchos otros haitianos, tuvo que exiliarse para poder salvar su vida. En mayo de 1963, Latortue escapó de Haití por el conducto seguro que le facilitó la Embajada de Guatemala y emprendió un exilio de 25 años.

En 1971 Latortue fue reclutado por la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI). En los 17 años siguientes, el funcionario internacional trabajó sucesivamente en Lomé (Togo), Abidján (Côte d’Ivoire) y, a partir de 1982, en la sede central en Viena.

Latortue no parecía tentado de regresar a su país incluso después de caer la dictadura duvalierista en febrero de 1986. Sin embargo, cuando al despuntar 1988, el presidente electo de la República haitiana, Leslie Manigat, le ofreció el puesto de ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional en el Gobierno que se disponía a formar, el Latortue respondió afirmativamente.

Latortue se estrenó como jefe de la diplomacia haitiana el 12 de febrero de 1988 tras la toma de posesión del primer ministro Martial Célestin. Sin embargo, su posición solo duró ocho días, pues el 20 de junio del mismo año, el general Henri Namphy, perpetró un golpe de Estado y reinstauró la dictadura. La impune usurpación de los militares devolvió a Latortue el estatus que había tenido hacía menos de un semestre: el de exiliado y economista al servicio de la ONUDI y con despacho en Viena.

Con su nombramiento como director de la División de Evaluación de Proyectos del Departamento de Elaboración de Programas y Proyectos de la ONUDI, Latortue se convirtió en el haitiano de mayor rango en el organigrama administrativo de la ONU. En septiembre de 1989, sin abandonar dicho departamento, pasó a dirigir la División de Actividades Especiales. En junio de 1990 fue trasladado al Departamento de Promoción Industrial, Consultas y Tecnología, donde se puso a dirigir de nuevo la División del Sistema de Consultas, y en enero de 1993 estuvo de vuelta en el Departamento de Elaboración de Programas y Proyectos como director de la División de Programas por Región y Dominio.

Aunque desvinculado de las turbulencias políticas de su país,Latortue era un técnico internacional con un innegable potencial como hombre de Estado, susceptible de ser invitado a desempeñar misiones gubernamentales. En 1993, por ejemplo, su nombre sonó como una posible alternativa, consensuada por los militares, Jean-Bertrand Aristide (quien, aunque derrocado y exiliado, preservó el reconocimiento internacional como el legítimo presidente de Haití), la ONU, la OEA y el Gobierno de Estados Unidos, para reemplazar al primer ministro Marc Bazin, un político conservador que contemporizaba con la junta del general Raoul Cédras, pero el nombramiento terminó recayendo en el empresario Robert Malval por exigencia de Aristide, quien desconfiaba del perfil liberal-conservador de Latortue.

En junio de 1994, cuatro meses antes de la reposición de Aristide en el poder a remolque de la invasión de una fuerza militar de Estados Unidos, Latortue clausuró su etapa de funcionario de la ONUDI y se instaló en Florida, donde abrió un despacho de consultor internacional privado especializado en la evaluación de la cooperación exterior al desarrollo y la asistencia del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) a los países africanos, así como a Haití. En 1995 asumió la Secretaría General de la Asociación de Universidades e Institutos de Investigación del Caribe (UNICA).

En relación con Haití, Latortue canalizó su activismo en los círculos de las élites profesionales y empresariales que desconfiaban del izquierdismo del Gobierno de la Organización Política Lavalas (OPL), el partido de Aristide, quien gozaba del respaldo masivo de los haitianos pobres y de raza negra, es decir, la inmensa mayoría de la población.

Durante las presidencias de René Préval y, de nuevo, desde febrero de 2001, Jean-Bertrand Aristide, Latortue disfrutó de una especie de "descanso político" en Boca Raton, en el condado de Palm Beach. Siguió activo en la UNICA hasta el 2000 y de paso ejercitó el periodismo en la cadena Haitian Television Network of America (HTN), con sede en Miami, que le contrató como presentador de dos programas de actualidad dirigidos a los haitianos de la diáspora: The Week in Review y The Guest.

Jean-Bertrand Aristide, al iniciar su segunda presidencia en 2001 , le invitó a ocupar un puesto en el Gobierno, pero que el veterano economista declinó la oferta.

Ministro de Haití

Latortue debutó como primer ministro de un país destrozado en todos los aspectos dando un polémico paso. El 20 de marzo de 2004, acompañado de Abraham y el ministro de Justicia, Bernard Gousse, se desplazó a Gonaïves, donde ya patrullaban 150 legionarios franceses, para restablecer la autoridad del Gobierno central en el departamento.

Allí, el primer ministro rindió tributo al denominado Frente para la Liberación y la Reconstrucción Nacionales, a su anterior líder, el hampón Amiot Métayer, a su hermano y actual jefe de la banda, Butteur Métayer, a su portavoz, Winter Etienne y al ex comisario policial Guy Philippe, principal cabecilla del Frente de Reconstrucción Nacional (FRN), a todos los cuales llamó "combatientes por la libertad" y les agradeció el "coraje" demostrado en la "lucha contra la dictadura". Éstos, a cambio, le hicieron una entrega simbólica de armas y le prometieron el desarme completo en cuanto la PNH hiciera acto de presencia en la ciudad.

El gesto del primer ministro desató recias críticas en Puerto Príncipe, irritó a los gobiernos de la Comunidad del Caribe (CARICOM), que por el momento se negaban a reconocer a la nueva Administración haitiana mientras no se aclararan las circunstancias de la partida y la dimisión de Jean-Bertrand Aristide (la Unión Africana, Venezuela y Cuba también rehusaron el reconocimiento), y tampoco agradó a Estados Unidos, que acababa de disuadir a Philippe y a su segundo en el mando en el FRN, Louis-Jodel Chamblain, un ex jefe de los escuadrones de la muerte al servicio de la junta de Raoul Cédras y convicto por múltiple asesinato, de cualquier amago de obtener poder institucional por la fuerza y de obligarles a abandonar las armas. Además, Latortue y Abraham dieron a entender que se proponían restablecer las Fuerzas Armadas, objetivo que perseguía abiertamente Guy Philippe.

Período de violencia y caos

Las manifestaciones de los seguidores del presidente depuesto exigiendo la repatriación de su líder fueron reprimidas contundentemente por las fuerzas de seguridad, produciéndose varios muertos. Aún peor, empezaron a denunciarse ejecuciones extrajudiciales por efectivos de la PNH en las barriadas populares de la capital donde el bando aristidiano conservaba toda su fuerza. A su vez, gentes del entorno de la Fanmi Lavalas se tomaron la justicia por su mano y asesinaron a cierto número de policías, algunos decapitados a machetazos. Para terminar de complicar las cosas, a la violencia sectaria se le solapó, casi inextricablemente, una ola desaforada de criminalidad común. Las armas de fuego campaban por sus respetos, sobre todo entre los ex rebeldes y ex paramilitares, contra los que el Gobierno no intervenía. En este sentido, el desmoronamiento del Estado en la revuelta de febrero había causado unos estragos muy difíciles de arreglar.

Este infausto orden de cosas no mejoró tras el traspaso del control de la seguridad por la FMI a la nueva Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH), una operación de cascos azules integrada por 6.700 militares y 1.600 policías (con una avanzadilla de 1.200 soldados brasileños) y autorizada por el Consejo de Seguridad el 30 de abril de 2004.

En esta ocasión, Latortue culpó implícitamente a Jean-Bertrand Aristide de la violencia imperante. En octubre siguiente, el primer ministro se quejó de que la comunidad internacional no estaba ayudando al Gobierno como debiera en el combate a las bandas armadas y el restablecimiento del orden público.

En noviembre de 2004 pasó a la acción violenta el Frente de Resistencia de Artibonite, liderado por Etienne y Métayer. Los antiguos revoltosos contra el régimen de Aristide se hicieron con el control de una comisaría policial en Gonaïves y Latortue tuvo que pedir socorro a los cascos azules de la MINUSTAH, que expulsaron a los asaltantes.

A partir de aquí, los pacificadores internacionales comenzaron a emplearse a fondo. Muchos facciosos que habían lucido el uniforme castrense hasta 1994 se sentían traicionados por Latortue porque el primer ministro, obligado ante la comunidad internacional, había desechado la idea de restablecer el Ejército.

Elecciones y fraudes

Sectores de la sociedad civil exigieron a Latortue que asumiera su responsabilidad por el caos instalado en las calles, que amenazaba con hacer descarrilar todo el proceso político de transición, y reclamaron su dimisión. El primer ministro insistió en agotar su mandato sin legitimidad democrática e intentó aplacar a sus detractores con varias mudanzas ministeriales.

En 2004, Haití terminó con un crecimiento económico negativo del 3,5% del PIB como consecuencia de las enormes pérdidas materiales causadas, primero, por la revuelta de febrero, y, segundo, por el paso en septiembre de la tormenta tropical Jeanne, que devastó Artibonito, anegó la isla de la Tortuga y mató a más de 3.000 personas en todo el país. El Consejo de Seguridad de la ONU amplió el mandato de la MINUSTAH hasta febrero de 2006, pero en la última conferencia internacional de donantes, celebrada en Bruselas en octubre de 2005, el Gobierno volvió a ver frustradas sus expectativas económicas.

Con el Estado convaleciente, sin fondos e incapaz de garantizar un mínimo de orden, Latortue se resignó a posponer repetidamente las elecciones generales, cuya fecha original era el 13 de noviembre de 2005, con una previsión de segunda vuelta de las presidenciales el 18 de diciembre.

El 30 de diciembre, tras constatar que seguían sin resolverse los retrasos y problemas en la organización del material electoral y el listado del censo, el Consejo Electoral Provisional (CEP), con el visto bueno de la ONU y la OEA (que proporcionaban casi toda la logística), anunció el cuarto aplazamiento, tras los efectuados el 7 de septiembre (retraso al 20 de noviembre), el 18 de noviembre (retraso al 27 de diciembre) y el 25 de noviembre (retraso al 8 de enero). Finalmente, se acordó que fueran el 7 de febrero las elecciones presidenciales y legislativas, con la segunda vuelta el 19 de marzo.

A trancas y barrancas, vigiladas por los 9.000 efectivos de la MINUSTAH y supervisadas por 36.000 observadores internacionales y nacionales, tuvieron lugar las elecciones del 7 de febrero de 2006, que, tal como se había temido, discurrieron entre incidentes, actos de violencia y abundantes quejas por la mala organización, dando pábulo a las primeras denuncias de fraude por anulación arbitraria e incluso destrucción de papeletas.

Los primeros resultados facilitados por el CEP dieron como ganador al claro favorito, el ex presidente René Préval. La participación quedó provisionalmente fijada en el 63%, un porcentaje relativamente alto que satisfizo a Latortue.

La perspectiva de la segunda vuelta encolerizó a los partidarios de Préval, que acusaron al CEP de manipulación y denunciaron un "fraude masivo" en su contra. El 14 de febrero el Gobierno interino ordenó la suspensión de la publicación de los resultados finales hasta que se esclarecieran las denuncias de irregularidades. Dos días después, al cabo de ásperas negociaciones con Latortue, la OEA y la MINUSTAH, el CEP aceptó una nueva tabulación en la que los votos en blanco se daban por válidos pero no se contaban como tales, sino que eran distribuidos proporcionalmente entre los candidatos; esto elevó la cuota de Préval al 51,1%, proclamándose así ganador sin necesidad de la segunda vuelta.

Fin como ministro

La prolongación de las elecciones a la Asamblea Nacional postergó la inauguración de René Préval, al 14 de mayo. Latortue continuó en su puesto hasta el 9 de junio, día en que le tomó el relevo el primer ministro nombrado por Préval, Jacques-Édouard Alexis.

Tras este servicio institucional, el jurista se retiró de la vida pública nacional. En octubre de 2007 encabezó la misión de observadores de la Organización Internacional de la Francofonía (OIF) en las elecciones legislativas celebradas en Togo. En marzo de 2008 la ONU le nombró facilitador especial del diálogo entre Gobierno y oposición en Guinea. Y en agosto de 2009 volvió a liderar una misión de monitores electorales de la OIF, esta vez para cubrir las presidenciales de Gabón.

Fuentes

Consultadas en agosto de 2015