Mariano Rodríguez

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Mariano Rodríguez
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Destacado artista de la plástica, su pintura es exuberante, alegre, dinámica.
NombreJosé Mariano Manuel Rodríguez Alvarez
Nacimiento24 de agosto de 1912
La Habana,Bandera de Cuba Cuba.
Fallecimiento25 de mayo de 1990
en la La Habana
NacionalidadBandera de Cuba Cuba
CiudadaníaCubana
Obras destacadasHombre con guitarra, Figura con gallo.

José Mariano Manuel Rodríguez Alvarez. Miembro de la llamada Escuela de Pintura de La Habana, artista comprometido con la lucha antiimperialista, se dice que su pintura es exuberante, alegre, dinámica, esencial, por algo el gallo le acompañó de alba en alba (nunca despide al sol, siempre lo anuncia). Artista de la plástica, pintor autodidacta, inició su carrera artística al calor del movimiento muralista mexicano, el cual ejerció una gran influencia en su formación. La divisa fundamental de Mariano Rodríguez fue “Vivir y pintar, pintar y vivir”, y así lo hizo, pintó hasta sus últimos momentos, dejando al patrimonio cultural de nuestro país una importante colección de óleos, carteles y dibujos.

Síntesis biográfica

Nace el 24 de agosto de 1912, en La Habana. Es el quinto de ocho hermanos: seis hembras y dos varones. Su madre, Amelia Alejandrina Álvarez Álvarez, hija de padres asturianos, fue discípula de los pintores académicos Leopoldo Romañach y Armando Menocal. Su padre, José Mariano Rodríguez Cabrera, nació en Santa Cruz de la Palma, la Palma, Islas Canarias.

De 1915 a 1920 reside en las Islas Canarias, con toda su familia. Entre 1921 y 1926 estudia en la escuela Hermanos Maristas de La Víbora, en La Habana, hasta el quinto grado.

En 1928 ingresa en el Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana para cursar el bachillerato. Solicita su matrícula en la Escuela de Artes Plásticas San Alejandro, en la asignatura de dibujo del natural y modelado. En 1931 publica dos poemas en el periódico habanero ''El País''.

En 1933 termina el bachillerato. Ingresa por segunda vez en San Alejandro. Como no existen evidencias de este hecho, es posible que haya asistido como oyente, sin inscribirse oficialmente. Participa en la huelga declarada contra la dictadura de Gerardo Machado.

Participa en el Congreso Nacional de la Liga Juvenil Comunista. Integra la Guardia Roja Juvenil que rindió honores a las cenizas de Julio Antonio Mella.

Formación y primeros pasos

Mariano comienza a pintar alrededor de 1935, año en que recibe clases del pintor Alberto Peña. En 1936 es director artístico e ilustrador de la revista Ritmo, donde aparecen sus primeras ilustraciones. En octubre de este mismo año viajó a México con el escultor Alfredo Lozano. Juan Marinello lo presenta al grupo de ayudantes de Diego de Rivera, al frente del cual estaba Pablo O´Higgins, y a Manuel Rodríguez Lozano, que sería su profesor en la Academia de San Carlos.

En 1937 participa en el Congreso Nacional de Escritores y Artistas, convocado por la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR), celebrado en enero en el Palacio de Bellas Artes de la capital mexicana. La delegación cubana estaba formada por Nicolás Guillén y Juan Marinello. Regresa a Cuba en junio. Establece amistad con René Portocarrero. Forma parte del Estudio Libre para Pintores y Escultores, como asesor de muralismo e instructor auxiliar en otras materias.

En 1938 expone por primera vez en una muestra colectiva en la II Exposición Nacional de Pintura y Escultura, en el Castillo de la Real Fuerza, donde presenta dos obras: Zora y Unidad, con esta última obtiene un tercer premio. Participa en actividades en contra del fascismo y en apoyo al pueblo español. Aparece publicada en la revista Grafos, la primera crítica individual sobre su obra, firmada por Ramón Guirao.

En 1939 pinta el mural al fresco Educación sexual, en la Escuela Normal para Maestros de Santa Clara, donde trabajan también Eduardo Abela, Amelia Peláez, Jorge Arche, González Puig, René Portocarrero y Domingo Ravenet, quien fue el promotor del proyecto y realización de los murales. Asiste al Congreso Nacional de Arte, en Santiago de Cuba, donde expone su voto en contra del intento, por parte de la comisión de pintura, de condenar el arte moderno. Durante este año, realiza dos obras fundamentales de este período: La hebra y Los niños del pozo. Presenta su primera exposición personal, en el Lyceum, La Habana, auspiciada por Víctor Manuel. Forma parte de la dirección de la revista artística y literaria ''Espuela de Plata'', donde realiza ilustraciones. Guy Pérez Cisneros publica su primer artículo sobre la obra de Mariano.

En 1940 expone en la muestra 300 años de arte en Cuba, inaugurada en la Universidad de La Habana. Obras fundamentales de este año: La paloma de la paz y Mujer con pajarera.

En 1941 ilustra ''Enemigo rumor'', libro de poemas de José Lezama Lima. Comienza a trabajar en el tema de los gallos, uno de los fundamentales de su pintura. Expone el Gallo pintado y Hombre pelando papas, entre otras obras, en la exposición de Arte Cubano Contemporáneo, en el Capitolio Nacional, La Habana. Junto con un grupo de pintores cubanos decora vidrieras de la tienda El Encanto, con el tema de La Habana.

En 1942 Mariano ilustra el poemario Claustro, de Luis Amado Blanco. Hace ilustraciones para la revista Grafos y otras publicaciones. El Museo de Arte Moderno de New York adquiere El gallo. José Lezama Lima escribe un artículo dedicado a Mariano, que inicia una extensa bibliografía del poeta sobre el pintor.

En enero de 1943 realiza una exposición personal en el Lyceum de La Habana, la cual define algunos de los más importantes elementos que caracterizarán su pintura, especialmente el color. Parece haberse alejado definitivamente de la influencia del muralismo mexicano para asimilar las enseñanzas de la Escuela de París. Por primera vez expone La mujer de la sombrilla y Paisaje con figuras. Participa en la International Water Color Exhibition Twelfh Biennal , Brooklyn Museum y en el Primer Salón Internacional de Acuarelas y Gouaches, Institución Hispano-Cubana de la Cultura, La Habana. Realiza los murales Descendimiento y Resurrección para la iglesia de Bauta, por encargo del párroco Angel Gaztelu.

En 1944 expone en el Lyceum y participa en la importante muestra Modern Cuban Painters, MOMA, Nueva York. Exhibe Los guajiros, en Les Peintres Modernes Cubaines, Port au Prince, Haití. Viaja por primera vez a Nueva York en octubre y se relaciona con maestros de la plástica universal como Picasso y Cézanne. Regresa a Cuba a principios de 1945. Ilustra para le revista Nadie parecía. Forma parte del comité editor de la revista cultural Orígenes desde su fundación. Se emite un sello de correo con el dibujo Xerez y Torres descubren el tabaco. Aparece por primera vez el paisaje como tema principal de su pintura. Vuelve a los Estados Unidos y expone en la Feigl Gallery, de Nueva York. Ilustra Aventuras sigilosas, de José Lezama Lima.

En 1946 Mariano viaja nuevamente a los Estados Unidos y vuelve a exponer en la Feigl Gallery. Exhibe en la Exposición de pintura cubana moderna, Palacio de Bellas Artes de México y en 11 pintores cubanos, presentada en Argentina. Aparece la novela Estrella Molina, de Marcelo Pogolotti, con viñetas de Mariano.

En 1947 inicia la serie de Naturalezas muertas, en dibujos y óleos. Viaja nuevamente a los Estados Unidos en 1948 y expone una vez más en la Feigl Gallery. Participa en la creación de la Asociación de Pintores y Escultores de Cuba (APEC). Ilustra el libro Poesías I. Elegías, de Lorenzo García Vega.

Ya para la década del cincuenta era un artista reconocido y de gran madurez expresiva.

De 1959 a 1961 fue representante cultural de Cuba en la embajada de la India. De regreso a Cuba fundó y presidió la Sección de Artes Plásticas de la Unión de Escritores y Artistas y laboró además en Casa de las Américas, de la que fue su presidente entre 1980 y 1982, año en que se retira de las funciones públicas para dedicarse por entero a la creación artística.

Muere el 25 de mayo de 1990

Desempeño artístico

Cuando se otorgó a la Casa de las Américas la condición de Monumento Nacional, con lo que se enriqueció nuestro Patrimonio tangible e intangible,
El artista en el taller. A sus espaldas, Segunda Declaración de La Habana, 1962 [1]
pensaba en Mariano Rodríguez, el pintor de la luz, la sensualidad y la alegría que se desbordaba en sus lienzos, una de las grandes personalidades de la Plástica cubana del siglo XX y que, en 1963, pasó a integrar el colectivo de la Casa llamado por Haydee Santamaría, a quien secundó desde 1970 en calidad de vicepresidente de esa institución y a quien sucedió en la presidencia desde 1980 hasta 1986, cuatro años antes de su fallecimiento.

Un amigo suyo, entrañable para Cuba, el escritor uruguayo Mario Benedetti afirmó de la obra pictórica de Mariano:

Cuando la crítica trató de encasillarlo, cuando intentó subordinarlo a algún rasgo peculiar, definitorio, paradójicamente sólo pudo echar mano a los adjetivos de la insubordinación, y así se dice que su pintura es exuberante, alegre, dinámica, esencial. Por algo el gallo le acompañó de alba en alba (nunca despide al sol; siempre lo anuncia). Cada jornada o etapa de su obra incluye una alegría temprana, como un gallo, una alegría que a veces puede venir maniatada y convicta, pero Mariano supo siempre cómo desatarla, intuyó que en el nuevo amanecer volverían a cantar los gallísimos sueños…

Y es que ese habanero universal, que con dieciséis años ingresó en  San Alejandro, en la asignatura para cursar Dibujo natural y Modelado, y que hizo de las Artes visuales su lenguaje más íntimo, es uno de esos continuos dentro de la Cultura cubana y, también, de toda nuestra América.

Trayectoria

Hombre con guitarra 1954 No olvidemos además que sus vínculos con México fueron esenciales en su formación artística, como lo fue su tránsito por el emblemático Estudio Libre de Pintores y Escultores, y su presencia renovadora dentro de la transformación de la expresión de la plástica cubana, en la proyección de la vanguardia.

Como también lo fue su presencia en el mundo de las Revistas literarias, desde su participación en la revista Espuela de plata, antecedente del Movimiento de los origenistas, hasta su sostenida presencia en las páginas de Orígenes, de cuyo comité editor fue miembro desde su fundación y en Nadie parecía, así como en la edición de poemarios que contaron con sus diseños e ilustraciones, de amigos suyos como José Lezama Lima y Eliseo Diego, con Enemigo Rumor, del primero y En la calzada de Jesús del Monte, del segundo lírico que hemos mencionado.

En Cuba, como en los Estados Unidos, Francia, México y otros países, estaría Mariano.

Y la explosión de sus gallos, desde aquel “Gallo amarillo” con el que ganó el premio en el VIII Salón Nacional de Pintura y Escultura, para después emprender su viaje, y ganar en nuevas dimensiones estéticas por Italia, Francia, Portugal, España y Estados Unidos entre otros. Después con la Revolución, y reconocido como figura de la plástica cubana contemporánea, se presentaría con sus obras en Nueva York, dentro de la exposición La pintura nueva de los Estados Unidos, exhibida en el Museo de Arte Moderno de Nueva York y en la Bienal de Sao Paulo, Brasil. Y mientras sus piezas se muestran en la exposición Pintura contemporánea cubana por México, Brasil, Venezuela y Uruguay, Mariano enrumba hacia la India, como consejero cultural, vivencias que se expresarán en su paleta.

Figura con gallo 1959 Estuvo en el congreso fundacional, en 1961, de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, cuya sección de Artes Plásticas presidió hasta que comenzó en la Casa de las Américas, también como director del Departamento de Artes.

Más tarde, en la Galería de La Habana vuelve a exponer y cuenta, en el catálogo, con las palabras de su entrañable amigo José Lezama Lima.

En los 70 estará en el Salón de Mayo, de París, y continúa su labor creativa, que jamás abandonó, con sus responsabilidades en la Casa, vida y producción que la documentalista cubana Marisol Trujillo atraparía en el documental Mariano.

En la última década de su existencia, el pintor encontraría un nuevo sujeto pictórico, que él llamaría Masas, serie que expondría primero en el Museo Nacional de La Habana, al tiempo que algunos de sus cuadros serían traducidos al lenguaje de la danza, como Frutas y realidad, que fue coreografiado por Gladys González y estrenado en el VII Festival Internacional de Ballet de La Habana.

En esa misma década recibiría varios homenajes y galardones como la Orden Félix Varela de primer grado, máxima condecoración del Consejo de Estado de la República de Cuba, y presenta la Exposición retrospectiva (1937-1981) en el Museo de Arte Moderno de México y otra en Ecuador, en la sala Benjamín Carrión de la Casa de Cultura de Guayaquil, país sudamericano al que viaja como miembro del jurado del I Premio del XV Salón Nacional de Pinturas de la Fundación Guayaquil.

Se le rinde tributo, en Cuba, con la categoría de Doctor Honoris Causa en Arte del Instituto Superior de Arte y la Medalla Haydee Santamaría, que le entrega su Casa.

Galería

Referencia

Fuentes

  • Personalidades cubanas del siglo XX, Leonardo Depestre Catony, Luis Ubeda Garrido.
     
  • Mariano. Centro Cultural del Conde Duque. 1998