Fidel y el Deporte

Fidel y el Deporte
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“Hay una norma del deporte que nosotros creemos que es en verdad muy saludable: que lo importante en el deporte no es triunfar, sino competir” [1]

Fidel y el Deporte. Al triunfar la Revolución cubana el primero de enero de 1959, Fidel Castro no solo se ocupó en las cuestiones propias del poder político, abogó por una cultura creadora, defensora de los valores nacionales más autóctonos: de identidad, solidarios, humanistas. Continuando las ideas de José Martí centra su atención en los seres humanos, apreciado en el alegato de defensa, conocido como La historia me absolverá, donde muestra un programa dignificador para el pueblo y toda la nación, liberador de los vicios sociales que ha existido por siglos como medios para mantener la explotación y las diferencias sociales.

Desde los comienzos de la revolución, en abril de 1959 Fidel Castro expresa: “Cuando cada muchacho encuentre en la ciudad, en el pueblo, en el barrio, un lugar apropiado para desarrollar sus condiciones físicas y dedicarse por entero a la práctica del deporte de su preferencia, habremos visto satisfecho el deseo de todos los que hemos hecho esta Revolución…” mostrando ya un nuevo carácter a la cultura deportiva nacional: la masividad, como derecho y deber de todo ciudadano.

Desde este mismo año Fidel Castro orienta hacia la necesidad de eliminar el profesionalismo y estimular el deporte amateur y la aspiración de constituirse Cuba en una potencia deportiva internacional, para ello no solo se construyen áreas deportivas, también se organizan varios eventos deportivos y un movimiento nacional que abarca a los sindicatos y otras organizaciones de masas. Los viejos clubes son puestos en manos del pueblo y pasan a ser círculos sociales, con lo que se lucha contra la discriminación social.[2]

Para Fidel: “Los buenos atletas deben salir de las clases trabajadoras, los buenos atletas deben salir de las clases humildes del pueblo, porque son capaces de sacrificarse; de ser constantes, de ser tenaces, de tener todo el entusiasmo y todo el interés que se requiere para ir a una competencia y triunfar…”

El deporte en Fidel

La pasión de Fidel Castro por la actividad deportiva comenzó desde temprana edad. En entrevista a Gianni Miná publicada en el libro “Un encuentro con Fidel” contó que cuando entró interno a la escuela en sexto grado alcanza excelentes notas y en séptimo grado queda entre los primeros lugares del aula. “Allí ganaba mucho, porque estaba a mi alcance el mundo del deporte y de las excursiones al campo y las montañas. Me interesaban mucho los deportes: practicaba, sobre todo, el básquet, el fútbol y la pelota”. “También jugaba voleibol”.

Según sus propias palabras “hacía todos los deportes. Siempre me gustó mucho el deporte. Esto me servía de entretenimiento, invertía energías en todo eso”. Dentro de los que más disfrutó se encuentran el béisbol, fútbol, baloncesto, ajedrez, natación, pesca deportiva. Dejamos aquí una breve muestra de su paso por cada uno de ellos.

Fidel jugando ajedrez

Fidel jugando ajedrez

Fidel amaba el ajedrez. A una pregunta de Gianni Miná sobre si había jugado alguna vez con Camilo o con el Che, respondió: “Con Camilo no, pero con el Che sí (…) Che sabía más que yo, porque realmente Che había estudiado algo de ajedrez y yo jugaba más bien por intuición. Era un poco guerrillero y algunos partidos se los gané, pero él ganaba la mayor parte de las veces porque sabía más ajedrez que yo. Y realmente le gustaba el ajedrez”.

“… deliberadamente me abstuve de jugar ajedrez, porque era tan absorbente que uno podía estar seis, ocho, diez horas jugando, y realmente yo no me podía dar ese lujo”

En otra parte de la conversación con Gianni Miná, Fidel relató como en el baloncesto jugaba cerca del tablero y que después participó en campeonatos en que la posición que tenía en la defensa era delantera, y en el ataque más atrás. Sobre esto decía: “Hay dos técnicas que yo siempre defendí mucho. Una de ellas es el gardeo a presión, hombre a hombre. (...) En el ataque era partidario de penetrar en el tablero, hacer lo posible por penetrar en el tablero, jugar a la ofensiva, procurando no cometer fao a la ofensiva, y obligando al contrario a cometer fao”.

Fidel jugando beisbol

Fidel en el beisbol

No hay dudas que, desde el punto de vista deportivo, en Cuba y el mundo trascendió más su interés por el béisbol. Durante su visita a Estados Unidos, en 1995, Fidel declaró a los periodistas: “Lo que más saben de mí los norteamericanos es que me gusta la pelota. Claro, me gustan otros muchos deportes, pero cada norteamericano que nos visita me trae o una pelota, o un guante, o un bate, o un libro con una biografía de una gran estrella con la biografía de muchos, con los índices, los campeonatos, todo, a mí me identifican —y eso es bueno— como un deportista y como un pelotero”. [3]

Luego de una visita que realizara a Cuba el famoso toletero norteamericano Hank Aaron, quien, en su brillante carrera de 23 años en las Grandes Ligas, bateó 755 jonrones, escribió: «Yo siempre he admirado la fuerza de la tradición del baseball allí, pues el amor por él puede verse en la Isla por todas partes: en los terrenos de juego, en los estadios repletos y en su líder, Fidel Castro”.

Fidel con guantes de boxeo

Fidel con guantes de boxeo

Recordó Fidel en la entrevista con Gianni Mináque siendo estudiante de bachillerato compraron unos guantes de boxeo y los llevaron para el campo donde vivían, organizaron un ring en una valla de pelea de gallos y en ese verano se ponía los guantes y estaba horas boxeando.

No sabíamos mucha técnica. Eran unos guantes de cierta protección, grandes, eran guantes grandes. Me ponía los guantes, íbamos por la mañana a la valla y estaba boxeando horas; cambiaba de contrario, cruzaba guantes y seguía. Realmente me gustaba bastante, pero no teníamos un instructor, ni técnica; lo que teníamos era resistencia. Indiscutiblemente no nos dábamos golpes muy fuertes, porque no sabíamos. Estuve un verano completo, casi entero, boxeando. [4]

Sobre la pregunta de si alguna vez fue derribado practicando el boxeo, responde: “Bueno, estuve a punto de ir a la lona. Estaba boxeando con un joven hijo de un trabajador de la agricultura cañera, un muchacho que creo era un Stevenson en potencia…”

El joven Fidel como jugador de fútbol

Fidel jugando futbol

En la etapa de estudiante en el Colegio de Belén, de enseñanza jesuita, en La Habana a inicios de los años cuarenta, formó parte de un equipo de fútbol en el centro de estudios. Y lo ocupó como delantero.

En entrevista a un ex compañero de aquel equipo, Armando Montes de Oca Arce. Sobre aquel joven Fidel, lo describió como "un futbolista de calidad regular, pero era corpulento, musculoso, un jugador muy fuerte y, sobre todo, muy bravo. Ocasionalmente jugaba. No era un jugador titular en el equipo, pero le gustaba el fútbol".

El mismo Fidel llegó a hablar de esa etapa, en una de sus conversaciones con la prensa cubana, contó que "era delantero, corría bastante. Fue en quinto grado cuando empecé‚ en el colegio Dolores, en Santiago de Cuba, en un patio de cemento, y el balón no era como los de ahora. El futbol me ayudó a tener voluntad, a ejercer mi capacidad de resistencia física, me produjo placer, satisfacción, espíritu de lucha y competencia".

En la entrevista a Gianni Miná afirmó: “Realmente debiéramos haber sido futbolistas, porque fuimos colonia española. Y los españoles no juegan béisbol, jugaban fútbol. Creo que es el resultado de la influencia norteamericana y el prestigio de las Grandes Ligas, la gran publicidad (…) Creo que el fútbol, como ejercicio, es un deporte más completo” [5]

Fidel nadando

Fedel nadando

El máximo líder de los cubanos era igualmente un apasionado de la natación y así lo reveló al intelectual y periodista francés Ignacio Ramonet en el libro Cien horas con Fidel:

Los del colegio de La Salle poseían en Santiago, una finca en una península donde hoy existe una refinería, Renté se llamaba. Había allí un balneario (…) Había trampolines, el primero, el segundo, el tercero. Yo debí haber sido clavadista, porque recuerdo que cuando llegué la primera vez me lancé desde el trampolín más alto, en una especie de desafío entre adolescentes: ¿quién se tira?, pam, me tiré, por cierto, menos mal que no me tiré de cabeza; estaba bastante alto el trampolín, pero me lancé sin pensarlo mucho. [6]

Igualmente sentía atracción por la pesca. En la década del cincuenta del siglo pasado, Ernest Hemingway, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1954, se convirtió en el principal promotor de los torneos anuales de la pesca de aguja que luego llevaron su nombre. Una de estas versiones, la organizada en mayo de 1960, posibilitó que coincidieran el eminente escritor estadounidense y el Comandante en Jefe, quien en representación de los Amigos del Mar compitió a bordo de su yate Cristal.

Convocada por el Instituto Nacional de la Industria del Turismo, la lid reunió a unos 150 pescadores, que durante tres jornadas disputaron los diferentes trofeos. Fidel resultó el triunfador del torneo, al capturar cinco piezas que le permitieron acumular 286.68 puntos. Además, alcanzó otro galardón por ser el pescador que obtuvo la posición cimera en la puntuación del primer día. [7]

Apasionado por los deportes inculcó en los cubanos el amor a éstos y propició su práctica desde todos los rincones del país.

El deporte en Cuba

Deporte en Cuba

Antes del triunfo revolucionario en 1959, en Cuba solo había algunos éxitos deportivos a través de figuras como el púgil y campeón mundial profesional Kid Chocolate, el pelotero Martín Dihigo, quien se encontraba en el Salón de la Fama en Cuba, Estados Unidos, México y Venezuela, el esgrimista Ramón Fonst, cuatro veces dorado olímpico, y el genio mundial del ajedrez José Raúl Capablanca.

Hoy, bajo la influencia y guía de Fidel, Cuba se convirtió en uno de las primeras naciones del mundo en el deporte, por el número de victorias o medallas obtenidas en competencias internacionales y por la organización de la actividad deportiva en todo el país, haciendo realidad la frase: “El deporte es un derecho del pueblo”.

Su proyecto era muy amplio y el deporte no escapó a la ola de cambios. Deporte en función de la calidad de vida, en la formación de la niñez, en la educación de la juventud, en la multiplicación de los campeones. [8]

Con este propósito se dispone por nuestro Comandante la creación del Instituto Nacional de Deportes y Educación Física y Recreación y con ellos el 22 de agosto de 1963 los Juegos Nacionales Escolares, donde los estudiantes de todas las edades en el país comenzaron a forjar su talento en diversas disciplinas. Y sobre esto Fidel expresa: “De entre ustedes saldrán el día de mañana campeones que defenderán con orgullo la bandera de la patria revolucionaria”.

En la primera Plenaria de los Consejos Voluntarios del INDER: Pronunció un discurso programático sobre el papel de la educación física y el deporte: “Sin Revolución no se habría podido soñar siquiera con desarrollar en nuestra patria un gran movimiento deportivo”. A partir de 1985 se celebra en esa fecha el Día de la Cultura Física y el Deporte:

El 23 de febrero de 1961 Amparado por la Ley 936 nació la institución encargada de regir la vida deportiva del país: “En el campo no hay deportes de ninguna clase: ahora se ha creado el INDER para fomentar el deporte”.

En el propio año 1961 se incorpora la Educación Física en los diferentes niveles de enseñanza, algo que antes solo se hacía en algunos colegios, principalmente privados. Fidel Castro expone que antes del triunfo revolucionario solo el 0,25 % de la población practicaba la educación física o los deportes y que esta es necesaria porque es la base del deporte. Esta medida es la que permite que ya en 1963 se realizaron los I Juegos Deportivos Escolares Nacionales, del que con posterioridad salieron los atletas que representaron a nuestro país en competencias internacionales. [9]

Se construyeron numerosas instalaciones deportivas y quedaron instituidos torneos nacionales en todos los deportes, comenzando por la Serie Nacional de Béisbol el 14 de enero de 1962 en el Estadio Latinoamericano al Fidel batear la primera bola, participan cuatro equipos.

Al recibir a la delegación del Cerro Pelado el 29 de junio de 1966 Fidel expresó: “Cómo fueron capaces de reaccionar nuestros atletas, con qué dignidad, con qué valor, defendiendo el deporte, defendiendo el derecho y defendiendo algo que hay que defender, que es la bandera de la patria”.

En la XVII Olimpiada Mundial de Ajedrez desarrollada en los meses de octubre y noviembre de 1966 nuestro Comandante presidió el Comité del Honor, jugó la primera partida y participó en la simultánea gigante que dio cierre a una cita que implantó récord de países participantes con 52.

En la década de 1970 se crea la Escuela Superior de Perfeccionamiento Atlético con el objetivo de formar atletas integralmente, así como de perfeccionar los elementos técnicos de su especialidad, entre otras múltiples disposiciones que buscaban mejorar la salud del pueblo mediante la práctica deportiva.

El segundo lugar en los Juegos Panamericanos de Cali en 1971 confirmó el camino de luz que abría la Revolución: “No sólo por los éxitos deportivos, sino por esa conducta patriótica, valerosa, firme, que mantienen nuestras delegaciones deportivas, nuestro pueblo se siente orgulloso”.

La creación en 1973, del Instituto Superior de Cultura Física “Manuel Fajardo”, universidad del deporte cubano, tiene como misión formar profesionales de alta calidad y también la realización de investigaciones científicas, lo que permitió que a mediados de la década del setenta y en la del ochenta se realizaran importantes eventos científicos de intercambio y promoción de la ciencia en el deporte, con lo que se le da al deporte una orientación científica, aspecto de gran relevancia para el salto deportivo que va a acontecer en varios deportes.

Un hecho trascendente que marcó a todos los cubanos no sólo al mundo deportivo fue el criminal sabotaje al avión de cubana en que viajaba 73 personas, entre ellas 24 integrantes del equipo juvenil de esgrima de Cuba, ganadores de todas las medallas de oro en el recién finalizado Campeonato Centroamericano y del Caribe de ese deporte y que esa madrugada habían arribado en vuelo de la Pan American, procedentes de Caracas, Venezuela. En el acto de despedida de duelo a éstos atletas el 15 de octubre de 1976, Fidel expresa: “Nuestros atletas, sacrificados en la flor de su vida y de sus facultades, serán campeones eternos en nuestros corazones, sus medallas de oro no yacerán en el fondo del océano, se levantan ya como soles sin manchas y como símbolos en el firmamento de Cuba”.

En noviembre de 1982 inauguró en el estadio Pedro Marrero la primera cita multideportiva organizada tras el triunfo de la Revolución. Visitó las instalaciones y premió a los campeones y clausuró el evento.

Cuba no asistió a los juegos olímpicos efectuados en Los Ángeles en 1984 al igual que varios países socialistas: “Sería ridículo decir que por cuestiones de seguridad no fuimos a Los Ángeles: fue estrictamente por razones de solidaridad”. A los Juegos Olímpicos de Seúl en 1988, Cuba tampoco asistió por cuestión de principios, Fidel entregó la Medalla del Honor Deportivo a 173 atletas: “Ustedes son ejemplos para nuestros pioneros, para nuestros adolescentes, para nuestros jóvenes y serán ejemplo para las futuras generaciones.

Por el destacado resultado de Cuba en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, donde nuestra delegación obtiene el quinto lugar, Fidel les expresa en su recibimiento: “Rindo tributo a esa virtud, a esa cualidad, a esa vergüenza de nuestros atletas”. Le fue otorgado el Premio al Mérito otorgado por la Asociación de Comités Olímpicos Nacionales (ACNO) de manos de Mario Vázquez Raña el 19 de enero de 1995.

Ana Fidelia Quirot, bicampeona mundial y subcampeona olímpica en una ocasión destacó que si hoy el país goza de tanto prestigio a nivel internacional en esta esfera es gracias a esa gran obra que Fidel Castro hizo realidad al frente de la Revolución cubana. Al entregarle en septiembre de 1995 la Orden al Mérito Deportivo a esta destacada corredora, dijo: “No me viene a la mente ningún otro ejemplo igual a la decisión, la voluntad y la consagración de Ana Fidelia de regresar a las pistas y volver a obtener los laureles que obtuvo”.

Nuestra isla hizo a un lado a Estados Unidos del liderazgo continental en los Panamericanos efectuados en La Habana en 1991, al conquistar 140 títulos dorados, 10 títulos más que la fuerte delegación norteña. En esa ocasión los deportistas cubanos agregaron a su cosecha 62 metales de plata y 63 de bronce.

Para deportistas como el exjugador de béisbol, Luis Giraldo Casanova, el líder de la Revolución cubana es el forjador del deporte en la isla. También para otros atletas, como la pertiguista Yarisley Silva, campeona mundial bajo techo en 2014 y al aire libre en 2015, y subcampeona olímpica en Londres 2012, sin Fidel el deporte cubano nunca hubiera brillado. [10] Sobre la Escuela Internacional de Educación Física y Deportes, diría: “Más que un centro de estudios, este es un punto de apoyo al desarrollo del deporte en los países del Tercer Mundo y principalmente en los países de América Latina y el Caribe”.

Como alternativa a la inasistencia a los Juegos Centrocaribes de San Salvador en 2002, ideó la realización de la Olimpiada Nacional del Deporte Cubano, este evento que tuvo entre sus actividades una Simultanea Gigante de Ajedrez. Al clausurarla dijo: “Todos hemos salido campeones en esta nueva, colosal y hermosa batalla en que nos enfrascamos; la victoria, una vez más, corresponde al pueblo”.

Sobre los Juegos Deportivos del Alba, nacidos en el 2005 al calor de las relaciones entre Cuba y Venezuela, y del surgimiento del Alba expresó: “Estamos hoy haciendo realidad el sueño de la amistad, la cooperación y la integración solidaria entre los pueblos hermanos de América Latina y el Caribe en el terreno del deporte”.

En una de sus Reflexiones abordó la actuación cubana en los Juegos Olímpicos de Beijing: “El hecho de que participen más naciones y las competencias sean más duras es en parte una victoria del ejemplo de Cuba. Pero nos hemos dormido sobre los laureles. Seamos honestos y reconozcámoslo todos”

Mucho ha cambiado esta pequeña isla bloqueada y asediada. Las proezas de atletas como Teófilo Stevenson, Alberto Juantorena, Javier Sotomayor, Ana Fidelia Quiroz, Iván Pedroso, Félix Savón, Filiberto Ascuy, Mireya Luis, Driulis González, Mijain López y muchos otros que han honrado la bandera en diferentes etapas, son el resultado de un proyecto único en este continente. En muchos son los niños de las escuelas especializadas y en la actual generación de atletas descansa la garantía de seguir recogiendo éxitos en la arena internacional. Ese será el mejor regalo al padre del deporte cubano que ha fallecido a los 90 años y que hoy y siempre la patria lo contempla orgullosa.

El papel desempeñado por Fidel Castro Ruz en el desarrollo de la cultura deportiva del pueblo cubano es el resultado de la materialización de sus ideales humanistas, patrióticos y antiimperialistas. Le dio sentido político al deporte que como actividad recreativa repercute en fuente de educación, salud e incorporación de las masas como actores en la solución de sus problemas, en la unión nacional y en la realización personal.

Ningún pueblo de la región ha alcanzado los resultados deportivos obtenidos por los atletas cubanos, ni ninguno como Cuba posee la cultura deportiva que tenemos. Desde el mismo triunfo revolucionario de 1959, cuando aún calentaba el brazo, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz empezó a lanzar strikes en favor del movimiento deportivo cubano. Rectas durísimas, durante casi seis décadas, asombraron al mundo e hicieron posible que nuestro pueblo disfrutara de infinitas victorias. Y aunque Fidel seguirá sobre el montículo, sirvan unos pocos lanzamientos para homenajear al pítcher más extraclase, al deportista enter. [11]

Referencias Bibliográficas

Fuente

  • Boada Mola, A. (2016). Fidel hizo de la pequeña Cuba un gigante olímpico. http://prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=46069&SEO=fidel-hizo-de-la-pequena-cuba-un-gigante-olimpico Consultado el: 9 de diciembre de 2016
  • Castro Ruz, Fidel (2008). Reflexiones de Fidel: Del 22 de julio de 2008 al 4 de octubre de 2008. https://books.google.com.cu/books?isbn=9592740852
  • García, J. y Tembrás Arcia, R. (2016). Fidel y el deporte: ¡Strikes cantados! www.trabajadores.cu/20161204/fidel-y-el-deporte-strikes-cantados/. Consultado el 6 de diciembre de 2016
  • Gianni, M. (1988). Un encuentro con Fidel. Entrevista realizada por Gianni Miná. La Habana: Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado
  • Portelles, N. (2017). Sobre Fidel y el deporte. Revista Olimpia, 14 (44)
  • Ramonet, I. (2006). Cien horas con Fidel. La Habana: Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado
  • Rojas Garay. O. (2016). Fidel, un apasionado del deporte. www.vanguardia.cu/deporte/7755-fidel-un-apasionado-del-deporte. Consultado el 6 de diciembre de 2016
  • Vera González, E. (2016) Fidel o el padre del deporte cubano. www.aldia.cu/?mod=noticias&url=fidel...padre-del-deporte-cubano. Consultado el: 5 de diciembre 2016
  • Velázquez López, A. (2014). Aportes de Fidel Castro Ruz a la formación de la cultura deportiva del pueblo cubano. EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 19, Nº 191, abril de 2014. www.efdeportes.com/efd191/aportes-de-fidel-a-la-cultura-deportiva.htm Consultado el 5 de diciembre de 2016