Tapaste (San José de las Lajas)

Tapaste (San José de las Lajas)
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Mapa de Tapaste
Mapa de Tapaste
EntidadPoblado
 • PaísBandera de Cuba Cuba
 • ProvinciaMayabeque
 • MunicipioSan José de las Lajas
Superficie 
 • Total147 km²
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Cine de Tapaste

Tapaste (San José de las Lajas) . Pueblo del municipio San José de las Lajas, provincia Mayabeque, 5 km al Norte de la cabecera municipal, en los 23º 01’ latitud Norte y los 82º 08’ longitud Oeste, en la Llanura de La Habana-Matanzas, a 130 metros de altitud.

Historia

Fundación

El 3 de diciembre de 1568 se entrega la primera tierra a colonizadores en el territorio lajero, cuando fueron mercedados los corrales Sabanilla de Guayabama (después El Perú) a Rodrigo Velázquez, y San Marcos (después Morales) a Antonio López Recio de Morales. El primero fue mercedado nuevamente el 27 de febrero de 1635 a Francisco Pérez y Juana Borroto.

En 1574 fue mercedado el hato Río Bayamo o Cañas, más al sur, y en 1631 el corral Sabanilla, al noroeste, a Melchor Pérez Borroto. El sitio de Tapaste quedó como si fuera un realengo, comprendido al norte del hato Río Bayamo, entre los corrales Sabanilla, al oeste, y San Marcos al este.

Este sitio lo pidió Juan Cárdenas el 3 de noviembre de 1635; también lo hicieron Gaspar Pérez Borroto y el capitán Alonso Chirino el 7 de agosto de 1651. Por fin fue mercedado a Borroto y a Chirino el 30 de junio de 1702, pero fue Juan Bautista Borroto el que tomó posesión el 29 de septiembre de 1703, como heredero de los mercedados, con el nombre de San Juan de Dios, junto al arroyo Tapaste. Posteriormente le fue mercedado a Borroto el corral Sabanilla, el 29 de agosto de 1727, por ser heredero de Melchor Pérez Borroto, su primer poseedor. [1]

Durante el siglo XVII la región habanera ofrecía todavía tierras libres o desocupadas. Había un alejamiento bastante visible entre los puntos de concentración demográfica, o sea, entre las grandes haciendas. La colonización era dispersa. Los centros que nacieron en el siglo XVII no se organizaron políticamente hasta el XIX. De ahí que la investigación sobre el desarrollo y la expansión demográfica en la campiña habanera deben distinguirse nítidamente entre el momento de la aparición de un núcleo y el de su institucionalización. Quizás no haya hilo conductor más adecuado para resolver la carencia de datos que atender la fundación de iglesias o curatos rurales. [2]

El templo siguió a la población, fuera esta concentrada o dispersa en torno a un centro único cercano, situándose junto a un caserío o en lugar céntrico entre varios de ellos, donde no había ingenio; cuyo propietario —hubiera o no población— estuviera interesado en edificar una ermita, capilla o iglesia.

Ya en el octavo decenio del siglo XVIII la hacienda Tapaste había sido totalmente demolida y las tierras estaban en poder de la familia O’Farrill Herrera, excepto unas que fueron vendidas a Ambrosio de Zayas Bazán, en las cuales fundó el ingenio Santísima Trinidad, actualmente la finca Zayas.

Por ello, en septiembre de 1785, Don José Ricardo O’Farrill, teniente coronel graduado y alcalde ordinario de la ciudad de La Habana y su jurisdicción por su majestad, comunicó al obispado su deseo de que se formara una parroquia auxiliar de la de Río Blanco por razón de la distancia que había de la hacienda demolida nombrada Tapaste y sus vecindades, a fin de que sus moradores disfrutaran el pasto espiritual con más facilidad y continuación, para lo que donaba media caballería de tierra de las de su propiedad, donde se pudiera incluir una plaza de cuarenta varas, pidiendo se le concediera la gracia de derecho de sepultura con trascendencia a su posterioridad.

Le acompañaba la advertencia del presbítero doctor Juan Bautista Naranjo y Roxas, cura párroco de la iglesia de San Matías del Río Blanco por S. M. vicario ecuménico de ella y protesorero de la Santa Cruz, ofreciendo dar anualmente 200 pesos de los réditos de su beneficio para dotar al nuevo auxiliar.

También lo solicitaba a instancia de sus feligreses el subteniente Don Ambrosio Vicente de Zayas Bazán, por beneficiar a los habitantes de su ingenio, el Santísima Trinidad o Zayas, situado en tierras del mismo Tapaste y corral Lafita, compuesto de 40 caballerías, por tener así misa cercana y los santos sacramentos mucho más a mano, para lo que convendría con 50 pesos anuales, que son réditos que carga a su ingenio, para el aumento de la congrua (pago) del ministro que fuere destinado al servicio de la iglesia auxiliar. Pronto se entregó la escritura de imposición con el concepto de que el referido ministro y los que le sustituyeran quedaran obligados a decirle todos los años cinco misas rezadas que suplicaran por su alma, de sus padres y demás de su intención, todo el tiempo que durase dicha parroquia auxiliar...

José González Rodríguez, vecino de Tapaste, se ofreció para construir la iglesia con el nombre de Nuestra Señora de la Purísima Concepción, pidiendo el derecho de sepultura.

Después del informe del promotor fiscal, el provisor dictó un decreto de formación del expediente de investigación sobre la necesidad y utilidad de la erección. Lo proveyó don Luis de Peñalver y Cárdenas, que lo firmó el 10 de octubre de 1785.

Los días 29 y 30 de diciembre, O´Farrill y Zayas hicieron sus donaciones ante el escribano público Nicolás de Frías, donde Francisco Pérez Peraza de Ayala, presbítero y primer cura de la iglesia de Tapaste, auxiliar de la parroquia de Río Blanco, pidió se consignaran en el Libro Primero de Bautismo los datos que costaron la erección de la iglesia y donaciones.

Ambrosio Vicente de Zayas impuso mil pesos a censo del 5 % para la iglesia de Tapaste ante Nicolás de Frías el 30 de diciembre de 1785, en su ingenio Santísima Trinidad, situado en las tierras del mismo Tapaste y corral Lafita, compuesto de 40 caballerías de tierra, que linda con asiento el mismo corral Tapaste y con el ingenio del teniente coronel don Miguel Antonio Herrera, que hubo al teniente coronel don Martín de Zayas.

Según el certificado del anotador, aparecen 49 caballerías con $ 4 000 impuestos a favor del vínculo que mandó a fundar don Antonio de Zayas Bazán; $ 10 000 de las temporalidades de los regulares expuestos de la Compañía del Nombre de Jesús y $ 6 660 y ¾ reales a favor del coronel Juan O`Farrill.

Comenzada la instrucción testifical, el conde de Lagunillas consideró que la nueva iglesia era útil, precisa y necesaria al socorro espiritual de los moradores de aquellas inmediaciones, por lo que se adjuntó al expediente las donaciones hechas por don José Ricardo O’Farrill, Don Ambrosio de Zayas Bazán y otras pequeñas donaciones.

El 22 de julio de 1786 el promotor fiscal, don Francisco de Acosta, dio su in-forme, aconsejando pasar los autos de erección al gobernador y capitán de la Isla, para su aprobación; lo cual cumplió el presbítero juez previsor y vicario general de la ciudad, don Luis de Peñalver y Cárdenas, el 28 de julio de 1786; lo que fue aprobado el día 31 por Don José de Espeleta y Galdeano, gobernador y capitán general interino.

Entonces el Dr. Peñalver pasó todas las diligencias al obispo de Cuba, para pro¬ceder a la erección, el 8 de agosto. Por lo que el día 12, el obispo Santiago José de Echeverría Yelquezúa, dictó auto concediendo la licencia de fabricar la iglesia de Tapaste, concediendo derecho de sepultura en ella a O’Farrill y a González Rodríguez, así como a su descendencia, tal como estos pidieron.

Su iglesia

Finalmente, esta primera iglesia fue construida para ser erigida canónicamen¬te por el obispo Echeverría el 11 de marzo de 1788, con el nombre de Nuestra Señora de la Purísima Concepción, determinando los linderos de la feligresía, corriendo una parte desde el número once designado en el mapa (por donde se deslindaba ese partido con la villa de Guanabacoa) por el ingenio de Doña Felicia de Herrera hasta las lomas de Camoa, término de uno y otro, y el de Managua, girando después por los de Leyva, San Marcos, ingenio de Don José Villenas, Don Juan de Zequeira, confines de Jaruco, del señor Marqués de Prado-Ameno y Ca¬mino Real de Xiquiabo, que sale al mismo punto número once donde comenzó.

Esta iglesia auxiliar fue atendida primeramente por el presbítero Don Francisco Pérez Peraza, en calidad de teniente, quien realizó su primer bautizo el 20 de mayo de 1788. No se hizo el nombramiento del primer cura hasta el 30 de julio de 1803, que recayó entonces a favor del presbítero domiciliado del obispado de La Habana, Andrés Cascales, declarándosele parroquia con agregación de la sa¬cristía mayor y anexa cura de almas. En 1816 sumó como auxiliar a Casigua.

El 9 de enero de 1804, procedente de Guanabacoa, llegó a Tapaste el obispo Juan José Díaz de Espada, acompañado de su secretario y un fraile, para hacer una visita pastoral que incluyó a Guanabo el día 12 y a Giquiabo el 13, pues permane¬cieron seis días y medio en el territorio.

Se hospedaron en la casa del beneficio, junto a la iglesia, que era pobre, des¬aseada, construida con cujes y guano, que le hacía parecer una celosía, donde padecieron un extraordinario frío, poco conocido para ellos en Cuba, el que además contribuyó mucho al desabrigo de la casa. También fueron molestados por una infinidad de ratas que apenas los dejaron dormir. Visitaron la iglesia al día siguiente, después de la exhortación acostumbrada, que apenas hubo quien la oyera.

Fray Hipólito Sánchez Rangel, quien hace el relato, dice:

Esta iglesia es de las más malas que se pueden ver, su fábrica es también de cujes y guanos y adolece lo mismo que la casa. Sobre el suelo terrizo, tiene unas tablas móviles que cuando se anda, arman mucho ruido, la sacristía se está viniendo a tierra y está desprovista de todo lo necesario para el culto. S. I. hizo oración como en otras partes y dispuso que se proveyese de cuanto le faltaba. [3]

Por este fraile también nos enteramos de que el nuevo pueblo de Tapaste se reducía a unos cuarenta o cincuenta bohíos, de guano, formado por dos calles, con la iglesia en el medio. El obispo dio providencia para fabricar otra iglesia, con¬tribuyendo para esto, además del vecindario, fábrica y diezmos, la benevolencia y piedad de don Ignacio O’Farrill Herrera, doctor eclesiástico, en cuya tierra se fundó el pueblo, muy contiguo a su ingenio de la Concordia, a donde fueron una tarde, viendo su hermosa casa, sus trapiches, y la casa de purga, considerándolo uno de los mejores ingenios de esta isla.

El nuevo templo comenzó a construirse en 1816 y se terminó en 1819, para inaugurarse el 11 de marzo de 1820. Costó $ 45 000 oro, según el testimonio que rindió el mayordomo de fábricas, presbítero Juan José Mendoza, el 14 de diciembre de 1819. Además, junto a la iglesia se crearon dos escuelas gratuitas.

Hace constar que el hermoso templo fue construido en el mismo lugar donde estaba la iglesia vieja, ahora con 40 varas de largo por 12 de ancho. Se detalla la construcción costeada a expensas de don José Ricardo O´Farrill y de algunas otras erogaciones de vecinos, cuyo costo pasa de más de cuarenta mil pesos, incluyendo tres campanas de 227 pesos y se agrega el costo del púlpito de 828 pesos, igual¬mente donado por José Ricardo O’Farrill. Luego continúa detallando el inventario general.

Entre los donantes principales aparecen la condesa de Casa Bayona, la señora Margarita O’Farrill y José Ricardo O’Farrill Arredondo. Luego pasa a describir el cementerio, que, como era usual, estaba junto a la iglesia, costeado por limosnas de los vecinos en 700 pesos. A 5 815 pesos ascendió el valor total del inventario, que unido a los 40 000 del edificio totalizan 45 815 pesos.

El reverendo párroco Hilario Chaurrondo publicó en la sección “Documentos para la historia eclesiástica de Cuba”, de la revista La Milagrosa, del año 1937, el artículo “Tapaste, la obra del señor Don José Ricardo O’Farrill. Fundador de la parroquia”. En él pondera el desprendimiento de este prócer cubano y detalla la construcción de la iglesia, sus campanas, mobiliario y el cementerio. Incluye los vasos sagrados y ropa de altar, el costo de todo y las donaciones complementarias de otras personas de la familia O’Farrill.

En el Archivo Nacional de Cuba, en el legajo número 13, expediente relativo a cuentas de Fábricas Parroquiales, con fecha 6 de marzo de 1820, se encuentran las cuentas originales e inventario, practicado por el mayordomo de fábrica, presbítero José María Mendoza, con motivo de finalizar la construcción del nuevo templo parroquial de Tapaste el 14 de diciembre de 1819.

Haciendo entrega del templo al Real Patronato, dice así:

Primeramente un hermoso templo construido, rafa, mampostería y tejas con sus techos de distintas maderas de cedro, situado en el mismo lugar que se hallaba la iglesia vieja, contando esta nueva de cuarenta varas de largo y doce de ancho, construida de una nave principal y tres hermosas puertas y dos colaterales, su torre de piedra, su altitud de veintidós varas, formando tres cuerpos, el primero que hace de capilla al baptisterio, el segundo de un salón y el tercero de campanario con cuatro huecos de arcos con sus robustas para sostener las campanas en las que se hallan tres, que han costado doscientos veintisiete pesos (227 pesos) con que ayudar a los que había.

Un hermoso coro de pisos de tablones y barandas de caoba torneadas sobre suelo de hormigón. Presbiterio de siete varas de largo con sus barandas de caoba. La sacristía de siete varas y dos ventanas, suelos de hormigón, y así estas con las vigas, todas embarradas por dentro con lechada y hermosas cenefas lo que ha costeado expensas del señor Don José Ricardo O’Farrill y de algunas otras erogaciones de vecinos que según la generalidad de los inteligentes pasa su costo de más de cuarenta mil pesos.

“Un púlpito de madera, pintado y dorado, cuyo costo ascendió a $ 828 (ochocientos veintiocho pesos) que igualmente donó el señor José Ricardo O’Farrill. [4]

Luego pasa a describir el cementerio que, como era usual, estaba pegado a la iglesia:

Un cementerio de cuarenta varas de largo y veintisiete de ancho. Amurado con buena mampostería, de dos varas y media de alto y en él una capilla para el depósito, techada con buena madera y teja, una puerta bien acondicionada, como también la principal del cementerio, colocada sobre ella una hermosa cruz de ácana; habiéndose costeado por limosnas de los vecinos, el que solo ha costeado algunas pequeñeces ascendiendo su total a 700 pesos. [5]

Así quedó inaugurado el surtido del nuevo templo de Tapaste en 1820. Arquitectónicamente se conserva tal como lo donó el señor José O’Farrill, si bien algo deteriorado por el tiempo. En su torre hay una campana con tres esquilones. El mayor es de 1824, titulada San Miguel, fundida por Felipe Roques; los esquilones son de 1806, 1848 y 1863. El de 1806 se llama Jesús.

El 16 de abril de 1830, ante Miguel de Porto, Salvador de León y Ravelo impuso para el sostenimiento del culto en la iglesia $ 1000 de impuestos sobre dos caballerías y 64 cordeles, que formaban parte del cafetal Nuestra Señora del Carmen, o Bocalandro, de siete caballerías y 84 cordeles.

En 1986 una brigada de construcción le estaba reparando el techo, cuando este se desplomó en la noche del 28 al 29 de octubre, debido al recargamiento que produjo el agrupamiento de las tejas, perdiendo elementos del techo original. Su reparación la asumió una brigada de restauración, que se encargó de realizar todo el trabajo necesario para restituirle sus valores. Su reapertura se efectuó el 5 de septiembre de 1987.

Ya desde 1798 se había creado la capitanía pedánea de Tapaste. El poblado en 1827 tenía 313 habitantes, en 1846 llegó a 431 y en 1860 había 100 viviendas con 530 habitantes.

En 1847 esta capitanía pedánea se agregó a la creada tenencia de gobierno de Santa María del Rosario, segregándosele de Guanabacoa; pero al suprimirse esta en 1855, se le agregó a Jaruco en 1856 y fue declarada capitanía de segunda clase, dividida en Pueblo, Concordia, Jaula, San Rafael, Bosmenier, Sabanilla, San An¬drés, Santa Bárbara, La Pita, Primero y Segundo, Guayabal, Alderete y Moralitos.

Tenía una superficie de 821 caballerías de tierra y otros ingenios que fueron demolidos en 1862, en cuya fecha su población ascendía a 6 715 habitantes, de los cuales 1 681 ejercían destino y oficios. Fue residencia del capitán pedáneo, con administración de correos de tercera clase y subdelegado de medicina y cirugía, dos escuelas para varones y hembras, más establecimientos de todas clases; fue creado el ayuntamiento el 1 de enero de 1879 y suprimido por la orden militar número 23 del 24 de enero de 1902.

Los O’Farrill

La guerra de sucesión de España modifica radicalmente las relaciones de las fuerzas económicas y políticas, y da a Inglaterra, apoyada por Portugal y Holanda, la hegemonía absoluta sobre el comercio negrero con las islas del Caribe y, en particular, con Cuba. El 27 de marzo de 1713, el tratado de paz firmado en Madrid y ratificado por uno de los artículos del Tratado de Utrecht, cedía a los ingleses, por treinta años, el monopolio del comercio de esclavos.

El primer O’Farrill en llegar a Cuba fue Richard O’Farrill O’Daly, natural de la isla de Monserrate, cuya familia tenía su origen en el condado de Longford, en Irlanda; llegó en 1715, procedente de Jamaica, como representante de la South Sea Company de Londres para crear en Santiago de Cuba depósitos de esclavos. Se casó con María Josefa de Arriola y García de Londoño. Tuvo dos hijos: Catalina, que se casó con Pedro Calvo de la Puerta y Arango, el primer conde de Buena Vista; y Juan José, que se casó con Luisa María Herrera Chacón en 1746.

Él y sus descendientes se vincularon al lucrativo negocio del azúcar y al tráfico de esclavos; además de poseer títulos nobiliarios, aparecen relacionados a importantes acontecimientos de su época: poseyeron el primer barco de vapor utilizado en Cuba, introdujeron mejoras en el cultivo de la caña, figuraron entre los 18 individuos más pudientes de la capital y se destacaron como militares, hombres de negocio y músicos.

En la casa de los O’Farrill, en la calle Cuarteles de La Habana, se discutió el programa del partido Unión Constitucional, cuyos fundadores fueron hombres de ideas progresistas, y hubiera sido perfectamente un partido liberal si no hubiera estado de por medio la cuestión de la esclavitud. [6]

El hijo del primer O’Farrill, Juan José O’Farrill de Arriola (1721-1779) tuvo once hijos y casó tres de sus hijas: con Ignacio Montalvo Ambulodi, conde de Casa Montalvo, en 1768; con José María Chacón Herrera, conde de Casa Bayona, en 1772; y con Antonio José Beitía Castro, marqués del Real Socorro, en 1773; todos dueños de ingenios y miembros de la “sacarocracia” cubana. Él mismo, para darse una pincela¬da de abolengo, instituyó un mayorazgo en su ingenio San Rafael, de 68 caballerías de tierra, al sur de Tapaste, y otras 88 y media caballerías anexas, más la casa de la calle Cuarteles en la ciudad de La Habana, de la cual fue su alcalde ordinario en 1751, cuando era capitán de caballería ligera y llegó a coronel del Regimiento de Caballería de Milicias de La Habana, por Real Título en 1778.

Por Real Cédula de Carlos III del 25 de noviembre de 1780, se concedió facultad a su viuda y a su hijo mayor, albacea del difunto, para que fundasen el mayorazgo acordado en el testamento del susodicho, asentado en la Catedral de La Habana el 22 de mayo de 1779, y fue aprobada por Real Carta el 19 de junio de 1782.

El primer poseedor del mayorazgo fue su hijo, el teniente coronel graduado José Ricardo O’Farrill Herrera (1749-1842). Fue fundador de la Sociedad Económica de Amigos del País en 1793, llegó a ser brigadier de los Reales Ejércitos por nombramiento en 1795, coronel de Milicias de Caballería, alcalde ordinario de La Habana en 1785 y 1817, y prior del Real Consulado de La Habana en 1797. Se casó en la catedral de esta ciudad el 6 de octubre de 1773 con María Loreto Arredondo y Ambulodi y tuvieron doce hijos.

Juan José O’Farrill Arredondo (1777-1837), coronel del Real Cuerpo de Caballería de Milicias de La Habana, fue el segundo poseedor del mayorazgo y su casa; se casó con María del Rosario Castro Palomino y Flores. Tuvieron por hijo a José Ricardo, por lo que testó a favor de este.

José Ricardo O’Farrill y Castro Palomino (1829-1897) fue el tercer poseedor del mayorazgo y su casa. Casó tres veces: la primera, en Sevilla, con María Josefa de los Ángeles O’Farrill y Rodríguez Moreno, con la cual tuvo una hija; la segunda, con María Dolores Cáceres y Rodríguez Moreno, natural de Sevilla, con la cual tuvo cuatro hijos, entre ellos Juan José, nacido en Guanabacoa en 1842. Pero el 9 de marzo de 1868 cursó autos de desvinculación en el Juzgado de la Alcaldía Mayor de Guanabacoa, adjudicándose el ingenio, sus 68 caballerías y la casa de la calle Cuarteles, cediendo a este hijo mayor las 88 y medias caballerías anexas.

Juan José O’Farrill Cáceres se radicó en San José de las Lajas como maestro de instrucción primaria y se casó en su parroquia el 2 de julio de 1877 con Juana Manuela Álvarez y Jorge, con la cual tuvo una hija, María Teresa, el 21 de octubre de 1892. En 1887 tuvo otra hija con Luisa Sandoval Llorente. Se desempeñaba como ayudante en la escuela municipal de varones. En 1891 instaló un molino harinero movido por fuerza de vapor, ampliando después el negocio al instalar una máquina descascaradora de arroz.

En 1894 era vicesecretario del Comité del Partido Liberal Autonomista y durante la Guerra de Independencia fue teniente de una compañía de infantería del Cuerpo de Voluntarios, dedicada a la guarnición de los fuertes que protegían San José de las Lajas.

Su padre, José Ricardo O’Farrill Castro-Palomino, viudo de Dolores Cáceres, también residía en San José de las Lajas y se casó por tercera vez en su parroquia el 27 de agosto de 1876 con Trinidad Álvarez Jorge, natural de Santa María del Rosario, con la cual tuvo cuatro hijos. Falleció allí a los sesenta y siete años, de enteritis crónica, el 5 de agosto de 1897, la principal causa de muerte de ese terrible año de la Guerra de Independencia y la Reconcentración.

Había testado en 1892, pero el ingenio San Rafael fue incendiado por los insurrectos el 19 de mayo de 1897. Ya en el siglo XX, ninguno de los O’Farrill lajeros tuvo actividad económica, política o social en este territorio, aunque muchos descendientes de sus esclavos usan hoy este apellido.

Uno de sus hijos del último matrimonio, Alberto O’Farrill Álvarez, bautizado en San José de las Lajas el 20 de marzo de 1850, fue abogado, notario público en La Habana, tesorero de la Junta de Jubilación Notarial de la República y consejero de la Delegación de Cuba a la Primera Asamblea de la Liga de las Naciones.

Otro, Arturo Román O’Farrill Álvarez, nacido el 9 de agosto de 1887, fue abogado. Casó con María Teresa Treye y Ajuria; tuvieron tres hijos cuando vivían en la finca Casañas, en el kilómetro 20 de la entonces Calzada de Güines (hoy Carretera Central), próxima al Cotorro. Uno de ellos nació el 28 de octubre de 1922, al que también llamó Arturo y que se convertiría en el famoso jazzista Chico O’Farrill.

Combatientes de la guerra de independencia

Los pobladores de Tapaste también fueron partícipes de las luchas por la liberación nacional entre los participantes en la guerra de independencia se encontraban:

  • Pablo Pérez.
  • Juan Guerrero Artiles.
  • Cecilio Armenteros.
  • Ildefonso Romero.
  • Isidro Espinosa.
  • Alejandro Rivero.
  • Antonio Fonte.
  • Ángel Pérez.
  • Ñico Bernal.
  • Serapio Vasallo.
  • Vidal Hernández.

Instalaciones

Instituciones y sociedades

En 1915 se creó la sociedad El Sol de la Unión. Su primer presidente fue Braulio Gutiérrez y el último Ángel Fernández. En ese lugar se celebraban bailes principalmente los días 8 de diciembre, fiesta de La purísima Concepción patrona del poblado. Se celebraban bailes de carnaval y se organizaban comparsas.

Calle principal del poblado rumbo a Jaruco

El 4 de diciembre de 1953 fue inaugurado el edificio con el nombre del gran teatro Juanita el 9 de marzo de 1914 se constituyó la Sociedad El Grito de Baire la cual fue inscripta en el Registro de Asociaciones del gobierno provincial de La Habana.

En el año 1936 se fundó el Club José Martí, su presidente fue Alejo Gallardo Pérez y la Asociación de Labradores Vaqueros se constituye el 22 de diciembre de 1918 y su reglamento es presentado en el gobierno provincial de La Habana el 15 de enero de 1919.

El 10 de julio de 1943 se fundó la Asociación Pro Mejoras de Tapaste con el objetivo de luchar por el mejoramiento económico y social del pueblo.

Iglesia Bautista

Fue fundada el 20 de diciembre de 1949 y funcionó en distintos locales hasta el 8 de mayo de 1987 en que hicieron un local para el templo, siendo José Miguel Martín el pastor. Este templo se encuentra ubicado en la avenida 19 #1612, junto a la entrada de la finca Zayas.

Cementerio

El primer cementerio estuvo al costado de la iglesia de madera con techo de guano y en parte de los terrenos que hoy ocupan las casas de la avenida 17. Cuando se construyo la iglesia actual, se traslada el cementerio para la salida del poblado rumbo a la carretera de San José de las Lajas. Los primeros sepultureros fueron Pedro Vasallo Chenique, Tomás Rodríguez y Nacianceno Guerrero.

Alumbrado

Tapaste contó con el alumbrado más antiguo de carburo y en el año 1915 el señor Ruperto Díaz, estableció la primera planta eléctrica la cual comenzó a dar servicio el 21 de noviembre. En 1945 con un dinero recaudado por los fieles de la iglesia se instalo una instalación eléctrica nueva dando la posibilidad de que se iluminara toda la iglesia.

Acueducto

En el año 1926 se construye el primer acueducto, en 1927 se perforó un nuevo pozo en los terrenos de la finca Inesita.

En el año 1926 se formalizó por el ayuntamiento de San José de las Lajas, la concepción otorgada al Señor Don Bernardino Hernández, para establecer en Tapaste el servicio de acueducto, la cual debió vencer en el año 1951.

Correo

Vista de una esquina del Parque de Tapaste

En 31 de mayo de 1857 el gobierno central dispuso que la correspondencia entre La Habana y Matanzas se hiciera por el ferrocarril, suprimiendo las postas entre La Habana, Jaruco y Matanzas, creándose una entrega de correspondencia de Jaruco a Tapaste tres veces por semana. Existieron a lo largo de la historia varios administradores y conductores de correo, pero el cartero oficial fue Miguel Rodríguez Tejera, quien murió en 1937 y el gobierno no designó otro, por lo que los pobladores tenían que ir hasta la oficina de correos para recoger su correspondencia.

Como consecuencia surgieron los carteros voluntarios que fueron José Nicolás Mesa y Eladio Verges González; que no percibían sueldo alguno, se las agenciaban para que cunado entregaban una carta la persona que la recibía le entregara una propina.

Conjuntos musicales

Antes de que se organizaran conjuntos musicales había músicos que se encargaban de amenizar las fiestas o los bailes que se desarrollaban en las diferentes sociedades del poblado ellos fueron:

  • Nicolás Cartaza, timbales.
  • Nicolás Mesa, filarmónica y güiro.
  • Miguel Rodríguez, güiro.
  • Modesto Díaz (músico cubano), filarmónica.
  • Pedro Cuesta, paila.
  • Paulino Pérez López, trompeta.
  • Dominica Verges, cantante.

Existieron tres septetos musicales:

  • Edén juvenil.
  • Los cubanos o Los ángeles.
  • Violeta.

Características

Situación geográfica

Limita por el este con Jaruco, al sur con la localidad de Jamaica y San José de las Lajas y por el oeste con Pedro Pi y norte con la loma la Peregrina y Camino de tierra hasta Santa Bárbara.

Extensión y población

Tiene una extensión territorial de 147 km². Una población aproximada de 10648 habitantes.

La región está constituida por 12 circunscripciones y 5 asentamientos poblacionales, de estos 1 urbano y 4 rurales:

  • Comunidad Pedro Pi.
  • Pedro Pi Viejo.
  • El Perú.
  • Comunidad Zenea.

Consejo Popular Tapaste

Mapa con la ubicación de los Consejos Populares San José de las Lajas

Este Consejo Popular lleva el mismo nombre del poblado de Tapaste y forma parte de los 7 Consejos del Municipio San José de las Lajas

Desarrollo económico y social

Instituciones y Empresas

Entre los centros que se encuentran enclavados en el territorio:

Referencias

Fuentes