Zumbidos en los oídos

Zumbidos en los oídos
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Del latin tinnitus: ruido metálico, tintineo, un sonido que se advierte como proveniente del interior de un oído, de ambos, o de la cabeza en general.


Zumbidos en los oídos. Sensaciones que pueden ser fugaces, intermitentes o continuas; se percibe como "el ruido del mar", "un escape de vapor", "un timbre", "un claxon", "cristales rompiéndose" o un "canto de grillos", lo que tiende a generar irritabilidad, insomnio y falta de atención.

Generalidades

Aunque esta dolencia no reviste ninguna gravedad, si resulta muy molesta para quien la sufre, especialmente si afecta a su período de descanso, ya que habitualmente el zumbido de oídos resulta más apreciable cuando reina silencio, pudiendo provocar insomnio o incluso alguna alteración psicológica.

Causas

Estos ruidos son debido a una excitación anormal de alguno de los elementos que intervienen en el sistema auditivo: el oído, el nervio auditivo y los centros nerviosos, aunque resulta más improbable que el origen se encuentre en los dos últimos.

Pueden localizarse en cualquier punto del aparato auditivo, desde el conducto auditivo externo hasta el oído interno. De ahí las dificultades que, en ocasiones, se presentan para determinar con precisión el lugar de origen

Las causas de una excitación anormal del oído pueden ser múltiples, siendo habitual que vayan acompañadas de algún grado de sordera y/o vértigo; entre las más numerosas encontramos: lesiones provocadas por algún ruido intenso, envejecimiento de las estructuras del oído, trastornos en la circulación, inflamaciones producidas por algún antibiótico, o alguna infección del oído externo producida por hongos o bacterias, hasta un tapón de cerumen puede ser causa de zumbidos en el oído que también suele ir acompañado de dolor local. Los zumbidos en el oído pueden ser a su vez síntomas de otras enfermedades como la otitis o la otosclerosis.

La aparición de estos ruidos se vincula primordialmente con problemas del oído, que pueden ocurrir por la existencia de un tapón de cerumen, por el padecimiento de una otitis (inflamación del oído) o una otosclerosis (inmovilidad del estribo, un huesecillo del oído medio, como consecuencia de un callo óseo). Acuden también a consulta pacientes con ruidos en los oídos originados por la hipertensión arterial.

Procedimientos que curan o mejoran esta patología

Cuando la causa del ruido radica en enfermedades que son curables, este trastorno desaparece, como ocurre cuando existe un tapón de cerumen que, con su eliminación, desaparece el zumbido, ahora bien, en los pacientes con otosclerosis, por citar un ejemplo, es posible mediante intervención quirúrgica curarlos o mejorarles ese síntoma en un alto porcentaje, sin embargo, estos zumbidos pueden devenir crónicos con la consiguiente afectación de la calidad de vida de estas personas.

Se debe llamar al médico si:

  • Los ruidos están asociados con otros síntomas inexplicables como mareo, sensación de pérdida del equilibrio, náuseas o vómitos.
  • Se presentan ruidos auditivos inexplicables que son molestos, incluso, después de aplicar las medidas de autoayuda.

El Zumbido en los oídos y el ruido ambiental

No hay dudas que el ruido es un subproducto de los progresos derivados del desarrollo técnico moderno y de las aglomeraciones de personas que han proporcionado un incremento de los niveles de ruido en las ciudades. Los lugares donde hay sonidos de mucha intensidad (más de 85-90 decibelios) pueden ocasionar un trauma acústico agudo y crónico.

Es importante saber que en algunos sectores de las discotecas se registran hasta 120 dB, o que el ruido de una sirena de alarma es de 150 y el de una motocicleta 110.

Una conversación normal tendría un valor de alrededor de 70 dB. Si contribuimos a disminuir los ruidos domésticos, es decir, aquellos que se producen en la vivienda al mantener el radio, tocadiscos o televisor a alto volumen, podríamos contribuir en gran medida a nuestra buena salud y también la de los vecinos.

Tratamiento

No cabe duda que el mejor tratamiento es eliminar la causa de los zumbidos, aunque en ocasiones esto resulta imposible. Para hallar la causa de éstos será preciso realizar diversas pruebas como una audiometría, radiografías y escáner.

Pese a ello muchas veces no es posible detectar la causa o el origen de los mismos, y deberemos conformarnos con aliviar el problema. Suele ser habitual que el médico recomiende el uso de tranquilizantes o antidepresivos que modifican las sensaciones nerviosas, así como otros medicamentos que nos pueden ayudar a mejorar la circulación.

En ocasiones, puede ser recomendable el uso de un audífono ya que al aumentar los sonidos externos, los internos se oyen menos.

Como cuando permanecemos en silencio el zumbido suele hacerse más intenso, una buena alternativa puede ser poner música ambiente, de esta manera los oiremos menos y también nos ayudará a relajarnos, pues la música hará que desviemos nuestra atención.

Se aconseja igualmente reducir el consumo de alcohol y tabaco, pues su abuso incrementa los zumbidos, al igual que el consumo excesivo de ciertos medicamentos como la aspirina, y por supuesto, la exposición a ruidos intensos o estridentes.

Algunas dolencias como la hipertensión, la depresión, la ansiedad o la anemia también agudizan los ruidos en los oídos, haciéndolos más persistentes.

Prevención

Utilice protección en las orejas en cualquier situación en que sea posible un daño al oído como en conciertos estridentes o cuando se utilizan martillos neumáticos. Si se experimenta hipoacusia, prevenga daños mayores a la audición evitando el ruido excesivo.

Constate que su presión arterial esté normal, manteniendo un peso corporal adecuado, haciendo ejercicios físicos regularmente y visitando al médico para chequeos anuales.

Fuentes

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