José Ramón Fernández

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José Ramón Fernández Álvarez
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Asesor del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros.
Actualmente en el cargo
Desde el 22 de marzo de 2012
Vicepresidente del Consejo de Ministros y del Comité Ejecutivo
1978 - 22 de marzo de 2012
Presidente del Comité Olímpico Cubano
Actualmente en el cargo
Desde el 1997
Ministro de Educación
1984 - 1990
PredecesorAsela de los Santos Tamayo
SucesorLuis Ignacio Gómez Gutiérrez
1972 - 1976
PredecesorBelarmino Castilla Mas
SucesorAsela de los Santos Tamayo
Datos Personales
NombreJosé Ramón Fernández Álvarez
Nacimiento4 de noviembre de 1923
Santiago de Cuba, Bandera de Cuba Cuba
EducaciónLicenciado en Ciencias Sociales
Conocido porGallego Fernández
Partido políticoBandera de PCC Partido Comunista de Cuba
CónyugeAsela de los Santos Tamayo
PadreAntonio Fernández y Fernández
MadrePalmira Álvarez del Río

José Ramón Fernández Álvarez. Conocido como el Gallego Fernández. Militar de carrera y combatiente revolucionario cubano, Héroe de la República de Cuba. Es Licenciado en Ciencias Sociales y fundador del Partido Comunista de Cuba.

Graduado de oficial de artillería en los Estados Unidos en 1954 al regresar a Cuba comenzó a conspirar con otros militares contra el gobierno dictatorial de Fulgencio Batista. Condenado a prisión en Isla de Pinos se relacionó con elementos revolucionarios del Movimiento 26 de Julio y el Partido Comunista de Cuba, con los cuales siguió colaborando tras ser puesto en libertad el 1 de enero de 1959.

Dirigió las fuerzas revolucionarias en la ofensiva final contra los mercenarios atrincherados en Playa Girón en abril de 1961. Desde entonces ha desempeñado importantes funciones dentro del aparato central del Estado como las de asesor del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros,[1] Presidente del Comité Olímpico Cubano, Diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular, Vicepresidente del Consejo de Ministros y del Comité Ejecutivo.

Síntesis biográfica

Nació en Santiago de Cuba el 4 de noviembre de 1923. Cursó la enseñanza primaria en la Escuela Publica del poblado de Hongolosongo, municipio de El Cobre y los estudios secundarios en el Instituto de Segunda Enseñanza y en el Colegio La Salle, ambos en su ciudad natal.

Hijo de asturianos, su padre natural de Morcín y la madre de Oviedo, el padre Antonio Fernández y Fernández llegó a Cuba alrededor de 1914 tratando de evadir el servicio militar (Guerra de Melilla). Trabajó con el hermano que tenía una tienda de ropas en Ciego de Ávila y se hizo propietario de un hotel y otros negocios en Santiago de Cuba.

Alrededor de 1922 regresó a España y contrajo nupcias con Palmira Álvarez del Río. Cuando se produjo el crack bancario en España perdió todo su dinero. Regresó a Cuba donde volvió nuevamente al negocio de hoteles y más tarde arrendó una finca en las cercanías de El Cobre. Posteriormente compró una finca y fue ampliando hasta 30 caballerías que se dedicaba a la producción de leche, ganado vacuno y cerdos, etc. También invirtió en la compra de varias casas dedicadas al alquiler en Santiago de Cuba.

Antonio Fernández era un hombre de cultura media, buen lector y autodidacta. No era religioso e independientemente de la posición holgada que tenía, repudiaba la explotación y la corrupción de los políticos de la época, actuaba con honradez y espíritu de justicia ajeno a toda discriminación.

La madre ayudó con su esfuerzo a que la familia saliera adelante en sus empeños. Era católica militante. De su familia inmediata fue la única que se solidarizó con José Ramón cuando años más tarde fue juzgado y condenado como miembro del movimiento militar conocido con el nombre de “Los Puros”. El padre ya había muerto y José Ramón vio a su madre cuando ya estaba preso en el Castillo del Príncipe, pues esta no pudo estar en el juicio, aunque se quedó en la puerta del tribunal.

La hermana de José Ramón Fernández fue a estudiar a Estados Unidos en 1945 coincidiendo con el ingreso de este a la Escuela de Cadetes. Se casó en ese país y visitó Cuba antes y después del triunfo de la Revolución.

Su madre, Palmira, se mantuvo intransigente frente a los crímenes de Fulgencio Batista y con su apoyo activo a la Revolución. Participó en manifestaciones, suministró alimentos a combatientes del Ejército Rebelde y fue un apoyo moral importante a los miembros del III Frente Oriental Frank País. La familia y los trabajadores de la finca de su propiedad, con su autorización, establecieron estrechas relaciones y cooperación con las fuerzas del Ejército Rebelde al mando de los Comandantes Universo Sánchez y René de los Santos.

La formación en el hogar fue decisiva; en su casa nunca existió discriminación racial, desde niños les inculcaron el sentido de la igualdad, de la justicia, de la honestidad, patrones a los que ha sido fiel a lo largo de su existencia.

Fernández ostenta los Títulos de Hijo Adoptivo de Asturias, de Oviedo y de Morcín en referencia a los orígenes de sus padres; y del municipio Jagüey Grande, de la provincia de Matanzas por el largo período en que este municipio lo ha elegido Diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular.

Está casado con Asela de los Santos Tamayo, destacada combatiente revolucionaria que ha desempeñado altos cargos y con quien tiene 3 hijos y 4 nietos. Es familia unida y el desenvolvimiento de Asela desde su puesto de trabajo ha resultado de gran ayuda para Fernández. Ambos gozan de prestigio y autoridad en Cuba.

Trayectoria revolucionaria

Carrera militar

Siendo estudiante de bachillerato hace su ingreso en el Ejército Constitucional el 30 de agosto de 1940, en el Regimiento No. 1 Antonio Maceo de Santiago de Cuba, con el objetivo de asistir a la Escuela de Cadetes para cursar estudios y graduarse como oficial. Lo animaron varios propósitos en aquella época: uno de ellos era que le gustaba la profesión, le atraía la disciplina militar y el orden; y otro era de carácter político, para llegar a tener la posibilidad de influenciar y enfrentar las múltiples injusticias que conocía, veía la miseria, la discriminación, la explotación, corrupción y la injusticia toda y el no cumplimiento de las promesas que hacían los políticos.

No despreció cuanta oportunidad se le presentó para asistir a cursos militares, se graduó con el Primer Expediente en la Escuela de Cadetes en agosto de 1947 y fue nombrado segundo teniente del Ejército Constitucional.

Siempre fue inconforme con la situación que existía, con la política que se seguía en el Ejército y que seguía el país y ello condujo a que muchas veces se tomaran represalias con él: Siendo alumno de la Escuela de Artillería fue sustituido para formar parte de una Unidad de Combate que Cuba preparó, cumpliendo compromisos internacionales, para enviar a la guerra que el imperialismo norteamericano llevaba a cabo en Corea, a la cual no llegó ir por una fuerte campaña de rechazo popular; cada vez que hubo una oportunidad se le envió a los más lejanos lugares o a los trabajos más complejos, aduciendo a su excelente expediente.

En la Escuela de Cadetes practicó equitación, tiro, baloncesto, béisbol y softbol. En el año 1951 se preparó y clasificó en Pentatlón Moderno para ir a los Juegos Olímpicos de Helsinki. Esto se vio frustrado al producirse el golpe de Estado de Fulgencio Batista el 10 de marzo de 1952.

Al producirse el golpe de Estado estuvo detenido en el Servicio de Inteligencia Militar (SIM) hasta horas de la noche, igual que otros muchos oficiales. Al día siguiente fue destinado a la 11na Estación de Policía y el 1 de abril de 1952 trasladado a Holguín, a donde ya había sido enviado con anterioridad.

Cursó estudios y se graduó en la Escuela de Artillería de Cuba, en la Escuela de Artillería del Ejército de los Estados Unidos en Fort Sill, Oklahoma. También en Cuba, en el Curso Avanzado Asociado de Estados Mayores y en el Primer Curso de la Escuela Básica Superior que devino en la actual Academia de las FAR. Fue Profesor y Director de Escuelas de Reclutas y Clases; Profesor de la Escuela de Artillería, del Curso Avanzado Asociado de Estados Mayores y Profesor y Jefe del Departamento Escolar y luego Director de la Escuela de Cadetes de Managua.

Se encontraba en la etapa final del curso que recibía en la Escuela de Artillería cuando se produjo el ataque a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.

Las noticias eran las que daban la radio y la prensa obedeciendo a la tiranía, era apabullante la información negativa sobre participantes extranjeros, asesinatos y otras acciones que se imputaban a los combatientes revolucionarios, y que hacían llegar al pueblo de Cuba y sobre todo, al ejército en el que se dieron a conocer numerosas circulares, informaciones, fotos, avisos puestos en tablilla de órdenes, donde se describían como criminal, falta de toda sensibilidad y extranjerizante la acción de los revolucionarios.

La verdad de aquel heroico hecho se fue conociendo casi de inmediato, así como la personalidad de los atacantes, las motivaciones que los impulsaban y los objetivos que perseguían; las declaraciones, información de persona a persona, el juicio contra los asaltantes y después contra Fidel Castro, le permitieron conocer con algún grado de exactitud lo que pasó y razonar en calma, aunque dentro del ejército estaba muy polarizada la opinión contra la acción.

Conspiración de Los Puros

Inconforme con el Golpe de Estado del 10 de marzo fomentó y encabezó en la Escuela de Cadetes, un grupo de oficiales profesores, tenientes y capitanes, con el propósito de deponer al dictador Fulgencio Batista. Esto coincidió con grupos similares que de forma independiente se gestaban en Columbia, en La Cabaña, en la Fuerza Aérea y en la Marina de Guerra sin que tuvieran en esa primera etapa contacto entre ellos.

El programa de los comprometidos en el grupo de la Escuela de Cadetes y muy parecido a los grupos de otras Unidades Militares, era restablecer la Constitución de 1940: efectuar una reforma agraria; depurar el ejército de todos los bandidos, golpistas e incondicionales de la dictadura; reconquistar los bienes mal habidos y juzgar a Fulgencio Batista. El punto de mayor conflicto era sobre los bienes mal habidos y sobre como juzgar y enfrentar el problema del destino de Batista. Ese pensamiento similar resultaba el más lógico basado en el régimen, estudios y funciones de los comprometidos.

Lo anterior no significa que no hubiera pensamientos diferentes en cuánto a cómo enfrentar la problemática del país, las medidas sociales, las medidas a tomar contra los conspiradores del 10 de marzo que habían violado el orden constitucional, cómo proceder contra los corruptos, y otros.

El grupo no tenía relación, ni habían buscado ni esperaban el consejo, auspicio o patronazgo de los norteamericanos. Fue una acción netamente nacional y casi netamente militar, aunque para el cargo de Presidente Provisional el candidato era un civil: Clemente Inclán, Rector de la Universidad de La Habana.

Existieron comentarios y rumores por los cargos que ostentaba el entonces coronel Ramón Barquín, en Estados Unidos, de su vinculación con ellos, pero hasta donde conocían los principales dirigentes del grupo conspirador, nunca Barquín había puesto a los norteamericanos al tanto de estas cuestiones, ni tenía relación con los mismos para estos fines. Era José Ramón Fernández el que tenía dentro del grupo un programa más radical, pensaba que había que juzgar a Batista y ejecutarlo como gran culpable de miles de muertos durante su dictadura. El pueblo el bautizaría esta conspiración militar con el nombre de “Los Puros”.

El 3 de abril de 1956, al ser develada la conspiración, se radicó la Causa No. 4/956 del Tribunal Superior de la Jurisdicción de Guerra por un delito de conspiración para la rebelión y fue juzgado, junto con otros 12 compañeros, en Consejo de Guerra Superior Sumarísimo el 11 de abril de 1956. Tenía entonces 33 años de edad. Fue sancionado a 4 años, 2 meses y 21 días y enviado a cumplir prisión, primero en La Cabaña, unos cuatro o cinco días después al Castillo del Príncipe e inmediatamente después al llamado "Presidio Modelo", en Isla de Pinos.

Revolución en el poder

El 12 de enero de 1959, Fidel se reunió en el antiguo Estado Mayor de Columbia con un grupo de los militares más connotados que habían estado presos. Les explicó los proyectos de la Revolución y les pidió incorporarse al Ejército Rebelde. Personalmente le propuso a Fernández asumir la dirección de la Escuela de Cadetes de Managua.
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José Ramón Fernández junto al Comandante Raúl Castro

Permaneció en las Fuerzas Armadas Revolucionarias once años, ocupando distintas responsabilidades, incluida la de viceministro, bajo el mando directo de Raúl Castro.

Fue ascendido a capitán en 1959 y a comandante en 1961 y dirigió las tropas durante la ofensiva contra los mercenarios desembarcados por Playa Girón en abril de ese mismo año. Se graduó en la Escuela Superior de Guerra en el curso 1963-1964 y en 1996 se le otorgó el grado de General de Brigada en la reserva.

Desde 1959 ha ocupado múltiples cargos y responsabilidades, entre los que se destacan:

En reconocimiento a su labor le han sido conferidas numerosas condecoraciones, entre ellas, el Título de Héroe de la República de Cuba.

Referencias

  1. «Nota Oficial» Consultado el 22 de marzo de 2012

Fuentes