Circo Nacional de Cuba
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Circo Nacional de Cuba. Posee una larga tradición circense, que se traduce en la presencia de compañías fundadas antes de 1959 que, paralelamente a otros pequeños colectivos, viajaban hasta los más recónditos parajes de la geografía nacional. La carpa, espacio vital de los artistas circenses, llegó a sitios donde ninguna otra expresión del arte soñó jamás incursionar.
Sumario
Historia
Referencias muy antiguas de "Malabaristas, Prestidigitadores, Saltimbanquis, Mimos y Funanbuleros" aparecen en Cuba ya a fines del siglo XVIII en las Actas Capitulares del poder colonial insular. Estos documentos demuestran desde 1793 la existencia de sujetos dedicados a "maromas" durante los festejos del Corpus Christi, e igualmente admiten "payasos y titiriteros" en mansiones de adinerados y plazas públicas.
No es hasta los 800 que se ubica en un solar yermo de La Habana, devenido posteriormente Plaza de Marte, "un tinglado de lona y maderas" destinado a Circo ecuestre. De inicio tuvo de empresario al catalán Eustaquio de la Puente, y después se llamó Circo Cubano.
En lugares como éste artistas españoles y novatos de la Isla ofrecían funciones de variedades. Esas representaciones anteceden al teatro con figuras populares llamado vernáculo, en boga desde entonces y hasta fines de los 60 en la pasada centuria.
El padre del teatro en Cuba, Don Francisco Covarrubias, se formó en sitios de esta categoría y en 1847, durante la memorable despedida efectuada en el Teatro Circo Villanueva, declaró en inspirados versos: Y esto que parece acaso que en un circo sea mi oriente y en otro circo mi ocaso.
Culminar la aventura que elevó la carpa a gran escenario requiere sobre todo pasión, que se hereda, transmite, contagia. Concluía el Siglo XIX y actuaba en la capital el Circo París; su último dueño, Felipe Soler dijo a Nevali, mago prestigioso, ágil testimoniante, junto con la información sobre el sugimiento en Managüises, Matanzas, en los inicios del nuevo siglo, la historia de un apellido unido al oficio circense con hondas raíces: Los Montalvo, sangre, escuela, tradición y práctica.
En 1915, procedente de Panamá, nos visitó Pubillones, un resorte que disparó la fiebre circense; poco después Pablo Santos vinculado con Federico Artigas, en asuntos de cine y con interés en promover espectáculos de hombres y fieras, estrenaron una temporada circense en el Teatro Nacional del Centro Gallego.
Los panameños se presentaron en el Payret, y frente a ellos Santos y Artigas, ambos en el céntrico Paseo del Prado.
Compañías de renombre en la época fueron los Hermanos Torres; fundada en 1934, uno de sus miembros, Roberto, encarnó al conocido Payaso Chorizo.
También los Anchía tuvieron un número acrobático muy bueno. En el capítulo de extranjeros, los circos norteamericanos no salían de la capital, traían fenómenos vivos o muertos, en muchos casos trucos; pero en cuanto a visitas vinieron hasta Gitanos.
Se había dado a querer, iba con paso amigo por ciudades, caseríos, campos, bateyes con olor azucarado y dejaba su promesa de volver. Provocaba suspiros, agradaba, complacía, a veces con la carpa raída, y hasta sin ella, enfrentaba penurias, ciclones, temporales, pero venía.
Al Triunfo de la Revolución Cubana
Tras el triunfo de Enero, convertido en Circo Nacional INIT y Primer Circo Socialista de América, debutó en el mismo lugar del inolvidable pionero de 1800, la Plaza del Vapor, hoy Parque El Curita, cerrado por las calles Reina, Galiano, Águila y Dragones, La Habana.
En Febrero de 1962, el joven Gobierno Revolucionario entregó al Consolidado de Centros y Atracciones Turísticas una carpa azul de cuatro mástiles, un tren de 34 piezas con cocina, dormitorios, oficinas, restaurante de lujo, planta eléctrica, dos pipas de agua potable, baños y un círculo infantil para los hijos de los artistas.
Dentro, todo era hermoso, brillante; guardapoles como caramelos enormes, pista roja y gigante, camones con luces. Todo el espacio aéreo colmado de aparaturas llenaba a los asistentes de interrogantes y una cortina también roja sugería que algo fantástico se haría realidad.
Esta carpa giraba por todo el país diez meses con personal excelente. La ubicación hace unos años de una sede fija, la carpa Trompoloco, en 5ta. Avenida en Playa, ha contribuido también con darle una mayor
Estabilidad a estos espectáculos. De un tiempo acá, la renovación en la carpa se ha hecho más palpable, un montaje del prestigioso coreógrafo cubano, Alberto Méndez La lámpara maravillosa que se exhibe en ese espacio, ha cambiado de algún modo la manera de concebir el circo cubano.
Festivales
Después vinieron los festivales: INTERCIRCO, por principales puntos, Festivales CIRCUBA, iniciados en 1981 y retomados nuevamente después de un largo descanso desde 1991, en el año 2007 y diversos premios internacionales: Pista Joven de París, Moscú en la entonces URSS; Primavera de Pyongyang, República de Corea; Doha, Qatar; Veo Veo, España; Ulán Bator, Mongolia; Montecarlo, Karlovy Vary, antigua Checoslovaquia; Riva de Garda, Italia y muy recientemente en Albacete, España, en cuyas pistas logramos aplausos y medallas de todos los metales y colores.
En 1976 nació el Circo Areíto en Camagüey y al año siguiente la Escuela Nacional Yuri Mandich. En 2002 debutó con el nombre de Circo Nacional de Cuba en la Sala Avellaneda del Teatro Nacional y en Agosto de 2005 se inauguró con el espectáculo "Ritmo, Color y Fantasía" la carpa Trompoloco.
El Circo Nacional de Cuba ha participado, por más de dos décadas, en los festivales más importantes de circo del mundo, y ha obtenido prestigiosos premios en estas pistas en sus ocho géneros. Entre los más importantes se encuentran:
- Festival Internacional de Circo del Mañana . La Pista de París, Francia.
* Festival Abril en Primavera . Pyong-Yang, Corea.
* Festival Internacional de Circo de Verona, Italia.
Cursos
El Circo Nacional de Cuba ofrece cursos de adiestramientos en las distintas especialidades circenses, así como en montaje y perfeccionamiento, y cuenta con especialistas capaces de brindar técnica y metodológicamente una formación integral en cualquier género o especialidad en una institución educacional.
Cuenta con una Escuela Nacional de Circo, subordinada al Centro Nacional de Escuelas de Arte, que aporta al mundo circense cubano la mayor parte del talento artístico de la isla.
Giras Internacionales
El circo cubano ha mostrado su arte en numerosos países como: Argentina, Chile, Perú, Ecuador, Portugal, Francia, Suiza, Inglaterra, México, Corea, España, Italia, Colombia, República Dominicana, Martinica, Guyana, Venezuela, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Canadá, Holanda, China, Mongolia, Rusia, Hungría, Polonia y Bulgaria, entre otros.
Premios
En 2018 recibió el Premio Orgullo Italiano en la categoría de espectáculo innovador del año.[1].
Referencias
- ↑ CirCuba recibe galardón “Espectáculo innovador del año” del Premio Orgullo Italiano. Disponible en Cubadebate. Consultado el 8 de febrero de 2018