Gregoria Urbina y Miranda
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Gregoria Urbina y Miranda. Fue una escritora y religiosa española.
Síntesis biográfica
Nació en San Francisco, California, en el año 1857. Hija de padre español, pasó parte su infancia en la tierra americana que le vio nacer, hasta que su familia regresó a la Península Ibérica. A los siete años de edad ingresó como alumna en el convento de monjas dominicas de Casa la Reina, en Logroño, donde recibió una esmerada educación que, con el paso del tiempo, le permitiría desarrollar sus dos grandes vocaciones: el ejercicio de la docencia y el cultivo de la creación literaria.
Trayectoria
Cursó la carrera de Magisterio para obtener el título de profesora; sin embargo, su afán por adquirir una brillante formación académica la llevó a simultanear este aprendizaje con el estudio de otras disciplinas como la Teología, la Literatura y la Historia Natural. Así, pronto gozó de una cierta notoriedad.
Muerte
Falleció en España
Publicaciones
Como escritora e intelectual en los círculos culturales de su tiempo y publicó colaboraciones literarias en diferentes rotativos y revistas, como “El Amigo del Hogar,” El Eco de Madrid y Los Lunes de El Constitucional; además, en Flores y Perlas, de Madrid, dejó estampados los artículos titulados "El qué dirán" (31 de mayo de 1883) y "Un paseo por Madrid".
Tal presencia en los foros culturales de la segunda mitad del Siglo XIX le permitió incluir sus escritos en algunas de esas obras colectivas que tanto auge y difusión alcanzaron en su época; entre ellas, resulta obligado mencionar la titulada Las españolas, americanas y lusitanas pintadas por sí mismas (1873), donde dejó una curiosa semblanza de "La mujer norteamericana".
El resto de su producción literaria se completa con los libros “Una madre cristiana” (1878), obra dedicada a la princesa de Asturias y precedida de un artículo del sacerdote, escritor y político don Vicente de Manterola y Pérez y de una introducción firmada por don Alejandro Pidal y Mon; Apuntes históricos sobre el pueblo hebreo (1879), obra dedicada al rey don Alfonso, en cuya redacción puso la autora especial vigilancia para "no salirse de las reglas de la moral y la verdad histórica" y “La mujer en sociedad” (1880), libro prologado por don Maximino Carrillo y Albornoz.
Además de estos tres títulos conocidos, escribió otras tres obras de las que, en la actualidad, no se conserva ningún ejemplar. Se trata de la pieza didáctica titulada “Cartas del solitario de la selva a una niña, la novela “Historia de Gabriela” y la Novena a Santa Elena, madre del gran emperador (publicada en La Habana).
