Luis I de Francia

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Luis I el Piadoso (Ludovico Pío)
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Rey de los francos y Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico
Luis piadoso.jpg
Retrato de Ludovico Pío
Reinado 28 de enero de 81423 de junio de 840
Otros títulos Rey de Aquitania (781 – 814)
Nacimiento 778
Chasseneuil-du-Poitou]]
Sucesor Luis el Germánico (Francia Oriental)
Lotario I (Francia Media)
Pipino I de Aquitania y Carlos el Calvo (Francia Occidental)
Cónyuge/s Teodolinda de Sens (793)
Ermengarda de Hesbaye (798)
Judith de Baviera (819)
Descendencia Con Teodolinda de Sens: Alpaida y Arnulfo de Sens
Con Ermengarda de Hesbaye: Luis el Germánico (806876)
Hildegarda (803860)
Lotario I (795855)
Pipino I de Aquitania (797838)
Gisela (¿?– 874)
Rotruda
Con Judith: Carlos el Calvo (823877)
Dinastía Dinastía Carolingia
Madre Hildegarda de Vintzgau

Luis I. Llamado el Piadoso (latín: Ludovicus Pius). Rey de Aquitania (781–814), co-Emperador (813–814) de Occidente y Rey de los francos y Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico desde el 28 de enero de 814 hasta su muerte, con excepción del período comprendido entre 833 y 834, en que fue desposeído por sus hijos.

Síntesis biográfica

Nació en Chasseneuil, en junio o agosto de 778. Hijo y sucesor de Carlomagno, en su reinado el Imperio carolingio comenzó un rápido declive, alimentado por las disputas sucesorias con sus hijos, que se trocaron en abierta guerra civil. Eginardo y el cronista anónimo conocido como Astrónomo escriben que Luis nació en la villa regia de Cassinogilum mientras Carlomagno se encontraba de campaña en España; el lugar ha sido identificado con Chasseneuil. Era el tercero de los hijos que Carlomagno tuvo con Hildegard von Anglachgau. Se trató de un parto de gemelos, pero su gemelo Lotario murió en la infancia.

Matrimonio y descendencia

Con Ermengarda de Hesbaye —con la que se casó circa 794798— tuvo tres varones:

  • Lotario I (795855), monarca de Francia Media y del título de Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.
  • Pipino I de Aquitania (797838), monarca de Aquitania.
  • Adelaida (n. c. 799).
  • Rotruda (n. 800), casada con Gerardo, Conde de Auvernia, conde de Auvernia.
  • Hildegarda (o Matilda) (n. c. 802), casada con Gerardo, Conde de Auvernia tras el fallecimiento de su hermana.
  • Luis el Germánico (c. 805875), monarca de Francia Oriental.

Con Judith de Baviera tuvo un niño y una niña:

  • Gisela (hija de Ludovico Pío), casada con Eberardo I de Friuli.
  • Carlos el Calvo, monarca de Francia Occidental.

Con Teodolinda de Sens tuvo dos descendientes ilegítimos:

  • Arnulfo de Sens.
  • Alpaida.

Reinado

Coronado rey de Aquitania en 781, se le envió allí a los tres años acompañado de regencia (política) y corte noble; Carlomagno le cedía el territorio con el objeto de consolidar su defensa tras la Batalla de Roncesvalles (778).

En 794 el monarca franco construyó cuatro villas que servirían de residencia de invierno a su hijo: Doué-la-Fontaine (Ducado de Anjou), Ebreuil (Allier), Angeac-Charente, y Cassinogilum; la intención del monarca era que sus herederos crecieran rodeados de las costumbres de cada territorio, y adoptaran la vestimenta tradicional del mismo. A causa de ello se les envió a sus respectivos reinos a una edad tan temprana. Cada reino era el responsable de mantener sus fronteras; Luis debía defender la Marca Hispánica. En 797 los francos tomaron Barcelona —la ciudad más importante de la Marca— cuando su gobernador, Zeid, se rebeló contra el Emirato de Córdoba y abrió las puertas a los invasores. No obstante, las autoridades Dinastía de los Omeyas reconquistaron la ciudad dos años más tarde. Decidido a mantener el control sobre la ciudad, marchó con todos los soldados de su reino, además de los de Gascuña —liderados por Sancho I de Gascuña|Sancho I, los de Provenza —liderados por Leibulf de Provenza y los Pueblo visigodo de Bera. Asedió la ciudad durante dos años hasta que capituló en 801. Aunque no se le había concedido independencia de la autoridad central, envió expediciones militares lejos de sus dominios en más de una ocasión; entre sus campañas más importantes se encontraba la de Benevento (Mezzogiorno).

Al frente del gobierno de Aquitania se le encomendó la defensa de la frontera suroeste del Imperio de su padre. Conquistó Barcelona a los musulmanes (801) e impuso la autoridad imperial sobre Pamplona y el País Vasco (813). Como emperador, numerosas catástrofes marcaron el comienzo de su reinado, siendo de especial relevancia el trato brutal que dispensó a su sobrino Bernardo. El acto de contrición que realizó como consecuencia de ello mermó considerablemente su autoridad e influencia.

En virtud de la tradición franca, Carlos debía dividir los territorios de su Imperio entre sus tres herederos: por la Divisio Regnorum (806) Carlos nombró a su primogénito Carlos el Joven su sucesor al trono, al cederle la administración de Neustria y Austrasia, mientras que a Pipino de Italia le concedía el Reino de Italia (Edad Media) y a Luis el Ducado de Aquitania, Septimania, Provenza y ciertos territorios Borgoña.

Tras la muerte de sus hermanos Pipino en 810 y Carlos en 811, Luis fue nombrado co-emperador (813). Muerto Carlos, heredó la totalidad del reino franco y todos sus bienes, con la única excepción de Italia, territorio se mantuvo bajo el control del Imperio, aunque regido por Bernardo de Italia, el hijo de Pipino.

Pretendió incorporar a sus hijos Lotario (co-emperador desde 817), Pipino y Luis el Germánico en la administración y trató de establecer una división adecuada entre ellos bajo la supremacía de Lotario. Cuando intentó agregar a un cuarto, Carlos el Calvo, los hijos mayores se rebelaron y lucharon por obtener la supremacía. La muerte de Pipino en 838 no detuvo la lucha por el Imperio entre los tres hermanos restantes, que finalizaría con el Tratado de Verdún en 843.

Emperador

Carlomagno corona a Ludovico Pío.
Territorios del imperio carolingio tras el fallecimiento de Carlomagno en 814.

Tras enterarse del fallecimiento de Carlomagno, Luis se trasladó a Aquisgrán; allí se coronó soberano de los francos. Finalizada la ceremonia, los nobles franceses le aclamaron al grito de: Vivat Imperator Ludovicus (¡Viva el Emperador Ludovico!). Sus ministros más importantes fueron Bernardo de Septimania y Ebbon; a este último le concedió el Arzobispado de Reims, aunque era descendiente de un siervo. Asimismo, conservó a ciertos ministros de Carlos: Elisachar, abad de San Maximino (Tréveris), e Hildeboldo (arzobispo de Colonia), arzobispado de Colonia. Avanzado su reinado sustituiría a Elisachar por Hildwin, otro abad. Benito de Aniano, un pueblo visigodo de Septimania, fue el responsable de la reforma de la iglesia francesa en virtud de la cual los monasterios del reino se adhirieron a la Regla de San Benito — llamada así en honor a su creador, Benito de Nursia (480550). En 816, el Papa Esteban V (papa) —sucesor de León III visitó Reims y coronó a Luis; de este modo aumentaba la influencia eclesiástica al reconocer su importancia en las coronaciones imperiales.

Ordinatio imperii

Denario de Luis el Piadoso.

El Jueves Santo de 817 se derrumbó una sección de la capilla palatina de Aquisgrán mientras el monarca se encontraba en su interior, causando la muerte de numerosos cortesanos. Tres meses después el emperador elaboró la ordinatio imperii, un decreto imperial que establecía el criterio sucesorio a seguir tras su fallecimiento. Aunque ya había concedido a sus hijos Lotario y Pipino los territorios de Baviera y Aquitania respectivamente sin cederles, no obstante, los títulos reales con este decreto el Imperio quedaba efectivamente dividido entre sus tres hijos y su sobrino Bernardo de Italia:

  • Su primogénito Lotario fue coronado co-emperador, y heredaría la mayoría de los territorios imperiales, así como la soberanía sobre sus hermanos y su primo.
  • Bernardo, heredero de Pipino de Italia, fue confirmado como rey de Italia.
  • Pipino obtuvo el reino de Aquitania, incluyendo Gascuña, la marca alrededor de Toulouse, amen de los condados de Carcasona, Autun, Avallon y Nevers.
  • Luis el Germánico, el hijo menor, fue nombrado rey de Baviera, así como señor de las marcas adyacentes al mismo.

La ordinatio imperii establecía que si uno de los monarcas subordinados moría le sucederían sus herederos; en el caso de que un monarca falleciera sin descendencia sus dominios reverterían a la casa imperial. Por otro lado, si Lotario moría sin herederos el pueblo, es decir, la asamblea de los francos, elegiría a su sucesor. El Imperio debía continuar unido; como consecuencia, el emperador tenía autoridad sobre los otros reyes, que le debían obediencia.

Con este decreto se trató de aunar el sentido de unidad imperial con concesiones de territorios a todos sus descendientes. Rompiendo con la tradición franca, que establecía que todos los herederos debían recibir el mismo estatus y la misma cantidad de territorios, Luis elevó a Lotario por encima de sus hermanos menores, al concederle la mayoría de los territorios imperiales y la supremacía sobre los demás reyes.


Conflictos fronterizos

Luis en un denario acuñado en Sens, 818–823.

Al comienzo de su reinado, el temor que los francos inspiraban en las numerosos pueblos —daneses, abroditas, Eslovenia, Bretaña y País Vasco que habitaban en las fronteras del Imperio los mantuvo tranquilos; no obstante, los sorbios iniciaron una rebelión (816) a la que se unió Slavomir — antiguo líder de los obodritas, al que su tribu había capturado, abandonado y sustituido por Ceadrago (818). Tras ello los obodritas se sumaron al levantamiento y se aliaron con los daneses, que se habían convertido en una importante amenaza.

En el sureste, una masiva concentración de soldados eslavos —a los que lideraba Ljudevit Posavski, duque de Panonia — amenazaba los territorios del Drava y el Sava. Se envió a su encuentro al arzobispo Cadolah de Friuli de Friuli, mas éste murió en campaña y los eslovenos invadieron su territorio (820). En 821 Ludovico estableció una alianza con el duque Borna (duque de Dalmacia) de Dalmacia. Tres años más tarde, numerosas tribus eslavas del noroeste de Bulgaria reconocieron la suzeranía de Luis y éste trató de resolver el asunto negociando con el líder Omurtag; no obstante, las tribus de estas tierras volvieron a atacar a los francos y recuperaron sus territorios (827).

En el extremo sur del reino, Luis tenía que controlar a los poderosos duques de Benevento, Grimoaldo IV de Benevento y Sico I de Benevento, a los que su padre Carlomagno no había logrado someter.

En los territorios del suroeste se rebeló el duque [[Seguin I de Gascuña de Gascuña. Tras su derrota le sucedió Lupo III de Gascuña al que el emperador había hecho renunciar en 818. En 820 una asamblea reunida en Quierzy decidió enviar una expedición militar contra el Emirato de Córdoba. Los líderes de la expedición —Hugo de Tours, conde de Tours; y Matfrido de Orleans, conde de Orléans — tardaron demasiado en movilizarse y ésta terminó en nada.

Primera guerra civil

En 818, tras volver de una campaña en Bretaña, el emperador fue informado del fallecimiento de su esposa, Ermengarda de Hesbaye, hija de Inghiramno de Hesbaye, duque de Hesbaye. Luis había estado muy unido a su esposa, que se había convertado en un elemento clave de su administración. Ermengarda desempeñó un papel fundamental en el descubrimiento de la conspiración de Bernardo, a causa de lo cual el emperador creyó que su muerte constituía la expiación de su culpa. Tomó varios meses que los cortesanos y asesores del monarca le convencieran de que volviera a casarse. En 820 contrajo matrimonio con Judith de Baviera, heredera de Welf (padre de Judith), conde de Altdorf. Fruto de esta unión nació Carlos (823).

El nacimiento de Carlos invalidó la Partición de Aquisgrán, y los intentos del emperador de concederle territorios suscitaron una férrea oposición entre sus otros herederos; estos acontecimientos desembocaron en el estallido de una guerra civil que marcó las dos últimas décadas del reinado.

Territorios del imperio carolingio de Luis I en 828, antes de las guerras civiles.

En Worms (829) Luis concedió a Carlos el territorio de Alamania —no está claro si con el título de rey o de duque—, lo que enfureció a su primogénito, el co-emperador Lotario a costa de cuyos territorios se había llevado a cabo la cesión. Las desavenencias causaron una insurrección; Lotario —con la colaboración de Wala y de sus hermanos— acusó a Judith de cometer adulterio con Bernardo de Septimania, e incluso insinuó que éste era el verdadero padre de Carlos. Ebbon y Hildwin abandonaron al emperador, mientras que los arzobispos de Lyon y Amiens, Agobardo y Jesee de Amiens, se opusieron a que se llevara a efecto una nueva división del Imperio y se unieron a los rebeldes.

En 830 Wala convenció a Pipino de Aquitania de que Bernardo de Septimania estaba conspirando contra él; en consecuencia, éste se colocó al frente de los soldados de Gascuña y con el apoyo de la aristocracia de Neustria— marchó sobre París. En Verberie se le unió Luis el Germánico. Cuando el emperador volvió de otra campaña en Bretaña se encontró con una guerra civil de enormes dimensiones. Marchó inmediatamente a Compiègne, donde los soldados de Pipino le rodearon y capturaron. Judith fue detenida en Poitiers y Bernardo huyó a Barcelona.

Lotario reclutó un importante ejército en Lombardía y trató de convocar un concilio en el reino de Nimega —en el corazón de Austrasia— en el que los austrasianos y los renanos vinieron acompañados de numerosas tropas, obligando a los hijos rebeldes a liberar a Ludovico y a arrodillarse ante él (831). Lotario fue indultado aunque se le expulsó de Italia. Pipino volvió a Aquitania, y Judith —tras haber tenido humillarse con un solemne juramento de inocencia— a la corte imperial. Wala fue encerrado en un monasterio a orillas del Lago Lemán; Hilduino, abad de Saint-Denis, se exilió en Paderborn; y a Elisachar y Matfrid se les retiraron sus honores al norte de los Alpes.

Segunda guerra civil

Sólo dos años más tarde estalló un nuevo conflicto civil (832). Pipino fue convocado a la corte, donde fue tan mal recibido que se rebeló contra las órdenes del emperador. Temiendo el estallido de una revuelta con el apoyo de la nobleza, Luis reunió sus fuerzas en Aquitania, y les dio órdenes de estar dispuestas ante un levantamiento. No obstante, Luis el Germánico reclutó un ejército de aliados eslavos y conquistó Suabia antes de que el emperador tuviera tiempo de reaccionar. Como consecuencia de la sedición, se llevó a cabo una redivisión del Imperio: se concedió el reino de Aquitania a Carlos en detrimento de Pipino, y el resto de los territorios a Lotario, quien, aunque no había estado envuelto en la insurrección, estaba interesado en usurpar la autoridad del emperador. Los ministros de Lotario habían estado en contacto con Pipino y le convencieron a él y a Luis el Germánico de sumarse a la rebelión; se convino que a Lotario le correspondería Alamannia, el reino de Carlos.

Con el apoyo de Gregorio IV —quien le había confirmado en el trono sin el apoyo del emperador—, Lotario se unió al levantamiento en 833. Ludovico se encontraba en Worms reclutando una nueva fuerza cuando Lotario marchó hacia el norte. Enterado de esta traición, el emperador marchó inmediatamente hacia el sur. Luis y Lotario se encontraron en Colmar (Alsacia). Allí Gregorio IV se reunió con el emperador; los soldados de Luis, al ver que ante ellos se hallaba el mismísimo papa se negaron a combatir y desertaron. Viéndose casi solo, el emperador ordenó a los hombres que se habían quedado a su lado que se marcharan diciendo que «sería una lástima que cualquier hombre perdiera su vida o su integridad física a causa mía». El emperador fue capturado y trasladado a Saint Médard (Soissons), mientras que a Judith y Carlos se les encerró en Tortona. Para la mentalidad feudal, la traición que las tropas imperiales habían hecho a su señor era un crimen terrible, y el lugar donde se celebró la batalla fue conocido desde entonces como el «Campo de las Mentiras».

El 13 de noviembre de 833 Ebbon de Reims lideró un concilio en la Iglesia de Santa María de Soissons en el que se depuso al emperador y se le hizo llevar a cabo una confesión pública en la que daba cuenta de numerosos crímenes falsos. Como recompensa, Lotario concedió a Ebbon la dirección de la Abadía de Saint Vaast. En aras de la unidad del Imperio Rabano Mauro, Hugo y Drogo —los hermanastros del emperador— y Emma —hermana de Judith y esposa de Luis el Germánico— trataron de convencer a Luis el Germánico de que se reconciliara con el emperador. Los tres hermanos trataron de repartise el Imperio en virtud de la división efectiva en 817. Lotario reclamó el vasallaje de sus hermanos, de acuerdo con lo dispuesto entonces, mas éstos acababan de luchar en términos de igualdad y no veían por qué tenían que quedar subordinados cuando habían contribuido de la misma forma. Estalló un nuevo conflicto y el clero, que había abandonado al emperador creyendo que su abdicación traería la estabilidad al Imperio, vio que ello no había servido de nada y le devolvió su apoyo. Paralelamente, los nobles leales de Australia y Sajonia decidieron enfrentarse a Lotario. Los sediciosos se trasladaron a Borgoña y se enfrentaron con los lealistas en Chalon-sur-Saône. El 1 de marzo de [[834] Ludovico era restaurado en el trono de mano de un grupo de obispos leales.

Pipino y Luis también apoyaron a Ludovico en contra de Lotario. En 834 el emperador volvió a Aquisgrán, donde se reunió con su esposa y con Carlos. Terminado el conflicto Pipino y Luis volvieron a sus territorios. Forzado también a retirarse, Lotario volvió a Italia, donde se enteró de que Wala, Jesse y Matfrid (ex-conde de Orleans) habían fallecido. El 2 de febrero de 835 el Sínodo de Thionville desposeyó a Ebbon, a Agobardo, a Bernardo (obispo de Vienne), obispo de Vienne, y a Bartolomé (arzobispo de Narbona), arzobispo de Narbona. El mismo Lotario cayó enfermo; con ello, el Imperio volvía a quedar relativamente estable.

En 836 se estableció una nueva división territorial en la Dieta de Crémieux: Ludovico restituyó sus territorios a Luis y a Pipino, mientras que a Carlos le concedió los de Lotario, a excepción de Italia. Mientras se efectuaba este nuevo reparto, los vikingos atacaron Utrecht y Amberes. En 837 remontaron el Rin y alcanzaron Nimega, cuyo rey, Rorik, les exigió el wergeld como compensación de los numerosos asesinatos de anteriores expediciones. Luis reclutó un gran ejército y marchó contra los invasores; aunque éstos huyeron, no sería la última vez que amenazaran la costa septentrional del Imperio. En 838 los vikingos reivindicaron la soberanía sobre Frisia. Tras un año de negociaciones, los francos y los vikingos firmaron un tratado con el que quedaba resuelto el conflicto. El emperador ordenó la construcción de una importante flota en el Mar del Norte y envió a uno de sus missi dominici a Frisia a fin de imponer allí su autoridad.

[[Archivo:Louis_le_Pieux_sesquisolidus_814_840.jpg|thumb| right |Ludovico en un sesquisolidus, esencialmente romano en el diseño.

Tercera guerra civil

En 837 Ludovico coronó monarca de Alamania y Borgoña a Carlos, y le concedió el dominio sobre ciertos territorios de Luis el Germánico, que inmediatamente comenzó una nueva insurrección. El emperador efectuó una nueva división territorial en Quierzy-sur-Oise, en virtud de la cual Carlos recibió el control de los territorios del monarca de Baviera a excepción de la misma Baviera. Ludovico no se detuvo aquí, y tras el fallecimiento de Pipino (838) le nombró rey de Aquitania. No obstante, los nobles aquitanos aclamaron como sucesor de Pipino a su heredero, Pipino II. Las tensiones desembocaron en el estallido de un tercer conflicto civil. En 839 Luis el Germánico invadió Suabia, Pipino avanzó sobre el Loira, y los daneses arrasaron la costa de Frisia.

Lotario se alió con Ludovico y le ofreció su apoyo en Worms a cambio de una nueva división del territorio. En virtud de este acuerdo. El emperador cedió Baviera a Luis el Germánico, desheredó a Pipino II y dividió el resto del Imperio en una zona occidental y otra oriental. Ludovico le dio la opción a Lotario de que escogiera uno de estos dos territorios, quedándose éste con el oriental —incluyendo Italia— y dejando el occidental a Carlos. El emperador marchó sobre los nobles aquitanos insurrectos, a los que derrotó y forzó a reconocer a Carlos como nuevo rey; la ceremonia final —en la que se reunieron nobles y eclesiásticos— se llevó a cabo en Clermont-en-Auvergne (840). En una última marcha, el emperador marchó sobre Baviera y derrotó a Luis el Germánico en Ostmark. El Imperio quedó dividido en virtud del acuerdo de Worms, y se ordenó a los soldados imperiales volver a Fráncfort del Meno, donde fueron disueltos. La última guerra civil del reinado de Ludovico Pío había terminado.

Muerte

Ludovico enfermó tras el término de esta campaña. Consciente de su estado, el emperador ordenó su traslado desde su residencia de verano —ubicada en una isla del Rin— a su palacio de Ingelheim am Rhein. El 20 de junio de 840 falleció en presencia de su hermanastro Drogo y de numerosos obispos y eclesiásticos; Judith y Carlos no asistieron al óbito, ya que se encontraban en Poitiers. Tras la muerte del emperador estalló un nuevo conflicto sucesorio entre los hermanos que no finalizaría hasta la firma del Tratado de Verdún (843), por el cual el Imperio quedó finalmente dividido en tres reinos: Francia, Alemania y Lotaringia. El conflicto en torno a Aquitania no se resolvió hasta la década de 860.

Ludovico Pío y su hermanastro Drogo de Metz fueron enterrados en la Basílica de Saint Pierre aux Nonnains (Metz). =

El sobrenombre «Pío»

Cuarto de los herederos varones de Carlomagno, Luis estaba destinado a ser eclesiástico. Durante su reinado se reformaron los monasterios y se reorientó la política religiosa: el emperador prometió respetar los Estados Pontificios y no interferir en las elecciones papales. De esta manera el Papa recobraba cierta independencia tras el control que había ejercido Carlomagno.

Entre sus cortesanos y consejeros se contaban numerosos eclesiásticos: Agobardo (778840), Fridugiso (m. 834) y Benito de Aniane (750821). Su política religiosa tenía como fin fortalecer la cohesión territorial, con el cristianismo como eje vertebrador de la sociedad. Asimismo, el emperador era muy religioso, como demuestra la penitencia que hizo en Attigny (Ardenas) tras el fallecimiento de su sobrino.

Ludovico empleó este sobrenombre en vida. Uno de los biógrafos del emperador escribió la Vita Hludovici Pii ('Pío' o 'Piadoso'). Agobardo, muy crítico con Judith, ferviente aliado de Lotario y uno de los artífices de la deposición de Ludovico en 833, empleó el término Pii en su obra Duo pro Filiis et Contra Iudith Uxorem Ludovici Pii.

En la Vita Hludovici Imperatoris aparece en una única ocasión el término latino mitisum — cuya traducción aproximada sería 'bonachón' o 'blando de carácter'. Un eclesiástico de Saint-Denis redescubrió este término (1275) en las Grandes cronicas de Francia, lo que llevó a que Luis fuera apelado le Débonnaire ('el Buenazo') por la historiografía francesa.

Fuente

  • Vita Hludovici|Vita Hludovici Imperatoris, la fuente más importante acerca de su reinado, escrita hacia 840 por un autor desconocido llamado «el Astrónomo».
  • Intratext
  • Depreux, Philippe. Prosopographie de l'entourage de Louis le Pieux (781–840). Sigmaringen: Thorbecke, 1997. Una prosopografía centrada en este emperador, así como en sus cortesanos y sus vasallos.
  • Ganshof, F.L. The Carolingians and the Frankish Monarchy. 1971.
  • Charles Oman. The Dark Ages 476–918. Londres, 1914.
  • Godman, Peter, y Roger Collins (eds.). Charlemagne's Heir. New perspectives on the reign of Louis the Pious (814–840). Oxford y Nueva York: Clarendon Press, 1990.
  • Luis I el piadoso