Manuel de la Cruz
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Manuel de la Cruz y Fernández. Fue un periodista, escritor y crítico literario cubano. Cultivó un estilo irreverente y se caracterizó por su pensamiento independentista.
Sumario
Síntesis biográfica
Nació el 17 de septiembre de 1861 en La Habana. Realizó sus primeros estudios en el colegio San Anacleto, el mismo donde años antes había estudiado José Martí.
Formación revolucionaria
Sus padres abogaban por la independencia de Cuba, lo cual influyó fuertemente en su formación. Cuando se produjo el alzamiento en Demajagua de Carlos Manuel de Céspedes y las tropas mambisas liberaron la ciudad de Bayamo y el pueblo entonó por primera vez La Bayamesa de Perucho Figueredo, Manuel de la Cruz era un niño. Años más tarde en una carta a Manuel Sanguily él recordaba los sucesos más famosos de que fue teatro La Habana.
Dice Manuel de la Cruz:
Los hechos ocurridos en 1870 y 1871 en La Habana, el asalto al teatro Villanueva, el fusilamiento de los estudiantes de medicina, no intimidaron a su familia y todos leían los periódicos separatistas que llegaban desde lejos y hacían colectas de dinero y acopio de hilas, de vendajes, de medicina, con destino a los que peleaban por la independencia de Cuba.
En el año 1880, Manuel de la Cruz conoció al teniente coronel Francisco Lufriú, veterano de la Guerra de los Diez Años, quien le narraba anécdotas memorables de la contienda. En esas circunstancias, el joven De la Cruz alcanzó una clara idea, casi vívida, de la primera lucha por la emancipación de la Isla.
Primeros viajes
Entre los años 1883 y 1884 viajó a Francia y España. Se estableció en Barcelona, donde enriqueció su formación literaria y cultural de manera autodidacta. Desde tierras españolas enviaba colaboraciones a publicaciones cubanas como La Habana Elegante y también comenzó a colaborar en la Revista Habanera, una importante publicación de Barcelona. Esta colaboración se mantuvo aún despues de su regreso a Cuba.
Al regresar a La Habana mantuvo una labor periodística, colaborando constantemente en La Ilustración Cubana (1885), de Barcelona, y El Cubano (1887).
En 1888 sostuvo una polémica de prensa con el escritor Cirilo Villaverde concerniente a la filiación política de Narciso López, en la que De la Cruz defendía la tesis del anexionismo de López.
Escritor y narrador
En el año 1889 es designado y comenzó a laborar como corresponsal del diario La Nación, de Buenos Aires, Argentina, al cual remitía trabajos de crítica literaria. Desde su corresponsalía promocionó en el extranjero la obra de las más destacadas personalidades cubanas. Fue reportero del rotativo argentino hasta su muerte.
Por esa época fue redactor de El Fígaro y Revista Cubana, y escribió además para El País, El Almendares y El Porvenir.
En 1892 publicó su obra más acabada: Episodios de la revolución cubana, que resultó muy elogiada y que ayudó a levantar los animos libertarios en Cuba y en el exilio.
Preparando la Guerra necesaria
De la Cruz apoyó a José Martí en los planes de organizar la guerra contra el colonialismo español y llegó a ser uno de sus colaboradores en el proyecto de liberación que se conocería más tarde como Guerra de Independencia. Por encargo de Martí recorrió la Isla, con el fin conocer la situación imperante en las distintas regiones y preparar al país para la guerra que se gestaba en el exilio.
En 1894 viajó al Oriente cubano, portando un mensaje secreto de Juan Gualberto Gómez para unificar las fuerzas independentistas. En un rápido viaje a Santiago de Cuba se entrevistó con veteranos de la Guerra de los Diez Años como Guillermón Moncada.
Al comenzar la Guerra de Independencia se trasladó a Cayo Hueso, en Estados Unidos, donde inició una intensa labor de propaganda a favor de la emancipación de Cuba. Desde Tampa mantuvo sus colaboraciones a La Nación, en las cuales divulgó el proceso inicial de la contienda. Más tarde pasó a Nueva York, y allí continuó enviando al diario argentino los artículos que reunía bajo el epígrafe «La guerra de Cuba».
En Nueva York trabajó a las órdenes de Don Tomás Estrada Palma como secretario de la Delegación del Partido Revolucionario Cubano (PRC), y como redactor de su periódico, Patria.
Muerte
Falleció repentinamente en Nueva York el 19 de febrero de 1896, a los 34 años de edad.
Mambí de las letras
Manuel de la Cruz fue un mambí de la pluma y no del fusil, que supo convertir la retaguardia en trinchera, fortaleciendo, con su brillante prosa, el espíritu patriótico de los cubanos. La primera edición de Episodios de la Revolución Cubana coincidió oportunamente con el periodo preparatorio de la nueva Guerra de Independencia de 1895. José Martí, al leer el ejemplar que le remitió el autor, le escribió:
Raúl Roa García le llamó Mambí de las letras, porque:
El mambí de las letras logró con sus libros despertar la conciencia de los hombres y mujeres que siguieron al Apóstol, de ahí, sin duda, la amistad que los uniera en los altibajos de aquel período histórico, tan convulso y definidor, en la literatura y en los hechos.
Relación entre Martí y Manuel de la Cruz
El 3 de junio de 1890 José Martí escribió una carta a Manuel de la Cruz, que permaneció inédita hasta mayo de 1923, donde le dice:
En mayo de 1894, en carta enviada a Serafín Sánchez desde Nueva Orleáns, Martí al referirse a Manuel de la Cruz: Le envía un sólido apretón de manos. En noviembre, al escribirle a Juan Gualberto Gómez, dice que le inspira confianza absoluta; y en diciembre le dice mi hermano Cruz y le manda un largo abrazo.
Por su parte, cuatro meses y siete días después de la caída de Martí en Dos Ríos, el 26 de septiembre de 1895, Manuel de la Cruz escribió un artículo que fue publicado en La Nación de Buenos Aires el 16 de noviembre de 1895, en donde el autor de Cromitos y de Episodios de la Revolución Cubana entrega para la posterioridad un texto que es medallón, retrato, biografía, pintura de tal fuerza expresiva de nuestro Héroe Nacional, que no es posible leer hoy sin sentir la vibración de un acercamiento espiritual extraordinario.
En ese artículo se destaca la manera en que de la Cruz pinta el lugar de trabajo de Martí en Nueva York, donde el tribuno meditó sus oraciones, cinceló sus cantos el bardo, forjó sus frases, sus períodos mórbidos y pintorescos el escritor infatigable, obsedido por sus preocupaciones de artista, y dejó huella profunda el obrero perseverante y luminoso de los más grandes y más nobles ideales, es un reto a los murales de los grandes pintores, no sólo por los detalles y contraluces, sino por el vasto cielo que recorre sintiendo el frío del aposento, solitario y mudo y se torna el corazón campo humeante y ensangrentado en que rodara acribillado a balazos.
Tanto la carta de Martí a Manuel de la Cruz como el artículo póstumo de éste sobre el más universal de los cubanos, son joyas de un hermoso ejemplo de cartas cruzadas y admiración mutua.
Trabajos literarios
- Como narrador creó algunos relatos de ficción significativos, entre los cuales se destacan La hija del montero y El marco de la sierra, de discreto ambiente romántico y plenos de misterio.
- En 1890 y a petición del editor argentino Francisco Laggomaggiore, elaboró el capítulo dedicado al desarrollo de la literatura en Cuba para la obra América literaria (1890) que preparaba aquel. La contribución, con el nombre de «Reseña histórica del movimiento literario en la Isla de Cuba», estudiaba las producciones cubanas desde 1790 a 1890.
Ese texto demostró sus conocimientos sobre el tema, y destacó la relevancia de autores como José María Heredia y Gertrudis Gómez de Avellaneda.
- En 1890se publicó Episodios de la revolución cubana, una novela testimonial, en que De la Cruz recogió las memorias de varios protagonistas de la Guerra de los Diez Años: Ramón Roa, Manuel Sanguily Garrite, Enrique Collazo, Esteban Borrero, Félix Figueredo, entre otros. Con esa base articuló un relato colectivo, que marcó el fin de la literatura cubana colonial y dio inicio a la literatura de campaña, continuada muy pronto por A pie y descalzo, de Ramón Roa. Episodios de la revolución cubana, obra de evidente defensa y rescate de la gesta libertadora iniciada en 1868, constituyó una sorpresa para el público de la Isla y provocó una rápida contrarréplica de las autoridades coloniales.
De la Cruz se dio a la tarea, a través de la literatura y la crítica, de realizar una labor de recordación y propaganda sobre la Guerra de los Diez Años y las ideas independentistas, por lo que se le dio el sobrenombre de «El Mambí de las Letras
- Cromitos cubanos, es un volumen, publicado en 1892 y que recoge veinte semblanzas y donde se trazó el perfil de contemporáneos relevantes como Rafael Montoro, Rafael María Merchán, Ricardo del Monte y José Joaquín Palma. En esa obra inauguró su estilo, influido por la prosa de José Martí, pero de sello propio y rebelde, marcado por su capacidad de concentrar en pocas palabras múltiples conceptos y matices.
- De la Cruz recopiló datos para una biografía del mayor general Ignacio Agramonte, prócer de la Guerra de los Diez Años, la que dejó inédita. Al parecer llegó a redactar algunos capítulos, pero en los papeles que legó, sus herederos solo encontraron apuntes sueltos.
- Preparaba además al morir un volumen de Cromitos argentinos y uruguayos, de los cuales únicamente publicó los perfiles dedicados a Carlos Guido Spano, Rafael Obligado y Eduardo Acevedo Díaz.
Seudónimos Utilizados
En sus colaboraciones en diferentes periódicos y revistas de la época utilizó diferentes seudónimos, entre los que se encuentran:
- Un Académico de la Lengua,
- El Académico de Banes,
- Isaías,
- Un Colaborador Asiduo,
- Emmanuel,
- Juan de las Guásimas,
- Micros,
- Un Occidental,
- Un Redactor,
- Raimundo Rosas,
- Juan Sincero y
- Bonifacio Sánchez
Bibliografía
Bibliografía activa
- La hija del montero, Imprenta La Correspondencia de Cuba, La Habana, 1885.
- El capitán Córdova, Tipografía de Ruiz, La Habana, 1886.
- Juan Media Risa, Tipografía de Ruiz, La Habana, 1887.
- Tres caracteres. Bocetos biográficos cubanos, Tipografía de La Revista Popular, Key West, 1889.
- Cromitos cubanos. Bocetos de autores hispanoamericanos, Establecimiento Tipográfico La Lucha, La Habana, 1892.
- La revolución cubana y la raza de color (apuntes y datos), Imprenta La Propaganda, Key West, 1895.
- Lienzos heroicos, Imprenta La Prueba, La Habana, 1916.
- Obras de Manuel de la Cruz, 7 t, Compilador José María Chacón y Calvo, Editorial Saturnino Calleja, Madrid, 1924-1926.
- Pasión de Cuba, Compilador Andrés de Piedra Bueno, Dirección de Cultura del Ministerio de Educación, La Habana, 1947.
- Episodios de la Revolución Cubana, Instituto Cubano del Libro, La Habana, 1968.
Bibliografía pasiva
- Bueno, Salvador: «Manuel de la Cruz, el crítico», Figuras cubanas. Breves biografías de grandes cubanos del siglo XIX, Comisión Nacional Cubana de la UNESCO, La Habana, 1964.
- Carbonell, Néstor Leonelo: «Manuel de la Cruz. Episodios de la Revolución Cubana», El Porvenir, 1 (7): [2], Nueva York, abr. 29, 1890.
- Figueroa, Pedro Pablo: «Un colorista cubano: Manuel de la Cruz», Boceto literario, Imprenta y Librería y Encuadernación Gil, Lima, 1896.
- Martí, José: «Carta a Manuel de la Cruz», Obras completas, t. 5, Editorial Nacional de Cuba, La Habana, 1963.
- Roa, Raúl: «Manuel de la Cruz», Viento sur, Editorial Selecta, La Habana, 1953.
- Sanguily, Manuel: «Cromitos cubanos», Hojas Literarias, La Habana, 1 (1): 17-63, mar. 31, 1893.
- Trujillo, Enrique: «La revolución de Cuba. Un libro de Manuel de la Cruz», El Porvenir, 1 (2): [2], Nueva York, mar. 19, 1890.
- Valverde y Mauri, Antonio L.: Manuel de la Cruz, historiador y patriota cubano, Discurso leído en la sesión celebrada por la Academia de la Historia de Cuba el 19 de febrero de 1929, Imprenta El Siglo XX, La Habana, 1929.
- Vitier, Cintio: «Manuel de la Cruz como caso estilístico», Crítica sucesiva, UNEAC, La Habana, 1971.
Enlaces externos
- Episodios de la Revolución cubana Biblioteca Nacional José Martí
Fuentes
- Manuel de la Cruz, PoetaCubaliteraria
- El critico Manuel de la Cruz Radio Angulo
- Efemerides de Febrero Portal Cultural Santiago
- EfeméridesCubaperiodistas
- Manuel de la Cruz, Mambí de las letras Portal Cubarte
- A las puertas de la Fiesta del Libro en Cuba Cubarte