Ferrocarriles en Cuba
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Sumario
Llegada del ferrocarril a Cuba
El primer tramo ferroviario de Cuba, de La Habana a Bejucal, se concluyó e inauguró el domingo 19 de noviembre de 1837, gracias al Conde de Villanueva, 11 años antes de que España tuviera el suyo, entre Barcelona y Mataró.
Este ingeniero trabajó enconadamente en la construcción, desarrollo y difusión posterior del ferrocarril en toda la isla.
A este hombre se debe en gran medida la construcción del ferrocarril de El Cobre, Oriente, en 1842, único en su tipo en el país por lo abrupto del terreno donde fué construido; la construcción de la Línea Cienfuegos-Palmira-Ranchuelo-Villa Clara, en 1846; la prolongación del ferrocarril de Júcaro, en Cárdenas, y en 1855 el de Guantánamo.
Cruger trabajó en el ferrocarril La Habana-Güines, con dos hijos de Benjamin Wright, quienes en 1851 y en 1863, participaron en otras obras ferroviarias.
«Sin embargo, por esfuerzo personal del ingeniero francés Sagebien se trazaron y ejecutaron los primeros tramos del ferrocarril Oeste, que unieron a Ciudad de La Habana con Pinar del Río, inaugurado en 1861. Dos años después, pasó a ser el Ingeniero Director del ferrocarril de Marianao, terminado en poco más de un año. Antes realizó algunos trabajos menores en el ferrocarril de Santiago de Cuba.
El ferrocarril cañero
Estas condiciones crearon las premisas para que el ferrocarril asumiera este rol, surgiendo así el ferrocarril cañero, elemento trascendental para que Cuba se convirtiera en el primer productor de azúcar de la época.
El ferrocarril público versus el ferrocarril azucarero
En el proceso expansionista ferroviario surgen dos tipos de ferrocarriles: el público y el azucarero, ambos con objetivos muy definidos. El primero se dedicaba de manera general a la transportación de mercancías y pasajeros, y el segundo, como ferrocarril industrial, formaba parte del proceso tecnológico de producción de azúcar, con un sistema de trabajo que sólo comprendía una parte del año. La historia de los ferrocarriles en Cuba deja claro que en todo momento se mantuvieron discrepancias entre estos ferrocarriles. Puede comprenderse que los ferrocarriles públicos nunca estuvieron realmente interesados en asumir la transportación de la caña de azúcar.De Punta de Sal a las minas del Cobre
Era un ferrocarril industrial que comunicaba el muelle de Punta de Sal, al oeste de la Bahía de Santiago de Cuba, con los yacimientos de mineral de cobre, cercanos a la población de ese nombre. A través de este se trasladaba el mineral al puerto de embarque.
«Eso se hacía antes sorteando montañas, con carretas y carretones tirados por tracción animal. Se utilizaron muy bien los accidentes del terreno y la fuerza de gravedad. Esta obra se inauguró el primero de noviembre de 1844, a menos de dos años de su autorización».
Sus obras lo califican como un verdadero precursor y forjador del llamado Camino de Hierro en Cuba y aún hoy el ferrocarril público conserva algunos de sus trazados originales, como por ejemplo la vía principal Cienfuegos-Villa Clara, con 68 kilómetros, y la Línea Magistral Guantánamo-Caimanera, de 20 kilómetros.
En 1833 murió Fernando VII y le sucedió la Reina Isabel II, quien el 12 de octubre de 1934 autorizó el ferrocarril, financiado por bancos ingleses mediante empréstito de dos millones de pesos en oro. En abril de 1835 la Junta de Fomento creó la Comisión denominada Camino de Hierro, presidida por el Conde de Villanueva.
El andaluz Marcelino Calero, residente en Londres, fue quien se fijó en el ferrocarril de George Stephenson, y propuso al capitán general Dionisio Vives, en 1830, un ferrocarril para la Isla. El 8 de agosto de 1830 se creó la Comisión Junta del Camino de Hierro.
En realidad el primer tren que se deslizó por las paralelas de hierro salió del Taller de Ciénaga, sede del ferrocarril colonial de Cuba, en un viaje de prueba, el 13 de noviembre de 1837. Arribó a Bejucal a las 10:18 a.m. Esa prueba la publicó el Diario de la Marina el 18 de noviembre. La Estación Central de Ferrocarriles, obra del arquitecto norteamericano Lente H. Murchin, se inauguró oficialmente el 30 de noviembre de 1912.
En 1835 se adquirieron ocho locomotoras y los carriles necesarios en Inglaterra. Los técnicos se contrataron en Estados Unidos. Se iniciaron las obras en noviembre. La inauguración del tramo La Habana-Bejucal, de 17 millas (27,3 kilómetros), tuvo lugar el 19 de noviembre de 1837. Y el tramo Bejucal-Güines, de 19 millas (30,5 kilómetros), ese día de noviembre, pero de 1838.
En 1837 llegaron a Cuba las primeras locomotoras inglesas fabricadas por la Braithwhith y Reanis. En breve se sustituyeron por las norteamericanas Baldwin y Norris.
El Ferrocarril Central quedó inaugurado oficialmente el 12 de noviembre de 1902, luego de construirse 541 kilómetros de vía de Santiago de Cuba a Santa Clara.
La decadencia del ferrocarril ocurrió por la paralización del crecimiento azucarero, la inauguración de la Carretera Central en 1931 y el auge de la industria automotriz norteamericana.
El 30 de junio de 1961 se creó la Empresa Consolidada de Ferrocarriles Nacionales, y entre 1964-1965 se importaron 80 locomotoras de la URSS, Francia e Inglaterra.
El 29 de enero de 1975 se realizó el acto por la conclusión del primer tramo de la línea central. El Comandante en Jefe Fidel Castro operó la locomotora soviética M-62-K No. 61602 y desde entonces esta es la fecha del Día del Trabajador Ferroviario.
El 30 de diciembre de 1977 Fidel inauguró la vía férrea rápida entre Santa Clara y Ciudad de La Habana. En 1984 quedó concluida la reconstrucción de la Línea Central y en 2002, el 19 de noviembre, quedó inaugurado el Museo del Ferrocarril de Cuba.
Llegada del ferrocarril a Ciego de Ávila
Con la industria azucarera llega el ferrocarril a este territorio como lógica consecuencia de la estrecha vinculación entre ambos factores del desarrollo económico y las posibilidades que daban las inversiones. En 1917, al estrenarse el Central Adelaida, llegaron las carreteras a Falla, y en 1919 ya se extendían desde Nuevitas hasta el río Chambas y se declaran terminadas el 1 de julio de ese último año. En 1917 sé construyo la estación de Falla; en 1920 sé construyo el puente sobre el río Chambas y se inaugura la estación del ferrocarril del citado poblado la línea llego a Piedra en 1924 y en 1927 se completo el difícil tramo hasta Florencia.
En 1920 también llega a Chambas una línea de vía estrecha procedente de Caibarién, cuya concesión fue obtenida por los dueños del Central Narcisa, que tenían el propósito de construir un ferrocarril de Caibarién a Morón y que solo llego hasta este poblado por existir ya la línea norte.
Llegada del ferrocarrila al municipio Chambas
Las vías del ferrocarril llegan al municipio en el año 1920 y se construye esta estación provisional que antiguamente era conocida como el barrio La Güira y que actualmente es el Crucero de Tamarindo. (Se montan los turistas al tren y éste empieza a andar lentamente).
Posteriormente con la culminación de la construcción de este puente por el ingeniero mexicano José Armando Docal Hernández para proseguir con la colocación de las vías férreas.
(El tren anuncia su llegada a la Estación y los pasajeros se bajan)
En noviembre de 1922 se inaugura la actual Estación de Ferrocarril, la cual desde sus inicios presentaba el andén, el salón de espera, oficina, expreso, dos baños y patios. Posee un estilo ecléctico que era el que predominaba en los Estados Unidos al realizarse la construcción de la obra y se encuentra ubicada en un lote de terreno procedente de la finca “La Concepción” en la Hacienda Cacarratas, la cual limita al norte con la calle Gonzalo Rubiera, por el oeste con áreas de Comunales, linda al este con la cafetería “La Norte de Cuba”, perteneciente a la Empresa de Comercio y Gastronomía y al sur con la calle Wilfredo Fajardo.
Posee una superficie ocupada de 882.05m2 y una superficie construida de 329.28m2 y tiene un estilo arquitectónico ecléctico con paredes de mampostería y techo de tejas de dos aguas, utilizándose éste porque era el estilo reinante en Estados Unidos y al triunfar la Revolución Cubana fue nacionalizada y en el 2007 pasa a formar parte del Patrimonio Tangible del municipio.
Dentro de este patrimonio se ofrece una variada gama de ofertas como la venta de cerámicas de escultores locales y de las cuales se pueden adquirir réplicas de la primera locomotora que entró a la Estación de Ferrocarril, jarras y collares artesanales, asimismo acompañado de una oferta gastronómica ligera se les ofrece confituras, pizzas y bebidas naturales propias de la localidad, como el guarapo de caña y el agua de coco. Además pueden disfrutar de una exposición de una colección de fotos desde el surgimiento de la estación hasta la actualidad y de la charla amena por parte del encargado de la Estación de Ferrocarril del municipio.
Fuentes
- Morales, Lany “Enrique Varona el líder de las mil huelgas”. Editora Letras Cubanas. La Habana,
- Pedrosa Pérez, René y otros: “Del Punta Alegre al Máximo Gómez”. Material Mecanografiado. Inédito. Páginas 4 y 5. Aparece en el Archivo de la Obra Científica Historia Local de Chambas en el PCC Municipal.
- René Pedrosa Pérez y otros. Historias del Central Máximo Gómez. Septiembre 30 de 1972. Material mecanografiado. Inédito. Pagina 8. Aparece en el Archivo de Investigaciones Históricas PCC Provincial Ciego de Avila.
- Estaciones del ferrocarril cubano.

