Claude Debussy

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Claude Achille Debussy
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Uno de los renovadores mas eficaces de la Historia de la música.
Nacimiento22 de agosto de 1862
Saint-Germain-en-Laye, Francia Bandera de Francia Francia
Fallecimiento25 de marzo de 1918 (55 años) 
París Francia Bandera de Francia Francia
Causa de la muerteCáncer
NacionalidadFrancesa
OcupaciónCompositor
CónyugeGabrielle Dupont, Rosalie Texier, Emma Bardac
PadresManuel-Achille Debussy, Victorine Manoury
Obras destacadasDiane au bois, comedia lírica de Théodore de Banville. (Inicios 1883 - 1884 - Roma, 1885), L'Enfant prodigue.

Claude-Achille Debussy. Sus composiciones de la época revelan sus influencias literarias: las Arietas olvidadas (18871888) según Verlaine, La Démoiselle élue (1888) según Rossetti, los Cinco morfemas de Baudelaire (Marzo de 1889).

Breve biografía

Origen

Nacido en la Francia, era hijo de Manuel-Achille Debussy y Victorine Manoury. Su padre regentó una tienda de Porcelana y más tarde trabajó en la imprenta de Paul Dupont. Llegó a capitán de la guardia nacional al servicio de la Comuna y fue condenado por ello a cuatro años de prisión, de los que cumplió el primero.

Éste y otros episodios contribuyen quizá a explicar el mutismo de Debussy sobre su infancia. Aunque en ocasiones se ha calificado a sus padres de modestos empleados sin ambiciones culturales o impulsos artísticos, esta idea no parece cierta. De hecho, Manuel Achille llevaba con frecuencia a su hijo a las representaciones del Teatro Lírico, en donde el niño veía las óperas de moda y donde una representación de El trovador, de Verdi le trastornó, según su propia confesión.

En algunas estancias en Cannes, en casa de su querida tía y madrina Clementina Debussy, recibió sus primeras lecciones de piano en 1870 y 1871. Fue su tía quien le condujo hasta su primer profesor, un italiano apellidado Cerutti, quien le enseñó los rudimentos de la técnica pianística. Un compañero de los tiempos de la guardia de su padre, Charles de Sivry, director de orquesta y compositor de operetas, era hijo de la señora Mauté de Fleurville, quien pretendía haber sido discípula de Chopin. Madame Mauté de Fleurville lo preparó durante un año para afrontar los exámenes de acceso al conservatorio de París, que Debussy aprobó con brillantez y al que se incorporó el 22 de octubre de 1872.

Formación

Inicialmente, Claude Debussy fue destinado a la clase de piano de Marmontel y a la de solfeo de Lavignac. Contra lo que habitualmente se supone y a pesar de los informes de sus propios profesores, el rendimiento académico de Debussy le proporcionó una tercera medalla en solfeo en 1874, la segunda en 1875 y la primera medalla al año siguiente.

Sus resultados en la asignatura de piano fueron muy inferiores y sólo en 1877 obtiene un segundo premio. Mucho peores fueron sus experiencias en la clase de armonía de Emile Durand, en la que había ingresado en 1877. Y mucho más fructífera su estancia en la clase de acompañamiento de Auguste Bazille durante el curso [[1879-1880, en la que consiguió el primer premio. El 28 de diciembre de 1880, Debussy se matriculó en la clase de composición de Ernest Guiraud.

En 1883 y 1884, su actitud desafiante se acentuó y son numerosas las anécdotas sobre su heterodoxia, especialmente en el plano armónico. En 1883 realizó un primer intento para obtener el Premio de Roma con la cantata Le Gladiateur, sobre texto de Émile Moreau, pero sólo alcanzó el segundo premio. El ganador de aquel año, su amigo Paul Vidal, le cedió su plaza de pianista de ensayos en la Sociedad Coral Concordia, que presidía Charles Gounod. El 27 de junio de 1885 del siguiente año, la cantata L'enfant prodige, sobre texto de Edouard Guinand, le proporcionó el primer premio: la pensión con estancia de tres años en la Villa Mèdicis.

Influjos musicales y literarias

Debussy llegó a Roma el 26 de enero de 1885 y volvió a París el 5 de marzo de 1886. Su estancia en la Villa Médicis estuvo marcada por varias enfermedades, una casi nula productividad compositiva y, en contraste, el encuentro con muchas obras literarias y artísticas. Descubrió la música de Palestrina y Lasso. Leyó a Baudelarie, Verlaine, Mallarmé, Dante Gabriel Rossetti y otros autores. Interpretó a cuatro manos (era excelente lector de partituras a primera vista) y analizó muchas partituras antiguas y contemporáneas, entre ellas el Tristán e Isolda de Wagner. Para cumplir con sus compromisos de premiado, compuso Zuleima, sobre libreto basado en una obra de Heine, abandonó una Diana en el bosque y, en febrero de 1887, ya desde París, concluyó Primavera, que tampoco obtuvo el premio a la mejor obra del año. Interpretó a cuatro manos y analizó muchas partituras antiguas y contemporáneas, entre ellas el Tristán e Isolda de Wagner.

Para cumplir con sus compromisos de premiado, compuso Zuleima, sobre libreto basado en una obra de Heine, la pieza orquestal Printemps (‘primavera’); la cantata La damoiselle élue (1887-1888, que fue criticada por la Academia como «extraña», aunque fue la primera pieza en la que comenzaron a surgir las características estilísticas de su estilo posterior); y la Fantaisie para piano y orquesta, que estaba demasiado basada en la música de César Franck y, por lo tanto, Debussy se negó a presentar. La Academia lo reprendió por «cortejar lo inusual» y esperaba algo mejor del estudiante talentoso. Aunque las obras de Debussy mostraron la influencia de Jules Massenet, el propio Massenet concluyó: «Él es un enigma».[1] Su descubrimiento de Richard Wagner data de 1880. En el verano de aquel año, contratado como profesor de música de los hijos de la aristócrata rusa Nadejda von Meck (la mecenas de Piótr Ílich Chaikovski), tuvo la ocasión de asistir a una representación vienesa de Tristán e Isolda.

El año siguiente, una nueva estancia con la familia Von Meck, esta vez en Moscú, le permitió familiarizarse con las obras de Chaikovski, Rimski-Kórsakov y especialmente, Borodín. Junto a las óperas de Lalo y Chabrier, Debussy escuchó a partir de 1887 obras sinfónicas de Saint-Saëns, D’Indý y Franck y asistió a la tumultuosa representación de Lohengrin el 3 de mayo de 1887. Al año siguiente acudió por primera vez al Festival de Bayreuth. En 1892, Debussy comenzó a elaborar los esbozos de grandes obras futuras: un cuarteto de cuerda, un preludio, interludio y paráfrasis para La siesta de un fauno según la égloga de Mallarmé y una especie de fantasía para violín y orquesta en tres partes.

La primera audición de La démoiselle élue, el 8 de abril de 1893, comenzó a atraer la atención de la crítica sobre la originalidad de su música. Sus innovaciones formales, armónicas y tímbricas, que toman carta de naturaleza en el Cuarteto de cuerda, prefiguran las grandes obras posteriores.

Vida privada

La vida privada de Debussý a menudo fue turbulenta. A la edad de 18 años comenzó un romance de ocho años con una mujer casada, Marie-Blanche Vasnier, esposa del funcionario parisino Henri Vasnier. La relación finalmente terminó cuando Debussy ganó el Premio de Roma en 1884 y tuvo que residir obligatoriamente en Roma.

Tras su regreso permanente a Parísm a la casa de sus padres en la Rue de Berlín (ahora llamada Rue de Liège) comenzó una tempestuosa relación con Gabrielle (Gabý) Dupont, hija de un sastre de Lisieux, con quien pronto se fue a vivir en un apartamento de la Rue de Londres (ahora Rue Gustave Doré). Durante este tiempo también tuvo un romance con la cantante Thérèse Roger. Su comportamiento fue condenado por sus amigos, y precipitó el final de su larga amistad con Ernest Chausson.

Finalmente abandonó a Gabý Dupont por la amiga de ella Rosalie (Lillý) Texier, una modelo profesional con quien se casó en 1899, después de amenazarla de suicidarse si ella lo rechazaba.[2]

Sin embargo, a pesar de que Lilí Texier era afectuosa, práctica, sincera y muy querida por los amigos de Debussý, este se sentía cada vez más irritado por sus limitaciones intelectuales y su falta de sensibilidad musical. Además, él afirmaba que ella había envejecido prematuramente y no podía tener hijos.[3]

En 1904, Raoul Bardac (uno de los alumnos de Debussý) le presentó a su madre, Emma Bardac, esposa del banquero parisino Sigismond Bardac.[4] En contraste con Lilí Texier, Emma Bardac era sofisticada, una brillante conversadora y una consumada cantante. Después de enviar a Lilí a casa de sus padres en Bichain en Villeneuve-la-Guyard el 15 de julio de 1904, Debussý llevó secretamente a Emma Bardac a la isla de Jersey (entre Francia y Reino Unido) para pasar sus vacaciones. A su regreso a Francia, le escribió a Lilí Texier el 11 de agosto de Dieppe, informándole que su matrimonio había terminado, pero que aún no mencionaba a Bardac. Se mudó brevemente a un apartamento en la avenida Alphand 10. El 14 de octubre, cinco días antes de su quinto aniversario de bodas, Lilí Texier intentó suicidarse, disparándose en el pecho con un revólver mientras estaba caminaba por la Place de la Concorde. Ella sobrevivió, aunque la bala permaneció alojada en una vértebra por el resto de su vida. El escándalo resultante alejó a Debussý de casi todos sus amigos, mientras que Emma Bardac fue desheredada por sus padres.[5]

En la primavera de 1905, al encontrar intolerable la hostilidad hacia ellos, Debussý y Emma Bardac (ahora embarazada) huyeron a Inglaterra, a través de la isla de Jersey.[6] El divorcio de Emma Bardac con su exesposo banquero finalizó en mayo de 2005.[7] La pareja se instaló en el Grand Hotel de Eastbourne (un pueblo costero sobre el Canal de la Mancha a 120 km al sur de Londres, del 24 de julio al 30 de agosto de 1905,[8] donde Debussý corrigió las pruebas de su suite sinfónica La mer.[9] El 2 de agosto celebró su divorcio de Lilí Texier.[5]

Después de una breve visita a Londres (120 km al norte de Eastbourne), la pareja regresó a París en septiembre de 2005. Debussý compró una casa en la Avenue du Bois de Boulogne (ahora Avenue Foch), a unos 1200 metros al oeste del Arco de Triunfo de París y a 2500 metros al noroeste de la Torre Eiffel. Allí Debussý residió por el resto de su vida.[10] Su hija (la única hija que tuvo) Claude-Emma Debussy nació allí el 30 de octubre de 1905.[5] Debussý finalmente se casó con Emma Bardac en 1908. Su conflictiva unión perduró hasta la muerte de Debussy en 1918. Claude-Emma, más cariñosamente conocida como Chouchou ([chuchú]), fue una gran inspiración musical para el compositor (a ella le dedicó su suite Children's Corner). Claude-Emma sobrevivió a su padre por apenas un año, sucumbiendo a la epidemia de difteria de 1919 después de que su médico le administrara el tratamiento equivocado.[11]

La soprano Mary Garden, que en 1902 interpretó el papel de Melisande en la producción original de Pelléas et Mélisande, escribió sobre él: «Honestamente, no sé si Debussy alguna vez amó realmente a alguien. Él amaba su música, y tal vez se amaba a sí mismo. Yo creo que él estaba envuelto en su genio. Era un hombre muy, muy extraño».[12]

Muerte

En 1909, a los 37 años de edad, experimentó sangrado anal, y se le diagnosticó cáncer de recto.[5] Seis años después, el 7 de diciembre de 1915,[6] se sometió a una de las primeras operaciones de colostomía (se le extrajo una parte del intestino grueso y el recto) alguna vez realizada en el mundo. Antes de ingresar al quirófano, le pidió a Emma: «Sígueme amando en nuestra pequeño Chuchú».[6] La operación solo le produjo un alivio temporal, pero finalmente le ocasionó una considerable desilusión (Debussý comparaba el vestirse a la mañana con «todos los trabajos de Hércules juntos»).

El 21 de marzo de 1918 comenzó el bombardeo aéreo y de artillería contra París durante la ofensiva del Imperio alemán, en el marco de la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Falleció cuatro días después, el 25 de marzo de 1918, a la edad de 55 años, en su casa de París.

La procesión fúnebre se abrió paso a través de calles desiertas hasta el cementerio Père Lachaise mientras los cañones alemanes bombardeaban a la población civil. La situación militar en Francia era crítica, y no permitía el honor de un funeral público con oraciones ceremoniales ante su tumba. Finalmente Francia venció a los alemanes y los expulsó de su territorio (aunque París estaría invadida por los nazis entre el 22 de junio de 1940 y el 24 de agosto de 1944). El ataúd de Debussý fue trasladado al año siguiente al pequeño cementerio de Passý, detrás del Trocadero, cumpliendo su deseo de descansar «entre los árboles y los pájaros». Su esposa y su hija están enterradas con él.[7]

Obras

  • Preludio a la siesta de un fauno
Noctámbulo y asiduo a los ambientes de Café, de escasos recursos económicos y con variados problemas personales, Claude Debussy atravesó periodos de depresión y otros de auge y notoriedad pública. El progresivo distanciamiento de sus padres o la ruptura de su compromiso con Thérèse Roger (la intérprete que estrenó "La Démoiselle élue" y "Proses lyriques") no impidieron su ritmo de trabajo febril. Así, de 1892 a 1894 datan sus creaciones más reveladoras, todas para orquesta. Del plan inicial que trazara de preludio, interludio y paráfrasis, sólo subsiste la primera parte en su Preludio a la Siesta de un fauno (Prélude à l'après-midi d'un faune en francés), basado en un poema bucólico de Stéphane Mallarmé que también fue ilustrado por el pintor impresionista Manet. Fue estrenado el 22 de diciembre de 1894 en uno de los conciertos de la "Société Nationale de Musique".
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En 1912, el bailarín ruso Vaslav Nijinski, con el patrocinio del empresario de ballets, Sergéi Diágilev, lo coreografió e interpretó por primera vez en versión para ballet. Las novedades que la obra presentaba eran muchas. En primer lugar, una orquestación peculiar con sólo 3 flautas, 2 oboes (mutado uno en corno inglés), 2 clarinetes, 2 fagotes, 4 trompas y dos arpas sumadas a la formación de cuerda. Ni trompetas, ni trombones, ni percusión, nada que le alejara de la sonoridad perseguida, tenue y vaporosa.

Destaca además la estructura de la composición: seis partes de longitud desigual dominadas por el solo de flauta inicial (très modéré), que es expuesto luego con una armonización leve y después completa. Una segunda parte presenta un segundo motivo en el oboe y conduce a una atmósfera de mayor animación. Después, en la tercera, clarinete, oboe y cuerda presentan un elemento melódico nuevo, de gran emotividad y lirismo (même mouvement et très sostenu). La cuarta parte retoma el primer tema transformado rítmicamente. Después el tema se reexpone y se esquematiza en una especie de coda final. Por primera vez, Debussy se apartaba totalmente de la estética establecida, de cualquier obligación tonal y toma a su antojo los recursos para expresar esa impresión general que en él dejó el poema de Mallarmé.

  • Pélleas et Mélisande

El 17 de mayo de 1893, el teatro de los Bouffes Parisiens presentó el drama Pélleas et Mélisande, del dramaturgo belga Maurice Maeterlinck. En 1891, Debussy había solicitado, infructuosamente, el permiso para emplear La princesse Maleine, otra de las obras teatrales de este autor, como libreto de ópera. Aunque el estreno parisino de Pélleas no tuvo éxito, Debussy encontró en él el libreto adecuado y Maeterlinck aprobó que lo utilizara en una carta del 8 de agosto de aquel año, fecha en la que el músico ya había esbozado algunos fragmentos de la futura ópera; el primero de ellos fue la escena de la confesión.

La composición de la ópera avanzó entre 1897 y 1900, años en los que además presentó algunos fragmentos en audiciones privadas. En 1898, Albert Carré, director de la Opéra-Comique, había aceptado la representación de la obra, pero hasta el 5 de mayo de 1901 no se comprometió formalmente a incluirla entre las representaciones de la temporada siguiente. Tanto el ensayo general, el 28 de abril de 1902, como el estreno definitivo, el 30 de abril, fueron tumultuosos, animados por las discrepancias entre autor y compositor. La obra suscitó la oposición furibunda de una parte de la crítica y de compositores académicos —Saint-Saëns, Théodore Dubois— y la admiración de un grupo de artistas amigos y parte del público que, progresivamente y tras sucesivas representaciones, acabaron por aceptarla.

Este drama lírico en cinco actos y doce cuadros transcurre a través de historias fantásticas de cuentos de hadas, de ambiente ocultista y misterioso. En un país imaginario de nombre Allemonde, Golaud, nieto del rey Arkel, se extravía en un bosque mientras cazaba. Encuentra junto a un estanque a Mélisande llorando. Seis meses después, Golaud comunica por carta a su hermano Pélleas que ha desposado a Mélisande, contrariando un matrimonio de conveniencia concertado por el rey. Arkel acepta la vuelta de Golaud al castillo. La atmósfera opresora del bosque que circunda el castillo atemoriza a Mélisande. La pérdida de su alianza mientras acompañaba a Pélleas desencadena la desconfianza y los celos de Golaud, que les espía y, devorado por los celos, les sorprende, mata a Pélleas y hiere gravemente a Mélisande que, tras alumbrar una hija, muere quietamente.

Apreciación

La música que Debussy compuso para esta ópera ha sido calificada de revolucionaria y radical. Las partes vocales se mueven a lo largo de toda la obra en una especie de recitativo continuo, con algunos florecimientos melódicos pero que en ningún caso llegan a las tradicionales arias.

Aunque emplea una Orquesta completa, en raras ocasiones la despliega totalmente; se apoya especialmente en las sonoridades de la cuerda, con frecuendia subdividida, con sordina y con énfasis en los sonidos más graves. Muy raramente hace sonar el metal o la madera sin combinar sus sonidos con los de la cuerda. El empleo de temas representativos de los personajes y las situaciones está muy lejos del leitmotiv de Wagner.

Criterios

  • Pierre Boulez

Para el compositor y director de orquesta francés Pierre Boulez (1925-), «...sólo a Debussy podemos situarlo junto a Anton Webern en una misma tendencia a destruir la organización formal preexistente en la obra, en un mismo recurrir a la belleza del sonido por sí mismo, en una misma pulverización elíptica del lenguaje». Para Boulez, el verdadero precursor de la música contemporánea es Claude Debussy, y no la tríada Igor Fiódorovich Stravinsky, Arnold Schönberg y Bela Bartok de Szuhafő: sin su obra no se entendería no sólo a Ravel, sino tampoco la de Edgar Varèse u Olivier Messiaen. Fue Debussy quien, al romper con la forma clásico-romántica de su tiempo, descubrió un lenguaje musical nuevo, libre, oscilante, abierto a otras posibilidades. Un lenguaje que, aunque tenía su origen en Wagner, establecía una alternativa diferente al modelo propuesto por éste en todos los parámetros que rigen la composición musical. A pesar de ello, no hay que ver en Claude Debussy un artista iconoclasta que reacciona contra el legado del pasado: la tradición, sobre todo la del barroco francés, reviste una trascendental importancia en su música, particularmente en sus últimas composiciones, tales como las tres sonatas de cámara. Esta dualidad otorga al legado debussiano su perenne actualidad.

Discografía

  • Debussy: Orchestral Music. Koninklijk Concertgebouworkest (Royal Concertgebouw Orchestra); Bernard Haitink y Eduard Van Beinum (directores). Philips (Dúo), 1994. 00289 438 7422.
  • Debussy: Piano Works, Volumen 1. Werner Haas (piano). Philips (Dúo),1993, 00289 438 7182.
  • Debussy: Complete piano music, volumen 2. Werner Haas (piano), Noël Lee (piano). Philips (Dúo), 1994. 438721
  • Claude Debussy: Intégrale de l'oeuvre pour deux pianos et piano à quatre mains. Christian Ivaldi et Noël Lee. Arion, 1990. ARN 268128. Contiene las primeras grabaciones realizadas de la Obertura Diane, el Andante (cantabile), Divertissement e Intermezzo.

Fuentes

  • Debussy, Claude: "El Señor Corchea" y otros escritos. Madrid: Alianza Editorial (Alianza Música), 2003. ISBN 84-206-8532-1. Recopilación de artículos y críticas publicadas en diversas revistas por el propio compositor.
  • «La Historia de la música y sus diferentes períodos», artículo publicado en el sitio web Monografías.
  • «Historia de la música», artículo publicado en el sitio web Rincón del Vago.