Dolor abdominal

Dolor abdominal
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Dolor abdominal,es el dolor que se siente en el área entre el pecho y la ingle, a menudo denominada región estomacal o vientre.

Descripción general

La indigestión, también llamada dispepsia o malestar estomacal, es una molestia en la parte superior del abdomen. La indigestión describe ciertos síntomas, como dolor abdominal y una sensación de saciedad poco después de comenzar a comer, en lugar de una enfermedad específica. La indigestión también puede ser un síntoma de diversas enfermedades digestivas.

Aunque la indigestión es común, cada persona puede experimentar la indigestión de una manera ligeramente diferente. Los síntomas de indigestión se pueden sentir ocasionalmente o tan a menudo como a diario.

La indigestión a menudo se puede aliviar con cambios en el estilo de vida y medicamentos.

Síntomas

Si tienes indigestión, puedes tener:

  • Sentirse llena rápidamente durante la comida. No has comido mucho, pero ya te sientes llena y es posible que no puedas terminar de comer.
  • Saciedad incómoda después de una comida. La sensación de saciedad dura más de lo que debería.
  • Molestia en la parte superior del abdomen. Sientes un dolor de leve a intenso en la zona situada entre la parte inferior del esternón y el ombligo.
  • Ardor en la parte superior del abdomen. Sientes un calor incómodo o una sensación de ardor entre la parte inferior del esternón y el ombligo.
  • Hinchazón de la parte superior del abdomen. Tienes una incómoda sensación de opresión en la parte superior del abdomen.
  • Náuseas. Sientes como si quisieras vomitar.

Los signos y síntomas menos frecuentes son los vómitos y los eructos.

A veces las personas con indigestión también experimentan acidez estomacal. Es un dolor o sensación de ardor en el centro del pecho que puede expandirse al cuello o la espalda durante o después de comer.

Causas

La indigestión tiene muchas causas posibles. A menudo, la indigestión está relacionada con el estilo de vida y puede ser provocada por alimentos, bebidas o medicamentos. Entre las causas frecuentes de la indigestión se incluyen las siguientes:

  • Comer en exceso o demasiado rápido
  • Alimentos grasosos o picantes
  • Cantidad excesiva de cafeína, bebidas alcohólicas, chocolate o bebidas carbonatadas
  • Tabaquismo
  • Ansiedad
  • Ciertos antibióticos, analgésicos y suplementos de hierro

La causa más frecuente de la indigestión es una afección conocida como dispepsia funcional o no ulcerosa, que está relacionada con el síndrome de colon irritable.

En ocasiones, la indigestión está causada por otras afecciones, como:

  • Inflamación del estómago (gastritis)
  • Úlceras pépticas
  • Enfermedad celíaca
  • Cálculos biliares
  • Estreñimiento
  • Inflamación del páncreas (pancreatitis)
  • Cáncer de estómago
  • Obstrucción intestinal
  • Flujo sanguíneo reducido en el intestino (isquemia intestinal)
  • Diabetes
  • Enfermedad de la tiroides
  • Embarazo

Diferentes Desencadenantes

El dolor abdominal puede tener diferentes desencadenantes y vías de propagación, así se distingue:

  • Dolor visceral: Originado en las vísceras y el peritoneo visceral ; los estímulos dolorosos se transmiten por el sistema simpático hasta el ganglio raquídeo y de aquí al asta posterior medular por donde llegarán hasta el tálamo. Es un dolor de carácter sordo y de localización poco precisa , se puede acompañar de sintomatología vagal.
  • Dolor somático o parietal: Originado en las estructuras de la pared abdominal y el peritoneo parietal; los estímulos se transmiten por los nervios periféricos correspondientes a los dermatomas, hasta el asta posterior medular y desde aquí a las fibras contralaterales del haz espinotalámico lateral. A nivel medular puede establecerse un reflejo autónomo a través de las vías eferentes simpáticas y también pueden transmitirse impulsos al asta anterior dando lugar a un componente motor (reflejo espinal, contractura muscular). Es un dolor agudo, intenso y bien localizado.
  • Dolor referido: Se percibe en regiones anatómicas diferentes a la zona de estimulación y se produce por que esta zona de estimulación comparte segmento neuronal sensorial con el área dolorosa.

Un ejemplo clásico es la apendicitis aguda. Cuando se produce la obstrucción de la luz apendicular provoca distensión de sus paredes y se pone en marcha un proceso inflamatorio, que se traduce en el comienzo de la sintomatología como dolor abdominal difuso y mal localizado con componente vegetativo dolor visceral, conforme se produce afectación de la pared, se irrita el peritoneo parietal por vecindad y aparece un dolor localizado en fosa ilíaca derecha con contractura muscular dolor parietal.

Un ejemplo de dolor referido sería el que puede aparecer a nivel de la escápula derecha durante un cólico biliar.

Los estímulos desencadenantes

Los estímulos desencadenantesdel dolor abdominal se pueden agrupar en tres grandes grupos:

  1. Tipo Mecánico
  2. Tipo Inflamatorio
  3. Tipo Isquémico
  • Mecánicos: Son la tracción , la distensión y estiramiento sobre las capas musculares de las vísceras huecas, el peritoneo y la cápsula de la vísceras macizas; es importante que se produzca de modo brusco pues una instauración progresiva puede no ocasionar dolor.
  • Inflamatorias: La liberación de sustancias implicadas en el proceso inflamatorio tanto físico como infeccioso es un poderoso estímulo doloroso.
  • Isquémicos: El cese de riego sanguíneo a una víscera, ya sea primario por embolia o trombosis o secundario por torsión de su pedículo vascular, provoca dolor debido a la irritación que provoca la concentración de determinados metabolitos tisulares.

Hay que tener en cuenta también la diferente sensibilidad de las estructuras intraabdominales, así por ejemplo la mucosa de casi todo el tubo digestivo no aprecia sensación dolorosa, las vísceras huecas son más sensibles al aumento de presión, el peritoneo visceral es prácticamente indoloro y que existen unas zonas denominadas áreas silenciosas (cámara gástrica y ciego) que no provocan dolor hasta que no se produce irritación peritoneal u obstrucción.

Características

A la hora de enfrentarse a un paciente con un cuadro de dolor abdominal es necesario definir exactamente sus características , de esta manera se puede establecer un diagnóstico sindrómico que orientará para conducir su estudio y actitud terapéutica. Ante un dolor abdominal se debe considerar

  • Edad: Numerosas enfermedades se presentan en grupos de población de una determinada edad , lo cual ya es de por sí orientativo. Por ejemplo, se puede esperar una invaginación intestinal como causa de un cuadro oclusivo en un niño de corta edad, siendo excepcional en el adulto. Sin embargo una obstrucción intestinal en un paciente añoso sin antecedentes , hará sospechar la existencia de un cáncer de colon.

Otra consideración importante respecto a la edad es la dificultad diagnóstica en el paciente anciano a la que me referiré más adelante.

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  • Localización y cronología del dolor: Debe establecerse con exactitud y valorarse sus irradiaciones. También es importante considerar si se ha producido desplazamiento del dolor. Muchos cuadros abdominales tienen una pauta de dolor característica como por ejemplo el de la perforación de un ulcus duodenal, que tiene un inicio brusco en epigastrio muy intenso y posteriormente se generaliza al resto del abdomen.
  • Intensidad del dolor: Es un parámetro de difícil valoración aunque se puede generalizar que la intensidad del dolor está en relación con la importancia de la enfermedad , es decir , un dolor de escasa intensidad rara vez es síntoma de un proceso grave.

Patologías mas frecuentes según la localización

Cuadrante Superior Derecho

Epigastrio

Cuadrante Superior Izquierdo

Central (PERIUMBILICAL)

Cuadrante Inferior Derecho

Cuadrante Inferior Izquierdo

Características del Dolor

Se puede clasificar en tres tipos fundamentales:

  • Dolor constante: Es continuo en el tiempo y permanece con la misma intensidad , puede ser característico de patología inflamatoria.
  • Dolor intermitente: El dolor presenta intervalos no dolorosos
  • Dolor cólico: Si existen variaciones en intensidad y cierto ritmo temporal; es típico de procesos obstructivos .

Sin embargo no siempre se pode encasillar un dolor abdominal en alguno de estos tres tipos.

Factores que modifican el dolorse

Hay que analizar si se produce variación del dolor con la respiración, con la ingesta, con el vómito , con la deposición, etc. Así el dolor por irritación peritoneal se agrava con el movimiento, el dolor ulceroso se calma con la ingesta, en la pancreatitis se experimenta un alivio del dolor al inclinarse el paciente hacia adelante. Un dolor cólico que se alivia con la deposición puede ser indicativo de patología en el colon, el vómito alivia el dolor en procesos obstructivos del tracto gastrointestinal superior, etc.

Sintomatología acompañante

El dolor abdominal no suele ser presentarse como único síntoma en un paciente sino acompañado por otra sintomatología que ayuda a disminuir su carácter inespecífico, como por ejemplo:

  • Vómitos: Suelen ser síntoma frecuente en las enfermedades abdominales acompañados por nauseas ,dependiendo de la causa de los mismos. Se puede reconocer tres mecanismos principales:
    • irritación intensa de los nervios del peritoneo o mesenterio ( perforación de víscera hueca, apendicitis, etc.).
    • obstrucción de conducto dotado de musculatura lisa (intestino, colédoco ,etc.).
    • acción de toxinas sobre centros bulbares.

Es también importante valorar las materias vomitadas ( vómito alimenticio, bilioso, fecaloideo, etc. También hay que ver la relación del vómito con el dolor ( aparece rápidamente en la estrangulación y es más tardío en la oclusión, alivia el dolor en las retenciones gástricas, etc.

  • Habito intestinal: Los cambios en el ritmo intestinal ayudan a valorar los cuadros oclusivos, pudiendo aparecer falta de emisión de gases y heces antes de instaurarse el proceso doloroso. Un cuadro de diarrea con dolor abdominal cólico, vómitos y febrícula encamina hacia un diagnóstico de gastroenteritis.
  • Sintomatología urinaria y trastornos ginecológicos : Muchas veces trastornos de esta esfera provocan cuadros de dolor abdominal, es importante la historia menstrual, posibilidad de embarazo, antecedentes de infecciones urinarias , prostatismo, etc

Otra serie de síntomas como ictericia, coluria , fiebre, etc. también se orientan para el diagnóstico.

Exploración física

Ante todo, y como ante cualquier enfermo, es necesario valorar el estado general del enfermo, su grado de conciencia, su actitud ( los cuadros de irritación peritoneal inmovilizan al enfermo por que el movimiento le produce dolor, los dolores cólicos producen inquietud y el paciente no puede estar en reposo ) , su coloración ( la "Facies Hipocrática" con color ceniciento, ojos hundidos, nariz afilada, fatiga, etc. es un signo clásico de cuadro peritonítico avanzado), etc.

La exploración debe comenzar por la inspección del abdomen. Se observará la movilidad espontánea de la pared abdominal y con los movimientos respiratorios ( en los procesos que cursan con irritación peritoneal se produce inmovilidad durante la respiración , existiendo una respiración superficial). También debe analizarse la posible presencia de cicatrices de intervenciones anteriores, la simetría abdominal , la existencia de masas protuberantes y si existe distensión abdominal . Se deben fijar en la posible existencia de circulación colateral ,existencia de vesículas (Herpes Zoster) u otros signos cutáneos como la equimosis periumbilical ( signo de Cullen ) y en flancos (signo de Grey - Turner) que son característicos de las pancreatitis necrohemorrágicas graves. Existen otros signos clásicos como el " nódulo de la hermana María José" que es una masa en región umbilical y representa una metástasis cutánea de un adenocarcinoma intraabdominal, etc.

La palpación debe realizarse de una forma suave para evitar provocar en el paciente una contracción voluntaria de la musculatura abdominal. También es recomendable llevar una rutina exploratoria colocándose siempre al mismo lado del paciente y palpar el abdomen por cuadrantes siguiendo la misma dirección dejando para el final la zona dolorosa. Se identificará la topografía del dolor. La palpación es la maniobra exploratoria más rentable , siendo en ocasiones lo único en que se pueden basar para realizar una exploración quirúrgica a un enfermo.

Exámenes complementarios

No es mi propósito analizar detenidamente cada una de las pruebas complementarias a realizar en el estudio de un paciente con dolor abdominal, sino revisar someramente aquellos estudios con los que se puede abordar el enfoque inicial de un determinado cuadro clínico con el objeto de tomar decisiones terapéuticas o de manejo inicial del enfermo. También es importante considerar que estos estudios iniciales ayudan , por regla general, a confirmar un diagnóstico y que en ningún modo deben ser las únicas guías de la decisión terapéutica.

Datos Analíticos

El Hemograma forma parte del estudio rutinario en prácticamente cualquier estudio diagnóstico. En el dolor abdominal agudo es importante valorar el descenso del hematocrito y de la concentración de hemoglobina que sugiere pérdidas hemáticas por lesión de vasos sanguíneos, bien traumáticas o espontáneas (aneurisma disecante de aorta, embarazo extrauterino), pudiendo la hemorragia localizarse a nivel peritoneal o retroperitoneal , siendo raro que una hemorragia digestiva sea causa de un cuadro doloroso agudo. Hay que tener en cuenta que en las primeras horas, el valor del hematocrito no varía en los cuadros hemorrágicos agudos.

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La determinación del hematocrito en situaciones no hemorrágicas, es útil para valorar el grado de deshidratación (pérdida de líquido extracelular) motivado por vómitos , atrapamiento de líquido en asas intestinales dilatadas o por falta de aporte (sobre todo en niños y ancianos). En ciertos cuadros hematológicos específicos que cursan con cuadros de dolor abdominal agudo, el estudio de las características de los glóbulos rojos puede ser diagnóstico ( punteado basófilo en Saturnismo, esferocitosis, etc.).

El recuento de leucocitos está alterado en los procesos inflamatorios, presentando leucocitosis con neutrofilia, pero este es un dato inespecífico y tiene un valor muy limitado, debiendo ser valorado junto con el cuadro clínico y otras exploraciones. Hay que recordar que un recuento leucocitario normal no excluye una infección activa y que en pacientes inmunodeprimidos, ancianos, en déficits nutricionales, etc., la respuesta leucocitaria a la inflamación puede retrasarse o no presentarse. La intensidad de la leucocitosis tampoco tiene relación con la gravedad del proceso, aunque es común encontrar recuentos elevados en procesos graves como isquemia intestinal, peritonitis , etc.

La neutropenia tampoco es específica de ningún proceso, aunque cuando aparece en procesos abdominales que cursan con sepsis, es signo de mal pronóstico. La eosinofilia aparece en ciertos procesos digestivos como linfomas, gastritis eosinófila, hidatidosis complicada, etc. la eosinopenia junto con un cuadro clínico compatible aparece en la fiebre tifoidea. Las pruebas de coagulación tienen su utilidad cara a una intervención quirúrgica para la valoración del riesgo hemorrágico, también proporcionan un índice de la funcionalidad hepática estando alteradas en procesos tales como cirrosis hepática, hepatopatias agudas graves, estadios finales del shock, etc.

Dentro de la bioquímica sanguínea tiene especial importancia la determinación de amilasa que, aunque puede estar alterada en múltiples procesos abdominales y extraabdominales, con cifras superiores a 300 UI es sugestiva de pancreatitis aguda. Otras determinaciones como Glucosa, Urea y Creatinina ayudan a valorar el estado general del paciente, su función renal y estado de hidratación. La CPK es importante realizarla en el diagnóstico diferencial con dolores abdominales referidos provocados por infarto de miocardio. El estudio del ionograma debe realizarse siempre en pacientes que han vomitado; informan del estado general del paciente y de las posibles causas de un ileo paralítico.

La gasometría arterial contribuye al estudio de los procesos pulmonares implicados en cuadros de dolor abdominal y es importante realizarla cuando se sospechemosa que puedan existir alteraciones del equilibrio ácido-base como obstrucción intestinal, diarrea grave, fístulas biliares, etc. Existe una acidosis metabólica en los procesos que cursan con lesión necrótica intraabdominal como la isquemia mesentérica y la pancreatitis necrohemorrágica. Puede aparecer una alcalosis metabólica en cuadros que cursen con vómitos de repetición o en el caso de adenomas secretores.

Un análisis de orina no debe faltar en el estudio diagnóstico de un dolor abdominal, sobre todo si se sospecha patología renal o de vías urinarias. La presencia de hematuria junto con un cuadro clínico compatible sugiere una litiasis renoureteral. También puede aparecer hematuria y dolor abdominal en tumores, vasculitis, infecciones, etc. La leucocituria o la presencia de nitritos en la orina sugiere la presencia de un cuadro infeccioso urinario. No debe olvidarse realizar un Test de embarazo en mujeres jóvenes con cuadros de dolor abdominal de inicio brusco para descartar la existencia de embarazo ectópico .

Electrocardiograma

Se debe realizar un ECG ante cualquier enfermo con dolor abdominal en hemiabdomen superior de manera rutinaria para descartar patología isquémica cardíaca como causante de dolor referido y como estudio preoperatorio , sobre todo en pacientes añosos o con factores de riesgo.

Estudios Radiológicos

La radiología simple aunque es una técnica de imagen de muy escasa resolución de contraste, es importante realizarla por la gran cantidad de datos que puede suministrar, sobre todo en el paciente que acude con un cuadro de dolor abdominal agudo. Se suele realizar una serie radiológica que incluye : Tórax PA y abdomen en decúbito y bipedestación. Sin embargo, el cuadro clínico que presente el paciente podrá sugerir alguna variación. El caso más especial será, la sospecha de perforación de víscera hueca, en cuyo caso se intentara demostrar el neumoperitoneo.

En la Radiografía de Tórax se podrá valorar la existencia de procesos pulmonares como neumonías basales, atelectasias laminares, derrame pleural…, neumomediastino que puede indicar una rotura esofágica; elevaciones diafragmáticas como signo indirecto de abscesos subfrénicos, presencia de vísceras con aire en tórax (hernias diafragmáticas) y sobre todo neumoperitoneo que en pacientes sin historia previa de intervenciones quirúrgicas recientes o exploraciones invasivas (laparoscopia, punción lavado peritoneal, etc.) indica siempre rotura de víscera hueca. A veces el ángulo hepático del colon es redundante y se interpone entre el hígado y el diafragma dando una imagen que se confunde con un neumoperitoneo en una radiografía de tórax, es el llamado "síndrome de Chilaiditi".

En la Radiografía de abdomen simple en decúbito supino hay examinar rutinariamente:

  • Huesos: Se vera si existen fracturas costales (posibilidad de lesión de hígado o bazo), vertebrales (posibilidad de la existencia de un ileo paralítico reactivo ), apófisis transversas lumbares (traumatismo renal) y pelvis ( posible lesión vesical).

Sombras de los Psoas: Están borradas en afecciones retroperitoneales ( abscesos, hematomas, apendicitis retrocecales).

  • Patrón aéreo intestinal: El aire dentro de las asas intestinales se identifica por presentar unas líneas que atraviesan completamente la luz correspondiendo a las válvulas conniventes y que adoptan una distribución clásicamente llamada "en pilas de monedas". El gas en el colon dilatado se identifica por las haustraciones que no atraviesan completamente la luz. Si existe dilatación de asas puede sugerirse la causa mecánica o paralítica por el hecho de que no existe aire distalmente a la obstrucción en un ileo mecánico, mientras que en el paralítico la distensión en generalmente global.

A veces puede observarse un asa dilatada con gas en su interior (asa centinela) en procesos tales como pancreatitis, colecistitis, apendicitis , cólico nefrítico ,etc. y que no es más que el reflejo de un ileo segmentario en la proximidad del proceso inflamatorio. Un signo parecido es la aparición de gas en colon que se interrumpe bruscamente ( signo del colon cortado) y que aparece en las pancreatitis agudas por espasmo del colon por irritación química del meso. En los vólvulos de colon sigmoide se ve una gran asa dilatada que ocupa casi todo el abdomen ( signo del grano de café) y que está fija en todas las proyecciones.

  • Aire ectópico: Se busca densidad aire fuera de su distribución normal. El gas ectópico a su vez puede estar libre en la cavidad abdominal (neumoperitoneo) o localizado (intramural en la pared del tubo digestivo, en vía biliar, en la vena Porta, en retroperitoneo, en abscesos, etc.). Un neumoperitoneo se observa en la radiografía en decúbito supino con el denominado "signo de Rigler" que es "la visibilidad espontánea de la superficie serosa del intestino", es decir, se identifican las paredes externas e internas de las asas intestinales rodeadas de aire.

En condiciones normales solo se puede identificar la superficie interna de las asas debido a que la densidad de la superficie externa no hace interfase radiológica con una densidad distinta y por eso no se ve. Sin embargo cuando hay gas extraluminal se establecerá una fuerte interfase y la superficie serosa se verá muy bien. La localización de gas en la pared de vísceras huecas puede ser signo de infecciones, isquemia, necrosis, neumatosis quística, etc.

El gas en retroperitoneo casi siempre es por perforaciones de segmentos extraperitoneales del tubo digestivo o por infección por gérmenes productores de gas. La aerobilia se producirá por comunicación espontánea o quirúrgica de la vía biliar con el tubo digestivo, siendo un signo característico de ileo biliar; también puede aparecer por relajación espontánea del esfínter de Oddi o por esfinterotomía, más excepcional será la colangitis producida por gérmenes productores de gas.

El gas en vena Porta generalmente aparece en la enterocolitis necrotizante de los niños o en trombosis mesentérica en el adulto. Otra imagen característica es una imagen en migas de pan o con nivel hidroaéreo fuera del colon que es signo de absceso intraabdominal. Calcificaciones: En el área biliar, en la zona renal y trayecto ureteral son signo de litiasis. En la zona pancreática indica pancreatitis crónica , en fosa ilíaca derecha puede ser un apendicolito o un teratoma ovárico. También se puede ver flebolitos, aneurisma aórtico calcificado , oleomas en región glútea por inyecciones intramusculares previas, etc.

  • Líquido libre intraperitoneal: Si hay gran cantidad de líquido hay un aumento difuso de la densidad abdominal con asas centralizadas, dificultad para delimitar el borde hepático y el colon está separado de las líneas grasas de los flancos. Si hay poco líquido es más difícil apreciarlo y habrá que recurrir a otros métodos diagnósticos como la ecografía.

La Radiografía de Abdomen en bipedestación se realiza fundamentalmente para la observación de niveles hidroaéreos, como signo de obstrucción intestinal y que representan la existencia de asas intestinales dilatadas con contenido líquido y gas en su interior. Dependiendo de la distribución de estos niveles se pode aproximar al diagnóstico de la altura de la obtrucción o si se trata de un ileo dinámico. La radiología simple será poco decisiva para detectar la etiología de la obstrucción.

Las Radiografías en decúbitos laterales con rayo horizontal permiten identificar pequeños neumoperitoneos . Se coloca al paciente en decúbito lateral izquierdo durante unos diez minutos y se realiza la radiografía; pueden verse pequeñas cantidades de aire sobre la zona hepática.

Ecografía

Es un método diagnóstico inocuo y fiable. Tiene su principal utilidad en la identificación de patología a nivel de hipocondrio derecho, hipocondrio izquierdo e hipogastrio; siendo su gran enemigo la presencia de gas. Otro problema es que al tratarse de una prueba dinámica depende de la interpretación y experiencia del ecografista.

Sus indicaciones más importantes son la identificación de patología hepática y biliar (colecistitis, colangitis , ictericia obstructiva, procesos intrahepáticos), pancreática ( aunque dificultado por la presencia de asas intestinales superpuestas) , patología a nivel pélvico ( tumores, abscesos, embarazo ectópico, etc.); patología urológica (litiasis renal, Hidronefrosis, absceso perirrenal, etc.) , identificación de colecciones líquidas (abscesos, hematomas, quistes ,etc); identificación de líquido libre a nivel de espacios subfrénicos, subhepático, gotieras parietocólicas y fondo de saco de Douglas.

La patología del tubo digestivo es la gran laguna que presenta esta técnica diagnóstica en cuanto al estudio del dolor abdominal, presentando una muy baja sensibilidad diagnóstica aunque en algunas patologías como la apendicitis aguda (sobre todo en niños) o la diverticulitis pueda tener una especificidad aceptable.

Tomografia Axial Computerizada (T.A.C.)

Es la exploración complementaria más útil considerada individualmente; proporciona la evaluación más sensible de gas extraluminal y sobre todo del retroperitoneo. Es exacta en la localización de colecciones y da la opción de realizar su drenaje, también localiza las lesiones inflamatorias y lesiones ocupantes de espacio. Todo paciente con sospecha de patología retroperitoneal y aquellos con enfermedad progresiva con diagnóstico oscuro deben ser candidatos a estudio con T.A.C. Tiene el inconveniente de que irradia al paciente, es más cara que la ecografía y no siempre está disponible.

Estudios con Contraste

Ante la sospecha de obstrucción debe comenzarse el estudio con la realización de un enema opaco , que localizará o descartará el nivel de obstrucción colónica . El tránsito esofagogastroduodenal no tiene demasiada aplicación en el abordaje inicial del dolor abdominal teniendo más aplicación en el dolor abdominal no urgente o crónico

Endoscopia Digestiva

No tiene un papel importante en el estudio en el estudio de los enfermos con dolor abdominal agudo. Sin embargo es una prueba diagnóstica fundamental en el estudio de gran cantidad de patología digestiva; permite la valoración directa y facilita el estudio histológico de multitud de procesos ( patología esofágica, enfermedad péptica, tumores , patología infamatoria del colon, patología bilio-pancreática - CPRE -, etc. ) y en algunas ocasiones proporciona un abordaje terapéutico (esclerosis y ligadura de lesiones sangrantes, papilotomía, dilataciones, realización de gastrotomía, etc.).

Laparoscopia

Desde la reciente generalización del uso de la laparoscopia están apareciendo nuevas indicaciones para su utilización estando en la actualidad todavía por definir de una manera clara sus indicaciones. Como ventajas se puede aducir su efectividad diagnóstica cercana al 100%, la posibilidad de realizar maniobras terapéuticas que eviten una laparotomía y reducir la necesidad de una laparotomía exploradora en cuadros abdominales de difícil filiación. Tiene la desventaja de precisar anestesia general y ser una prueba invasiva y de altos costes. De momento la finalidad diagnóstica de la laparoscopia debe ser limitada por otros procedimientos diagnósticos más accesibles y menos agresivos.

La indicación fundamental puede ser el diagnóstico diferencial en un cuadro abdominal agudo en una mujer en edad fértil con sospecha de patología ginecológica, también se discute su utilidad en aquellos casos de traumatismo abdominal cerrado en pacientes hemodinamicamente estables y en traumatismos penetrantes cuando exista duda de realizar laparotomía exploradora.

Arteriografia

Debe realizarse en un cuadro agudo, fundamentalmente ante la sospecha de patología isquémica intestinal ( trombosis o embolia de la arteria mesentérica superior) . También es útil en traumatismos hepáticos, aneurismas aórticos, etc.

Paracentesis y Punción Lavado Peritoneal

Debe realizarse una paracentesis diagnóstica en la valoración del dolor abdominal en enfermos con ascitis crónica y ascitis de comienzo brusco. El lavado peritoneal se realiza fundamentalmente en aquellos pacientes con traumatismo abdominal clínicamente inestables o de difícil traslado a otras salas, para descartar la existencia de hemoperitoneo . También puede tener su utilidad en cuadros de abdomen agudo con sospecha de perforación de víscera hueca.

La técnica se realiza previo sondaje vesical con anestesia local, mediante una incisión por debajo del ombligo, introduciendo el trocar de lavado hasta atravesar el peritoneo. El lavado se efectúa con 500cc de suero fisiológico, comprobando el aspecto del líquido de lavado que si sale intensamente teñido es indicativo de hemorragia intraperitoneal. Si existen dudas puede analizarse cuantitativamente los hematies (si > 100.000/mm3 o hematocrito > de 1% indica hemorragia importante que precisa intervención quirúrgica) y los leucocitos ( si > 700/cc indica peritonitis) ; también pueden realizarse determinaciones de proteínas, amilasa, tinción Gram, cultivos, etc. Las principales contraindicaciones de la punción lavado peritoneal son: la existencia de intervenciones abdominales previas, embarazo y distensión vesical.

Complicaciones

Aunque la indigestión no suele tener complicaciones graves, puede afectar su calidad de vida al hacer que se sienta incómodo y hacer que coma menos. Es posible que falte al trabajo o la escuela debido a sus síntomas.

Fuentes

Pera C : "CIRUGÍA. Fundamentos, indicaciones y opciones técnicas" Editorial Salvat 1983 Delgado M.A:, Cano J., Santoyo J., Lozano P: " Manual de diagnóstico y tratamiento quirúrgico" Ediciones ARAN 1987 [[1]] [[2]] [[3]]