Ötzi

Ötzi
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Concepto:Momia preservada de manera natural de un hombre de 46 años que falleció aproximadamente en el 3255 a. n. e.

Ötzi ―también conocido como El Hombre de Hielo, Hombre de Similaun[1] y Hombre de Hauslabjoch[2] es una momia preservada de manera natural de un varón homo sapiens (ser humano) que vivió aproximadamente entre el 3301 y el 3255 a. n. e.[3] Es la momia humana más antigua del mundo y una de las más estudiadas por la ciencia. El cuerpo fue encontrado en septiembre de 1991 en los Alpes de Ötztal, cerca de las montañas Similaun y Hauslabjoch, en el lado italiano de la frontera entre Austria e Italia. El cuerpo de la momia y sus pertenencias son expuestas en el Museo de Arqueología de ciudad de Bolzano (Italia).

Descubrimiento

El 19 de septiembre de 1991 el cuerpo fue encontrado por dos turistas alemanes, Helmut y Erika Simon a una altura de 3210 metros mientras que caminaban entre las montañas Hauslabjoch y Tisenjoch [4] El cuerpo fue extraído tres días después, el 22 de septiembre, y el día siguiente fue transportado a la Universidad de Innsbruck (Austria).

Análisis científicos

Cuerpo

Los estimados actuales indican que en el momento de su muerte tenía aproximadamente 1.59 metros de altura, pesaba alrededor de 50 kilogramos y tenía 46 años de edad.[5]

Pertenencias

Cinturón y bolsa.

Al morir, Otzi vestía pieles de cabra con botas de piel de ciervo rellenas de hierba para aislar el frío y un gorro de oso. Atada a su cintura, llevaba una bolsa con yesca y pirita para hacer fuego. Tenía consigo además un hacha de cobre, algunas flechas y un arco de madera.

Salud

Desde que fue descubierto, Ötzi se ha visto sometido a un chequeo continuo, y los resultados no son muy positivos. Tenía problemas en las articulaciones, las arterias endurecidas, cálculos biliares y un bulto en el dedo pequeño del pie, probablemente resultado de la congelación.

En su estómago encontraron huevos de parásitos que causan la enfermedad de Lyme, y tenía los intestinos infestados del parásito Trichuris trichiura (gusano látigo), para los que consumía hongos de abedul, sin éxito medicinal.

Tenía altos niveles de arsénico en su sistema (lo que se evidenció mediante el análisis de sus cabellos) y padecía una avanzada enfermedad en las encías y varias caries.

Además de todas estas dolencias, tenía también defectos anatómicos. Le faltaban muelas, algunas costillas y tenía un diastema (espacio incorrecto) entre los dientes incisivos. Algunos científicos sospechan que no era fértil.

Genética

Los investigadores llevaron a cabo un estudio genético, y analizaron las muestras de ADN de 3700 donantes anónimos. Según Walther Parson, director del estudio, 19 individuos de la región austríaca del Tirol comparten su genoma con Ötzi, aunque no son sus descendientes sino que comparten un ancestro común, que se calcula que habría vivido hace unos 10 000 años (5000 años antes de Otzi).[6]

Alimentación

En su estómago se hallaron 30 tipos distintos de polen, cuyo análisis determinó que falleció en primavera o a principios de verano y que comió dos horas antes de su muerte. También encontraron restos de carne de una especie de cabra salvaje.

Tatuajes

Tatuajes.

El cuerpo de Ötzi estaba cubierto de tatuajes de la cabeza a los pies. No estaban hechos con aguja, sino con pequeños cortes que luego se frotaban con carbón, creando una serie de líneas localizadas sobre todo en zonas en las que tenía heridas o sufría dolores, como la espalda y articulaciones. Por ello, algunos investigadores consideran que los tatuajes eran una forma de acupuntura. De ser así ―considerando las varias enfermedades que sufría Otzi― se puede decir que ya en esa época la acupuntura producía pocos resultados medibles.

Causa de muerte

Las circunstancias de la muerte son un misterio científico, la hipótesis principal es que el cazador murió desangrado después de que una flecha le atravesara el hombro izquierdo, además, recibiera un golpe en la cabeza[7]

Una exploración por TAC reveló que Ötzi tenía lo que parece ser una punta de flecha alojada en el pulmón izquierdo cuando murió, junto a un rasgón pequeño en la capa. El tallo de la flecha había sido quitado, por sí mismo o por otra persona (un compañero o un enemigo). También tenía cortes en el pecho y en la mano y la muñeca derecha, así como contusiones.

Rastros revelados por el análisis del ADN de la sangre que había en los objetos que lo rodeaban, demostraron la presencia de otras cuatro personas:

  • Sangre de una persona en su capa.
  • Sangre de otra persona en su cuchillo (lo que indicaría que hirió a una persona a cuchilladas).
  • Dos tipos de sangre de la misma punta de la flecha (que indicaría que hirió a dos personas distintas a flechazos y extrajo cada vez la valiosa flecha, sin que se saliera la punta de flecha, lo que indica que su tecnología era superior a la de sus atacantes, ya que él recibió un flechazo en el omóplato izquierdo que le alcanzó el pulmón, y al extraerla, quedó la punta de la flecha en su interior).

Se confirmó entonces que Ötzi fue asesinado, sufriendo una muerte lenta y agónica seguramente por asfixia o desangramiento.[8]

El último estudio de las proteínas de muestras tomadas del cerebro de Ötzi confirman que sufrió una grave lesión en la cabeza antes de fallecer y finalmente quedar congelado.[9]

Conservación

Cámara de conservación del museo, donde se encuentran los restos de Otzi.

Actualmente la momia se conserva en una cámara de refrigeración a una temperatura de –6 °C y una humedad del 98 %. En la sala de exhibición existe una compleja instalación que consiste en dos cámaras de refrigeración con sistemas independientes, una sala de exámenes y una cámara de descontaminación. En todas las cámaras se garantizan condiciones estériles y de filtración de aire.

Un pequeño laboratorio está disponible para futuras investigaciones y una estación controlada por computadora registra los valores de presión, temperatura, humedad relativa, y peso de la momia, que son transmitidas por sensores montados en el cuerpo de la momia o en la cámara de refrigeración. Estos sensores pueden activar automáticamente una alarma si algún cambio ocurre. El patólogo Dr. Eduard Egarter Vigl es el responsable de la preservación de la momia y un grupo de antropólogos y expertos médicos asisten en investigaciones futuras.

Disputa legal

El hecho de que la momia fuera descubierta la frontera entre Italia y Austria ha sido motivo de disputas. Estos países han tratado de reservarse los derechos desde su descubrimiento, pero finalmente en 1998 la momia fue trasladada de Innsbruck, Austria hacia Bolzano, Italia. El matrimonio que hizo el hallazgo también hizo sus reclamaciones y fueron recompensados con más de 150 000 euros.[10]

Descubren ADN no humano en la momia

Los científicos del Instituto EURAC de la ciudad de Bolzano (Italia) y sus colegas de la Universidad de Viena (Austria) encontraron ADN no humano en una muestra de hueso de Ötzi, que muestra una presencia significativa de la bacteria Treponema dentícola, lo que demuestra que Ötzi sufría periodontitis.[11]

Momia de Otzi (Italia, 3301-3255 a. n. e.), encontrada en 1991.jpg

Ahora es muy importante reconstruir y comprender la composición de la comunidad bacteriana mediante el análisis de esta mezcla de ADN.
Thomas Rattei, profesor de bioinformática
en la Universidad de Viena[11]

Fuentes