Frente Guerrillero de Pinar del Río

Frente Guerrillero de Pinar del Río
Información sobre la plantilla
Grupo de gerrilleros del FGPR.jpg
Miembros de la guerrilla
Activa26 de julio de 1958
PaísBandera de Cuba Cuba
FidelidadMovimiento 26 de Julio
TipoFrente Guerrillero
EspecializaciónGuerra de guerrillas
Comandantes
ComandantesDermidio Escalona Alonso
Juan Palacios Beltrán
Insignias
Bandera del Ejército RebeldeMovimiento 26 de Julio
Cultura e historia
Colores de la BanderaNegro y Rojo
Guerras y batallas
Guerra de Liberación Nacional de Cuba (1956-1958)

Frente Guerrillero de Pinar del Río. Guerrilla dirigida por el comandante Dermidio Escalona Alonso que cumplió con creces la misión de mantener la lucha en la provincia de Pinar del Río, a fin de obligar a la tiranía batistiana a disponer de medios y hombres para tratar de eliminarlo y disminuir así la presión sobre las fuerzas rebeldes en la zona oriental del país. Este frente guerrillero operó principalmente en la Cordillera de Guaniguanico.

Fundación

El Frente Guerrillero de Pinar del Río fue fundado en San Andrés de Caiguanabo, municipio de La Palma, el 26 de julio de 1958, precisamente el día que se conmemoraba el quinto aniversario del Asalto al Cuertel Moncada.

Al inicio contó con una veintena de hombres y en su breve existencia llegó a gozar de prestigio y gran apoyo popular. Al frente del mismo se designó al Comandante Dermidio Escalona Alonso, quien se encontraba en la Sierra Maestra bajo las órdenes del Comandante en Jefe Fidel Castro.

Antecedentes del Frente Guerrillero

Según investigaciones históricas existieron varios intentos de abrir un Frente Guerrillero en la provincia Pinar del Río.

Se conoce que en 1956 en la zona del Guayabo un grupo integrado por 34 compañeros bajo el mando de Andrés Ortas Pagé y Rafael Ferro Macías (Ferrito), pretendió realizar una ofensiva en las montañas pinareñas pero fracasó a los 4 ó 5 días.

Otro intento se produjo a mediados de 1957 en el Mameyal, San Diego de Tapia y estuvo dirigido por Ferrito y Blanco Martínez, pero no superó los 20 días.

Otros grupos guerrilleros del MR-26-7 habían operado en la Sierra de los Órganos pero por diferentes situaciones habían fracasado, tal es el caso del alzamiento del 30 de noviembre de 1956 dirigido por Orlando Nodarse.

En diciembre de ese año, la guerrilla sub-urbana del Guayabo; en febrero de 1958 el alzamiento de Juan Palacios Beltrán en las montañas de San Cristóbal y el dirigido por Roberto Amarán Mamposo en Sumidero, ambos en el Mes de Marzo de 1958. Las guerrillas sub-urbanas de San Luis y de San Juan y Martínez dirigidas por Pedro García Veloz (Buldoza) y Fernando Novo y la de la zona montañosa de Cabañas, dirigida por Rogelio Payret. Este último aún se mantenía en la zona de Cabañas.

De esos antecedentes el más efectivo resultó el comandado por Juan Palacios Beltrán, pero no pudo sostenerse durante más de 3 meses. En 1956 luego de haberse entrevistado con Fidel en México, Juan Palacios fue apresado por los sicarios de Esteba Ventura Novo y resultó cruelmente torturado. Liberado luego de ardua gestión de individuos influyentes que le apreciaban, se trasladó a la Sierra Maestra, participando en el ataque al Central Estrada Palma.

Juan Palacios y su ayudante

Estando en el Naranjo se acordó por parte de los jefes de la Revolución su traslado a Pinar del Río con el fin de abrir el Frente Guerrillero. En marzo de 1958 arribó a la zona de la Loma del Toro para iniciar la apertura del frente, luego de ponerse en contacto con revolucionarios de Los Palacios, San Cristóbal, Paso Real de San Diego, Consolación del Sur y Pinar del Río entre otros pueblos logró nuclear un gran número de guerrilleros, 54 de acuerdo con el testimonio del hoy coronel en retiro Víctor Manuel Páez Rivero, quien se incorporó a ese grupo el 11 de marzo, correspondiéndole el número 15 en el orden de ingreso.

El destacamento se subdividía en 4 grupos comandados por Roberto Taño, Ferrito, Manolo ”Bola Prieta” y Juan Palacios. Un encuentro de cierta importancia se produjo con el ejército en la Loma de La Gallarda, así como otras pequeñas escaramuzas. Como consecuencia de los arduos sacrificios de ese tipo de lucha, con sus secuelas de hambre, sed, agotamiento físico y de barios bombardeos (los primeros que se realizaron en la provincia) fueron aumentando las deserciones hasta reducirse a 13 el destacamento original.”

El apoyo ofrecido por la dirección del M-26-7 en Los Palacios fue, según la versión de Juan Palacios de mucha ayuda, entre ellos se encontraba el compañero Antonio Lamela (Ñico) que era boticario y él trampolín entre el llano y el frente, trabajaba incansablemente, recibía mensajes, mandaba medicinas, servía para indicar al individuo que podía subir. Así mismo otros compañeros que se destacaron notablemente en la labor logística fueron: Roberto Taño, Daniel Ventura Inclán y Faustino Ramos.

Comandante Dermidio Escalona

Según el testimonio del propio Juan Palacios el ejército comenzó las operaciones en gran escala contra los guerrilleros, poniendo en movimiento a 2 000 soldados y la aviación: el bombardeo sembró el pánico en algunos hombres que equivocadamente se alzaron, creyendo que la huelga anunciada por aquellos días iba a triunfar e iban a bajar con la victoria, unos se acobardaron, otros se enfermaron, las armas y la comida escaseaban, comenzando a desertar, quedando en junio sólo 13 hombres. Ante ese hecho y los conocimientos de no poder consolidar el triunfo por los recursos materiales y humanos y la situación geográfica, se decidió desintegrar el frente hasta que se crearan mejores condiciones pasando a la clandestinidad aquellos hombres que se mantuvieron fieles a la causa.

Durante este período se decide por la dirección del M-26-7 designar al comandante Dermidio Escalona para que abriera el frente Guerrillero en Pinar del Río con el objetivo de extender la lucha de guerrillera hasta la provincia más occidental y obligar así al ejército de la dictadura a dispersar sus fuerzas e impedir su concentración contra las columnas invasoras de Camilo y Che, preparando las condiciones para esperar la llegada de Camilo y su columna al occidente de Cuba.

A finales de junio, en plena ofensiva guerrillera, los comandantes Escalona y Delio Gómez Ochoa, coordinador de la zona occidental del Movimiento Revolucionario 26 de Julio, acompañados por el capitán José Argibay arribaron a la otrora Cenicienta de Cuba, cuyos dirigentes revolucionarios aceptaron de inmediato la jefatura del primero. En la segunda quincena del propio julio, Carlos Lugo, Rafael Ferro (Ferrito), José Algibay y Jesús Suárez Gayol, del MR-26-7, se unieron al comandante Escalona, jefe del Frente, quien había subido a la loma unos días antes, acompañado por Franco Lemus y Luis Enrique Tellerías, entre otros.

Consolidación del Frente Guerrillero

Comandancia del Frente Guerrilero de P. del Río en el Seboruco

Con la llegada del Comandante Escalona en los primeros días del mes de julio comienza de nuevo a reactivarse el grupo de Juan Palacios y el día 24 fueron a buscar las pocas armas que quedaron escondidas en el Cacho y el día 26 en San Andrés de Caiguanabo, municipio de La Palma, una veintena de jóvenes fundaba el Frente Pinareño, se tomó el 26 de julio como fecha de creación del frente, pues exactamente este día se conmemoraba el quinto aniversario del Asalto al Cuartel Moncada.

Al tomar el mando Escalona, el frente se hace mucho más fuerte en cohesión, disciplina y capacidad combativa. Algunas de sus acciones tuvieron como escenario la geografía palaceña. La comandancia general se ubicó en Loma del Seboruco.

Loma del Seboruco, lugar donde radicó la comandancia del Frente Guerrillero de P. del Río

Este grupo inicial tuvo el bautismo de fuego el 13 de agosto de 1958, fecha en que se atacó el cuartel del poblado de San Andrés. Ya a partir del mes de octubre, la comandancia del frente, su jefatura, se estableció en el Seboruco, municipio de Los Palacios.

El destacamento guerrillero se había hecho fuerte, contando con alrededor de 70 hombres, por lo que se consideró que era demasiado numeroso para el tipo de operaciones que se iban a desarrollar, por lo que el comandante Escalona decidió dividirlo en tres grupos para ganar en su operatividad.

Según testimonios de varios combatientes protagonistas, ya por esos días se tiene conocimiento de la existencia del grupo de Miguelito Martínez y de Pedro Garcías Veloz (Buldoza). La dirección del M-26-7 en Pinar del Río, envió algunos hombres hacia Pica Pica, algunos de los cuales estaban afiliados al Partido Socialista Popular (PSP), dirigidos por Juan Valdés y otro grupo por el Directorio Revolucionario 13 de marzo, que estuvo dirigido primero por Raúl Fornell, pero al reorganizarse el grupo se dejó como jefe absoluto a Pedro García Veloz. Después surgieron otros grupos como el de Valdivia en Soroa, el de Clodomiro Miranda (traidor) en la costa norte, el de Pastor Hernández en La Esperanza, otro en Viñales y en Ceja del Negro.

En sentido general, la lucha guerrillera se hizo fuerte durante los últimos meses de 1958 en gran parte del entorno montañoso de la provincia pinareña, adoptándose estructuras nuevas como resultado de la constante incorporación de guerrilleros, pero a su vez, todas las columnas y guerrillas estaban subordinadas a un mando único, el del comandante Dermidio Escalona Alonso como jefe absoluto del Frente.

Estructura del frente

El Frente Guerrillero de Pinar del Río llegó a contar con 4 columnas y más de 300 combatientes, en su mayoría bisoña, sin experiencia guerrillera, con un nivel de escolaridad promedio inferior al sexto grado de extracción social humilde; predominaban los obreros agrícolas trabajadores de servicios, obreros, campesinos pobres y estudiantes. Solo una minoría poseía armas propias para la guerra y con escaso parque.

Columna No. 1

La Columna No 1. Comandancia del Frente, comenzó a formarse en el municipio de La Palma a la llegada del comandante Escalona a la provincia en el mes de julio de 1958. Su fundación se considera el 28 de agosto del 1958 con el nombre de “Clemente Orlando Nadarse”. Y su primera acción fue el ataque al cuartel del poblado de San Andrés de Caiguanabo estableciéndose la comandancia se en la zona del Seboruco, en Los Palacios a partir del mes de octubre del propio año.

La columna contó con 87 hombres y su jefatura la integraban: el Comandante Escalona como Jefe del Frente, el Capitán José Ramón Álvarez Acosta (Cesar), el Capitán Francisco Lemus Cuevas (Franco) y el Teniente Luís Enrique Tellería Barón (El Gallego).

Las guerrillas de la zona de Ceja del Negro y de San Diego de los Baños correspondían también a la columna No. 1, con 16 y 14 miembros, siendo dirigidos por los capitanes Esteban Chávez Domínguez (Pepito) y Juan Palacios Beltrán respectivamente.

Columna No. 2

Rogelio Payret Silvera. Jefe de la columna 2 "Ciro Redondo"

La columna No 2. Ciro Redondo, Se funda el 5 de agosto de 1958. Su campamento principal se encontraba en la Loma del Rubí, en Cabañas.

La jefatura estaba integrada por el capitán Rogelio Payret Silvera (Claudio) como Jefe de columna, y por los tenientes René Zambrano Calle (El Gallego), 2do Jefe; Clodomiro Miranda Martínez (Clodo), Jefe de Guerrilla del Circuito Norte; Pastor Valiente Hernández Rojas (Bartolo), Jefe de Guerrilla del Jobo, Gobernadora y Guanajay; Luis Valdivia López Jefe de Guerrilla en San Cristóbal y Candelaria, y como 2do Jefe de Guerrilla del Circuito Norte, René González Novales (El Rubio de Mery) autor del libro “Al pie del Rubí”, que narra la vida en campaña de la columna Ciro Redondo a través del testimonio de algunos de sus miembros.

Columna No. 3

La Columna No. 3 Hermanos Saiz, comenzó a formarse a partir del ataque al cuartel de Las Pozas, el 23 de agosto de 1958 con combatientes que anteriormente pertenecían a la Columna No.1 y otros que se fueron incorporando gradualmente. La Jefatura se encontraba en Cacarajícara, municipio La Palma.

Contaba con 86 guerrilleros, estando dirigida por el capitán José Argibay Rivero (Pepito) como Jefe de Columna, teniente Blanco Martínez Rodríguez, 2do Jefe de columna y el teniente Ayudante Manuel A Muños Freda (El Chirre.)

Columna No. 4

La Columna No. 4 Pica Pica, se funda el 18 de diciembre de 1958. La jefatura estaba a cargo de Pedro García Veloz (Pedro Buldoza). La misma estaba compuesta por tres guerrillas dos del M-26-7 y el otro del Directorio 13 de Marzo, los cuales operaban al oeste de la provincia en la zona de Pica Pica, Gramales y Sumidero, comenzó a crearse en octubre del 1958 y contaba con experimentados combatientes que procedían de anteriores alzamientos y guerrillas suburbanas entre otros.

La Guerrilla del Directorio 13 de Marzo (Zona Sumidero) integrada por 44 combatientes estaba dirigida por el Capitán Raúl Fornell Delgado (Jefe), Juan M. Izquierdo Ortiz (Coordinador D. R. 13 de Marzo), Carlos Lugo Rodríguez (Vice Coordinador D. R. 13 de Marzo), Andrés Fornell Delgado (Miembro de la Dirección Provincial D. R. 13 de Marzo) y Juan Valdés Reyes (Tanganika), 2do Jefe.

La Guerrilla Zona de Pica Pica integrada por 34 combatientes estaba dirigida por el Capitán Pedro García Veloz (Buldoza), Jefe y el Teniente Fernando Novo Alvarez, 2do Jefe.

La Guerrilla Zona de Gramales integrada por 26 combatientes estaba dirigida por el Capitán Miguel Martínez Rodríguez (Antonio) Jefe y el Teniente Vicente Martínez Rodríguez, 2do Jefe.

Principales acciones

Las principales acciones combativas realizadas por el Frente fueron: El ataque al cuartel de San Andrés el encuentro de Seboruco, el ataque al Cuartel de Las Pozas, un combate con la fuerza del ejército cerca de Pica-Pica, la toma de Soroa, y de Sumidero, la emboscada a los carros patrulleros del S.I.M. en la zona de Cabañas, lo que generó uno de los hechos más sangrientos cometidos por la tiranía de Batista en Pinar del Río y que se conoció como la Masacre de Cabañas. Además se quemaron casas de curar tabaco, cañaverales se ajusticiaron chivatos, emboscadas y otras acciones revolucionarias.

El 17 de agosto de 1958 en un encuentro con el ejército de la zona de Seboruco, donde radicaba la Comandancia del Frente cayó heroicamente el Doctor Isidro de Armas (fue el único médico caído en combate en país en la lucha contra la tiranía y fue apresado y asesinado el combatiente Ceferino Fernández Viña también resultó herido en una pierna el Comandante Escalona.

El Comandante Escalona partió hacía La Habana para curarse quedándose al frente de la columna el Capitán José Argibay, reincorporándose a la lucha en la provincia el 5 de septiembre, ya en esa fecha había más de 50 combatientes en las montañas pinareñas. En marcha conjunta con la guerrillera comandada por Rogelio Payret, se detectaron varios alzados de la organización "Triple A", comandados por Lauro Blanco a los que se le ocuparon las armas.

Mapa que muestra la zona de operaciones del Frente Guerrillero de Pinar del Río

El ejército de la tiranía utilizaba sus partes militares para tratar de engañar, dando la impresión que estaban ganando la guerra. En el análisis de dichos partes se comprobó que reportaron once combates y 31 encuentros con los rebeldes, provocándoles 91 bajas (8 muertos y 83 heridos) y por su parte solo reconocen haber tenido 33 bajas (5 muertos y 8 heridos). En esos partes la mayoría de los que reportaban como muertos en la fuerza rebelde eran los asesinados por los órganos represivos de la tiranía.

El día 9 de septiembre se incorpora Escalona y vuelve a internarse en las montañas pinareñas con 23 combatientes, rumbo al Rubí, teniendo algunos encuentros ligeros con el ejército y la aviación. Para los primeros días de octubre hace contacto con otro grupo que era comandado por el capitán Rogelio Payret Silvera y que estaba formado fundamentalmente por combatientes de San Cristóbal, Artemisa, Cabañas y Bahía Honda.

El día 9 de octubre una avioneta regó varias propagandas por las zonas aledañas, las cuales decían que ya los guerrilleros de Pinar del Río habían sido eliminados, por lo que se acordó por la dirección del M-26-7 y los guerrilleros desarrollar una acción, y en ese sentido se decidió atacar al cuartel de Las Pozas.

Pinar del Río había estado remitiendo tropas sistemáticamente para las montañas orientales; pero después de creado el Frente esto no volvió a suceder. El estado mayor de Batista tuvo que trasladar al occidente armamento, soldados y hasta aviones para tratar de frenar la lucha guerrillera.

El Comandante Escalona no pudo aplicar la misma táctica utilizada por Fidel Castro en la Sierra Maestra de fortalecer primero la columna central y posteriormente ir creando otras por las siguientes causas: Impedir que varios grupos seudo-revolucionario de la organización “Triple A”, que poseían gran cantidad de armas y proyectaban realizar varios alzamientos, pudieran ocupar las montañas de la provincia, por lo que decidió formar cuatro columnas y que el Frente Guerrillero se extendiera a lo largo de todo el sistema montañoso de la provincia también tuvo en cuenta que se esperaba el arribo de un cargamento de armas por la zona de “El Morrillo” y era necesario impedir que cayera en manos del enemigo, por lo que se creó una columna que tuvo como tarea fundamental garantizar el éxito de esa operación, al frente de la misma se designó al Capitán José Argibay, otra causa fue la creación de las condiciones en la provincia para recibir la columna invasora comandada por Camilo Cienfuegos.

El Frente Guerrillero de Pinar del Río no contó con comunicaciones telefónicas ni radiales, las orientaciones a las columnas eran impartidas mediante mensajeros; además no existió comunicación con la Comandancia General del Ejército Rebelde, lo que obligó a aplicar iniciativas propias, solo recibieron algunas orientaciones a través de Radio Rebelde. El Comandante Escalona envió un informe manuscrito al Comandante en Jefe el día primero de diciembre, en el que le explicaba en detalles las acciones realizadas por el Frente desde su creación.

Este frente no se caracterizó por el desarrollo de grandes combates, pero cumplió los objetivos que se le habían asignado de mantener la lucha guerrillera en la provincia más occidental del país para obligar a la tiranía a disponer de importantes medios y hombres para tratarlos de eliminarlos. Además contribuyó a elevar la moral combativa de los revolucionarios pinareños y creó las condiciones para recibir la columna invasora No. 2 “Antonio Maceo” dirigida por el Comandante Camilo Cienfuegos.

La montaña y el llano

El movimiento clandestino en el llano jugó un papel importante como retaguardia segura del frente en especial los miembros de la resistencia cívica quienes aseguraban los avituallamientos necesarios y también eran enviados para la Sierra los combatientes que ya no podían permanecer en el llano. Con la aparición de la lucha guerrillera en la zona montañosa del territorio, aumentó el número de combatientes afiliados al M-26-7. Se intensifica grandemente la actividad revolucionaria como consecuencia de la unidad establecida entre ambos frentes de lucha.

Eladio Alles Collazo

En este sentido jugó un gran papel el frente de aseguramiento, dirigido por Eladio Alles Collazo, que centraba su actividad en garantizar la constancia del movimiento guerrillero, así como avituallarlo de todo. Esta labor no se debilitó a pesar del fracaso de Juan Palacios en su intento de abrir el frente en los primeros meses de 1958, pues inmediatamente, hacia mediados de julio, cuando se incorpora Escalona, encontró una buena cantidad de recursos, víveres, armas, medicinas, ropas, que ya se habían garantizado por el movimiento en el llano.

En una oportunidad Alles plantea que había un guerrillero que le decían Thompson, que estaba sin zapatos y cuyos pies eran inmensos; después de varios intentos infructuosos se logró encontrar unas botas con número especial (46) que sí le sirvieron, un tiempo después se supo que aquel guerrillero era Agustín Díaz Cartaya autor del Himno del 26 de Julio.

Se destaca el importante papel del “Comité Cívico del Reparto la Flora” y la Junta Patriótica de Unidad Revolucionaria, dirigidos por Germán Alvarez (Chiquitín). Además, continúan sistemáticamente los contactos con los guerrilleros y el apoyo en recursos materiales y hombres, donde juegan un destacado papel los combatientes: Ventura Inclán,

Ventura Inclán, combatiente de la clandestinidad y contacto del Frente Guerrillero en el llano

Antonio Lamela Pérez (Ñico), Eladio Taño Suárez, Tomás Orlando Díaz, Faustino Ramos Suárez, los Hermanos Eugenio y Marcial Orozco Robaina, quienes en estrecha relación con el M-26-7 trasladaron armas y municiones, curaron heridos. En la tienda de ropa “El Paraíso”, en Los Palacios, se rellenaban cartuchos de escopetas y se preparaban paquetes de ropa de caqui verde olivo, botas, nylon, frazada y todo lo que pudiera servir para la vida en las montañas.

Los combatientes del llano, como ayuda al Frente Guerrillero incrementaron sus acciones desde mediado del propio año. Un elemento que permite comprender la envergadura de las mismas es recogido en los partes de sabotajes ofrecidos por la Jefatura del Regimiento No. 6 al Estado Mayor del Ejército en los que reportaron 107 de ellos, (74 incendios, 54 en casas de curar tabaco y el resto en bodegas cañaverales y otros); 24 explosiones de petardos, una bomba, cócteles Molotov, 4 al tendido eléctrico; el tiroteo a un ómnibus y la sustracción de una imagen de San Marcos de la iglesia de Artemisa para impedir la realización de una procesión e interrumpir los festejos programados. Estos partes solo reflejaron algunas de las acciones realizadas por los revolucionarios pinareños.

Triunfo revolucionario

Fidel y Escalona en Pinar del Río

Tras la caída de la dictadura, las cuatro columnas guerrilleras, dispersas por la Cordillera de Guaniguanico, avanzaron simultáneamente hacia las ciudades tomando cuarteles, estaciones de policías, puestos de la Marina de Guerra, emisoras de radio y edificios gubernamentales. El 2 de enero de 1959, al penetrar en el Regimiento Rius Rivera, se consolidaba en Pinar del Río el poder revolucionario, bajo un mando único militar y político encabezado por el Jefe del Frente. El 3 de enero toda la provincia estaba bajo control del Ejército Rebelde. Sobre la participación pinareña en ese objetivo estratégico y táctico del Ejército Rebelde declaró Escalona:

"Aquí no habría podido hacerse el Frente, si no hubiera habido un fuerte y organizado movimiento y una provincia revolucionaria".[1]

Al llegar el 17 de enero la Caravana de la Libertad a Vueltabajo, la primera pregunta de Fidel Castro a Escalona fue:

"¿Cómo eran las relaciones con el movimiento del llano?",
a lo que este respondió:
"Comandante, desde mi llegada a esta provincia, aquí ha habido un solo Frente y una sola fuerza, la del llano y la montaña".[2]

El Comandante Escalona planteó su tesis de que para la existencia de un frente guerrillero, se requieren tres requisitos: Una tropa preparada mental y físicamente, un conocimiento absoluto del terreno y al apoyo de las masas, destacando este último como el fundamental.

Todos se lograron plenamente en la provincia de Pinar del Río, el frente llegó a tener prestigio, un mando único y un apoyo decisivo del pueblo, lo que reafirma que existió un frente guerrillero en Pinar del Río y no algunos grupos guerrilleros alzados.

El Comandante en Jefe Fidel Castro no solo ha reconocido la existencia del Frente Guerrillero de Pinar del Río sino también el cumplimiento a cabalidad de los objetivos estratégicos y tácticos que se la habían orientado.

Véase también

Referencias

  1. Palabras del Comandante Dermidio Escalona Alonso al entrevistarse con Fidel.
  2. Entrevista de Dermidio Escalona Alonso con el líder de la Revolución cubana.

Enlaces Externos

Fuentes