Historia de la provincia de Pinar del Río (Cuba)

Historia de la provincia de Pinar del Río (Cuba)
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ESCUDO PINAR R.JPG
Surge el 20 de septiembre de 1916. El escudo fue diseñado por el pintor Esteban Valderrama Peña.
Cronología
Comunidades aborígenes
Período colonial
Particularidades de la colonización en el territorio
La ganadería extensiva y los inicios de la producción tabacalera
Fundación de los poblados en Vueltabajo
Economía sociedad durante el siglo XIX
Lucha por la independencia
Vueltabajo durante la primera ocupación militar norteamericana
Lucha revolucionaria contra la dictadura de Batista
Revolución en el poder
Transformaciones económicas y sociales
Impacto del Periodo Especial

Historia de la provincia de Pinar del Río (Cuba). La historia del territorio se inicia con las comunidades aborígenes diseminadas en la diversa geografía del territorio de Vueltabajo, continuando con las particularidades de cada uno de los periodos de la historia nacional hasta la actualidad, es decir, desde el dominio colonial español, las luchas independentistas, republicana y la revolución en el poder, hasta el período especial.

Ubicación geográfica

Vista aérea del municipio de Pinar del Río.

La provincia limita al norte con el Golfo de México; al este, con la provincia Artemisa; sur, el mar Caribe y el golfo de Batabanó y al oeste, con el canal de Yucatán. El censo del año 2012 reporto una población de 587,026 habitantes, 377,659 urbana 209,367 rural, distribuida en sus once municipios: Sandino, Mantua, Minas de Matahambre, Viñales, La Palma, Consolación del Sur, Los Palacios, Pinar del Río, San Luís, San Juan y Martínez y Guane. Entre las particularidades más notables se encuentra la Cordillera de Guaniguanico, integrada por las Sierra del Rosario y Sierra de los Órganos, que cuenta con los pintorescos valles intramontanos, donde se destaca Viñales. La extensa llanura sur principal escenario productor de tabaco de la isla, renglón que también se cultiva en la llanura norte, mientras que Guanahacabibes constituye uno de los escenarios naturales más importantes de Cuba.

Período aborigen

En la provincia existen numerosos sitios arqueológicos, diseminados por toda su geografía, destacándose aquellos situados en la cordillera de Guaniguanico, la Península de Guanahacabibes y en menor medida en las llanuras sur y norte. El estudio arqueológico ha permitido censar y caracterizar más de 455 asentamientos de las comunidades aborígenes, sobre todo, a partir del trabajo dirigido por el Doctor Enrique Alonso Alonso.

Los estudios han posibilitado establecer las diferencias entre los grupos y culturas, así como los niveles de desarrollo de estos, sus instrumentos de trabajo, los hábitos alimentarios y costumbres. La clasificación ha permitido definir la magnitud de los sitios y las diferencias existentes según las áreas donde se encuentran, ya sea en la montaña, la llanura o las costas. Un número considerable de cavernas atesoran pictografías con diferentes expresiones, dibujadas utilizando los recursos que les ofrecía la naturaleza, la mayoría de ellos han sido declarado monumentos locales por la Comisión Nacional de Monumentos.

La población aborigen que vivió en provincia pertenecía a la cultura Siboney, con una economía de apropiación, dirigida esencialmente a la caza, pesca, recolección y captura. Se han encontrado algunas evidencias de los grupos Agricultores–Ceramistas, pero estas no demuestran la permanencia de esas culturas más desarrolladas en el territorio. Sin embargo, en el contexto de las haciendas de Velázquez en Guaniguanico y durante las expediciones de conquista al territorio fueron traídos a la región aborígenes de la parte centro oriental de la isla. [1]

Período colonial

A finales de abril de 1494 durante el segundo viaje Colón llegó a Cuba y siguió la costa meridional rumbo al occidente para arribar en los primeros días de junio a una ensenada (Cortés) donde la costa viraba bruscamente al sur. El Almirante deseaba continuar, pero las peligrosas maniobras por el litoral habían dañado las naves, escasos víveres y parte de la marinería sin ánimos para continuar, decide retornar a La Española. Pero antes del regreso, el jueves 12 de junio de 1494 se elabora el controvertido documento histórico sobre la continentalidad de Cuba, donde se afirmaba que Juana (Cuba) no era isla, sino la tierra firme del comienzo de las Indias. [2]

Conquistado el territorio oriental entre 1510-1513, Diego Velázquez estaba en condiciones de llevar al resto de Cuba el esquema de dominio, por ello, ordenó a Pánfilo de Narváez con Juan de Grijalva como segundo, que avanzara con más de 100 hombres a Occidente.

La conquista del extremo más occidental de Cuba por Narváez en 1514 combinando incursiones del grupo por tierra con el bergantín, logró el reconocimiento y supeditación formal de sus habitantes. El recorrido de este grupo por Guaniguanico y Guanahacabibes no pudo abarcar con efectividad todo el territorio, pero permitió conocer la presencia de comunidades aborígenes organizadas y las posibilidades de explotación del territorio que muy pronto fueron tenidas en cuenta por Velázquez. [3]

Las haciendas que Velázquez mandó a promover entre 1514-1517 en Guaniguanico tenían una importante función estratégica para la conquista de México y para surtir a las embarcaciones.

La primera expedición, en 1517, capitaneada por Francisco Hernández de Córdova inicia un derrotero hacia la península de Yucatán, que no pudo lograr sus propósitos, pero que permitió tener una mayor visión del papel que debía jugar el occidente de Cuba en la empresa conquistadora y de las riquezas de los nuevos territorios. Velázquez preparó con urgencia la nueva expedición, concertada con su sobrino y antiguo conquistador Juan de Grijalva, que, con cuatro embarcaciones, partió el 8 de abril de 1518, desde la villa de Santiago de Cuba y "[...] doblamos la Punta de Guaniguanico [...] “diez días después” [4]

Hernán Cortes partió de la isla en febrero de 1519 con once embarcaciones y poco más de 600 hombres quien se insubordina, al tratar Velázquez de revocarle el poder. Su nave tuvo dificultades con los bajos de la costa sur y se vio obligado a tocar tierra al sur de nuestro territorio, en la ensenada que hoy lleva su apellido.

Velázquez en persona organiza la empresa que conduce Pánfilo de Narváez y toma como enclave estratégico Guaniguanico, donde terminó preparando una armada compuesta por 18 buques, más de mil hombres, doce cañones y ochenta y cinco caballos. Varios meses estuvo este contingente en Las mencionadas haciendas, hasta que partió finalmente el 18 de marzo de 1520. Durante esos meses el sostenimiento del poderoso contingente corrió a cargo de las propiedades de Velázquez en Guaniguanico, donde el mismo estuvo como parte de la organización de la partida rumbo a México. [5]

Particularidades de la colonización en el territorio

El proceso de mercedación de la tierra y la cría de ganado en occidente tiene como antecedente las estancias y los fundos, fundamentalmente productores de yuca, puercos y ajes que Velázquez poseía en Guaniguanico, relacionados en su testamento en 1524.

Las características físico geográficas del territorio, aguadas, bosques y sabanas con abundantes pastos naturales, eran factibles para la ganadería, pero el territorio no quedó totalmente ocupado hasta el siglo XVII, periodo donde se realiza el de mayor número de solicitudes de tierras con esos fines. Si entre 1550 y 1599 se cuantifican 216 fundos, para el siglo XVII se otorgan para todo el occidente 929 y a pesar de que Pezuela estimaba que hacia 1630 ya no quedaba tierra alguna que mercedar en la zona occidental de Cuba, ese criterio no es preciso, porque el número de solicitantes después de 1630 fue elevado, es decir, 786. por lo que el territorio quedó ocupado totalmente para finales del siglo XVII.

El testimonio de los autos que se hicieron, para poner curas y ministros en las partes de Barlovento y Sotavento de la Isla de Cuba de 1680, expreso que en tal fecha ya había concluido en lo fundamental el proceso de ocupación del espacio en la región, ya que cuantifica 93 corrales, 27 hatos y 6 sitios. [6]

La ganadería extensiva y los inicios de la producción tabacalera

Durante el siglo XVII la población creció lentamente con el auge del proceso de mercedación que estimuló el poblamiento del territorio y atrae inmigrantes desde La Habana y España. La apertura de vegas como unidades productivas en las profundidades del territorio de occidente es otro elemento fundamental en la concentración de la población y el surgimiento y estructuración de la sociedad criolla. Al hacer un estimado de la población sobre la base de los impuestos que deben pagar los habitantes del territorio, para 1600, nos da un máximo posible de población de 510 habitantes y un mínimo de 308. [7]

Durante el siglo XVII los tabacales se internaron en busca de los ríos y lejos de las regulaciones oficiales, y esto los hace aparecer en el territorio vueltabajero, aprovechando sus condiciones naturales. Las vegas se abren a orillas de los principales ríos (San Cristóbal, Los Palacios, Río Hondo, Guamá, San Juan, Cuyaguateje) como parte de un lento proceso de ocupación, donde son constantes los choques con los hateros.

Las vegas de tabaco de la región occidental (Guane) comenzaron a tener aceptación entre los marinos y navegantes, porque la hoja era de buen gusto, combustibilidad y apta para fumar como ninguna en aquellos tiempos. Pero a pesar de ello, no tenía la calidad requerida para ser procesada en los molinos y emplearla como rapé, que era la forma más generalizada de consumo, fundamentalmente en Europa durante los tres primeros siglos de la colonización. Desde principios del siglo XVII hay vegueros en Guane a orillas del Cuyaguateje y posiblemente durante el siglo XVIII, se extiende el cultivo por las zonas intermedias entre aquella y el suroeste de la capital de la isla. [8]

En la medida en que se iba abriendo paso el tabaco en el mercado europeo y su consumo se generalizaba, iba surgiendo un mayor número de productores en el occidente, contribuyendo esto al proceso de expansión demográfica hacia el oeste de la capital de la colonia durante los siglos XVII y XVIII. [9]

Fundación de los poblados en Vueltabajo

Durante los primeros 200 años de dominio español la región de Vueltabajo se caracterizó por el despoblamiento y abandono de las autoridades peninsulares. Iniciándose el siglo XVII se reportaba el caserío de Guane, pero sin gran trascendencia, porque no hubo acto fundacional, ni durabilidad como centro urbano, según se expresó en algunas fuentes escritas. En 1680 no estaban dadas las condiciones en Vueltabajo para declarar la existencia de un poblado, porque en ningún hato o corral vivían más de 10 personas.

Se puede asegurar la existencia de un lento proceso durante el cual surgen y se consolidan los primeros caseríos en esta región en el siglo XVIII. Pero la escasa población, los incendios y las crecidas de los ríos, determinaron su mudanza de un sitio a otro, hasta ubicarse en el lugar adecuado.

La mayoría de los poblados en Vueltabajo se fueron levantando en la llanura sur, más extensa y de mejores condiciones para la agricultura y la ganadería. No obstante, en la llanura norte y el sistema montañoso de Guaniguanico, surgieron diferentes asentamientos como Mariel, Cabaña, San Diego de Núñez, Bahía Honda, Las Pozas, La Palma, Viñales, Baja y Sumidero.

En la llanura sur estaban Guanajay, Artemisa, Candelaria, San Cristóbal, Los Palacios, Paso Real de San Diego, San Diego de Los Baños, Consolación del Sur, Pinar del Río, San Luis, San Juan y Martínez, Paso Real de Guane y Mantua. Considerados entre los primeros establecidos y los más importantes, ninguno de estos asentamientos, con la excepción de Mariel se erigió en las costas. Los más importantes eran núcleos urbanos establecidos y refrendados antes de 1774 en que se estableció la Tenencia de Gobierno de Nueva Filipina, convertidos entonces en cabecera de partidos en, Mantua, Guane, San Juan y Martínez, Pinar del Río, Consolación del Norte y Consolación del Sur.

A partir del 12 de junio de 1878 la ciudad pinareña se convierte en capital de la provincia de Pinar del Rio, mediante el Real Decreto de la Corona de España, que dispuso la creación una nueva organización político administrativa de la isla de Cuba, con el régimen de las provincias.

Economía y sociedad durante el siglo XIX

Desde los primeros años del siglo XIX se produce un incremento acelerado de la producción tabacaleras en la región, principalmente a partir de la supresión del estanco del tabaco en 1817 y de otras trabas comerciales en años posteriores. La demanda del tabaco a nivel mundial determino el arribo sistemático de labradores interesados en participar en la producción de la aromática hoja.

La producción a mediados de la década del treinta era de 337 500 quintales, por debajo de la demanda a nivel internacional que continuaba creciendo por la calidad que tenía el tabaco cubano para fumar. Las principales fábricas que surgieron en las décadas del cuarenta y cincuenta del siglo XIX, se fundaron en La Habana, ninguna de ellas en Pinar del Río, lo que aceleró las diferencias internas entre ambas regiones. Las famosas marcas y fabricas radicadas en la capital monopolizaban las producciones de las vegas de Vueltabajo.

La creciente demanda del tabaco vueltabajero se expresaba incluso entre las más altas autoridades en España, quienes solicitaban a los súbditos en Cuba la remisión constante de una cantidad de tercios de tabaco de varias clases, pero que esas remisiones a la corona, debían efectuarse de las mejores vegas de Vueltabajo.

En la década del setenta mientras disminuye la población en las regiones centro orientales de la isla, por el desarrollo de la guerra de independencia, en Vueltabajo crece considerablemente, ascendiendo a la cifra de 182 204 habitantes, la que en 1887 aumentó, para llegar a 225 891 personas, representando el mayor crecimiento de todas las provincias de la isla. Esta población, en su mayoría, vivía en zonas rurales, concentrándose en las vegas de tabaco más del 80% de los habitantes.

Al analizar las estadísticas referentes a la región de Vueltabajo la mayor parte de la población en el siglo XIX vivía en el campo, constituyendo la Vega el escenario principal de convivencia entre las familias, donde estaban representados los estamentos y clases sociales que dependían de las labores agropecuarias.

El promedio del valor del tabaco en rama en vísperas de la guerra de independencia de 1895 era de 10 a 15 pesos el quintal, sin embargo, los millones de pesos obtenidos por los dueños de fábricas y comerciantes, evidenciaba como la actividad tabacalera representaba una fuente de lucro para el sector más rico de la sociedad.

Lucha por la independencia

Entre los antecedentes del proceso de lucha independentista en el territorio se encuentran las conspiraciones desde la década del veinte, la de Rayos y Soles de Bolívar de 1823, la conspiración anexionista de Narciso López comenzando la década del cincuenta y su fracasado desembarco por playitas de Toscano, en Bahía Honda el 12 de agosto de 1851; la Conspiración de Vueltabajo en 1852 y la participación den la conspiración de Pinto en 1854 y1855.

Enrique Dámaso Rubio Díaz, hermano de Isabel Rubio, dirigió un levantamiento el 24 de diciembre de 1868 en las fincas Montezuelo y Santa Lucia, pertenecientes a los partidos de Guane y Mantua.

A lo largo de la contienda militar de 1868-1878 muchos Vueltabajeros pelearon en la región centro-oriental de la Isla en las filas del Ejército Libertador, muriendo en acciones de guerra varios de estos. De todos estos patriotas el más destacado sería Rafael Morales y González (Moralitos), nacido en Vueltabajo.

La región vivió en estado de guerra durante aquellos difíciles años, con intentos de alzamientos, conspiradores fusilados, deportados y encarcelados. Dos desembarcos independentistas y la actuación en parte del territorio de Vueltabajo de Carlos García y la tropa que lo acompañaba constituyen ejemplos de la lucha en la región.

Carlos Socarras estaba en rebeldía en Cacarajícara desde comienzos de la década del ochenta y Pedro Delgado unos diez años después en el extremo este de la serranía de la región.

La labor patriótica de Isabel Rubio y un numeroso grupo de pinareños se consolido durante el periodo de la Tregua Fecunda y al comenzar la nueva contienda fue difícil contener a los conspiradores en la región, quienes escenificaron varios alzamientos en el año 1895, entre ellos, el dirigido por el médico Rogelio Robaina el 23 de septiembre en Las Martinas y el levantamiento general del mes siguiente en La Ceniza, cerca de la ciudad de Pinar del Rio, San Juan y Martínez y Guane.

Para Antonio Maceo y los hombres de otras provincias que lo acompañaron en la invasión a occidente, el arribo a Pinar del Rio era un mito, por los anuncios sistemáticos de que la región era el Continente Negro, donde irremediablemente se produciría la bancarrota de la invasión y la revolución del noventa y cinco. Contrario a todos los pronósticos Maceo seria agasajado en campos y poblados con extraordinaria pasión como no había sucedido en otros escenarios durante el recorrido de la columna invasora.

La estancia de Maceo en Pinar del Río fue trascendental en su vida militar y política. La táctica seguida para llevar a cabo la guerra contra un enemigo poderoso, determino el aniquilamiento de numerosas tropas españolas en constante acciones combativas en todos los municipios de Pinar del Rio. Durante el año 1896 Maceo llevaría a cabo una de las campañas militares más intensas del proceso de lucha independentista, organizando al Ejercito libertador de forma tal que librara una guerra de desgaste contra el enemigo, anulando la superioridad de este a partir del dominio de los escenarios estratégicos que ofrecía la geografía de Vueltabajo. Fueron notorias las acciones: Las Taironas, el 17 de enero, durante el paso de la Invasión, Paso Real de San Diego, Rio Hondo, Cacarajícara, Tapia, ataque a La Palma, Montezuelo, Tumbas de Estorino, La Manaja, Ceja del Negro, considerado el combate más sangriento de la contienda y Soroa, entre otros.

Con la salida de Maceo de la provincia y su inmediata muerte el 7 de diciembre de 1896, el Ejército Libertador mantiene su capacidad combativa bajo la dirección de Juan Rius Rivera, herido y hecho prisionero por el enemigo a finales de marzo de 1897, asumiendo la jefatura provisionalmente el general Juan Eligio Ducasse, hasta el arribo del general Pedro Díaz, designado por Máximo Gómez para organizar el Sexto Cuerpo.

En junio de 1897 Pedro Díaz explico a Estrada Palma como se mantuvo en alto el espíritu de combate, donde influyo el papel de los hermanos Vidal y Juan Eligio Ducasse, así como la constitución del Sexto Cuerpo de Ejército, tarea asignada a Rius Rivera, que no pudo cumplir por caer herido y prisionero.

[…] La subsistencia de nuestra tropa es cómoda y sólida y contrasta con la angustia enemiga, pues para sostener escasas guarniciones, conducen convoyes con gruesas columnas fatigadas por la estación y por nuestra persecución. […] En los pueblos de la provincia la situación es insoportable para las tropas y familias reconcentradas, porque además de los escases de alimentos los castiga la epidemia, ya palúdica […] [10]

Desde finales de 1897 se notaba en todo el territorio de Vueltabajo la ofensiva del Ejército Libertador, con acciones sistemáticas sobre las posiciones enemigas, la destrucción de la economía, el ataque y destrucción de fuertes y poblados, mientras que las tropas españolas se concentraban fundamentalmente en las poblaciones cabeceras. La crisis manifestada en el ejército colonialista también se expresó cuando se producía un asalto a poblado o zona fortificada por los cubanos, los voluntarios y guerrilleros se les unían, integrando las filas del Ejército Libertador. Líneas militares y fortines empleados para la defensa de áreas de producción y vegas de tabaco serian destruidas sistemáticamente.

Para el mes de julio de 1898 casi todos los poblados y asentamientos humanos de importancia de la provincia estaban en manos de los libertadores y el día 29 se produce la última acción de armas, cuando las tropas del regimiento Pedro Díaz, dirigidas por el teniente coronel Policarpo Fajardo, atacaron a una columna española en el camino de Hato de Guane. En la acción los hombres del teniente coronel Ramón Vidal escenificaron una carga al machete que trajo un cuadro desolador para los españoles. [11]

Los censos muestran la disminución de la población entre los años 1887 y 1899 en un 23, 4 % para Pinar del Río, donde la mayoría de la persona vivían en el campo, dedicados a las labores agrícolas. Unos 50 000 Vueltabajeros, según los cálculos, perdieron la vida durante los años de guerra. La situación más dramática se presentaba en las familias pobres, que deambulaban por las calles de los poblados, durmiendo en portales o barracas improvisadas.

Vueltabajo durante la primera ocupación militar norteamericana

Los gobernantes de los Estados Unidos decidieron desde un primer momento enviar un numeroso ejército a la provincia de Pinar del Río, con la finalidad de completar el bloqueo marítimo y terrestre de La Habana. El primer intento de desembarcar tropas en Vueltabajo se efectuó el 30 de abril en la Bahía de Cabañas, por playa La Herradura. Esta operación fue un fracaso, a pesar de las numerosas fuerzas dirigidas por el coronel yanqui Dorst. El 4 de mayo de 1898, tres navíos norteamericanos repiten los intentos de arribar a las costas vueltabajera, pero de nuevo son rechazados por las fuerzas españolas.

En los meses entre abril y agosto de 1898 se agravó la dramática situación que tenían las tropas mambisas y la población indefensa. En Vueltabajo se recrudeció el bloqueo con la presencia sistemática de barcos de guerra norteamericanos, frente a las bahías de la costa norte, en las ensenadas y embarcaderos, así como en Arroyo de Mantua, el Cabo de San Antonio, Guadiana, Ensenada de Cortés, Bailén, Boca de Galafre, Punta de Cartas, la Coloma y Dayaniguas.

Los pinareños vieron arribar en horas de la noche del 12 de diciembre de 1898 a los arrogantes soldados de Estados Unidos y su desplazamiento prepotente el día 14 para ocupar la ciudad de Pinar del Río. De esa forma el brigadier norteamericano George A. Davis controlaba la provincia como máxima autoridad, en representación del gobierno de Washington.

En la urbe estaba el Ejército Mambí desde el 28 de noviembre, cuando las tropas españolas al mando del coronel Juan M. Pinillos fueron evacuadas. Durante aquellos intensos días se estableció un intercambio amistoso de los independentistas con la población, incluso con las autoridades locales que hasta ese momento habían defendido el pabellón español. [12]

El brigadier George A. Davis creó las condiciones para una larga permanencia de sus soldados en Pinar del Río. Para ello, construyó cerca del antiguo cuartel español, un campamento con edificaciones al estilo de la arquitectura norteamericana. Fueron nombrados nuevas autoridades civiles en 1899, ocupando el cargo de gobernador provincial Guillermo Dolz Arango, que sustituyó a Antonio Andrés Rubio Díaz Pimienta, después el cargo paso a Joaquín Quilez Gaspar. La designación de los alcaldes recae una parte en personas locales conocidas, varias de ellas oficiales del Ejército Libertador.

Posteriormente, las autoridades interventoras mediante la ley electoral del 18 de abril de 1900, ordenan elecciones municipales, que se realizaron el 16 de junio de ese año, donde fueron electos los 15 alcaldes municipales de la provincia.

Inauguración de la República

En las elecciones municipales del primero de junio de 1901, participaron por Pinar del Río 20 655 electores, ratificándose 9 de los 15 alcaldes municipales y en las generales del 31 de diciembre, fueron electos 4 senadores y 7 representantes a la cámara. Se eligieron 12 consejeros y al coronel Luis Pérez Rodríguez como gobernador provincial, quien El 23 de mayo de 1902 quedó impuesto de sus responsabilidades. [13]

Durante estos años la provincia logró recuperarse paulatinamente en algunas esferas de la vida económica, como la producción tabacalera, a partir del esfuerzo de los vegueros, que fueron capaces de edificar de nuevo sus viviendas, empeñarse para obtener los animales de trabajo imprescindibles y los aperos de labranza, en medio de la pobreza y la tristeza por la pérdida de seres queridos.

La respuesta de los liberales ante la reelección fraudulenta de Tomas Estrada Palma no se hizo esperar, al desencadenar a partir de 1906 la insurrección armada, que sirvió como pretexto al imperialismo yanqui para llevar a la práctica el segundo período de ocupación militar. El territorio se convirtió en uno de los escenarios principales del alzamiento y en todas las localidades, a partir del 16 de agosto. El teniente coronel Faustino (Pino) Guerra, se proclamaría en Hato de la Vega, municipio de Consolación del Sur, como jefe supremo del alzamiento. Controlando todo el escenario rural de la provincia.

Los ocupantes yanquis crearon una situación tensa a partir de finales de 1906 al provocar a la población que respondió a las agresiones como la ocurrida en el café Perla el 16 de noviembre de 1907.

En las elecciones generales del 14 de noviembre de 1908 la coalición del partido Liberal obtiene la victoria con José Miguel Gómez como presidente y Alfredo Zayas como vice, la provincia ocupa 4 escaños en el Senado y seis en la Cámara de Representantes, mientras los Conservadores solo obtienen cuatro representantes. En manos de los Conservadores estaba el cargo de gobernador provincial. [14]

Entre los hechos más novedosos de este periodo se encuentra la conclusión del Ferrocarril del Oeste, entre Pinar de Río y el poblado de Guane, un verdadero anhelo de los habitantes de los territorios más occidentales de la provincia. Fue de vital importancia la conversión en este periodo del camino de Luis Lazo, entre la ciudad de Pinar del Río y Guane en carretera, así como la carretera de Viñales y los trabajos para mejorar otros viales de esta naturaleza que se encontraban en mal estado.

Situación económica y social durante las primeras décadas del siglo XX

La región Vueltabajera se constituyó una de las más atrasadas de Cuba, considerada estratégicamente por los imperialistas norteamericanos, como productora de materias primas. Desde comienzos del siglo XX los monopolios norteamericanos controlaron los principales recursos económicos, principalmente el tabaco y las mejores tierras, que fueron adquiridas por la Cuban Land Co. En la primera década de la república Neocolonial construyen la fábrica de cemento en Mariel llamada Cuban Portland Cement Co.

En manos yanquis estaban los ingenios Mercedita, en Cabañas, propiedad del consorcio Cuban American Sugar Mills Co.; La Francia, del mismo grupo inversionista estadounidense Cuban American Sugar Mills Corporation; el central San Cristóbal, construido con capital domestico durante la Primera Guerra Mundial, al endeudarse con la banca yanqui no pudo pagar los préstamos del National City Bank, quien organizo el grupo financiero General Sugar Company para administrar cuatro ingenios, entre ellos, la compañía azucarera San Cristóbal.

Un destino parecido tuvo el central Galope, en el municipio de San Juan y Martínez, edificado con capital nativo a partir de 1916, en antiguas tierras del ingenio Guacamaya paso a manos del The Royal Bank of Canadá, por deudas contraídas también durante la crisis de 1920-1921. Limitados servicios de electricidad a partir de plantas insuficientes ubicadas en una parte de los poblados cabeceras constituían una prueba del atraso tecnológico y la poca preocupación por ofrecer un servicio amplio y seguro en esta provincia del país. En el periodo, la planta eléctrica de la ciudad aumentó paulatinamente sus capacidades de generación y en Viñales desde 1914, existía ese servicio. En 1917 se comienza a prestar los servicios en Guane y desde este lugar hacia los poblados de Isabel Rubio y Mantua, en ese mismo año en Santa Lucia se inicia la generación, igualmente, en San Cristóbal y Bahía Honda con un limitado servicio.

El doloroso accidente de la explosión del cuartel de la ciudad de Pinar del rio el 18 de mayo de 1910, trajo la muerte y desolación para muchas familias y expreso la solidaridad y rápida colaboración de sus habitantes.

La vida de los pinareños fue lacerada por la acción sistemática de huracanes y tormentas, muy activas durante las tres primeras décadas del siglo XX. Se producen diversos accidentes de la marinería cerca de las costas y muchas personas emigraron hacia las regiones central y oriental.

En materia de salud la provincia contaba con una jefatura de sanidad con escasos recursos para llevar a cabo obras de saneamientos, campañas para evitar y eliminar enfermedades trasmisibles y atender el funcionamiento del Hospital Civil. Una de las mayores preocupaciones estaba en la ciudad de Pinar de Río, por el alto nivel de insalubridad, la carencia de alcantarillados, servicios sanitarios y agua potable, que había contribuido a la generalización de epidemias como la tracoma, paludismo, tuberculosis y parasitismo, entre otras.

La provincia en 1919, tenía el mayor número de analfabetos de la isla, con más del cincuenta por ciento. Junto a Oriente tenían los porcientos más altos de personas casadas fuera de la ley y para completar, era el territorio de menor índice de asalariados de Cuba. El censo de [[1931 recogió que el número de personas que sabían leer y escribir en la provincia era de 60,3%, constituyendo el más bajo de Cuba, seguido por Oriente.

La mayoría de los vegueros seguían sometidos a los contratos para la explotación de la tierra, sin ser dueños de ella, en medio de un proceso de fortalecimiento del sector de las terratenientes extranjeros y nativos, que ampliaron los latifundios en todos los municipios de la provincia.

En las primeras décadas del siglo XX los trabajadores se enfrentaron a los capitalistas para defender un salario decoroso, la jornada laboral de 8 horas, el respeto al tiempo de descanso, mejores condiciones de trabajo, el derecho a organizarse y la oposición al pago con vales o fichas. No obstante, aumentó la explotación capitalista en el tabaco, azúcar y minería.

Entre las principales manifestaciones se encuentra el apoyo a la Huelga de Los Aprendices en 1902; la huelga de los trabajadores que construían el ferrocarril del Oeste, en mayo de 1903; en 1905 la huelga de los zapateros de la ciudad de Pinar del Rio; en febrero de 1906 se produce la huelga de los panaderos, quienes lograron otra victoria al reconocerse sus demandas de reducción de jornada laboral y mejores salarios.

La primera huelga en la región contra el estado, se llevó a cabo en los primeros días de agosto de 1906, por el personal que garantizaba el servicio de agua en la ciudad de Pinar dl Rio, Otras manifestaciones huelguísticas se producen en los años siguientes, por ejemplo, la protagonizada por los constructores del edificio del Palacio de Justicia en 1908.

Los obreros estaban organizados en el Centro General de Obreros de la Ciudad y existían diferentes gremios por sectores laborales. En los congresos obreros de 1914 y 1920 participan activamente líderes Vueltabajeros en representación de las organizaciones locales. Desde el 24 de septiembre de 1927 quedaría instituido por el Consejo Provincial de Gobierno el escudo de Pinar del Río y la Academia de la Historia, en sesión ordinaria del 16 de junio de 1928, después de escuchar los argumentos de Emeterio Santovenia, aprobó oficialmente.

Luchas contra la dictadura de Gerardo Machado

Una intensa actividad opositora a la dictadura de Gerardo Machado se inició en Vueltabajo a partir de 1927. Estudiantes, obreros y campesinos fueron los protagonistas de aquellas protestas.

Las dificultades económicas afianzaron la oposición a Machado en Vueltabajo. El 3 de mayo de 1927 se realiza una protesta contra la prórroga de poderes, acto auspiciado por la delegación provincial del Directorio Estudiantil Universitario (DEU) que había contribuido a organizar el líder Antonio Guiteras, comisionado a nivel nacional para atender el trabajo estudiantil en Vueltabajo.

En Artemisa el 18 de mayo de 1930 el partido burgués Unión Nacional convocó a un acto al cual asisten muchas personas para protestar contra Machado. Mientras se desarrollaba el acto los participantes fueron atacados por el ejército con un saldo de seis muertos y más de 100 heridos.

En la ciudad de Pinar del Río se efectuaban mítines casi todos los días, en el centro de tales actos se encontraban los estudiantes del Instituto de Segunda Enseñanza, que se declararon en huelga el 15 de octubre haciendo otras protestas al mes siguiente. El parque de la independencia y la calle Martí, en la ciudad de Pinar del Río, constituyeron escenarios para repudiar al régimen. La urbe provincial fue ocupada militarmente en noviembre de 1930. En Artemisa, en el lugar conocido como el Corojal, después de un breve combate fueron detenidos 22 alzados que asesinó impunemente el teniente del machadato Diez Díaz para lanzarlos después en dos fosas comunes.

El ocho de agosto de 1931 en Pinar del Río se alzan en armas un grupo de seguidores de los partidos opositores y jóvenes honestos que pretendían derrotar el régimen. Al frente de estos hombres, unos 75 en total, estaban Justo Luis Pozo y Agapito Guerra. De la finca de Agapito se trasladaron al lomerío de Ceja del Negro y el día 12 de agosto se baten en combate desigual con el ejército, como resultado mueren en la acción o son asesinados 17 hijos humildes del pueblo vueltabajero.

En la Sierra del Rosario se levantó el general independentista Francisco Peraza con un reducido grupo de hombres y después de una victoria inicial contra el ejército fue perseguido y asesinado. En el Pedregal, lugar cercano a la ciudad de Pinar del Río se alzaría otro grupo dirigido por Santos Valdés que también se convirtió en mártir de aquella jornada. Mientras se producían estos acontecimientos los líderes del alzamiento, Mario García Menocal y Carlos Mendieta, desembarcaban de un navío por la Bahía de Guadiana, situándose en Rio Verde sin tirar un tiro, entregándose al ejército. En agosto de 1933, con la huelga general y la salida del poder de Gerardo Machado, las fuerzas opositoras ocuparon el poder en todos los municipios. Vueltabajo después de la revolución del treinta.

Sin embargo, continuaría la lucha de los Vueltabajeros por la defensa de sus intereses, así, por ejemplo, el primero de mayo de 1936 al celebrar los pinareños el día internacional de los trabajadores, se realizan expresiones en defensa de los derechos de los trabajadores, la democracia y la República Española.

Pinar del Río se convirtió en uno de los principales escenarios del frente antifascista organizado en la isla con la finalidad de apoyar la República Española. Un grupo de combatientes pinareños se dirigen a España para participar en la defensa de la República, el más destacado de ellos fue Alberto Sánchez Méndez, quien alcanzo grados de Comandante y muere en aquella nación de Europa.

Caracterización de la economía y la sociedad entre 1940 y 1958

En Pinar del Río, en 1946, existían 108 fincas con extensiones entre mil y cinco mil hectáreas de tierra y veinte con más de esa cantidad. Por otra parte, el casi nulo desarrollo industrial del territorio, determinó que más del 66% de la población de la provincia radicara en el campo y se dedicara a la producción agropecuaria.

Entre los numerosos ejemplos del latifundio se pueden mencionar La Hacienda Cortina, con más de 1400 caballerías; el norteamericano Dayton Hedges, propietario de la Compañía Agrícola Dayaniguas, con 1000 caballerías dedicadas al ganado, quien le regaló a su amigo íntimo Fulgencio Batista y Zaldívar la finca Yemayá, en el municipio de la Palma; Alberto Jaime de Jesús Vadía, propietario de la hacienda ganadera El Rosario y Álvaro Velazco Montalvo, poseían más de 1000 caballerías de tierra. El monopolio norteamericano American Tobacco Company hizo acto de presencia mediante la Cuban Land and Leaf Tobacco Co. desde 1903, que figuró como una de las principales propietarias de la región. El central Mercedita, ubicado en Cabañas, propiedad de la compañía norteamericana The Cuban American Sugar Mills Company. Era el de mayor producción de la provincia.

Las luchas del campesinado en Rancho Mundito donde vivían más de 700 familias en la década del cincuenta, contra los intentos de un propietario yanqui de apropiarse de la tierra que ocupaban constituyó un ejemplo de las vicisitudes de los campesinos pinareños durante la republica Neocolonial.

Por otra parte, desde 1913 se explotó la mina de Matahambre y toda su producción salía como materia prima hacia los Estados Unidos por el embarcadero de Santa Lucía. Para comienzos de la siguiente década más del 60% de sus acciones pertenecían al capital norteamericano, llegando a convertirse en la principal mina de cobre del país.

Un ejemplo de las pequeñas industrias, fue la fábrica Guayabita del Pinar, licor obtenido artesanalmente desde finales del siglo XIX, donde se introducen cambios tecnológicos por su propietario Lucio Garay. Casi paralelo a la Guayabita del Pinar, surge desde 1905 La Jupiña, dedicada a la producción de refrescos, impulsada por la capacidad creadora de la familia Montes. De connotación nacional fue igualmente La Conchita, surgida en el contexto de los años treinta, propiedad de la familia Ferro, una de las más poderosas de la región. Se destaca en la etapa, la fábrica de cemento del Mariel y algunas pequeñas fábricas en Artemisa y Guanajay.

Sin ningún hospital rural, ni posta médica, la población campesina de esta provincia tenía una dura realidad en materia de salud. En lugares intrincados de campos, montañas, pueblos y ciudades, las personas pobres y sobre todo los niños morían sin un diagnóstico de la causa. Los fondos dedicados a la salud eran robados constantemente, por ello, llegó a denunciarse incluso, que los caballos de la guardia Rural tenían mejores condiciones de alimentación que los hospitalizados. Pero el indicador más dramático lo expresaba la mortalidad infantil calculada entre 60 y 100 muertes por cada mil nacidos vivos. La mayoría de esas muertes producto a enfermedades curables.

Ante los males que agobiaban la provincia, considerada la Cenicienta de Cuba, un grupo de intelectuales y profesionales crearon en el 26 de noviembre de 1941 El Comité Todo Por Pinar del Rio, con el propósito de luchar por mejorar las condiciones de vida de la población llevando a cabo numerosas campañas y diversas obras. En 1942 Rosita Delgado creo el himno de Pinar del Rio, como parte de ls aportes de los profesionales a la lucha del mencionado Comité.

En 1953 fueron censadas 87 319 viviendas, de ellas, 52 058 rurales, que representaban el 59,6% del total y 35 261 urbanas, que correspondían al 40,4%. La situación peor se encontraba en el sector rural donde el 65,7% tenía como material predominante en su construcción yaguas o maderas, guano y piso de tierra, además, el 71,1% carecía de inodoro o letrina, el 90,3% carecían de baño o ducha, el 87% se abastecía de agua de ríos, pozos o manantiales. El 89, 4 % carecía de alumbrado eléctrico y el 95,5% carecía de refrigerador. [15]

Con respecto a la educación, el índice total de analfabetismo en 1953 era de 30,2% en la provincia, solo era superada por Oriente con el 35,3%. Entre los niños de 6 a 14 años, el 45% no asistía a la escuela y la población mayor de 15 años tenía un nivel educacional promedio inferior a tercer grado.

Lucha revolucionaria contra la dictadura de Batista

El golpe de estado perpetrado por Fulgencio Batista el 10 de marzo de 1952 tuvo una profunda repercusión en Vueltabajo, donde el dictador conto con una parte de los más fieles colaboradores, quienes desde un primer momento apoyaron las medidas adoptadas y la sustitución de 8 de los 15 alcaldes municipales. [16]

La clase obrera, el campesinado y los estudiantes de enseñanza media, comenzaron a organizarse para enfrentar al régimen de facto, desarrollando actos, huelgas y manifestaciones en centros de trabajo y estudiantiles. Durante estos años se fue organizan y fortalecen en la provincia las organizaciones revolucionarias realizándose continuas acciones contra la dictadura.

La presencia de Fidel Castro y Abel Santamaría en la ciudad de Pinar del Rio y los municipios para forjar el movimiento revolucionario en la más occidental de las provincias determino una mayor organización de la juventud del centenario. Más de 1000 Vueltabajeros estuvieron dispuestos a participar en las acciones, contra los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes el 26 de julio de 1953., pero del selecto grupo que tuvo la posibilidad de estar presente en los hechos, de Artemisa, Guanajay y Pinar, mueren 16 jóvenes. El 13 de marzo de 1957 durante el asalto al Palacio Presidencial participaron 16 pinareños y mueren en el combate o asesinados por la tiranía 12 de ellos.

Numerosas acciones realizaron los combatientes pinareños contra la dictadura de Batista durante el periodo y fueron asesinados más de cien como parte de la represión. Entre los más conocidos se encuentra la muerte de los hermanos Saiz, Pedro Raúl Sánchez, Lázaro Acota Paulín, Carlos Hidalgo Gato, Justo Legón Padilla, los hermanos Barcón, Rafael Ferro, la masacre de Cabañas y muchos otros en todos los municipios.

En julio de 1958 se organizó el frente Guerrillero de Pinar del Rio en la cordillera de Guaniguanico, quien. asestó varios golpes, demostrando la capacidad combativa alcanzada en los pocos meses. A partir del primero de enero de 1959 estas fuerzas y los combatientes del llano ocuparon todas las dependencias militares y del estado en todos los municipios, particularmente en la ciudad de Pinar del Rio.

Revolución en el poder

Desde los primeros días de 1959 comenzaron las transformaciones revolucionarias y medidas de un profundo contenido popular, así quedaría ratificado por el comandante Fidel Castro el 17 de enero durante el recorrido de la caravana de la libertad por territorio pinareño, sobre todo, en el acto realizado en la urbe provincial.

Durante el año 1959 se producen varias visitas de Fidel Castro y otros dirigentes para impulsar las transformaciones revolucionarias, entre ellas, la aplicación de la reforma agraria, en un territorio donde los terratenientes tenían un estricto dominio sobre grandes extensiones de tierras.

Transformaciones económicas y sociales

Es conocido el impacto de la medida de entrega de tierras en Las Martinas a 340 campesinos el primero de marzo de 1959. La nacionalización de propiedades de malversadores afiliados a la dictadura de Batista y la aplicación de la Primera Ley de Reforma Agraria.

La Ley de Reforma Agraria determinó la intervención de numerosos latifundios, entre ellos, la finca El Rosario, donde Fidel propone a los campesinos crear una granja del pueblo surgiendo de esta forma el 27 de julio de 1960 con la construcción de 120 viviendas, tienda del pueblo, escuelas, círculo social, cafetería y una posta médica. Entrego 300 títulos de propiedad de la tierra a campesinos de Rancho Mundito y Rangel.

En otros lugares de la provincia nacían nuevos asentamientos, entre ellos, las comunidades Hermanos Saiz, Moncada, Santa María, San Vicente y Los Pinos. Otros poblados serían creados como parte del impulso generado desde el año 1960, a partir del papel de las cinco zonas de desarrollo agrario.

En cada una de ellas se organizaron cooperativas y se planificó el uso de la tierra con diferentes cultivos y ganadería. A la par se crearon las condiciones de infraestructura necesarias tales como: edificaciones, caminos, carreteras, tiendas del pueblo, hospitales y escuelas. Un ejemplo seria La comunidad del Moncada, en el municipio de Viñales, construida entre 1960 y 1962, con 83 casas y todos los servicios necesarios.

Desde el 24 de noviembre de 1959 en la calle Delicias se había organizado un Comité de Defensa de la Revolución, el primero en Cuba, mucho antes de que Fidel Castro anunciara el 28 de septiembre de 1960 la creación de esa organización a nivel nacional.

El 18 de diciembre de 1961 se proclamó San Juan y Martínez libre de analfabetismo, al día siguiente lo hizo Mantua, así, sucesivamente antes del 21 de diciembre toda la provincia cumplió con éxito los objetivos propuestos. Fueron alfabetizadas 61 mil 808 personas, convirtiéndose la campaña en la base de las futuras transformaciones en materia educacional en el país. [17]

Durante este periodo se organiza el movimiento campesino y se crean las condiciones para defender sus propiedades ante la amenaza de la reacción interna.

El movimiento obrero se integró superando las diferencias que habían existido con el divisionismo impuesto por los mujalistas.

Se organizaron las milicias y se preparan para combatir a las bandas contrarrevolucionarias en zonas montañosas. Ello permitió junto al Ejército Rebelde aniquilar los intentos de consolidar una base de operaciones fuerte en la Cordillera de Guaniguanico por parte de los elementos opositores y desafectos auspiciados por Estados Unidos. La milicia de Los Malagones creada por Fidel en la gran Caverna de Santo Tomas el 31 de agosto de 1959 constituyo el referente para la creación de las milicias en Cuba.

Como parte de las transformaciones fueron nacionalizados todos los centrales existentes en Vueltabajo, entre ellos, Bahía Honda, Pilar, La Francia, Orosco, Niágara y San Cristóbal pasaron a manos del pueblo. La compañía eléctrica, el molino arrocero de Los Palacios, Industrias Ferro S.A., Carvajal – Ferro S.A y almacenes de víveres, pertenecientes a la familia Ferro serían también nacionalizados.

En agosto de 1964 fue inaugurada Ciudad Sandino y en octubre el ciclón Isabel realiza considerables daños en la provincia, sobre todo, en Guane y Mantua, mientras posteriormente en junio de 1966 azoto Alma, dejando igualmente severos daños. Sucesivos eventos de esta naturaleza han azotado a la provincia, sobre todo, desde la década del ochenta, causando numerosos daños materiales y en las viviendas. El 28 de enero de 1967 el Comandante en Jefe Fidel Castro inauguró las obras de San Andrés, ejecutadas en una primera etapa, consistentes en un grupo de viviendas para campesinos que trabajaban en el plan café y de viandas.

En aquellas circunstancias de las décadas del sesenta y setenta del siglo XX se inició la primera voluntad hidráulica, con la ejecución de la presa Ramírez en el municipio de Consolación del Sur sobre el Río Hondo, con una capacidad de 18 millones de metros cúbicos de agua, concluyéndose en 1965. Le siguieron Laguna Grande, entre 1968 y 1970, con un extenso canal de 6 kilómetros del río Salado y dique para alimentar a ese depósito natural. Posteriormente la presa La Juventud en el río San Diego, la presa del río Cuyaguateje, en las Catalinas de Guane, obra maestra de la ingeniería, y en décadas siguientes otras numerosas presas y canales en varios municipios, como San Cristóbal, Viñales Bahía Honda y San Juan y Martínez.

Campos y ciudades adquieren una nueva dimensión en Vueltabajo al final de la década del sesenta, las viviendas en nada se parecen a las del pasado, la energía eléctrica llegaría a sitios distantes de poblados cabeceras, como parte de los planes de desarrollo, nuevas industrias surgen en la región, mientras el analfabetismo seria erradicado desde 1961, así como desaparecieron numerosas enfermedades portadoras de la muerte en los campos cubanos. Las carreteras construidas contribuyeron a mejorar las comunicaciones y a la vez a transformar el medio. En diciembre de 1968 pasaron los municipios de Artemisa, Guanajay y Mariel a la provincia de La Habana.

El 7 de diciembre de 1976 quedo constituida la Asamblea Provincial del Poder Popular con 75 delegados de los 14 municipios. A partir de este año se fortalecieron los planes desarrollo, donde se incluían la esfera productiva tabacalera, el crecimiento minero, la industria azucarera, la pesca, la esfera agroforestal y la industrias en general. Durante esa década del setenta y la siguiente se produce un crecimiento sostenido en todos los componentes de la vida económica y social.

El 30 de abril de 1988 en un masivo acto realizado a la entrada de la ciudad de Pinar del Río, precisamente donde concluye la autopista nacional, se congregaron unos 100 mil pinareños para inaugurar la obra y otro conjunto de grandes construcciones de la ingeniería hidráulica en el territorio.

Para mediados de la década del ochenta del siglo XX se habían construido un número considerable de obras industriales: combinados cárnicos, pesqueros, de materiales de construcción, combinado de componentes electrónicos. Unas 159 escuelas primarias, cincuenta y una secundarias, dieciséis preuniversitarios, veintiuna escuelas especiales, cuarenta seis círculos infantiles, veintiocho politécnicos y tecnológicos, escuelas deportivas y pedagógicas, treinta puestos médicos rurales, clínicas estomatológicas, once hospitales y diez policlínicos, entre otras obras. En la esfera agropecuaria las transformaciones fueron diversas, prueba de ello fueron las treinta comunidades construidas, más de ochenta vaquerías, centros de acopio, un central azucarero y otros novedosos proyectos, junto a la construcción de numerosas presas y embalses.

En el campo de la educación las transformaciones fueron continuas desde los primeros años, revolucionándose el sistema educacional, que en pocos años cumplió metas como en la superación de adultos, el incremento del número de maestros, profesores, y centros de enseñanza. En 1971 Fidel inauguro la primera secundaria Básica en el campo, la Comandante Pinares, en ese mismo periodo surge el Destacamento Pedagógico Manuel Ascunce Domenech y se incrementa el número de estudiantes universitarios, al crearse la Cede Universitaria y el Instituto Superior Pedagógico. Los profesionales de la educación adquirieron titulación idónea para ejercer la profesión en 1984 en un 99% para círculos infantiles y un 86 % en educación especial. Entre 1961 y 1984 se graduaron 227 556 alumnos de la enseñanza primaria, 90865 de secundaria y 16 192 de preuniversitario.

En materia de salud los principales indicadores fueron superados en pocos años, entre los más sensibles la mortalidad infantil que en 1959 estaba entre 60 y 100 por mil nacidos vivos y en el año 1984 se redujo a 13,7. Para esa fecha la provincia contaba con 897 medicos,223 estomatólogos, 4263 enfermeras y técnicos, con 255 unidades salud, entre los 19 hospitales y 18 policlínicos con 2777 camas , una facultad de Ciencias Médicas, entre otras disimiles instituciones, que contaba con un presupuesto ascendente a 39,5 millones de pesos. [18]

Impacto del Periodo Especial

La desaparición del socialismo en Europa y la Unión Soviética, junto al recrudecimiento de la agresividad del imperialismo norteamericano con las leyes Torricelli y Helms Burton, generaron un impacto extraordinario en lo económico y social en Cuba. Como resultado de aquella situación en Pinar del Rio disminuyen todos los niveles de la actividad económica, entre los más significativos se encuentran la disminución de la producción tabacalera, que comenzó a recuperarse hasta alcanzar 750 000 quintales, la masa ganadera, la producción de leche y carne disminuyen considerablemente, al igual que la producción de madera aserrada.

La pesca, la producción industrial y el programa de construcción de viviendas se reduce igualmente.

Para el año 1999 se evidencian logros sustanciales en lo económico, al crecer la producción mercantil, la productividad del trabajo y la disminución del déficit presupuestario como parte de la recuperación, indicadores que siguieron creciendo en años posteriores, sobre todo, en la agricultura, la industria y los servicios. [19]

El 17 de enero de 2001, Fidel preside el acto de inauguración del Palacio de Computación , en el antiguo edificio de la Colonia Española en la Urbe provincial y el 17 de enero del año 2006 en un acto realizado en la ciudad de Pinar del Rio, Fidel proclamo la Revolución Energética, un hecho sin precedentes de la obra de la revolución. Entre las prioridades del programa estuvo el montaje de grupos electrógenos en subestaciones rurales donde fueron ubicados 14 emplazamientos con grupos entre 1150 y 2360 kilovolts ampere de potencia que generan 30 mil kilowatts.

Dos universidades, La Hermanos Saiz y Montes de Oca y la Ernesto Che Guevara, de Medicina, donde se han graduado anualmente miles de profesionales. El curso 2020-2021 contabilizo una matrícula general de estudiantes 81441 y 11170 docentes, distribuidos en 30 círculos infantiles, 399 seminternados, 15 escuelas especiales, 30 secundarias básicas, 16 enseñanza técnico profesional, 12 institutos pre universitarios, 36 adultos, 2 escuelas pedagógicas y 37 centros mixtos.

La concepción de Fidel Castro, de lograr desarrollar un sistema de salud, con capacidad para enfrentar situaciones complejas, se ha puesto de manifiesto, en el contexto del enfrentamiento a la pandemia de la Covid-19. Quedó inaugurado en el territorio un moderno laboratorio biomolecular que permite, el diagnóstico certero y rápido de las pruebas de PCR, en espera del éxito de los candidatos vacunales cubanos.

En la provincia de Pinar del Río cumplen misiones en 49 países más de 1800 profesionales de la salud, un 49 % de ellos son mujeres. En las Brigadas Henry Reeve, han participado más de 350 profesionales de la salud que se han desempeñado en más de 30 países, demostrando la capacidad y calidad de nuestro sistema de salud, con un reconocido desempeño profesional y humano.

En el año 2021 con más de 15000 profesionales de la salud, una sólida infraestructura de 5 hospitales, 19 policlínicos y 628 consultorios médicos que garantiza una atención de calidad y una mortalidad infantil de 3,7 por cada mil nacidos vivos.

Extraordinarios son los resultados deportivos de la provincia que cuenta con más de 60 campeones olímpicos y mundiales, resaltando el béisbol, boxeo, atletismo y contamos con figuras icónicas como Mijail López.

Referencias

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