Pericarditis
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Causas
La pericarditis se produce con mayor frecuencia en hombres de 20 a 50 años de edad. En la mayoría de los casos se desconoce la causa de esta enfermedad, pero puede ser el resultado de:
- Una infección vírica, bacteriana o fúngica.
- Un ataque cardíaco.
- Una metástasis de un tumor maligno cercano.
- La radioterapia empleada para algunos tipos de cáncer.
- Una lesión en el pecho, el esófago (el conducto que transporta el alimento al estómago) o el corazón.
- El uso de ciertos tipos de medicamentos para debilitar el sistema inmunitario.
También puede producirse una pericarditis en pacientes que sufren de artritis reumatoide, lupus, insuficiencia renal, leucemia, infección por VIH o SIDA.
Síntomas
El síntoma principal de la pericarditis es un dolor agudo y punzante en el centro o el lado izquierdo del pecho (en algunos casos puede ser un dolor sordo).
El dolor puede irradiarse al cuello o el hombro izquierdo, y puede ser peor cuando se respira profundamente. El dolor típicamente es menor cuando se está sentado derecho o inclinado hacia delante, pero puede empeorar cuando la persona se acuesta.
Otros síntomas pueden incluir:
Tipos
Existen dos tipos de pericarditis:
- Pericarditis aguda (dura menos de seis semanas): es una inflamación súbita del pericardio, dolorosa y que, a menudo, desemboca en derrames pericárdicos, es decir, en la acumulación de líquido y productos de la sangre como la fibrina o los glóbulos rojos y blancos, entre la membrana que está pegada al corazón y la que está en contacto con los pulmones. Causa fiebre y un dolor en el pecho similar al provocado por un ataque al corazón que tiende a extenderse hacia el brazo izquierdo. Un pequeño porcentaje de los pacientes afectados por pericarditis aguda benigna presentan recaídas. Si los síntomas reaparecen al suprimir el tratamiento antiinflamatorio, o simplemente después de un tiempo libre de molestias, se puede estar ante una pericarditis incesante o recurrente. De ser así, habría que replantearse la causa, pues, podría tratarse de una pericarditis secundaria originada por otra enfermedad.
- Pericarditis crónica (dura más de seis semanas): resulta de la acumulación de líquido o de un engrosamiento del pericardio que puede producir retracción y calcificación del pericardio. En tal caso se habla de pericarditis constrictiva. Este tipo de pericarditis puede producir insuficiencia ventricular derecha, esto es, edemas o ácumulo de líquido en la zona abdominal así como en los tobillos y la región pretibial. La pericarditis crónica constrictiva pasa por la aparición de un tejido fibroso alrededor del corazón que lo comprime e impide su normal dilatación. Esta compresión aumenta la presión en las venas que llevan la sangre al corazón de manera que el líquido acaba por estancarse y en su intento por salir hacia afuera se acumula en el abdomen e incluso en el espacio que rodea a los pulmones.
Evaluación
El médico sospechará que se sufre de pericarditis al describirle sus síntomas y puede indicar cuándo comenzó el dolor y cómo ha ido evolucionando. Además, puede usar varios métodos diagnósticos:
- Con un estetoscopio, puede auscultar el pecho para tratar de detectar un sonido como de superficies que se rozan, que indica la presencia de líquido alrededor del corazón. Si la enfermedad es grave, también podría detectarse una crepitación en los pulmones que es un signo de líquido en el espacio que los rodea.
- Una radiografía de tórax permitirá determinar si el corazón está agrandado debido a un aumento de líquido en el pericardio.
- La electrocardiografía (ECG) permite saber más sobre el ritmo cardíaco y el tamaño y funcionamiento de las cavidades del corazón.
- La ecocardiografía permite ver el movimiento de la pared del corazón y el tamaño general de este. Es, además, uno de los mejores estudios para ver la acumulación de líquido alrededor del corazón.
- Puede extraerse una muestra del líquido del pericardio empleando una aguja. Este procedimiento se denomina ericardiocentesis. La muestra de líquido extraída se analiza a fin de detectar la presencia de una infección.
- Pueden emplearse otras técnicas imagenológicas, tales como la tomografía computada (TC) y la resonancia magnética (RM), a fin de realizar un diagnóstico más completo.
Tratamiento
La pericarditis se trata con analgésicos y antiinflamatorios. Si esta es causada por una infección, se recetarán antibióticos. Si el aumento de líquido en el pericardio restringe la acción de bombeo del corazón, puede ser necesario realizar una pericardiocentesis para extraer el líquido excedente.
En casos excepcionales, puede ser necesaria una intervención quirúrgica. Si se ha sufrido de pericarditis aguda, es decir, si la infección se produjo recientemente, tardará de 1 a 3 semanas en restablecerse. La pericarditis crónica puede durar varios meses.