George Gershwin

George Gershwin
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Compositor y pianista estadounidense.
NombreGeorge Gershwin
Nacimiento26 de septiembre de 1898
Bandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos
Fallecimiento11 de julio de 1937
Bandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos
NacionalidadEstadounidense
CiudadaníaEstadounidense

George Gershwin. Importante músico estadounidense, con una voz inequívocamente autóctona, aunque capaz, al mismo tiempo, de conquistar el éxito fuera de las fronteras de su patria. En sus obras se sintetizaban elementos procedentes del jazz y de la tradición clásica, y que le permitieron destacar por igual en campos como el de la música sinfónica y la popular.

Síntesis biográfica

Su nombre original era Jacob Gershovitz y nació el 26 de septiembre de 1898 en Brooklyn , Nueva York, siendo el segundo de los cuatro hijos de los judíos rusos Morris Gershovitz, un zapatero, y Rose Bruskin, ama de casa. Ambos habían inmigrado a Nueva York y se habían casado en América.

La familia se mudaba frecuentemente durante la infancia de los niños, cada vez que Morris Gershovitz iniciaba un nuevo negocio, lo cual ocurrió unas treinta veces. Casi siempre vivieron en el Lado Este de Manhattan y pasaron momentos difíciles debido a su pobreza y a las constantes enfermedades de los niños, como la poliomielitis que contrajo el pequeño George.

Éste descubrió la música a los seis años, escuchando un cilindro o rollo para piano de Rubinstein y a los nueve quedó extasiado escuchando tocar a Dvorak y en el violín a un amigo, Maxie Rosezweig, un niño prodigio que después se convertiría en el famoso violinista Max Rosen. Esta experiencia despertó por completo su vocación musical.

Vocación

Los Gershovitz habían comprado un piano vertical para el hermano mayor,Israel, llamado Ira, quien había expresado su interés por la música, pero finalmente fue George, el chico difícil que pasaba el día en las calles, el que supo sacarle más provecho. A su hermano no le importó, ya que se enfocó en su otra pasión, la literatura.

Talento

Su talento para la música se manifestó cuando, mediante un voluntarioso aprendizaje autodidacta, aprendió a tocar el piano de oído. Ante su entusiasmo, su padre decidió hacerle estudiar en serio con un profesor, Charles Hambitzer, quien le descubrió el mundo sonoro de compositores como Liszt, Chopin, Debussy y Ravel. Sin embargo, los grandes referentes de Gershwin en aquellos primeros años fueron Irving Berlin y Jerome Kern, reyes del Broadway de la época gracias a sus canciones y sus comedias musicales.

Trayectoria artística

George Gershwin es, sin duda, el compositor estadounidense más célebre y su música se ha interpretado en las mas diversas situaciones, versiones y escenarios posibles: salas de conciertos clásicos, clubes de jazz, teatros de Broadway, películas hollywoodenses y estadios deportivos.

Destacó en campos tan dispares como el de la música clásica y la popular. Sus numerosas composiciones y canciones, la mayoría con letra de su hermano Ira Gershwin, han pasado a formar parte del acervo cultural de la humanidad.

Estudió piano, armonía y orquestación con los compositores estadounidenses Rubin Goldmark, Henry Cowell y Wallingford Riegger, así como con el compositor y teórico ruso Joseph Schillinger. A los dieciséis años, George Gershwin abandonó la escuela, que nunca le había interesado, para trabajar en la Tin Pan Alley, un área de Nueva York donde se encontraban los editores de música más importantes, como pianista y promotor de canciones para la Compañía Remick. Sentado al piano, presentaba al público las melodías de moda.

Esto le permitió conocer miles de canciones y darse cuenta de cuáles eran más exitosas. Pronto se animó él mismo a componer sus primeras canciones, una tras otra, siendo la primera “Cuando usted los quiere, usted no los alcanza”, cuya publicación le reportó una ganancia de cinco dólares y no tuvo mucho éxito, pero atrajo la atención de algunos compositores de Broadway.

A partir de estos modestos comienzos, la carrera de Gershwin avanzó rápidamente. Poco después, su canción "Making of a girl" fue incluida en una revista musical de Broadway. El joven continuaba preparándose y practicaba en sus momentos libres los Preludios y Fugas de Bach. Por entonces Irving Berlin le ofreció el cargo de secretario musical suyo, pero de inmediato se arrepintió y le pidió que no lo tomara, ya que era más importante que conservara su propia personalidad; le repitió que si quería el cargo, estaba a su disposición. George comprendió y no aceptó.

A los 19 años, dejó la editora musical para viajar como pianista de ensayo y acompañante con algunos cantantes, mientras seguía componiendo. Al año siguiente, estrenó su primer espectáculo en Broadway, La La Lucille, que llegó a 100 representaciones y su canción Swanee fue escuchada por Al Jolson, quien la incluyó en su show “Sinbad”, con un éxito sin precedentes. La canción vendió más de dos millones de discos y llevó a George Gershwin rumbo a la fama y la fortuna. Pronto entró el joven judío en la sociedad neoyorquina y se cuenta que, al visitar una casa, primero se sentaba un par de horas al piano y después saludaba a sus deleitados anfitriones. La velocidad era su sino: velocidad para escribir, velocidad para tocar ritmos intrincados en un tempo inalcanzable, velocidad para vivir.

Sus canciones, como Swane o Lullaby, poseían invenciones armónicas no convencionales y fue uno de los primeros que empleó ritmos y melodías del jazz, el blues y el ragtime en sus composiciones, que también tenían elementos de la música popular judía, el repertorio romántico europeo y el espíritu de las primeras décadas de Broadway.

Durante los siguientes cinco años compuso la música para la popular serie “Los Escándalos” del productor George White y estrenó en esa revista musical la ópera de un acto Blue Monday, que duró un día en cartelera, pero que fue la primera música seria del joven y exitoso compositor.

El famoso director Paul Whiteman lo escuchó y lo invitó a componer una pieza sinfónica de jazz, para tocarla junto con otros estrenos de compositores modernos en un concierto que daría próximamente con su orquesta.

Éxitos

A George se le olvidó por completo el encargo, hasta que una mañana apareció en un anuncio del periódico la noticia de un concierto de jazz a cargo de Paul Whiteman y su orquesta, destacando que la obra central del programa sería una composición sinfónica escrita por George Gershwin, quien lo supo cuando leía esa mañana las noticias. No pudiendo eludir el compromiso, George creó en tres semanas su Rapsodia en Blue, empujado por ese gran maestro que sabía lo que tenía entre manos. Ambos estaban contribuyendo al encumbramiento definitivo del jazz.

Esta rapsodia, que fue orquestada por Ferde Grofe, con los arreglos de Whiteman, se estrenó el 12 de febrero de 1924, señalando un momento importantísimo en la historia de los Estados Unidos de América, el del nacimiento de su propia música sinfónica, creada con elementos autóctonos, como los blues, los espirituales negros y el jazz, que George Gershwin tradujo en ritmos y notas que son ellos mismos, pero con otro ropaje, “de etiqueta”, por así decirlo.

Paul Whiteman terminó la ejecución en medio de febriles aclamaciones y aplausos; los cronistas aceptaron el veredicto del público, supremo juez, y sus comentarios aparecieron llenos de alabanzas para el joven compositor de 25 años. El éxito de la Rapsodia en Blue, mal traducida como “Rapsodia en Azul”, ya que no se refiere al color sino a un género musical derivado del jazz, fue fulminante y pronto se interpretó en América y Europa, constituyéndose en página indispensable en el repertorio de las más famosas orquestas sinfónicas. Esta obra influyó notablemente en compositores europeos y estadounidenses, que comenzaron a utilizar en sus obras melodías y patrones rítmicos del jazz, que por fin se había vuelto “respetable”.

El éxito no hizo olvidar a Gershwin sus numerosas lagunas técnicas, por lo que prosiguió sus estudios musicales con la intención de enriquecer su estilo y abordar metas más ambiciosas. Más adelante, hizo su propia orquestación de “Rapsodia en Blue” y compuso sus Preludios para piano.

No se habían cumplido dos años del milagro de la Rapsodia, cuando el 3 de diciembre de 1925 Walter Damrosch dirigió el "Concierto para piano en Fa Mayor", en el Carnegie Hall de Nueva York, con su compositor George Gershwin al piano, en la parte solista. El público lo aclamó, pero los críticos opusieron algunos reparos; unos pocos vislumbraron al genio, al músico de inspiración y talento que aún tenía mucho más que ofrecer.

A los 30 años, George Gershwin produjo Un Americano en París, que se estrenó el 13 de diciembre de 1928 en el Carnegie Hall, con la Orquesta Filarmónica de Nueva York. El nacimiento de esta obra se dio a partir de un viaje que hizo su autor a Europa. En ella describe sus vivencias paseando por las calles de París; inclusive, su partitura pide cuatro cláxones para reflejar el ruidoso ambiente de las calles de la Ciudad Luz. Se trata de una composición con cuadros que poseen un colorido y un vigor únicos y, por supuesto, el ritmo inconfundible de George.

Mientras tanto, su hermano Ira había dejado la carrera de literatura y se unió a un circo, en el que trabajó como promotor de giras. Luego estuvo como empleado en diversos empleos de oficina, que nada tenían que ver con su talento para escribir, excepto por un trabajo como crítico teatral en una revista. George lo invitó a colaborar con él como letrista, pero no queriendo colgarse de la fama de su hermano menor, Ira decidió usar el seudónimo Arthur Francis, que era una combinación de los nombres del hermanito y la hermanita de ambos.

La desbordante imaginación de Gershwin lo impulsaba a trascender las limitaciones comerciales y estereotipadas. Musicalmente, empleó en su obra la técnica de Liszt y progresiones adoptadas de los impresionistas franceses y especialmente de [[Maurice Ravel |Ravel]], al que admiraba y conoció personalmente en 1928. Encontró a su letrista perfecto en su hermano Ira, cuyas poesías anticonvencionales se adecuaban perfectamente a sus notas. Juntos crearon un tipo sofisticado de canción popular que inmediatamente captó el pulso de la década de los “estruendosos veintes”.

Éxitos para Broadway

Los hermanos Gershwin escribieron juntos varios éxitos para Broadway, protagonizados por estrellas como Fred y Adele Astaire, W.C. Fields, Jeanette MacDonald, Jimmy Durante, Bob Hope y muchas otras figuras del escenario estadounidense. En 1929 se inició en Nueva York una de las mayores crisis económicas mundiales a causa del conocido crac de 1929, cuando los precios de las acciones se hundieron en Wall Street y los bancos estadounidenses empezaron a quebrar.

Durante la Depresión Económica, Broadway ayudó a olvidar los problemas del momento. Era notable el contraste entre música y baile con la miseria y poca comida de la época, pero canciones como "Tengo Ritmo" de los hermanos Gershwin daban un sentido profundamente emotivo de lo que estaba ocurriendo, buscando ese rayo de luz que el pueblo estadounidense necesitaba.

Esta famosa canción fue interpretada por Ethel Merman en la exitosa comedia “Girl Crazy”, estelarizada también por Ginger Rogers y en cuya orquesta estaban los legendarios músicos Benny Goodman Gene Krupa, Glen Miller y Red Nichols.

En 1932, su comedia musical “Yo canto de ti”, una brillante sátira política, fue la primera obra de este género que ganó el Premio Pulitzer, en la categoría de drama, ya que no existía una de música, y fue, además, un gran éxito de taquilla.

Hitler había llegado al poder y la causa fascista, condenada por los judíos, estaba en su apogeo. Gershwin no fue un hombre interesado en la actividad política, sin embargo, colaboró en una serie de shows satíricos de carácter disidente.

En 1930, cuando George tenía 32 años, los hermanos Gershwin fueron por primera vez a Hollywood, donde escribieron las canciones de las películas “El Rey del Jazz” con Bing Crosby y “Deliciosa”.

Director de orquesta

Ese mismo año, George debutó como director de orquesta, en un concierto con su propia música. Compuso una Segunda Rapsodia y la famosa Obertura Cubana.

Cinco años después, en 1935, llegó a otro hito brillante cuando presentó su ópera folklórica Porgy y Bess, inspirada en el más genuino arte vernáculo y que trata sobre la vida de una comunidad negra en el Sur de Estados Unidos. Se estrenó el 30 de septiembre en Boston y el 10 de octubre en Nueva York, en el Teatro Alvin.

Fiel a su estilo, Gershwin sintetizó las dos tradiciones que conocía: la estadounidense, representada por el jazz y el espiritual, y la sinfónica europea. A pesar de algunas dificultades iniciales, Porgy y Bess se impuso rápidamente en los escenarios de todo el mundo y hoy es la ópera estadounidense por antonomasia. La ópera está basada en la novela y la obra teatral de Dorothy y Du Bose Heyward y tuvo como protagonistas a los negros del Harlem neoyorquino. Una vez que Gershwin consiguió el argumento, se dirigió en tren al Sur y alquiló una cabaña en una isla cercana a Charleston, junto con DuBose Heyward, autor de la obra elegida y del libreto, realizado en colaboración con Ira Gershwin.

Du Bose quedó impresionado la noche en que George asistió a una reunión de los negros en la isla y empezó a gritar y a aplaudir rítmicamente con ellos, con gran regocijo de su parte, pues le robó el primer papel al líder, siendo el único hombre blanco que pudo hacerlo. Otra noche entraron en una vieja choza que usaba otro grupo de negros, los "Holy Rollers", para sus reuniones. George quedó sumamente conmovido al escuchar la extraordinaria calidad de un coro de más de doce voces que subía en una pesada y rítmica oración, que producía un efecto tremendo en su intensidad. George escribió su música inspirado en esos cantos de la música negra.

Aún cuando ya había triunfado, George Gershwin continuó estudiando y trabajando sin pausa, porque no pensaba que pudiera haber otra forma de vivir. Nunca pareció dudar ni de su talento ni del éxito de su música y su narcisismo era legendario, pero también era un hombre generoso y promovió las carreras de muchos otros músicos como Vernon Duke, Oscar Levant y Arnold Schönberg.

Vida privada y aficiones

Además de dedicarse a la interpretación pianística y a la creación musical inspirada en el jazz y la improvisación, Gershwin se aficionó, entre otras actividades, a la pintura, en la que también mostró gran talento, así como a practicar el tenis y el golf, siendo considerado un atleta natural.

Se codeaba con los ricos y famosos de dos continentes, le encantaba la vida social y tenía fama de ser un playboy. Le gustaban mucho las mujeres y siempre tuvo alguna al lado, pero eran presencias transitorias. Ninguna lo cautivó verdaderamente, si bien algunas, como la actriz Paulette Goddard, estuvieron cerca. Lo que más disfrutaba eran las fiestas, en las que monopolizaba la noche al piano, tocando y cantando sus canciones para sus amigos, que lo adoraban.

George era un joven seguro y de aspecto despreocupado, que llegó a vivir en un penthouse de 14 habitaciones, que disfrutaba como propia cada fiesta de Nueva York y podía escribir música rodeado de amigos.

Era un hombre exitoso, según el mandato del capitalismo americano, pero no era un empresario ni un arribista. En un mundo dominado por el dinero y la especulación, él había elegido la música, que tenía el encanto y la rudeza de esa sociedad. Gershwin expuso las contradicciones de su mundo y construyó un estilo tan original e irrepetible como su tiempo.

Composiciones para cine

Después de Porgy y Bess, Gershwin dedicó toda su atención a componer música para el cine. A los 33 años, se mudó a Hollywood, atraído por sus promesas de fama eterna. Pronto se estrenó la película "Shall we dance?", con la partitura creada por él; los papeles protagónicos estaban a cargo de dos de los bailarines más geniales en el género: Fred Astaire y Ginger Rogers, que bailaron un tema en patines.

George se hacía cada vez más aficionado a la dirección orquestal y viajó a través de los Estados Unidos con su incansable entusiasmo, al frente de prestigiosas orquestas sinfónicas. Como solista también actuó en innumerables ocasiones, haciéndolo con un fervor y una dedicación que asombraba.

Sus fotos con Fred Astaire y Ginger Rogers o las caricaturas de Ira y George Gershwin escribiendo canciones con la productividad de una máquina no desentonaban con el fino glamour de las salas de concierto y la ceremonia de los estrenos sinfónicos.

La máxima aspiración de Gershwin era seducir con su música y con este ideal subía a escena todas las noches, en los teatros y en las salas cinematográficas del mundo entero.

Tenía en mente una cierta idea de la felicidad, y toda su música era un maravilloso esfuerzo por darle forma sonora a esa idea. Su aspiración de toda la vida era escribir canciones para las muchachas que, sentadas en las escaleras de incendio en las cálidas noches de verano de Nueva York, soñaban con el amor.

Trascendencia de su obra

La música de George sigue tan lozana como cuando la ejecutaba y en todo el mundo, sigue viviendo en cada nota, en su ritmo, el ritmo de George. Después de su muerte, creció su fama como compositor. Su música ha sido tocada por los mejores músicos del siglo XX, como Toscanini, Mitropoulos, Iturbi, Rubinstein, Pons y Bernstein, así como los más versátiles intérpretes modernos, como Louis Armstrong, Count Basie, George Benson, Miles Davis, Duke Ellington, Bill Evans, Stan Getz, Glenn Miller, The Modern Jazz Quartet, Charlie Parker, Paquito D'Rivera y Tommy Dorsey, por mencionar sólo a algunos.

Ella Fitzgerald, Roberta Flack, Billie Holiday, Al Jarreau, Sarah Vaughan, Frank Sinatra y Robbie Williams, entre muchos otros, han cantado su obra no como una concesión al gusto popular, sino como una muestra de respeto por su genio. Los festivales Gershwin se han convertido casi en un rito; cada verano, los amantes de la música de todo el territorio de los Estados Unidos asisten a ellos.

Dos concursos importantes para compositores estadounidenses llevan su nombre, así como bibliotecas universitarias y centros culturales de Estados Unidos. Muchas películas han rendido homenaje a George Gershwin, destacando en 1945 Rhapsody in Blue de Irving Rapper, su biografía novelada; en 1951 “Un Americano en París” de Vincent Minnelli, que ilustra algunas de sus más bellas páginas y en 1979 Manhattan de Woody Allen, por su partitura.

Ahora Gershwin está junto a los grandes creadores del pasado que han ayudado a formar la cultura estadounidense. Es una figura vigente pero a la vez íntimamente vinculada a la historia de su país. No hubo compositor comparable en el siglo XX, ya que tuvo un notable talento para fundir su música con el espíritu de toda una época.

Rhapsody in Blue

Gershwin logró aunar en esta obra, Rhapsody in Blue, tres elementos fundamentales de la música de su país: la tradición popular pianística, el tratamiento armónico de la música del teatro de variedades y toda la atmósfera del blues afroamericano. Frecuentemente se suele clasificar a Gershwin como un sinfonista del jazz. Tal planteamiento es tan simple como clasificar a Falla como un sinfonista del flamenco. Lo cierto es que Gershwin enraizó su música en la tradición de su país y aprovecho la riqueza rítmica, armónica y melódica que tuvo a su alrededor enfunción de una mayor y más moderna expresividad sinfónica. La obra no está concebida como un concierto para piano y orquesta, pues la función del piano, aunque de claro carácter solista, no sigue la línea concertante clásica, ya que Gershwin lo sitúa unas veces como solista y otras como mero acompañante.

Muerte

En el verano de 1937, George se hallaba en los Estudios Goldwin cuando sufrió un desvanecimiento. Cundió la alarma, pero, inmediatamente, se dijo que era sólo cansancio provocado por exceso de trabajo y que debía hacer un paréntesis. En pocos días volvió a ser el de antes, en la plenitud, con el mismo fervor y el mismo entusiasmo;sólo tenía algunos dolores de cabeza y malestar de estómago, nada más.

Fue apenas una tregua; muy poco tiempo después, empezó a olvidar fragmentos de sus composiciones al tocarlas y los dolores de cabeza se hicieron crónicos. A las 10 de la mañana del 10 de julio, sufrió un segundo ataque. En estado de coma, fue llevado al Hospital Cedros del Líbano, donde se le diagnosticó un tumor cerebral. La Casa Blanca envió a dos destructores de la Marina para buscar al más prominente especialista en el cerebro del país, el doctor Walter Danby, quien estaba de vacaciones en su yate.

En la búsqueda se perdió un tiempo precioso,por lo que al llegar al aeropuerto de Nueva York, el famoso cirujano supo por sus colegas en Los Angeles la situación del paciente y, comprendiendo que no podría llegar a tiempo, sólo pudo decirles:

“¡Operen!”. Al abrir, los médicos descubrieron que era demasiado tarde para salvarlo. George Gershwin nunca salió del coma y murió en Hollywood, California, el 11 de julio de 1937, a los 38 años.

Ira Gershwin continuó su carrera después de la muerte de su hermano, escribiendo textos para el cine, sobre música de otros compositores, en películas como “Park Avenue” y “Nace una Estrella”. Estableció el Archivo Gershwin en la Librería del Congreso de los Estados Unidos, para preservar los manuscritos de su hermano George y de él mismo.

Fuente