Heberon Alfa R

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Heberon® Alfa R
Información sobre la plantilla
Presentación farmacéutica-Estuche con 1 o 25 bulbos de vidrio incoloro con 1 mL.
-Estuche con 10 estuches con 1 bulbo de vidrio incoloro con 1 mL.
-Estuche con 6 estuches con 25 bulbos de vidrio incoloro con 1 mL.
Vía de administraciónLa vía de administración establecida es la subcutánea, sin embargo, puede emplearse también la intramuscular y las vías endovenosas, intratecal, intralesional e intraperitoneal.[1]

El Heberon Alfa R (Interferón alfa 2b humano recombinante) es un medicamento cubano utilizado contra infecciones virales provocadas por el VIH, la papilomatosis respiratoria recurrente causada por el virus del papiloma humano, el condiloma acuminado, y las hepatitis tipos B y Hepatitis C. En marzo de 2020 la Organización Mundial de la Salud anunció su inclusión junto a otro grupo de medicamentos en un ensayo mundial para combatir la enfermedad COVID-19.[2]

Es producido por la tecnología de ADN recombinante y además de ser un importante modificador de la respuesta biológica ha demostrado su efecto antifibrótico, antiangiogénico y en enfermedades del sistema nervioso central.[3] El Heberon Alfa R está registrado en países de América Latina como Argentina, Chile, Ecuador, Uruguay y Venezuela, así como en Jamaica, Vietnam, Yemen, Argelia y Tailandia.[4]

Historia

En 1980 llegaron a Cuba seis médicos de diferentes países junto con el congresista norteamericano Mickey Leland interesados en conocer más de cerca las características del pueblo cubano. Uno de los doctores era el profesor Randolph Lee Clark, oficial y veterano del cuerpo médico del Ejército estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial y presidente en aquel momento del M.D. Anderson Hospital and Tumor Institute de Houston. El presidente cubano Fidel Castro se reunió con ellos y se interesó sobre un nuevo medicamento para combatir el cáncer que le había comentado el profesor Clark: el interferón. Un año más tarde dos médicos cubanos visitan Texas y posteriormente seis científicos cubanos viajan a Helsinki y durante varias semanas se capacitan con el doctor Kari Cantell sobre la obtención del fármaco.

El 28 de mayo de 1981 un reducido grupo de investigadores cubanos, en un pequeño laboratorio montado en la entonces casa de protocolo número 149 del reparto Atabey en La Habana, logra producir a partir de glóbulos blancos el primer interferón cubano. Habían transcurrido menos de 45 días de su regreso de Helsinki. [5] El producto fue verificado en Finlandia y se aplicó con éxito en la epidemia de dengue hemorrágico que afectó a Cuba en 1981. El estudio incluyó a más de 300 pacientes y “se demostró que, usado precozmente en niños, el interferón alfa puede prevenir las complicaciones hemorrágicas.[6] Posteriormente, en el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí se demostró que el virus in vitro es sensible a la acción antiviral de los interferones alfa y gamma.

Durante el brote de conjuntivitis hemorrágica que azotó a Cuba en 1981 se aplicó el interferón leucocitario para prevenir la queratitis.[7] La tecnología del interferón Alfa 2b humano recombinante fue transferida en el año 2003 por el CIGB de Cuba a la empresa mixta cubano china Changchun Heber Biological Technology Co. Ltd y en 2007 se obtiene el registro sanitario del producto en China y comienza su comercialización para el tratamiento de las hepatitis B y C.

Uso

En la actualidad el Heberon® Alfa R es utilizado ante la presencia:

El medicamento cubano fue uno de los escogidos por la Comisión de Salud de China para el enfrentamiento al COVID-19.[8] La OMS en su iniciativa Solidaridad, seleccionó el interferón cubano junto con otros tres medicamentos en un estudio para intentar frenar la pandemia provocada por el nuevo coronavirus. [9] El interferón beta se prueba en una mezcla con los antivirales ritonavir y lopinavir, aunque se especula que si esta mezcla se administra en una etapa tardía de la enfermedad podría empeorar la condición de los pacientes.

Referencias

Fuentes