Diez de Octubre

Este artículo trata sobre municipio de Octubre en La Habana. Para otros usos de este término, véase 10 de Octubre (desambiguación).
Diez de Octubre
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Municipio de Cuba
Municipio Diez de Octubre
Municipio Diez de Octubre
EntidadMunicipio
 • PaísBandera de Cuba Cuba
 • ProvinciaLa Habana
 • Fundaciónsiglo XVI
Población 
 • Total213 583 hab.
PlazaRoja.jpg
Plaza Roja de Diez de Octubre

Diez de Octubre en Cubadebate

Diez de Octubre. Municipio de la provincia La Habana, constituido como tal en 1976 al aprobarse en el Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba en diciembre de 1975 el establecimiento en todo el país de la nueva división política-administrativa, plasmada jurídicamente mediante la Ley 1304 del 5 de junio de 1976; aunque su historia se remonta al siglo XVI. Toma su nombre de una de las primitivas vías de comunicación que atravesaba el territorio con dirección norte-sur, comunicando la Villa de San Cristóbal de La Habana con el interior, garantizando el traslado de ganado y productos agrícolas para la subsistencia de sus moradores.

Historia

Etapa colonial

El 28 de octubre de 1492 Cristóbal Colón desembarcó en la costa norte de Cuba.

Hacia el verano de 1510, ya bojeada la Isla, llega Diego Velázquez con un grupo de españoles. Comienza la ocupación de Cuba y desde 1511 hasta 1515 se produce la fundación de las primeras siete villas.

La de San Cristóbal, establecida inicialmente en la costa sur de La Habana, fue trasladada junto al Puerto de Carenas en la costa norte, según se cree en 1519.

La necesidad de sus moradores de extender hacia los territorios cercanos las zonas de cultivos de subsistencia determinó la aparición de caminos que enlazaran la Villa con el interior. Esto se remonta a fechas anteriores a 1557, pues ya en ese año se convoca a los vecinos para que cooperen con el arreglo de los mismos que habían sido destruidos por un huracán. Estos caminos fueron tomando distintas denominaciones, entre ellos se encontraban el Camino de Matabanó, nombrado más tarde Camino Real del Sur, por donde entraba en la capital la mayor parte de los abastecimientos y que fue el más significativo para la historia de esta localidad y su futura evolución económica y social.

Hasta el presente ha sido imposible hallar evidencias materiales de asentamientos aborígenes en el área que abarca este municipio en la actualidad, aunque la permanencia en la toponimia de vocablos tales como Luyanó, Uyanó, Maboa y otros sugieren esta posibilidad.

Durante el siglo XVI y hasta fines del siglo XVIII se otorgan las primeras mercedes en el territorio, se desarrolla la agricultura de subsistencia, así como el cultivo de la caña de azúcar y el tabaco.

El dato más antiguo referido al territorio se remonta a 1558, año en que aparece mencionado un lugar denominado Sabana de la Mula, destinado por el Cabildo a apacentar el ganado manso que iba a ser sacrificado, sitio que corresponde a las actuales Calzadas de Diez de Octubre, Concha y Cristina.

Vista Jesus Monte Historica visto desde la Loma de Jesús del Monte.

El primitivo Jesús del Monte se hallaba al sur de la villa de San Cristóbal, con una extensión aproximada de unas cinco leguas de superficie. Incluía las zonas que posteriormente fueron conocidas como: Luyanó, Víbora, Jacomino, Arroyo Apolo y Arroyo Naranjo]].

La cercanía a la villa de San Cristóbal, los caminos que lo atravesaban, la fertilidad y topografía del terreno, así como las favorables condiciones climáticas, resultaron factores importantes para que se produjeran mercedes de tierra, primero; y el establecimiento de pobladores, después.

Actividades económicas

Durante la segunda mitad del siglo XVI, La Habana comenzó a adquirir importancia en virtud del fomento de las construcciones militares que debían defenderla de los ataques de los corsarios y por el establecimiento del régimen de flotas. De la América a España salían dos flotas: una desde Cartagena de Indias y Portobelo (Panamá) y otra de Veracruz (México).

Estas dos flotas debían reunirse en La Habana y luego emprender el viaje hacia España juntas, a través del canal de La Florida. Los viajes de las flotas empezaron a hacerse con regularidad desde 1581. La estancia de las flotas beneficiaba extraordinariamente a La Habana, puesto que tanto al venir de España como al regreso, los barcos necesitaban agua, leña, carne, viandas, frutas, cuero y otros productos de los cuales se abastecían en la villa; lo que determinaba que en varias leguas a la redonda se criara ganado y se cultivaran tierras con el propósito de abastecer a los miles de soldados, marinos y pasajeros que formaban parte de las flotas.

El otorgamiento de mercedes de tierra en la localidad se inicia aún antes de mediados del mencionado siglo, continúa durante la segunda mitad y se intensifica en el siglo XVII. Esas tierras, comenzando por las otorgadas en la zona de Luyanó, estarían dedicadas a estancias de labor y sabanas para pastoreo de ganado, actividades que tenían como objetivo abastecer la villa de San Cristóbal. Aparecen como beneficiarias de los otorgamientos personas de diferente extracción social desde Juan de Rojas y Francisco Colona, destacadas personalidades de la villa, hasta negros libres.

El cultivo del tabaco se desarrolló en Jesús del Monte desde los primeros años del siglo XVII. Los europeos habían aprendido de los indígenas a fumarlo desde mucho antes y ya en aquella época se usaba en Europa; aunque en Cuba solo se sembraba para el consumo y la venta a las flotas. En ese propio siglo fue surgiendo la agricultura cañera y se establecieron varios trapiches en el territorio. Factores importantes en el desarrollo histórico de Jesús del Monte son la presencia de numerosos caminos y serventías, en primer lugar el Camino Real del Sur, que atravesaba el territorio de norte a sur y enlazaba la villa con el campo o monte, por lo que posteriormente recibió el nombre de Calzada de Jesús del Monte. Esta vía fue durante varios años el principal camino por donde entraban los abastecimientos agrícolas y pecuarios a La Habana y conducía hasta Santiago de las Vegas, Bejucal y Batabanó.

Otra importante vía de comunicación era el camino del Sudeste (camino de Luyanó), el que fue con el tiempo la calle Mangos. El mismo conducía hacia Guanabacoa y San Miguel del Padrón. A principios del siglo XIX fue sustituida por la Calzada de Luyanó, que constituyó la más utilizada vía terrestre de salida de La Habana hacia el este hasta que se inauguró el paso superior de la Vía Blanca en 1947. Además de estos dos caminos principales, había otros de segundo orden que atravesaban el territorio en distintas direcciones, como el camino de la Cruz del Padre o del Guanchero, coincidente en parte con la actual Avenida de Mayía Rodríguez; la serventía de María Ayala, que seguía aproximadamente el rumbo de lo que es hoy la Avenida de Dolores o Camilo Cienfuegos. También hubo caminos o serventías que al andar de los tiempos se convirtieron en importantes vías como las calzadas de Concha y la de calzada de Porvenir.

El incesante tráfico de viajeros, carretas y arrías fue creando las condiciones para el surgimiento de cafés, fondas, herrerías y otros establecimientos necesarios para el abastecimiento y descanso del creciente personal que se movía por los caminos existentes en el territorio.

El poblamiento

El poblamiento del territorio se fue produciendo en forma lenta y dispersa desde fines del siglo XVI y principios del siglo XVII y a mediados de éste ya existía el caserío de Jesús del Monte en terrenos del demolido ingenio San Francisco de Paula, propiedad de Francisco de Lara Bohórquez, en las inmediaciones de la intercepción del Camino Real del Sur y el del Sudeste.

Este poblado, distante de la villa unos cuatro kilómetros en dirección sur, presentaba típicas características rurales y estaba compuesto por naturales de la Isla, inmigrantes canarios y peninsulares; así como negros libres y esclavos. Éstos se dedicaban básicamente al cultivo de la caña de azúcar y a su procesamiento; mientras aquellos, aprovechando las condiciones favorables del terreno, practicaban una agricultura de subsistencia y el cultivo del tabaco.

A fines del siglo XVII la población ascendía a 1627 habitantes, de ellos, 673 españoles y libres y 954 esclavos. El crecimiento progresivo del asentamiento poblacional y los serios inconvenientes que confrontaban los vecinos, especialmente durante la estación de las lluvias, para trasladarse hasta la parroquial mayor a fin de participar en los oficios religiosos contribuyeron a que se construyera la ermita de Jesús el Buen Pastor en la elevación próxima al cruce de los dos caminos principales mencionados.

En 1695, cuando ya la ermita resultaba insuficiente para desempeñar su cometido; el presbítero Cristóbal Bonifaz de Rivera, propietario de terrenos en las inmediaciones, donó la extensión necesaria para la construcción de una iglesia de piedra y tejas, de una sola nave y sin torres. La iglesia fue declarada auxiliar de la parroquial mayor.

Los documentos más antiguos existentes en el archivo parroquial; referente a matrimonios, bautizos y defunciones, son los siguientes:

  • El 3 de noviembre de 1689 se llevó a cabo el primer matrimonio en la ermita de San Cristóbal de Paso Seco perteneciente a la demarcación de Jesús del Monte. Los contrayentes fueron Baltasar López y María Márquez, ambos canarios.
  • El 6 de julio de 1690 aparece el primer bautizo de españoles, el que se corresponde a una niña llamada Isabel, hija de Cristóbal de Fuentes y de Catalina López.
  • El 16 de diciembre de 1693 se asentó la primera muerte en el libro de defunciones, la que corresponde a María, hija de Diego Díaz e Inés María Carmenate.

La sublevación de los vegueros

Durante la última etapa se produjo un enfrentamiento armado entre los vegueros, de una parte, y las fuerzas de infantería y de caballería, de la otra; en el lugar en que actualmente se encuentra Rancho Boyeros. Un veguero resultó muerto, hubo varios heridos y once cayeron prisioneros. Trasladados a Jesús del Monte fueron encerrados en un lugar seguro y luego fusilados por orden del gobernador Guazo. A continuación fueron colgados de los árboles que había junto al camino de Jesús del Monte, el más frecuentado de los que daban acceso a la capital.

Toma de la Habana por los británicos

Las hostilidades fueron iniciadas por el Imperio británico en 1762. En ese momento La Habana era la plaza más fuerte y el principal enemigo de los británicos en las Antillas, por lo que ellos decidieron apoderarse de la ciudad. El 6 de junio de 1762, los invasores británicos aparecieron en el horizonte, traían más de 50 barcos de guerra, 200 transportes y unos 95 000 hombres.

La Habana contaba para su defensa con unos 17 000 hombres, entre tropas regulares, marinos y voluntarios. El 7 de junio de 1762 los británicos desembarcaron por Cojímar y en días sucesivos ocuparon Guanabacoa, La Chorrera, las alturas donde hoy está La Cabaña y otras elevaciones, concentrando sus esfuerzos en apoderarse del Morro, defendido por tropas al mando de Luis de Velasco.

Durante los meses de junio y julio, las milicias comandadas por el regidor de Guanabacoa José Antonio Gómez, conocido por Pepe Antonio, ocasionaron gran número de bajas a los británicos, entre muertos y heridos.

El 30 de julio de 1762, después de 44 días de resistencia, el Castillo de los Tres Reyes del Morro cayó en poder del enemigo, los que sufrieron unas 3000 bajas; mientras los españoles perdieron unos 1000 hombres. Días después, los británicos comenzaron a cañonear la ciudad desde distintas alturas, la que se rindió el 12 de agosto de 1762. Los británicos permanecieron en La Habana hasta el 6 de julio de 1763.

Durante más de sesenta días que duró el sitio de la ciudad, las alturas de Jesús del Monte eran consideradas de gran importancia estratégica, ya que desde sus alturas principales se dominaba gran parte de la costa y los caminos extramuros existentes. Algunas elevaciones, el camino más importante de la localidad, los puentes de Agua Dulce y de Maboa; así como el río Luyanó fueron ocupados o custodiados por tramos alternativamente, ya por los defensores o por los sitiadores.

En Jesús del Monte no hubo grandes batallas pero sí el movimiento de tropas y algunas escaramuzas. La principal de ellas se produjo el 4 de agosto de 1762 cuando los españoles atacaron a los británicos en la Loma de Luz, ocasionándole cinco muertos y un herido, y sufriendo ellos seis heridos. En la noche de ese día los invasores evacuaron el lugar; pero antes de retirarse hacia la loma de Aróstegui, incendiaron las casas que habían ocupado, otras de las inmediaciones y la iglesia de Jesús del Monte.

Durante la ocupación se efectuó un intenso comercio británico a través del puerto habanero. Los cubanos pudieron adquirir cuanto necesitaban a precios económicos y vender en condiciones ventajosas lo que producían. Ello permite afirmar que la presencia británica resultó favorable para La Habana y sus alrededores.

Primeras luchas obreras

Durante la década del 80 en la industria del tabaco, especialmente en los centros establecidos en La Habana, se libraron fuertes luchas entre obreros y patrones. La fábrica de tabacos Henry Clay, situada en la Calzada de Luyanó 100, concentraba en 1888 la décima parte de los tabaqueros habaneros y vino a jugar un papel importante en el estallido huelguístico ocurrido ese año.

En dicho centro se producía una vitola marca Alvas, que requería de un gran trabajo, la cual se pagaba a un precio inferior a otras fábricas, incluidas las más pequeñas. Los operarios reclamaban que se les pagara a razón de $55.00 por millar, como se pagaba en otras fábricas, en lugar de a $44.00 como se pagaba en Luyanó.

La empresa simuló aceptar la demanda, pero varios días después despidió a los 30 operarios de Alvas. Los torcedores de la Henry Clay deciden apoyar a sus compañeros, los que también recibirían apoyo de los operarios de La Legitimidad, El Águila de Oro y La Diligencia, centros en los que también había luchas por aumentos salariales. Se produce una huelga que se inicia en el mes de julio y se extiende hasta septiembre de 1888 y en la que participan unos mil trabajadores. Se produjeron grandes disturbios en la esquina de Toyo y en la Calzada de Luyanó, mientras parejas de orden público de infantería y de caballería acudieron a la fábrica para protegerla. Aunque la unión de fabricantes no pudo contratar a rompehuelgas para producir tabacos, se valió de la labor divisionista desplegada por el gremio Unión Obrera de carácter reformista para derrotar la huelga que estaba apoyada por el gremio Alianza Obrera, de tendencia anarquista.

Siglo XIX

Durante el siglo XIX es un hecho la formación de nuevos repartos y la desmembración de las viejas estancias y el trazado de nuevas calles, alineación y pavimentación de otras que cobrarán mayor importancia en el siglo XX con la explosión urbanística de La Habana y sus barrios. Al iniciarse la etapa neocolonial el territorio se encontraba dividido en tres grandes barrios: Jesús del Monte, Luyanó y Arroyo Apolo al que se sumará el barrio Manuel de la Cruz en 1919.

En este período, el territorio fue escenario de importantes eventos científicos y culturales como la inauguración de una Estación Sismográfica (1907), primera de este tipo en el país, instalada por el Observatorio de Belén en la finca de recreo que los Jesuitas poseían en el barrio de Luyanó; en 1909 se estableció en San Francisco # 10, barriada de Jesús del Monte, la agencia musical Anckerman y Casas; en 1913 se instaló el primer estudio cinematográfico que existió en Cuba, en la azotea de la casa sita en Calzada de Jesús del Monte # 356 esquina a Santa Irene y Correa por Enrique Díaz Quesada, quién exhibió el primer largometraje de cine silente; por lo que es considerado como el pionero de la cinematografía cubana.

Es importante señalar que para 1918 se propone a solicitud de la Asociación de Emigrados Revolucionarios de Cuba el cambio de nombre de la Calzada de Jesús del Monte por el de Calzada de Diez de Octubre.

Pero no todo es júbilo y progreso. El movimiento obrero intensifica su lucha y asume posiciones consecuentes con acontecimientos de carácter nacional. Como exponentes de esta lucha se destacan los talleres ferroviarios de Luyanó, donde se constituyó la primera célula del Partido Comunista integrada por sólo tres militantes.

La crisis económica y la llegada al poder de Gerardo Machado agudizaron la difícil situación por la que atravesaba la clase obrera. La ilegalización de la Confederación Nacional Obrera de Cuba, la Huelga General de 1930, el asesinato de Rafael Trejo, cuyo cadáver fue velado en su domicilio sito en Calzada de Diez de Octubre y Altarriba; de Antonio Pío Álvarez; de Arturo del Pino y Félix Ernesto Alpizar son sólo ejemplos de lo que caracterizó a este tiránico gobierno. El golpe de estado de 1952 incentivó aún más la combatividad y la lucha clandestina de los jóvenes que veían en la lucha armada la vía para derrotar a la dictadura.

El periódico Son los Mismos ―posteriormente llamado El Acusador― editado por Raúl Gómez García recoge el quehacer y el sentir de estos años.

Luego del asalto a los cuarteles Moncada y de Bayamo, en el que la sangre de nuestros jóvenes estuvo presente, se constituyó el Movimiento 26 de Julio (M-26-7) con aproximadamente 14 células y dos brigadas en el barrio de Luyanó. Este último y la zona de Lawton, sirvieron de refugio a muchos jóvenes clandestinos.

La lucha en la Sierra Maestra estuvo representada en el más genuino de los octubrinos, Camilo Cienfuegos Gorriarán. Su casa natal ubicada en Pocito # 228 e/San Anastasio y Lawton, hoy museo y Monumento Nacional, recoge en síntesis apretada la trayectoria de su vida, pensamiento y acción.

El movimiento continuaba realizando acciones, ahora con nuevas tareas por delante, el asalto al Palacio Presidencial y la toma de Radio Reloj (1957). Lugares como el taller Carrocerías Novo y la Loma del Chaple fueron sitios importantes de nuestra localidad donde se prepararon y acondicionaron los autos para la acción y se escondieron las armas utilizadas por el Directorio Revolucionario respectivamente. El fracaso de aquella acción entregaría nuevos mártires al municipio: José Briñas García, José Luis Gómez-Wanguemert y Maiquez y Eduardo Domínguez Aguilar. Proclamada la Huelga General del 9 de Abril de 1958, los jóvenes que tomaron la Armería, en La Habana Vieja, salieron de Santos Suárez, cayendo en la acción Marcelo Muñoz, Reinaldo Aulet, Roberto Casals y Carlos Aztiazarraín. A partir de este momento se recrudeció la persecución contra los combatientes revolucionarios.

Al cumplirse un año de la noche de las 100 bombas, el 8 de noviembre de 1958, en un apartamento de Goicuría # 523 el # 5, esquina a O’Farrill (en La Víbora), son sorprendidos cuatro jóvenes del M-26-7: Rogelio Perea, Pedro Gutiérrez, Ángel Ameijeiras y Norma Porras, esta última fue la única sobreviviente de lo que hoy conocemos por los “Los hechos de Goicuría y O’Farrill”.

Como podemos apreciar, las zonas de Lawton, Luyanó y Víbora se destacaron como fuente de refugio para los combatientes clandestinos, además de ser utilizados sus locales para reuniones y guardar armas.

No es casual que hoy existan 9 construcciones conmemorativas y 58 sitios históricos vinculados a esta etapa de la lucha.

Personalidades insignes

Patriotas

Cultura

Personalidades de la cultura:

En el municipio se destaca por sus distintas actividades culturales el Teatro Mariana Grajales donde se han presentado distintos espectáculos, peñas, presentaciones y conciertos de Luanda Suárez, Rafael Espín, Verónica Velázquez, Maria Cristina Puentes, José Valladares, Alwin Damián, María Victoria Rodríguez, Lourdes Torres, Los Zafiros, Claudio Rodríguez, Julio Kaiser, Niurka Reyes, entre otros.

Artistas de la plástica que vivieron en el municipio Diez de Octubre

  • Esteban Valderrama Peña (16 de marzo de 1892 al 14 de abril de 964) Director de San Alejandro durante tres periodo distintos. Vivió en San Mariano No. 51 esquina a Buenaventura. Sus obras más reconocidas son los retratos. Fue además ilustrador y director artístico de la revista del Club Ferroviario que radicaba en Lawton.
  • Jaime Valls Díaz (23 de febrero de 1893 al octubre 1995) No estudio en la Academia pero representa el tránsito entre esta y la vanguardia. Vivió en Encarnación e/ Flrores y San Indalecio, luego en Lacret n.º 157 esquina a Heredia y Alcalde O’Farril hasta su muerte.

Educación

Deportes

Mujeres destacadas Municipio Diez de Octubre =

  • Emilia de Córdoba y Rubio (1853 -1920). Obtuvo del general Brooke que la mujer cubana pudiera ocupar puestos públicos siendo ella la primera mujer que ocupase una plaza de mecanógrafa en las oficinas del Estado.
  • María Collado Romero (1885 – 196?). Primera mujer repórter y la primera cronista parlamentaria de Cuba.
  • Nila Ortega Casimiro (1909 – 1996). Destacada luchadora por la igualdad de la mujer. Primera mujer concejal que ocupa un cargo en el Ayuntamiento de la Habana.

Colarían López Valdés (1910 – 199?). Primera mujer que dirigió una orquesta danzonera en Cuba.

  • Hilda Madera Valiente. Escultora. Entre sus obras se encuentran: el busto de José Martí que colocara Celia Sánchez Manduley y su padre en el Pico Turquino.
  • Elena Fernández de Castro. Internacionalista que falleció cumpliendo misión en Vietnam.

María Teresa González Vega (1909 -). Destacada Revolucionaria Cubana.

Ciencias

Puestos de salud

Hospitales

Policlínicos

Hogares Maternos

  • Indira Gandhy (4to piso del Raúl Gómez)

Hogares de Impedidos Físicos Mentales

  • Victoria de Laredo
  • Rubén Martínez Villena

Hogares de Ancianos

  • General Peraza
  • 24 de Febrero
  • Lidia y Cloromida
  • 28 de Enero (Reparación)
  • San Francisco de Paula

Casas de Abuelos

  • Gracias a la vida

Clínica Estomatológica

  • Santa Catalina
  • Víbora
  • Tejar y Lawton
  • 14 de Junio
  • 30 de Noviembre

Bancos de Sangre

  • CFPO Territorial de lucha contra el sida

Ópticas

  • Diez de Octubre y Santa Emilia
  • 16 y Concepción
  • Valencia Juan Delgado y Patrocinio

Fuentes