Felipe Fondesviela y Ondeano

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Felipe Fondesviela y Ondeano
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Marques de la torre.jpg
Marqués de la Torre
Gobernador de Cuba
1771 - junio de 1777
PredecesorAntonio María Bucareli
SucesorDiego José Navarro García de Valladares
Datos Personales
NombreFelipe Fondesviela y Ondeano
NacimientoBandera de España España

Felipe Fondesviela y Ondeano (Marqués de la Torre). Militar español. Gobernador y Capitán General de Cuba (1771-1777). Concluyó el castillo de Atarés y la fortaleza de La Cabaña, y comenzó el castillo del Príncipe. Organizó el sistema de hacienda y rentas, mejorando las condiciones urbanas de las grandes ciudades (alumbrado, pavimentación, sanidad).

Antecedentes

El anterior Gobernador y Capitán General de Cuba, el teniente general Ambrosio de Funes y Villalpando, Conde de Ricla estableció como prioridad la reconstrucción de las fortalezas de El Morro, La Fuerza y La Punta. Se construyeron las de La Cabaña, Atarés y El Príncipe y las baterías de La Pastora y el Polvorín y se modernizó la muralla de La Habana. Por tal motivo, por lo que estableció un precedente de auge constructivo en la ciudad.

Gobernador de Cuba

Como sucesor de Ambrosio de Funes fue designado Felipe Fondesviela y Ondeano, Marqués de la Torre, quién asumió el cargo en 1771. Desde que llegó a Cuba comprendió que aunque habían sido edificadas importantes obras, el estado de la Isla era deplorable. En su afán por encauzar al país por la senda del progreso, durante los seis años de su mandato se realizaron por primera vez en Cuba de modo continuado y con sujeción a un plan general, obras públicas de carácter civil, destinadas a embellecer la capital y a mejorar las comunicaciones y el nivel de vida en los lugares más poblados de la isla.

Ya que estaba concluido en lo fundamental el sistema de fortalezas, inició el alumbrado de las calles y otras importantes obras. El 16 de enero de 1777 comenzó a construir en La Habana, la Alameda de Paula, que se constituiría en el primer paseo, y siguió siendo el más elegante y concurrido de la capital. En esa época Inició la construcción del Palacio de los Capitanes Generales o Casa de Gobierno, además de sede de la Cárcel de La Habana, que es todavía uno de los mejores edificios coloniales de Cuba.

El 5 de septiembre de 1774 Fondesviela inició la construcción del castillo del Príncipe, y el 14 de noviembre dio por concluida la fortaleza de La Cabaña. En ese año también se terminaron las obras del castillo de Atarés. Planeó también la construcción de la Plaza de Armas y del Paseo Extramuros, hoy Paseo del Prado o Paseo Martí. En el interior de la isla abrió y ensanchó caminos, hizo algunos muelles y puentes, levantó cuarteles, mejoró las defensas, y fundó nuevos pueblos, (Pinar del Río, Jaruco, Güines).

Se centró además en darle lucimiento a la capital, por lo cual prohibió las casas de guano dentro del perímetro de la ciudad de entonces, con lo que obligó a los pobres a refugiarse en barrios marginales como Jesús María y La Salud. Se impuso una nueva arquitectura de grandes y ostentosos palacios. Para facilitar la llegada de productos agropecuarios a la capital y el desplazamiento de sus moradores construyó una serie de puentes en ríos antes difíciles de vadear (Cojímar, Güines, Santa Fe, Santa María del Rosario, Arroyo Hondo, y otros).

El dinero invertido en las fortificaciones durante los años que siguieron a la evacuación inglesa, juntamente con la libertad de comerciar con diferentes puertos de España y la supresión de varios derechos que antes tenían que pagar los barcos al tomar sus cargamentos, fueron causa del aumento de las rentas públicas, por lo que en la llamada “época de restauración” los negocios en Cuba mejoraron rápidamente.

En tiempos del Marqués de la Torre, la Aduana de La Habana llegó a recaudar medio millón de pesos anuales. Más de doscientos barcos de travesía y unas cinco mil embarcaciones de cabotaje entraban en el puerto habanero cada año. El azúcar y los cueros de Cuba empezaron por esta época a entrar libres de derechos en España, (1774). Con el aumento de la exportación de esos productos corrió pareja el de la cera, favorecida también con la libertad de introducción en la Península.

La recaudación por los impuestos sobre el valor de las ventas, (alcabalas), ascendió con el auge de los negocios. Aun así, los gastos que representaban las construcciones del Marqués de la Torre hubieran superado a los ingresos disponibles si este gobernante no hubiera solicitado y obtenido la ayuda de hacendados y vecinos, quienes se le brindaron en dinero, materiales y trabajo de esclavos.

Acciones en el interior de la isla

En 1775 el marqués de la Torre visitó el Partido de Güines, recibiendo al vecindario en la iglesia, donde Francisco de Gama Navarrete y Pedro de Ayala, como apoderados de los hacendados y vegueros de la zona, le entregaron el 29 de agosto, una solicitud al rey de España Carlos III, a través de su conducto, para que le concediera el título y gracia de Villa en el centro de la hacienda Los Güines, en atención a las ventajas naturales y el progreso de su agricultura. Villa se consideraba una población que tenía privilegios que la distinguía de las aldeas, pueblos y lugares, contando con Casa Consistorial y Corporación Municipal. El título de Villa era conferido por el Rey y tenía derecho a usar escudo.

En su petición escribían orgullosamente del río El Español, Vigía o La Catalina (el Mayabeque de la toponimia indígena): “…cuyas aguas muy saludables bañan y riegan fácil y abundantemente [sus terrenos] perfectamente llanos, sin riesgos de inundación tan fértiles que se logran copiosas recoltas (sic) de todos los frutos del país y con especialidad tabaco del mejor nombre y superior calidad (...)”. A cambio de la merced del título de Villa a la población que se comprometían a edificar según una nueva planta y régimen, ofrecían los vecinos al rey, por mediación del marqués de la Torre, “20,000 libras de tabaco verdín apaleado que entregarían en cuatro años.”

El gobernador Marqués de la Torre apoyó el proyecto, “pues ningún pedazo de tierra había en toda… [la Isla] ni más sano ni más fértil ni más hermoso…a que se agregaba el crecido número de vecinos…establecidos y la reunión que iban haciendo de las casas en la cercanía de la Iglesia parroquial” . Era el pueblo, continúa el Marqués, “de fácil entrada y salida por sus buenos caminos para aumentar el tráfico interior de la población de la Isla”.

La población del Partido era en 1775 de 365 vecinos y 2,340 personas. En el pueblo había 64 casas. Las vegas, que sumaban 266, ocupaban solamente una quinta parte del territorio y dominaban la economía según las cifras elevadas al Capitán General. También en 1775 y 1785 les fueron mercedadas tierras realengas próximas a Güines al gobernador Conde de Ricla y al victorioso general Bernardo de Gálvez debido a la riqueza de esta zona tan próxima a la capital.

En 1773 el capitán general don Felipe Fondesviela, ante la necesidad de crear núcleo que sirviera de cabeza a las tierras de lo que eventualmente llegó a ser la provincia de Pinar del Río y que ya gozaba de ser excelentes para el cultivo del tabaco, hizo repartir los primeros solares a los vecinos de este lugar. Ordenando al mismo tiempo a subalterno calificado para que eligiese el asiento más práctico para dicho pueblo y fijase los límites de su jurisdicción. Fue pues, el capitán general Fondesviela el creador de la ciudad y fue también en su honor que se le puso el nombre de Nueva Filipina, de su patronímico.

Ya en 1774 una parte de este territorio occidental deja de depender del Cabildo de La Habana, fundándose por parte de Don Felipe Fondesviela, marqués de la Torre y Capitán General, la tenencia de gobierno de Filipinas; cuya jurisdicción se extendía desde el río de Los Palacios hasta el Cabo de San Antonio. La cabecera de la jurisdicción residía primero en la aldea de Guane y después en 1778 en Pinar del Río.

Otros hechos durante su gobierno

El 20 de enero de 1775 se inauguró el Coliseo, llamado El Principal, construido por iniciativa de Fondesviela junto a la Alameda de Paula. Era de una arquitectura majestuosa, y fue el primer teatro de mampostería y madera con que contó La Habana, construido por el arquitecto Fernández Trevejos. Su construcción había comenzado en 1773 y las obras en realidad concluyeron el 18 de mayo de 1776.

En 1777 realizó el primer censo de población de la Isla, que arrojó una población total de 96 480 blancos y 75 190 negros, de los cuales 44 333 eran esclavos, número que ascendería con el fomento de la Trata de Negros.

Fin de su gobierno

En junio de 1777 Felipe de Fondesviela entregó el cargo de Capitán General y Gobernador de Cuba a Diego José Navarro García de Valladares. El obispo Valdés escribió: “fue llorado a su partida, por todos los que experimentaron el suave influjo de su gobierno”.

Fuentes

  • Arcadio Ríos. Hechos y personajes de la Historia de Cuba. Recopilación Bibliográfica. La Habana, 2015. 320 p.
  • Colectivo de autores. Enciclopedia de Historia Militar de Cuba (1510-1868). Centro de Información para la Defensa. MINFAR.