Federico Roncali

Federico Roncali
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Noble, militar y político español. Gobernador y Capitán General de Cuba
Gobernador de Cuba
1848 - 1850
PredecesorLeopoldo O’Donell
SucesorValentín Cañedo
Datos Personales
Nacimiento1809
Cádiz, Bandera de España España
Fallecimiento3 de abril de 1857
Madrid, Bandera de España España
Notas
Conde de Alcoy

Federico Roncali. Conde de Alcoy. Noble, militar, político y gobernador colonial español. Gobernador y Capitán de Cuba (1848-1850). Presidente del Consejo de Ministros de España, ocupó también los ministerios de la Guerra y de Estado. Su mandato en Cuba se caracterizó por el inicio de algunas obras de infraestructura, que después fueron continuadas por sus sucesores.

Primeros años

Nació en Cádiz, España, en 1809. Se incorporó en su juventud a la carrera militar en el ejército español. Se sabe que en 1844 era capitán general de Valencia, en cuyo año sufrió la Rebelión de Boné liderada por el coronel de caballería y comandante de carabineros Pantaleón Boné, el cual tomó la ciudad de Alicante durante 44 días hasta su ejecución.

La rebelión de Boné fue una sublevación surgida en la ciudad de Alicante (capital de la provincia de Alicante, una de las tres que conforman la comunidad de Valencia, España) desde el 28 de enero al 9 de marzo de 1844 contra el gobierno liberal moderado de Luis González Bravo que se había formado a finales de 1843, tras la caída en julio de ese año de la Regencia de Baldomero Espartero. La rebelión, liderada por el coronel de caballería y comandante de carabineros Pantaleón Boné, consistió en el levantamiento popular de ciudadanos liberales progresistas, que exigían una serie de mejoras políticas, económicas y sociales frente a la vuelta al poder de los moderados.

Roncali participó en otras acciones militares y llegó al grado de general de la mano de su protector, Baldomero Espartero. En 1846 se incorporó como senador vitalicio durante un año.

Gobernador de Cuba

Al cesar en el mando en Cuba Leopoldo O'Donnell y Joris, asumió Federico Roncali como Capitán General y Gobernador, tomando posesión el 28 de marzo de 1848. En vista de la falta de esclavos, O’Donnell había autorizado por primera vez la entrada de indios yucatecos y de peones chinos, que venían oficialmente en condición de contratados, pero en realidad eran explotados en las mismas condiciones que los negros africanos.

La introducción de peones chinos comenzó a partir de 1847, pero tomó auge en el gobierno de Roncali y continuó durante el de sus sucesores. Hasta 1874 fueron embarcados hacia Cuba un total de 141 391 peones chinos. De ellos, 16 576 murieron en el viaje y 124 813 fueron adjudicados en La Habana. La resistencia de los culíes chinos al engaño por el cual se les sometió a la esclavitud no fue menos vertical que la de los africanos. Todos los años se quitaban la vida un gran número de ellos. Los chinos se suicidaban 100 veces más que los blancos y 14 más que los esclavos negros, pero también se convertían en cimarrones, apalencados y participaban en las insurrecciones.

La introducción de indígenas yucatecos comenzó en 1848, como consecuencia de la Guerra de las Castas, en la que los rebeldes yucatecos fueron prácticamente aniquilados, y el gobernador de Yucatán dispuso la expulsión, por 10 años, de los escasos prisioneros indígenas que quedaron, pero después le pareció mejor idea venderlos como esclavos a los españoles, a precios que oscilaban entre 10 y 25 pesos cada uno. Este inicuo comercio prosiguió hasta que alrededor de 800 de ellos fueron vendidos en la capital cubana. También muchos de los indios yucatecos se convirtieron en cimarrones, apalencados e insurrectos.

Otro suceso de 1848, que llenó de consternación a los hacendados cubanos y que impulsaría su tendencia hacia el anexionismo fue la guerra arancelaria declarada por España a los EE.UU. a partir de ese año. España quería eliminar la competencia que le hacía la harina procedente del estado norteño a la harina que la metrópoli colonial introducía en el mercado cubano. Para ello fijó impuestos a la harina norteamericana para hacerla más cara que la española. El gobierno norteamericano, en represalia, estableció impuestos de aduana al café de Cuba, al mismo tiempo que se aseguraba la producción brasilera de ese grano. La industria cafetalera cubana sucumbió a causa de la guerra económica.

Muchos de los hacendados y otros criollos interpretaron estos hechos en el sentido de la necesidad (y facilidad) de que la Isla fuera anexada a los Estados Unidos para estar libres de este tipo de represalias y tener puerta abierta a la exportación de sus productos a la ya naciente potencia norteña. Este sentimiento se había intensificado desde la fácil anexión de Texas (1845) y el inicio de la agresión contra México (1846), que concluyó en 1848 con la ocupación de los actuales estados de California, Nuevo México, Nevada, Utah, y partes de Arizona, Colorado, Wyoming, Kansas y Oklahoma, más de la mitad del territorio mexicano.

Entre las obras ejecutadas o terminadas durante su mandato se encuentra el faro Roncali, construido entre 1846 y 1849 en el extremo occidental de Cuba, de gran importancia para la navegación en el estrecho de Yucatán, y que constituye el más antiguo monumento arquitectónico de toda la parte del oeste de Cuba.

Federico Roncali cesó como Gobernador y Capitán General de Cuba el 13 de noviembre de 1850, al asumir el mando José Gutiérrez de la Concha.

Regreso a España y muerte

De regreso en España ocupó el cargo de Presidente del Consejo de Ministros del 14 de diciembre de 1852 al 14 de abril de 1853. En resumen, sus cargos en el gobierno español fueron: Ministro de la Guerra (1846); Presidente del Consejo de Ministros (1852-1853); Ministro de Estado (1852-1853).

Roncali murió en Madrid el 3 de abril de 1857.

Fuentes

  • Arcadio Ríos. Hechos y personajes de la Historia de Cuba. Recopilación Bibliográfica. La Habana, 2015. 320 p.
  • Arcadio Ríos. La Agricultura en Cuba. Editorial Infoiima. La Habana. 2016. 374 p. Págs. 68-70.
  • Historia de Cuba. Dirección Política de las FAR. LA Habana. Págs. 129-133.