Síndrome de vómitos cíclicos

Síndrome de vómitos ciclicos
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Síndrome de vómitos cíclicos es una enfermedad poco conocida que afecta a niños y algunos adultos y puede causar mucho sufrimiento y estrés en los pacientes y en sus familias. Fue descrito por primera vez por el pediatra Samuel Gee en 1882. Normalmente aparece en la infancia a partir de los 3 o 7 años, hay casos que han empezado en la vida adulta.

Características

Los episodios suelen durar desde unas horas a varios días, y se pueden repitir desde varias veces al año hasta varias veces al mes. Suelen ser muy similares un ciclo al otro. Normalmente aparecen por la noche o de madrugada una serie de náuseas y vómitos (entre 5 o 10 veces por hora). Necesitan ingerir mucho líquido.

Los vómitos pueden ir acompañados de otros síntomas como mareos, dolor abdominal, migrañas, fiebre baja, a veces van acompañados con sangre por irritación del esófago. El estrés, negativo o positivo, contribuye a la aparición del ciclo, así como alguna alergia alimentaria o infección. El descanso y el sueño es la única cosa que les proporciona un poco de alivio.

Causas

La causa del SVC no se conoce, pero los niños que lo padecen a menudo tienen migrañas y otra afección parecida al SVC llamada migraña abdominal. La mayoría de los pacientes con SVC tienen un historial familiar de migrañas, especialmente por el lado de la familia de su madre.

Mientras que es verdad que los expertos no están seguros de la causa, hay ciertas cosas que pueden causar un ataque de SVC. Estas incluyen:

Síntomas

Síntomas del Síndrome de vómitos cíclicos.

Hay muchas enfermedades que pueden causar nauseas y vómitos. Cuando un niño tiene SVC, él o ella tendrá un patrón (ciclo) de ataques de vómitos severos que ocurren a intervalos regulares, seguidos de periodos de salud normal sin vómitos.

El SVC puede tener cuatro fases marcadas:

1. Pródromo – Esta es una fase de “aviso” que señala que viene un ataque. Algunos pacientes tienen síntomas durante esta fase, como nausea, dolor de estómago, dolor de cabeza, o ansiedad. Esto se ve en hasta un 60% de los pacientes.

2. Vómitos – Esta fase es cuando el ataque – vómitos o arcadas – está ocurriendo. Esta puede durar hasta un día entero o más.

3. Recuperación – Durante esta fase, los vómitos han parado y el niño comienza a sentirse mejor. Algunos niños pueden comer alimentos sólidos inmediatamente; algunos necesitan un par de horas o tienen que comenzar por líquidos e ir despacio introduciendo alimentos sólidos. Puede que tu hijo/a también tenga dolor de los músculos abdominales debido a los vómitos, y puede estar agotado.

4. Sin síntomas – este es el momento entre ataques.

Además de las nauseas y los vómitos, otros síntomas del SVC incluyen:

Diagnóstico

El SVC puede ser difícil de diagnosticar porque las nauseas y los vómitos son síntomas de muchas enfermedades. El médico de tu hijo/a empezará por tomar un historial y examen físico meticulosos. Ayuda el describir los síntomas muy bien y decir cuanto tiempo los ha tenido el niño.

El médico tendrá que descartar otras enfermedades antes de hacer un diagnóstico de SVC. Para hacer esto, el médico puede usar pruebas como:

  • Análisis de sangre
  • Una serie del tracto gastrointestinal (GI por sus siglas en inglés) para examinar el esófago, el estómago, y parte del intestino delgado. Para esta prueba, el paciente se traga un líquido de contraste que contiene bario y luego se le hacen unos rayos-X.
  • Estudios de imágenes, como rayos-X, de varios órganos para descartar enfermedades de los riñones, sinusitis, y otras enfermedades.

Tratamiento

No hay cura para el SVC. El tratamiento está diseñado para manejar los síntomas y ofrecer apoyo al paciente. En la mayoría de los casos, cuando comienza uno de los episodios del SVC, lo mejor es intentar mantener a tu hijo/a lo más calmado posible en la cama a oscuras, el un cuarto silencioso. Dormir es a menudo la única forma de aliviar los vómitos. Puedes darle a tu hijo/a un medicamento para las nauseas o un sedante para ayudarle a dormir, si no los vomita.

Si las nauseas y los vómitos son severos, puede que tu hijo/a necesite ir al hospital para que le den líquidos de forma intravenosa (inyectados directamente en la vena) para prevenir que se deshidrate (pérdida peligrosa de líquidos). Los síntomas de la deshidratación incluyen:

El médico puede recetar varias medicinas para tratar el SVC, dependiendo en la edad de tu hijo/a. Generalmente, el tratamiento incluye dos enfoques:

  • Terapias abortivas – incluyen medicamentos para parar o desacelerar el ataque e incluye medicamentos anti-nausea, medicamentos para la ansiedad, y a veces sedantes.
  • Terapias preventivas – incluyen medicamentos que pueden ayudar a reducir o eliminar los ataques. Los dos medicamentos más usados son la ciproheptadina y amitriptilina.

Las técnicas para el manejo del estrés y la terapia de nutrición también pueden ayudar a los niños.

Complicaciones del síndrome de vómitos cíclicos

Las complicaciones asociadas con el SVC incluyen:

  • Deshidratación
  • Desequilibrios químicos (al vomitar se pueden perder importantes minerales)
  • Desgarre, quemazón, o hemorragia del esófago (el tubo con el que se traga)
  • Malnutrición (malos hábitos alimenticios)

Prevención

Como no sabemos la causa exacta del SVC, no se puede prevenir. Sin embargo, puedes aprender a manejar sus ciclos y síntomas aprendiendo a reconocer lo que desencadena los vómitos de tu hijo/a. Escribir un diario sobre los episodios de los vómitos puede ser de ayuda para identificar y luego evitar o tratar con las cosas que causan los vómitos. El usar medicamentos preventivos también puede ayudar.

Pronóstico para los niños

Algunos niños puede superar el SVC; el síndrome normalmente dura de dos a cinco años. Los niños con SVC tienden a perder bastante escuela y a menudo necesitan clases particulares y clases en la casa. Alrededor del 60 por ciento de los niños a los que se les diagnostica con SVC con el tiempo desarrollarán migrañas a medida que crecen.

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