Telde

Telde
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Municipio y ciudad de España
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Bandera de Telde
Bandera

Escudo de Telde
Escudo

Telde mapa.png
Ubicación de Telde en la isla de Gran Canaria
Coordenadas: [1]
CapitalTelde
EntidadMunicipio y ciudad
 • PaísBandera de España España
 • Comunidad autónomaIslas Canarias
 • ProvinciaProvincia de Las Palmas
AlcaldeJuan Antonio Peña (2024)
Subdivisiones42 localidades
SuperficiePuesto (Canarias) 5.º
 • Total102 43 km²
Población (2024)Puesto (Gran Canaria) 2.º
 • Total102 472 hab.
 • Densidad1000,41 hab/km²
Sitio web oficial
Iglesia san juan bautista de telde.jpg
Iglesia de San Juan Bautista

Telde es una ciudad y municipio situado en la isla de Gran Canaria, perteneciente a la provincia de Las Palmas, en la Comunidad Autónoma de Canarias, España. Según datos de 2024, cuenta con una población de 102 472 habitantes, lo que la convierte en la segunda localidad más poblada de la isla y la cuarta de todo el archipiélago canario. La ciudad ostenta el título honorífico de Muy Ilustre.

Historia

Época aborígen

Durante la etapa prehispánica, Telde fue uno de los principales núcleos aborígenes de Gran Canaria, posiblemente desde el siglo XIV. En ciertos periodos, llegó a constituirse como un guanartemato independiente, separado del poder central de Gáldar, especialmente durante épocas de crisis sucesorias. Este territorio abarcaba la mitad suroriental de la isla, desde el barranco de Tenoya hasta la cumbre central, y desde allí descendía hasta la zona de Mogán. Telde rivalizó militarmente con Gáldar, produciéndose enfrentamientos de gran magnitud, como una guerra en la que se enfrentaron aproximadamente 10 000 hombres de Telde contra 4 000 de Gáldar, resultando vencedores estos últimos y logrando reunificar la isla poco antes de la conquista castellana. Existen también versiones que sugieren que la hegemonía insular original recayó en Arguineguín, pasando luego a manos de Telde antes de que Gáldar se sublevara.

Durante la invasión castellana, no se conoce con precisión el estatus de ambos guanartematos, aunque todo indica que Telde estaba gobernado por un faycán llamado Guariragua, familiar del guanarteme de Gáldar. El destacado papel de este sacerdote durante la conquista ha motivado que a Telde se le conozca en la actualidad como la "Ciudad de los Faycanes".

El núcleo indígena se organizaba en torno al barranco de Telde, con tres zonas principales: Tara, Cendro y otra comprendida entre los actuales barrios de San Francisco y San Juan. Las formas de vivienda variaban según el estatus social: los nobles habitaban en cuevas excavadas en zonas más bajas, mientras que la población común residía en construcciones situadas en cotas más elevadas. Aunque algunos cronistas estimaron que la población alcanzaba los 14 000 habitantes, se considera que dicha cifra es exagerada. Alrededor del núcleo central existían otros asentamientos menores que formaban una red funcional: en la costa, poblados dedicados a la pesca y recolección de moluscos, como Tufia, con viviendas y cuevas a veces protegidas por murallas; y en el interior, poblados agrícolas y ganaderos en laderas como las del barranco del Draguillo, donde también se encontraban graneros y necrópolis excavadas en la roca.

Todo este entramado se integraba dentro del guanartemato, una entidad política que abarcaba diversos ecosistemas, desde el húmedo norte hasta las áridas zonas del sur.

En el siglo XIV, frailes procedentes de Mallorca establecieron una misión en Telde, considerada la primera fundación cristiana y sede episcopal en las islas, según una bula papal emitida por Clemente VI en 1351. No obstante, dicha diócesis nunca tuvo continuidad real. Con el paso del tiempo, la presencia de estos misioneros generó rechazo entre los aborígenes, quienes los relacionaban con incursiones esclavistas. Como consecuencia, hacia finales del siglo, se produjo su asesinato, arrojándolos a la Sima de Jinámar.

Durante los primeros intentos de conquista, los normandos Jean de Bethencourt y Gadifer de la Salle desembarcaron en la bahía de Gando, estableciendo inicialmente vínculos pacíficos con los aborígenes. Sin embargo, sus intentos posteriores de ocupación fueron rechazados. Décadas más tarde, Diego de Herrera intentó conquistar la isla también por Gando, aunque fracasó tras la captura de su aliado Diego de Silva en Gáldar. El barranco de Silva en Telde rememora este episodio. Herrera construyó una torre en Gando para lanzar incursiones contra los canarios, pero esta fue destruida tras un asalto liderado por guerreros como Doramas.

Aunque el núcleo teldense no fue epicentro de los principales combates de la guerra de conquista iniciada en 1478, sus habitantes ofrecieron una firme resistencia. La ocupación definitiva del territorio por parte de los castellanos no se produjo hasta finales de 1482, en la última etapa del conflicto. En ese momento se levantó una torre defensiva cerca del actual emplazamiento de la Basílica de San Juan, alrededor de la cual se consolidó la ciudad moderna.

Del Antiguo Régimen al siglo XXI

Aunque la creación oficial de Telde como sede eclesiástica se remonta a mediados del siglo XIV, concretamente a la bula Coelestis Rex Regum emitida por el papa Clemente VI en 1351, su refundación como ciudad bajo dominio castellano tuvo lugar entre la primavera y el verano de 1483. Este proceso fue liderado por Cristóbal García del Castillo, miembro de la Real Hermandad de Caballeros de Andalucía y natural de Moguer, quien tras participar en la conquista de Gran Canaria, se estableció en la Vega Mayor de Telde, donde fundó su residencia, impulsó la instalación de ingenios azucareros y promovió el cultivo de amplias extensiones agrícolas.

Tras finalizar la conquista, en 1490, Telde figuraba aún como la única ciudad reconocida oficialmente en la isla, ejerciendo funciones judiciales y administrativas en el sur de Gran Canaria. Su núcleo urbano principal se consolidó en los actuales barrios de San Juan y San Francisco. San Juan se configuró como el centro institucional y religioso, con la iglesia, la plaza y las principales autoridades; atrajo a sectores de la nobleza y personas influyentes. En San Francisco se asentaron las clases trabajadoras y artesanas, convirtiéndose con el tiempo en un barrio de clase media, donde vivían religiosos, pequeños propietarios y artesanos. Por otro lado, la población más humilde residía en zonas como Los Llanos de Jaraquemada y Berebería, origen del barrio de San Gregorio, el cual fue poblado en sus inicios por moriscos y esclavos norteafricanos destinados a tareas agrícolas y domésticas. Con el paso del tiempo, San Gregorio adquirió relevancia económica y terminó integrándose plenamente con los demás barrios, destacando como el centro comercial de la ciudad. Su trazado urbano, compuesto por calles estrechas y laberínticas, remite a modelos musulmanes, en contraste con el diseño más ordenado y señorial de San Juan, o el irregular pero adaptado al relieve de San Francisco.

Tras la conquista, la Corona distribuyó tierras entre los conquistadores, lo que favoreció el desarrollo de una economía agrícola próspera. Telde se convirtió en un referente en la producción de caña de azúcar, vid, cochinilla, plátano y tomate. Estos cultivos destinados a la exportación coexistieron con una agricultura de subsistencia basada en cereales como el trigo y la cebada. La introducción del maíz y la papa a partir del siglo XVII, especialmente en las medianías, amplió las posibilidades agrícolas, impulsando el crecimiento poblacional y económico. A estas actividades se sumó la ganadería, reforzada por la llegada de nuevas especies traídas por los colonizadores, como el ganado vacuno.

La prosperidad agrícola de Telde fue posible gracias a la fertilidad de sus suelos y a la disponibilidad de agua procedente de las zonas altas. Destacan dos sistemas de riego organizados en heredades: la Heredad de Aguas de la Vega Mayor de Telde, alimentada por las cuencas del municipio de Valsequillo, y la Heredad de Aguas del Valle de los Nueve, vinculada al barranco de Los Cernícalos. Estos recursos permitieron desarrollar una agricultura intensiva de regadío en una zona caracterizada por la escasez de lluvias. En el siglo XX, la presión sobre los recursos hídricos derivó en la proliferación de pozos y galerías subterráneas. A mediados de ese siglo, el área agrícola del municipio abarcaba unas 6 000 hectáreas.

Junto a la agricultura, florecieron actividades artesanales como la fabricación de cuchillos canarios, la alfarería, la cestería, y el trabajo con fibras de pita para elaborar cuerdas y tejidos, prácticas que preservaban elementos de la tradición aborigen.

El transporte marítimo desempeñó un papel clave en la exportación de productos agrícolas, siendo los puertos naturales de La Garita y Melenara puntos estratégicos de salida. La bahía de Gando sirvió como fondeadero alternativo y es considerada por algunos historiadores como posible lugar de paso de Cristóbal Colón en sus viajes.

Aunque Telde no sufrió ataques directos durante las incursiones extranjeras que afectaron a Gran Canaria en los siglos XVI y XVII, sus milicias jugaron un papel crucial en la defensa de la isla. Durante la ofensiva del almirante holandés Pieter van der Does en 1599, las tropas teldenses participaron activamente en los combates, sufriendo importantes bajas y la pérdida de líderes locales destacados.

Durante el siglo XIX, Telde fue escenario de diversas revueltas populares, la mayoría de carácter campesino motivadas por las condiciones fiscales y sociales. También se produjeron episodios de agitación política, como la fallida insurrección absolutista de 1823, liderada por Matías Zurita contra el gobierno liberal del Trienio. Zurita fue ejecutado tras el retorno del absolutismo, y su figura quedó como símbolo de la resistencia en el municipio.

Ya en el siglo XX, Telde fue testigo de episodios trágicos vinculados a la represión franquista. Numerosos opositores fueron ejecutados y arrojados a la Sima de Jinámar. En ese contexto surgió la figura de El Corredera, fugitivo que se convirtió en emblema de la resistencia antifranquista en la isla. Durante esta etapa, el municipio vivió importantes transformaciones sociales y económicas derivadas de procesos iniciados décadas atrás, marcando el tránsito hacia una nueva configuración urbana y productiva.

Símbolos

Escudo

El escudo de armas de Telde fue diseñado en 1967 tomando como referencia elementos históricos y culturales que representan la identidad del municipio. En él se refleja su condición como la primera sede eclesiástica y ciudad de Canarias, simbolizada mediante un báculo y una llave de oro acompañados por un sol dorado sobre fondo azul. Además, rememora su vinculación con la Corona de Castilla a través de la imagen de un castillo plateado sobre fondo rojo. La corona real abierta y el lema en latín «Fortunatarum prima civitas et sedes» completan la composición heráldica, destacando la importancia histórica de Telde.

Bandera

La bandera de Telde tiene su origen en los acontecimientos de la rebelión absolutista ocurrida en 1823. Durante este levantamiento, que fue reprimido por las fuerzas liberales, Matías Zurita, líder de la insurrección y anciano de 72 años, fue capturado y ejecutado en la plaza de San Juan. Según la tradición local, su hijo portó un pañuelo o camisa azul manchada con la sangre de su padre por las calles de la ciudad, lo que dio lugar al uso de una bandera bicolor roja y azul como símbolo de identidad municipal. Esta bandera está formada por dos franjas horizontales iguales: la superior de color rojo y la inferior azul. El paño puede estar confeccionado en diversos materiales como seda, tafetán, raso o fibras sintéticas, y su longitud es una vez y media mayor que su ancho.

Geografía

Telde se sitúa en la parte este de la isla de Gran Canaria, limitando con los municipios de Valsequillo, Santa Brígida, Las Palmas de Gran Canaria e Ingenio. Su extensión territorial abarca 102,43 km² y se encuentra a unos 9,5 kilómetros de la capital insular. La ciudad cabecera está a 130 metros sobre el nivel del mar, mientras que el punto más elevado del municipio alcanza los 1 546 metros, localizado en la cabecera del barranco del Pitango, entre las montañas del Pleito y la Mesa de la Gaviota.

El territorio descansa sobre suelos volcánicos correspondientes al tercer ciclo volcánico de Gran Canaria y a erupciones cuaternarias. Destacan dos campos volcánicos: el de Jinámar al norte, relacionado con la erupción de Bandama, y el de Lomo Magullo al sur. La mayor parte de la zona oriental está formada por una plataforma costera que conforma una amplia llanura fértil, por donde discurren importantes barrancos como el barranco Real de Telde, sobre la cual se asienta la ciudad. En el sureste, la árida llanura de Los Llanos de Gando, compartida con Ingenio, alberga el aeropuerto de Gran Canaria.

Dos extensiones del municipio se adentran hacia el interior: la más septentrional asciende hasta el Valle de San Roque en zonas de media altitud, mientras que la meridional escala hasta la cumbre, bordeando el barranco de los Cernícalos y llegando hasta la Caldera de los Marteles, a 1 500 metros, zona compartida con otros municipios. La costa presenta un relieve variado, con acantilados bajos y playas de arena negra y amarilla, así como numerosas puntas y entrantes, destacando la península de Gando, que forma una bahía de aguas tranquilas.

Clima

El municipio de Telde presenta una pluviometría generalmente baja, con precipitaciones que superan los 300 mm anuales solo en zonas por encima de los 400 metros de altitud. La mayor parte del territorio se encuentra por debajo de esta cota, lo que limita la práctica de la agricultura de secano. Debido a su altitud mayormente baja —menos de 200 metros en la mayoría del área— las temperaturas son suaves durante todo el año. Sin embargo, en las zonas altas, especialmente en invierno, pueden registrarse temperaturas bajo cero y, en ocasiones, precipitaciones en forma de nieve que alcanzan hasta localidades como Cazadores, situada a 1 200 metros de altitud. Por su ubicación en el este de la isla, abierta hacia el continente africano, Telde se ve con frecuencia afectado por la calima proveniente del Sáhara, y de forma esporádica por invasiones de aire sahariano que pueden ocasionar condiciones severas.

Economía

A lo largo del siglo XX, Telde se consolidó como un nodo fundamental para el comercio y el transporte en Gran Canaria, gracias a la presencia del Aeropuerto de Gran Canaria en la zona de Gando y a su ubicación estratégica entre Las Palmas de Gran Canaria y la región turística del sur insular. La economía local se articula principalmente alrededor de la autopista GC-1, que funciona como una vía esencial para la isla. En sus inmediaciones se concentran empresas del sector secundario, localizadas en polígonos industriales como El Goro, Las Rubiesas y Salinetas, así como grandes centros comerciales, entre ellos Alcampo, Hiperdino y Las Terrazas. Paralelamente, en el centro urbano de Telde conviven comercios tradicionales y medianas empresas, destacando la avenida de la Constitución como principal eje comercial que atraviesa el barrio de San Gregorio y conecta puntos neurálgicos como la iglesia y la plaza del mismo nombre con una de las salidas de la ciudad.

Aunque el peso del sector agrícola en el conjunto económico municipal es relativamente reducido, Telde mantiene un papel destacado a nivel regional en el ámbito primario. Las superficies cultivadas, que rondan apenas las mil hectáreas, emplean técnicas avanzadas que permiten altos rendimientos en una diversidad de productos, desde flores hasta tomate y cítricos como el naranjo. Este desempeño ha situado a Telde como el primer municipio agrícola de Canarias en términos de valor de producción y empleo en el sector. Asimismo, la ganadería, especialmente la caprina, representa una parte importante de la actividad agropecuaria insular.

Turismo

Telde conserva uno de los patrimonios paisajísticos, arqueológicos y culturales más significativos del archipiélago canario, lo que ha favorecido el crecimiento del turismo, tanto urbano como rural. Visitantes procedentes principalmente de la Península Ibérica, Alemania, Reino Unido y países nórdicos se sienten atraídos por atractivos como el casco histórico de San Juan y su basílica, el fenómeno natural del Bufadero de la Garita, el yacimiento arqueológico aborigen de Cuatro Puertas y las rutas de senderismo en espacios naturales como el barranco de los Cernícalos.

Entre los elementos culturales sobresalen la zona fundacional de San Juan, donde se ubica el Hotel Emblemático Siglo XVI inaugurado en 2019, el conjunto histórico-artístico de San Francisco y las áreas de Los Llanos de San Gregorio y Jaraquemada. Para facilitar la exploración de este patrimonio, la página oficial del municipio ofrece diversas rutas de interés cultural y turístico.

La riqueza arqueológica, que incluye más de un centenar de yacimientos destacados como Tufia, Cuatro Puertas, Llano de La Brujas, Tara y Cendro, constituye un recurso esencial para el turismo local.

La naturaleza también invita a la práctica de actividades al aire libre, tanto en espacios rurales como en las playas. Desde hace varias décadas, Telde ha impulsado el turismo activo con senderos accesibles para diversos niveles, como los del barranco Real de Telde o el barranco de los Cernícalos. El municipio dispone además de alojamientos rurales, entre ellos el hotel Cortijo de San Ignacio, la casa rural La Primavera, el Hostal Albacar y la finca La Salud, que forman parte de un turismo rural en desarrollo.

Sus catorce playas son ideales para el baño y deportes náuticos como el surf en Playa del Hombre y Playa Chica o del Palo, además de windsurf, kitesurf y vela. Este auge ha propiciado la construcción de numerosas viviendas vacacionales, especialmente en la costa, así como la apertura del hostel Canary Sun.

La gastronomía local, basada en la tradición culinaria canaria, es otro de los atractivos de Telde. Una red amplia de restaurantes ofrece platos elaborados con productos tanto marinos como agrícolas de la región, acompañados por vinos propios y destacándose también quesos y repostería autóctona.

Finalmente, las festividades patronales constituyen un elemento importante de la oferta cultural y turística. Destacan las celebraciones de San Juan, San Gregorio y El Cristo, con especial relevancia religiosa. También tienen significación las fiestas de la Caña Dulce y la Concepción de Jinámar, que exhiben los productos agrícolas locales, así como la fiesta de la Traída del Agua de Lomo Magullo, declarada de interés turístico y basada en rituales de origen prehispánico.

Cultura

El municipio de Telde cuenta con varias instituciones culturales de relevancia tanto a nivel local como insular. Entre ellas destacan el teatro municipal Juan Ramón Jiménez y la Casa-Museo León y Castillo, ubicada en la vivienda natal del destacado político grancanario. Esta casa-museo conserva una valiosa colección relacionada con la familia León y Castillo y desempeña un papel activo en la promoción cultural a través de congresos y publicaciones sobre diversas disciplinas.

Desde 2004, Telde dispone de un complejo de multicines, que recuperó la oferta cinematográfica tras décadas sin salas activas, ya que en los años 80 existían hasta siete, aunque actualmente se encuentran clausuradas. El municipio también cuenta con espacios verdes urbanos como los parques de San Juan y Jinámar, que incluyen grupos escultóricos modernos destinados al esparcimiento, aunque su mantenimiento ha sufrido afectaciones derivadas de dificultades políticas y económicas recientes.

En el ámbito deportivo, se ha impulsado especialmente la infraestructura pública, con una red de campos de fútbol distribuidos por casi todos los barrios. La Unión Deportiva Telde es el club de mayor categoría en esta disciplina. En el balonmano femenino destaca el BM Remudas, conocido como Rocasa, que compite en la Primera División, mientras que el equipo femenino de fútbol sala Teldeportivo, tras participar en la máxima categoría jugando partidos en la ciudad, trasladó la mayoría de sus encuentros a Las Palmas de Gran Canaria.

Telde ha sido cuna de figuras literarias importantes como Marín de Cubas, historiador del siglo XVII clave para el estudio de la sociedad prehispánica, y Saulo Torón, poeta del modernismo canario. Asimismo, fue el lugar de nacimiento de Gregorio Chil y Naranjo, médico y fundador del Museo Canario, cuya labor fue fundamental para la investigación de la cultura aborigen. En el ámbito artístico contemporáneo destaca Bonifacio, dibujante underground cuya familia tiene raíces en el municipio y mantiene estrechos vínculos con sus habitantes. El cantante José Vélez, conocido internacionalmente, especialmente en Latinoamérica, también proviene de un barrio popular de Telde y conserva una relación cercana con la ciudad a través de sus conciertos.

Además, Telde es conocida popularmente como la «Ciudad de las brujas», debido a la presencia histórica de prácticas esotéricas, incluyendo curanderos y santeras, particularmente en las zonas altas del municipio. Este fenómeno ha sido objeto de estudio científico y mediático, motivado en parte por ciertos crímenes relacionados con estas creencias ocurridos en las últimas décadas.

Monumentos y lugares de interés

Telde cuenta con un extenso patrimonio arqueológico y etnográfico, con 101 yacimientos y 709 bienes catalogados. Los sitios aborígenes son numerosos, aunque muchos se encuentran en estado de deterioro y riesgo de desaparición. Entre los más relevantes destaca el poblado costero de Tufia, bien conservado y objeto de excavaciones arqueológicas intensas; Cuatro Puertas, ubicado en una montaña que domina la vega, conformado por una gran cueva con cuatro accesos, un almogarén o espacio religioso en la parte superior y un poblado de cuevas con granero colectivo; las cuevas de Tara y Cendro, vestigios del antiguo núcleo poblacional; el poblado del Draguillo, límite con Ingenio; las cuevas de Calasio, con un complejo laberíntico de galerías conectadas; y la necrópolis de Jinámar, que alberga más de 500 tumbas de diferentes tipos pertenecientes a la cultura aborigen.

En cuanto a arquitectura religiosa, el municipio posee múltiples iglesias y plazas en sus barrios, destacándose la humilde iglesia de San Francisco y la basílica de San Juan Bautista. Esta última fue fundada a principios del siglo XVI junto a una torre defensiva construida tras la conquista, aunque el edificio original se derrumbó y fue reconstruido a mediados del siglo XVI. A lo largo de los siglos ha sufrido diversas reformas, siendo la más significativa la del siglo XVIII, coincidiendo con la expansión agrícola. La basílica alberga importantes obras de arte, como el retablo gótico-flamenco procedente de Amberes, datado en 1525, y el Cristo de Telde, pieza única del siglo XVI realizada por indígenas tarascos de Michoacán, destacada por su elaboración con elementos de millo y su expresividad emotiva. Estas obras reflejan la pujanza del Telde azucarero de esa época, durante la cual también se construyeron instalaciones como “Los Picachos”, restos de un antiguo ingenio.

En el ámbito civil, la infraestructura hidráulica constituye un elemento arquitectónico relevante. El paisaje agrícola de Telde está salpicado de acequias y cantoneras, que se destacan por su tamaño y antigüedad. Se conservan canales en ruinas y acueductos históricos como los de Las Longueras y San Francisco, con varios siglos de antigüedad. Numerosos molinos de agua y pozos profundos, entre ellos el notable Pozo Jacón de La Breña, evidencian una tradición minera destacada. La rehabilitada Noria de Jinámar y las antiguas minas de agua bajo el barranco de Telde, consideradas las más antiguas de Canarias, son especialmente relevantes.

Otros puntos de interés arqueológico incluyen los Llanos de las Brujas en Jinámar, Cuatro Puertas, las cuevas de Cendro y el poblado de Tara. En el ámbito arquitectónico sobresalen el barrio de San Francisco, la basílica de San Juan Bautista, el Puente de los Siete Ojos y el acueducto de Las Longueras, así como la Casa Roja o Casa del Diablo. Entre las obras artísticas destacan el Cristo de Telde y el retablo de la basílica. Culturalmente, el barrio de San Gregorio posee importancia local.

La naturaleza teldense ofrece atractivos como el barranco de los Cernícalos, la Caldera de los Marteles, la Sima de Jinámar, el Roque de Gando, los Altos de Jarcó y Los Cercados, los volcanes de Rosiana, los valles de Casares y San Roque, los arenales de Tufia y el Bufadero de La Garita.

En cuanto a playas, el municipio dispone de una extensa costa con 14 playas destacadas, que van de norte a sur: Bocabarranco, playa de Jinámar, El Barranquillo, San Borondón, Playa Chica, La Garita, Hoya del Pozo o Pozuelo, Playa del Hombre, Melenara, Salinetas, playa del barranco de Silva, Aguadulce, Tufia y Ojos de Garza.

Monumento a José Martí

Monumento a José Martí en Telde

El busto de José Martí en Telde, ubicado en la calle Dr. Hernández Benítez, frente al edificio de Correos, es una escultura de bronce que rinde homenaje al líder y poeta cubano. Esta obra fue realizada por la escultora Eva Montoro Pericás y fue inaugurada el 29 de octubre de 2001. La escultura presenta a Martí con un rostro de realismo intenso, portando una chaqueta, camisa de cuello alto y una pajarita, sin globos oculares, lo que le otorga un aire misterioso. La peana, de forma piramidal truncada invertida, lleva una inscripción que cita:

“Soy cubano, y he padecido mucho por serlo; pero mi padre fue valenciano, y mi madre es canaria, y así como ellos me tuvieron en mi tierra, así tengo en mí un ardentísimo cariño para mis dos patrias”.

Este busto es el único monumento en Gran Canaria dedicado a José Martí. Cada año, en el aniversario de su nacimiento el 28 de enero, se realizan actos de homenaje en su honor. En 2022, la alcaldesa de Telde, Carmen Hernández, y la cónsul de Cuba, Elsa Agramonte, realizaron una ofrenda floral en el busto, destacando la figura de Martí como símbolo de hermanamiento entre Telde, Canarias y Cuba.

La presencia de este monumento en Telde subraya la conexión histórica y cultural entre Canarias y Cuba, reflejada en la figura de José Martí, hijo de madre canaria y abuelos originarios de Gran Canaria.

Fiestas populares y ferias

Telde celebra a lo largo del año diversas festividades tradicionales y religiosas que reflejan la cultura local y el arraigo popular.

  • Carnaval de Telde (febrero): Fiesta anual con desfiles, comparsas y actividades que congregan a residentes y visitantes en un ambiente festivo y colorido.
  • Fiestas patronales de San Juan (24 de junio): Celebración dedicada al patrón de la ciudad, que incluye actos religiosos, procesiones y eventos culturales en honor a San Juan Bautista.
  • Fiestas del Cristo de Telde (11 al 22 de septiembre): Conmemoración religiosa que combina rituales devocionales con actividades sociales y culturales.
  • San Francisco (4 de octubre): Festividad local en honor a San Francisco, con actos religiosos y festejos en el barrio homónimo.
  • San Gregorio (17 de noviembre): Fiesta popular dedicada a San Gregorio, patrón de uno de los barrios de la ciudad, que incluye procesiones y encuentros comunitarios.
  • Fiestas de Nuestra Señora de la Concepción y de la Caña Dulce (Jinámar, 8 de diciembre): Celebración que honra a la patrona de Jinámar, acompañada de manifestaciones culturales relacionadas con la agricultura local, especialmente la caña dulce.
  • Entierro del Hueso (Las Huesas, marzo): Tradición popular con carácter festivo y ritualístico, que se celebra en el barrio de Las Huesas.
  • Traída del Agua (Lomo Magullo, agosto): Fiesta de origen prehispánico que simboliza la importancia del agua para la comunidad, con actos ceremoniales y recreativos.
  • Nuestra Señora de las Nieves (Lomo Magullo, agosto): Celebración religiosa en honor a la patrona, que incluye actos litúrgicos y festejos populares.

Servicios

Sanidad

El municipio de Telde dispone de ocho centros de salud distribuidos en sus distintos barrios y en el centro urbano. Además, cuenta con una residencia para personas mayores en Taliarte y una unidad especializada en salud mental ubicada en El Calero. Para atención médica especializada o casos que no pueden ser tratados en estos centros, los pacientes son derivados al Hospital Universitario Insular, ubicado en el cono sur de Las Palmas de Gran Canaria.

Comunicaciones

La autovía GC-1, que atraviesa Telde de norte a sur, constituye uno de los principales ejes viales del municipio y conecta la ciudad con el resto de la isla. Desde el casco urbano parte una red radial de carreteras que facilita la comunicación con los distintos barrios y municipios cercanos. Entre estas destacan la antigua carretera general que conecta Las Palmas de Gran Canaria con las localidades del interior y el sur de la isla, atravesando el núcleo urbano de Telde mediante el puente de los Siete Ojos; la carretera que comunica Telde con El Calero y el puerto de Melenara; la que une la ciudad con Valsequillo, que parte desde la avenida del Cabildo; y la carretera de Los Picos, que conecta el casco urbano con las medianías y la Cumbre.

En la década de 1990 se construyó una circunvalación alrededor del núcleo capitalino para aliviar el tráfico en el centro urbano, aunque actualmente comienza a mostrar signos de saturación. Recientemente se ha habilitado una vía paralela al litoral que conecta los núcleos costeros en expansión.

El litoral municipal cuenta con dos puertos en funcionamiento: el puerto de Taliarte, orientado a actividades diversas, y el puerto industrial de Salinetas, vinculado principalmente al polígono industrial cercano.

Por último, el Aeropuerto de Gran Canaria, ubicado en la frontera con el municipio de Ingenio, es el más transitado del archipiélago y uno de los más importantes de España. Se sitúa entre los primeros en número de pasajeros, operaciones y carga, funcionando como un nodo internacional clave para vuelos transcontinentales. Próximo a él se encuentra el Centro de Control de Tránsito Aéreo de Canarias, encargado de la gestión del espacio aéreo en la región.

Fuentes