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===Principales resultados obtenidos en este período===
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El Departamento que más se destacó entre 1904 y 1917 por el número de resultados alcanzados fue el de Patología Vegetal  y Entomología.
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1795- “Insecto que ataca la yuca”, presentado por Miguel Esquivel en las memorias de la Sociedad Patriótica
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1831-  “Memoria sobre el modo de exterminar la hormiga vivijagua”, de Tranquilino  Sandalio de Noda en las Actas de la Sociedad Patriótica
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1889-  “Enfermedades de los naranjos”, publicado por Luis de Lima en el Diario de Matanzas
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1882-  “Sobre la enfermedad de los cocoteros”, por F. Gálves en los Anales de la Academia de Ciencias
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1882- “Historia del Uredo coivoro”. Informe de la Comisión nombrada para estudiar la causa de la enfermedad de los cocoteros en la Isla de Cuba y buscar el remedio oportuno. En los Anales de la Academia de Ciencias
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1886- “Breve tratado sobre el cocotero y sus enfermedades” de F.J. Balmaseda
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1889- Investigaciones sobre los parásitos de las palmeras y la enfermedad de los cocoteros”, de D. Tamayo, publicado en las Crónicas Médico Quirúrgicas.
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El resultado más trascendente de éste período lo obtuvo el Departamento de Botánica y consistió en la recuperación de la semilla de tabaco “havanensis”.
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Ocurre en [[1918]] un hecho de trascendencia histórica por la cantidad de prejuicios sociales que se oponían al desarrollo de la mujer como estudiante y trabajadora: se nombra Jefe del Departamento de Botánica a la Dra [[Eva Mameli]], primera mujer que entra en la estación para desempañar funciones científicas, ocupando además un cargo de gran responsabilidad.  
 
Ocurre en [[1918]] un hecho de trascendencia histórica por la cantidad de prejuicios sociales que se oponían al desarrollo de la mujer como estudiante y trabajadora: se nombra Jefe del Departamento de Botánica a la Dra [[Eva Mameli]], primera mujer que entra en la estación para desempañar funciones científicas, ocupando además un cargo de gran responsabilidad.  
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Formando parte de este sistema de producción agrícola sostenible, se intensifica la aplicación de métodos y técnicas de producción orgánica, siendo un ejemplo de ello el programa de agricultura urbana que incluye 28 subprogramas, los cuales estimulan la no utilización de productos químicos, el incremento de la arborización haciendo uso de especies frutales, forestales y plantas medicinales que se utilizan para combatir enfermedades en humanos y animales.<br>
 
Formando parte de este sistema de producción agrícola sostenible, se intensifica la aplicación de métodos y técnicas de producción orgánica, siendo un ejemplo de ello el programa de agricultura urbana que incluye 28 subprogramas, los cuales estimulan la no utilización de productos químicos, el incremento de la arborización haciendo uso de especies frutales, forestales y plantas medicinales que se utilizan para combatir enfermedades en humanos y animales.<br>
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Revisión del 13:40 1 jun 2011

Inifat
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Nombre del Autor:Alberto Nieves Fina

Inifat. El edificio principal sirvió desde 1854 como cuartel de aclimatación de las tropas españolas que venían a Cuba, transformándose en hospital de sangre en 1895.

Surgimiento.

Durante la primera intervención norteamericana, el General Leonard Wood convirtió los edificios en Escuela de Oficios para niños huérfanos y en 1904 en la primera Estación Agronómica de Cuba, que también lo sería de América Latina.

Era el edificio central de una sola planta, de mampostería, con techo de tejas y piso de losas, construido alrededor de un gran patio cuadrado. Allí se instalaron los laboratorios y oficinas. Existían además, dos pequeñas casas de vivienda y una de dos pisos donde se guardaban carruajes y aperos en el inferior, usándose como alojamiento la planta alta. Los animales estaban en dos establos sin paredes, con techos de tejas y piso de cemento. Unos barracones fueron transformados para que sirvieran de vivienda de los estudiantes-ayudantes. Había también herrería, carpintería, casa de tabaco, taller de mecánica, planta eléctrica y una pequeña fábrica de hielo.

En 1909 se cambia el nombre de estación Central Agronómica por el de estación Experimental Agronómica, ya que había perdido vigencia el proyecto original de crear estaciones en cada provincia, dependientes de la Estación Central de Santiago de las Vegas, al no suministrarse créditos para ello.

En este año entra a formar parte del personal de la Estación, Patricio Cardín, el primer cubano que contribuyó con sus trabajos de Entomología y Patología Vegetal, a que la Estación fuera conocida internacionalmente.

Comienzan a trabajar en 1914 y 1915, dos de los hombre que más prestigio han dado a la Ciencia cubana: el eminente botánico Dr. Juan Tomás Roig y Stephen C. Bruner, norteamericano que durante 38 años, hasta su muerte, realizó toda su labor científica en la Estación.

No había de ser hasta 1917, cuando es nombrado director Mario Calvino, que la Estación tomaría verdaderamente un carácter científico y se organizaría con vistas a resolver los más importantes problemas que afectan a la Agricultura y Ganadería cubanas.

Principales resultados obtenidos en este período

El Departamento que más se destacó entre 1904 y 1917 por el número de resultados alcanzados fue el de Patología Vegetal y Entomología.

1795- “Insecto que ataca la yuca”, presentado por Miguel Esquivel en las memorias de la Sociedad Patriótica 1831- “Memoria sobre el modo de exterminar la hormiga vivijagua”, de Tranquilino Sandalio de Noda en las Actas de la Sociedad Patriótica 1889- “Enfermedades de los naranjos”, publicado por Luis de Lima en el Diario de Matanzas 1882- “Sobre la enfermedad de los cocoteros”, por F. Gálves en los Anales de la Academia de Ciencias 1882- “Historia del Uredo coivoro”. Informe de la Comisión nombrada para estudiar la causa de la enfermedad de los cocoteros en la Isla de Cuba y buscar el remedio oportuno. En los Anales de la Academia de Ciencias 1886- “Breve tratado sobre el cocotero y sus enfermedades” de F.J. Balmaseda 1889- Investigaciones sobre los parásitos de las palmeras y la enfermedad de los cocoteros”, de D. Tamayo, publicado en las Crónicas Médico Quirúrgicas.

El resultado más trascendente de éste período lo obtuvo el Departamento de Botánica y consistió en la recuperación de la semilla de tabaco “havanensis”.


Ocurre en 1918 un hecho de trascendencia histórica por la cantidad de prejuicios sociales que se oponían al desarrollo de la mujer como estudiante y trabajadora: se nombra Jefe del Departamento de Botánica a la Dra Eva Mameli, primera mujer que entra en la estación para desempañar funciones científicas, ocupando además un cargo de gran responsabilidad.

En 1920 se concede el traslado para la Estación a un joven que trabajaba como segundo bedel de la Granja Escuela Agrícola de Camagüey. Su nombre era Julián Acuña Galé y estaba destinado a convertirse en una de las mayores glorias científicas de Cuba.

Sustituye a Calvino en la dirección de la estación, el Ingeniero Gonzalo Martínez-Fortún, quien era ya en esa época uno de los más sólidos valores de la Agricultura cubana.

Archivo:Inifat Fortun.jpg
Ingeniero Fotún
El ingeniero Fortún comenzó a trabajar en la estación en el año 1910 como ayudante del Departamento de Agricultura primero, y del de Botánica después. El nuevo Director continuó la línea de progreso científico que había trazado el Dr Calvino, contribuyendo a la consecución de algunos de los más importantes resultados que tan alto pusieron en el mundo el prestigio de la Estación.

En octubre de 1926 pasó por La Habana un terrible ciclón que causó la destrucción parcial del edificio principal de la Estación, sufriendo grandes daños los laboratorios, colecciones, equipos e implementos agrícolas, desapareciendo casi totalmente el Arboretum y los árboles frutales.

Para reparar los daños causados por esta catástrofe, se renovó casi totalmente el edificio central y se dotó a cada departamento con mobiliario de caoba, se reconstruyeron en unos casos y se construyeron nuevos en otros, las cercas, almacenes, casas de cuarentena, casa de implementos agrícolas, establos, talleres, observatorio y laboratorio especial para caña. Con este trabajo se modifica casi totalmente la fisonomía de la Estación, la cual se convierte en una de las más bellas, mejor construidas y más modernamente dotadas en el mundo, según opinión de visitantes extranjeros.

Gonzalo M Fortún no se había distinguido precisamente por seguirle la corriente al tirano Machado y a su Secretario de Agricultura E. Molinet. Hombre íntegro, como podremos ver a lo largo de su historial, enamorado de la naturaleza y del trabajo, considera que "la Agricultura necesita en Cuba paz moral y ayuda efectiva al campesinado criollo, depauperado" y manifiesta su decisión de hacer, desde su cargo oficial todo lo posible en este sentido.

Estas ideas no pueden ser del agrado de Machado, el cual no se atreve a quitarlo por el prestigio internacional de que disfruta y en lugar de eliminarlo decide poner a su lado un Supervisor Militar, tomando posesión de este cargo el Comandante Jesús Vega, en noviembre de 1928. De esta manera prácticamente se suprimía la autoridad del Director, por lo que Fortún presentó su renuncia.

Enterado Bruner, jefe del Departamento de Entomología, en 1927 del descubrimiento de varios parásitos internos de la "mosca prieta", reportado por el entomólogo italiano Silvestri en la Península de Malaya, promovió el interés hacia la introducción en Cuba de alguno de los referidos enemigos naturales, habida cuenta de los resultados insatisfactorios obtenidos en el combate mediante los insecticidas.

El 10 de mayo de 1928 Bruner habló con E. Molinet, Secretario de Agricultura, pero esta gestión no tuvo acogida. Sin embargo, en junio del mismo año visitó a Moliner un Comisionado del State Plant Board de Florida, exponiendo que la presencia de la "mosca prieta" constituía un problema de interés para el Gobierno de los Estados Unidos por el peligro que suponía para las grandes plantaciones citrícolas de Florida y proponía la introducción en Cuba de los parásitos del Lejano Oriente, mediante la colaboración entre el Departamento de Agricultura de Estados Unidos y la secretaría de Agricultura de Cuba, lo cual fue desde luego aceptado por Molinet.

En este ejemplo se demuestra con claridad la índole lacayuna de la tiranía machadista. Cuando Bruner hizo su planteamiento para defender a los citricultores cubanos no se hizo caso; pero bastó que se hablara de un peligro potencial para los citricultores yanquis e inmediatamente se aceptó la proposición, que tenía muy pocas diferencias con la presentada por Bruner.

Actividades políticas en la Estación durante el período 1917-1933

A principios de 1917 comienza a trabajar como mecanógrafo, con carácter provisional, Ángel R. Otero, el cual sentía una gran pasión por la Entomología y llegó a ser el ayudante más destacado de S.C. Bruner, siempre como mecanógrafo y siempre como provisional, pues nunca consiguió un nombramiento en propiedad ni lo consideraron oficialmente como un técnico, a pesar de que su labor llegó a ser reconocida internacionalmente, llevando su nombre varias especies de insectos descubiertas por él. De ideas muy avanzadas, hijo de un Comandante del Ejército Libertador que se mantuvo dignamente en medio del fétido ambiente político de la época, Otero realizó una intensa labor revolucionaria dentro de la Estación, correspondiéndole el honor de ser la primera persona que intentó agremiar a los trabajadores en 1930 como parte de sus tareas revolucionarias. A pesar de sus esfuerzos, fracasó en sus intentos.

Fue cesanteado en varias oportunidades. Poco después de la caída de Machado, a pesar de su valiente posición opositora, es sacado de la estación, enviando todos los trabajadores técnicos, encabezados por S.C Bruner y movidos por éste, una carta solicitando su reposición. Gonzalo M. Fortún, que acababa de ser nombrado nuevamente Director, protesta también por esta cesantía y la de un grupo de trabajadores antimachadistas, logrando que se rectificara la medida.

En marzo de 1934 es dejado cesante nuevamente Otero; otra vez Bruner mueve a los técnicos de la Estación y por segunda vez protesta Fortún, lográndose su reincorporación. Por último, para lograr un nombramiento estable y relacionado con sus grandes conocimientos entomológicos, ��ngel R. Otero se va de la Estación y muere fuera de la Institución donde desarrolló a plenitud su capacidad técnica y sus ideales revolucionarios.

En febrero de 1918 ingresa en el Departamento de Botánica Teodoro Cabrera, quien habría de ser el auxiliar más valioso de Acuña y Roig, hasta su muerte, ocurrida en 1932. Era Cabrera un librepensador de ideas radicales que inmediatamente forma grupo con los hombres de pensamiento más avanzado, haciendo campaña contra los gobiernos y manteniendo una firme actitud antimachadista.

A principios de 1918 comienza a trabajar en la Estación, Francisco Simón Valdés, hombre de agitada vida que desde muy joven, recorrió el duro camino del revolucionario, aún en las mismas entrañas del "mounstro imperialista". Fue fundador de organizaciones sindicales entre los trabajadores cubanos de Tampa y Cayo Hueso (Estados Unidos), militando en la IWW (Industrial Workers of de World), organización de tendencia anarco-sindicalista.

Perteneció también a la Internacional de Trabajadores Tabacaleros y tuvo que salir de los Estados Unidos por su participación en un acto público donde atacó al Presidente Wilson, prohibiéndose su entrada en aquel país. Hombre de letras poseedor de una gran cultura autodidacta, fue jefe de redacción del Periódico "La Opinión" de Santiago de las Vegas a la caída de Machado, alternando este cargo con sus obligaciones como jefe de Despacho de la Estación Experimental Agronómica. Publicó trabajos literarios en los diarios más importantes de La Habana, Estados Unidos, España, Uruguay, México y República Dominicana. Junto con Ángel R. Otero participó en la fundación de la Liga Antimperialista de Cuba y en el Socorro Rojo Internacional.

A pesar de que Calvino conocía su azarosa vida revolucionaria, llegó a ser su hombre de confianza, así como el Director que lo sustituyó, Gonzalo M. Fortún. Superviviente de aquellos tiempos, cuenta Simón cómo fue evolucionando su pensamiento político desde el anarco-sindicalismo, confesándose ya "comunista" en los últimos tiempos del machadato e integrándose plenamente a la ideología de la Revolución Socialista a pesar de sus 82 años.

Cuando Gerardo Machado, planificando ya la posterior violación de la Constitución de 1901 para prorrogarse en el poder durante otros 6 años, comienza una ofensiva contra los derechos y libertades democráticas y desata una ola de terror contra el movimiento obrero, una fuerte oposición se levanta en todos los sectores sociales. El Ingeniero Gonzalo M. Fortún quien había continuado la progresista política científica iniciada por Calvino, se opone al nombramiento de algunos "botelleros" del régimen y muestra su descontento por algunas medidas tomadas sin su consentimiento en relación con la reconstrucción de la Estación después del ciclón de 1926. Como deja traslucir en varias oportunidades su indocilidad ante el "asno con garras", se nombra un Supervisor Militar de la Estación en 1928, recayendo el nombramiento en el Comandante Jesús Vega. El Director, en una actitud digna, presenta su renuncia, no aceptando compartir su autoridad. Declarado abiertamente como antimachadista, es perseguido por los esbirros, alzándose en armas contra el tirano en 1931, cerca de Santa Clara.

Mientras tanto, en la Estación, los hombres anteriormente señalados, a los que se unen algunos obreros como Sotero Aguiar, vigilante diurno, Juan Diego Irurzún, mozo de limpieza y otros, comienzan una labor oposicionista que tiene manifestaciones públicas y algunas veces violentas. Francisco Simón es expulsado por el Comandante Vega en 1929 por expresar su desaprobación con los métodos implantados por la Supervisión Militar en la Administración. Desde entonces realizó una incansable labor revolucionaria, siendo perseguido por los esbirros, que violaron varias veces su domicilio.

Los elementos machadistas hacían lo que querían en la Estación. Avelino Rojas, Superintendente de Campo, dominaba férreamente a los obreros agrícolas, repartiendo entre los empleados y los candidatos por los cuales votarían, amenazando con la cesantía a los que no votaran por los candidatos machadistas. Gabriel Gravier, amigo personal de Machado, Rodolfo J. Cancio, enchufado como jefe de Despacho por el Presidente del Senado, y el Dr. Rafael Castro, Jefe del Departamento de Veterinaria, trataron de comprometer a los empleados, amenazándolos con prisión, para que formara una milicia armada que defendiera los intereses del tirano, negándose valientemente a ello la mayoría de los trabajadores.

Estas mismas personas, en agosto de 1931, trataron de obligar al personal obrero, administrativo y técnico a firmar una carta de adhesión al Dictador. Primero obligaron a firmar a los obreros agrícolas por medio del Superintendente de Campo; la mayoría de ellos, analfabetos, firmaron con una cruz, sin conocer el contenido de la carta. Gravier fue el encargado de recoger las firmas del personal técnico.
Archivo:Inifat JTR.jpg
Juan Tomás Roig

Comenzó con el Dr. Juan Tomás Roig, quien trató de convencer al portador de la inconveniencia de su gesto y rechazó el documento. Su ayudante Teodoro Cabrera, formó un escándalo y casi llega a la agresión personal.

Otras dignas actitudes pueden contarse de esta época. Así visitó la Estación un sargento político para recoger las boletas de los trabajadores antes de las elecciones de 1932, negándose a entregar la suya el Ingeniero Julián Acuña, diciendo que "él era libre de votar por quien considerara conveniente".

El 3 de agosto de 1929 visita Machado la estación. Al pasar por el Departamento de Fitopatología, estaba vacío y con las puertas entornadas. Al día siguiente, los trabajadores del Departamento, comenzando por Bruner, se excusaron diciendo que estaban enfermos y el ayudante Abelardo Herrera, el único que acudió al trabajo ese día, se ausentó poco antes de que llegara Machado "por haber sufrido un colapso nervioso".

Los estudiantes ayudantes también participaban activamente contra la dictadura. Pertenecientes al Directorio Estudiantil, realizaron numerosos actos revolucionarios. Miguel Ángel Labrada y José R. Quesada se opusieron a los intentos de coacción electoral de Avelino Rojas, siendo expulsado el primero por algún tiempo y sufriendo atropellos el segundo. Entre los actos de protesta realizados por los estudiantes se pueden citar uno que alcanzó repercusión, sin que pudiera saberse quién fuera su autor hasta después de la caída de Machado.

En el vestíbulo de la Casa Club de la estación había un busto de Machado con unos espejuelos desmontables. Cierto día desaparecieron los espejuelos y sospechando el Ingeniero Antonio Portuondo, Director entonces, que fueran los estudiantes los autores de la ofensa, les llamó a su oficina y conversó con ellos, no trascendió el incidente; sin embargo, al poco tiempo, durante la noche, tiraron el busto desde el balcón de la Casa–Club, destrozándose completamente y causando el natural horror de los machadistas, que hicieron todo lo posible para evitar que se propagara la noticia. A pesar de las investigaciones, no pudo descubrirse el culpable, que fue, según se supo más tarde, el estudiante Miguel Ángel Labrada.

Algunos obreros ayudaban a los estudiantes en su actividad agitadora. Entre ellos se encuentra Juan Diego Irurzún, mozo de limpieza, quien les juraba palizas a los obreros que no secundaran a los estudiantes, prestándoles colaboración en sus actividades.

Al caer el tirano, se forma inmediatamente en la Estación una milicia obrera armada para proteger las instalaciones, y se toma la decisión de nacionalizar un importante lote de ganado de raza, propiedad de la esposa de Machado, que era atendido y alimentado en los establos del Departamento de Veterinaria. Este lote de ganado estaba formado por 15 vacas, 1 añojo, 1 toro, 2 toretes y 7 terneros. Un grupo de politiqueros de Santiago de Las Vegas se organiza en una Pseudo–Comisión Depuradora de la Estación para tratar de salvar parte de los intereses de los machadistas y mantener en sus puestos a los que fuera posible, pero los estudiantes ayudantes le salen al paso y organizan la Comisión Investigadora del Comité Revolucionario de la Estación, que respondía a la orientación del Directorio Estudiantil, al cual elevaron un informe en el que dan cuenta de las actividades realizadas por los machadistas más nobles y piden su separación del Centro, enviando una comunicación en el mismo sentido a la Secretaria de Agricultura. En esta comisión participaron, entre otros, Jesús Cañizares Zayas, Miguel Ángel Labrada, J. R. Quesada, José G. Campos y Pedro N. Aguiar.

El Ingeniero Gonzalo M. Fortún es nombrado nuevamente Director en noviembre de 1933, representándose de esta manera el atropello que habían sufrido en 1928. Inmediatamente escribe una carta al Secretario de Agricultura recomendando la depuración del personal machadista, ya que no había sido atendido el informe enviado por los estudiantes.

Esta solicitud del Director es atendida, siendo cesanteados los empleados que aparecen en la relación, mientras que el Ing. Francisco B. Cruz, que había sustituido a Fortún en 1928 y había aceptado la presencia del Supervisor Militar, es trasladado como profesor de la Granja Agrícola de La Habana, también a petición de Fortún.

En este momento entran los primeros marxistas en la Institución, siendo ellos: Justo Barroso y Rubén Pérez, militares comunistas, actuando el segundo como Jefe de Campo en sustitución del machadista Avelino Rojas. Ellos, en unión de Otero, Simón y otros hombres de pensamiento avanzado de Santiago de Las Vegas, fundan en el pueblo la Biblioteca "Más Luz", la cual servía de tribuna donde podían desarrollar sus actividades, al mismo tiempo que representaba un lugar de reuniones que ofrecía relativa seguridad.

Gobiernos Auténticos de Grau y Prío Socarras

En abril de 1934, el Secretario de Agricultura decreta más de 30 cesantías entre personal de la Estación, nombrando para los cargos vacantes a politiqueros que no tenían la más mínima noción del trabajo que debían realizar. El Ingeniero Fortún, una vez la más digna actitud que fue y sería el denominador común de toda su gestión en la Estación, no acepta entregar las cesantías a los interesados y presenta su renuncia.

La renuncia de Fortún fue secundada por el Ingeniero Julián Acuña.

Algunos trabajadores realizan también una campaña de protesta por las cesantías, y el estudiante–ayudante Luciano Castillo y Mario Roque Manresa, técnico agronómico, envían un telegrama al Presidente de la República rogando urgente investigación de los sucesos de la Estación. Este telegrama fue contestado por el Secretario de la Presidencia y ante la ola de protestas que se levantó entre todos los trabajadores, fueron rectificadas las medidas de cesantías, volviendo a nombrarse Director a Gonzalo M. Fortún y retirando su renuncia el Ingeniero Julián Acuña.

El 8 de marzo de 1935 estalló en Cuba una huelga general en protesta contra el primer gobierno de Batista. El personal obrero, administrativo y técnico de la Estación se sumó en su totalidad a dicha huelga. A las 3.00 pm. del 8 de marzo se presentó un piquete de la Marina de Guerra en la puerta de la Institución con instrucciones de proteger las instalaciones, permaneciendo hasta las 6.00 pm., no permitiendo la entrada ni salida de ningún trabajador. Cuando se reincorporaron a sus puestos al día siguiente, todos los trabajadores se enteraron de que habían sido cesanteados, realizándose una investigación minuciosa de cada uno antes de procederse a nuevos nombramientos. Algunos de los participantes en la huelga, los que más se distinguieron en ella, no fueron readmitidos y a Francisco Simón, que fue uno de los que dirigieron el movimiento, no se le permitió trabajar nunca más en la Estación. Se sucedieron los gobiernos y esta decisión se mantuvo firme por parte de todos los directores, temerosos del prestigio y de la actividad de Simón.

Rubén Pérez y Justo Barroso, militantes del Partido Socialista Popular, tienen una participación activa durante la huelga de marzo. El primero fue acusado de incendiar el despalillo de tabaco de la Cuban Land, que se encontraba en las esquinas de las calles 4 y 9 en Santiago de Las Vegas. Fue preso y conducido a Bejucal, pero lo pusieron en libertad en pocos días porque poseía una buena coartada, aunque no fue readmitido en la Estación.

Al cesar la efervescencia causada por la huelga, Martínez Fortún intenta colocar a Rubén Pérez en una plaza vacante de Maestro Agrícola; pero la dirigencia del Partido Nacionalista en Santiago de Las Vegas se opone a este nombramiento y lo impide, debido a su conocida militancia comunista.

Mientras que el personal realizaba esfuerzos notables para adelantar las investigaciones, la desidia oficial ponía a la Estación al borde de la desesperación. En 1950, el edificio central estaba lleno de filtraciones, que persistían varios días después de haber cesado las lluvias y ocasionaban considerables daños a las instalaciones eléctricas, al mobiliario y a las colecciones y equipos científicos. En el mismo estado lamentable se hallaban las restantes construcciones. Los sistemas eléctricos no se habían tocado desde hacía 20 años y gran parte de ellos estaban inutilizados.

Justo Barroso fue, durante toda su vida, un destacado militante revolucionario. Perseguido en tiempos de Machado, a pesar de su juventud, fue ferozmente torturado por los esbirros. Debido a la gran actividad que desplegaba en Santiago de Las Vegas, atrae sobre su persona el odio de todos los gobernantes locales. Expulsado también de la Estación por la participación en la huelga de marzo, mantiene su actitud combativa desafiando las persecuciones, siendo apresado una y otra vez, hasta que se vio obligado a exilarse en Bolivia en 1941, continuando en aquel país sus actividades revolucionarias. Barroso no pudo volver a trabajar en la Estación hasta después del triunfo de la Revolución, muriendo en 1971, como un auténtico revolucionario, mientras hacía una guardia de milicia.

Dictadura de Batista. Período 1952 – 1958

La situación económica, la absoluta falta de atención estatal hacia la investigación agropecuaria, se agravan en el período del batistato. Los trabajadores no reciben su salario durante varios meses. La falta de dinero era tan crítica, que se encontraron en los reportes de ausencias de los obreros que vivían lejos de Santiago de las Vegas, casos en que excusaban su falta de asistencia por no tener los centavos necesarios para pagar el transporte público. El número de cesantías es tan grande que los distintos departamentos de la Estación se ven obligados a paralizar prácticamente las investigaciones.

Período Post – Revolucionario

La Reforma Agraria reivindica para la nación mejores tierras, que hasta entonces eran propiedad de monopolios, empresas extranjeras y burgueses criollos; fomenta, organiza y planifica la producción agraria a gran escala. Después de su aplicación, puede trazarse el país, como directiva económica fundamental, el desarrollo preferente de la Agricultura durante el futuro inmediato, como una modalidad propia del desarrollo económico de Cuba en atención a sus condiciones concretas.

Este desarrollo agrícola se basa en una revolución técnica que se logra mediante la utilización de la genética en gran escala, de una creciente mecanización, de una quimización en constantes aumento y de una industrialización de los productos agrícolas. Es entonces que los logros obtenidos en más de cincuenta años de investigaciones, gracias al esfuerzo de un puñado de hombres, comienzan a ser útiles al país.

Actividades políticas y nuevas orientaciones en el momento actual.

Al triunfar la Revolución, el Doctor Ingeniero Antonio Portuondo, hombre de confianza de Machado y Batista, es juzgado por el delito de malversación. Entre 1959 y 1960 abandonan el país muchos de los pseudo–investigadores que habían medrado a la sombra de Acuña, Roig y Bruner, pero de cuyas realizaciones no se guarda recuerdo. Otros trataron de seguir ocultando su incapacidad y buscaron por otros medios de pasar inadvertidos, pero son arrollados por la marcha pujante del movimiento revolucionario y se ven obligados a salir de la Estación.

Así los mas brillantes investigadores encabezados por Juan Tomás Roig y Julián Acuña, permanecen trabajando para el pueblo, totalmente identificados con él. Numerosos trabajadores combaten en Playa Girón como integrantes del Batallón 114 en Santiago de las Vegas y participaron en las acciones de limpieza del Escambray. Muy activa es la participación en las distintas Zafras del Pueblo, en las jornadas del Girón y en todo tipo de trabajos productivos.

La antigua Estación Experimental Agronómica (EEA) se transformó en 1974 en el actual Instituto de Investigaciones Fundamentales en Agricultura Tropical "Alejandro de Humbolt" (INIFAT), en el cual se realizan tareas de investigación desde fundamentales hasta aplicadas y de desarrollo, en los principales cultivos económicos del país y en los campos de la genética vegetal y mejoramiento de plantas, recursos fitogenéticos, biotecnología de las plantas y de los microorganismos, protección de plantas y productos bioactivos de origen vegetal, agrofísica y agrotecnia.

El trabajo comunitario nunca fue una de las direcciones de trabajo de esta institución y no es hasta 1992 que comienza a interactuar junto a otras instituciones y organismos, con organopónicos populares y actualmente son los rectores de esta actividad a través del Grupo Nacional de Agricultura Urbana.

Toda la historia de la Estación Experimental Agronómica (EEA) está ligada a dos hombres insignes: Juan Tomás Roig y Mesa y Julián Baldomero Acuña Galé, ellos constituyeron la base fundamental de los mayores éxitos y prestigio internacional alcanzados por la institución.

La institución cumplió 100 años, el 1 de abril del 2004 y constituye el centro de Investigaciones Agrícolas más antiguo de la América de habla hispana, al sur del [[[Río Bravo]] solo precedida por una Estación Experimental de Brasil, fundada seis años antes.
Archivo:Inifat bosque.jpg
Bosques del inifat

Es centro insignia en la protección del ecosistema, existe un bosque y una gran variedad de plantas endémicas y exóticas, que dada las características de este centro muchas son utilizadas para la investigación.

Durante más de dos décadas se ha trabajado en el desarrollo y establecimiento de un modelo agrícola sostenible y ecológico para evitar las importaciones de semillas de diferentes variedades, plaguicidas, fertilizantes, así como tecnologías de producción agrícola en general. Esta agricultura sostenible se basa en el desarrollo de técnicas productivas que limitan los efectos nocivos sobre el agroecosistema y medio ambiente en general, de ahí que se trate de reducir la aplicación de conceptos de la producción agrícola convencional concebida sobre la base de la utilización de altos insumos y energías. A tales efectos se incrementa la producción de manera descentralizada de los medios biológicos para el combate de las plagas y enfermedades que afectan a los productos.

De igual forma se extiende la producción de los bioplaguicidas de origen natural (botánicos) y se adiciona el beneficio que aporta, en caso concreto, el árbol del NIM, pues sus plantaciones y bosque de esta especie va estableciéndose a lo largo del país, permitiendo recuperar terrenos con tendencias a la desertificación y la salvación de cuencas hidrográficas que han sido deforestadas. Con la inserción de este árbol en la agricultura urbana pueden mejorar las condiciones ambientales en los organopónicos, huertos intensivos, casas de cultivo, entre otros, sirviendo al propio tiempo de barrera protectora.

Por otra parte la producción generalizada de abonos orgánicos obtenidos a través de la producción de compost, el humus de lombriz y otras materias como estiércol, cachaza y turba contribuyen al uso limitado de fertilizante químicos que causan el empobrecimiento de los suelos por el uso continuado de estos.

También formando parte de este complejo, aparece la utilización de variedades nacionales mejor adaptadas a las condiciones de suelo y clima, más resistente al ataque de plagas y enfermedades, contribuyendo a reducir las cantidades de plaguicidas y fertilizantes a utilizar, con su correspondiente impacto positivo hacia el agroecosistema.

Formando parte de este sistema de producción agrícola sostenible, se intensifica la aplicación de métodos y técnicas de producción orgánica, siendo un ejemplo de ello el programa de agricultura urbana que incluye 28 subprogramas, los cuales estimulan la no utilización de productos químicos, el incremento de la arborización haciendo uso de especies frutales, forestales y plantas medicinales que se utilizan para combatir enfermedades en humanos y animales.


Fuente.

  • Bibioteca de Santiago de las Vegas.
  • Pagina Web de la localidad de Santiago de las Vegas.