Aspirina

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Aspirina® (Ácido acetilsalicílico)
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Presentación farmacéuticaTableta, tabletas efervesentes, granulado efervescente, cápsulas
Vía de administraciónOral, rectal, intravenosa
Grupo TerapéuticoAINE

Aspirina® o Ácido acetilsalicílico. Medicamento de la familia de los salicilatos cuyo origen data de mediados del siglo XIX y utilizado principalmente por las personas, como antiinflamatorio, analgésico, para el alivio del dolor leve y moderado, antipirético para reducir la fiebre y antiagregante plaquetario.

Aspirina®

Origen

Félix Hoffmann primero que consiguiera sintetizar al ácido acetil salicílico con gran pureza

. Desde la antiguedad, el hombre siempre ha tratado de encontrar remedio a la enfermedad y el dolor, auxiliándose en un inicio de las plantas, las cuales fueron utilizadas para poner fin a algunas enfermedades.

Tras constantes investigaciones científicas, estos remedios naturales dieron lugar a productos químicos más complejos. El descubrimiento de la corteza de sauce blanco (que poseía la capacidad de aliviar la fiebre y el dolor) y sus posteriores modificaciones dieron origen a lo que los científicos denominaron salicina.

Charles Gerhardt primero en obtener el ácido salicílico.

Esta sustancia ha permitido sintetizar el ácido salicílico. En 1853, el Químico francés Charles Frédéric Gerhardt realizó el primer intento de acetilación del ácido salicílico. Cuarenta y cuatro años más tarde, Félix Hoffmann (joven químico de la compañía Bayer) consiguió obtener de forma pura y estable el ácido acetilsalicílico comercializado en todo el mundo luego, bajo el nombre de Aspirina. Es así, como tiene sus inicios la industria farmacéutica moderna.

Reconocimientos

La aspirina ha ganado un premio Nobel y ha sido elegida como uno de los cinco inventos imprescindibles legados por el siglo XX. El escritor Ortega y Gasset la definió como uno de los elementos indispensables para asegurar la vida de las personas.

El consumo de esta sustancia médica se ha incrementado con el transcurso del tiempo.

Utilidades

La aspirina es un fármaco no esteroideo. Dentro de sus principales utilidades se encuentran:

  • Analgésico: Combate los dolores de cabeza. También se usa como remedio contra dolores de muelas, óseos, musculares y de oídos.
  • Antiinflamatorio: Elimina la inflamación, el calor, el enrojecimiento y el dolor.
  • Antipirético: Actúa bloqueando el proceso que incrementa la temperatura y descendiendo la fiebre, a través de la vasodilatación y la sudoración. Por ello, cuando la temperatura corporal es normal, su administración no provoca hipotermia.
  • Antiagregante plaquetario: Está indicado para personas con alto riesgo de coagulación sanguínea, principalmente individuos que ya han tenido un infarto agudo de miocardio.
  • Contra la artritis reumatoide, la cual es una enfermedad de origen autoinmune que provoca rigidez y dolor en los miembros y que puede limitar considerablemente la movilidad del paciente. El uso de la aspirina en estos casos se recomienda por su efecto antiinflamatorio y por sus efectos secundarios menores.
  • Contra la artrosis, la cual es un proceso degenerativo de las estructuras intraarticulares a consecuencia de la destrucción del cartílago, delicada almohadilla que recubre por dentro las articulaciones que conduce a una irritación crónica de la almohadilla afectada. Aunque la aspirina no evita la destrucción del cartílago reduce ampliamente la inflamación y el dolor.

Indicaciones de administración y conservación

La aspirina, como lo han comprobado cientos de estudios médicos y una larga experiencia clínica, es el medicamento más usado en el mundo para el alivio de dolores comunes de distinto origen e intensidad; y para combatir la inflamación y la fiebre.

Una de las propiedades de la formulación de la Aspirina, en sus diversas presentaciones, es la rápida disolución de sus comprimidos, por lo que su efecto es comparablemente más rápido que otros analgésicos. Se absorbe rápidamente y luego de 20-30 minutos de su consumo, empieza a ejercer sus acciones de alivio. En general, su efecto dura entre 6 y 8 horas, más o menos.

Su efecto es mayor cuando se toma a tiempo, es decir, cuando aparece el dolor está indicado tomar una aspirina sin esperar a que el mismo aumente. Es aconsejable tomar este medicamento preferiblemente siempre con agua, jugos o con los alimentos, además de respetar las dosis recomendadas.

En caso de ser usado como analgésico para el dolores; y/o como antipirético para la fiebre, se recomienda tomar un comprimido cada 4 a 6 horas (dosis máxima: 3.000 mg por día) por un tiempo no superior a 6 días. Si los síntomas persisten es aconsejable consultar siempre a su médico, que es el único que puede dar un diagnóstico y un tratamiento seguro y adecuado. No administrar a menores de 12 años sin consultar con el médico.

La aspirina debe almacenarse en un lugar fresco y seco a no más de 25°C, distanciado de alimentos y/o sustancias químicas.

Efectos adversos

Los efectos adversos más comunes de la aspirina son la irritación gástrica, náuseas, vómitos, úlcera gástrica o duodenal, mientras que la hepatotoxicidad, asma, cambios en la piel y nefrotoxicidad son menos frecuentes. Se ha reportado que ocurre adaptación de la mucosa en pacientes con úlceras asociadas a la administración de Aspirina de modo que se ha demostrado el mejoramiento espontáneo con el tiempo sin descontinuar la toma de la Aspirina.

Su ingesta abusiva produce nefritis, que son los procesos inflamatorios y/o disfuncionales del riñón y vasodilatación periférica por acción directa sobre el músculo liso. A dosis altas algunos pacientes han reportado vómitos, acúfenos, disminución de la audición, delirio, psicosis, estupor y vértigo, los cuales son reversibles al reducir la dosis. Con dosis aún mayores de salicilatos aparece una respiración profusa y coma, resultado de un efecto directo sobre el bulbo raquídeo.

A niveles tóxicos de salicilatos se presenta alcalosis respiratoria seguida de acidosis metabólica por acumulación del salicilato, depresión respiratoria, cardiotoxicidad e intolerancia a la glucosa. Dos gramos o aún menos de aspirina al día pueden aumentar los niveles de ácido úrico en sangre, mientras que las dosis que sobrepasan los 4 gramos diarios disminuyen los uratos. Igual que el resto de los AINEs, la aspirina puede causar una elevación en las enzimas hepáticas, hepatitis, disfunción renal, sangrado y asma.

Contraindicaciones

La acción antiplaquetaria de la aspirina hace que esté contraindicada en pacientes con hemofilia. Aunque en el pasado no se recomendaba el uso de la aspirina durante el embarazo, la aspirina puede tener utilidad en el tratamiento de la preeclampsia y aún en la eclampsia.

La aspirina no debe administrarse en personas con antecedentes alérgicos al ibuprofeno o al naproxeno, o quienes sean de alguna forma intolerantes a los salicilatos o a los AINEs y se debe ejercer moderación en la prescripción de aspirina a pacientes asmáticos o con broncoespasmo inducida por los AINEs. Por motivo de su acción sobre la mucosa estomacal, se recomienda que los pacientes con enfermedad renal, úlceras pépticas, diabetes, gota o gastritis consulten con un profesional de la salud antes de tomar aspirina. Aún en la ausencia de estas enfermedades, siempre existe el riesgo de sangrado gastrointestinal cuando se combina la aspirina con el licor o la warfarina.

Se ha demostrado que la aspirina puede causar anemia hemolítica en pacientes con deficiencia de glucosa-6-fosfato deshidrogenasa (G6PD), en especial con grandes dosis y dependiendo de la severidad de la enfermedad.

En pacientes menores de 14 años se ha dejado de usar la Aspirina para el control de los síntomas de la gripe o de la varicela debido al elevado riesgo de contraer el Síndrome de Reye.

Investigaciones médicas

Diversas investigaciones han confirmado el papel de la Aspirina como medicamento que podría prevenir distintas enfermedades, lo cual no significa que se puede realizar un consumo diario de éste medicamento. Dentro de las enfermedades o riesgos patológicos que puede prevenir se haya:

  • Alzheimer: Un estudio de 1997 ha revelado que en una dosis similar de la aspirina, a la empleada como antiinflamatorio,tiene un efecto neuroprotector sobre las células del cerebro, evitando la muerte del 83% de las neuronas, y reduciendo el riesgo de sufrir Alzheimer. Estos son los resultados realizados por investigadores de la [[John Hopkins Bloomberg School of Public Health de Baltimore]] (EEUU) y publicados en la prestigiosa revista Neurology. Para la obtención de estos resultados se tuvo en cuenta un total de 13.449 personas sin demencia, 820 de las cuales desarrollaron la enfermedad de Alzheimer durante el seguimiento.
  • Cáncer: Existen estudios que revelan que este medicamento reduce el riesgo de cáncer de colon y recto, en un 40% de los casos si se toma dos veces por semana. También hay indicios que previene el cáncer de mama.

Numerosas investigaciones, publicadas anualmente, confirman los efectos de la Aspirina o presentan nuevos ámbitos para su aplicación. Importantes investigadores en diversos centros del mundo han indagado sobre las potencialidades aún no descubiertas de la Aspirina. En la actualidad se la considera el medicamento por excelencia. Pero cuando hay riesgo de tener o de estar circulando el Dengue, el Zika, Chicungunya o Fiebre Amarilla, por sus características anticoagulantes el médico aconseja no ingerirla.

Fuentes