El pergamino de la seducción

El pergamino de la seducción
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Narra la vida de la reina Juana de Castilla, conocida como Juana la Loca. Es un homenaje a la novela gótica
Título originalEl pergamino de la seducción
Autor(a)(es)(as)Gioconda Belli
Editorial:Editorial Seix Barral
ColecciónNovela histórica
GéneroNovela
ImprentaHarperCollins Publishers
Edición2005
Diseño de cubiertaLaura Klynstra
Primera edición2005
ISBN978-843-224-806-1
PaísBandera de Nicaragua Nicaragua
PremiosXXVIII Premio Internacional de Poesía Ciudad de Melilla, 2006, Premio Biblioteca Breve, Editorial Seix Barra, Madrid, febrero 2008

El pergamino de la seducción. Novela narrativa de corte histórico de la escritora nicaragüense Gioconda Belli, publicada por Seix Barral en 2005 en la nueva colección Novela Histórica, consta de 27 capítulos y lenguaje poético. Esta novela logra rozar sus temas preferidos, con calidad literaria, pero revestidos de un formato que, consciente o inconscientemente, se adapta perfectamente a las tendencias del mercado editorial. La elección del relato de suspenso con trasfondo histórico sigue las huellas de los éxitos de taquilla. Se prepara su traducción a varios idiomas.

Sinopsis

La reina Juana de Castilla, la Loca, hija y madre de reyes, es el personaje más fascinante del siglo XVI, un periodo crucial de la historia de España. Hermosa e inteligente, se rebeló siempre contra la represión. ¿Enloqueció por amor como cuenta la historia oficial o fue víctima de traiciones y luchas por el poder? Cuatro siglos más tarde un historiador esclarece este enigma con ayuda de un joven de asombroso parecido con la reina.

La autora define su texto como un homenaje a la novela gótica, lo cual quizás pueda rastrearse en la presencia del caserón de la familia de Manuel al final de la novela. La pista oculta sería el libro que Lucía lee en casa de la tía Agueda: Jane Eyre de Charlotte Bronte.

Argumento literario

La joven Lucía, protagonista de esta apasionante historia, queda huérfana tras un traumático accidente aéreo, sus abuelos deciden mandarla a un internado de monjas en España. En ésta ciudad conoce a Manuel, un profesor de historia, cuarentón, solitario, que está obsesionado con la historia de Juana de Castilla, más conocida como Juana la Loca, personaje fascinante de los siglos XV y XVI.

Las vidas de Manuel y Lucía empiezan a entrelazarse a raíz de la fascinación de Manuel por esta joven en quien, en aspecto y espíritu, ve a una especie de reencarnación de Juana. El tema, a partir de aquí, es el poder de seducción de la palabra: el relato de Manuel susurrado al oído de Lucía, mientras ésta, ataviada con un traje de la época, siente el espíritu indomable e infeliz de Juana penetrar en sus propios cuerpo y alma.

En un segundo plano está la historia de Juana I de Castilla, quien se perfila a contar con su voz su propia historia, sus dudas, dolores, y la indomable pasión que siente por Felipe, con quien contrajo nupcias tras un arreglo político. Tras la historia de éstos personajes se trasluce una fusión entre el pasado y el presente, el pasado de Juana, la cual “reencarnaría” en el cuerpo de Lucía, llevando a ésta a descubrir los caminos de su sexualidad, su madures de mujer, abriéndole así paso a un mundo desconocido por ella hasta ese momento.

Locura como vulneración

El destino de Juana y el de Lucía se presentan en forma simultánea para el lector. A juzgar por el título, sería el poder de la palabra y el relato como arma de seducción los temas principales de la novela. En esta lectura, sin embargo, el tema de mayor potencial es la locura de Juana. La locura como etiqueta para toda expresión de una mujer que no cuadra con los esquemas de la época. Mientras que Felipe, también un hombre educado, ansioso de poder y con una vida sexual más provocativa que la de su mujer, ganó el epíteto de "el Hermoso"; Juana, por las mismas cualidades, fue declarada "la Loca". Teniendo en cuenta la época que le tocó vivir a esta mujer, pensar, desear, sentir y expresarse eran signos de locura.

Procedente de la España todavía ensombrecida por la barbarie de la Inquisición, se mostró siempre escéptica y alejada de las prácticas religiosas. La mejor manera de quitarle autoridad, degradarla y evitar el peligro que una mujer inteligente y consciente de su poder significaba, fue relegarla en una fortaleza y declararla loca. La historia de Juana I de Castilla transcurre a finales del Siglo XV y principios del XVI, pero muy bien podría adaptarse a la realidad de muchas mujeres del Siglo XXI.

Pero éste es, en realidad, sólo el trasfondo de la novela, cuyos personajes principales, como apuntamos, serían Lucía y Manuel. El problema es que, frente a la fascinación que nos produce la figura de Juana, los personajes ficticios Lucía y Manuel se deslucen completamente. Desde el punto de vista del lenguaje, Belli encuentra el tono preciso de Juana, a la vez calmo y ansioso, visionario y bello. A través de él, vemos pasar en el relato a Felipe y a los padres de Juana -los Reyes Católicos-, quienes revisten un carisma y una fuerza excepcional, aunque no siempre en sentido positivo. Cada uno de los personajes de la Corte, desde los nobles que rodean a Felipe, hasta las damas de compañía y los criados de Juana, cobra vida en el relato de la reina.

Inversamente, y de una manera paradojal, las figuras sin demasiados contornos de Manuel y Lucía se van diluyendo. El registro idiomático de ambos es prácticamente idéntico, lo cual sorprendería en la realidad entre un maduro y excéntrico catedrático de historia y una adolescente de secundaria. Lo mismo con respecto a Águeda, la tía de Manuel. A pesar de representar tres generaciones, el diálogo se desarrolla en un tono único y mesurado, monocorde. Así como Juana representaría a una rebelde para su época, Lucía semeja más una niña mimada que se deja llevar por las circunstancias, influida por el puritanismo y la doble moral religiosa en la que Manuel y Águeda, representantes de un estrato social aristocrático y prejuicioso, viven inmersos.

Mientras Juana, a pesar de su investidura de reina, está completamente a merced de fuerzas e intereses enfrentados que la superan, Lucía tiene un mundo de posibilidades para sí en cuanto cumpla su mayoría de edad. De posición económica privilegiada y con el apoyo de su tía en Nueva York, su destino está en sus propias manos. Hacia el final de la novela, cuando Lucía deja el internado, la historia va aderezándose con ciertos elementos de misterio, y con la búsqueda obsesiva de Manuel de unos presuntos manuscritos que Juana habría escrito y que no se han encontrado.

Personajes

  • Lucía: protagonista principal de esta obra, muy pequeña pierde a sus padres y es internada en un internado de monjas en España, su orfandad la sumen en una soledad sólo compartida cuando se sumerge en la vida de Juana, con ella descubre todo su mundo, desde el primer momento existe una fuerte conexión entre estos dos personajes.
  • Manuel: profesor de historia, descendiente de una larga línea de marqueses Denia, quienes fueron los encargados de mantener a la reina Juana cautiva el resto de su vida, alegando locura, Manuel está obsesionado con redimir la memoria de la reina Juana.
  • Juana: reina Juana I de Castilla, hija y madre de reyes, es el personaje más carismático y fascinante de un período de crucial de España. Hermosa, inteligente, segura, poderosa, se rebeló contra la opresión y los abusos, y luchó sin descanso por ser fiel así misma. En 1509, con 29 años, fue declarada loca y encerrada en Tordesilla, donde permaneció hasta su muerte en 1555.
  • Felipe: más conocido por la historia como Felipe el hermoso. Murió el 25 de septiembre de 1506 a la edad de 30 años.

Datos de la autora

Gioconda Belli, autora del libro

Gioconda Belli nació el 9 de diciembre de 1948 en Managua (Nicaragua). Estudió en el Colegio de La Asunción en Managua y en el Real Colegio de Santa Isabel en Madrid, España, donde obtuvo el bachillerato en 1965. Tras obtener un diploma en Publicidad y Periodismo en Filadelfia, Estados Unidos, regresó a Managua y en 1967 contrajo matrimonio. Sus poemas aparecieron por primera vez en 1970 en el semanario cultural del diario La Prensa de ese país. Su poesía, considerada revolucionaria en su manera de abordar el cuerpo y sensualidad femenina, causó gran revuelo. Su libro “Sobre la grama” le ganó en 1972, el premio de poesía más prestigioso del país en esos años, el “Mariano Fiallos Gil” de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua. Fue una firme opositora a la dictadura de Somoza, por lo que tuvo que exiliarse a México y Costa Rica y se integró a las filas del FSLN, organización en la que militó desde 1970 hasta 1994. Fue miembro de la Comisión Político-Diplomática del FSLN. Fue correo clandestino, transportó armas, viajó por Europa y América Latina obteniendo recursos y divulgando la lucha sandinista. En febrero del 2008 publicó su última novela El infinito en la palma de la mano, galardonada con el Premio Biblioteca Breve 2008 de la editorial española Seix Barral, y recientemente con el Premio Sor Juana Inés de la Cruz.

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Fuentes