Ernesto Fernández Arrondo

Ernesto Fernández Arrondo
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Nacimiento7 de enero de 1897
Güines Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento26 de junio de 1956
La Habana
NacionalidadCubana
CiudadaníaCubana
OcupaciónPoeta y escritor
Obras destacadasBronces de Libertad
PremiosPremio Nacional de Poesía

Ernesto Fernández Arrondo. Destacado poeta de Güines. Autor del poemario titulado “Bronces de Libertad”, que, como rareza bibliográfica, prologó don Fernando Ortiz.

Síntesis biográfica

Nació en Guines, el 7 de enero de 1897, al umbral de la ocupación militar norteamericana que a su vez dio paso a aquella república de dudosa independencia.

Infancia y Juventud

A pesar de las manquedades de una libertad condicionada al arbitrio de los Estados Unidos, en virtud de la Enmienda Platt (1901), la producción poética de la época reflejaba, en mayor medida que las demás creaciones artísticas, el triunfo del ideal nacionalista. Los más jóvenes aprenden a versificar con el poema “Mi bandera”, de Bonifacio Byrne o el soneto “La más fermosa”, con el que Enrique Hernández Miyares celebrara la protesta de Manuel Sanguily en el senado contra el Tratado de Reciprocidad Comercial. No por azar en Bronces de Libertad se incluyen sendas composiciones tituladas “La más fermosa” y “A la bandera”.

Pertenece a esa primera generación poética de la república, aunque algunos de sus cantos se prolonguen más allá de su tiempo. Su universo expresivo está junto a Botti y Poveda, pero sin trascender las viejas formas poéticas en que discurría la poesía insular. Su lírica traza una especie de puente entre el modernismo y la naciente vanguardia, aunque conservando más deudas con aquel que con esta.

Relevancia de sus obras

El primer éxito del poeta güinero fue el triunfo en los Juegos Florales de Oriente, en 1921, con su canto “Al Grito de Baire”, que dedica a la “fecha gloriosa que señala /…/ aquel gesto atrevido que iniciara /…/ tres años de espartana rebeldía”.

Al año siguiente gana el premio único en los Juegos Florales de Cienfuegos y es laureado también en los de Cárdenas. En el primero tañe la lira para cantarle al amor, en una amplia acepción que incluye el amor a la patria:

Amor… ¡el de la patria!... amor glorioso, bendito amor, de adoración, que encierra, en su nimbo de sol esplendoroso, el triunfal simbolismo de la tierra: ¿qué armó el brazo del noble y valeroso mambí de nuestra redentora guerra, haciendo que en los cielos soberana fulgiera otra bandera, la cubana!

Bronces de libertad

En Cárdenas eleva sus preces a la patria y utiliza por vez primera la imagen que dará título al poemario publicado en 1923, “Bronces de Libertad”. La aparición de su libro coincide con la clarinada revolucionaria de la intelectualidad cubana más joven: la Protesta de los Trece, que fue un ejemplar impacto en la conciencia patriótica y revolucionaria de esa sociedad. Fernández Arrondo, sin embargo, está al margen de esos sucesos.

En este libro de 1923 sorprende que Fernando Ortiz haya detenido momentáneamente sus indagaciones etnográficas y antropológicas para prologar un cuaderno de versos: “Nunca en mis años, -escribió-, pude pensar que un día me viera en trance de prologar un libro de versos.”

Un lamentable suceso lo obligó a ello: Raimundo Cabrera, el ilustre literato tan ligado a Güines, y uno de los intelectuales más importantes y destacados del país, y suegro de Ortiz, -ya que estaba casado con Lidia Cabrera, hija de Raimundo-, fallecía antes de poder escribir la nota introductoria. “Raimundo pasó a lo incognoscible –escribía Ortiz- y el último escrito que pensara quedóse sin escribir.” Y confiesa que “mis aplausos, aunque sentidos, serían siempre desautorizados; mis juicios, por ser un profano, o se tendrían por desconcertados o habrían de serlo en realidad”.

De forma tan grata, quedó para la historia “Bronces de Libertad”: “Mi tierra amada: de tus hermanas, de todas eres, tú, la más bella, la más fecunda, la luminosa de una alborada fulgente estrella, pues te engalanas, vestal hermosa, como la reina de un cuento de hadas, con las orquídeas de tus vergeles, con los penachos de tus laureles y los cintillos de tus cañadas.”

Posteriormente, el poeta de Güines obtuvo otras importantes nominaciones como el Premio Nacional de Poesía del Ministerio de Educación correspondiente a los años 1940-1942 por su libro "Poemas del amor feliz".

No faltan en sus tañidos los cantos a Güines, la sultana de sus amores.

Fernández Arrondo es, en resumen, uno de los representantes de las capas medias ilustradas de principios del Siglo XX cubano, que se expresa en un aliento nacionalista y enarbola el modernismo de Casal, como estandarte frente a un pasado colonial, “con ardiente inspiración y santa furia, -al decir de Fernando Ortiz-, la del ingenio La Demajagua en aquella aurora de libertad cubana…”

Muerte

Ernesto Fernández Arrondo falleció el 26 de julio de 1956 en La Habana.

Fuente