Mahatma Gandhi

Mahatma Gandhi
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Fotografía de Gandhi
NombreGandhi, Mohan-dās Karamchand
Nacimiento2 de octubre de 1869
distrito Porbandar,
ciudad de Delhi,
estado principesco de Kathiawar
(estado de Guyarat),
India británica,
Reino Unido Bandera del Reino Unido
Fallecimiento30 de enero de 1948 (78 años)
barrio Birla Bhavan,
ciudad de Nueva Delhi,
Unión de la India Bandera de la India
Causa de la muerteasesinato
Nacionalidadindia
Otros nombresBapu
Ciudadaníabritánica
Ocupaciónabogado, pensador y político
Partido políticoPartido Indio del Congreso
CónyugeKasturba Makkarji
HijosHarilal, Manilal, Ramdas, Devdas
PadresKaramchand Gandhi
Putlibai
PremiosLe fue rechazado el premio Nobel debido a su ideología conservadora, su apoyo a Adolf Hitler, y sus actividades pedófilas con niños[1]

Mahatma Gandhi (Guyarat, 2 de octubre de 1869 - Nueva Delhi, 30 de enero de 1948) fue un político y abogado indio. En un país en que la política era sinónimo de corrupción, Gandhi introdujo la ética en ese dominio a través de la prédica y el ejemplo. Sus seguidores lo llamaban de diversas formas: Gandhi, Bapú (bāpu: ‘padre’) o Mahatma Gandhi (majātmā significa ‘gran alma’, siendo majā: ‘grande’; y ātmā: ‘alma’), título que le había dado el poeta Rabindranath Tagore. Considerado como uno de los grandes líderes políticos que modificaron la configuración política e ideológica del mundo en el siglo XX. Hombre de austeridad inflexible y absoluta modestia.

En la India figuró abiertamente al frente del movimiento nacionalista, instaurando métodos de lucha social como las huelgas mientras rechazaba la lucha armada para alcanzar sus propósitos, por esto fue convertido en líder de la no violencia. Encarcelado en varias ocasiones por los británicos, pronto se convirtió en un héroe nacional. Vivió en una pobreza sin paliativos, jamás concedió prebendas a sus familiares, y rechazó siempre el poder político, antes y después de la liberación de la India.

Síntesis biográfica

Mojandás Karamchand Gandhi, nace en la pequeña Porbandar, ciudad costera del pequeño estado principesco de Kathiawar, actualmente en el estado de Guyarat, 894 km al noroeste de la ciudad de Bombay y 1303 km al suroeste de Nueva Delhi.[2]

Guyarat era por esos tiempos un mosaico de minúsculos principados, cuyos gobernantes tenían un poder absoluto sobre la vida de sus súbditos. Su padre, Karamchand Gandhi, era el diwán (reyezuelo) del poblado de Porbandar y pertenecía a la casta de los banias, mercaderes de proverbial astucia y habilidad en el comercio. Su madre, llamada Putlibai, fue la cuarta esposa de su padre, procedía de la secta de los pranamis, quienes mezclaban el hinduismo con las enseñanzas musulmanas del Corán. Era una mujer profundamente religiosa y austera que dividía su tiempo entre el templo y el cuidado de los suyos, además de practicar frecuentes ayunos. En la formación espiritual de Mojandás, que sentía un ilimitado amor por sus padres, además de la adoración al dios Visnú que profesaba la familia, concurrieron una serie de creencias amalgamadas: la hinduista, la musulmana y la yain. Esta última tuvo especial influencia en su filosofía: los yains practican la no violencia no solo con los animales y los seres humanos, sino incluso con las plantas, los microbios, el agua, el fuego y el viento. Gandhi aprendió a muy temprana edad a no hacer daño a ningún ser viviente, a ser vegetariano, a ayunar para purificarse y a tener tolerancia con otros credos y religiones.[3]

No comer carne constituye sin la menor duda una gran ayuda para la evolución y paz de nuestro espíritu. Un país, una civilización se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales.
Mojandás Gandhi

Juventud

Gandhi y su esposa en una fotografía de 1902.

Ejemplo típico de tardía genialidad, Mojandás fue un adolescente silencioso, retraído y nada brillante en los estudios, que pasó sin llamar la atención por las escuelas de Rajkot. A los trece años, siguiendo la costumbre hindú, lo casaron con una niña un año mayor que él llamada Kasturba Makharji, de quien estaba prometido desde los seis años. El joven esposo se enamoró apasionadamente de la muchacha, y por hacer el amor con ella abandonó el lecho de su padre moribundo la misma noche en que este murió. El suceso dejó una culpa imborrable en Gandhi, que más tarde se declararía a favor del celibato y la continencia sexual.

Gandhi y Kasturba Makharji tuvieron cuatro hijos.[4]

Estudios universitarios

Logró a duras penas pasar el examen de admisión en la Universidad de Bombay en 1887, matriculándose en la escuela de Samaldas, en Bhavnagar. Como sus calificaciones no mejoraron en el instituto, la familia decidió enviarlo a Londres para seguir los cursos de abogacía del Inner Temple, cuyas exigencias eran menores que las de las universidades indias. El joven Gandhi se embarcó en Bombay en septiembre de 1888. Tenía diecinueve años y acababa de ser padre por primera vez. Antes de partir había prometido solemnemente a su madre no seguir la costumbre británica de comer carne, dado que el hinduismo lo prohibía. Varias veces en su adolescencia había transgredido tal norma, impulsado por un amigo que le aconsejaba la carne para parecerse en fortaleza a los británicos.

Estudió Derecho en la Universidad de Londres, ciudad donde vivió entre 1888 y 1891, período en que se produjo uno de los hechos más determinantes de su vocación: el descubrimiento de Oriente a través de Occidente. En efecto, en la capital británica comenzó a frecuentar a los teósofos ocultistas británicos, quienes lo iniciaron en la lectura del primer clásico indio, el Bhagavad-guita (del siglo III a. n. e.), al que Gandhi llegaría a considerar «el libro por excelencia para el conocimiento de la verdad». También allí entró en contacto con las enseñanzas de Cristo, y durante un tiempo se sintió tan atraído por la ética cristiana que dudó entre esta y el hinduismo. De esa época son sus intentos de sintetizar los preceptos del budismo, el cristianismo, el islamismo y su religión natal (el hinduismo), a través de lo que señaló como el principio unificador de todos ellos: la idea de renunciación.

León Tolstói, novelista ruso, sus ideas sobre la «no violencia activa» ―expresadas en libros como El Reino de Dios está en vosotros― tuvieron un profundo impacto en grandes personajes como Gandhi y Martin Luther King.

En estos años decisivos para su formación intelectual leyó a León Tolstói, en quien más tarde encontraría el guía para el perfeccionamiento de la práctica y la teoría de la no violencia. Gandhi leyó varios libros de Tolstoi, pero los que más influyeron en él fueron El Reino de Dios está en ti y Carta a un hindú (1908), en respuesta a los nacionalistas indios que apoyaban la violencia, esta carta se basa en las doctrinas hindúes y las enseñanzas del dios Krishná en relación con el creciente nacionalismo indio. Gandhi permaneció en contacto con Tolstoi hasta la muerte de este en 1910.[5]

Abogado

Cuando regresó a la India con el título de abogado, lo hizo con sus señas de identidad orientales: había ido en busca de la sabiduría occidental y retornaba con el secreto que había hecho sabios a los hindúes.

Al volver a Porbandar encontró a su familia desintegrada: la madre había muerto poco antes y los Gandhi habían perdido toda influencia en la corte principesca. Como abogado no halló muchas perspectivas, ya que su primera actuación profesional terminó en un humillante fracaso, pues enmudeció al dirigirse al tribunal y no pudo continuar.\. Fue entonces cuando una factoría comercial musulmana le ofreció un contrato para atender un caso de la empresa en Durban, y Gandhi no dejó pasar la oportunidad. Se embarcó hacia Sudáfrica en 1893.

Gandhi regresó a la India breve tiempo para llevar a su esposa e hijos a Sudáfrica. A su regreso, en enero de 1897, un grupo de hombres blancos lo atacó y trataron de lincharlo. Como clara indicación de los valores que mantendría por toda su vida, rehusó denunciar ante la justicia a sus atacantes, indicando que era uno de sus principios el no buscar ser resarcido en los tribunales por los daños perpetrados sobre su persona.

En el país de los antiguos colonos holandeses vivía un barrio hinduista formado en su mayoría por trabajadores, a quienes los británicos llamaban despectivamente «sami». Carecían de todo derecho, se les despreciaba y discriminaba racialmente, como pudo comprobar en carne propia el joven abogado durante algunos de sus viajes en ferrocarril. Pero la situación era más grave aún de lo que parecía. Terminado su trabajo, Gandhi estaba a punto de regresar a la India cuando se enteró de la existencia de un proyecto de ley para retirar el derecho de sufragio a los hindúes. Decidió entonces aplazar la partida un mes para organizar la resistencia de sus compatriotas (unos 150.000), y el mes se convirtió en veintidós años.

Durante esa larga etapa de su vida, su mayor preocupación fue la liberación de la comunidad india, y en ella fue dando forma a las armas de lucha que más tarde utilizaría e su país. En los primeros años, convencido de las buenas intenciones del colonialismo británico, abrió un bufete para defender a sus compatriotas ante los tribunales en Johannesburgo y se propuso articular un movimiento dedicado a la agitación por medios legales. Fundó el periódico The Indian Opinion, para aglutinar a la comunidad india y, como instrumento de agitación legal, creó el Partido Indio del Congreso de Natal (1894). Sus simpatías anglófilas le llevaron durante la guerra contra los bóers a organizar el Cuerpo Indio de Ambulancias, acción que mereció duras críticas por parte de los nacionalistas indios.[6]

Labor revolucionaria

A partir de 1904 la actividad de Gandhi sufrió un cambio notable: después de leer la crítica del capitalismo contenida en Unto The Last, de John Ruskin, modificó su estilo de vida y pasó a llevar una sencilla existencia comunitaria en las afueras de Johannesburgo donde fundó una comuna llamada Tolstói. En esa época bosquejó la teoría del activismo no violento, que puso en marcha por primera vez para oponerse a la ley de registro. Esta ley obligaba a todos los indios a inscribirse en un registro especial con sus huellas dactilares. Gandhi ordenó a sus compatriotas que no se inscribieran, que comerciaran en las calles sin licencia y, más tarde, que quemaran sus tarjetas de registro frente a la mezquita de Johannesburgo. Como muchos de sus seguidores, fue a parar a la cárcel varias veces, pero el movimiento de resistencia civil obtuvo varios éxitos parciales.

En 1913 la protesta contra un impuesto considerado injusto se tradujo en una marcha a través del Transvaal, hasta Natal (Sudáfrica). Al año siguiente las autoridades británicas dieron marcha atrás con dicho impuesto y autorizaron a los asiáticos a residir en Natal como trabajadores libres. La victoria parecía total, y Gandhi, que había abandonado las vestimentas europeas en señal de protesta, partió definitivamente de Sudáfrica con su mujer y sus hijos. A largo plazo todos los logros de la comunidad india se perdieron y las autoridades de aquel país endurecieron aún más su política racista.[7]

Regreso a la India

La rueca de Gandhi. La explotación de los campesinos indios por los industriales británicos había originado una extrema pobreza. Gandhi propuso como solución a esta situación potenciar el renacimiento de las industrias artesanales, y comenzó a usar una rueca como símbolo de la vuelta a la sencilla vida campesina que predicaba.

Gandhi llegó a la India en 1915 como un verdadero héroe, con la aureola de sus campañas en el extranjero. Las masas de Bombay le tributaron un caluroso recibimiento, el gobernador británico acudió a saludarlo y el poeta Rabindranath Tagore le dio la bienvenida en su Universidad Libre de Santiniketan (Bengala). A poco de llegar, en la ciudad de Ahmedabad fundó una comunidad casi monástica en la que estaban prohibidas las vestimentas extranjeras, las comidas con especias y la propiedad privada. Sus miembros se dedicaban únicamente a dos trabajos materiales: la agricultura, para obtener el sustento, y el tejido a mano, para procurarse el abrigo. Aquí dio comienzo a una lucha que Gandhi habría de sostener durante toda su vida: la batalla contra las lacras del hinduismo y a favor de los intocables. El primer paso fue admitirlos como miembros de la comunidad.

En esos primeros años Gandhi abandonó toda agitación política a fin de apoyar los esfuerzos bélicos de Gran Bretaña en la Primera Guerra Mundial (1914-1918), llegando incluso al reclutamiento de soldados para el ejército británico. Su entrada en la política india no se produjo hasta febrero de 1919, cuando la aprobación de la Ley Rowlatt, que establecía la censura y señalaba duras penas para cualquier sospechoso de terrorismo o sedición, le abrió los ojos acerca de las verdaderas intenciones de los imperialistas británicos en su país. Gandhi pasó entonces a encabezar la oposición a la ley. Organizó una campaña de propaganda a nivel nacional mediante la no violencia, que comenzó con una huelga general. Esta pronto se extendió a todo el país y las protestas se sucedieron en las principales ciudades, donde se registraron algunos focos de violencia pese a la insistencia del líder en el carácter pacífico de las manifestaciones. Cuando acudía a Delhi a apaciguar la población, Gandhi fue detenido. Días después, el 13 de abril, el brigadier general Dyer ordenaba disparar a sus gurkas sobre la multitud reunida en el Jallianwala Bagh de la ciudad de Amritsar. La dominación británica había mostrado su verdadero rostro sanguinario y brutal: casi cuatrocientas personas fueron asesinadas y otras miles heridas. Pero las autoridades británicas se vieron obligadas a reconsiderar sus tácticas y la Ley Rowlatt jamás entró en vigor.

Gandhi llevó una vida espiritual y ascética, con ayuno y meditación. Rehusó cualquier posesión terrenal, vestía como las clases más bajas (con un mantón y un taparrabos) y comía vegetales, zumos de fruta y leche de cabra.

En los años siguientes a la masacre de Amritsar, Gandhi se convirtió en el líder nacionalista indiscutido, alcanzando la presidencia del Congreso Nacional Indio ―partido fundado por Alan Octavius Hume en 1885―, que él supo convertir en un instrumento efectivo en pro de la independencia. De una agrupación de las clases medias urbanas, pasó a ser una organización de masas enraizada en los pueblos y en el campesinado. Se pusieron en marcha las grandes campañas de desobediencia civil, que iban desde la negativa masiva a pagar impuestos hasta el boicot a las autoridades. Miles de indios llenaron las cárceles y el mismo Gandhi fue detenido en marzo de 1922. Diez días más tarde comenzaba «el Gran Juicio», en que el Mahatma se declaró culpable y consideró la sentencia a seis años de prisión como un honor, con lo que la sesión terminó con una reverencia mutua entre juez y acusado.

Cuando salió de la cárcel -una apendicitis hizo que las autoridades coloniales lo liberaran en 1924-, encontró que el panorama político se había modificado en su ausencia: el Partido del Congreso se había dividido en dos facciones y la unidad entre hindúes y musulmanes, conseguida con el movimiento de desobediencia civil, había desaparecido. Gandhi decidió entonces retirarse de la política, para vivir como un anacoreta, en absoluta pobreza y buscando el silencio como fuerza regenerativa. Retirado en su ashram se convirtió en esos años en el jefe espiritual de la India, en el dirigente religioso de fama internacional que muchos occidentales en busca de la paz espiritual trataban como un gurú.

Su retiro finalizó de manera brusca en 1927, cuando el gobierno británico nombró una comisión encargada de la reforma de la Constitución, en la que no participaba ningún nativo. A la cabeza de la lucha política, Gandhi consiguió que todos los partidos del país hicieran el boicot a dicha comisión. Poco después, la huelga de Bardoli, en apoyo a la negativa a pagar impuestos, terminaba en un éxito total. La victoria del movimiento animó al Congreso a declarar la independencia de la India, el 26 de enero de 1930, y se encargó al Mahatma la dirección de la campaña de no violencia para llevar a la práctica la resolución. Este eligió como objetivo de la misma el monopolio de la sal que afectaba particularmente a los pobres-, y partió de Sabartami el 12 de marzo de 1930 con 79 voluntarios con rumbo a Dandi, población costera distante a 385 kilómetros. El pequeño movimiento se extendió hasta alcanzar toda la India: los campesinos sembraban de ramas verdes los caminos por donde pasaría ese hombre pequeño y semidesnudo, con un bastón de bambú, camino del mar y al frente de un enorme ejército pacífico. El día del aniversario de la masacre de Amritsar, Gandhi llegó a orillas del mar y cogió un puñado de sal. Desde ese momento la desobediencia civil fue imparable: diputados y funcionarios locales dimitieron, los prohombres locales abandonaron sus puestos, los soldados del ejército indio se negaron a disparar sobre los manifestantes, las mujeres se adhirieron al movimiento, mientras los seguidores de Gandhi invadían pacíficamente las fábricas de sal.

Mahatma Gandhi entrando en el Palacio de Saint James (en Londres), donde se negociaba la independencia de la India.

La campaña terminó con un pacto de compromiso entre Gandhi y el virrey de su majestad británica, en virtud del cual se legalizaba la producción de sal y se liberaban los cerca de 100.000 presos detenidos durante las movilizaciones. Por otra parte, Gandhi era enviado a Londres para participar en la conferencia que discutía los pasos a seguir para establecer un gobierno constitucional en la India. La presencia del Mahatma en Reino Unido, al margen de la gran acogida popular que le dispensaron los barrios londinenses, no supuso resultados favorables para la causa, y al regresar a su país se encontró con que Nehru y otros líderes del Congreso se hallaban una vez más en prisión.

Varias veces en su vida Gandhi recurrió a los ayunos como medio de presión contra el poder, como forma de lucha espectacular y dramática para detener la violencia o llamar la atención de las masas. La falta de humanidad del sistema de castas, que condenaba a los parias a la absoluta indigencia y ostracismo, hizo que Gandhi convirtiera la abolición de la intocabilidad en una meta fundamental de sus esfuerzos. Y desde la prisión de Yervada, donde había sido confinado nuevamente, realizó un «ayuno hasta la muerte» en contra de la celebración de elecciones separadas de hindúes y parias. Ello obligó a todos los líderes políticos a acudir junto a su lecho de prisionero para firmar un pacto con el consentimiento británico. La labor de «pedagogía popular» para curar a la sociedad hindú de sus llagas no terminó aquí. Distanciado del Congreso ante la decepción que le provocaban las maniobras de los políticos, se dedicó a visitar pueblos lejanos, insistiendo en la educación popular, en la prohibición del alcohol, en la liberación espiritual del hombre.

Segunda Guerra Mundial (1939-1945)

El estallido de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) fue el motivo de que Gandhi, una vez más, retornara al primer plano político. Su oposición al conflicto bélico era absoluta y no compartía la opinión de Nehru y otros líderes del Congreso, proclives a apoyar la lucha contra el fascismo. Pero la decisión del virrey de incorporar el subcontinente a los preparativos bélicos de Gran Bretaña sin consultar con los políticos locales, clarificó las aguas, provocando la dimisión en masa de los ministros pertenecientes al Congreso.

Después de largas deliberaciones, Gandhi declaró que la India no podría ser partidaria de una guerra que, aparentemente, era una lucha para la libertad democrática, mientras que esa misma libertad le era negada a la India. Mientras progresaba la guerra, Gandhi intensificó su reclamación de independencia, bosquejando un llamamiento para que los Británicos abandonasen la India. La rebelión de Gandhi y la más definitiva del Partido del Congreso tuvo como objetivo el asegurar la salida británica de la India. En el congreso del partido en 1942, Gandhi fue criticado por algunos miembros del mismo y por otros grupos políticos indios, favorables a los británicos y opuestos a la posición de Mojandás. Opinaban que el no apoyo a Gran Bretaña en su lucha a vida o muerte contra el nazismo era inmoral. Gandhi y sus partidarios tuvieron claro que no apoyarían el esfuerzo de la guerra a menos que le fuera concedida la independencia inmediata a la India. Él incluso tuvo claro que esta vez el movimiento no pararía aunque fueran cometidos actos individuales de violencia, y ordenó decir que «la anarquía» alrededor de él era «peor que la anarquía verdadera». Él invitó a todos los miembros del Congreso e indios a mantener la disciplina vía ahimsa (no violencia), y karó ia maró (hecha o dada) en la causa última de la libertad.

Tras la toma de Rangún por los japoneses, Gandhi exigió la completa independencia de la India, para que el país pudiera escoger libremente sus decisiones. Al día siguiente, el 9 de agosto de 1942, era arrestado junto a otros miembros del Congreso, lo que produjo una sublevación en masa de los nativos, seguida por una serie de revueltas violentas en todo el territorio indio. Los británicos retuvieron a Gandhi durante dos años en el Palacio de Aga Khan, en Pune. Fue entonces cuando Gandhi sufrió dos golpes terribles en su vida personal. Su secretaria Mahadev Desai (de 42 años) murió de un ataque del corazón 6 días después y su esposa Kasturba murió tras 18 meses de encarcelamiento, en febrero de 1944; Gandhi sufrió seis semanas más adelante un ataque grave de malaria. Lo liberaron antes de finalizar la guerra, el 6 de mayo de 1944, debido a su débil estado de salud y a la necesidad de curarse. El Raj británico no quería que él muriera en prisión y que eso produjera odio en la nación.

Gandhi y la no violencia

La figura de Gandhi está asociada a la resistencia pacífica y la no violencia. En efecto, este líder político indio demostró que el pacifismo era un instrumento viable para alcanzar objetivos políticos ambiciosos y que la independencia de la India era posible sin necesidad de derramamientos de sangre. Gandhi predicó la concordia y la no violencia en un siglo convulsionado por dos guerras mundiales.

Gandhi fue un fiel predicador de la resistencia pacífica y la no violencia.

Gandhi fue líder nacionalista, defensor de la igualdad y la justicia. Luchó con gran ímpetu tanto para lograr la independencia de la India como para acabar con las desigualdades que padecía la sociedad de su país. En una sociedad tan estratificada como la india, se puso del lado de los intocables -casta privada de todo derecho- y predicó la admisión de todos los individuos como miembros de la sociedad. Sus ambiciones trascendían el ámbito estrictamente político: más allá de la liberación de su país y la transformación social, abogó por el perfeccionamiento espiritual del hombre.

Durante su vida, Gandhi conoció éxitos y sufrió fracasos. Vio cómo su estrategia de la no violencia posibilitaba la independencia de su nación. Sin embargo, pudo constatar que su país estaba radicalmente dividido entre hindúes y musulmanes, y fue testigo de la separación de Pakistán de la India. Sin embargo, el pensamiento y las actitudes de Gandhi sirvieron de ejemplo para los distintos movimientos pacifistas que surgieron en todo el mundo tras la Segunda Guerra Mundial.

Gandhi también se convirtió en un punto de referencia para los líderes nacionalistas de Asia y África que tuvieron en la independencia de la India un impulso importante al proceso de descolonización de sus naciones en la segunda mitad del siglo XX mediante los movimientos independentistas.

Aún en nuestros días la figura de Gandhi continúa despertando fascinación. Su aspecto frágil y sereno, su sobria túnica blanca y sus ideales pacifistas han ayudado a otorgarle una cierta aura mítica. Por este motivo, no es de extrañar que su vida haya sido recreada en diversas series de televisión y películas. Es particularmente célebre el filme Gandhi (1982), de Richard Attenborough, en el que Ben Kingsley interpretaba al célebre activista indio.

Independencia de la India

Finalizada la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), y tras la subida al poder de los laboristas en Reino Unido, Gandhi desempeñó un rol fundamental en las negociaciones que llevaron a la liberación. Sin embargo, su postura opuesta a la partición del subcontinente nada pudo contra la determinación del líder de la Liga Musulmana, Jinnah, defensor de la separación de Pakistán. Dolido por lo que consideró una traición, en 1946 Gandhi vio con horror cómo los antiguos fantasmas indios resurgían durante la celebración del nombramiento de Nehru como primer jefe de gobierno, que fue pretexto de violentos disturbios motivados por la pugna entre hindúes y musulmanes. Entre 1946 y 1947, más de 5000 personas murieron en enfrentamientos entre hindúes y musulmanes.

Mahatma Gandhi y Jawaharlal Nehru.

Gandhi se trasladó a Noakhali, donde habían comenzado los enfrentamientos, y caminó de pueblo en pueblo, descalzo, tratando de detener las masacres que acompañaron a la partición en Bengala, Calcuta, Bihar, Cachemira y Delhi. Pero sus esfuerzos solo sirvieron para acrecentar el odio que sentían por él los fanáticos extremistas de ambos pueblos: los hindúes atentaron contra su vida en Calcuta y los musulmanes hicieron lo propio en Noakhali.

El plan de la división de la India fue aprobado por el Congreso como una forma de evitar una guerra civil hindú-musulmana a gran escala. Los líderes del Congreso sabían que si bien Gandhi era visceralmente opuesto a la partición de la India, también era prácticamente imposible aceptar el plan sin la aprobación de Gandhi, porque el respaldo de que gozaba en toda la India era muy fuerte. Sadar Patel, persona de confianza de Gandhi, fue el encargado de lograr su consentimiento al plan de división.

Gandhi gozaba de gran influencia en las comunidades hindúes y musulmanas. Su mera presencia evitaba y paraba desórdenes y motines. Se oponía vehementemente a cualquier plan que implicara la partición de la India. Por otra parte, la Liga Musulmana argumentaba que la superioridad numérica de los hindúes oprimiría sistemáticamente a la minoría musulmana en una India unida y que una nación musulmana separada era la única solución. Sin embargo, muchos musulmanes en la India vivían junto a hindúes, sikhs, budistas, cristianos, jains, parsis y judíos y eran partidarios de la unidad de la India.

Pero Mohammed Ali Jinnah tenía un amplio respaldo en el Panyab Occidental, Sindh, Bengala Oriental y NWFP, es decir todo lo que forma hoy en día Pakistán y Bangladesh. El día de la transferencia del gobierno, Gandhi no lo celebró como en el resto de la India y estuvo solo ese día en su residencia en Calcuta. Durante sus últimos días en Delhi llevó a cabo un ayuno para reconciliar a las dos comunidades, lo cual afectó gravemente su salud. Aun así, apareció de nuevo ante el público unos días antes de su muerte.

Asesinato

Pira funeraria. El monumento, que se encuentra en Delhi, señala el punto en que tuvo lugar la cremación del cadáver de Gandhi el 31 de enero de 1948.

La noche del 30 de enero de 1948, cuando Gandhi se dirigía a una reunión para rezar, fue asesinado en Birla Bhavan (Nueva Delhi), a los 78 años de edad por Nathuram Godse, un fanático integrista hindú que disparó varias veces hiriendo mortalmente al líder nacionalista.[8] Nathuram Godse estaba relacionado con grupos ultraderechistas de la India, quienes acusaban a Gandhi de debilitar al nuevo gobierno en su insistencia que le fuera pagado a Pakistán el dinero prometido. Al día siguiente de su muerte, el cadáver de Mahatma Gandhi fue cremado y sus cenizas arrojadas al río Ganges.

Godse y su compañero Narayan Apte fueron juzgados, torturados y condenados a muerte. Su ejecución se realizó el 15 de noviembre de 1949. Sin embargo, el que se considera como instigador del asesinato, el presidente del partido Hahasabha, Vinayak Damodar Savarkar, quedó libre sin cargo alguno por falta de pruebas.

Una prueba de la lucha de Gandhi y su búsqueda de Dios está en sus últimas palabras antes de morir exclamó: «¡Hey, Rama!». Esto se interpreta como un signo de su espiritualidad, así como su idealismo en la búsqueda de la paz en su país. Estas palabras están escritas en el monumento erigido en su honor en Nueva Delhi. Como dijo Albert Einstein:

quizá las generaciones venideras duden alguna vez de que un hombre semejante fuese una realidad de carne y hueso en este mundo.

Escritos

  • Mi Religión.
  • Mi Dios.
  • Mi Fe en la Verdad: Un pensamiento para cada dia.
  • La Verdad es Dios: Escritos desde mi experiencia de Dios.
  • Mi Vida es mi Mensaje: Escritos sobre Dios, la verdad y la no violencia.
  • Autobiografía Mahatma Gandhi.
  • Palabras de Verdad
  • Desobediencia civil y otras propuestas.
  • Todos los hombres son hermanos.

Reconocimientos

  • Gandhi nunca llegó a recibir el Premio Nobel de la Paz ―debido a su apoyo incondicional a Adolf Hitler, y a sus actividades pedófilas con niños y niñas indios de su entorno― aunque fue nominado cinco veces entre 1937 y 1948.
El sexo solo debe ser para procrear. [...] ¿O tú crees que la libertad del cuerpo se obtiene a través de los anticonceptivos? No es así: las mujeres deberían aprender a resistirse a sus maridos. Si se recurriera a los anticonceptivos como lo hacen en Occidente, habría terribles resultados: los hombres y las mujeres vivirían únicamente para tener sexo. De hecho, se volverían sentimentales, desquiciados, desastres mentales y morales.
Majatma Gandhi a Margaret Sanger[9]
  • El Gobierno de la India otorga un premio al que denominan el Premio de la Paz de Mahatma Gandhi.
  • En la India, cada 2 de octubre se celebra el día Gandhi Jayanti (nacimiento de Gandhi).
  • El 30 de enero se celebra el Día Escolar de la No Violencia y la Paz en recuerdo de Gandhi. En los países con calendarios escolares propios del hemisferio sur esta jornada se conmemora el 30 de marzo.
  • En Montevideo (Uruguay), la importante avenida costera lleva el nombre de Rambla Mahatma Gandhi.

Fuentes