Diferencia entre revisiones de «Historia del municipio Guantánamo (provincia Guantánamo)»
(Etiquetas: nuestro-nuestra, revisar proyecto) |
(→Cultura) (Etiquetas: nuestro-nuestra, revisar proyecto) |
||
| Línea 347: | Línea 347: | ||
Conjuntamente con estas instalaciones se han creado asociaciones cuyo trabajo cultural con distintos fines, tienen el objetivo de promover los más altos valores humanos, enriquecer la vida del pueblo y participar activamente en la formación de las nuevas generaciones. Se cuentan entre ellas la [[Asociación Hermanos Sainz]], la [[Unión de Escritores y Artistas]], la [[Sociedad Cultural José Martí]] y la [[Filial de la Unión de Historiadores en Guantánamo]]. | Conjuntamente con estas instalaciones se han creado asociaciones cuyo trabajo cultural con distintos fines, tienen el objetivo de promover los más altos valores humanos, enriquecer la vida del pueblo y participar activamente en la formación de las nuevas generaciones. Se cuentan entre ellas la [[Asociación Hermanos Sainz]], la [[Unión de Escritores y Artistas]], la [[Sociedad Cultural José Martí]] y la [[Filial de la Unión de Historiadores en Guantánamo]]. | ||
El municipio es rico en tradiciones folclóricas: la Tumba Francesa y el Changüí, ambas de mucho arraigo popular. | El municipio es rico en tradiciones folclóricas: la Tumba Francesa y el Changüí, ambas de mucho arraigo popular. | ||
| − | [[Image:Museogtmo.jpg|thumb|150px|left|]] | + | [[Image:Museogtmo.jpg|thumb|150px|left|Museo Provincial]] |
| − | |||
| − | |||
| − | |||
| − | |||
| − | |||
| − | |||
| − | |||
| − | |||
| − | |||
| − | |||
===Deporte=== | ===Deporte=== | ||
Revisión del 17:53 19 ene 2021
Historia del municipio Guantánamo (Provincia Guantánamo) | |
|---|---|
Ubicación del municipio Guantánamo | |
| Cronología | |
| Etapa precolombina | |
| Preagroalfareros Agroalfareros | |
| Etapa colonial | |
| Invasión inglesa Santa Catalina del Guaso Guerra de los Diez Años Título de Villa Invasión y campaña de Guantánamo Fin de la guerra Hombres del 68 Educación Cultura Arquitectura | |
| Etapa Neocolonial | |
| Movimiento de los Independientes de Color en Guantánamo Economía Sociedad Educación Salud Pública Cultura Golpe de Estado del 10 de marzo de 1952 Lucha revolucionaria de 1956 a 1958 La mujer en lucha revolucionaria Liberación de Guantánamo | |
| Revolución en el poder | |
| Medidas revolucionarias Poder Local Organizaciones Políticas Poder Popular Estrategia Económica Educación Salud Pública Viviendas Cultura Deporte |
Historia Municipio Guantánamo. Provincia Guantánamo. El nombre de Guantánamo significa "tierra de los ríos" o "tierra entre ríos", y aparece por primera vez en un documento oficial en junio de 1524, fecha en que se redacta el testamento de Diego Velázquez, conquistador y primer gobernador de la isla. La rica historia del territorio está sustentada en el arraigo a las tradiciones culturales que identifican a sus pobladores, portadores además de un fuerte sentimiento antiimperialista, heredado del rechazo de su pueblo a la presencia de los marines yanquis en la ciudad. En ella, se destacan importantes hechos patrióticos y las hazañas de personalidades que la han protagonizado, entre las que se destacan: Pedro Agustín Pérez Pérez, Iván Rodríguez Rodríguez, Margarita Hernández Montes de Oca, Juan Escardó Cambronero, Montseny Villa.
Sumario
- 1 Etapa precolombina
- 2 Etapa colonial
- 2.1 Invasión inglesa
- 2.2 Santa Catalina del Guaso
- 2.3 Guerra de los Diez Años
- 2.4 Título de Villa
- 2.5 Invasión y campaña de Guantánamo
- 2.6 Fin de la guerra
- 2.7 Hombres del 68
- 2.8 Educación
- 2.9 Cultura
- 2.10 Arquitectura
- 2.11 La Guerra Chiquita
- 2.12 Tregua Fecunda
- 2.13 Movimiento obrero
- 2.14 Guerra de 1895
- 2.15 Ocupación militar norteamericana
- 3 Etapa Neocolonial
- 4 Revolución en el poder
- 5 Fuentes
Etapa precolombina
La presencia aborigen en lo que constituye hoy el municipio Guantánamo, se confirma por la evidencia científica recolectada por arqueólogos e investigadores que dan muestra de un importante número de sitios, esencialmente, de dos grupos étnicos: siboneyes y taínos. Dadas las características de este tipo de sociedad, su presencia en la región estuvo favorecida por la concurrencia de los ríos Bano, Guaso y Jaibo que facilitaron el desarrollo de sus actividades económicas. Con un desigual nivel de desarrollo cultural a la llegada de los conquistadores europeos, estos grupos étnicos se encontraban en la etapa económico social de la Comunidad Primitiva, y presentaban características similares expresadas en: la convivencia en un régimen colectivista con distribución equitativa, carentes de hábitos guerreros (la palabra taíno significa etimológicamente hombre bueno, noble), no eran fanáticos religiosos, utilizaban el fuego, enterraban a sus muertos.
Preagroalfareros
Los siboneyes, también denominados preagroalfareros, se dedicaban a la pesca, recolección y caza, de ahí la existencia de una vida nómada, en relación con las actividades económicas que practicaron. Su habitad era cerca de los ríos, como lo indican los sitios donde se encontraron sus restos arqueológicos, algunos de los cuales evidencian convivencia con los taínos, quienes los sometieron como sirvientes. Su alimentación básica eran las frutas silvestres como el anón, guayaba, guanábana, coco, corojo y otras. También mamíferos, reptiles, moluscos, crustáceos, peces. Los instrumentos de trabajo encontrados eran fundamentalmente percutores líticos, gubias de concha, piezas de sílex laqueado y variado, raspadores, morteros y manos de morteros. Sitios preagroalfareros: Jaibo I, reparto 28 de Septiembre, margen derecha del río Guaso, Monona, margen izquierda del río Guaso, Bano I, Bano II, Bano III, Guaso I, Guaso II, Arroyo Seco, Arroyo Los Pocitos, Arroyo Hondo, Planta del Guaso I, Planta del Guaso II, Campanario I, Campanario II, Vega de Heliodoro Sánchez.
Agroalfareros
Los taínos o agroalfareros fueron los más avanzados, practicaron la agricultura y la alfarería, confeccionando utensilios como el burén, pieza de barro empleada para cocinar tortas de yuca llamada casabe. La decoración de las vasijas de cerámica caracterizó el arte aborigen taino. Sus actividades económicas los obligaron a llevar una vida sedentaria, cerca de los ríos, en casas construidas con Caoba, Cedro, Júcaro, Guayacán, Palma Real, Palma Barrigona, Mangle rojo y prieto; árboles maderables que utilizaban además para elaborar instrumentos de trabajo como las canoas, remos, dardos y otros. Los sitios alrededor de los cuales se agrupaban sus viviendas eran llamados batey. A sus prácticas económicas de la agricultura y la alfarería, se sumaban la pesca, caza y recolección. Sembraron boniato, yuca, maíz, tabaco; recogían frutas silvestres variadas y se alimentaron también de tortugas, manatíes, toninas, maja de Santa María, jicoteas, caguamas, cocodrilos, iguanas y otros. Para labrar la tierra confeccionaban un instrumento largo y puntiagudo al que denominaron coa. Tenían creencias religiosas representadas por ídolos con fuerzas sobrenaturales que los protegían de las inclemencias del tiempo, las enfermedades y de otros fenómenos sociales y naturales. Profesaban el totemismo pues se creían descendientes de las tortugas, de ahí se supone se derive la práctica de la deformación craneana que los identificó. Realizaban ritos tribales (cohoba) dirigidos por el behique o hechicero, persona más anciana de la comunidad, la de mayor conocimiento y experiencias, que además aplicaba las prácticas médicas en la que le iba la existencia, pues si un enfermo moría y la comunidad lo consideraba culpable, tenía que pagar con su vida. A la enfermedad la llamaban axe, y la consideraban castigo divino. Tenían conocimientos rudimentarios de anatomía, diagnosticaban enfermedades relacionadas con el parasitismo, constipaciones, diarreas y otras que atendían a través de los métodos terapéuticos de la hidroterapia, evacuante y sugestivo. Aislaban a los enfermos por considerarlos contagiosos y enterraban a sus muertos. Sitios agroalfareros. La Guásima, Cuartel de Bomberos (en este sitio se encontraron piezas como monedas y fragmentos de lanzas, lo que permite suponer una superposición cultural o un contacto indo hispánico), Cueva de Ponce, Alto del Mango, Manatí y el sitio donde se encuentra ubicado hoy el Hogar Materno.
Etapa colonial
El 30 de abril de 1494 el almirante Cristóbal Colón fondeó las naves en la bahía de Guantánamo y la nombró Puerto Grande. En 1510 Diego Velázquez desembarca en una de sus ensenadas interiores, a la que llamó Puerto Palmas, desde donde partió hacia Baracoa. En los siglos subsiguientes este escenario se transformó en refugio ideal para los corsarios y piratas que asolaban las aguas del Mar Caribe. Durante largo tiempo Guantánamo permaneció apartado del interés de los conquistadores españoles, a pesar de las magníficas condiciones de su bahía y la fertilidad de los suelos circundantes. En 1604 el obispo español fray Juan de las Cabezas Altamirano, compró el hato de Ocaña, comprendido entre Guantánamo y Sagua de Tánamo, y puso a producir estas tierras, lo que testimonia la presencia de personas blancas en la zona. Los constantes movimientos de compraventa observados indican que la mayor parte de las tierras fueron adquiridas a través del usufructo de las realengas, amparados en el casi total despoblamiento de la región y en el poco interés que por ella mostraban las autoridades coloniales. En 1657 le fue concedida autorización a Pedro Ramos para que poblara los hatos de San Juan de Guantánamo. Entonces la región estaba dividida en hatos y corrales con escasa población y una economía de subsistencia apoyada en el comercio ilegal con corsarios y piratas.
Invasión inglesa
El 18 de julio de 1741 la flota inglesa del almirante Edward Vernon, irrumpió en la bahía para utilizarla como base de operaciones en el ataque a Santiago de Cuba por tierra. Ese momento marcó el inicio del primer proyecto de una potencia extranjera para intentar la conquista de Cuba a mano de España. Francisco Cajigal de la Vega, gobernador del Departamento Oriental, organizó la defensa contra los ingleses, quienes el 28 de julio ocuparon el vecindario de Tiguabos, que había sido abandonado por sus pobladores después de incendiarlo. Los invasores. sufrieron las ofensivas de los nativos, que usaron como arma de combate el machete. Seis meses más tarde, los ingleses fueron obligados a reembarcar a causa de la resistencia de los guerrilleros criollos guantanameros, que dirigían Pedro Guerra y Pedro Pérez, junto a milicianos de Bayamo, Jiguaní, Holguín, Puerto Príncipe, Sancti Spiritus, Trinidad, Santiago de Cuba y de La Habana. Los británicos dejaban tras su huida los restos de más de dos mil soldados y oficiales de su fuerza.
Santa Catalina del Guaso
La hacienda Santa Catalina era un inmenso potrero de unas 1 745 caballerías de tierras, excelentes por la fertilidad del suelo, las aguas que la circundaban y sus bosques ricos en madera de buena calidad. Vasto territorio que fue alcanzando importancia económica y cultural con orientación hacia el desarrollo de la ganadería y el cultivo de frutos menores, con el empleo mayoritario de mano de obra libre. En este período, procedente del Caney comenzó a poblar la región, un grupo de familias que ocuparon las ricas y vírgenes tierras de la comarca, entre ellos, los Pérez que se ubicaron en casi todas las tierras de Santa Catalina, ejerciendo mayorazgo en la localidad y destacándose por su lealtad a España. En febrero de 1797, el habanero Joaquín Beltrán de Santa Cruz y Cárdenas, conde de Mompox y Jaruco, arribó a Santiago de Cuba acompañado de notables figuras como el capitán Juan Montalvo, el ingeniero Anastasio Arango y el agrimensor Antonio López, quienes entre el 3 de mayo y el 2 de diciembre de ese propio año, redactaron un detallado informe con las características de la región, las tierras realengas y recomendaciones sobre su empleo con fines productivos. Economía y sociedad. Un momento importante en el fomento económico y social de Guantánamo se produjo a partir de los albores del siglo XIX como resultado del estallido de la Revolución de Haití en 1791, movimiento independentista que provocó el abandono de La Española por los colonos franceses, quienes con sus esclavos se asentaron fundamentalmente en la parte oriental de Cuba. El temor al negro que provocó el levantamiento independentista haitiano, y en previsión de que se fueran a dar esos acontecimientos en Cuba, las autoridades españolas estimularon el fomento de la entrada de colonos blancos, sobre todo hacia la parte oriental del país, medida que también favoreció el poblamiento de la región y con ello el incentivo al progreso de la economía. Los franceses constituyeron una inyección para la economía regional, pues aportaron nuevas tecnologías para el cultivo en lo principal del café que, junto al fomento de la caña de azúcar, generaron la evolución de un sistema de plantaciones de considerable envergadura; a lo que se sumó su contribución al progreso cultural, superior al que existía en la localidad. A inicios de la década de los años 20 del siglo XIX, el partido de Santa Catalina producía, en un solo día, una cantidad considerable de azúcar y algodón, a pesar de que el puerto aún no había sido habilitado para el comercio. La parte urbana fue poblada por españoles, en mayoría catalanes dedicados esencialmente al comercio, y en el campo se asentaron los propietarios franceses cultivadores de café. El pueblo se situó a menos de tres leguas al norte de la bahía en medio de las estribaciones de la sierra del Saltadero del Guaso, mientras que la aduana se emplazó en el caserío de Cerro Guayabo, a orillas del puerto. En 1841 existían siete ingenios en el partido de Santa Catalina y uno en el de Guantánamo, y se fomentaron Esperanza, Perseverancia y Confluente, con presencia considerable de mano de obra esclava en correspondencia con el auge del sistema plantacionista, que continuó su ritmo ascendente. En 1860 la región contaba con 26 unidades productoras de azúcar, algunas de ellas con máquinas de vapor. En 1842 se creó la Tenencia de Gobierno con sede en Saltadero que comprendió Santa Catalina y los partidos de Ojo de Agua, Tiguabos, Santa Rosa, Guaso, Monte Líbano, Yateras Arriba y Abajo, Caujerí, Macambo y Guantánamo. En 1855 Guantánamo pasó a ser una jurisdicción con dos partidos: Tiguabos y Yateras, y después de aprobado por la metrópoli, se inició la construcción en el término de un año del tramo de vía férrea que unió a Guantánamo con Cerro Guayabo y fue uno de los primeros de toda Cuba y el segundo en el departamento oriental. En la segunda mitad de este siglo fue construida la vía de ferrocarril de Guantánamo a Caimanera, de gran importancia para el desarrollo de la economía en su conjunto, sobre todo en lo relacionado con el comercio y la industria azucarera que se consolidó en esta etapa favorecida además por los adelantos científicos y técnicos que aportó la Revolución Industrial y el mejoramiento del transporte y las comunicaciones.
Guerra de los Diez Años
Antes del 10 de octubre de 1868, se encontraba organizado en la jurisdicción de Guantánamo un grupo conspirativo de revolucionarios que se subordinaba y mantenía contacto, en Santiago de Cuba, con Donato Mármol. La conspiración tuvo ramificaciones en Sagua de Tánamo, Filipinas, Sabana Abajo, Tiguabos y El Ramón. Las figuras principales de la conjuración eran José Francisco Rondón, propietario de una hacienda en Mayarí; José Antonio Mengana, el albañil Antonio Abad Garcés, don Juan Grave de Peralta, Mánico González, propietario de Filipinas; Alberto del Villar, responsable de los comprometidos de Sagua de Tánamo y Eduardo de Mármol, dueño de la propiedad ganadera de Sabana Abajo y primo hermano de Donato Mármol. Las autoridades españolas, en el verano de 1868, contaban con infidencias que revelaban la existencia de elementos agitadores en la región, razón por la cual en el mes de septiembre nombraron jefe militar en Guantánamo al coronel Enrique Bargés y Pombo, experimentado gobernador que adoptó medidas de seguridad en la villa. La principal acción de las autoridades españolas fue el reforzamiento de las escuadras de Santa Catalina de Guaso, unidad militar que dirigió el comandante Miguel Pérez y Céspedes, a lo que se sumó la detención en los primeros días de octubre de varios conspiradores, entre ellos Juan Grave de Peralta y Antonio Abad que, unido a la pérdida de las comunicaciones con Donato Mármol, constituyeron un fuerte golpe para los comprometidos. El [20 de noviembre]], después de recibir a un comisionado de Mármol, los patriotas comprometidos se concentraron en la propiedad de los hermanos González, en Boca de Maca, zona de Filipinas y allí protagonizaron el primer levantamiento independentista de la región. Este grupo fue comandando por Mánico González y José Antonio Mengana. Después de tomar Tiguabos, y reorganizadas las fuerzas, el 27 de noviembre los noveles jefes insurrectos ordenaron el ataque a las defensas peninsulares en la propiedad nombrada La Vivita, donde las veteranas tropas de Bargés y de Miguel Pérez, con el apoyo de la artillería de campaña, derrotan a los revolucionarios. Esto provocó que la situación militar de la revolución se tornara compleja para los patriotas a finales de 1868 y principios de 1869. El impacto de la derrota, la represión peninsular y la decisión del alto mando de Carlos Manuel de Céspedes de priorizar la defensa de Bayamo, trazaron como estrategia que la mayor parte de los combatientes bajo el mando de Mármol, fueran destinados a operar fuera del territorio, entre ellos José Policarpo Pineda Rustán quien había obtenido éxitos parciales en Imías y Filipinas, incluyendo la incursión a la población de la villa el 27 de octubre de 1869. A partir de entonces y hasta el verano de 1871, la iniciativa bélica en las operaciones estuvo a favor de los españoles, que lograron mantener la producción azucarera y cafetalera con el apoyo de los plantacionistas franceses, los peninsulares, especialmente comerciantes catalanes, y los criollos, quienes mantuvieron su fidelidad al sistema colonial. En el valle de Guantánamo se levantó un sistema de fortificaciones que protegía los ingenios de las incursiones de los mambises, entre ellos: Santa Fe, Esperanza, San Carlos, Soledad, San Ildefonso y San Antonio de Redó, protegidos además, por las escuadras de Santa Catalina de Guaso, liderada por Miguel Pérez y Céspedes, devenido ahora en experto coronel jefe. La villa, donde radicaba el puesto de mando del coronel Bargés, contaba para su defensa con las unidades regulares peninsulares, una sección de artillería y caballería, las escuadras, un batallón de voluntarios y los bomberos. Con rapidez se organizó en torno a la población un anillo defensivo exterior, constituido por fortines, fosos, alambradas y puntos de observación. Una segunda línea se localizaba en el área cercana a la Plaza de Armas.
Título de Villa
En 1861, a la jurisdicción se le unió el partido de Sagua de Tánamo y se mantuvo el centro del gobierno y el ayuntamiento en el poblado de Santa Catalina del Saltadero de Guantánamo. El 18 de junio de 1870 ante el florecimiento del poblado, el ayuntamiento local solicitó a las autoridades española otorgar la categoría de villa para el pueblo. El propósito fue aprovechar las circunstancias favorables del integrismo local para dar un golpe político y fortalecer la moral combativa de las fuerzas fieles a la península. En estas circunstancias, el 6 de octubre de 1870, el reino español, otorgó el título de villa a Guantánamo bajo el dictado de “Leal”. Por su parte la Secretaría del Departamento Oriental, con fecha 1 de diciembre de 1870, lo comunicó al gobierno municipal y se presentó un escudo diseñado por los criollos, con forma ovalada y la inscripción Ilustre y Leal Ayuntamiento de Guantánamo, dando fe de la lealtad de la región a la corona española en medio de un escenario de guerra entre la metrópoli y la colonia. En él se grabaron plantas de caña, café, tabaco, una colmena de abejas y el delta del río Guantánamo al desembocar en la rada.
Invasión y campaña de Guantánamo
La campaña de la invasión a Guantánamo, dirigida por Máximo Gómez, tuvo entre sus objetivos, la expansión de la beligerancia, a fin de debilitar al enemigo para obligarlo a subdividir sus fuerzas en diferentes escenarios de guerra; el entrenamiento de las fuerzas revolucionarias para enfrentar la invasión hacia el occidente del país y asolar las bases económicas del colonialismo. Máximo Gómez en el Diario de Campaña establece como fecha de inicio de la invasión el primero de agosto. En compañía de una gran impedimenta atravesaron Corralillo, Río Arriba, Arroyo de la Ayúa, el camino de Mayarí y Bayate hasta que el “(…) día 4 continuó hasta el Limonar, Monterú, a las 10 de la mañana. (…), marcho (…) sobre la zona de los Cafetales; no hay más campamentos que en la 'Indiana’ (…) le ataco y fue tomado después de una tenaz resistencia que costó tres horas de combate, (…)”
El cafetal La Indiana, era un importante baluarte español de la zona de Monte Rus, y con el auxilio de los batallones que dirigían los tenientes coroneles Juan Cintra, Francisco Borrero y Antonio Maceo, se logró asestar un duro golpe a las fuerzas enemigas. Las operaciones se extendieron al resto de la zona de Monte Rus, Potosí, Santa Catalina y Monte Líbano, donde el general Gómez ordenó mediante la tea incendiaria, la quema de ricos cafetales, procedimiento de guerra, que afectó áreas agrícolas, con el propósito de socavar la base económica que apuntalaba los gastos de guerra del ejército colonial. La estrategia de Gómez consistió en el desgaste económico y militar a través de la guerra de guerrillas. Solo en el primer día de operaciones, el jefe mambí y sus huestes, incendiaron seis cafetales. De agosto de 1871 a marzo de 1872 se realizaron 33 hechos de armas, en los que se evadieron los enfrentamientos frontales. El pánico se hizo eco entre los hacendados, los cafetales eran abandonados y los dueños de los ingenios trataban de abandonarlos. Ante la ofensiva mambisa, el 19 de agosto arribó a Guantánamo el general Arsenio Martínez Campos para asumir el mando de las operaciones, con el fin de pacificar la región. Sin embargo, se tuvo que enfrentar a las tácticas del genio guerrillero de Máximo Gómez y la inteligencia militar de Antonio Maceo, además del tesón de los soldados insurrectos, quienes le propinaron una importante derrota en Monte Rus. Con la invasión a Guantánamo, Máximo Gómez alcanzó relevancia nacional e internacional como estratega militar y fue considerado uno de los conductores del pueblo cubano. La campaña se convirtió en forja de cuadros militares, de ellos es indispensable hacer referencia a los hermanos Antonio, José y Miguel Maceo, aunque el que más brilló fue el entonces coronel Antonio; sin dejar de destacar a Flor Crombet, Silverio del Prado, Guillermo Moncada, Francisco Borrero. Se cumplieron los objetivos económicos y militares que se proyectaron y permitió adquirir la experiencia necesaria para la gran ofensiva hacia el occidente del país. En carta a su esposa el 18 de septiembre de 1871, Carlos Manuel de Céspedes, al valorar la campaña escribió: “Gómez ha dejado a Guantánamo en buen estado y los enemigos quedan a la defensiva y destruido casi todo ese centro de producción (…)” La campaña que siguió a la invasión, tuvo como principal protagonista a Antonio Maceo, quien estuvo operando en la zona entre los años 1872 a 1877. La última acción que realizó el Titán de Bronce en Guantánamo, en esta etapa de lucha, ocurrió el 2 de febrero de 1877 cuando atacó sorpresivamente el fortificado ingenio Esperanza, a solo 6 km de la villa, con el resultado de dos fortines ocupados y parte del poblado.
Fin de la guerra
Con la Protesta de Baraguá, respuesta intransigente de Antonio Maceo al Pacto del Zanjón, se puso de manifiesto su madurez política y la voluntad de los cubanos de continuar la lucha hasta alcanzar la independencia, posición que sostuvieron en Guantánamo, las fuerzas dirigidas por el coronel Pedro Martínez Freyre. El 17 de mayo, la infantería guantanamera, destacada al frente por Freyre, derrotó a las escuadras de Santa Catalina y a una unidad española en el combate de La Criolla, última acción combativa de la Guerra de 1868.
Hombres del 68
Entre otros: Arcid Duvergel Lafargue, Pedro Ramos, Silverio del Prado, José Mejías, Cartagena, Prudencio Martínez, Juan de León Serrano, Félix Ruenes.
Educación
Las noticias más antiguas sobre los inicios del sistema educacional en Guantánamo se remontan al año 1783 cuando Manuel de Santa Rosa, sacerdote de la iglesia de San Anselmo de Tiguabos, impartió conocimientos elementales a grupos de niños y adolescentes residentes en el poblado. En la ciudad de Guantánamo, la educación estuvo limitada a conocimientos que el presbítero José Inocencio Ávila impartió a hijos de los hacendados. En 1839, mientras se mantuvo paralizado el trabajo de edificación de la iglesia Santa Catalina de Ricci, el cura párroco José Andrés Rodríguez Luna, ofreció lecciones gratuitas de gramática y aritmética elemental. En 1854 arribaron a esta ciudad los esposos Buenaventura Rodríguez y Fe Spar quienes en unión del sacerdote José Trinidad Rodríguez emprendieron una meritoria labor educativa para las personas carentes de solvencia económica. En años posteriores se abrieron algunas escuelas, entre ellas, la de niños, inaugurada en 1873 por Carmen Villa de Arará y una particular fundada en 1877 por José Dolores García. En la década de los 80, se destacaron los colegios “El Salvador” de Antonio Benítez Correoso donde se impartían clases de Religión, Moral, Gramática Artística, Geografía de España, África y Asia e Historia de España. “El Progreso”, inaugurado por Ernestina Cajigal de Ruiz y María Ruiz Guille. “El Estudio”, escuela de Pablo Morlote Correa y Manuel Ruiz Guille, diseñada solo para varones. Otros educadores notables fueron el historiador Isidoro Castellanos Bonilla, Santiago Saluo, Ignacio Méndez y Federico Valverde.
Cultura
La introducción de la imprenta en Guantánamo se produjo en los primeros años de la década del 70, con la edición del primer periódico identificado como El Eco (1871), fundado por José Mendoza Martínez y Francisco Blanch. Tres años después la imprenta fue comprada por el señor Francisco Castellanos Abreu y se le dio a la publicación el nombre de La Voz del Guaso que, junto a El Comercio, fueron aliados del integrismo. En 1889 el periodista villareño Rafael Fernández Gutiérrez, que desarrolló parte de su labor en Guantánamo, publicó el periódico La Vanguardia, a través del cual se enfrentó a las fuerzas españolas, por lo que fue considerado el primer periódico independentista de Oriente. Las sociedades de Tumba Francesa llegaron a Guantánamo como resultado de la inmigración franco-haitiano. Con posterioridad a 1850, fueron creadas otras, también de recreo y ayuda mutua, que contribuyeron al desarrollo cultural, entre ellas: el Centro la Luz, Sociedad de Recreo, Casino Asiático y Salón Enriqueta. Las manifestaciones de la música en Guantánamo fueron notables. A partir de la década de 1860 surgieron bandas, orquestas y en menor escala coros. Las bandas particularmente se desarrollaron en los cuerpos militares españoles, como el caso de la Charanga del Batallón Unión, que ofreció retretas en la Plaza Isabel II, y la Charanga Cazadores Unión, (1885), a la que se le atribuyen los orígenes de la Banda Municipal. Otras charangas aparecieron en estos años como las del batallón Chiclano, batallón Cazadores de Guantánamo No. 49 y batallón del Regimiento San Quintín. En el período de la Guerra de 1895 apareció la banda del batallón del Regimiento Simancas. De las filas del Ejército Libertador salieron los integrantes de la banda que contó entre sus promotores con Rafael Inciarte Ruiz. Otras dos agrupaciones que vieron la luz fueron las orquestas La Unión y La Reforma, creada esta última por Ángel Aguilera y Miguel Linares. Estas orquestas amenizaban, sobre todo, los bailes de las sociedades de recreo. La actividad coral en Guantánamo se desarrolló en menor escala y aparecieron a finales del siglo XIX, de forma ocasional y esporádica, asociadas a los festejos religiosos y sus actuaciones estaban limitadas a las iglesias.
Arquitectura
El hecho de que la ciudad no fuera fundada, sino que emergiera a partir de la expansión del comercio, fue lo que hizo pobre y sencilla la estructura arquitectónica urbana, con cierta vinculación al estilo neoclásico; las edificaciones contaban con una sola planta en la que prevalecía el portal. En sentido general las construcciones principales no contaron con la participación del Estado, sino que fueron frutos de donativos de terreno y del aporte financiero de los propietarios radicados en la zona. Entre los años 1839 y 1841 se edificó la Plaza de Armas (actual Parque José Martí), y a partir de ese punto se estableció el centro urbano, también se levantó el cuartel de Colón en terrenos donados por Pedro Manuel Justiz. En 1861 se iniciaron los trabajos constructivos del edificio donde se estableció la cárcel de Guantánamo en terreno donado por Agustín Soler Spalter, que se culminó un año después.
La Guerra Chiquita
Al culminar la Guerra de los Diez Años, el coronel Silverio del Prado se estableció en Guantánamo a fines de 1878 y comenzó a trabajar en la Aduana Municipal, desde donde comenzó a realizar labores conspirativas a las que incorporó a Pedro Agustín Pérez, entonces comandante de las escuadras de Santa Catalina, quien venía colaborando desde 1876 con el oficial mambí Arcid Duvergel. Periquito, desde esta posición facilitó parque de guerra e información sobre los movimientos de las unidades españolas en la villa y otras zonas de la jurisdicción. Esta acción conspirativa fue descubierta, y a inicios de 1879, Silverio del Prado fue expulsado del país junto a sus hijos y Pedro Agustín Pérez fue detenido y conducido a la cárcel de Guantánamo y, posteriormente, al fuerte costero de Cayo Toro. Allí fue visitado por su primo, el coronel Santos Pérez, para proponerle su reincorporación a la vida militar activa y nombrarlo jefe de una de las compañías de las escuadras. Periquito simuló arrepentimiento y aceptó la propuesta. Ya en el nuevo destino, como jefe militar de la guarnición de Palma de San Juan, punto ubicado al noroeste de la ciudad, realizó trabajos de captación de oficiales y soldados hasta logar que los subordinados se incorporaran a la conspiración. Al estallar la Guerra Chiquita en septiembre de 1879, José Maceo, Guillermo Moncada y Rafael Maceo, asumen el mando de las fuerzas mambisas en Guantánamo y sostienen varios combates en el valle y las zonas montañosas. Los dos jefes santiagueros, José Maceo y Moncada, entran en contacto con Pedro A. Pérez, que se levanta en armas al frente de la compañía de las escuadras en Palma de San Juan. Ataca el campamento español de El Vínculo, al que toma, y combate después con éxito en Burenes y Filipinas. Sin embargo, en noviembre sufre un descalabro en la acción de Canabacoa, donde resulta herido y quedan dispersadas sus fuerzas, lo que facilitó su captura días después. Periquito permaneció en la cárcel de Guantánamo y luego fue remitido al Castillo del Morro, Santiago de Cuba, en espera de la sentencia de un tribunal militar. En el mes de diciembre protagoniza una espectacular fuga, y a partir de entonces, comienza a forjar una historia que lo convirtió en un hombre leyenda de la revolución en Oriente. A pesar de los esfuerzos de los revolucionarios por continuar la lucha, varios factores convirtieron el intento independentista en un fracaso militar, aunque políticamente demostró a España y al mundo que los cubanos no habían renunciado a la independencia. Las causas de la derrota se definen entre otras, en la ausencia de los principales jefes cubanos, que no habían logrado llegar al país, y la división que se manifestó en el campo insurrecto. En la difícil etapa final del conflicto, las montañas guantanameras se convierten en baluarte del independentismo, al desarrollarse en el escabroso territorio de Yateras las últimas acciones armadas, bajo el mando de José Maceo. Las fuerzas insurrectas, se acogieron a la paz propuesta por las autoridades españolas, mediante la cual José Maceo y Guillermo Moncada sostuvieron una entrevista en Confluentes, al norte de la villa de Guantánamo, el 1 de junio de 1880. Allí se acordó con el general Luis Pando, del Ejército Español, que las autoridades peninsulares facilitarían la salida del país de los jefes mambises y parte de sus hombres, no sin antes deponer las armas y entregarlas en los ingenios Montesano y San Ildefonso. Trasladados en ferrocarril hasta Caimanera José Maceo y sus compañeros fueron remitidos a prisiones del sur de España.
Tregua Fecunda
Es el período que media entre el fin de la Guerra de los Diez Años y la Guerra de 1895, en el que se producen cambios importantes en el orden económico, social y político en función del desarrollo de un capitalismo dependiente. La economía sufrió los embates de la guerra y se vio frente a un proceso de concentración y centralización de la producción azucarera en el valle de Guantánamo. En esta etapa el incremento de la producción se produjo como resultado de la aplicación de nuevas tecnologías tanto en la industria como en la agricultura, de ahí la adsorción de las fábricas menos eficientes por las de mayor capital de inversión. Guantánamo fue pionera del proceso de concentración y centralización de la producción y los capitales en el oriente cubano, junto a Manzanillo. En siete años había logrado, mediante el empleo de nuevas maquinarias y una mejor atención a las áreas de cultivo, un incremento del 30 % del volumen de azúcar. En la zafra de 1893 la producción alcanzó la cifra de 34 850 toneladas. De esta producción les correspondían a los ingenios del actual municipio el 56 por ciento de la producción, es decir, 19 600 toneladas. Entre los centros productores más importantes se encontraban Santa Cecilia, Isabel, Esperanza, Santa María y Confluente. Otro proceso que se genera en este período fue la separación de la fase industrial de la producción de la fase agraria, cambio que dio lugar a que apareciera un nuevo ente social, el colono, persona económica que llevó el encargo del cultivo de la caña de azúcar y su abastecimiento a la fábrica.
Movimiento obrero
Un paso importante en el crecimiento de la mano de obra asalariada fue la abolición de la esclavitud en 1886, decreto que lanzó al mercado laboral a la gran masa de esclavos, que en su mayoría se dedicaron al trabajo agrícola. En el censo poblacional de 1889 se reflejó la existencia de 1 644 trabajadores empleados en manufacturas e industrias mecánicas, en su mayoría en la industria azucarera. Otros polos generadores de obreros fueron el ferrocarril, con la construcción de nuevos ramales hacia Jamaica y el ingenio Soledad; el fomento de la industria tabacalera en la villa, entre los años 1886 y 1888, año este último, en que se reportaron 13 fábricas de tabaco que empleaban alrededor de 100 trabajadores. Por otra parte, crecieron los empleados en las zapaterías, panaderías, talabarterías y alfarerías, aunque prácticamente el total de esas labores fueron artesanales. También fue importante su presencia en las salinas de la región, especialmente en el puerto de Caimanera. En este período aparecieron como formas primitivas de organización obrera, las sociedades de socorro y ayuda mutua basadas en la cooperación entre sus miembros. En caso de enfermedades, desempleo y atención a familiares de fallecidos estas formaciones amparaban con sus bonificaciones a los necesitados. Se tienen referencias de que en 1888 existían en Guantánamo sociedades mutualistas y de instrucción con estos fines.
En lo político, creció la capacidad de lucha de los independentistas que, encabezados por Pedro A. Pérez, reiniciaron los contactos conspirativos en su finca de Boca de Jaibo. El líder guantanamero, en 1884, se entrevistó con el agente Marshall, enviado secreto de Antonio Maceo, del que recibió instrucciones de mantener contactos y subordinarse a Guillermo Moncada. En 1890 es designado jefe de la conspiración en Guantánamo. Fue un momento en que se estimuló la propaganda de la prensa a favor de la independencia. La causa integrista y las autoridades coloniales sufrieron un sensible golpe político a partir del 9 de abril de 1889, cuando Luís Megret y Rafael Gutiérrez Fernández fundan el semanario La Vanguardia, considerado el primer periódico en Oriente con franca tendencia separatista. En esta nueva etapa, Periquito, además de contar con el respaldo de los oficiales del 68, incorporó a jóvenes decididos que aportaron nuevas ideas a la causa, entre los que resaltaron: Nicolás Jané, Enrique Thomas, Silverio Guerra, Enrique Tudela, así como a valientes mujeres: Inocencia Araujo, Caridad Jaca y Juana Pérez. También realizó, junto a sus más cercanos colaboradores, trabajos de captación con los líderes obreros locales, entre ellos, Manuel Planes, Juan Araujo y Rafael Gutiérrez. A principios de 1893, Pedro A. Pérez fue nombrado por la dirección del Partido Revolucionario Cubano, subdelegado del Partido en Guantánamo, y recibió en mayo de 1894, en la finca La Confianza a Emilio Giró Odio, enviado de Antonio Maceo desde Costa Rica, con el propósito de instruirlo del rol que desempeñarían las fuerzas a su mando, una vez que comenzara el conflicto, entre ellas, la de atacar los fortines costeros con el objetivo de dejar despejada la costa, para facilitar el arribo de las expediciones que trasladarían a jefes militares mambises. Al mes siguiente el ingeniero Nicolás Jané, en representación de Pedro Agustín Pérez, creó en los bajos del Centro La Luz, el Comité Revolucionario de Guantánamo, integrado por 26 conspiradores de la localidad, entre los que se destacó la espía mambisa Inocencia Araujo.
Guerra de 1895
En la tarde del 24 de febrero de 1895, encabezados por Pedro A. Pérez, se reunieron en la finca La Confianza, 28 compatriotas para firmar el acta independentista redactada por Emilio Giró, en la cual quedó registrada para la historia, la decisión de los revolucionarios de reiniciar la lucha armada. Además de la firma del acta en La Confianza, en la región se desarrollaron levantamientos armados, entre ellos, el de Boca de Jaibo. En la mañana del histórico día, Periquito se pronunció oficialmente en guerra contra España, junto a sus familiares, incluidas su esposa Juana Pérez, su hija Ruperta, su nieto Jesús Pérez y su yerno Francisco Pérez. Enrique Tudela, al frente de un grupo de valientes atacó y tomó el fortín de Morrillo Chico, primera victoria militar de la nueva etapa de lucha. El 25 fue tiroteado, desde los altos de San Justo, el cuartel de la Guardia Civil, y el 26 Pedro A Pérez con su tropa sostuvo un encuentro con las fuerzas españolas que operaban bajo las órdenes del teniente Muñiz en la finca La Gloria. El 4 de marzo, en el combate de los Mamoncillos de Ullao, cayó herido Alfonso Toledano, que murió días después y resultó el primer mambí caído en combate en Guantánamo. Con el arribo de los principales jefes: Antonio Maceo, Martí y Gómez, a territorio guantanamero, el Capitán General Arsenio Martínez Campos, quien se trasladó por ferrocarril a la villa del Guaso, celebró un encuentro con el coronel Juan Copello y su Estado Mayor. El coronel Copello obtuvo informaciones de la inteligencia española que confirmaban el paso del Apóstol y el Generalísimo por la zona del este del valle por Arroyo Hondo. Entrada la tarde del día 25, la columna, al frente de la que marchaban Gómez, Martí y José Maceo, atravesaron el río Jaibo, pasando por Matabajo, en un punto no muy lejano a la finca de Periquito. El 30 de abril, después de pernoctar en 14 campamentos mambises de la región y transitar, escoltado y protegido por los hombres de Félix Ruenes y de Periquito, los expedicionarios del 11 de abril dejan atrás Guantánamo, retaguardia segura de la Revolución del 95.
Combate de El Jobito. El 13 de mayo de [1895]], tuvo lugar la reñida acción en la que murió el capitán Francisco Pérez, además de otros patriotas, y por la parte enemiga una cifra no precisa, pero sí elevada de soldados y oficiales, entre ellos, el coronel Joaquín Bosch, jefe la columna enemiga. Gracias a la capacidad del comandante Pedro Garrido, jefe de las escuadras de Santa Catalina, que sostiene y protege la retirada, y a los refuerzos llegados, pudo llegar a Guantánamo el maltrecho batallón del Simancas.
Combate de Sao del Indio. Fuerzas mambisas bajo el mando de Antonio y José Maceo, al frente de unos 650 efectivos combaten en 1895 en Sao del Indio, al oeste de Casimbas de Filipinas, contra una columna española integrada por 900 soldados. El objetivo que pretendía alcanzar el coronel Borjas Canellas, jefe español, era sorprender a José Maceo, que se encontraba enfermo; sin embargo, el rápido desplazamiento del Titán hacia la zona de Baconao posibilitó enfrentar con éxito a la importante fuerza colonialista. En la acción, en la que se destacó el General Pedro Agustín Pérez, los peninsulares sufrieron la pérdida de una cifra considerable de soldados. La operación se extendió hasta el 2 de septiembre, cuando la columna española, derrotada, maltrecha y con baja moral combativa, se refugió después de una penosa marcha, en la villa de Guantánamo
Para finales de 1897, la Primera División del Primer Cuerpo del Ejército Libertador, había acumulado suficiente experiencia para comprender que la guerra contra el colonialismo español, desde el punto de vista técnico-militar, no podía ganarse como resultado de una gran batalla, para la que no se contaba con medios y recursos. Entonces lo que predominaba en las acciones no era precisamente el desarrollo de grandes combates, sino la aplicación del método de lucha irregular en una guerra de carácter popular. Durante la nueva etapa de lucha, se destacaron por su activa participación en la gesta emancipadora de 1895, el gremio de los tabaqueros, el Círculo de Trabajadores y el Centro Mecánico. Los locales de estas organizaciones se convirtieron en centros de propaganda revolucionaria, incluso muchos de sus miembros se incorporaron a la lucha en el Ejército Libertador, a pesar de la incipiente organización de los obreros. La intervención militar en 1898. La batalla de Guantánamo en el verano de 1898 se valora como la operación militar más compleja y trascendente emprendida por el Ejército Libertador y los interventores norteamericanos en Guantánamo. Con esta acción, Pedro A. Pérez dirigió la operación más compleja de su fecunda vida militar, al derrotar a las fuerzas españolas que defendían la bahía y al cercar la brigada española que protegían la villa de Guantánamo, operación que impidió que los más de 6 mil efectivos peninsulares atacaran por la retaguardia a las fuerzas norteamericanas que combatían en la región de Santiago de Cuba. Las fuerzas mambisas en Guantánamo contribuyeron decisivamente a la victoria sobre las fuerzas españolas que defendían Santiago de Cuba, particularmente las operaciones combinadas y conjuntas para el aseguramiento del campamento de los marines norteamericanos ubicado en Playa del Este y la operatividad en la bahía de Guantánamo. En estas acciones fue decisivo, el aseguramiento del desembarco del escalón de asalto cubano al este de Santiago de Cuba, por el 1er. y 2do. batallones provisionales de la División Volante, y su posterior marcha hacia Daiquirí para permitir el desembarco de las tropas yanquis, y el cerco de las fuerzas del general Pedro A. Pérez a las líneas militares españolas de la 2da. brigada que mandaba el general Félix Pareja Mesa. Con estas operaciones, las tropas de Pedro A. Pérez ejercieron una influencia estratégica en el curso de la guerra, al contribuir a que fueran alcanzados objetivos superiores, con lo que aceleraron la victoria de las fuerzas conjuntas sobre las españolas. En estas acciones fue decisiva la participación del teniente coronel Enrique Thomas, al frente de unidades del regimiento Guantánamo, en el combate de El Cuzco, al posibilitar que las fuerzas del 1er. Batallón de Infantería de Marina, mandadas por el teniente coronel Robert W. Huntington, y las unidades navales del capitán de fragata Bowman H. McCalla pudieran desarrollar sus operaciones de respaldo al bloqueo naval de Santiago de Cuba. Rendición española. La capitulación española en Santiago de Cuba, se produjo el 17 de julio de 1898, dadas las acciones victoriosas de las fuerzas conjuntas, y como paso siguiente se inició el proceso de ocupación militar de Guantánamo. En la orden se indicaba que: “Tropas de los Estados Unidos se enviarán a Guantánamo, tan pronto como arribe el Regimiento de Inmunes. Los insurgentes deben ser advertidos de mantenerse fuera de la ciudad, ya que los españoles son prisioneros americanos, y no deberán interferir”. En cumplimiento de la orden, Pareja capituló con sus fuerzas y el 27 de julio, fue arriada la bandera española de la Plaza de Armas. Entre las fuerzas mambisas reinaba un profundo malestar, pues conocían que las autoridades contra las que habían luchado durante treinta años aún permanecían en sus puestos. En ese contexto se produjo el 8 de agosto la entrevista de un corresponsal de guerra del New York Herald con el general Pedro A. Pérez. En sus declaraciones, el general cubano advirtió: “(…) si nuestra independencia no queda asegurada ahora, es mi deseo continuar luchando por ella treinta años más, si fuera necesario. El ejército cubano no ha estado peleando por la anexión, ni por el dominio y control de los Estados Unidos. Nuestra lucha ha sido por la independencia y el ejército cubano no se satisfará con ninguna otra cosa”. En esta actitud intransigente ante el proceder norteamericano, se expresó la continuidad del legado martiano. El 9 de octubre de 1898, una vez evacuada las fuerzas españolas, hizo su entrada en la ciudad el general Pedro A. Pérez, que fue nombrando por las autoridades interventoras, alcalde provisional, en enero de 1899.
Ocupación militar norteamericana
Abarcó del 1 de enero de 1899 hasta el 20 de mayo de 1902, y en este período el gobierno de Washington, sentó las bases de su dominio económico y político en Cuba, para poner en manos de los cubanos una nación bajo la condición de neocolonia, en la que podían entrar y salir sin que nada se lo impidiera, y en función de velar por los intereses de los inversionistas de capitales. Para las elecciones municipales del 16 de junio se constituyeron tres partidos políticos: el Nacional Cubano, del que era miembro Pedro A. Pérez, que se convirtió por votaciones en alcalde municipal; además se postularon el Nacional Independiente y Unión Democrático.
Etapa Neocolonial
Con la aprobación de la Constitución de 1901, a la que se añadió el apéndice de control político Enmienda Platt, fueron fijadas las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Mecanismo ilegal, pues fue aprobada por los cubanos bajo presión a tenor de que de lo contrario se extendería la ocupación militar. Así nació la República Neocolonial el 20 de mayo de 1902. La Enmienda Platt, fue la garantía para la parte norteamericana de ocupar los terrenos que ocupa hoy la ilegal Base Naval Norteamericana en la bahía de Guantánamo, acción que tuvo consecuencias en la vida social de los habitantes no solo de Caimanera, sino también de la ciudad de Guantánamo, ya que por un lado creció el comercio mercantil, y por otro, con las visitas de los marines se incrementó la prostitución, los juegos y otros vicios, lo que fue generando un sentimiento antiyanqui en la población, en especial entre los humildes.
Movimiento de los Independientes de Color en Guantánamo
En medio de la agitada situación política y social que generaron los malos gobiernos neocoloniales, que dejaron insatisfechos a los cubanos, se produjo el Movimiento de los Independientes de Color en 1912, liderado por Evaristo Estenoz y Pedro Ivonet. El 20 de mayo inició la insurrección armada bajo el lema “Abajo la Ley Morúa”. Amparados en la Enmienda Platt, el 5 de junio, 450 soldados yanquis llegaron a la ciudad, para ser destinados a los centrales Soledad, Los Caños, Isabel y Santa María, propiedades de la Guantánamo Sugar Company, demostrándose con este accionar que, para Guantánamo, hubo intervención real por parte de EE. UU y no preventiva. El Movimiento fue propicio para que el gobierno neocolonial desplegara una cruzada racista de junio y julio de 1912, que culminó con uno de los crímenes más horribles durante la neocolonia. Los independientes hicieron todo lo posible por escapar a la acción vandálica de las fuerzas represivas, a las que en ningún momento se enfrentaron de manera resuelta. Como resultado, la protesta empeoró la situación de ese sector social, debido a que la represión, no solo les privó de sus líderes más combativos, sino que el asesinato masivo produjo unos 3 000 muertos, aunque la cifra real no se conoce con exactitud. Los derechos por los que lucharon continuaron siéndoles negados por la oligarquía y la burguesía y sobre ellos cayó la culpa por todo lo ocurrido. Jamás el sector volvió a tener la fuerza de esos años. Otra manifestación de descontento y ante las pugnas por el poder, el 10 de febrero de 1917, se produjo en Guantánamo la denominada Guerrita de 1917, encabezada por Gonzalo Pérez Andrés y José Goli Méndez, hecho que también provocó la reacción norteamericana desde la base naval, con el despliegue de tropas estadounidenses el 12 de marzo, que convirtieron al parque Martí en campamento militar, con el pretexto de preservar sus intereses, acción condenada por el pueblo.
Economía
Durante los años de la neocolonia, la penetración del capital extranjero, caracterizó la vida económica local, particularmente accionaron, la compañía Guantánamo Sugar Company, Confluente Sugar Company, Santa Cecilia Sugar Company, la Sociedad Luis Redor, Brooks y Compañía y la Santa María Sugar Company, vinculadas a la industria azucarera. En la ciudad cabecera se desarrolló una amplia actividad comercial y de servicios fomentada sobre bases artificiales, ya que dependía de las fluctuaciones de las demandas de braceros que llegaban de todas partes del país a la Base Naval norteamericana en busca de empleos y de las visitas de los marines a la ciudad. Aledaña al parque José Martí y la Plaza del Mercado se concentró la zona comercial de la ciudad, expandiéndose también a las calles Carretera (Bartolomé Masó) y Paseo (Ave. Estudiantes), generalmente eran grandes tiendas y pequeños negocios como sastrerías, cafeterías, venta de cigarros y tabacos, peluquerías, entre otros. En 1944 a través de las gestiones de la Cámara de Comercio se logró que los comercios permanecieran abiertos hasta las siete de la noche. Un elemento característico de este comercio fue la ejecución de acciones ilícitas entre las autoridades de la Base Naval y los comerciantes locales, de productos que no tenían salida en el enclave militar y eran rematados para fines de año a precios bajos mediante subastas y negocios con particulares, con el fin de realizar liquidaciones y poder garantizar el financiamiento del año fiscal siguiente. El comercio se vio favorecido también por el impulso que tuvo la pequeña industria de licores abastecedora de productos locales y de marcas nacionales y extranjeras, como la de Nicolás Roca y Romo, fábricas de chocolate, conservas, jabón, muebles, confecciones, galleterías, sal. El sector social con mayor vínculo en estas labores fueron los hispanos; además de los naturales, chinos, judíos, moros. Esta concurrencia estimuló una activa circulación monetaria en pesos cubanos y moneda norteamericana, fuerte en la región desde 1905.
Sociedad
En el orden social existía una definida estratificación en la cual los grandes latifundistas azucareros y cafetaleros, los dueños de grandes comercios y almacenes, vinculados a las compañías extranjeras, que conformaban un reducido grupo, constituyeron la alta burguesía, al concentrar en sus manos las principales ramas económicas y medios de producción. La clase media y pequeña estaba integrada por los comerciantes, comisionistas, intermediarios, profesionales, artesanos independientes, pequeños propietarios agrícolas; a la que le seguía el gran número de obreros, proletarizados, campesinos precaristas y aparceros, obreros agrícolas, desempleados y un creciente número de mendigos, incluidos en ellos a veteranos de la guerra de independencia. La ciudad mantenía precarias condiciones higiénico–sanitarias y no fue hasta 1940 que se solicitó la “(…) asignación de presupuestos para la pavimentación de las calles y su estructura por cuadras y construcción de alcantarillados y caminos”. Se acometió el trabajo de alcantarillado y drenaje, en tanto la pavimentación de las calles comenzó en 1946, y un año después solo se habían asfaltado 130 cuadras, casi todas en el área norte, siendo característicos los lodazales y profundos baches que perjudicaban la transportación, denotando las malas condiciones urbanas, de las comunicaciones y las ineficiencias del sistema económico. En la etapa 1952-1958, el actual territorio del municipio, tenía una extensión de 2 150 km2 y una población de 124 685 habitantes. Tasa bruta de mortalidad, 6,4 %. Esperanza de vida al nacer, 58,8 años. Tasa de mortalidad infantil, 32,5 %. La población representaba el 3,4 % del total de habitantes de Cuba, calculada en unos 6 500 000 en 1958. El fenómeno de la prostitución se extendió durante todos estos años.
Educación
Constituyó uno de los flagelos del sistema municipal, con un 26% de población analfabeta, existían en el término 119 escuelas primarias públicas: 75 urbanas con 103 maestros y una matrícula de alrededor de 4 000 estudiantes de los cuales solo asistían el 58% aproximadamente y 44 rurales con 45 aulas y el mismo número de maestros en las que estaban registrados unos 2 200 alumnos. Existían también 7 centros educacionales privados, dos colegios de enseñanza secundaria y un preuniversitario.
Salud Pública
Fue otra de las grandes debilidades de la región donde la mortalidad infantil tenía índices por encima del 30% por cada mil nacidos vivos, la esperanza de vida no sobrepasaba el 58,8%. En medio de constantes epidemias como el paludismo y la tuberculosis, a las que se sumaban las constantes muertes por otras enfermedades prevenibles. Se contaba sólo con dos casas de salud, dos asilos y un solo hospital para toda la jurisdicción con 74 camas. En total había 46 médicos entre privados y los que brindaban servicio estatal y 12 estomatólogos. Todos estos problemas, junto a otros indicadores como las altas tasas de desempleo, que oscilaban entre el 12 y 16%; las condiciones casi de inhabitabilidad de muchas viviendas de las cuales más del 63% estaban en mal estado, sobre todo en las zonas rurales; las elevadas tarifas de alquileres que consumían entre 1/3 y un 1/5 del total de los ingresos, llevaron a que el municipio fuera en todo el país uno de los más pobres y atrasados en el orden económico y social.
Cultura
En estos años de República Neocolonial se produjo en Guantánamo una verdadera fiebre publicitaria con la fundación de diarios, semanarios y revistas de las más disímiles y heterogéneas concepciones ideológicas, con evidencias de una vanguardia intelectual que situó sus conocimientos al alcance de las masas populares y contribuyó al desarrollo cultural de la región. Tal es el caso de las revistas Chic y Lauros, fundadas ambas en 1908 por Regino Eladio Boti y Raúl Pullés, respectivamente. Organizaciones obreras. En mayo de 1902 se llamó a los obreros a constituir la Asociación Cooperativa de Obreros en Guantánamo con el propósito de establecer la ayuda y solidaridad en esta clase social. Entre 1906 y 1923, se constituyen gremios obreros en varios sectores de la economía, entre ellos, los braceros, panaderos, torcedores, dependientes y zapateros. A comienzos del siglo XX el pensamiento socialista cobró importancia, y tuvo su materialización en Guantánamo con la constitución en 1908 del Partido Socialista bajo la dirección de Luis Fabregat, dando respuesta al llamado de la alineación nacional, de constituir núcleos en todo el país. En 1924, se constituyó Hermandad Ferroviaria de Cuba, (Delegaciones 10 y 11) que desempeñó un importante papel en las luchas obreras durante la neocolonia y en apoyo a los trabajadores de la industria azucarera y demás sectores. En [[1925] los obreros y empleados de las oficinas del ferrocarril acuerdan ir a la huelga. Un momento importante en la evolución político-ideológica de la clase obrera en Guantánamo fue la constitución del Primer Partido Comunista, el 11 de febrero de 1931, con la presencia del militante José Soler Calvo. Al poco tiempo de crearse llegan a la ciudad los primeros contactos del trotskismo, con Sandalio Junco, Eusebio Mujal Barniol y Gustavo Fraga Jacomino. A fines de 1933, comienzan a constituirse los sindicatos de empleados, chóferes, licoreros, gráficos, pintores y pulimentadores, panaderos y ropa, peletería y anexos. En mayo de 1934, los médicos, secundados por farmacéuticos, veterinarios, comadrones y alumnos de medicina, paralizaron sus actividades exigiendo mejores condiciones de vida para los profesionales. En 1934, bajo la línea de la CNOC, y por la convocatoria lanzada por los miembros del Gremio de los Carpinteros, fundaron la Federación Obrera Regional de Guantánamo-Yateras (FORGY), que tan importante papel desempeñó en las tareas organizativas de la clase obrera y en el logro de la integración de sus fuerzas. La Unión de Empleados de la Guantánamo Sugar Company, se constituyó en 1942, con la presencia de todas las organizaciones sindicales de la entidad, paso importante en el enfrentamiento contra los capitales extranjeros. En el local de la Delegación 10 de los ferrocarriles se produjo el 10 de enero del 43, el acto de posesión de la directiva.
Golpe de Estado del 10 de marzo de 1952
Las fuerzas democráticas, rechazaron la asonada militar de Fulgencio Batista; pero sin la unidad suficiente para enfrentarla. Por ejemplo, los obreros, debilitados entre las disputas ideológicas, con una escasa preparación política, la dirigencia cetekaria adherida al cuartelazo, la ausencia de una guía que los uniera en un bloque monolítico y la intensa represión desatada, fue imposible en esos momentos, dar una respuesta efectiva al zarpazo batistiano. En esa compleja situación ideopolítica, la ortodoxia, fragmentada internamente (de un lado la tendencia de los hermanos Olivares Speck y de la otra, la de Eligio Méndez, Pimpo) no dieron el paso al frente, mientras los concejales Alfredo Martínez Calderín, por el Partido Socialista Popular (PSP) y José Manuel Castillo Olivares, representante de la ortodoxia (posteriormente se plegó al golpe), fueron los únicos en declararse públicamente en contra. En Guantánamo, las fuerzas que mostraron una actividad más radical contra el golpe militar fueron la juventud ortodoxa, que se fortaleció en las enseñanzas del Apóstol, y los trotskistas, caracterizados por su radicalismo y herederos de la actitud insurreccionalista de Joven Cuba, a la que pertenecieron muchos de ellos. Entre las figuras que más se destacaron en oposición a esta acción están: Gustavo Fraga Jacobino, Eduardo Gálves, Carlos Pérez-Teherán, Tomás Fresco, Eulogio González Caboverde, Félix Mendoza, Octavio Lowit, Roberto Cisneros, Fabio Rosell del Río, Pedro Martínez y Francisco Matos. El intento de tomar las armas por estos jóvenes (estudiantes y obreros) fue rechazado por el teniente de la Guardia Rural, Manuel de Jesús Casolla, capitán de la Plaza. Las muestras de repudio al régimen castrista, fueron expresivas entre las masas populares con la ejecución de un conjunto de acciones entre las que se destacan: la manifestación “Cuba Encadenada”, que se realizó el 28 de enero, en recordación al centenario de José Martí; el duelo popular en peregrinación al cementerio ante la muerte de Rubén Martínez Rubio, el 13 de febrero; el movimiento insurreccional encabezado por Miguel Bertrán Bertrán, el 26 de julio y el acto efectuado por el Bloque Juvenil Martiano, el 27 de noviembre, donde se acusó a Batista de asesino. Para junio de 1955, la labor revolucionaria de la Generación del Centenario liderada por Fidel Castro Ruz logró organizar el Movimiento Revolucionario 26 de Julio (MR-26-7) que en Guantánamo dio sus primeros pasos de constitución a partir de los contactos entre Luis Bonito Milán y las secciones obreras ortodoxas y grupos estudiantiles fundamentalmente, que dejaron creado el 5 de julio de 1955, el Frente Obrero como primer intento de estructura organizativa. La constitución por Frank País García del MR-26-7, de forma integral en la región, entre los meses de octubre y noviembre, se realizó a partir de la existencia de los distintos frentes antes creados, con el predomino en su directiva, de un importante número de obreros, fundamentalmente ferroviarios, de vasta experiencia de lucha. Frank visitó el territorio en varias ocasiones, una de ellas acompañado por Vilma Espín y su presencia fue significativa en la constitución del MR-27-7 y en el impulso a las acciones de la clandestinidad.
Lucha revolucionaria de 1956 a 1958
Luego del Levantamiento del 30 de noviembre y durante los meses de febrero y marzo de 1957, se incrementó la labor de organización, crecimiento y consolidación del MR-26-7 en Guantánamo. El asesinato de Frank País, el 30 de julio de 1957, tuvo gran repercusión en las fuerzas revolucionarias de la región, por lo que la huelga general que se convocó, paralizó al sector productivo y de los servicios. Creció el número de las acciones de la clandestinidad contra la dictadura, junto con la indignación popular ante el vil acontecimiento. Alrededor de estos acontecimientos, el hecho más estremecedor que tuvo lugar en la ciudad, fue la detonación en la fábrica clandestina de bombas, conocida en la historia como los sucesos del 4 de agosto de 1957. Los revolucionarios a cargo de la tarea trabajaban sin descanso en la elaboración de artefactos explosivos, destinados a incrementar las acciones clandestinas en Santiago de Cuba y Guantánamo, como respuesta al asesinato de Frank.
La mujer en lucha revolucionaria
La mujer guantanamera, durante la neocolonia, mantuvo su participación activa en la lucha revolucionaria como heredera de las mambisas del siglo XIX. La formación de distintas organizaciones femeninas, como Frente Cívico de Mujeres Martianas y las manifestaciones contra la situación política imperante, demostraron sus inquietudes revolucionarias. Con el reinicio de la nueva etapa de lucha, se crea la sección femenina como línea fundamental de trabajo del MR-26-7, que sumó en sus filas a valiosas revolucionarias entre las que se destacaron: Margarita Hernández Montes de Oca, Caridad Pérez, dedicadas a la transportación de armas, medicamentos, alimentos, recaudación de fondos, atención a heridos, distribución de propaganda, confección de uniformes y brazaletes, servicios de enlace; participación en acciones de sabotajes. El Segundo Frente Oriental “Frank País García”, se constituyó el 11 de marzo de 1958, bajo la conducción del comandante Raúl Castro Ruz, quien estableció su comandancia en El Aguacate, zona del otrora central Soledad, hoy municipio El Salvador. Este acontecimiento, fortaleció aún más, el quehacer revolucionario en Guantánamo, pues las columnas rebeldes operaban en el entorno de la ciudad.
Liberación de Guantánamo
Un día después de la huida del tirano Fulgencio Batista Zaldivar, el comandante Raúl Castro Ruz, habló a las tropas en el cine del central Ermita, hoy Costa Rica y exhortó a la rendición incondicional de la ciudad de Guantánamo, para evitar innecesarios derramamientos de sangre. La misión fue encomendada a las columnas No. 6 encabezada por Efigenio Ameijeiras, la No. 18 al frente de la cual estaba Félix Pena y la No. 20 comandada por Demetrio Montseny, Villa.
Revolución en el poder
Al amanecer del 2 de enero de 1959, las unidades de la tiranía depusieron las armas frente al poder revolucionario y fue designado como jefe de la Plaza, el comandante Efigenio Ameijeiras, que junto a Demetrio Montseny y otros representantes del Ejército Rebelde asumieron la responsabilidad de garantizar el orden y proclamar la victoria, apoyados por los civiles de las demás organizaciones revolucionarias. Con el triunfo, se iniciaron profundas transformaciones en la estructura económica, social y política en todo el país, y un estímulo para su puesta en práctica fue la visita a Guantánamo, el 3 de febrero de 1959, de Fidel Castro quien, en multitudinario acto habló al pueblo de la esencia de justicia social del proyecto económico social que emprendería el gobierno revolucionario.
Medidas revolucionarias
Se constituyó la Policía Nacional Revolucionaria, para mantener el orden y apoyar los cambios que se estaban realizando. También se crearon los órganos revolucionarios e investigativos que realizaron los juicios a los criminales de guerra presidido por el comandante Demetrio Montseny. La dirección del municipio quedó bajo el control de los Comisionados, que asumieron las atribuciones de los antiguos alcaldes y de la Cámara Municipal. Esta administración local entre otras tareas resolvió crear una Comisión de Control y Distribución de artículos de primera necesidad, administrar el acueducto de la ciudad. El 6 de agosto 1960, se llevó a cabo el proceso de nacionalizaciones, pasando a propiedad estatal entre otras: las propiedades de la Guantánamo Sugar Company, poseedora de 24 692 h de las mejores tierras guantanameras, la Empresa del ferrocarril y el 17 de septiembre, la Sucursal del Banco American National. Se creó el Departamento de Cultura, que tendría entre sus funciones las actividades educacionales y culturales. Se inició la Escuela de Artes, así como la Academia de Corte y Costura “Mariana Grajales”, se eliminaron de la zona de prostitución, con el otorgamiento de empleo a esas mujeres. Esta estructura estatal duró hasta principios de 1961 cuando fueron sustituidos por las Juntas de Coordinación Ejecución e Inspección (JUCEI), integrada por representantes de las organizaciones políticas y de masas del territorio, con la misión principal lograr una adecuada coordinación de la administración en la localidad.
Poder Local
Con la organización de la administración local, el 22 de diciembre de 1965, se concibió alcanzar la participación orgánica de la población en la actividad estatal. Entre las actividades a cargo se encontraban los servicios comunales, la atención a los problemas sociales, a las empresas locales e industriales de carácter artesanal, el comercio minorista, los servicios gastronómicos y otras.
Organizaciones Políticas
El MR-26-7, el PSP y el Directorio Revolucionario 13 de Marzo, se mantuvieron cohesionadas en esta etapa de toma de medidas y cambios radicales necesarios para poder implementar el nuevo modelo económico social. Esta cohesión política logró la constitución de la Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI) en 1961. En 1963 se constituyó el Partido Unido de la Revolución Socialista (PURS), lo que significó un salto cualitativo en el proceso de formación de la organización de la vanguardia política del pueblo cubano. En las conclusiones del activo nacional del PURS, celebrado entre el 30 de noviembre y el 1ro. de diciembre de 1965, Fidel informó el cambio del nombre por el de Partido Comunista de Cuba, proceso que tuvo lugar en Guantánamo el 5 de diciembre.
Poder Popular
El 10 de octubre de 1976 surge la provincia Guantánamo, y el municipio homónimo. A partir de entonces con el proceso de institucionalización, se estructuran con mayor efectividad los procesos económicos y de servicios y se eleva considerablemente el número de instituciones para el desarrollo de la cultura, el deporte y la recreación.
Estrategia Económica
La política que siguió el municipio para el desarrollo económico a partir de 1985 en que se realizó el Primer Congreso del PCC se fundamentó en la orientación hacia la creación de la base técnico material del socialismo para el logro de la industrialización a través de inversiones dirigidas a incrementar los fondos exportables y de apoyo al desarrollo agropecuario. En el sector industrial se fortaleció la generación de electricidad, y crecieron las inversiones en nuevas industrias y en las ya instaladas. En este caso se pueden citar la sideromecánica, pesquera, alimenticia, ligera, industrias locales del sector de la construcción, industrias de materiales, el transporte y las comunicaciones.
Educación
Tarea de prioridad desde el mismo triunfo revolucionario. Se convirtió el cuartel en la escuela Rodolfo Rosell y se crearon nuevos centros educacionales, con prioridad a los círculos infantiles para garantizar la incorporación de la mujer a las tareas de la Revolución. La matrícula creció considerablemente por la obligatoriedad de la educación para todos los niños y adolescentes. Se fortalecieron otros niveles de enseñanza, incluyendo la universitaria, hoy con más de 40 años de existencia, con carreras que responden al desarrollo local sostenible.
Salud Pública
En este campo la Revolución realizó grandes transformaciones y ha tenido también éxitos extraordinarios. El programa de salud en el municipio va aparejado a las mejoras económicas y sociales, proceso que amplió la esperanza de vida al nacer a 74 años, de 55 que era en 1959. En el periodo comprendido de 1977 a 1978 el municipio contaba con 322 médicos, 100 estomatólogos, para un índice de 661 habitantes por médicos y 3 500 por estomatólogos, se incrementó el número de enfermeras de 257 que había en 1977 a 2 207 en 1988. La atención médica se incrementó con la presencia del médico de la familia, ya en 1987 el municipio contaba con 79 de ellos 29 en zonas rurales. También jugaron un papel importantísimo los centros de higiene y la contribución de los organismos de masas, lográndose reducir la mortalidad infantil a 12 por cada 1 000 nacidos vivos, en contraste con 1959, que era de 60. Las construcciones de instalaciones de salud pública mantuvieron un ritmo ascendente. Para orgullo de los guantanameros el 26 de Julio de 1985 el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz inauguró el Hospital General Docente Agustino Neto.
Viviendas
Después de aplicada en 1960 la Ley de Reforma Urbana, su efecto dejó en la población a miles de propietarios y otros que solo pagaban el 10 % del ingreso familiar. La Revolución desarrolló el programa para la construcción de viviendas, que amplió, a fines de los años 60 y en la década del 70, el reparto Caribe, y permitió la construcción del Rubén López Savariego (Reparto Obrero) y del Reparto Pastorita, entre otros. En el periodo de 1977 a 1987, se terminaron 16 753 viviendas, correspondientes a los sectores estatal, cooperativo y a la gestión individual de la población. Al aplicarse la Ley General de la Vivienda en coordinación con el Banco Popular de Ahorro y las organizaciones de masa recibieron sus títulos de propiedad los 5 843 usufructuarios onerosos y 10 239 ocupantes legítimos, para un total de 16 052 beneficiados por la aplicación de esta ley.
Cultura
La Revolución Cultural permitió crear las bases de una sociedad con la capacidad de enfrentar las transformaciones necesarias para hacer avanzar al país. Las instalaciones culturales, se convirtieron en centros importantes no solo para la recreación, sino también para la instrucción, ya que la política gubernamental asumió la necesidad de fomentar una cultura general masiva. Se ha dado atención a instalaciones culturales de importancia, tales como: el Parque La Confianza, el Museo Provincial, el Archivo Histórico Provincial Rafael Polanco, la Biblioteca Policarpo Pineda, la Galería de Arte, Casa de la Cultura, la Escuela Vocacional de Arte. Se cuentan también las salas de exposiciones, el Teatro Guiñol, los talleres literarios, el Coro Masculino, las librerías, entre otros. Conjuntamente con estas instalaciones se han creado asociaciones cuyo trabajo cultural con distintos fines, tienen el objetivo de promover los más altos valores humanos, enriquecer la vida del pueblo y participar activamente en la formación de las nuevas generaciones. Se cuentan entre ellas la Asociación Hermanos Sainz, la Unión de Escritores y Artistas, la Sociedad Cultural José Martí y la Filial de la Unión de Historiadores en Guantánamo. El municipio es rico en tradiciones folclóricas: la Tumba Francesa y el Changüí, ambas de mucho arraigo popular.
Deporte
En el municipio Guantánamo, el 19 de marzo de 1962 con la creación del INDER se promulgó una resolución que puso fin al profesionalismo y le dio un carácter masivo a la práctica del deporte y desde entonces fue significativo el resultado alcanzado en esta esfera. En el periodo de 1962-1975 se incrementaron las actividades atléticas y se crearon las infraestructuras que permitieron el desarrollo posterior. En 1975, se contabilizaban 52 áreas e instalaciones, para la práctica masiva del deporte. Cuenta el municipio con 584 atletas de alto rendimiento, desde los pioneriles hasta la primera categoría, que han aportado 752 medallas de oro, 508 de plata y 607 de bronce. La participación de Guantánamo en olimpiadas, campeonatos mundiales, copas del mundo, panamericanos y otras competencias de carácter internacional es destacada. A pesar de los efectos de la agudización del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los EE. UU y los duros años del Período Especial, el pueblo guantanamero continúa trabajando en diferentes esferas de la producción y los servicios, en defensa de su identidad y soberanía nacional.
Fuentes
- Alonso Coma, Ismael. Historia de Guantánamo. Editorial El Mar y la Montaña, 2018.
- Álvarez Conde, José. Arqueología indocubana. Junta nacional de Arqueología y Etnología, La Habana, 1956.
- Barreiro, José. Panchito. Cacique de Montaña, Casa de las Américas, 2016.
- Boti, Regino. Guantánamo. Breves apuntes acerca de los orígenes de esta ciudad. Ed. Oriente Santiago de Cuba, 1978.
- Centro de Documentación del CC del PCC. Cronología. 25 años de Revolución. Editora Política, La Habana, 1987.
- Colectivo de autores: Diccionario Enciclopédico Militar de Cuba. Ediciones Verde Olivo, 2001.
- Colectivo de autores: Frank en la Memoria. Editora Historia, La Habana, 2012.
- Colectivo de autores. Síntesis histórica del municipio Guantánamo, La Habana, Ed. Historia y El Mar y la Montaña, 2011.
- Colón, Cristóbal. Diario de navegación. La Habana. Comisión Nacional Cubana de la UNESCO, 1961.
- de Dios Noris, Marilis. Efectos de la presencia de los marines yanqui en la ciudad de Guantánamo. 1903–1952. Tesis en opción del título académico de Máster en Estudios Cubanos y Caribeños. UO, Santiago de Cuba, 2003. CDIP, Universidad de Guantánamo.
- Efectos de la presencia de los marines yanquis en la ciudad de Guantánamo (1903–1952). Tesis en opción a la categoría de Máster.
- Díaz Bardají, Vivian. Ideología y Movimiento Obrero en Guantánamo. 1888-1955. Inédito
- García González, Manuel y Vivian Díaz Bardají. Veteranos. Esperanzas y olvido. Editorial El Mar y la Montaña. Guantánamo, 2012.
- Guarch, J. El taíno de Cuba. Academia de Ciencias. La Habana, 1978.
- Guerra Bueno, Ladislao. El ferrocarril de Guantánamo. Editorial El Mar y la Montaña, 2010.
- Harrington, M.: Cuba antes de Colón. Con prefacio y comentarios de Fernando Ortiz “Historia de la Arqueología indocubana” Tomo II. Cultural S.A., 1935.
- Mateo Domingo, Alfredo. Historia de la División Político-Administrativa. (1607-1976). Concurso 26 de Julio. MINFAR, 1977.
- M. Dacal y M. Rivero de la Calle: Arqueología aborigen de Cuba. Editorial Gente nueva. La Habana, 1984.
- Pichardo, Hortensia. “Esbozo histórico de Guantánamo”, en Facetas de nuestra historia. Ed. l Oriente. Santiago de Cuba, 1989.
- Sánchez Guerra, José. Conflictos en Guantánamo 1959-1970. Inédito
- Soler Zunzarren, A. Guantánamo. Guía general. 1947.
- Hernández Barrientos, Iralvis. La composición social del Movimiento 26 de Julio en Guantánamo. La clandestinidad en el período 1955-1958. Tesis en opción a la categoría de Máster en Estudios Sociales. Escuela Provincial del PCC “Israel Reyes Zayas”. Guantánamo, 2008.