Cerro

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Este artículo trata sobre municipio cubano llamado Cerro. Para otros usos de este término, véase Cerro (desambiguación).
Cerro
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Municipio de Cuba
Ubicación Municipio Cerro
Ubicación Municipio Cerro
EntidadMunicipio
 • PaísBandera de Cuba Cuba
 • ProvinciaLa Habana
 • Fundación1803
Población 
 • Total129 080 hab.
Cerro2.jpg
Calle del Municipio Cerro

Cerro. Uno de los 15 municipios de La Habana, Cuba. Antiguamente fue barrio extramuro de la capital. Fundado en el año 1803. Comenzó siendo una estancia, luego un ingenio hidráulico azucarero, y más tarde una capitanía de partido que devino barrio de la ciudad.

Historia

La Historia del municipio se inicia con la presencia aborigen. Comunidades de tradición mesolítica, asentadas en el entorno del Río Almendares, cuyo nombre de Casiguaya responde al de una mujer de esa comunidad que prefirió en acto de rebeldía, suicidarse con los hijos en el río, antes que someterse al conquistador. El 8 de mayo de 1589, aparece la solicitud de Hernán Manrique de Rojas al cabildo de La Habana para establecer una estancia. Aquel otorgamiento, se convirtió en la primera unidad territorial que tuvo el nombre de El Cerro. Entre los siglos XVI al XIX, se construyen los acueductos abastecedores de la ciudad: la Zanja Real (1592), Fernando VII (1835) y Albear (1893). La Zanja Real, permitió el surgimiento de las primeras prensas o ingenios de azúcar, los molinos de rapé y otras ramas de la incipiente economía.

Después que a fines del siglo XVIII se mejoró el camino que conducía de la Puerta de Tierra hacia la esquina de Tejas y de allí hacia el oeste a Marianao y Vuelta Abajo, lo que aumentó el tráfico rodado por esa vía y dio lugar a que dos acaudalados propietarios nombrados José María Rodríguez y Francisco Betancourt, que poseían grandes extensiones de terreno, decidieran atraídos por la belleza natural de la zona, construir sus casas en el año 1803 en aquel lugar y fomentar un reparto residencial dividiendo la finca en lotes que comenzaron a vender a varias personas adineradas, las que no tardaron en construir allí sus residencias veraniegas.

En 1807 ya vivían suficiente cantidad de personas para que se construyera una pequeña iglesia de tablas y guano, que en 1843 ya estaba en ruinas por lo que se reemplazó por otra, de una sola nave, a la que se le dio el nombre de San Salvador del Cerro, en honor del Capitán General Don Salvador del Muro y Salazar, Marqués de Someruelos, quien no solo ayudó económicamente a la construcción de la iglesia, sino también favoreció el fomento urbano de la barriada.

Evolución histórica

La aristocracia colonial elige al Cerro como sede residencial permanente. Construyen sus “Quintas”; que hacen de la barriada un ejemplo de la arquitectura neoclásica en La Habana del siglo XIX.

La zona fue poblándose por la rancia nobleza y acaudalados, entre otros a saber:

  • El Excmo. Sr. Conde de Fernandina.
  • El Conde de Santovenia.
  • La señora Doña Leonor de Herrera.
  • El Conde de Lombillo.
  • El obispo diocesano Espada y Landa.
  • El Marqués de Esteva de las Delicias.

Decadencia

En los últimos veinte años del siglo XIX la burguesía dejó de construir en el Cerro, aunque en general conservó sus residencias familiares. En este periodo comienzan los cambios de uso de las grandes casas quintas, la casa de los condes de Santo Venia se convierte en un asilo de ancianos, la de O’Reilly y la de Leonor Herrera en centros de salud, entre otras que tienen igual destino. En cuanto a usos de suelo característicos, mientras que la Calzada de Monte, la parte más cercana a La Habana caracterizó su uso de suelo por la actividad comercial –fundamentalmente por la presencia de grandes almacenes en la planta baja con viviendas en la alta–, la Calzada del Cerro fue hasta el siglo XX eminentemente residencial, lo que se ve ratificado por el análisis de la estructura edilicia conservada.

El pasado siglo trajo la decadencia del Cerro como zona de asentamiento de la burguesía, la cual ya había comenzado a privilegiar desde fines del siglo XIX la zona del Carmelo y el Vedado, donde construyeron sus nuevas residencias hasta remplazar a principios del siglo XX la fama del Cerro como barrio de moda; se aceleró el cambio de las características de la población del Cerro, se favoreció la subdivisión de viviendas y el inquilinato, y las nuevas urbanizaciones que se desarrollaron en el territorio tomaron un carácter más popular, definiéndose nuevas barriadas habitadas por la clase media y por población obrera. Este poblamiento se ve estimulado por la instalación en el territorio de nuevas fábricas y el crecimiento de otras más antiguas, fueron importantes sus fábricas de fósforos, se hicieron famosos nombres como Crusellas y Sabatés, de jabonería y perfumería; Tívoli, Gaseosa y Materva Salutaris, Coca-Cola, de bebidas y licores; La Estrella, La Ambrosia, de dulces; entre otras.

Se regularizaron los nuevos trazados, cambia la lotificación de la vivienda que se reduce mucho en área, se establecen los códigos ecléctricos, y se encuentran ejemplos arte decó y art nouveau. La Calzada de Primelles constituye un interesante ejemplo de esta época donde la morfología urbana va a ser determinada por la clase media. A diferencia de las Calzadas de El Cerro y de Monte, Primelles fue una Calzada proyectada, por lo que tuvo que ajustarse a las reglamentaciones de las Ordenanzas de Construcción de 1861, el primer documento de este carácter específico que tuvo La Habana, constituyendo esta vía el eje central del reparto de Reyes –área también conocida por Las Cañas– aprobado por el Ayuntamiento en 1906. En las primeras décadas del siglo XX se desarrollan en el actual territorio, otros repartos como Patria, Santa Catalina, Palatino, etcétera.

El barrio conservó en las primeras décadas del siglo XX su empaque original, a lo que contribuía el ser aún residencia permanente de algunos apellidos aristocráticos; la conservación de su imagen tradicional sucedía no obstante las transformaciones en cuanto a uso de suelo, a la emigración de familias ricas –fundamentalmente al Vedado– y al crecimiento paulatino como hábitat del proletariado de que fue objeto, caracterizándolo por entonces como una zona en que se mezclaban las clases sociales.

A mediados del siglo XX ya el territorio evidenciaba los signos de la especulación del suelo, edificios modernos comenzaban a aparecer en el lugar de otros antiguos y muchas casonas eran sobreusadas como cuarterías; y a partir de los cambios políticos y sociales que sucedieron a la Revolución –en 1959– emigraron de allí casi la totalidad de las familias que aún permanecían en sus antiguos palacios familiares, los que cambiaron de uso o se tugurizaron. Sin embargo, El Cerro mantiene hoy una gallardía singular que hace que, a pesar de una falta de mantenimiento característica, que produce un avanzado deterioro, comprendamos que estamos en presencia de un lugar único en la historia de la arquitectura habanera. El Cerro posee su trama original, conservada en un tejido tradicional coherente; podemos asegurar que la arquitectura de ruptura de la Esquina de Tejas es la única agresión de importancia que nos impacta en su paisaje urbano. El viejo barrio, posee una fuerte identidad mientras muestra un número notable de edificaciones del siglo XIX, en las cuales, de seguro, se encuentran las raíces de una arquitectura propia; El Cerro nació en los momentos en que se gestaba nuestra nacionalidad y el criollo, mientras cimentaba su conciencia de cubano, conformaba el hábitat de una nueva ideología.

El territorio del actual municipio del Cerro se caracterizó desde su desarrollo inicial por el predominio de la función residencial pero es de destacar que contó también tradicionalmente con un desarrollo importante de funciones productivas, aunque estas en su mayoría no asociadas a la Calzada y fuera de los límites definidos por la Zona Protegida por La Ley de Monumentos.

Características

Demografía

EDADES
Total
Varones
Hembras
Total
129.378
61.310
68.068
0-4
5.198
2.762
2.436
5-9
6.742
3.488
3.254
10-14
7.153
3.580
3.573
15-19
8.562
4.341
4.221
20-24
8.740
4.418
4.322
25-29
6.948
3.576
3.372
30-34
8.107
4.100
4.007
35-39
11.186
5.523
5.663
40-44
13.071
6.287
6.784
45-49
11.300
5.323
5.977
50-54
7.497
3.480
4.017
55-59
7.611
3.379
4.232
60-64
6.779
2.970
3.809
65-69
6.280
2.734
3.546
70-74
4.921
2.113
2.808
75-79
3.806
1.452
2.354
80-84
2.781
984
1.797
85 y más
2.696
800
1.896

Extensión, limites y población

El municipio se encuentra en la parte noroeste de la provincia. Tiene un superficie total de 13,4 km2. Cuenta con más de 129 378 hab. Sus límites son: al norte con el municipio Plaza de la Revolución y Centro Habana, al este con Habana Vieja y Diez de Octubre, al Sur con Boyeros y al Oeste con Marianao.
A partir de la intersección de la Calle Infanta con la Avenida Salvador Allende (Carlos III) toma por Infanta con rumbo sureste excluyendo ambas aceras hasta la Calle Manglar; por la que toma hacia el este y por su borde sur hasta la Calzada de Monte. Por su borde oeste, con rumbo suroeste, hasta la Calle Matadero, sigue por esta con dirección al este, hasta la Calle Cristina. Toma por ella excluyendo ambas aceras, hasta la intersección con la Plazoleta de Agua dulce y Vía Blanca. Continúa por el eje de la Vía Blanca con rumbo suroeste hasta la trinchera de la línea del ferrocarril, por donde se extendió la Calzada de Vento. Toma por esta en su borde oeste con rumbo sur, hasta encontrar la línea del ferrocarril que llega hasta la Cubana de Acero. Sigue por la línea del Ferrocarril Central y por su borde oeste con rumbo sur, pasa por el Crucero Armada y la intersección con la
Avenida de Rancho Boyeros y la línea del Ferrocarril La Habana- Punta Brava. Llega por su borde sur, con rumbo al oeste, hasta el río Almendares por el que continúa con rumbo norte por ambas orillas siguiendo su cauce hasta la línea del Ferrocarril La Habana- Marianao. Continúa por la línea en su borde norte con destino al noreste, hasta la Avenida 26, continúa por esta excluyendo sus bordes hacia el sureste, hasta intersecar la Avenida de Rancho Boyeros. Continúa por esta rumbo noreste, pasa por la Calzada de Puentes Grandes, con el mismo sentido y por su borde este hasta la Avenida de Rancho Boyeros y de esta a la Calzada de Ayestarán. Sigue por esta rumbo noreste y por ambas aceras hasta la calle Infanta y Avenida Salvador Allende, punto de partida.
Los límites físicos de mayor extensión son, por tanto, la Vía Blanca, la Calzada de Vento, la línea del Ferrocarril Central, la ribera del río Almendares y la Calzada de Ayestarán.

Suelo

El suelo del municipio se fue formando principalmente por sedimentación marina en terrazas medias y altas suaves. Es común encontrar que su color sea pardo carbonatado mientras que su consistencia varía de semirrocosa a plástica. Al norte y centro, sus rocas se identifican con las formaciones de Vía Blanca, Peñalver y Alcázar. Litológicamente están compuestas de calizas coralinas organógenas y fragmentarias calizas arcillosas de mediana y alta dureza. Se hallan presentes en cierta medida también la caliza politofórmica, arena, arenisca calcárea, limo, ceniza y otros. El entorno de las riberas del río Almendares posee abundantes rocas calizas bióticas y biógenas del mioceno inferior correspondiente a la formación husillo. Se han detectado conglomerados brecosos constituidos por material vulcanógeno. El color es de gris oscuro hasta verdoso. Las areniscas aleurolitas y conglomerados del euceno inferior pertenecen ya a la Formación Capdevila. Más al este predominan los llamados depósitos aluviales del Cuaternario.

Hidrografía

El Cerro es de los municipios que cuenta con la presencia del mayor de los ríos de la capital: el Almendares. Los aborígenes le llamaron “Casiguaguas”, y en los primeros años de la colonización hispana “La Chorrera”; luego, definitivamente adoptó su actual nombre, por el Obispo Almendáriz, que, frecuentemente visitaba sus riberas. Del curso inferior del río, por donde estuvo el segundo asentamiento de la villa habanera se construyó el primer acueducto de la ciudad llamado Zanja Real. Para hacer eficaz el sistema se construyó la presa del “Husillo” que elevaba el nivel de las aguas en ese punto y permitía que el preciado líquido llegara por gravedad hasta La Habana Intramuros. El conducto era realmente una zanja excavada en tierra siguiendo por las zonas más altas posibles. Todo su primer tramo atravesaba por el territorio del actual municipio del Cerro así comos de sus ramales y acequias. Aún perdura una parte al descubierto de la Zanja Real en los patios de la empresa Abatur, al norte del Parque de Palatino. El tramo de la Zanja Real que existía por Atocha se canalizó a principios del siglo XXI como parte de las labores de saneamiento e higienización. Se conserva el histórico ramal que, partiendo de la calle Peñón, pasa por diversos traspatios, se le ve al descubierto, ya contaminado de albañales por las calles Domínguez y San Pablo. Existe también una conductora que vierte aguas negras al norte de los terrenos yermos de la Calle Pedro Pérez, cerca del Estadio Latinoamericano, forma una laguna donde evacuan sus residuales el sector de erradicación “El Platanito” que bordea los edificios altos Granma I y II. Durante la etapa colonial existieron al norte significativos arroyos: el de Chávez, Villarín, Matadero y el de Agua Dulce. Todos fueron suprimidos o canalizados soterradamente en el siglo XX. Existieron también zonas bajas, cenagosas, como la finca municipal “La Ciénaga” y los terrenos de manglares que fueran paradero de l os negros curros. Las aguas de la bahía originalmente penetraban la parte oeste de esta área muy baja, la que fue disecadamente convenientemente a los efectos de la urbanización. Al sur del municipio se halla el arroyo Orengo, que nace lejos, al oeste del Calvario, a cien metros de altitud y entra al Cerro luego de recibir desechos de los Altos de San Agustín, Santa Amalia y Naranjito. Su cañada, enmascarada en ocasiones, es de los más contaminantes del río Almendares.
Otro importante arroyo en la zona es el Mordazo, nace en las cercanías de la Avenida Camagüey y va nutriéndose de residuales crudos de origen doméstico a su paso por los repartos Martí, Antonio Maceo (Casino Deportivo) y Santa Catalina. Antes de tributar al río Almendares sus ya turbias aguas bordean el costado derecho de la Cervecería “La Polar” donde recibe otros desechos de albañales, más lúpulos, Cebada y hasta Sosa Cáustica.

Relieve

El territorio del Cerro precolombino tuvo varios “Cerros” significativos. Uno se hallaba cerca del Camino Real a Vueltabajo (Calzada del Cerro) y fue punto de referencia de los viajeros. Se le ubica por el Cine Maravillas y la Calle Peñón. Hipotéticamente pudo ser la causa del brusco giro que hace la Calzada del Cerro en la intersección con la de Palatino. Hay evidencias de que existieron otros cerros, incluyendo los que se convirtieron en canteras que abastecieron la construcción de los tanques de Palatino.

Todas las elevaciones fueron altamente modificadas por los trabajos de laboreo y urbanización; finalmente agotadas para obtener de ellas bloques e incluso adoquines para pavimentar no pocas calles de la ciudad. Otra antigua elevación fue la llamada “Loma de las Ánimas”, ubicada en las alturas de Infanta y Ayestarán por donde hoy se halla el Hospital Pediátrico de Centro Habana y donde existió un fortín del ejército español, luego transformado en el Hospital Las Ánimas.

El relieve del municipio en la actualidad ofrece una imagen de llanura ondulada. La constituyen terrazas mediana y altamente modificadas por la urbanización. Estas naturales escaleras oscilan entre dos y cuatro metros y ascienden gradualmente de norte a sur. La zona más elevada del municipio es el sureste, hacia las Alturas de Palatino.

Clima y precipitaciones

El clima se corresponde esencialmente con las características de las zonas más norteñas de la capital. Se le conceptúa de tropical con distribución en períodos de lluvia de mayo a octubre coincidente con una larga temporada de intenso calor, la otra etapa es de relativa sequía, desde noviembre hasta abril.
La precipitación media anual fluctúa en valores superiores a los 1 200 milímetros. El período lluvioso está muchas veces asociado a fenómenos meteorológicos que ocasionan precipitaciones convectivas. La media en el momento de más intensa lluvia se calcula en unos 1 700 milímetros mientras la media en el mes de mayor seca es inferior a los 900 milímetros. Por muy poco que llueva siempre se registra alguna precipitación así, la mínima absoluta es de 0,10 milímetros.


La temperatura media anual es de 24,6 0C; el mes más caliente es julio, con valores superiores a los 28 0C, mientras que el más frío históricamente es enero, con temperaturas que oscilan entre 21 y 22 0C.
Los vientos del norte traen constantemente brisas agradables que refrescan mientras los vientos del sur menos frecuentes son por lo general más violentos. El mes de abril nos acompaña con vientos secos persistentes, que a veces causan complicaciones en las redes técnicas aéreas de electricidad y telefonía así como en las torres del ICRT ubicadas por la Avenida de Rancho Boyeros. Pero si de afectaciones con vientos se trata nada peor que los fenómenos meteorológicos que frecuentemente nos invaden. La población del Cerro en el Siglo XIX se vio muy afectada por las inundaciones del río Almendares, penetraba en Puentes Grandes anegando la ciénaga y penetrando por la misma Calzada del Cerro.

Durante la república neocolonial este problema en parte se solucionó con la construcción de las redes técnicas fluviales y otras obras hidráulicas, pero fuertes huracanes como los de 1926 y 1944 causaron un gran impacto en la trama urbana. El Ciclón del 26 levantó de raíz una antigua Ceiba que había en Calzada del Cerro Y Palatino, derrumbó el frontón del Cerro Sport Club en la calle San Cristóbal y entre otros daños económicos destruyó la chimenea de la fábrica Sabatés.

El huracán de 1944 derribó el husillo de la presa “El Husillo” y obstruyó el aliviadero central que tenía el muro de contención, igualmente derrumbó la colonial casa de las compuertas de la Zanja Real. Desde entonces las mayores afectaciones fueron por problemas de inundaciones fundamentalmente en el nuevo Reparto Martí urbanizado sin que se construyera el alcantarillado para la evacuación de las aguas.

Después del triunfo de la Revolución fue labor priorizada de los órganos de la Defensa Civil la evacuación del reparto Martí, la comunidad Raúl Cepero Bonilla, La Guayaba y aparte del Casino Deportivo. En 1989 se ejecutaron obras de rectificación del río Almendares y a principios del Siglo XXI con relación a los arroyos Orengo y Mordazo, dando solución en gran medida al problema de las inundaciones causadas por fenómenos meteorológicos en las localidades del sur cerrense.

Desarrollo socio-económico

La república trajo al Cerro una nueva fisonomía urbanística y nuevos componentes sociales. La burguesía se traslada a otras zonas residenciales de la capital. Las mansiones se transforman en instituciones asistenciales, escuelas, viviendas (accesorias) y hospitales, creándose el Centro Benéfico Jurídico, para la atención médica de los trabajadores de ómnibus, gracias a la acción sindical y política de José María Pérez Capote, mártir del proletariado.


Numerosas y variadas fábricas son construidas.
El Cerro desde la creación de las prensas (primitivos ingenios azucareros de agua) a finales del siglo XVI inició la tradición industrial.

Durante los siglos XVII y XVIII se desarrollan también los molinos de tabaco y otras industrias movidas por la fuerza hidráulica.

En el Siglo XIX aparecen las dos primeras fábricas de fósforos y las colosas del jabón y perfumería Sabatés y Crusellas. Poco después se constituye la compañía “Nueva Fábrica de Hielo” que produjo las marcas de cerveza “Tívoli” y “La Tropical”.

Durante el Siglo XX el Cerro se convierte en una de las principales zonas de la industria habanera. Crece la industria del calzado, se establecen fábricas de refrescos y bebidas entre otras.
Pero las ciudades en la medida en que crecen tienden a desplazar sus industrias hacia las afueras, este principio haría que el Cerro fuera cediendo espacios productivos a favor de la población local y la urbanización.
El Cerro, por ejemplo, concentró en su territorio la mayor cantidad de fábricas de fósforos del país. Atendiendo al peligro de los incendios para las comunidades del territorio, entre otras razones, ya sólo queda en el municipio, la “Unión de Empresas Productoras de Fósforo”.
Hay otras industrias que no solo mantienen una centenaria tradición sino que la desarrollan como el caso de la Unión Suchel y sus empresas. Más del 50 % de la perfumería de la ciudad se produce en El Cerro con el aporte de entidades como: “Jayper” (Balaguer # 60) que garantiza, entre otros productos, la pasta dental “Perla”; “Suchel Lis” (Universidad # 72) que entrega los jabones “Nácar” y “Batey”, más otras muchas líneas; “Suchel Petroquimia, S. A (Balaguer s/n), productora de artículos de limpieza industrial y doméstica y “Suchel Tropical” (Balaguer # 60), creadora de numerosas líneas de perfumería y cosméticos, entre ellos “Diamante negro”, “Slik”, “Fantasía”, “Gol” y “Tropical”. Igualmente la antigua perfumería Mennen (Calzada de Buenos Aires # 480), se incorporó a la producción especializada y en gran escala de champú para la primera empresa mixta del país, la “Suchel Camacho, S. A. El peso fundamental de la economía del Cerro continúa siendo la producción industrial con casi el 70 % de la economía global del municipio.
Se estructura en 65 empresas, 27 unidades presupuestadas, 6 organizaciones estatales, 7 empresas mixtas, una sociedad mercantil, 3 uniones y 4 unidades presupuestadas en cálculo económico para un total de 1 104 establecimientos. Los ministerios de mayor representación son los de la industria ligera (MINIL), la industria alimentaria (MINAL), la industria básica (MINBAS) y la sideromecánica (SIME).
Entre los principales tipos de producción se encuentran:
• Jabonería y perfumería.
• Bebidas alcohólicas y refrescos.
• Pinturas de aceite y emulsionadas.
• Caramelos, galletas y confituras.
• Manteca de Cacao y aceite vegetal refinado.
• Envases y habilitaciones para el tabaco.
• Medicamentos.
Hay también producciones que, aunque no representan gigantescos volúmenes en valores tienen también un significado importante en el orden económico, incluso hasta social y político, como la fábrica de instrumentos musicales “Fernando Ortiz” (Pedroso # 30) o la Industria Deportiva (Santa Catalina y Primelles).
A nivel empresarial predomina ampliamente el sector industrial, seguido del comercio y la construcción. De las unidades presupuestadas los sectores que se destacan son: la salud pública y casi en la misma proporción, educación y ramas de la ciencia y técnica. En el caso de los establecimientos, el mayor número está relacionado con el comercio, seguido por la industria. A principios del siglo XXI ya no pocas empresas comenzaron a aplicar el Sistema de Perfeccionamiento Empresarial, mientras que otras se hallan en los diferentes pasos del proceso. La Comisión Permanente del Consejo de la Administración Municipal (CAM) que atiende economía, colaboración, relaciones internacionales y energía, chequea y controla la ejecución del presupuesto municipal, la producción mercantil y toda esta labor, tan compleja en estos tiempos como determinante para seguir venciendo.

Desarrollo Social

Salud

CONCEPTO
2003 2006
2008
Total
235
211
212
Policlínicos
4
4
4
Clínicas estomatológicas
3
2
2
Departamento estomatológico en policlínicos
3
3
4
Consultorio del médico de la familia
191
168
168
Hogares maternos
1
1
1
Hogares de impedidos físicos y mentales
2
2
2
Hogares de ancianos
1
2
2
Casas de abuelos
1
1
1
Banco de sangre
_
_
_
Sanatorio ¨ SIDA ¨ _ _ _
Clínicas de medicina nacional y tradicional
1
_
1
Unidad municipal de higiene y epidemiología
1
1
1
Farmacias
24
24
23
Ópticas
3
3
3

Hechos médicos relevantes
Fue en dependientes (hoy, hospital Diez de Octubre) donde, en 1907, se realizó por primera vez en Cuba y por segunda vez en América una sutura de corazón.
El doctor Bernardo Moas, primer cirujano de la clínica, se la practicó a un paciente que sobrevivió 18 días tras la operación, lo que se consideró todo un éxito dado el estado de la medicina y los recursos de que disponía el centro.
El proceder de Moas fue muy elogiado por los doctores Carlos J. Finlay y Joaquín Albarrán. Fue también en Dependientes donde funcionó, en 1958, el primer servicio de parto sin dolor que existió en Cuba. Lo introdujo el doctor José Ramón Fernández, ginecólogo y cirujano partero, luego de un viaje de estudios que lo llevó a EE.UU. y las principales capitales europeas.
Por el área de terreno donde se asentaba, "Covadonga" (Hospital Salvador Allende) era el mayor centro de salud de Cuba, superado solo por el Hospital Calixto García. Dependientes, sin embargo, aventajaba a "Covadonga" por el número de sus pabellones (25) y, por tanto, su capacidad de ingreso.
No todos los centros hospitalarios de la barriada eran de esas dimensiones. Los había pequeños, como la clínica "La Bondad", se ubicaba en el número 1263 de la Calzada y se le tenía como la decana de las casas de salud del país. Carecía de elevador convencional y se valían de un artefacto rudimentario para transportar a personas en estado grave, fracturados, operados y recién paridas desde el primer piso hasta el segundo y viceversa. Un cajón donde colocaban al enfermo y que era manipulado por un hombre gracias a una gruesa soga.

Deporte

Estadio del Cerro
El estadio de béisbol homónimo, donde se efectúan importantes juegos y campeonatos del deporte nacional, conocido por el estadio del Cerro fue inaugurado en 1946, y fue, durante la dictadura de Fulgencio Batista (1953-1959), escenario de protestas obreras y estudiantiles.
El 6 de agosto de 1960 se celebra en el estadio del Cerro la clausura del primer congreso latinoamericano de estudiantes, donde el comandante Fidel Castro, plantea la nacionalización de propiedades norteamericanas.
Desde entonces pasa a llamarse, "Estadio Latinoamericano", famoso por la cantidad de eventos deportivos nacionales e internacionales celebrados en el mismo. El estadio latinoamericano esta localizado en la ciudad de la Habana, Cuba. El estadio es conocido por los cubanos como el Coloso del Cerro y es un establecimiento de béisbol que goza de gran popularidad en la isla. En sus inicios, el establecimiento fue conocido como Gran Stadium de la Habana, dejo de llamarse así cuando deja de existir la pelota profesional cubana en el 1961. El estadio fue inaugurado luego de su construcción en el año 1946. Desde ese momento se convirtió en el estadio de pelota más importante de Cuba, desplazando de ese puesto al estadio Pedro Marreno, muy conocido como la Tropical. En muchas ocasiones el establecimiento ha sido el escenario de importantes eventos deportivos tanto nacionales como internacionales.

Cultura

Himno del cerro A finales del siglo XX, en Septiembre del 2000, el Ingeniero José López Santander, uno de los tuneleros comunistas del municipio, compuso, a solicitud de la Presidencia del CAM, el Himno Municipal. Se estrenó en la velada solemne del 8 de mayo del 2001, en la Asamblea Municipal del Poder Popular, efectuada en el Teatro del Instituto Superior de Cultura Física “Comandante Manuel Fajardo”. Fue interpretado por una veintena de pioneros de la Escuela Vocacional de Arte “Paulita Concepción”, entre los que se encontraba la prodigiosa voz de la niña Jenny Sotolongo. Una larga ovación, con toda la Asamblea de pie, dio recibimiento a este nuevo símbolo municipal. La marcha se titula “Viejo Cerro” y este es su texto:

Viejo Cerro tu historia está en tus calles,
Tienes hombres que han dado lo mejor,
Capital del mundo beisbolero,
donde brilla el stadium mayor.
Desde Tejas, Armada, Palatino,
Río Almendares y el Canal de Albear
de las aguas tú tienes la llave,
del Marqués y del Viejo Alacrán.
Viejo Cerro tu sangre es de obreros
Viejo Cerro tu sangre fue azul
por tu Zanja Real corrió vida
y das vida en cualquier hospital
viejo Cerro tu historia está en tus calles,
con Bruno Zayas tuviste un General,
y a José de la Luz y Caballero,
y con Carlos J.Finlay sus glorias nos dan.
Del Canal, Atarés y Villanueva
del Reparto Martí y Pilar
todo el Cerro eres una bandera
¡Por la Patria flamante pelear!
Viejo Cerro tu historia es presente,
diste todo al pelear por Elián
tus pioneros fueron combatientes,
y valientes son ¡al luchar!!.

Instituciones culturales

División político-administrativa

Símbolo Municipal

Patriota Insigne

Juan Bruno Zayas Alfonso, nace en el Cerro el 8 de junio de 1867; alcanza el grado de general de brigada a los 29 años; fue nombrado por Maceo sustituto del jefe de la fuerza invasora y a quien el generalísimo definiera como “el Agramonte de la época presente”.

Símbolos Municipales

La llave como símbolo, surge del proverbio “El Cerro tiene la llave”, que no fue más que el título de una guaracha homónima popularizada en 1949 por Arsenio Rodríguez y su conjunto. Refleja el orgullo y sentido de pertenencia de los cerrences por su barriada, no obstante, se ha fundamentado que el Cerro tiene varias llaves: la del agua, por poseer en su territorio los tres primeros acueductos históricos de La Habana (La Zanja Real y la Presa del Huesillo, el Acueducto Fernando VII y el actual Acueducto de Albear, siendo el municipio abastecedor de gran parte del agua de la ciudad), la de la perfumería, por ser el iniciador de esa industria y la del deporte, por las instalaciones e instituciones deportivas importantes que posee (Ciudad Deportiva, Estadio Latinoamericano, La Mariposa, la Universidad de las Ciencias de la Cultura Física y el Deporte Manuel Fajardo, las canchas de pelota vasca y otras). El Alacrán, representa la comparsa de igual nombre, que es propia del Cerro, pero además era la mascota del antiguo equipo beisbolero Almendares. El sombrero Bombín, por otra parte, es el elemento que distingue a la comparsa de los Marqueses de Atarés, representativa de las barriadas del Pilar y Atarés, mientras que el Tulipán, flor representativa de los jardines del Cerro en el siglo XIX, se mantiene como nombre de un pintoresco parque y de una avenida. El Acueducto de Albear representa a los 3 acueductos de la capital que forman parte del patrimonio de este municipio.

Citas

  1. ↑ Multimedia del Proyecto Identidad, CD3. PCC, Ciudad de la Habana. 2003.
  2. ↑ Multimedia del Proyecto Identidad, CD3. PCC, Ciudad de la Habana. 2003.

Fuentes