Calíctido
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Calíctidos. Gran familia de Peces ornamentales con características anatómicas muy precisas como la cabeza más grande que el resto del cuerpo, que se va estrechando hasta llegar a la cola, aplanado en la zona ventral, provisto de uno o varios pares de apéndices sólidos, el cuerpo plano en su parte inferior, mejor concebido para arrastrase sobre el fondo que para nadar en agua libre.
Sumario
Distribución Geográfica
América del Sur: cuenca del río Paraguay (Paraguay); ríos Itenez, Baures, Verde y Paucerna (Bolivia); ríos Beto y Guaporé (Brasil); río Paraná (Argentina).
Características distintivas
La protección de la piel está asegurada por unas auténticas placas óseas en vez de escamas (los alemanes les han dado el sobrenombre de Panzer). Poseen con un par de barbas a cada lado en la mandíbula inferior, y los ojos son grandes y móviles.
Este caparazón protector es muy evidente en Callichthys, de ahí que lo citemos a pesar de que la especie más conocida para el acuarista es el Corydoras.
Son los vedettes de la familia y se ha escrito mucho sobre ellos: algunas cosas ciertas y otras no tanto. Por ejemplo se ha dicho que consumen los desperdicios: es relativamente exacto en períodos de escasez, pero en otras circunstancias prefieren minutas gastronómicas tales como gusanos del fango. Son capaces de ir a buscarlos en el fondo, hundiendo en él toda la cabeza si es preciso. El problema es que mientras permanecen con la cabeza hundida dan fuertes coletazos levantando las impurezas. Alcanzan un tamaño de unos 5 cm.
Pues se dice que son peces limpiadores pero en realidad lo que hacen es que ensucian el acuario. En general presentan un defecto aún mayor: se dedican a nivelar los relieves que el acuarista ha preparado en su decoración. Como consecuencia de sus largos paseos a ras del suelo, transforman en una llanura rectilínea todas las pendientes.
No hay que sacar la consecuencia de que los Corydoras no presentan ninguna utilidad. A pesar de su aspecto poco atractivo, pronto se hacen simpáticos aunque no sea más que por sus posturas acrobáticas. Resultan muy divertidos cuando se colocan sobre una hoja y miran con su pequeño ojo móvil (carácter excepcional en los peces). En cambio, su única utilidad reside en el hecho de que esponjan el suelo liberando los excesos de comida que muchos acuaristas no pueden evitar de suministrar con una liberalidad inconsciente.
Sólo en este aspecto se les puede llamar “limpiadores”. Los Corydoras están dotados de un carácter apacible e ignoran olímpicamente a los demás habitantes del acuario, los cuales, a su vez, no les molestan en absoluto; sin dudas saben que, además de la coraza, los Corydoras poseen en sus aletas pectorales y dorsal tres temibles espinas. Pensando en estas defensas hay que tomar la precaución de poner una doble bolsa de plástico para el transporte. Esta bolsa no debe hincharse jamás con oxígeno puro: se corre el riesgo de accidentes gaseosos debido a que la facultad que poseen los Corydoras de deglutir el aire de la superficie.
Como el resto de Corydoras es un pez de cardumen, debiéndosele mantener en grupos lo más numerosos que nos sea posible. El acuario deberá tener suficientes zonas de sombra para todo el grupo, poco exigentes con el espacio podemos mantener un grupo de 5 individuos en un acuario de 40 litros.
Es conveniente que el acuario disponga de un sustrato de una granulometría fina y no abrasiva, a fin de que estos peces puedan escarbar a su antojo a la búsqueda de alimento, exactamente igual que hacen en libertad.
Coloración
El color de base en la región dorsal del cuerpo es ocre claro, que se aclara hacia el pedúnculo caudal, dónde se aprecia un tono gris-plateado. En la zona ventral la coloración es blanco-rosada, muy pálida y uniforme.
Esta especie presenta un reticulado marrón oscuro limitado a la cabeza, que se extiende hasta el comienzo de la aleta dorsal. En ocasiones el reticulado toma el aspecto de punteado, con máculas de 1 ó 2 mm. Las aletas son ocre-claras, translúcidas y sin punteado. Por su coloración moteada puede ser confundida con Corydoras similis, pero ésta si presenta puntos en la aleta dorsal, aunque muy poco marcados, y el moteado es en general más uniforme y de algo mayor tamaño.
Comportamiento
Extraordinario. Al igual que resto de miembros de la familia, ignoran completamente al resto de habitantes del acuario. Permanecen la mayor parte del día descansando a la sombra aumentando la actividad a las horas de la comida y por la noche.
Alimentación
En libertad se alimentan de gusanos, crustáceos e insectos. En cautividad son Omnívoro aceptan cualquier tipo de alimento que encuentren sobre el sustrato. Habida cuenta de sus hábitos alimenticios deberemos asegurarnos de que les llega comida suficiente, para lo cual podemos complementar su dieta con pastillas específicas para peces de fondo. Admite alimentos comerciales como larvas de mosquito, escamas, gránulos que lleguen al fondo, artemia, etc. Es recomendable variar la alimentación.
Reproducción
Es muy curiosa, pero no es posible más que para un acuarista experimentado y, concretamente, con la especie Paleatus.
Condiciones para la reproducción
Conviene utilizar un acuario de 50 cm conteniendo de 25 a 30 cm de agua, provisto de plantas con hojas duras (anubias, sagitaria, vallisneria). Puede también instalarse un sistema de filtración discreto debajo de la arena, sobre todo si se producen sedimentos en el suelo. Preferentemente, el agua debe tener un pH de 7,2 a 7,6 y una temperatura de 26 ºC. La dureza es indiferente.
En este acuario se introduce una pareja o (según Sterba) dos machos y una hembra (ésta se reconoce, caracteres diferenciales aparte, por la aparición de unas manchas rojizas en el vientre, en el momento en que está lista para efectuar la puesta). La alimentación deberá consistir en presas vivas: con preferencias gusanos de fango o tubifex.
Ligeras variaciones de temperatura y débiles aportes de agua nueva ayudan muchas veces a provocar la puesta. La proximidad de esta última se pone de manifiesto por una marcada agitación que sustituye a la actitud pacífica habitual. Esta agitación se produce escalonadamente a lo largo de dos días o incluso más tiempo durante el cual suceden las persecuciones seguidas de las caricias de los bigotes del macho sobe el lomo de la hembra.
Incubación de los huevos
El acoplamiento tiene lugar estando la pareja en el fondo: la hembra recoge entre sus aletas pelvianas los pocos huevos puestos en cada “abrazo” y los deposita entre las plantas o sobre las paredes del acuario. El largo proceso se prolonga hasta la puesta total. Como cosa curiosa se señala que la hembra transporta la esperma fecundante con ayuda de la boca y parece ser que la deposita en los lugares seleccionados antes de adherir los huevos, que son blancos y bastantes grandes.
Nacimiento de los alevines
La eclosión tiene lugar al cabo de tres días –por lo menos- llegando a nacer hasta 250 alevines. Inicialmente deberán alimentarse mediante infusorios o artemias. Cuando alcanzan el tamaño de 1 a 3 cm, los Corydoras pasan por una fase durante la cual son muy sensibles a los cambios del medio, produciéndose casos de no adaptación frente a cualquier alteración brusca. En cambio, superada esta fase, los Corydoras se muestran muy resistentes, llegando a vivir hasta siete años.
Nota
Existe la errónea creencia, alimentada por vendedores poco profesionales, de que los Corydoras se alimentan de desperdicios. Nada más lejos de la realidad, son peces que requieren el mismo tipo de alimentación que cualquier otro pez, y jamás se alimentarán de ningún desperdicio.
Enlaces externos
- Web de las mascotas
- El Acuario
- Acuarios a mano
- Acuarios desde Costarica
- Atlas portal Pez
- acuariopasion.com/ Pasión por el acuario
- elacuarista.com/ El Acuarista
- alquimistadeacuarios.com/ El Alquimista de Acuarios
- argentinawarez.com/ Argentina Warez
- El Doctor Pez
Fuentes
- Favré, M. Henri. El Acuario. Editado por: Ángel Sánchez Sabas. 1era Edición 1974. 2da Edición 1978. Editorial Científico - Técnica, 1978. Ciudad de La Habana. 387 p. Imprenta Combinado Poligráfico "Osvaldo Sánchez". Impreso en Noviembre del 1978 “Año del XI Festival”. ISBN 978-959-08-1039-8
