Comanches (etnia de Norteamérica)

Comanches
Señores de las Llanuras
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Mapacomanche.jpg
Extensión aproximada del “Imperio Comanche”
Información
Periodo histórico1700-1850 Imperio Comanche, en adelante: Nación Comanche
Raíz étnicaShoshones
IdiomaComanche, inglés
Principales ciudadesLawton
RegiónEE. UU. (Oklahoma, Texas, Nuevo México, Colorado, Kansas y todo el norte del México actual.

Comanches: Los Comanches, conocidos en su mejor momento como los Señores de las Llanuras fueron una gran tribu de nativos de Norteamérica. Establecieron su domino en el territorio que actualmente abarca el sudoeste de Estados Unidos y el norte de México. Dominaron a las tribus que habitaban esa región y resistieron todo tipo de embates de los imperios británico y español, y de las incipientes naciones de Estados Unidos y México. Su dominio, llamado por los españoles La Comanchería, fue próspero hasta algo más de mediados del Siglo XIX.

Nación Comanche

Esta tribu americana, nativa de las Grandes Llanuras, se estableció en el territorio que actualmente está ocupado por parte del este del Nuevo México, el sureste del río Colorado, el suroeste de Kansas, el oeste de Oklahoma, la mayor parte del noroeste de Texas y el norte de Chihuahua.

En el presente el pueblo comanche es reconocido federalmente como la Nación Comanche, y tiene su sede de gobierno en Lawton, Oklahoma.

La Nación Comanche tiene 15 191 miembros aproximadamente, 7 763 de los cuales residen en el área de jurisdicción tribal de Lawton, en Fort Sill y en áreas circundantes del suroeste de Oklahoma, el resto vive fuera de la nación.

La Danza Anual de Regreso Comanche se celebra en Walters, Oklahoma a mediados de julio. Sólo alrededor del 1% de los comanches actuales hablan el idioma de sus ancestros.

El nombre "Comanche" proviene del nombre que los indios Ute usaban para denominarlos: kumantsi (enemigo).

Etimología del nombre

Los comanches y los utes compartieron el mismo origen geográfico y sus lenguas pertenecen al grupo númico. Los utes llamaban a los comanches kumantsi, que traducido al español es “enemigo”, adversario, o “los que luchan contra mí” y también les llamaban «hombres del sudeste con grandes pies», ya que como los siux los comanches tenían la costumbre de calzar grandes mocasines de cuero que fabricaban ellos mismos.

Paraibo, Jefe comanche

A los comanches les gustaba llamarse a si mismos nʉmʉnʉʉ, cuya raíz fonética es nʉm (ser humano), y se traduce como pueblo, gente, o personas.

En la lengua de signos utilizada por los diferentes grupos étnicos de las Grandes Llanuras a los comanches se les conoce como «serpientes» (palma de la mano derecha hacia abajo, dedos unidos, movimiento ondulante del brazo).

Los españoles castellanizaron kumantsi como comanche.

Historia

Los comanches proceden de pueblos hablantes de lenguas uto-aztecas originarios del desierto de la Gran Cuenca, el lugar mitológico al que los aztecas llamaban Aztlán.

Sus ancestros, los shoshones, iniciaron una migración al sur en los primeros siglos del segundo milenio y se establecieron entre los ríos South Platte y Yellowstone, en la vertiente occidental de las Montañas Rocosas, al borde de las Grandes Llanuras, donde se convirtieron en cazadores nómadas, principalmente de bisontes, a los que acompañaban a pie durante los desplazamientos de las manadas, transportando su indumentaria en travois(aparejos tirados por perros), y viviendo en ligeras cabañas cónicas hechas de piel llamadas tipis.

A finales del siglo XVII los apaches llegaron también a las llanuras centrales y comenzaron a poblar los valles fluviales del territorio, los shoshones entonces se dividieron en dos grupos; el más grande se dirigió al norte, siguiendo a las manadas de bisontes a través del valle del río Yellowstone, y un grupo más pequeño se dirigió al sur y dio origen a los comanches.

La tribu tuvo contacto con los españoles por primera vez en 1706, cuando junto a los indios Ute planeaban atacar Taos, un poblado de Nuevo México.

Los españoles ya tenían contacto con los Ute por lo menos desde 1675 y conocían a los kumantsi de oídas.

Los comanches se unieron a los utes en las guerras que estos mantenían contra los indios pueblo y navajo, a cambio, obtuvieron caballos y acceso a las redes comerciales, lo que les permitió adquirir armas modernas y diversos utensilios de metal.

Utes y Comanches comercializaban sus prisioneros como esclavos en las zonas fronterizas con las colonias españolas.

Además de los prisioneros de batallas frontales, incursionaban en territorio navajo y pawnee solo en busca de cautivos. Arremetían sobre todo contra los apaches jicarilla y apaches carlana que resultaban presas fáciles y en gran número terminaban como sirvientes en las mansiones coloniales, o como esclavos en las minas del Reino de Nueva Vizcaya y en Zacatecas, o incluso exportados como tales hacia Cuba.

Guerras Comanches

Guerra para expulsar a los apaches de las Grandes Llanuras(1720-1725)

En el año 1720 los comanches, fortalecidos por la posesión de caballos y armas nuevas comenzaron a atacar a los indios apache, que asentados en pequeñas comunidades agrícolas diseminadas por los valles fluviales de la zona sur de las Grandes Llanuras mantenían el control casi total del territorio.

Los comanches los desplazaron cada vez más al sur, e incapaces de resistir, los apaches, se refugiaron en masa en Santa Fe y en Taos, Nuevo México, donde por primera vez se ofrecieron a los españoles para su conversión al cristianismo a cambio de protección.

En noviembre de 1723 los apaches, victimas de devastadores ataques de los comanches, enviaron una comitiva a Santa Fe ofreciendo su sumisión y conversión religiosa, a cambio de protección en la aldea de La Jicarilla, a orillas del río Canadian. En enero de 1724 los comanches atacaron la aldea y exigieron la entrega de todas las mujeres y los niños y convirtieron al Canadian en la nueva frontera meridional de comanches y utes.

Tres guerreros comanches en las Grandes Llanuras

España concluyó que cualquier expansión sería insostenible en vista de la precariedad de los recursos disponibles en ese momento en territorio americano, insuficientes incluso para consolidar el dominio de los territorios ya adquiridos, por lo que los comanches se expandieron por las grandes llanuras y tomaron control de las mismas.

Cuadro del pintor George Catlin expuesto en el Museo Smithsoniano de Arte Americano, Washington D. C. En el cuadro se recrea una cacería comanche de bisontes usando la lanza.

Dueños de las Grandes Llanuras, sus manadas de caballos crecieron tanto que podían usarlos hasta como animales de carga en las travesías, lo que les permitió tipis y aparejos más grandes, y en consecuencia mejores condiciones de vida. Por esta época se hicieron conocidos por sus grandes cacerías de bisontes, en las que en una sola de ellas mataban entre 200 y 300 animales. La carne que generaba esta matanza alcanzaba para un largo periodo ya que se guardaba casi toda salada. Nunca mataban más de lo que necesitaban por lo que las manadas lograban reponerse. Las cacerías eran realizadas en caballos especialmente entrenados para hacerlo y se mataba a los bisontes usando como armas sus grandes arcos y largas lanzas. La carne y el cuero de los bisontes la comerciaban con los indios pueblo en los poblados de Taos y Chama en Nuevo México. Comercializaban también tan elevado número de esclavos que se les autorizó a establecer aldeas en la frontera y se instituyó la notificación a las autoridades del pago por «rescates».

Cuadro del pintor George Catlin expuesto en el Museo Smithsoniano de Arte Americano, Washington D. C. En el cuadro se recrea una cacería comanche de bisontes usando el arco.



Guerra contra los indios osage(1740-1762)

Una vez fortalecidos económica y demográficamente y aliados casi siempre con los ute, los comanches reanudaron sus guerras contra los indios jicarilla y otras tribus apaches de la zona norte del Llano Estacado, al sur del río Cimarrón(actual estado de Arkansas). Los apaches se refugiaban en Santa Fe de Nuevo México, Taos, Picurís, Pecos, y Galisteo.

Los españoles no intervenían en estas disputas pero prohibieron el comercio con los comanches a lo que estos respondieron con devastadores ataques al territorio norte de Albuquerque.

En 1747 Joaquín Codillos y Rabal, gobernador de Nuevo México desde 1743 hasta 1749, organizó una expedición punitiva con más de quinientos soldados que dio muerte a ciento siete comanches e hizo doscientos seis prisioneros, además de tomar un botín de casi mil caballos.

Este importante golpe español fue contundente para los comanches que también enfrentaban a los pawnees y a los poderosos osages que incursionaban constantemente hasta el corazón mismo de su territorio, por lo que se aliaron en 1746 con los taovaya, indios wichita, también desplazados de sus territorios por los osages. Los taovaya mantenían un activo comercio con los franceses de Luisiana e Illinois a los que comenzaron a suministrar caballos, pieles de bisonte y esclavos apaches provenientes de sus nuevos aliados que a cambio obtenían productos vegetales, armas, municiones y utensilios de metal.

Armados con mosquetes franceses y flechas con punta metálica, representaban una amenaza de primer orden para los españoles, que se vieron obligados a suspender las restricciones comerciales que desplazaban cada vez más a los comanches hacia los franceses. En 1748 se les volvió a permitir la entrada en las ferias de Taos y Tomás Vélez Cachupín, siguiente gobernador de Nuevo México, consideró una de sus prioridades conseguir un acuerdo de paz con los comanches.

En 1751 trescientos comanches atacaron Pecos y Cachupín los persiguió hasta un desfiladero estrecho y sin salida de Llano Estacado donde sus hombres mataron ciento doce indios y apresaron treinta y tres. Desde una posición de fuerza Cachupín tuvo la oportunidad de iniciar conversaciones de pacto, las que inició liberando a los prisioneros con ofrendas de paz.

Los comanches convocaron un gran consejo que dio como resultado el primer tratado de paz que firmaron con una potencia colonial europea. El acuerdo resultó muy favorable para ellos ya que, a cambio de la devolución de los rehenes españoles y del compromiso de terminar con los asaltos, fueron reconocidos como una nación soberana con dominio hasta las llanuras del río Rojo y obtenían derecho a comerciar, sin restricciones y bajo protección de las autoridades, en las ferias de Pecos y Taos (lo que en este último caso incluía los «rescates»).

Guerreros comanches en posición de combate

Un año antes se habían aliado con los taovayas y los pawnees skidi y chauy y todos juntos realizaron un ataque contra los osages, en el que mataron treinta y dos de sus jefes. Con esta victoria los comanches alejaron definitivamente a los osages de las llanuras y su frontera común quedó establecida en una zona neutral, sobre el cauce medio de los ríos Arkansas, Cimarrón y Canadian, que ambas tribus evitaban y que seguía existiendo en la década de 1830 cuando llegaron hasta allí las primeras tropas estadounidenses.

Las nuevas alianzas que hicieron los comanches los separaron definitivamente de los ute ya que los intereses de ambas tribus habían comenzado a divergir y a esto se le sumaron disputas por el acceso a los mercados de Nuevo México, cuya gravedad motivó incluso que Cachupín advirtiera a su sucesor, Francisco Antonio Marín del Valle, de que debía regular el acceso indio a las ferias de Taos.

Martín del Valle en cambio prohibió que se les vendiera todo tipo de armamento, sementales, yeguas de cría y asnos, además de formar contra ellos una coalición de utes y apaches. Los comanches reanudaron sus incursiones de saqueo en Nuevo México, pero siguieron presentándose en las ferias de Taos, en muchas ocasiones con ganado robado, alegando que los asaltos eran responsabilidad de otras bandas.

En la feria de Taos de 1760, los españoles exhibieron veinticuatro cabezas de saqueadores comanches a lo que sus compatriotas respondieron con una incursión devastadora que dejó asolada la región circundante.

En la próxima feria regresaron para pedir rescate por los prisioneros que habían tomado un año atrás, pero uno de los niños se negó a ser devuelto y el gobernador Manuel Portillo Urrisola lo apresó junto con los negociadores y con la colaboración de los utes atacó a los comanches. Los utes atacaron su campamento y les arrebataron unos mil caballos y mulas y trescientas mujeres, Del Portillo por su parte persiguió a los guerreros y mató a unos cuatrocientos guerreros, según su propio informe.

En 1762 Cachupín volvió al cargo y reestableció los privilegios comerciales de los comanches a cambio del compromiso de estos de no atacar y saquear en lo adelante los poblados de Nuevo México.

Los utes sin apoyo español tuvieron que retirarse a las montañas y limitar su comercio con Nuevo México a la zona del río Grande.

Guerra por la conquista de las llanuras de Texas (1752-1780)

A mediados del siglo XVIII dio inicio otra gran expansión comanche, que puso bajo su control casi la totalidad de las llanuras de Texas, con lo que la extensión de la Comanchería superó los cuatrocientos mil kilómetros cuadrados.

En el territorio de Texas había aproximadamente un millón de caballos salvajes y muchos emplazamientos pobremente defendidos y dispersos lo que les facilitaban rápidas incursiones de saqueo, cuestiones por las que a los comanches les interesaba su control, además de que el movimiento hacia el sur los aproximaba a las márgenes del Río Rojo en Misisipi, a donde los franceses habían desplazado gran parte del comercio con los taovaya, ante la presión de los osages.

Poco más de medio siglo después de su llegada a las Grandes Llanuras, los comanches dominaban un extenso territorio, rico en caballos, ideal para la caza y rodeado de zonas agrícolas, que era además eje central de importantes rutas comerciales. Al norte, el río Arkansas marcaba la frontera donde el clima iba haciendo progresivamente más difícil la cría de caballos, por lo que las tribus del norte dependían de los comanches para abastecerse de animales y se fueron incorporando a su red de intercambio pueblos como los pawnees, cheyennes, kiowas, poncas, kansas o iowas.

Reconstrucción de un atuendo comanche con plumas de águila real, su traje de guerra, expuesto en el Museo de la Nación Comanche, en Lawton, Oklahoma

Los comanches seguían comerciando además no solo con Nuevo México en Taos y con los mercaderes franceses, que ahora esquivaban las restricciones y controles de la Luisiana española, sino también con contrabandistas británicos que operaban a través de la frontera del río Misisipi con intermediarios taovayas, o bien con mandanes e hidatsas, indios procedentes de Canadá.

Nuevo México y Texas se convirtieron realmente en la periferia del centro de poder comanche donde, podían exigir el cumplimiento de sus propias condiciones y declarar la guerra o saquear si no se cumplían.

Alentados por su poderío los comanches ampliaron sus fronteras atravesando las Montañas Rocosas e internándose en territorio ute, a los que ya no tenían por aliados dado que estos habían buscado la protección de España. En 1776 comanches yamparika habían establecido sus rancherías en el valle del Río Green a seiscientos kilómetros aproximadamente de La Comanchería, en territorio del que habían expulsado a los utes, quienes habían tenido que replegarse hacia el oeste, hacia la zona del lago Utah, donde vivían en precarias condiciones.


En el sudoeste también ganaron territorio desplazando a los apaches mescalero, que estaban establecidos en la zona del nacimiento del río Colorado y en puntos tan meridionales como la Sierra Blanca o los montes Organ, movimientos que vaticinaban incursiones más osadas hacia lo profundo de México.

Imperio Comanche

Durante el siglo comprendido entre 1750 y 1850 los comanches fueron el grupo dominante en el sudoeste del actual territorio de los Estados Unidos y el norte de México. Las extensas praderas que conquistaron eran llamadas por los españoles “La Comanchería” y dada la gran extensión del territorio que regentaron (más de cuatrocientos mil kilómetros cuadrados) actualmente su gobernación es llamada Imperio Comanche.

Enfrentados a los puestos fronterizos de los españoles, mexicanos y estadounidenses en la periferia de Nuevo México, Texas, Louisiana y México, trabajaron para mejorar su propia seguridad, prosperidad y poder. Los comanches usaron su poder militar para obtener suministros y mano de obra de los estadounidenses, de los mexicanos y de otros indios mediante saqueos, tributos y secuestros.

Aunque sostenido por la violencia, el Imperio Comanche era principalmente una organización económica que hacía uso de dicha violencia para extender la compleja red comercial mediante la cual controlaban el comercio a larga distancia y por consiguiente el territorio.

En el trato con sus vasallos indios los comanches extendieron su lenguaje y su cultura por toda la región mientras forjaban alianzas con unos u otros según conviniese mejor a sus intereses del momento. A lo largo de todo su periodo de dominio sus intereses estuvieron centrados principalmente en la guerra contra los apaches, sus eternos enemigos y fuente habitual de su comercio de esclavos, cautivos y rescates. El imperio tocó a su fin cuando las epidemias de viruela y cólera introducidas por los europeos a partir de 1840, diezmaron a sus individuos hasta menos de la mitad de la población total. Por otro lado la disminución abrupta de la población de bisontes por la caza excesiva de los cazadores angloeuropeos y de ellos mismos dado el pico poblacional que habían alcanzado los privó en gran medida de su principal fuente de alimentos y ambas causas determinaron su ocaso.

Tras la epidemia de cólera de 1867 y el comienzo de las hostilidades con el gobierno estadounidense la población comanche había disminuido de 45 mil a unos escasos 8000 individuos.

Religión

La religión comanche concedía especial importancia a las experiencias visionarias, que los individuos fomentaban deliberadamente en situaciones de aislamiento y privación. Tenían la creencia de que los espíritus de los animales favorecían a determinadas personas y les prestaban ayuda y que los espíritus protectores habitaban en las rocas y se manifestaban en los relámpagos.

Rancherías

La unidad social básica comanche era un grupo formado por una o varias familias a las que los españoles llamaban «rancherías», en ellas se agrupaban desde una hasta varias docenas de familias emparentadas entre si que podían alcanzar varios centenares de miembros. Su tamaño dependía del pasto disponible para sus manadas de caballos, de la movilidad que podían alcanzar para seguir las manadas de bisontes y de la fuerza que representaban para defenderse en caso de ataques enemigos.

Paraibo

El control o jefatura de las rancherías recaía en un solo hombre, alguien con autoridad moral y destreza como cazador y guerrero, que generalmente lograba acumular propiedades y riquezas con las que hacía muestras de generosidad en la comunidad.

A este jefe lo llamaban: paraibo y lo auxiliaban en su gobierno un grupo de adultos.

Al puesto de paraibo no se ascendía por herencia si no por méritos.

Uno de los principales atributos de estos jefes debía ser su disposición para compartir sus bienes propios en época de necesidad y la facilidad para establecer nexos con otras familias.

En algunas rancherías existía un Paraibo especial para dirigir las acciones de guerra.

Poliginia

En la sociedad comanche era una práctica tradicional que los hombres tuvieran en ocasiones hasta cuatro esposas, y a medida que se fortalecieron como imperio llegaron a tener hasta más de diez.

Familia comanche típica: Un guerrero, cuatro esposas y dos de sus hijos

La constante beligerancia de los comanches disminuía la población masculina lo que aunado al hecho de que necesitaban abundante mano de obra para la caza del bisonte y el pastoreo de sus grandes manadas de caballos se convirtió en la principal causa de la poliginia del grupo.

Mujer comanche mostrando a su bebé en la funda de cuero en que los mantenían en la espalda durante sus labores cotidianas

La posición social de las mujeres comanches, conocidas por los trabajos tan duros que realizaban por encima del trabajo doméstico habitual, tales como el cuidado de las manadas de caballos, el curtido de las pieles y el curado de la carne de los pesados bisontes, la carga de toda la utilería y las viviendas, era similar casi al de los esclavos.

Solo la primera esposa del paraibo, tenía algo de autonomía, ya que gobernaba al resto de las esposas y a los demás esclavos.

Esclavitud

Desde mucho antes de entrar en contacto con los españoles y franceses los comanches hacían esclavos de sus prisioneros, dado precisamente como en el caso de la poligamia, por la necesidad de mano de obra imprescindible para sostener su estilo de vida. La práctica de la esclavitud y el tráfico de esclavos en la sociedad comanche alcanzaron su mayor auge a finales del Siglo XIX cuando los mercados de esclavos de Santa Fe de Nuevo México y la Louisiana francesa ofrecían grandes oportunidades económicas con su comercio.

Idioma

El idioma comanche pertenece, junto al shoshone y al panamint, al subgrupo medular de las lenguas númicas, una de las ramas de las lenguas uto-aztecas. Solo el uno por ciento de los comanches que aún subsisten en Estados Unidos habla todavía estas lenguas, muy parecidas entre si, pero con significativos contrastes fonéticos. Durante el esplendor de La Comanchería el idioma comanche fue prácticamente la lengua que se utilizaba en todo el sudoeste de las Grandes Llanuras. A modo de curiosidad en lengua comanche haits significa: amigo y tʉbitsinahaitsInʉʉs: amigo verdadero.

Demografía

Unos pocos años después de establecida la jerarquía comanche en las Grandes Praderas norteamericanas el brigadier Pedro de Rivera y Villalón inspeccionando las fronteras de La Comanchería observó que la población máxima en aquellos momentos(1724 -1728) oscilaba alrededor de unos 1500 individuos.

Niña comanche de una Reserva India de Oklahoma

A mediados del siglo XVIII se calcula que la población ascendía a unos diez o quince mil individuos, y para 1780 antes de que se extendiera una epidemia de viruela, la población rondaba en algo más de cuarenta mil personas, superior a toda la población española de las colonias de Santa Fe de Nuevo México y Texas. Entre 1820-1840 se estima que la población comanche oscilaba entre veinte y treinta mil habitantes Su mayor pico poblacional alcanzó los 45 mil miembros.

Comanches actuales

Actualmente la Nación Comanche está compuesta por aproximadamente unos 10 mil individuos, de los cuales la gran mayoría se encuentra establecida en Oklahoma, y el resto en Nuevo México, Texas y California.

Su sede de gobierno radica en Lawton, Oklahoma.

Su ámbito jurisdiccional se encuentra en los condados de Comanche, Caddo, Cotton, Grady, Jefferson, Kiowa, Stephens y Tillman en el estado de Oklahoma.

La pertenencia a la tribu requiere una cantidad de sangre de un octavo(un bisabuelo).

El presidente tribal en funciones en 2016 fue Johnny Wauqua, quien reemplazó al anterior presidente Michael Burgess.

Jusgado Comanche del Condado de Oklahoma

La tribu opera sus propias autorizaciones de vivienda y asuntos relacionados con las matrículas tribales de los vehículos. Poseen diez estancos tribales y cuatro casinos.

En 2002, la tribu fundó el Instituto de la Nación Comanche, un colegio tribal que radica en Lawton.

En julio, los comanches de todo Estados Unidos se reúnen para celebrar su herencia cultural en Walters, Oklahoma, en el festival anual “De regreso a casa Comanche”. La Feria de la Nación Comanche se celebra cada mes de septiembre. Los aproximadamente 15 mil comanches que viven en el suroeste de Oklahoma viven orgullosos de su herencia cultural.

Bailarines Comanches durante la realización del festival anual “De regreso a casa Comanche”

Por varias décadas del siglo XIX, guerreros a caballo con armas prehistóricas dominaron las tierras estadounidenses durante la colonización del oeste de Texas y otras áreas cercanas de las planicies del sur del país, aterrorizando a otras tribus así como a los colonizadores blancos. Crearon su propio imperio y fueron llamados Señores de las Llanuras. Hoy, ya no pelean con sus vecinos pero están orgullosos de su herencia cultural, ya no hacen la guerra, pero se conectan con sus tradiciones, fábulas, y colorido pasado con danzas y cantos en encuentros anuales en sus reservas.

Datos curiosos

  • En la mañana del 19 de mayo de 1836 los comanches atacaron Fort Parker, cerca de Waco, Texas, un pequeño poblado fortificado y arrasaron con todo. Solo dejaron con vida a los niños mayores, a los que podían trasladar caminando para verderlos al crecer como esclavos. Entre los cautivos iba Cynthia Ann Parker, una niña de 9 años que se adaptaría a vivir como una de ellos y se convirtiría en la única esposa de Peta Nocona, joven jefe de una de las tribus de la nación comanche, con el cual tiene 3 hijos: dos niños( Quanah y Pecos), y una niña(Topsana-Flor de las Praderas). Durante 27 años fue buscada incesantemente por su tío el coronel Isaac Parker, quien el 18 de diciembre de 1860 con los rifleros de la caballería de los Estados Unidos y de los Rangers de Texas ataca un poblado comanche cerca de Pease River, Texas y la reconoce por sus ojos azules, ya que estaba pintada y ataviada como una verdadera india.
Cynthia Ann-Nautdah luego de su "rescate"

Nautdah, nombre con que la llamaban los Comanches, nunca sobrevivió a aquel día de diciembre de 1860 en el que los blancos destrozaron su familia y rescataron a Cynthia Ann Parker, la niña blanca que a su vez había “muerto” 27 años antes.

Ella intentó, sin éxito, escaparse varias veces, arrancándose sus ropas de mujer blanca para vestirse como la india en que se había convertido. En el camino habían muerto su marido, su hijo Pecos y su Flor de la Pradera, Topsana. Solo sobrevivió su hijo Quanah, pero nunca más volvió a verlo. Quanah fue el último caudillo guerrero Comanche, quien convencido de la imposibilidad de vencer al ejército de los Estados Unidos acabó en una reserva, vistiendo traje sastre y sombrero sobre sus largas trenzas y con el paso del tiempo se convirtió en un acaudalado ganadero. La vida y suerte de Cynthia Ann Parker-Nautdah resultó tan impactante que un siglo después sirvió de inspiración a Alan Le May para escribir el relato The Searchers, que el cineasta John Ford adaptó para su película "Centauros del desierto" en 1956.

  • El Imperio de la luna de agosto: Auge y caída de Los Comanches, es un relato histórico de 486 páginas escrito por Gwyne Edwwards, increíblemente vívido acerca de los cuarenta años de lucha entre los indios comanches y los colonos blancos por el control del oeste de Estados Unidos. El protagonista de la historia que abarca hechos desde el colonialismo español, la guerra de Secesión, la destrucción de las manadas de búfalos, hasta la llegada del ferrocarril, es Quanah, el último jefe comanche.
  • La Nación Comanche puede conceder a personas que consideran apropiadas para serlo la condición de miembros de la misma. En 2013 la Nación Comanche propuso al actor Johnny Depp formar parte de su clan tras ver al actor interpretando a uno de los suyos en la nueva versión de la película The lone ranger (El llanero solitario), una película dirigida por Gore Verbinski, basada en la serie de televisión del mismo nombre estrenada en 1949. En la película, Johnny Depp hace el papel de Toro, el indio potawatomi que ejerce de fiel compañero de aventuras del Llanero Solitario enmascarado al que interpreta Armie Hammer.
Johnny Depp junto a Donna Harris y Johnny Wauqua en la ceremonia de iniciación comanche.

La ceremonia de iniciación tradicional tuvo lugar el 16 de mayo en la casa de la presidenta de la organización AIO (Americans for Indian Opportunity) Donna Harris. Diversos miembros de la AIO, familiares cercanos y el entonces presidente de la Nación Comanche, Johnny Wauqua, participaron en el evento, en el que, Depp hizo entrega de diversos regalos a los asistentes, pues así lo establece la costumbre del clan, que ve en ello una señal de gratitud.

  • Los reporteros de guerra utilizan metafóricamente el término “territorio comanche” para referirse a un lugar en el que saben que no deben entrar pues es su vida la que se puede poner en serio peligro si lo hacen, en alusión al innato peligro que acarreaba en el pasado para los forasteros incursionar en aquel territorio real.

Fuentes