Historia del municipio Jatibonico (provincia Sancti Spíritus)


Historia del municipio Jatibonico (provincia de Sancti Spíritus)
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Escudo de Armas de Jatibonico.jpg
Cronología
Introducción
Etapa aborigen
Geografía y relieves
Origen
Economía
Tradiciones
Etapa colonial
Etapa primigenia
Nace el pueblo
Guerra de los Diez Años
Etapa neocolonial
Nace Jatibonico
Municipio
Luchas sociales
Lucha revolucionaria de 1952 a 1956
Guerra entre 1956-1958
Etapa revolucionaria
Presa Lebrije
Transformaciones fundamentales
Estado
Festividades

Historia del municipio Jatibonico. Con una historia marcada desde la etapa precolombina hasta todo el proceso de conquista y colonización, pasando por las luchas emancipadoras, sobre todo en las gestas independentistas, y en el modo en que se fueron construyendo sus costumbres, leyendas y experiencias de vida.

Etapa aborigen

Los aborígenes agro-alfareros que tuvieron su asentamiento al Sur de Jatibonico, debieron venir de muy lejos. Esta aseveración puede deducirse por las hachas petaloides de basalto encontradas en esta región, mineral muy utilizado por los aborígenes, pero ausente en este territorio.

Actividades económicas

La cerámica colectada aunque muy fraccionada, demuestra que figuró como parte muy importante en el desarrollo de estas comunidades que van desde fragmentos de Burén, hasta cazuelas y probablemente otros implementos. A pesar de no haberse realizado un estudio profundo de la cerámica que ha podido recolectarse en los residuarios Los Ranchos, La Nata, Guanabo y Las Mulas, pueden ubicarse dentro de la serie Coladoide, pues se caracteriza por ser delgada, dura y bien hecha, pues debe haber existido una gran tradición ceramista tras ella. Otros rasgos que las distinguen son los diseños entrecruzados y asas tabulares. Muchos grupos aborígenes agro-alfareros, poseían un sistema agrícola basado en el cultivo de la yuca amarga.

En lo que a la tierra se refiere, la yuca como otros cultivos de raíces y tubérculos, se cosecha mejor y crece con mayor lozanía en terrenos de una constitución suelta y desmenuzada, siempre que el humus y el mentillo sean favorables. Las tierras arcillosas y fuertes son buenas, también lo son las tierras arenosas que sean muy ligeras, características existentes en el valle del río Jatibonico, asiento de los cuatro sitios arqueológicos descubiertos en este territorio.

Esto, unido a la aparición con ellos de fragmentos de Burén, demuestra que el cultivo fue una práctica fundamental en su modo de vida. La yuca amarga la cultivaban con la finalidad de fabricar el casabe, es bueno señalar que en este territorio se cosechaban vegetales y gramíneas, que sirvieron para la alimentación aborigen como el maíz, descubierto por los mensajeros de Cristóbal Colón el 6 de noviembre de 1492; el boniato, la yuca.

Tradiciones funerarias

Las tradiciones funerarias muestran un incremento en el grado de desarrollo de sus costumbres, pues en este caso se separan los lugares asignados a las actividades de vida diaria de aquellos donde se va a efectuar el enterramiento con su correspondiente ritual. Características estas bien delimitadas en el sitio arqueológico "Los Ranchos". Los muertos eran objeto de todo un ritual fúnebre al que acompañaban numerosas y frecuentes ofrendas, que consistían generalmente en vasijas de cerámica.

Etapa colonial

Etapa primigenia

A principios del siglo XVI las autoridades coloniales españolas distribuyeron las tierras de Cuba en feudos de forma circular llamados Hatos y corrales. De dicho reparto aparecen en lo que es hoy el municipio Jatibonico, los Corrales de Arroyo Blanco, Iguará, Guanabo, el Cieguito de la Virgen y un poco más al norte, el corral Jatibonico, mientras al sur, cerca de la desembocadura del Río Jatibonico del Sur un hato con este nombre, Jatibonico.

De estas formas feudales de propiedad alcanzaron un mayor desarrollo poblacional dado a la fertilidad de sus tierras y su ubicación geográfica Arroyo Blanco e Iguará. Este último lugar de cierta importancia estratégica por servir de punto intermedio en el camino entre Sancti Spíritus y Arroyo Blanco, donde florecieron una pulpería, herrería y panadería, además de magníficos corrales para intercambiar caballos a los transeúntes. Este simpático caserío se fue extinguiendo en el tiempo hasta dejar de existir totalmente en los años 70 del siglo XX.

Este hato fue mencionado en acta del cabildo de 1577, en 1593 propiedad de Juan Benítez hasta por lo menos 1603. En 1632 propiedad de Fernando Gómez y Antonio Pérez, comenzando los actos de demolición de la hacienda en 1856. La finca La Herradura perteneció a este hato, lugar de fundación de la hoy ciudad de Jatibonico. Las primeras noticias que tenemos de Arroyo Blanco datan de 1761, debido a una controversia existente entre el capitán de la compañía de forasteros Don Francisco Rábano, dueño del hato San Marco, y Don Diego Jiménez dueño del corral Arroyo Blanco. Rábano denunció a Jiménez para que recogiera el ganado equino y vacuno que casi le tenía invadido el hato de su propiedad.

Debido al rápido crecimiento de la población se vio la necesidad de fundar un pueblo, fue entonces que el terrateniente Don Ignacio Agüero Borrel presentó un memorial al ayuntamiento de Sancti Spíritus por medio del cual cedió dos caballerías de tierra con ese fin que aceptaron como donación los vecinos de ese lugar en el año 1823. En 1834 es trasladado el poblado para el lugar actual por donación de dos caballerías de tierras cedidas esta vez por Don Juan Francisco Astengo y Don Manuel de Castro para que se construyeran sus viviendas y las obras de fábricas necesarias.

Guerra de los Diez Años

Este legendario lugar durante las luchas independentistas, aportó lo mejor de sus hijos a la causa de la libertad, destacándose por su hostilidad a la metrópolis española que dada su posición geográfica y estar ubicado en un punto intermedio entre Sancti Spíritus y Morón fue convenientemente fortificado y utilizado como centro de operaciones contra los insurgentes. Por demás es la cuna de la familia Sánchez - Valdivia.

Ciertamente, aunque resulta joven aún la historia de Jatibonico como pueblo, por esta zona confluyen trazos de una rica trayectoria. Por estos campos operaron fuerzas mambisas comandadas por el General Serafín Sánchez Valdivia, con acciones significativas en Arroyo Blanco, punto estratégico entre Sancti Spíritus y Morón.

También muy cerca de la actual cabecera, el Generalísimo Máximo Gómez Báez desarrolló la meritoria Campaña de La Reforma, en la cual, a lo largo de 20 meses y con limitadas fuerzas, puso en jaque a más de 40 000 soldados españoles. Allí mismo, el 11 de marzo de 1876, Gómez vio nacer a su hijo Panchito Gómez Toro, y 20 años después recibió la dura noticia de su muerte junto a Antonio Maceo Grajales.

Etapa neocolonial

Al concluir la guerra de 1895 la ruina y miseria del país era extrema, la devastación de hacía sentir por todas partes y lo que es actualmente el territorio de Jatibonico no estaba exento de ello. El área cultivada en todo el país no sobrepasaba el 10% del total de fincas dedicadas a labor, todo esto obligó a la inmensa mayoría del campesinado a vender sus tierras a los pocos capitalistas nacionales que quedaron en pie y a los intereses extranjeros, a través de esta vía se iniciaba el proceso de proletarización de amplios sectores del campesinado. Los planes de anexión por parte del gobierno norteamericano se sustituyeron por los del mantenimiento de un independencia aparente.[1]

Es así como nacía la república, con una Constitución acompañada de la Enmienda Platt, siendo estas las condiciones propicias para seguir incrementándose las inversiones norteamericanas de las principales ramas de la economía cubana y desarrollarse y aumentar el número de obreros y de empleados permanentes, además del desempleo estacional, que constituía la mayor parte de la población trabajadora, dada las característica de la principal industria cubana.

Fundación del municipio

Jatibonico no quedó fuera de este panorama, fue la compañía azucarera The Cuban Sugar Company la primera en operar en este territorio de lo cual su figura prominente sería William Van Hornee, quien comienza la selección y el desbroce del lugar escogido para la construcción del ingenio en el año 1904, y fue tan rápido todo el proceso de montaje, que pudo realizar su primera zafra a partir de diciembre de 1905 a enero de 1906 con un solo tándem, compuesto por tres molinos y una desmenuzadora.

En el año 1903 los directivos de la compañía, al analizar que en el territorio comprado no había existido nunca asentamiento poblacional importante, y que los más cercanos núcleos de población eran Arroyo Blanco, Sancti Spíritus y Ciego de Ávila, tomaron la decisión de que el central azucarero debía formar el núcleo central de un pueblo que acogiera a los trabajadores permanentes y asentara la vida socioeconómica de un importante grupo poblacional.

En consecuencia, diseñaron un plano ese propio año de cómo debía ser el futuro pueblo, y para estructurarlo físicamente decidieron segregar de las tierras compradas 3 caballerías, 95 cordeles y 20 varas (443,775 cordeles) para tal fin; siendo inscripto en el registro de la propiedad de Morón al folio 27 del tomo 18 del ayuntamiento de Ciego de Ávila, para fomentar un pueblo que llevaría por nombre Jatibonico, lo cual es aprobado el día 16 de agosto de 1906; siendo dividido el poblado en 15 manzanas con 1 235 solares, debiendo tener además una plaza o parque, el cementerio y el matadero de reses.

El trazado urbano de Jatibonico se basó en calles paralelas, de este a oeste y de norte a sur, destacándose la amplitud de las mismas y su uniformidad. La plaza o parque se situó convenientemente frente a lo que fue originalmente la estación de ferrocarril, convirtiéndose éste en el centro del núcleo urbano. Con el desarrollo urbanístico y social que fue adquiriendo el poblado, comenzaron a aparecer los primeros comercios, pequeñas fábricas, e instituciones culturales y religiosas, siendo de este modo que surgió, por ejemplo, la primera iglesia bautista en el año de 1907 y ya en 1909 la primera sociedad de instrucción y recreo “La Tertulia".

Con el crecimiento de la producción cañero-azucarera el poblado creció vertiginosamente, por lo que el general Enrique Recio, representante de la Cámara por la provincia de Camagüey, presenta un Proyecto de Ley el 18 de diciembre de 1914, con el objetivo de otorgar a Jatibonico la condición de municipio.

El 15 de abril de 1915 Jatibonico era reconocido como el sexto municipio de la provincia de Camagüey, a la que perteneció hasta 1970, materializándose este hecho con la toma de posesión en la misma fecha del primer alcalde nombrado Amado Granado Pérez, candidato del Partido Liberal. A partir de 1970 este municipio formó parte de la provincia de Las Villas y con la aprobación de la nueva División Político Administrativa, en 1976, pasa a ser parte del territorio de la nueva provincia de Sancti Spíritus.

Luchas sociales

Ya en los años de la república neocolonial, los jatiboniquenses se sumaron a importantes movimientos sociales, como la Huelga de la Moneda, el Movimiento de los Independientes de Color, el alzamiento de los veteranos de Cienfuegos y otros. Los años 1932 - 1933 fueron de gran agitación para el movimiento obrero de este territorio, no solo por el apoyo prestado a las huelgas de los azucareros, tabaqueros, portuarios, tranviarios de La Habana, etc; sino por su involucramiento en todo el movimiento revolucionario del período. En el mes de mayo de 1933, se reúnen en la casa de Francisco Romero, un grupo de obreros comprometidos en la lucha por constituir una organización sindical clandestina, para preparar una huelga general en contra del gobierno de Gerardo Machado y poder derrocarlo.

Estos años de dictadura fue muy activa la lucha de los obreros provocando, que el dictador enviara a sofocar la rebelión al tristemente célebre Arsenio Ortiz conocido por el Chacal de Oriente. En su estancia en territorio jatiboniquense cometió el crimen de ajusticiar a tres guardias jurados del central, lo que provocó la intervención del embajador de Estados Unidos, siendo expulsado de la región.

Durante las décadas de 1940 y 1950, el término municipal de Jatibonico tuvo una pródiga actividad periodística, la cual se expresaba a través de sus órganos de prensa, como los periódicos "El Veguero Libre", “La Prensa”, “Ecos de Jatibonico”, “El Boletín Rotario de Jatibonico” y la Emisora Radial CMJJ Radio Jatibonico. Estos órganos, además de cumplir funciones económicas y comerciales, representaron un importante vehículo de promoción y divulgación de la cultura local.

Entre sus hijos más admirados se cuenta a la maestra María Montejo Pérez, que mucho luchó por la educación de los pobres; al revolucionario Antonio Darío López, asaltante al Cuartel de Bayamo el 26 de julio de 1953 y expedicionario del Granma, a Genaro Melero Batista, el legendario pitcher que colmó estadios y en vida donó su nombre a la instalación beisbolera de la localidad y a Rómulo Loredo Alonso conocido nacionalmente como gran dramaturgo y calificado por Eduardo Robreño como el que mejor que ha tratado la temática campesina en el teatro cubano, siendo, ante todo, uno de los mayores exponentes de los antecedentes culturales de esta tierra, anclado en lo popular y de lo humorístico.

La situación que presentaba la educación era deficiente, pues prácticamente solo se podía estudiar hasta la enseñanza primaria en unas pocas escuelas privadas y una pública, la cual estaba mal atendida. En lo concerniente a las instituciones de salud solo existían una casa de socorro y varios consultorios privados.

Lucha Revolucionaria 1952-1956

El panorama económico, político, social y cultural que caracterizaba al término municipal de Jatibonico, expresión del acontecer nacional, permiten comprender la necesidad histórica del proceso revolucionario desarrollado por el pueblo de Jatibonico en la década del 50. El Golpe de Estado del 10 de marzo de 1952 que llevó a Fulgencio Batista al poder, condujo a la agudización de las contradicciones existentes en la sociedad cubana y aceleró el inicio de la lucha revolucionaria.[2]

El Partido Socialista Popular en Camagüey condenó el golpe y orientó a los Comités Municipales lo que debían hacer. El Partido Socialista Popular (PSP) en Jatibonico repudió el artero hecho y realizó contactos con otros partidos para trazar las acciones contra los golpistas. Miguel García Calero estableció contactos con el Alcalde Anselmo San Gabino y éste le habló de esperar. También contactó con Carlos Jorge Pelegrín del Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo), pero en realidad no se coordinaron acciones. La orientación del PSP fue discutir con los representantes del gobierno y las fuerzas que los sostienen lanza un manifiesto condenando a los golpistas, llamando a la ciudad y proclamando resistir, en defensa de la constitución, pero no para que pusieran de nuevo a Carlos Prío Socarrás en el poder.

Los dirigentes del Central Jatibonico paralizaron sus actividades en rechazo al golpe, pero ante la intervención de las autoridades, tuvieron que irse de allí, pero los trabajadores apoyan el paro y las labores no se reanudan hasta el otro día. En varias colonias se produjeron pocas labores y en zonas campesinas donde las asociaciones de campesinos eran fuertes, se repudió el golpe.

El día 11 de marzo ya el régimen ha dominado la situación en el municipio. Se iniciaba un orden de mayor terror para los explotados. Ese día fueron llamados al cuartel los dirigentes del Partido para reprimirlos por el rechazo a Batista. Pronto se hizo evidente para todo el pueblo lo que desde el primer momento habían denunciado las fuerzas más conscientes y avanzadas: que el cuartelazo agravaría la ya insoportable situación del país. Carlos Jorge Pelegín Sánchez, concejal por el partido Ortodoxo, renuncia al cargo y el Alcalde Anselmo San Gabino González es destituido de su cargo por no jurar los estatutos impuestos por Batista.

El 4 de abril de 1952 fue sustituida la carta magna de 1940 por los llamados "Estatutos Constitucionales" elaborados por Fulgencio Batista Zaldívar, con el fin de darle una fachada jurídica legal a su gobierno antinacional y pro imperialista. En Jatibonico el Partido Socialista Popular se mantuvo al frente de la clase obrera y defendió sus intereses frente al nuevo régimen. Además los militantes comunistas dieron su aporte a la lucha insurreccional en esta etapa.

El asalto a los cuarteles de Santiago y Bayamo el 26 de Julio de 1953, aunque fue en lo militar un duro revés y no pudo alcanzar sus objetivos inmediatos; constituyó un vital fundamento para la lucha que condujo al triunfo revolucionario el 1ro de enero de 1959.

Jatibonico, tuvo un hijo moncadista y expedicionario del Granma: Antonio Darío López García, nacido el 27 de septiembre de 1924; se traslada con su familia a vivir a La Habana a fines de 1934, lugar donde reside hasta la fecha de los asalto al cuartel del Moncada y el asalto al cuarte de Bayamo. Después de los acontecimientos del día 26, Antonio Darío, llega a Jatibonico, el miércoles 28 de julio de 1953, alrededor de las cuatro de la tarde con Darío , llegaron tres combatientes más, el que posteriormente fue General de Brigada Calixto García Martínez, el mártir Antonio López Fernández (Ñico) y otro joven. Posteriormente los revolucionarios viajan hacia La Habana. El Partido apoyó en la localidad la campaña Pro-Amnistía en favor de los asaltantes del Moncada y Bayamo que estaban prisioneros.

A fines de 1953 se creó el “Comité de Defensa de las Demandas Obreras” en el Sector Azucarero. Sus principales dirigentes fueron Juan Rodríguez Pita y Clerencio López Carreira (El Charro), a los que se debe en buena medida la unidad forjada en la clase obrera azucarera y la unidad del movimiento obrero revolucionario, para las futuras batallas contra la dictadura de Batista; además de Manuel Hernández, este Comité se enfrenta a la Administración en reiteradas ocasiones, y se opone a la directiva mujalista convertida ahora al Batistato.

En Octubre de 1954, los dirigentes del PSP orientan al pueblo no asistir a las urnas para votar en la farsa electoral preparada por Batista. Desde antes se había recibido la orientación nacional para seguir la línea del VOTO NEGATIVO, frente a la maniobra de los comicios preparados por el régimen. Aquí se elaboraron manifiestos e incluso hubo comunistas presos por esta labor.

Después de salir de la cárcel, Fidel Castro y otros compañeros y constituirse el Movimiento 26 de Julio (M-26-7) la calle Factoría No. 62, en La Habana, el 12 de junio de 1955, se ofrecen orientaciones para su creación en distintos lugares del país. En Camagüey se constituye el M-26-7 a fines de julio de 1955, bajo la dirección de Cándido González y Raúl García Peláez.

Los Jatiboniquenses que ya tenían cierta experiencia en la organización del combativo sindicato azucarero, dan el paso al frente y aunque en sus inicios con cierto sectarismo logran consolidarse y aportar sangre de valiosos hijos en pos de lograr nuestra verdadera independencia, fundándose la primera dirección municipal en octubre de 1955 por orientación de la dirección provincial de Camagüey quedando de la siguiente manera: Antonio González, Coordinador; Jaime Pérez Vives, que atendería la Sección Obrera; Víctor Obregón Pérez, Jefe de acción y sabotaje; Rubén Rodríguez Díaz, responsable de finanzas y Aramís Rodríguez Carmona, responsable de Propaganda.

Paralela a esta organización es creada otra célula que llamaron de acción y sabotaje, por contacto de Elcires Pérez González y el líder sindical azucarero Juan Rodríguez Pita, la que tuvo un accionar muy activo a la cual pertenecían entre otros, Pablo Pérez Cabrera y Juan Manuel Feijoo. A partir de este momento se crearon cédulas en varios centros como el Central Azucarero y algunas Colonias, así como en zonas campesinas de Arroyo Blanco y en la zona de El Perico.

A fines de Diciembre de 1955 se desarrolla la huelga azucarera en reclamo del pago del diferencial, la cual fue apoyada por otros sectores laborales y por el estudiantado. En Jatibonico la huelga se desarrolló con gran fuerza, se toma el Central el día 19 de diciembre, se cierran después los comercios y prácticamente se paralizó la vida económica del territorio. Aquí ya combatieron unidos compañeros del MR-26-7 con los militantes del Partido Socialista Popular (PSP). La represión fue muy violenta, hubo heridos y muchos presos. Este hecho marcó un viraje en el movimiento obrero local y afianzó las posiciones revolucionarias que se venían manifestando.

Guerra entre 1956-1958

Durante 1957 se estrechan los vínculos entre el MR-26-7 y el PSP en la localidad y en 1958 la colaboración es casi completa. Se brinda apoyo a los frentes guerrilleros que funcionaban en la Sierra de Cubitas, Camagüey y al frente del Escambray tanto el M-26-7, como el Directorio Revolucionario (DR) que dirigía Faure Chomón. En Jatibonico se realizaron algunas acciones durante la huelga del 9 de Abril de 1958, pero a pesar de las coordinaciones del MR-26-7 y el PSP, las acciones no tuvieron el éxito que deseaban los huelguistas.[3]

En Mayo de 1958 se organizó el frente guerrillero de la zona Norte de Las Villas, en las regiones del actual municipio de Yaguajay. Este fue creado por el PSP y dirigido por Félix Torres. El PSP de Jatibonico mantuvo contactos directos con el frente Norte de Félix Torres, enviando hombres y ayuda material hasta el triunfo revolucionario de 1959. El propio Miguel García Calero se incorporó como combatiente al Frente Norte a partir de noviembre de 1958. Combatiendo en este frente cayó el día 3 de diciembre del 1958 el joven jatiboniquense Julio Careaga Duran.

En los días finales de 1958, cuando se había logrado la unidad de las fuerzas revolucionarias que operaban en Las Villas y el avance de las columnas invasoras bajo el mando de Camilo Cienfuegos y Ernesto Che Guevara revolucionan esta comarca y se encienden aún más las llamas de la rebeldía y las ansias de libertad.

El día 10 de diciembre de 1958 firmaba el Che la orden militar en que se designaba a Armando Acosta Cordero jefe de la zona comprendida desde la carretera de Trinidad, carretera central Jatibonico y hasta donde el enemigo les permitiera avanzar, explicando en la orden que entre todas las tareas estaban aplicar la Reforma Agraria establecida por orden de la Sierra Maestra y junto a ello aplicar las leyes revolucionarias en los territorios liberados, con ese motivo se inició la campaña en esta zona.

El 27 de diciembre de 1958, las fuerzas rebeldes dirigidas por Armando Acosta, quien con el grado de capitán, usaba el seudónimo de Erasmo Rodríguez, inician el ataque a Jatibonico. En las acciones participan también las fuerzas del Capitán San Luis y la guerrilla de Pompilio Viciedo. Junto a los rebeldes participaron muchos jatiboniquenses.

En la mañana del día 28 el fuego de los rebeldes apenas se distinguía por el fuego cerrado del enemigo. A las seis el Charro se entrevista con Armando para conocer lo que se iba a hacer. Alrededor de las 8 de la mañana un grupo numeroso de soldados de la tiranía sale para la ciudad llevándose detenidos para el cuartel algunos ciudadanos del pueblo con ellos algunos revolucionarios, los tomaron como rehenes mientras un grupo de Manferreristas que encabezaba un asesino conocido como “Pata de Ganso” saqueaba una joyería y algunos bares del pueblo mientras las tropas revolucionarias hacen contacto con ellos y éstos corren hacia el cuartel.

En la mañana del día 29 Armando hizo contacto nuevamente con San Luis en el crucero de Barquero y le dice que interrumpa la carretera con un buldócer, lo cual se cumple más tarde. Al grupo de San Luis se había incorporado el grupo de Fermín Hernández y el de Onalido Olivera.

El día 1 de enero de 1959 a través de un emisario manda a buscar a Armando el jefe de la guarnición que defendía el cuartel, asistiendo éste junto a Clerencio López y el cura David Centelles Ortiz, el jefe de la guarnición plantea no seguir peleando, pero que no entregará las armas, Armando le insta a rendirse y de no entregar las armas continuaría la lucha Al retirarse del cuartel se tocan las campanas de la iglesia y el pueblo salió a las calles para festejar la victoria.

Al referirse a las acciones de estos días finales, Armando Acosta expresó:

«“Fueron días de preocupación, excepción, la aviación todos los días ametrallando las regiones por donde nosotros estábamos. ¿Cómo se nos van a olvidar los Hermanos Santos? Niños aun cuando venían a incorporarse a las tropas y con esa audacia de la juventud, avanzaron por la carretera central para incorporarse a las tropas de San Luis, cuando los interceptaron los esbirros de la tiranía y los asesinaron. ¿Cómo se nos puede olvidar Antonio Rodríguez? El primer teniente que al cumplir una misión que le trazamos en El Jíbaro, enfrentó el desigual combate a la aviación, muriendo heroicamente para defender la libertad. Fueron días de avances y retrocesos, de toma de la ciudad y retirada, hasta que cerramos el cerco y una poderosa guarnición del ejército de Batista, aproximadamente de 500 soldados, según las armas que ocupamos, teníamos que enfrentarnos y vuelvo a repetir: que nuestro instrumento de victoria residía en los hombres y mujeres valerosas de Jatibonico”.»

Etapa revolucionaria

El día 2 de enero por la mañana por orden de Armando son situados frente al cuartel de la tiranía dos carros bomba cargados con gasolina y mucho coctel Molotov que serían lanzados sobre el objetivo, entonces mandan a buscar de nuevo a Armando, desprovisto de armas penetra en el cuartel y pide la rendición de la guarnición en nombre de la revolución a lo que accede el ejército de la tiranía.

Esta batalla demostró que Jatibonico, pueblo de tradiciones heroicas, escribió una vez más en las páginas gloriosas de su historia el heroísmo de sus hijos que junto a las tropas de la columna 8 Ciro redondo, comandada por el Che, lograron la liberación de este pueblo, ante el avance incontenible de la gloriosa revolución triunfante.

Pocos días después del 6 de enero de 1959 toman posesión de sus puestos los designados comisionados Reinaldo López García, Jaime Pérez Vives y Amauri Fuentes Marín con el marcado objetivo de encaminar el importante proceso de transición. Junto a ellos fueron seleccionados un grupo de expertos que los asesorarían en el Gobierno Municipal.

De inmediato se dictan las primeras medidas como fueron: promulgación de la Ley de Reforma Agraria el 17 de mayo de 1959 y el 3 de octubre de 1963 se da a conocer la segunda ley, esto trae profundos cambios en la tenencia de la tierra y su organización, eliminándose el extenso latifundio cañero, ganadero y de tierras improductivas que pasan a mano del pueblo.

El 6 de agosto de 1960 se produce un acontecimiento trascendental en la historia revolucionara del país, cuando en la clausura del Primer Congreso Latinoamericano de Juventudes el compañero Fidel Castro, Comandante en Jefe, daba a conocer al mundo la nacionalización de 36 industrias norteamericanas que incluían la refinación de petróleo, compañías del teléfono, la electricidad e ingenios azucareros entre otros, en respuesta a la suspensión de la cuota azucarera por parte del gobierno de los Estados Unidos a Cuba, estando entre ellos el ingenio Jatibonico que era propiedad de la compañía norteamericana The Sugar Cuban Company. [4]

A las 6 de la tarde del día 7 de ese propio mes una representación de las fuerzas revolucionarias de este pueblo visita al administrador de dicho ingenio, el señor Amado Aranguis García y ponen en su conocimiento la decisión del gobierno revolucionario y el nombramiento para sustituirlo del compañero Reinaldo López García.

“Central rebautizado como Uruguay”

El colectivo de trabajadores imbuidos del júbilo, entusiasmo y sentimiento patriótico revolucionario y solidario aprueban que dicho ingenio se nombre a partir de esos instantes central Uruguay, en honor a ese hermano pueblo latinoamericano. Al término de la zafra en 1968 - 1969 comenzó a ejecutarse un amplio plan de inversiones en todas las áreas del central para elevar su capacidad de molida a un millón de arrobas diarias.

“Puente sobre el río Jatibonico”

El esfuerzo desplegado en esta gigantesca inversión fue extraordinario, basta decir que de 600 trabajadores que se tenían en plantilla se aumentó a más de 2000 trabajadores. Existía poca preparación técnica en muchos de los jóvenes contratados, dificultades en los aparatos de dirección administrativos no obstante la revolución, logró sus objetivos y las inversiones se realizaron Por el esfuerzo de sus trabajadores, esta industria se convirtió en el mayor productor de azúcar del país.

En el río Jatibonico se han construido dos embalses con sistema de regadíos, la Presa Lebrije que junto a la presa Felicidad aportarán agua al complejo Arrocero Sur de Jíbaro, a la Empresa Azucarera Uruguay y el Combinado de Papeles Blancos “Panchito Gómez Toro”. También con estos fines fue construida la presa Dignora, en Arroyo Blanco. Estos embalses son importantes fuentes abastecedoras de agua potable a la población y de pescado como alimento. Otros ríos son Corrales, el río Zurra pandilla y los Arroyos Guanabo y las Jita.

Desarrollo socio–económico

Aquel humilde asentamiento, nacido a la vera de la Cuban Sugar Company, mucho ha crecido. Hoy cuenta con un pueblo revolucionario, instruido y preparado para defender su revolución e imbuido de un alto sentido internacionalista. De esos años fundacionales permanece aún el fuerte arraigo de su economía al cultivo de la caña y a la producción de azúcar, gracias a las maquinarias del coloso Uruguay, poseedor del récord nacional de fabricación de crudo para una zafra. A partir de 1959, por la zona progresó también un programa hidráulico, que impulsó la creación de varios embalses, canales, derivadores y sistemas de riego para las plantaciones cañeras locales y para beneficio del Complejo Agroindustrial arrocero Sur del Jíbaro, en el vecino territorio de La Sierpe.

Ya en la colonia, después en la neocolonia y hasta el presente, el territorio se ha caracterizado por tener árboles frutales diseminados por todo el territorio, dentro de los que se encuentra el mamey colorado, la guanábana, el caimito, el anón, el guayabo o guayaba, la papaya cimarrona, el corojo, la palma cimarrona, la chirimoya y el marañón entre otros. Se cosechan, además, vegetales y gramíneas, el boniato, la yuca. Entre las plantas condimentosas que se cosechan, la más importante es el ají, al que llamaban "axi". También se cosecha aunque en menor escala el tabaco.

Dista mucho ahora Jatibonico de lo que fue hace un siglo atrás, razón más que poderosa para defender cada conquista, cada trazo de la historia forjada con el sudor que emana aún de la tierra de los bosques.

Gracias al fuerte sistema de salud, que en el territorio cuenta con un hospital municipal, dos policlínicos, salas de fisioterapia, dos clínicas estomatológicas, palacio de maternidad, centro de salud mental y decenas de consultorios médicos, todo ello donde la Revolución apenas encontró una clínica de socorro y otra psiquiátrica.

Durante este periodo los avances conquistados en el sector de educación pudieran resumirse a partir del desarrollo de la infraestructura del sector, y por la universalización de la educación en el municipio.

Avances socio–culturales

En el campo de la cultura, Jatibonico sobresale por el punto guajiro de Arroyo Blanco, el más antiguo del país; y por ser este municipio en 1961, el primero de la parte centro oriental de Cuba en declararse libre de analfabetismo.

En la literatura sobresalen algunos jatiboniquenses como: Rómulo Loredo Alonso quien es reconocido como el que mejor, y llevó el género campesino al teatro cubano; otros como Juan Manuel López López, Mildrey Hernández Barrios, Marco Antonio Calderón Echemendía, Nicolás Roberto González Calero y Antonio Rodríguez Salvador, natural de Taguasco, pero que por alcanzar su madurez como escritor en este territorio, ya se proclama jatiboniquense. El músico Alcides Ríos Cañizares autor de la pieza “Montuno a Jatibonico”, todo un himno para los jatiboniquenses o el artista de la plástica Jesús Alonso, así como los promotores culturales Héctor Alonso y Antonio Sotolongo Casit; destacando también los actores del teatro y la Televisión Sheila Roche y Julio César Ramírez

Entre los personajes universales naturales de este término municipal figura el Beato Fray José López Piteira, nacido el 2 de febrero de 1912 y fusilado en Paracuellos de Jarama, Madrid, España, el 30 de noviembre de 1936, quien ha sido el primer cubano en alcanzar el alto privilegio de ser elevado a los altares por la Iglesia católica.

Tradiciones festivas

La tradición festiva más importante y de gran arraigo popular, es sin dudas, el San José de Arroyo Blanco, caracterizado por sus populares parrandas en las que se canta fundamentalmente una variante del punto espirituano, considerándosele como el más antiguo que se conoce en Cuba. Por su trascendencia, tiene carácter zonal el evento de parrandas, en el que participan todos los municipios de la provincia y otras vecinas. Colateralmente se realizan torneos, rodeos, competencias, exposiciones de gallos finos, bailables y ventas de comidas y bebidas criollas. También son importantes los carnavales de Jatibonico cabecera municipal que se efectuaban durante el mes de abril e inicialmente se llamaban fiestas del San Victoriano.

Curiosidad

La primera misa de la cual se tiene noticia en Cuba, fue celebrada el 13 de julio de 1494 en la desembocadura del río Jatibonico del Sur.

Referencias

Fuentes

  • Álbum del criollo, Semblanza. Establecimiento topográfico 1988. La Habana.
  • Altunaga González, L, Ramos Gómez, J, Guadarrama Román, R (1987).- Historia del municipio de Jatibonico. (Manuscrito)
  • Barrera Figueroa, Orlando (1994).- Sancti Spíritus. Sinopsis históricas. Santiago de Cuba: Editorial Oriente. Ediciones Luminaria.
  • Barrer: Estudios de historia espirituana. Ediciones Luminaria, Sancti Spíritus.
  • ––––––––– (1986): Sancti Spíritus: sinopsis histórica. Editorial Oriente, Santiago de Cuba.
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