Marcos Pérez Jiménez
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Marcos Evangelista Pérez Jiménez (Michelena, Venezuela, 25 de abril de 1914 – Alcobendas, España, 20 de septiembre de 2001). Fue un militar con rango de General de División del Ejército de Venezuela y político venezolano, designado Presidente de la República de Venezuela provisionalmente por la Junta de Gobierno sustituyendo así a Germán Suárez Flamerich desde el 2 de diciembre de 1952 hasta el 19 de abril de 1953 cuando la Asamblea Nacional Constituyente lo proclama Presidente Constitucional por el período 1953-1958, ejerciendo como 37º presidente de Venezuela en dicho período.
Sumario
Síntesis Biográfica
Infancia y Juventud
Nació el 25 de abril de 1914 en Michelena, Venezuela. Bautizado como Marcos Evangelista Pérez Jiménez por sus padres, Juan Pérez Bustamante y Adela Jiménez. Estudió primaria en su región natal y secundaria en la ciudad de Cúcuta (Colombia), en el "Colegio Gemíos Unidos".
Estudios realizados
Inició su carrera militar en 1931, al ingresar a la Escuela Militar de Venezuela, egresando como Subteniente en 1933 con las más altas calificaciones. Es importante destacar que el promedio más alto en la Academia Militar de Venezuela es el de Marcos Pérez Jiménez que no ha sido superado. Luego en 1941 realiza cursos de especialización en la Escuela Militar de Chorrillos, en Lima, Perú, junto al que fuera Ministro de Fomento y Obras Públicas el General de División José del Carmen Cabrejo Mejía durante el gobierno militar del General Manuel A. Odria, siendo ascendido a Capitán a su regreso.
Logros, contribuciones, aportes
Militar de carrera, Pérez Jiménez ingresa a la vida política, con su participación en el Golpe de Estado de 1945 en Venezuela, contra el gobierno de Isaías Medina Angarita, como líder de UMT y uno de los militares líderes del movimiento, siendo nombrado Jefe de Seccíón del Estado Mayor, puesto desde el cual, impulsa en 1948, el golpe a la Junta Revolucionaria de Gobierno, presidida por Rómulo Betancourt, dando como resultado el fin del denominado Trienio Populista y la toma en funciones de la Junta Militar de Gobierno, de la cual fue miembro y Ministro de Defensa, bajo la presidencia de Carlos Delgado Chalbaud, permaneciendo en funciones tras el asesinato del mismo, que provocó la transformación de la Junta Militar en la nueva Junta de Gobierno, con el ascenso de Germán Suárez Flamerich a la presidencia de la misma, sobre quien Pérez Jiménez ejerció una inmensa influencia, siendo en la praxis, él quien realmente gobernaba.
Tras el Fraude Electoral de 1952, Pérez Jiménez asume como Presidente Provisional de la República , nombrado por la Asamblea Nacional Constituyente a partir del 2 de diciembre de 1952 en sustitución de Germán Suárez Flamerich para posteriormente ser nombrado por la misma asamblea como Presidente para el periodo 1953 – 1958, el cual inició el 19 de abril de 1953.
Su primera figuración pública ocurre con su participación en el derrocamiento del gobierno democráticamente electo del General Isaías Medina Angarita el 18 de octubre de 1945. Tres años más tarde, tras un período regido por una Junta Cívica Militar, es elegido Presidente el escritor Rómulo Gallegos, posteriormente derrocado el 24 de noviembre de 1948 por un movimiento liderado por Pérez Jiménez. Integró la Junta Militar de Gobierno, presidida por Carlos Delgado Chalbaud junto a Luis Llovera Páez. Gallegos parte al exilio; la Junta Militar disolvió al partido Acción Democrática y a la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV). El 13 de noviembre de 1950, Delgado Chalbaud es asesinado en Caracas y tomando así la presidencia Germán Suárez Flamerich. Germán Suárez Flamerich salió al exilio cuando el Alto Mando Militar transfirió los poderes de la Junta de Gobierno liderada por Marcos Pérez Jiménez, el 2 de diciembre de 1952.
Elecciones de 1952
El 30 de noviembre de 1952 la Junta llamó a elecciones para elegir una Asamblea Nacional Constituyente que debía sancionar una nueva Constitución y dar fin al gobierno transitorio. Pero cuando los primeros resultados mostraron que el partido URD (Unión Republicana Democrática) dirigido por Jóvito Villalba y Mario Briceño Iragorry iba a ganar las elecciones, el partido oficialista Frente Electoral Independiente (FEI) (de quien Pérez Jiménez era el candidato) desconoció el triunfo y nombró a Pérez Jiménez como Presidente Provisional de Venezuela. Estas elecciones fueron consideradas fraudulentas por la Oposición política a Pérez Jiménez y en ellas participaron tres partidos: el oficialista Frente Electoral Independiente (FEI), COPEI y Unión Republicana Democrática (URD).En las elecciones los partidos de oposición se unieron contra el FEI con la ayuda de los partidos clandestinos (como Acción Democrática y el partido comunista), el 17 de abril de 1953 es proclamado presidente constitucional para el período 1953-1958, denunciando al gobierno provisional y sus atropellos contra los venezolanos y la constitución, amasando los votos de los partidos prohibidos de competir en las elecciones. Para ese proceso la Junta había promulgado un nuevo reglamento del Consejo Supremo Electoral en el que se establecía el voto obligatorio para los ciudadanos mayores de 21 años, estrategia que eventualmente afecto al Gobierno con el triunfo del URD. El mismo día de las elecciones el Consejo Supremo Electoral suspendió los escrutinios y el 2 de diciembre Marcos Pérez Jiménez proclamó su victoria electoral. Con URD y otros partidos ilegalizados o en el exilio, y COPEI dividido entre nuevos PérezJimenistas u opositores, Pérez Jiménez estuvo libre de gobernar al país en relativa calma por los siguientes seis años.
Presidencia
El Gobierno de Marcos Pérez Jiménez fue corto, si se lo compara con el Conservadurismo Paecista que duró 18 años (1830-1848); el Liberalismo Guzmancista el mismo tiempo (1870 – 1888); y el Gomecismo, 27 años (1908-1935); durante el mismo se implementaron importantes medidas orientadas a transformar el medio físico venezolano.
El Presidente Marcos Pérez Jiménez siempre defendió que el poder en Venezuela debe responder a la idea de gobernar con eficacia, en función del concepto de “servir y hacer servir” atribuye responsabilidad al servidor del Estado, en razón directa de jerarquía; impone sentido de equipo a los organismos institucionales y administrativos y determina la necesidad de una doctrina a la cual debe ceñirse el Gobierno para realizar los fines del Estado.
Su gobierno fue una "dictadura" autoritaria y personalista que silenció a las fuerzas de la oposición, prohibió algunos partidos políticos, como Acción Democrática, Partido Comunista de Venezuela y limitó a Unión Republicana Democrática y COPEI, que a la postre también pasarían a la clandestinidad, cerró medios impresos que le criticaron, e impuso la censura a la radio y la televisión. Su tendencia fue conservadora. Pérez-Jiménez tenía intenciones en permanecer en el poder mediante un plebiscito, lo que produjo un fraccionamiento en las Fuerzas Armadas que lo habían apoyado hasta entonces y que concluyeron con su derrocamiento por un movimiento cívico militar.
Acontecimientos
El 2 de enero de 1954, el Gobierno ordena la libertad de más de 400 detenidos políticos e invita a regresar a los exiliados. En febrero, circula un manifiesto clandestino del Partido Comunista sobre la próxima reunión en Caracas de la Conferencia Interamericana, bajo el título: «Una reunión dirigida a acentuar la dominación imperialista yanqui sobre los países latinoamericanos».
El 1 de marzo queda instalada la X Conferencia Interamericana y Pérez Jiménez, en su discurso de inauguración, invoca la necesidad de la unidad continental basada en la comprensión, el sentido de asistencia recíproca y el respeto mutuo de los pueblos americanos. Durante los días de la reunión, se suceden actos de protesta en los barrios de Caracas.
El 26 de marzo, es clausurada la X Conferencia y como resultado de ella, Caracas fue escogida como sede del Instituto Interamericano de Defensa Social.
- El 25 de abril, el mandatario, en su Mensaje al Congreso, expone lo que denomina «...la estructura técnica de las funciones estatales...», la cual no es otra que la clasificación de los más altos organismos de la administración del Estado en 3 grupos: el de la alta política, formado por la presidencia de la República y los ministerios de Relaciones Interiores, de Relaciones Exteriores, de Defensa y de Hacienda que conciernen a las directivas y orientaciones generales; el grupo de la producción, integrado por los ministerios de Fomento, de Agricultura y Cría, de Minas e Hidrocarburos, de Obras Públicas y del Trabajo que encuadran en lo relativo a la transformación racional del medio físico; y el de los servicios generales, constituido por los ministerios de Educación, de Sanidad y Asistencia Social, de Justicia y de Comunicaciones, que corresponden al mejoramiento moral, intelectual y material de los habitantes del país.
Su período al frente del país, se caracterizó por un marcado progreso, con el ascenso de los precios del petróleo gracias a conflictos como la Guerra de Corea, su ambiciosa política de construcciones se pudo ejecutar a la perfección. También se logró un inminente desarrollo de industrias tales como la hidroeléctrica, la minería, la siderúrgica, el sector de bienes raíces y por supuesto la propia construcción, todas estas, bases del alto nivel de prosperidad económica que se vivió en el país.
No pasan desapercibidos, sus avances en el ámbito militar, que incluyeron la definitiva profesionalización de las Fuerzas Armadas, el aumento y sofisticación de los equipamientos, la elevación del nivel de armamentos, y en general, la modernizados emprendida en el área, mientras que en lo concerniente a política de interior, el país experimentó un estado de orden, de altos estándares en seguridad, pero como aspecto negativo, destacó su carácter altamente represivo, con la Seguridad Nacional, como punta de lanza, así como la concentración casi absoluta del poder en sus manos, convirtiendo su presidencia en un claro régimen dictatorial.
Este período de supremacía terminó el 23 de enero de 1958, ocasión en la que es depuesto por un golpe de estado, perpetrado por sectores descontentos dentro de las Fuerzas Armadas de Venezuela, que trajo como resultado su salida del territorio nacional, rumbo a República Dominicana, tras lo cual se asentó en España, bajo la protección del régimen franquista, significando su final, el comienzo de la era democrática del país. Posteriormente con el partido de derecha Cruzada Cívica Nacionalista fue electo Senador en 1968 cargo del cual fue inhabilitado a raíz de la primera enmienda llevada a cabo a la constitución de 1961 por los partidos Acción Democrática y COPEI, tras lo cual se retira definitivamente de la vida política nacional.
El período de Pérez Jiménez en el poder, es recordado históricamente, como un gobierno de arraigo nacionalista, basado en un pragmatismo ideológico que identificaba la esencia de su gobierno, además de enunciar la Doctrina del Bien Nacional, esto expresado en el "Nuevo Ideal Nacional" que sería el faro filosófico para orientar las acciones de su gobierno. Promovió la inmigración de capitales y personas extranjeras, principalmente comunidades europeas como la española, italiana y portuguesa. También impulsó un vasto y ambicioso programa de infraestructura, basado en la política del concreto armado, con la construcción de edificaciones, grandes y modernas carreteras que unían y renovaban los lazos entre estados y ciudades del país, puentes y demás obras de gran envergadura con las que modernizó al país, bajo una férrea dictadura militar.
Si bien el gobierno de Marcos Pérez Jiménez fue una dictadura, se visualizaba a la democracia como el resultado tangible de la obra de un gobierno, las obras públicas, el progreso económico, el mejoramiento en la calidad de vida y no a partir de la forma de acceso al poder, porque consideraba que la democracia es, en última instancia, la realización del bien común, una forma de gobierno que exige la existencia de una nación civilizada y productiva. Por ello, primero deben crearse las condiciones materiales y espirituales que garantizarán que la democracia no degenerará en anarquía. Con Pérez Jiménez, en 1953 el Congreso Nacional aprobó una nueva Constitución Nacional en la cual se le cambió el nombre al país de Estados Unidos de Venezuela (nombre que tenía desde 1864) a República de Venezuela. Como otras dictaduras latinoamericanas, Venezuela fue apoyada por el gobierno de Estados Unidos, que veía en el mandatario no sólo una pieza fundamental dentro del entramado mundial de la distribución petrolera, sino que también en la lucha contra la expansión del Comunismo en Latinoamérica. Su tendencia fue derechista, conservadora y militarista. El gobierno de Marcos Pérez Jiménez consagra como “Semana de la Patria” los días que concluyen con el 5 de julio. Los destina a rendir homenaje a los héroes de la nacionalidad, en una combinación de actos en los cuales se mezclan la exaltación de los libertadores y las realizaciones del gobierno, como la reedición de nuevos tiempos dedicados a engrandecer la patria.
Empleados públicos de todos los niveles, estudiantes de primaria y secundaria y algunos grupos artísticos subsidiados desfilan en todas las ciudades ante las autoridades locales, al compás de bandas secas. En Caracas presiden las ceremonias el presidente de la República y los altos dignatarios del Estado.
Cada 2 de diciembre, fecha aniversario de la ascensión de Pérez Jiménez al poder, se ratifican los postulados del “Nuevo Ideal Nacional” y son inauguradas grandes obras públicas y es recibida en Caracas la imagen de la Virgen de Coromoto, proclamada por el Gobierno como la patrona de aquellas celebraciones. Se inicia la celebración de la Semana de la Patria y en aquella ocasión, destaca la asistencia de delegaciones militares de varios países de América y Europa. Unido a estas conmemoraciones patrióticas que buscaban afincar tradiciones que expresaran lo positivo del espíritu venezolano se complementaba con la aportación de nuevas energías que ayudasen a mejorar la calidad del venezolano para ello se promovía la inversión de capitales extranjeros y la inmigración de europeos con el objetivo de mejorar el componente étnico de la nación venezolana, visión está orientada a corregir vicios de la población, que los mantienen como pueblo atrasado, mejorándolo y formándole un espíritu al trabajo que lo ayuden a comprender sus reales funciones como ciudadano.
De la misma manera y en la búsqueda del “Nuevo Ideal Nacional”, con el mejoramiento integral de los habitantes del país, se promovió la “extirpación” del rancherismo, como decía el propio Pérez Jiménez, el cual consideraba uno de los males principales para el deterioro de la sociedad, para ello se censó la cantidad de ranchos y se realizó un plan con las características propias de las obras de Pérez Jiménez para residencias y súper bloques que ayudaran a cambiar el medio y la mentalidad del habitante del rancho.
Según la constitución, se debía llamar a elecciones antes del 19 de abril de 1958 y fue convocado un plebiscito para decidir si el dictador continuaba en el poder o no. El plebiscito fue ganado por Pérez Jiménez por un ancho margen para ser presidente de Venezuela para el período 1958-1963, aunque varias personas tacharon los resultados de fraude. En enero de 1958, un fallido golpe militar intentó derrocarlo, pero no sería hasta el 23 de enero cuando finalmente sería sacado del poder por las Fuerzas Armadas Nacionales. Aupados por los partidos de oposición, durante todo ese mes los venezolanos se manifestaron continuamente en las calles y atendieron a un paro general de actividades que hizo inevitable la caída del gobierno.
Fin de la presidencia
Presionado por un movimiento cívico militar, Pérez Jiménez decidió abandonar el poder en enero de 1958, para de esta manera, evitar derramamientos de sangre. Pérez Jiménez vivió hasta el fin de sus días en Madrid, España.
Legado
Si la Caracas de Antonio Guzmán Blanco se caracteriza por su perfil parisino, la Caracas, y podría decirse la Venezuela Perezjimenista, quedará signada por la euforia de construcciones civiles y la devoción por el hormigón armado, las superautopistas y los atrevimientos técnicos de la arquitectura local y la ingeniería constructiva norteamericana.
En muy poco tiempo la ciudad, que se había comenzado a transformar con las iniciativas urbanizadoras de Medina Angarita, experimenta un acelerado cambio de rostro. Surgen súper bloques creados con el propósito de acabar con las viviendas pobres; conjuntos académicos, Militares, Comerciales, centros sociales para la oficialidad como el Círculo Militar; proezas arquitectónicas como el Hotel Humboldt, construido en la cima del Ávila y unido, por un lado, a la ciudad y, por el otro, a la costa marina a través de un teleférico de panorámica visión. A esto se unen decenas de avenidas –Andrés Bello, Nueva Granada, Sucre, Victoria, prolongación de la avenida Bolívar, San Martín, Urdaneta, Páez, Fuerzas Armadas, México, Paseo Los Ilustres.
Como parte de un proceso que comienza en la década de los cuarenta y que se desencadena con furiosa intensidad en los cincuenta, Caracas se convierte en una suerte de destino deseado o en una versión venezolana del sueño americano que atrae a emigrantes de diversas regiones del mundo, especialmente de Europa Occidental, mención especial merece la inmigración proveniente de las Islas Canarias, y el Medio Oriente, y años más tarde de Colombia y otras naciones vecinas, para formar parte de una aventura alimentada por el embrujo de la renta petrolera.
El 17 de junio, le fue otorgado el Premio Panamericano de Carreteras por la Asociación de Constructores al presidente de Venezuela, como consecuencia del impulso dado a los programas viales y de la construcción en general.
Entre estas obras de infraestructura visionarias y punteras tecnológicamente se encuentra la Autopista Caracas - La Guaira, la Autopista Caracas-Valencia (Autopista Regional del Centro), la Autopista Francisco Fajardo, el Teleférico de Mérida, Teleférico de Caracas, el Centro Simón Bolívar y las Torres del Silencio, el Círculo Militar en Caracas y otras ciudades, el Hotel Humboldt, la Ciudad Universitaria de Caracas (iniciada antes de asumir la presidencia), la Ciudad Vacacional Los Caracas, la urbanización Dos de Diciembre (hoy 23 de enero), el Paseo Los Próceres, la planta siderúrgica del Orinoco, numerosos hospitales, Casa Sindical, Centro Administrativo de la Ciudad Universitaria, hotel Tamanaco, cuartel de las Fuerzas Armadas de Cooperación, Instituto de Nutrición, las denominadas urbanizaciones obreras (Unidad Residencial El Paraíso y Ciudad Tablitas), Concha Acústica y escuela Agustín Aveledo, todas éstas anteriores en Caracas, hotel del Lago en Maracaibo, hospital Médico Quirúrgico en Maiquetía, hospital y escuela de enfermeras en Barquisimeto y la Escuela Interamericana de Agricultura en Rubio (Edo. Táchira). Estos programas del régimen figuran entre los planes de mejoramiento social que, en combinación con la política de estímulo a la inmigración. Entre otras obras. Impulsa una nueva constitución en la que destaca principalmente el cambio del nombre oficial del país desde 1864, "Estados Unidos de Venezuela" por "República de Venezuela”. El 2 de marzo de 1954, a propósito de la apertura de la X Conferencia Interamericana, en la Ciudad Universitaria de Caracas serán inaugurados los espacios de la Plaza Cubierta, el Aula Magna y la Biblioteca Central. Desde ese momento, en un acto de deslumbramiento que no ha cesado hasta nuestros días, los ojos del mundo se posan sobre esta obra que todavía hoy es considerada una de las grandes creaciones de la arquitectura mundial del siglo XX. Este complejo, concebido como un conjunto único y excepcional. Con la dictadura militar se aplica, en cambio, una política de “puertas abiertas”, que atrae significativo número de españoles, italianos y portugueses, estos últimos con alto grado de concentración en la región capital. Los inmigrantes traen voluntad de trabajo, desplazados como estaban en la Europa de posguerra. Se dedican a la construcción, el comercio, especialmente panaderías, restaurantes, cafeterías, siembra y obras públicas. Se promovió la inmigración de mano de obra especializada para sus proyectos de infraestructuras desde Europa. Se impulsó un ambicioso programa de infraestructura y de concreto armado, con la construcción de edificaciones, carreteras, puentes y obras de gran envergadura con las que modernizó al país gracias en parte a las exportaciones de petróleo que generaban enormes divisas. Durante su gobierno fue firmado el anteproyecto de la Siderúrgica nacional que le fue encomendado a 7 grupos industriales de distintos países (Alemania, Bélgica, Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Italia y Noruega). En una alocución dirigida a los venezolanos expresa, tras la inauguración de 2 importantes obras como son la autopista Caracas-La Guaira y el Círculo de las Fuerzas Armadas, dando el primer paso hacia aquella forma de Estado. Además se fundamenta la propuesta definitiva que incluye los planes extraordinarios sometidos al control del Gobierno, entre ellos: la planta Siderúrgica del Orinoco, el sistema de electrificación del río Caroní, el plan nacional de ferrocarriles, el Sistema de riego del Río Guárico, las zonas turísticas de los Estados Mérida y Nueva Esparta. En infraestructura la Ciudad Universitaria de Caracas para su época, era la obra de arquitectura más importante del planeta, obteniendo el Premio internacional de Museo al aire libre. Los teleféricos del Ávila y Mérida se convirtieron en la envidia del mundo y un reto tecnológico, La red de autopistas y carreteras. El viaducto de la Guaira fue un reto científico que motivó la admiración del mundo de la ingeniería civil, como lo fue la faraónica obra del Helicoide, proyectada a convertirse en un icono de América. En cada rincón del territorio nacional se ordenó construir una Plaza en honor al Libertador. Se construyeron las primeras autopistas como las de Caracas con sus novedosos e imponentes distribuidores, La Guaira, y la de Valencia - Tejerías. La carretera Panamericana fue un logro sin precedente desde el Táchira hasta Caracas, con un trazado nuevo y moderno que incorpora a la productividad nacional el sur del Lago de Maracaibo. La carretera Barinas - San Cristóbal, y la Barinas - Apartaderos, dieron salida a los Andes. La Represa del río Guárico en Calabozo, el dragado del Orinoco y la Barra de Maracaibo, permitieron el acceso a las grandes fuentes de recursos naturales. La modernización del Puerto de La Guaira, el plan “salud” con un hospital en cada Estado de la República, edificios para las Casas Sindicales de Caracas y San Cristóbal, son sólo algunas de sus obras más importantes. En todas las ciudades del interior se construyeron las vías centrales de orden circulatorio. Los inmensos conglomerados de los súper bloques de viviendas. Los ranchos que habían proliferado en los cerros, fueron demolidos y en su lugar se construyeron parques y viviendas dignas. El Seguro Social Obligatorio fue tan eficiente y efectivo fue un ejemplo para las naciones del hemisferio. Venezuela adquirió el primer Reactor Nuclear después de los Estados Unidos en el Hemisferio, y el IVIC en San Antonio de los Altos, se convirtió en el instituto científico más importante de América Latina donde se inauguró la Primera Biblioteca Científica Americana... Se inició la red ferroviaria y la construcción de la carretera de la costa que uniría todos los puntos orientales y occidentales del país. Venezuela reafirmó su soberanía en Los Monjes y se preparaba a recuperar la Guayana Esequiba. El mundo entero veía con envidia y preocupación el desarrollo que había alcanzando Venezuela en menos de cinco años todo esto en función al Nuevo Ideal Nacional.
El incremento de los ingresos fiscales fue considerable, como consecuencia una gran producción, producto del otorgamiento de mayores concesiones y al hecho circunstancial del ‘problema’ Árabe en 1956, que favoreció la mayor colocación del crudo venezolano en el mercado internacional. Con Pérez Jiménez Venezuela alcanza el ápice del desarrollo económico americano y se inició un Plan Nacional de obras civiles, que logró el pleno empleo nunca antes visto en Latinoamérica. Tal fue la dinámica económica que se logró con esta política de la construcción impulsada por Pérez Jiménez, que hubo necesidad de abrir las fronteras para que los extranjeros cubrieran las plazas vacantes, ya que el país gozaba de "Pleno Empleo".
Inmigración
Con el fin de la Segunda Guerra Mundial y de la Guerra Civil Española numerosos europeos se vieron en la necesidad de abandonar sus hogares en busca de libertad. Unos querían hallar un nuevo horizonte, otros evadir el hambre y muchos buscaban un lugar donde rehacer sus vidas. Y se embarcaron en gran parte hacia Venezuela. Encontraron una Venezuela tranquila, donde se gestaba un crecimiento planificado, sobre todo en la construcción de grandes infraestructuras, una expansión del mercado interno y la modernización agrícola, lo que la convertía en suelo perfecto para olvidar la guerra y echar raíces. Así fueron llegando Italianos, Portugueses, Españoles, Búlgaros, Alemanes, Húngaros, Holandeses y Rusos, entre otras colonias de la Europa devastada por la hambruna y la Guerra. Entre todos los grupos de colonias de Emigrantes las más numerosas fueron la de los italianos, españoles, y portugueses. Las 3 compartían razones similares para abandonar sus naciones: la huida de un régimen dictatorial, las atrocidades de la posguerra, el Hambre, el desempleo y la búsqueda de la tan anhelada estabilidad económica. La mayoría llegó en barco al puerto de La Guaira en el Caribe Venezolano. Según archivos de la Oficina Arquidiocesana de Caracas, entre 1951 y 1958 llegaron al país 200.000 gallegos y canarios, quienes se insertaron en oficios como agricultura, carpintería, albañilería y transporte público. Luego de la primera etapa de adaptación, muchos se convirtieron en pequeños empresarios dedicados al comercio, las finanzas y la industria, sobre todo en la metalúrgica y manufactura. Venezuela necesitaba agricultores. Existía un déficit de producción de unas 55 mil toneladas anuales de azúcar y de 50 mil toneladas de arroz, entre otros productos, y se requería cubrir la demanda con producción interna. Además, aumentaba la explotación petrolera, por lo que muchos venezolanos abandonaron el campo para dedicarse a la lucrativa actividad en las ciudades, y este vacío fue aprovechado por los inmigrantes. Lo mismo ocurrió en la construcción, sector en el que también encontraron un nicho de mercado importante. Cada colonia fue dedicándose a una "especialidad" relacionada con las actividades que se desarrollaban en su país de origen. Fue así como los gallegos se dedicaron a producir hortalizas, los canarios al comercio de plátanos y los Italianos a la venta de carne y otros alimentos, los Holandeses y Alemanes a los embutidos y quesos, los Portugueses al pan y la leche. Después, muchos de ellos se transformaron en comerciantes, Hoy se calcula que 72 por ciento de las panaderías en Venezuela está en manos portuguesas. A finales de los 50 el Franquismo atravesaba una de sus peores crisis económicas. La vida se volvió más difícil y se produjeron nuevas estampidas. Cientos de españoles de edades que oscilaban entre los 16 y los 45 años llenaron las bodegas de los barcos hacia América, y en especial hacia un destino más prometedor en La Petrolera Venezuela. En todos los casos, gente trabajadora, jornaleros del campo y del sector de la construcción. Era la mano de obra que precisaba el Gobierno del General Marcos Pérez-Jiménez para la transformación del país que se acometió decididamente en aquellos años.
Plebiscito de 1957
El período constitucional de Marcos Pérez Jiménez finalizaba según la misma constitución elaborada por su gobierno a finales de 1957. Pérez Jiménez opta por organizar rápidamente un órgano electoral que convocaría un Referéndum o plebiscito El 15 de diciembre de 1957 para decidir sobre si la población aprobaba o rechazaba la reelección del gobierno Perezjimenista para el período 1958-1963 de aprobarse no solo se ratificaría al presidente en su cargo sino a todos sus candidatos al Congreso Nacional, Asambleas legislativas estadales y concejos municipales de manera automática. Según los datos oficiales del Gobierno de Pérez Jiménez la población aprobó por mayoría su continuidad en el gobierno. Ningún partido u organización opositora reconoció su victoria.
23 de enero de 1958
El primero de enero de 1958 se produjo el primer intento de rebelión militar contra Pérez Jiménez. El movimiento encabezado por el Coronel Hugo Trejo contó con la participación de un buen número de oficiales de la guarnición de Caracas y de Maracay, principalmente de la Fuerza Aérea. Este levantamiento militar fracasó y sus principales dirigentes fueron detenidos por el gobierno. Sin embargo, a partir del primero de enero la crisis interna de la dictadura se hizo cada día más grave. Se produjeron nuevos brotes insurreccionales en las fuerzas armadas y el movimiento popular se manifestó con más vigor en la lucha contra el dictador. Se acentuó la represión; las cárceles se llenaron de presos políticos; fueron cerrados los liceos y reprimido el movimiento estudiantil. Pero el movimiento popular iba en ascenso. Densos sectores sociales se incorporaban activamente a la lucha: intelectuales, médicos, abogados, profesores, ingenieros, suscriben manifiestos de denuncia contra el régimen. Esto significaba pérdida de prestigio en la institución armada que aparecía comprometida de hecho con los desmanes del régimen. En las calles se suceden manifestaciones y mítines. A mediados de enero la Junta Patriótica llamó a la huelga general para el día 21. El 21 de enero comienza la huelga de prensa y horas después de ésta la huelga general con¬vocada por la Junta Patriótica. El paro se cumplió a cabalidad y en muchos sitios de Caracas se produjeron enfrentamientos con las fuerzas del gobierno. El 22 se reúnen altos jefes militares en la Academia Mi¬litar para considerar la situación. Sus deliberaciones concluyen formando una Junta Militar de Gobierno que pide la renuncia a Pérez Jiménez. En la noche del día 22, la Marina de Guerra y la Guarnición de Caracas se pronunciaron contra la Dictadura; y Pérez Jiménez, privado de todo apoyo en las Fuerzas Armadas, huyó en la madrugada del 23 de enero, rumbo a Santo Domingo Ese día, turbas enardecidas salieron a las calles, en todo el país, a celebrar la caída del régimen y a tratar de acabar con los funcionarios que se habían ensañado en la persecución política. Miembros de la Seguridad Nacional fueron linchados; otros se escondieron por largo tiempo o escaparon al exterior. Venezuela ya no tuvo que padecer el régimen autoritario de Pérez Jiménez que fue consagrado por el texto de la Constitución del 15 de abril de 1953 y, amparado en la arbitrariedad, que se hizo confirmar Presidente hasta 1963, pero su gesto exasperó los ánimos populares hasta la insurrección del el 23 de enero de 1958. El dictador era depuesto, y en su lugar tomaba el poder una Junta presidida por el Contraalmirante Wolfgang Larrazábal. El dictador huyó hacia República Dominicana protegido por el dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo, para posteriormente trasladarse a los Estados Unidos junto a su familia. Rómulo Betancourt, durante su Gobierno, logró la extradición del dictador y aquí se le siguió un prolongado juicio, que terminó con la sentencia condenatoria por un período menor que el que llevaba detenido, por lo que salió en libertad y voló a Madrid. En esta capital aceptó la postulación como candidato a Senador por el Distrito Federal en las elecciones de 1968, resultando electo por un número considerable de votos. En 1969 la Corte Suprema de Justicia anuló la elección de Pérez Jiménez para el Senado, esgrimiendo como principal argumento que Pérez Jiménez no se había inscrito en el Registro Electoral ni había votado en las mismas elecciones.
Consecuencias y acontecimientos posteriores
En medio de un clima tenso, los partidos se lanzan a sus campañas presidenciales. Se ensa¬yan y se queman nombres de independientes y se busca el “candidato ideal”. Como no se en¬cuentra, se concibe el Pacto de Punto Fijo que se suscribe el 31 de octubre de 1958 en la residencia de Rafael Caldera que llevaba ese nombre, en Caracas. El pacto establece el compromiso de civi¬li¬zar las relaciones partidistas, la defensa de la constitucionalidad y el derecho a gobernar de acuerdo con el resultado electoral; gobierno de unidad nacional, no hegemonía partidista y presentación de un programa mínimo común. Lo suscriben Rómulo Betancourt, Raúl Leoni, Gonzalo Barrios, de AD; Jóvito Villalba, Ignacio Luis Arcaya y Manuel López Ri¬vas, de URD; y Rafael Caldera, Pedro del Corral y Lorenzo Fernández, por COPEI. Se reco¬no¬cían así las amenazas aún latentes contra el régimen democrático y se echaban las bases de gobiernos de unidad, sin precedentes en el país. El 16 de agosto de 1963, el gobierno venezolano presidido por Rómulo Betancourt en convenio con el estadounidense obtiene la extradición de Pérez Jiménez, lo encarcela y sentencia a cuatro años de prisión por peculado y malversación de fondos, siendo confinado en la Cárcel Modelo de Caracas. Durante cinco años estuvo encarcelado, al final de los cuales fue liberado al dictársele sentencia por un período menor al de su tiempo de reclusión. Luego se residenció en España aunque, al poco tiempo, en las elecciones generales de 1968, fue postulado senador por la agrupación política de derecha Cruzada Cívica Nacionalista (CCN) y fue elegido en ausencia; sin embargo, la Corte Suprema de Justicia invalidó su elección.
En 1968 se presentó a elecciones en la plancha del CCN y logró la votación necesaria para el senado; sin embargo la Corte Suprema de Justicia anuló esta elección. CCN logró postularlo para la presidencia de la república en los comicios de 1973 conscientes de la popularidad de Pérez Jiménez. Sin embargo, representantes de los partidos mayoritarios propusieron y aprobaron en el Congreso Nacional, una enmienda constitucional destinada específicamente a inhabilitarlo políticamente, mediante una aplicación retroactiva de la norma. Ante tales circunstancias, Pérez Jiménez decidió retirarse de manera definitiva del escenario político venezolano, radicándose en La Moraleja, residencia en una de las zonas más exclusivas de Madrid, donde vivió hasta su muerte El General Marcos Pérez Jiménez, muere un sábado 20 de septiembre del 2001 a los 87 años en Madrid, España de un ataque al corazón. Tuvo cuatro hijas con su esposa, una hija con la espía norteamericana Marita Lorenz y un hijo no reconocido de nombre Marcos Carias, con su ex amante Clarita Carias. La figura de Marcos Pérez Jiménez es muy recordada en la sociedad venezolana actual, entre todos los personajes de la historia contemporánea, desde 1928 hasta el presente. Se ha mencionado mucho en las clases populares, "en cinco años de dictadura, se ha hecho más por el país, que en cuarenta años de democracia" e "hizo de Venezuela un gran país, ejemplo para la América Latina de los años 1950". Mientras que para los dirigentes de los partidos políticos que vivieron la represión del régimen, es más conocido y mencionado su autoritarismo, el encarcelamiento, la creación de cuerpos represivos y la ausencia de libertad de expresión.