Guanabacoa

Guanabacoa
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Municipio de Cuba
Bandera de Guanabacoa
Bandera

Escudo de Guanabacoa
Escudo

Otros nombres: La Villa de Pepe Antonio
Himno: Himno de Guanabacoa
EntidadMunicipio
 • PaísBandera de Cuba Cuba
 • ProvinciaCiudad de la Habana
 • Fundación1512
Superficie 
 • Total289 km²
Población 
 • Total113 434 hab.
 • Densidad392,5 hab/km²
GentilicioGuanabacoense
Museodeguanabacoa.jpg
Museo de Guanabacoa

Guanabacoa en Cubadebate

Guanabacoa es uno de los 15 municipios de Ciudad de La Habana y a su vez es uno de los territorios más antiguos de esta provincia, sus primeras referencias se remontan a la segunda mitad del siglo XVI. En sus cuatro siglos y medio de Historia ha ganado prestigio en la economía, la política, las tradiciones y cultura, así como en la hospitalidad, abnegación y heroicidad de sus hijos nativos y adoptivos.[1]

Historia

Guanabacoa como pueblo, tuvo sus orígenes conforme a las Leyes de Burgos de 1512 y las leyes Nuevas en España, en las cuales quedó establecida la libertad para el hombre Indoamericano. Así, el 12 de junio de 1554 el Cabildo habanero decidió la fundación de un pueblo para los Indígenas dispersos que habitaban su jurisdicción. Este pueblo finalmente fue establecido en el sitio nombrado Guanabacoa, próximo a la villa de San Cristóbal de La Habana, erigiéndose una iglesia en 1578 bajo la advocación de la Virgen María en su Asunción. Pueblo que sirvió de refugio al Gobierno colonial con su gobernador Gonzalo Pérez de Angulo y varias familias ante el ataque del corsario francés Jacques de Sores.

Por Real Cédula del 14 de agosto de 1743, el rey Felipe V le otorgó a Guanabacoa el título de villa, y el uso del escudo de armas que expresa este diseño.

Durante los siglos XVII y XVIII continuaron los procesos de crecimiento y auge constructivo alcanzando la villa su madurez al otorgarse en 1743 el título de Villa, matizado por el sitio y la Toma de La Habana por los ingleses en 1762, destacándose con su participación activa en la defensa el Alcalde Mayor Provincial de la Santa Hermandad, José Antonio Gómez Bullones al frente de las milicias guanabacoenses enfrentando valientemente al invasor británico utilizando el machete por primera vez como arma de combate, quedando en nuestra historia como unos de los héroes más importantes de la localidad.

Durante el siglo XIX, los cambios constitucionales operados en la metrópolis (España) y la llegada al país de algunas ideas renovadoras en el ámbito político condicionaron el surgimiento de movimientos conspirativos de marcada influencia en la localidad como fueron: La conspiración del negro libre José Antonio Aponte (1812), Soles y Rayos de Bolívar (1823) y El Águila Negra (1829), mostrándose la insatisfacción de las masas populares en el período.

En 1861 surge el Liceo Artístico y Literario, fragua de ideas científicas, literarias y patrióticas; siete años más tarde se produce el estallido de la Guerra de los Diez Años; en Guanabacoa se respiran aires patrióticos de simpatía hacia la gesta independentista, resultando deportados a las islas de Ceuta y Chafarinas en 1869 muchos de sus pobladores. Cuando la guerra culmina con el Pacto del Zanjón quedaron insatisfechas muchas demandas de clamor popular.

El 24 de febrero de 1895 se inicia la segunda etapa independentista. El territorio recibió en varias ocasiones la incursión de las Tropas mambisas, las cuales provocaron la alerta del gobierno colonial, dando violentas respuestas a estas acciones cuya máxima expresión fue los crímenes cometidos en los campos de La Jata el 26 de diciembre de 1896.

La represión desatada no detuvo el ímpetu independentista, quedando en la memoria histórica de la villa nombres valiosos de mambises: Rafael de Cárdenas, Néstor Aranguren y Adolfo del Castillo. El 12 de diciembre de 1898, se retiraron las últimas fuerzas españolas acantonadas en la villa y se produce la entrada victoriosa de las tropas mambisas.

El Período interventor en Guanabacoa estuvo representado por el alcalde George William Hyatt (6 de enero de 1899 a 1901). A partir de entonces se inicia una nueva etapa de la historia de la región con la instauración de la República Neocolonial en 1902.

Durante los difíciles años de la República Mediatizada el pueblo de Guanabacoa hizo sentir su oposición, sectores proletarios organizan la Agrupación Comunista de Guanabacoa en junio de 1923, bajo la dirección de Venancio Rodríguez. Esta agrupación estuvo representada en el congreso del Partido Comunista, celebrado en La Habana en 1925.

En marcha la última etapa del proceso libertario, Guanabacoa desarrolla un gran movimiento clandestino contra la sangrienta Dictadura batistiana que oprimía al país.[1]

La lucha de masas brotó con igual fuerza en el territorio y muchos de sus hijos se convirtieron en protagonistas de acciones importantes como el Desembarco de Granma, la Huelga del 9 de Abril y la lucha en la Sierra Maestra.[1]

Combatientes revolucionarios acosaban al régimen con numerosas acciones. Se acopiaban armas y Medicinas, se distribuía propaganda, se efectuaban sabotajes, destacándose en esta generación los nombres de Antonio Briones Montoto, Manolito Domínguez Sobredo, Ángel Hernández Chirino, Urselia Díaz Báez (primera mujer mártir de la lucha clandestina) entre otros.

Así, la presencia del pueblo guanabacoense en la lucha centenaria por alcanzar la definitiva independencia ha sido segura y activa en cada momento que la patria ha demandado esfuerzos y sacrificios: en la Lucha contra bandidos, en la Campaña de alfabetización, en las arenas de Playa Girón, en el cumplimiento del deber internacionalista en los pueblos hermanos, así como en tantas misiones han sido encomendadas.

Antecedentes históricos

Como bien dice la Dra. Aída Martínez en su libro inédito Arqueología de la costa norte del este de La Habana, la división político-administrativa que tiene hoy el país no limita en absoluto el concepto de Área arqueológica y sucede que, según estudios realizados por numerosos investigadores de la Arqueología aborigen, existe una extensa área a lo largo de toda la costa norte de las actuales provincias Ciudad de La Habana y La Habana, desde Cojimar hasta el río Bacunayagua que estuvo habitada por los aborígenes probablemente desde los siglos VIII a VIII a. n. e.[1]

En lo que a la provincia Ciudad de La Habana se refiere, se han encontrado numerosas evidencias de la presencia aborigen en zonas próximas a la costa que con la conquista española quedaron incluidas, primero en la jurisdicción de La Habana, después en la de Guanabacoa, y a partir de 1976 en la del municipio Habana del Este.

Tales sitios presentan restos arqueológicos de comunidades con diferentes tipos de desarrollo: Grupos preagroalfareros en fases media y tardía de desarrollo y Grupos agroalfareros. Dentro de los límites actuales del municipio Guanabacoa no se conoce ningún sitio arqueológico que se remonte a la Comunidad primitiva. La Dra. Martínez cita un lugar conocido como finca La Rosita, situado en las inmediaciones del actual poblado Las Minas, en el cual un grupo de miembros de la Academia de Ciencias que realizaba trabajos agrícolas encontró restos de Cerámica pertenecientes a grupos agro alfareros. Sin embargo, el pueblo de Las Minas se encuentra en la frontera con el municipio Habana del Este, y no ha sido posible determinar de qué lado de los límites se encuentra mencionado sitio.

En cuanto a villa cabecera debe plantearse que, durante muchos años se discutió si su origen era Precolombino a colonial. Algunos se referían a su fundación por el habanero el 12 de junio de 1554. Otros hacían referencia a fechas anteriores a una alusión a una encomienda de “Un pueblo de indios que se dice Guanabacoa”, del que fue despojado Manuel de Rojas en 1533.

Entre 1989 y 1993 se hizo una profunda investigación sobre el tema y se llegó a las siguientes conclusiones:

  • El pueblo de indios que fue despojado Manuel de Rojas se encuentra situado en la jurisdicción de la villa de San Salvador de Bayazo y no puede identificarse en la actual villa de Guanabacoa.
  • El acta del Cabildo de la habana correspondiente al 12 de junio de 1554, efectivamente, contiene todos los preceptos legales para la fundación de un pueblo (la villa de Guanabacoa actual), de acuerdo con la legislación española entonces vigente.
  • Los estudios arqueológicos realizados en la Villa han demostrado la convivencia de aborígenes con otros grupos poblacionales, fundamentalmente españoles, y la Cerámica aborigen encontrada ya presentan elementos de Transculturación con aporte de la cultura española. Lo antes expuestos no niega en absoluto la posibilidad de que los aborígenes incursionaron por la zona antes de la conquista, aunque al parecer, según ha evidenciado la Arqueología, sus preferencias habitacionales se hallaban más al norte y al este.

Primeros pobladores

Los datos sobre el núcleo fundador de Guanabacoa aparecen por primera vez en 1555, en varios informes dirigidos al Rey tanto por el Cabildo habanero como por el Gobernador con motivo del ataque y destrucción de La Habana por el corsario francés Jacques de Sores. En esos documentos se dice que el pueblo de indios de Guanabacoa, a donde se retira Pérez de Angulo ante el ataque de Sores, se encontraba habitado por cien de ellos, los cuales no eran sino aquellos que el Gobernador había logrado juntar haciéndoles venir de los montes, en consonancia con el acuerdo del cabildo del 12 de junio de 1554.

Debe aclararse, sin embargo, que los Indígenas que formaron la poblacián original de Guanabacoa diferían ya sustancialmente de aquellos encontrados, en la Isla por Cristóbal Colón en 1442. Estos indios habían convivido con los españoles durante más de 50 años de Colonización y necesariamente habían aprendido de ellos técnicas más avanzadas de producción.

Dado el tiempo que había transcurrido desde el descubrimiento, es muy probable que la mayoría de ellos hubiera nacido ya en el período colonial y que se expresaran en Lengua española, ya fuera como Idioma materno o como Segunda lengua, y que hubiesen adquirido muchas de las costumbres de los españoles, de la misma manera que aquellos incorporaron algunas de las costumbres autóctonas. Por lo cual, no debe pensarse en los indígenas de Guanabacoa como individuos “salvajes” que andaban desnudos, con la cara pintarrajeada y plumas en la cabeza, sino como seres en los que ya se apreciaban huellas de la cultura dominante.

Según se establece en una disposición firmada en Madrid el 2 de mayo de 1563, en los pueblos de Indígenas libertos no podían vivir españoles, negros, Mestizos, ni Mulatos. En el caso de Guanabacoa, esta Ley se cumpliá solo al principio, ya que todos sus habitantes eran aborígenes, con la sola excepcián del cura doctrinero que se les designó para su instrucción religiosa. Este sacerdote, el primero de Guanabacoa y el único miembro del núcleo fundador cuyo nombre ha conservado la historia, pertenecía a la Orden de Santo Domingo y se nombraba Fray Alonso de Ulloa.

Fundación

Aunque Guanabacoa aún retiene la atmósfera de las Viejas villas españolas, su origen constituye un caso muy peculiar en la Historia de Cuba, que estuvo directamente vinculado con la abolición del Sistema de encomiendas establecido por los españoles desde los primeros años de la Colonización, así como el decreto de libertad para los aborígenes que habían sido tomados por Esclavos.

Según consta en carta enviada por los Regidores al Rey el 5 de marzo de 1550, el entonces Gobernador Don Gonzalo Pérez de Angulo ‘.. mandó pregonar la Real Provisión que de Vii estra Majestad traía sobre lo tocante a la libertad de los indios de esta Isla. El Gobernador Angulo ordenó en La Habana, el 7 de noviembre de 1552, que todas aquellas personas que poseyesen indios esclavos dentro de cierto término mostrasen el título que tenían para poseer por esclavos los dichos indios, con apercibimiento que se les hacía de si no lo mostraban dentro del término, los pronunciaría por personas libres... según consta del testimonio del escribano Diego de Espinosa, dado en La Habana, el 8 de agosto de 1553, y continúa: ‘..y ninguna de las personas a quien esto fue mandado mostraron título alguno, y por el dicho señor Gobernador fueron declarados y pronunciados por personas libres muchos indios, así hombres como mujeres y fueron pu estos en su libertad... La libertad había llegado para los aborígenes cuando ellos resultaban una minoría para beneficiarse de ella.

El 12 de junio de 1554, el Ayuntamiento de La Habana se reunió en cabildo ordinario con el muy magnífico ” Dr. Angulo, esta vez para tratar sobre la situación de los indígenas, ahora libres y fuera de control. Los indígenas, una vez liberados, se hallaban vagando de un lugar a otro, sin que se les pudiera controlar ni instruir en cuanto a la religión católica. El Gobernador los convenció para que se recogieran en el pueblo que se les iba a construir y se creó una comisión para determinar el punto más conveniente para erigir el pueblo en el área entonces ocupada por dos fincas nombradas Guanabacoa y Tarraco, en cuyos terrenos se alza hoy la Real Villa de la Asunción de Guanabacoa.

Los nombres de ambas fincas han sobrevivido hasta hoy: Guanabacoa es tanto la villa como el municipio del cual es cabecera; Tarraco es el nombre de un arroyo que atraviesa la población. El Acta del 12 de junio constituye en sí la mercedación a los aborígenes del terreno necesario para construir el pueblo como núcleo urbano, a la vez que determina las actividades económicas que garantizarían su subsistencia con carácter permanente: la Agricultura y la Ganadería. Para estos menesteres, se les asignó una gran extensión de tierra que se extendía desde el carenero de Cojimar siete leguas al este hasta Xiquiabo, y desde el embarcadero de Marimelena otras siete leguas, hacia el sur hasta Seibabo.

Por último, debe añadirse que la fundación de reducciones o pueblos para “indios libertos” como fue el caso de Guanabacoa, en La Habana, y El Caney, en Santiago de Cuba, se encontraba amparada por una ley promulgada por el Emperador Carlos V el 21 de marzo de 1551. En ella se decía que los indios fuesen reducidos a pueblos, y no viviesen divididos y separados por sierras y montes, privándose de todo beneficio espiritual y temporal, sin socorro de nuestros ministros y del que obligan las necesidades humanas que deben dar tinos hombres a otros.” Seguidamente se ordenaba a Virreyes y Gobernadores que con mucha templanza y moderación ejecutasen la reducción, población y doctrina de los indios con tanta suavidad y blandura, que sin causar inconvenientes, diese motivo a los que no se pudiesen poblar luego, que viendo el buen tratamiento y amparo de los ya reducidos, acudiesen a ofrecerse de su voluntad... “° Como puede apreciarse, en el Acta del 12 de junio de 1554, fueron estas las disposiciones que se cumplieron en el acto de fundación de Guanabacoa.

Toponimia del vocablo Guanabacoa

Guanabacoa es un nombre geográfico cuya Etimología y significado han sido objeto de debates durante mucho tiempo. Algunos historiadores como Don Cayetano Núñez de Villavicencio estiman que el vocablo es de origen “indio” y significa “lugar abundante en aguas”.

Por su parte, el que fuera historiador municipal, Elpidio de la Guardia, aunque es de la opinión de que la palabra procede de la “Lexicografía indiana”, equivalente a “sitio de aguas”, al pie de la página incluye una extensa nota en la que cita al “bien documentado Filólogo Juan Luis Martín''”, el cual, mediante una complicada disquisición, llega a la conclusión de que la palabra es importada y significa “ciudad o pueblo situada entre lomas y en la cual brota un manantial”.

Más recientemente, el investigador guanabacoense Pedro Antonio Herrera López ha propuesto una nueva definición basada en un interesante análisis de Lenguas indígenas que actualmente sobreviven en la zona del Caribe. Según su estudio, Guanabacoa podría definirse, como “palmar alto”.

En cuanto al significado del vocablo ha de procederse con cautela; cualquiera de las propuestas pudiera ser válida, aunque quedan todas en el campo de la hipótesis. De hecho, la palabra Guanabacoa fue registrada por primera vez en el siglo XVI por escribanos españoles y sufrió, por lo tanto, el proceso normal de adaptación a las características fonológicas de la Lengua castellana, de modo que cualquier Análisis semántico que pretenda hacerse de este nombre geográfico, hereda el “Pecado original” de no ser sino el de una voz ya española, con substrato Aborigen.

La procedencia aborigen del vocablo Guanabacoa ha quedado ya bien establecida; se sabe que Guanabacoa fue el nombre de un pueblo de indios que existió cerca de Bayamo antes de los repartimientos llevados a cabo por Diego Velázquez. Ese pueblo, probablemente ubicado en el lugar que hoy ocupa el poblado de Canabacoa, Municipio de Bartolomé Masó, estaba habitado por un grupo de indios bajo la dirección de un Cacique y fue encomendado a Don Manuel de Rojas.

Este municipio es popularmente conocido con los sobrenombres de la “Villa de Guanabacoa”, debido a la categoría otorgada en 1743 por el Rey Felipe V de España en reconocimiento al Desarrollo socioeconómico alcanzado, o “Villa de Pepe Antonio ”, en memoria a este heroico guerrillero, hijo de este suelo.

Límites

Los límites del territorio han variado en el tiempo por lo que la Guanabacoa de hoy, no posee el mismo Territorio jurisdiccional que la de antaño.

Parque de guanabacoa.jpg

Su término municipal poseía una extensión territorial de 289 km², abarcando los actuales municipios San Miguel del Padrón y La Habana del Este, la cual tuvo variaciones efímeras entre 1963 y 1976, primero como Región de Guanabacoa comprendiendo las zonas: Casablanca (Regla), La Habana del Este y Regla; más tarde: Distrito de Guanabacoa, el cual incluía a la Habana del Este, Regla, San Miguel del Padrón y Cotorro.

Luego de la Organización político-administrativa de Cuba¡División Político Administrativa establecida en el país en 1976, con la creación del Poder Popular, el municipio quedó conformado geográfica y administrativamente como se describe a continuación.

Guanabacoa, uno de los quince municipios que integran la provincia Ciudad de La Habana, se ubica geográficamente en una zona interior, sin litoral, al este de la Bahía de La Habana. Limita al norte y al este con el municipio Habana del Este (CH), al sur con el municipio San José de Las Lajas (LH), al sur oeste con los municipios Cotorro (CH) y San Miguel del Padrón (CH) y al oeste con el Municipio Regla (CH).

Tiene una extensión territorial de 129,29 km², ubicándose como uno de los municipios más extensos de la provincia, aunque a escala nacional ocupa el lugar 155, lo que lo sitúa como uno de los más pequeños de Cuba, ya que existen solo 14 menores que él.

Con su pequeña extensión superficial es mayor que algunos estados miembros de la Organización de Naciones Unidas, entre ellos: San Marino (61 km²), Tuvalu (24 km²) y Nauru (21 km²).

En su conformación actual presenta dos áreas bien diferenciadas: la zona noroeste del municipio, comprendida entre la Vía Blanca y la Ave. Monumental y desde la línea del Ferrocarril Central a la línea del Ferrocarril Eléctrico, zona muy urbanizada, en la cual de forma consecutiva se enlazan los repartos más modernos (Chibás, El Roble, La Lima, Hata, Naranjo, Pomo de Oro, Villa Elena, Nalón, D’Beche, Azotea, Mañana, Vía Blanca, Vista Alegre, y Habana Nueva) con el antiguo núcleo de población (la Villa de la Asunción de Guanabacoa) y el resto del territorio, con características suburbanas o semi rurales, que incluye el área de Santa Fé, Bacuranao, La Gallega, Barreras, Minas, Arango, Peñalver, Los Mangos, y Villa María.

Iglesia Nuestra Señora de la Asunción.

Principales vías de acceso al municipio

Vía Blanca, Carretera Monumental, Carretera de Cojímar, Carretera Vieja de Guanabacoa, Carretera de Santa María del Rosario y Calle Real

Consejos populares

El municipio esta dividido en ocho consejos populares:

Características físico-geográficas

Regionalización físico-geográfica

El territorio de Guanabacoa forma parte de la región geográfica occidental y pertenece al paisaje de las Alturas de La Habana Matanzas.

Estructura geológica

La estructura geológica se caracteriza por la presencia del bloque horts-anticlinal Habana, alineado de oeste a este.

Relieve

Se caracteriza por la presencia de un relieve estructural de inversión, en el que se destaca el combe del valle de Guanabacoa, excavado por la erosión en la charnela desventada del bloque horts - anticlinal.

El valle de Guanabacoa o La Victoria constituye un área de un complejo Relieve ondulado a colinoso, producido por Erosión selectiva al actuar sobre rocas de litologías muy diversas, lo que ha dado lugar a diversas formas de relieve, tales como:

Estas alturas han merecido la atención de diferentes hombres de ciencia por sus curiosas características geológicas, minerales y Aguas minero – medicinales.

De manera paradójica, en el “valle” se encuentran mayores elevaciones que en la sección inicial de las alturas Morro – Matanzas que limitan el valle por el norte.

Clima

El clima está fuertemente influido por la cercanía de la costa, por lo cual la temperatura media anual varía solo entre 24 y 26 °C. La temperatura media es de 25,1 °C (entre 1926 y 1987), muy similar a la de Cuba, que es de unos 25 °C. El mes más frío es enero, con un promedio de temperatura de 21.8 °C. Las temperaturas ascienden desde este mes hasta agosto, que es el mes más cálido, con una temperatura promedio de 27.6 °C.

En este territorio, la temperatura es más fresca que en la vecina capital que actúa como una; isla de calor;. A fines del siglo XVII las familias bien acomodadas de la vecina Villa de San Cristóbal de La Habana, pasaban ya los meses de más calor en Guanabacoa, donde habían construido casas de recreo.

Este territorio se caracteriza por dos meses de máximas precipitaciones (mayo y octubre) y uno de mínima (marzo). La precipitación media anual es del orden de 1200 milímetros, aunque hay años lluviosos que pueden alcanzar hasta 1700 milímetros y años secos en lo que no se rebasan los 600 milímetros. La humedad relativa, a las 7:00 a.m. está cercana a la media nacional
(85 ; 90 %), de la mayoría de los territorios costeros septentrionales.

Fuentes hidrográficas

Aguas superficiales

Los principales ríos del territorio tienen su nacimiento en las alturas residuales de las estribaciones meridionales del Anticlinal Habana, lo que hace que corran de sur a norte. La distancia entre estas elevaciones, que actúan como parte aguas, y el litoral, determina el recorrido relativamente corto de los ríos y a su vez hace que la cuenca colectora sea de área pequeña, por lo que son también de escaso caudal.

Algunas de estas Corrientes fluviales, responsables en gran medida del relieve actual del valle, presentan fenómenos de sobre imposición al atravesar cuerpos de serpentinitas, como ocurre con e lRío Cambute, afluente del Río Cojimar.

La mayoría de estas corrientes desembocan directamente en la costa Norte, como lo hacen el Cojimar, el Río Bacuranao, el Tarará, el Río Itabo o el Río Boca Ciega, pero otras no como el Río Martín Pérez, que desemboca en la ensenada de Guanabacoa, bahía de La Habana, mientras que en las de Marimelena y Tiscornia desaguan arroyos que nacen en los extremos occidentales de Guanabacoa, al pie de algunos cerros.

Las aguas de estos ríos, principalmente las de Cojimar y Bacuranao han sido represadas en numerosos embalses con el propósito de abastecer a la población, a la industria y la agricultura (regadío de frutales y pastos). Se destacan las presas “El Pitirre”, “El Cacao”, “Las Monjas”, “La Guayaba”, “La Ceiba”, y “Las Palmas”, todas en el Cojimar, y “La Escuela”, “Peñalver”, “Los Mangos” y “Bacuranao”, en el río Bacuranao.

Aguas subterráneas

En las rocas del Complejo gabro-peridotitico o ultrabásico transformadas en serpentinitas, se observa un agrietamiento de dirección variable de relativa importancia hidrogeológica, ya que las fisuras en general son pequeñas y como regla están rellenas, lo que disminuye la capacidad acuífera de las mismas, aunque en algunos casos se encuentran grandes Grietas tectónicas, por lo que a estas rocas están asociadas las Aguas filonianas de fisura, y en menor proporción, las filonianas, de carácter normal.

La parte superior de los macizos serpentínicos posee una permeabilidad considerable, del orden de 2 m/día. Sin embargo, a los pocos metros de profundidad, la permeabilidad se hace nula. No obstante esto, no es raro encontrar algunas grietas abiertas que constituyen vías de flujo de primer orden.

Suelos

Sobre el Basamento efusivo - sedimentario y carbonatado – terrígeno que aflora en el valle, se han desarrollado Suelos pardos tropicales y, en menor proporción, calizos pardos, con Suelos gleyzados en los planos aluviales. Sobre el complejo ofiolítico se encuentran Suelos fersialíticos rojos parduscos ferró magnesianos y pardos, sin carbonatos.

Recursos minerales

Alejandro de Humboldt durante su segunda estancia en La Habana, en el año 1804, fue requerido respetuosamente por la habanera Sociedad Económica de Amigos del País, rectora de la Cultura cubana en la alborada del siglo XIX, para que la ilustrara acerca del valor minero de los cerros de Guanabacoa, como él mismo los denominara en su obra Ensayo Político sobre la Isla de Cuba, en la que ya había declarado:

«Cuando Tino se acerca a Guanabacoa se encuentra la Serpentina atravesada por vetas de doce a catorce pulgadas de grueso, y llenas de Cuarzo fibroso, de Amatista y de ricas Calcedonias apezonadas y estalactiforines: quizás se encontrará en ellas algún día la Crisoprasa. En medio de estas vetas aparecen algunas Piritas cobrizas, que, según se dice, están mezcladas con un Cobre gris que contiene Plata. Yo no hallé vestigio de este cobre gris; y es probable sea el Dyallage metalloides, que ha dado a los cerros de Guanabacoa la reputación que tienen, siglos hace, de tener mucho Oro y plata.»

El sabio alemán accedió solícito y cortés a la demanda cubana, redactando una breve noticia, parte de la cual se transcribe fielmente a continuación:

«Los Cerritos de Guanav. han tenido fama de Metales. Puede sér que no se funda sino sobre la observación de sér su material deferente de el que constituye los terrenos alrededor. Los únicos que suele haber en otras partes del mundo en la Serpentina son Cobre y Pyrita de hierro: el Cobre algunas veces con lev de oro mui’ baxa. En las lomas al Sureste de los baños de Barreo cerca de Guanav. hé observado vetillas de zuarzo con pyrita cobriza. Nó me hán parecido dignas de mayores investigaciones, en un País cuya verdadera riqueza consiste en la Agricultura, y en el qual el trabajo de las minas convidaria á la olgazaneria de buscár lo que se debe producir.»

Durante los siglos XVI al XIX se conocen reportes de yacimientos de Hulla o Carbón de piedra en diferentes sitios así como de Petróleo y cobre. En la actualidad, las rocas del Complejo gabro-perídotitico y las de la formación Peñalver son explotadas en diversas canteras como material de construcción en numerosas aplicaciones.

Vegetación

La Flora silvestre está en la actualidad muy afectada por el grado de Urbanización y la Antropización que provoca la Actividad agropecuaria. En general, quedan algunos reductos de vegetación natural asociados a las márgenes de los ríos, la cima de algunas colinas y las Comunidades herbáceas secundarias. La mayor parte del territorio se caracteriza por la presencia de vegetación de cultivos y pastos con sectores de vegetación de espontáneos árboles y arbustos, especialmente Cailliea glomerata (Marabú) y Acacia farnesiana (aroma).

La vegetación original de colinas sobre los cuerpos del complejo gabro - serpentinitico corresponde a Matorrales tropicales latifolios, los cuales se incluyen la formación vegetal natural denominada Cuabal: Monte xerofítico espinoso que alcanza una altura máxima de 8 a 10 metros. Este tipo de vegetación, al desarrollarse sobre un suelo de Roca ultrabásica, muy esquelético y de poca capacidad para retener agua, muestra caracteres xerofíticos, aunque las precipitaciones corresponden a las que reciben los montes semicaducifolios. Esto explica el predominio de especies espinosas o con hojas espinoso-dentadas, que aparecen en una proporción mayor que en los montes secos costeros, con los que tiene relaciones tanto fisonómicas como florísticas.

Las especies con mayor distribución en los cuabales son: Annona bullata A. Rich. (Laurel o anón de cuabal), Brya ebenus DC. (Granadillo), Byrsonima lucida (Willd.) A. Rich. (Carne de doncella), Bucida spinosa (Northr.) Jennings (Júcaro espinoso, Jucarillo), Coccoloba armata Griseb (Uverillo), Coccoloba praecox C. Wrigth (uverillo), Erythroxylon alaternifolium A. Rich. (Arabo prieto), Maytenus buxifolia (A.Rich.) Griseb. (carne de vaca), Pisonia rotundata Griseb. (vacabuey), Pictetia marginata Sauv. (carrasquilla), Pseudocarpidium wrightii Millsp. (chicharrón), Ternstroemia peduncularis DC. (Copey vera), Xylopia obtusifolia A. Rich. (malagueta).

El rasgo fisonómico más importante del cuabal es la abundancia de Palmas pequeñas de los generos Coccothrinax y Copernicia, de los cuales el primero, especialmente después de la destrucción de la vegetación originaria, llega a ser predominante. Entre estas últimas, sobresale la Corpernicia torreana (Jata de Guanabacoa o Palma Jata), la que crece en todos los cuabales del Archipiélago cubano, excepto en la Región Oriental. Es una palma achaparrada y de tronco grueso, con las hojas en forma de abanico muy grandes y dispuestas en espiral, tiene espinas pequeñas a lo largo de todos los nervios de cada segmento.

Fauna

La fauna silvestre está también muy afectada por las mismas razones que la vegetación. Alrededor de la zona de Minas, se encuentra el área de localización restringida del ave denominada Chillina (Teretistris fernandinae).

Características económicas y poblacionales

Guanabacoa, desde el punto de vista económico, tiene un marcado carácter industrial. En la actualidad, se distingue por el auge de la Industria Sideromecánica, en los que se destacan renglones significativos como los Herrajes sanitarios, la producción y exportación de tanques. Se destaca además el calzado femenino y algunas producciones textiles. La agricultura se ha impulsado con fuerza desde los últimos años del siglo XX, destacándose la cosecha de flores y hortalizas, la comercialización de sus productos, repoblación forestal y la producción de leche.

Cuenta con una población en progresivo crecimiento que alcanza la cifra actual de 106 893 habitantes y una densidad de 820 hab/Km². Se caracteriza por el predominio del sexo femenino y en cuanto a los grupos etáreos, los comprendidos entre los 30 y 55 años, son los mayoritarios. Vale destacar además, que su población laboral es eminentemente obrera.

A pesar de no existir estudios que caractericen socialmente al guanabacoense puede afirmarse que su panorama es muy homogéneo integrado por Músicos, Obreros, Campesinos y Maestros en su mayoría, en quienes predomina un alto sentido de pertenencia a su localidad y a sus tradiciones.

Tradiciones

  • Fiesta Patronal de "La Tutelar"
  • Fiesta Patronal de "La Guadalupe" (Peñalver).
  • Fiesta Patronal de "La Virgen de los Dolores" (Barrera).
  • Peregrinación al Obelisco de los mártires de la Hata
  • Bandas de Música
  • Religiosidad afrocubana
  • Wemilere, festival de raíces africanas
  • Parada martiana
  • .La Rumba

Instituciones insignias

Sitios emblemáticos

Calles de Guanabacoa

  • Aguacate: Se le conocía con el nombre del pulguero, recibiendo más tarde el de África. Sin embargo, el simple hecho de que en medio de la senda existiese un árbol de tan apetecido frutal, dio motivo a que se señalase con el que se distingue hasta estos días.
  • Amargura: Comienza en los muros del Convento de Santo Domingo y se pierde en las afueras del poblado.
  • Amenidad: Se ignora la razón de su nombre. Embocaba con el antiguo ferrocarril de Regla. Coincidió con la calle Campo Santo, la ubicación de la primera iglesia y el primer cementerio. Unida a Jesús Nazareno, mantiene sin embargo, su independencia recibiendo actualmente el nombre del ejemplar ciudadano Raoul Suarez.
  • Ánimas: Los ilustrados la llamaron Sol, pero el nombre que más le perduró fue el de Ánimas y el más popularizado el de Maceo. Su rara nominación se debe a que en lo alto del muro donde comienza, se halla empotrada una pequeña hornacina.
  • Apodaca: Es una apartada arteria. Antes se conocía como Callejón de las Vacas. Actual debe su nombre al Comandante Graduado de Caballería don Ramón Flores y Apodaca.
  • Barreto.
  • Béquer: Si se revisa el plano topográfico de Mariano Carlés, se encontrará que en un cruzamiento con Corralfalso, en forma triangular, hay una llamada Plaza de Corral Nuevo. El trecho que se prolongaba hasta la calle Amargura, era conocido por Las Ceibas. En 1781, se había mercedado a don Jacinto Béquer la manzana que daba a la Plaza de Armas, donde este construyó la primera casa, motivando que se nominara con su apellido.
  • Bertemati: En el año 1850 tenía dos nombres, desde Corrales hasta la esquina de Cadenas, se llamaba Gloria y desde ese lugar hasta el cierre con Amargura, recibía el nombre de Bertemati, por el rico vecino de ese apellido que poseía en la Villa una espaciosa Quinta. El 12 de Abril de 1942 a petición de la asociación de la Prensa, le pusieron el de Justo de Lara, recordando al famoso periodista, crítico y literato, José de Armas y Cárdenas.
  • Cadenas: Su nombre se debe a la religiosidad de uno de sus moradores, Don Esteban Pérez de Rivero, en cuya mansión todavía en pie aunque en estado ruinoso, en la esquina que forma con División se dio acogida al culto que se celebraba en la Iglesia Parroquial, cuando un ciclón en 1724 le hundió el techo al templo recién construido. Por real Cédula y por ese motivo se le concedió al tal Rivero el 14 de julio de 1729 el privilegio, entonces muy apreciado y singular, de usar cadenas en el frente de su residencia, cadenas que según la versión popular, daban derecho de asilo y amparo a todo aquel que teniendo una deuda con la justicia, lograra aferrarse a una de ellas.
  • Calvo: Calle que fuera abierta al público en 1858 por la señora Luisa Calvo de Armenteros, de cuyo apellido toma el nombre. En su recorrido se alza un Templo abakuá, secta secreta que tuviera en Guanabacoa notable preponderancia. El 7 de julio de 1926 acordó el consistorio denominarla Ciriaco Arango.
  • Camarera: En el año 1836 se verificó su apertura debiendo su nombre al hecho de que en ella residiera la señora Margarita Medina de Sáez camarera que fue de la ¨patrona¨ de la villa. En 1908 acordaron nominarla José Morales.
  • Camposanto: Conserva la tradición de que en la esquina que forma con Amenidad, estuvo la primera iglesia y el primer cementerio, allá por el siglo XVI, de ahí su denominación. En 1861, unos de sus tramos se conocía como San Rafael y en 1879, le designaban como Coco Solo. Sin embargo, todas estas denominaciones desaparecieron en 1899, al honrarla con el nombre Calixto García.
  • Candelaria: Se extiende desde San Andrés hasta la plazoleta colonial de Santo Domingo. Su nombre fue motivado, porque en los terrenos que ocupa actualmente la Iglesia Parroquial, se encontraba la ermita de La Candelaria.
  • Cantarranas: Se encuentra en uno de los extremos de la población cercana a la conocida “Loma del Indio”. Se le conocía como Cantarranas debido a una laguna muy pródiga en tan “melodiosos” Batracios. Acordaron nominarla Asunción, se supone que su nominación está relacionada con la llamada “Patrona de Guanabacoa”.
  • Cerería: Tomó su nombre de una fábrica de velas de cera y otros artefactos que se encontraba ubicada en una de sus manzanas. Se le conoció también como Callejón de los Indios, del Zapote y el Ermitaño.
  • Cocos: Su nominación se debe a la existencia en su recorrido de tan propagados frutales. El vecindario se lo mantiene aún cuando desde enero de 1928, a petición de la sociedad “Unión Social”, el Consistorio le puso el nombre de Joaquín Ravena.
  • Concepción: Es una de las principales arterias del pueblo. No se tiene noticias de la razón de su nombre, pero se considera que este se debe a la influencia religiosa del pasado siglo. Desde 1898 la designaron con el de Máximo Gómez.
  • Concha: Une a San Sebastián con Santa María.
  • Corrales: Es muy antigua, debiéndose su nominación al hecho de que existían en su recorrido numerosos corrales de bestias. El 27 de noviembre de 1915 se sustituyó por el de Felipe Arús, generoso galeno que disfrutara en la Villa de merecido respeto y popularidad por su hombría de bien.
  • Corralfalso: Es la calle más larga de la Villa, pues atraviesa numerosas barriadas. Es vía de mucho tráfico. Algunos de sus tramos los llamaron en el pasado Corral Nuevo. Al parecer a su vera existían muchos corrales carentes de legalidad. En 1906 se le fijó el nombre de Independencia para mantener latente en el vecindario, el recuerdo de la entrada que por ella hicieron, en tiempos de guerra y de paz, tropas mambisas conducidas respectivamente por Néstor Aranguren y Rafael de Cárdenas.
  • Cruz Verde: La antigua costumbre de señalar con una cruz el lugar donde fuera muerto un vecino, y el hecho de haberse cometido un homicidio en la esquina que forma con la calle Real, dio motivo a la instalación de la consabida cruz que alguien pintó de verde, recibiendo por esa causa dicho nombre. Sin embargo en 1915 lo sustituyeron oficialmente por el de Juan Bruno Zayas.
  • Delicias: Sobre los orígenes de su nominación – que todavía mantiene - cuenta el vecindario que la ostentaron, primeramente, un jardín y más tarde una bodega. Fue sede de una potencia Abakuá, con determinada influencia en el Ñañiguismo local.
  • Desamparados:
  • División: Su nombre obedece a la razón de partir al medio la población. Allá por el 1945 la nombraron Pepin. Lo que le diera más popularidad fue la famosa “Cuna de Guanche”, era un animado salón de fiestas y bailes públicos, donde tuvieron ámbito propicio el Vals, el Danzón y hasta la Rumba. El 5 de septiembre de 1902 desapareció su nombre, para sustituírselo oficialmente por el de Enrique Guiral, apreciado médico que tomase la Alcaldía el 18 de junio de 1891. En uno de sus extremos se erigió el Hospital de Caridad. En el inicio de su recorrido dando entrada o salida de la Villa, los guanabacoences materializaron en un sencillo monumento, su admiración por el coronel del Ejército Libertador Néstor Aranguren.
  • Fuentes: Sabido es que Guanabacoa ganó nombradía por la pureza de sus aguas, explotadas en numerosos manantiales, entre ellos, la “Fuente del Obispo”. Mantiene su nombre por ese motivo, aunque oficialmente se lo cambiaron en 1906 por el del Marques De la Real Proclamación.
  • Gloria: Se ignora el porqué de su nominación, la que mantiene en la designación popular, aún cuando en 1926 el Ayuntamiento acordó nominarla José Ramón Sabadí, médico profundamente querido y respetado en la Villa.
  • Jesús María: A pesar de que es el nombre con que la conoce el pueblo, también hubo de llamársele De La Constitución, le fue puesto oficialmente el de Martín Ugarte, dicen que para reconocer méritos adquiridos por el Brigadier de los reales Ejércitos.
  • Jesús Nazareno: Fue abierta al tránsito público el 21 de octubre de 1836, pero su nombre data desde los inicios del siglo XIX, por haberse ubicado en una urna, junto a un pequeño puente del arroyo “Tarraco” la imagen de un Nazareno, acción religiosa que algunos atribuyen a don Luís Bertematti.
  • Justiz: Figura entre las calles más pequeñas, pues solo posee una cuadra. Rinde homenaje con su nombre al Teniente Gobernador don Juan Justiz y Chinchilla.
  • Las Damas: No tiene información sobre el origen de su gracia, aunque dicen que fue porque las damas la preferían para sus paseos en época de Volantas y Quitrines. En tiempos muy remotos fue sendero conducente a la fortaleza de “San Carlos de la Cabaña”.
  • Lebredo: Comienza desde de la plazoleta de Santo Domíngo y me pierdo en las estribaciones de la loma Fray Alonso. Fui abierta al público el 29 de enero de 1947. Debo mi nombre a quien contribuyera a mi apertura y arreglo, don José María Lebredo primer Teniente Gobernador que tuviera la Villa, que desempeñara sus funciones con moderación.
  • Luz: Origina su nombre la sencillez de que en 1802 tenía allí una casa la señora Loreta de la Luz. El 5 de octubre de 1923 el Consistorio me designó con el de Enrique Medin Arango, en memoria de este paladín de la cultura y defensa de su patria y de su raza.
  • Molino: Es la última calle de la Villa en dirección a Regla, ya que las otras, Padre Hoyos y Misericordia, fueron invadidas y encerradas en los jardines de “La Cotorra”. Mi nombre lo motiva el simple hecho de haber existido en mi trayecto, en 1824, una casa conocida como la del Molino.
  • Obispo: Es una de las calles que conducen a la Loma de la Cruz, que debe su celebridad al indígena Julepe Bichat, quien mantuviese en ella un oratorio. Debo su nombre a uno de los tantos manantiales "Fuente de Obispo" que dieran a Guanabacoa justificada fama.
  • Padilla: Se le conocía como Callejón de la Güira, tal vez debido a la existencia de estos árboles, cuyos frutos son tan útiles para medicamentos y labores de artesanía. Dicen los viejos que su nombre se debe a una casa construida en uno de sus solares por Catalina Padilla.
  • Palo Blanco: Su nombre se debe a una estancia cuyas estacas demarcadoras estaban pintadas de blanco. Es una calle principal. En su historia aparecen hechos de resonancia patriótica, como el nacimiento de Fernando Fuero de la Torre. Debido a la temeraria entrada en 1896 de las tropas mambisas dirigidas por Rafael de Cárdenas y Néstor Aranguren se le denominó en 1898 como Aranguren.
  • Potosí: Por espacio de muchas décadas ha sido la luctuosa senda por donde han desfilado hasta el viejo cementerio que señorea la vetusta Ermita del Potosí, a la que debo su nombre.
  • Provisión: Tiene dos cuadras de extensión, sin embargo, la utilizan diariamente muchos de los que se dirigen o alejan del centro del pueblo. La llamaron De La Carnicería, por sus casillas expendedoras de carne, De Los Bomberos, por haber tenido instalado el cuartel del mencionado cuerpo, y el que ahora mantiene, Dr. Mora, para recordar al hombre público Juan Francisco Mora.
  • Real: Llevaba este nombre porque en tiempos de la colonia era la arteria principal, privilegio que todavía mantiene. Me llamaron Del Embarcadero, porque por ella transitaban en caballo o carruajes, los que se dirigían a Marimelena, para abordar las embarcaciones que los transportaba hacia los muelles habaneros. En las últimas décadas del siglo XIX la nominaron Calzada Nueva, pero, a partir de 1898 ostenta el nombre de Martí.
  • Samaritana: Se desconoce la procedencia de su nombre, tal vez se relacione con una referencia bíblica. Casi al final de la misma, todavía se levanta la modesta vivienda donde pasase sus últimos años unos de los “extranjeros” que más afanosamente peleara por la libertad de Cuba el general Carlos Roloff. Años después la designaron con su esclarecido nombre.
  • San Andrés: Tal vez su nombre recuerde a uno de los Apóstoles que evocan los Textos bíblicos, lo cierto es que el vecindario le mantiene el nombre, a pesar de que en 1929 el Cosistorio acordó que llevase el de Miguel Figueroa, eminente orador Autonomista que figuran en ala radical de ese partido.
  • San Antonio: Es una calle centenaria debiendo su nominación a que en la esquina de la tapia, perteneciente al convento de San Francisco, en una hornacina situada en el remate, colocaron una pequeña imagen de San Antonio de Paula. Desde el 1908 rinde homenaje a Quintín Banderas, hombre de una firmeza patriótica.
  • San Francisco: Una cuadra es toda su extensión y, sin embargo, merece crónica aparte en el historial de la Villa, por el convento llamado de “San Antonio” o de “San Francisco”.
  • San Joaquín: Posiblemente su nombre sea motivado por un impulso más de religiosidad. No le ha sido variado, y conduce, como otras calles, a la conocida “Loma de la Cruz”.
  • San José: Es una de las tantas calles que debe mi nombre a la Liturgia católica. En una de sus casonas, falleció el 21 de enero de 1879, el poeta, dramaturgo y revolucionario, Alfredo Torroella y Romaguera.
  • San Juan de Dios: Su nombre recuerda al fundador de la Orden de los Hospitalarios. El hecho de haberse establecido en una de sus manzanas, un centro educacional dirigido por Padres Salesianos, motivó que la nominasen San Juan Bosco, inspirador de dicha congregación.
  • San Pedro: En la actualidad a pesar de su pequeñez posee un nombre que evoca a una de las gloriosas figuras de la medicina cubana, Tomás Romay y Chacón.
  • San Sebastián: Rinde homenaje al soldado romano que habiendo abrazado el Cristianismo, fue condenado a morir atravesado por saetas, por orden del Emperador Diocleciano.
  • Santa Ana: Perdió su religiosidad, impuesta por pasadas generaciones, al recordar con su nombre actual de Bernardo Cardelle, a tan destacado médico que disfrutara entre el vecindario de merecido crédito y popularidad.
  • Santa Rita: En el siglo XIX, Guanabacoa, disfrutó de notoriedad por las virtudes curativas de sus manantiales y baños. Uno de ellos, donde se proporcionaba el agua a esperanzados pacientes, recibía el nombre de Santa Rita, dando motivo a su nominación.
  • Santo Domingo: Arranca de la plazoleta de este nombre y concluye unas cuadras después, en Castanedo, un poco antes de donde doblaban los carros en dirección a Regla. Origen de su nombre, el espacioso convento de “Santo Domingo”, construido en el siglo XVIII por devotos canarios.
  • Soledad: Antes de abrirse la calle Castanedo, era la última de las arterias de esta zona guanabacoense y, tal vez por lo retirada, le designaron de esta forma. Sin embargo, fue objeto de animación cuando se le construyó en 1842 el paradero del ferrocarril “La Prueba”.
  • Taita Tumba: En 1850 la llamaban los vecinos por este nombre y también la conocieron por Guinea, en la actualidad me llaman Santa María, lo debe al hecho de que en ella nace la carretera que conduce a la “Ciudad Condal” de Santa María del Rosario.
  • Venus: Corta en dos la Villa por uno de sus extremos y, a pesar de que fue la primera calle rotulada, no existen noticias de la razón de su nombre. En el pasado uno de sus tramos se conocía como Fortun.
  • Versalles: Se mantiene en la nominación popular con este nombre cuyo origen se ignora. Hubo un tiempo que la llamaron Manjabo por un pozo así denominado que se encontraba en una de sus casas. Se le nombró por último Enrique Valdés Valenzuela, generoso médico, que fuera muy apreciado en la localidad.
  • Vigario: Es muy apartada y poco conocida, debiéndose su nombre al hecho de que allá por el año de 1704, el acaudalado terrateniente Francisco Rodríguez Vigario, construyó y explotó un ingenio.
  • Vista Hermosa: Ya en 1711, se le conocía con ese nombre. Entre las mansiones que le dieron renombre se encuentra la de los esposos Francisco Lamas y Rosalía García de Osuna, cuyos hijos, los hermanos Lamas, dieron la vida por la libertad de Cuba, lo que dio lugar a que 1899 se le nominara con tan notorio apellido.

Rudimentos de Gobierno Local

Desde su fundación, Guanabacoa estuvo ubicada geográficamente en el mismo emplazamiento que ocupa en la actualidad, es decir, separada de La Habana por una distancia de aproximadamente tres Leguas por tierra y una por mar. Esta separación física era suficiente para considerar a ambas poblaciones como entes diferenciados, aún cuando Guanabacoa estuviera, como lo estaba, bajo la jurisdicción administrativa de La Habana.

Esta diferenciación se acentúa mucho más por el carácter que tenía cada uno de estos núcleos poblacionales: La Habana era una Villa española desde su fundación, mientras que Guanabacoa era una reducción o pueblo de indios; por lo tanto, las leyes que regían la vida de ambas, así como la composición de sus poblaciones respectivas, eran completamente diferentes, al menos en los primeros tiempos.

En el acto de fundación de Guanabacoa se decidió que se entregara a los indígenas tierras suficientes para hacer sus casas y tener sus granjerías y estancias. En otras palabras, Guanabacoa no tenía jurisdicción propia, pero disfrutaba de derechos sobre determinadas extensiones de territorio que no podían ser usurpados legalmente por los vecinos de La Habana, sin que por ello dejaran de ser parte de la jurisdicción de aquella Villa. La violación de estos derechos con posterioridad devino fuente de profundas divergencias entre La Habana y Guanabacoa.

Como pueblo de indios fundado al amparo de las leyes españolas, Guanabacoa no contaba con un gobierno local propio. Sin embargo, residía aquí un cura doctrinero representante tanto de la Iglesia Católica como del gobierno español, debido a que ambas instituciones se hallaban fusionadas en virtud del llamado Real Patronato. De manera que Guanabacoa contó desde sus inicios con un funcionario español revestido de determinado grado de responsabilidad.

Guanabacoa se encontraba, pues, bajo la administración directa del Ayuntamiento de La Habana. Era éste el que decidía sobre la Mercedación de tierras a los indígenas, establecía las obligaciones de éstos y hacía cumplir o no, las leyes que regulaban la vida de los pueblos de indios, según puede comprobarse de las Actas Capitulares y otros documentos de la época.

En 1570, Guanabacoa era aún un típico pueblo de indios, habitado por 60 de ellos casados y un clérigo encargado de su doctrina. Sin embargo, en las últimas tres décadas del siglo XVI comienzan a operarse cambios en la composición de la población que fueron de suma importancia para este pueblo. Las Leyes de Indias prohibían que en pueblos de indios como Guanabacoa residiesen personas de otras razas. Sin embargo, los españoles se valieron de diferentes medios para introducirse en Guanabacoa y burlar dichas leyes. Así, en 1582, residían en Guanabacoa 45 indígenas (hombres) y once españoles. La irrupción de pobladores españoles con intereses económicos arraigados en suelo guanabacoense traería consigo la transformación de este pueblo de indios en una villa española, que devendría motivos de contradicciones con los intereses de los vecinos de La Habana.

Hacia 1574 aparece en la escena guanabacoense un nuevo funcionario, el llamado Protector de los indios, que originalmente encarnó en la persona de Hernán Manrique de Rojas. Las obligaciones de estos funcionarios estaban también reguladas por las leyes españolas.

El Protector de indios tenía necesariamente que ser un individuo de Raza blanca; su función primordial era amparar a los indígenas y poner fin a cualquier pleito entre ellos. Mas si el conflicto era entre indígenas y españoles debía ser resuelto por un alcalde español, pero este estaba obligado a citar al Protector de los indios como su representante legal.

Las célebres ordenanzas municipales redactadas por Alonso de Cáceres en 1574 dejaron establecida la primera limitación seria al Cabildo habanero con relación a Guanabacoa. La ordenanza No. 17 establecía que en La Habana hubiese un Alguacil mayor “...y otro diputado para las cosas del campo, el cual en esta villa no pueda traer vara...ni la pueda traer en el pueblo de Guanabacoa de los Indios, por quitar ocasiones de que los indios sean molestados...”

En 1582 se añadió un nuevo ingrediente a la formación aún incipiente de la identidad guanabacoense con la creación de una Compañía de milicias, compuesta exclusivamente por los indígenas residentes en el lugar, la cual contaba con su propio capitán escogido de entre ellos. Si bien este Cuerpo armado no resultaba de gran utilidad desde el punto de vista militar, constituyó la primera fuerza que se organizó paralelamente a las de la Capital.

Características económicas y poblacionales

Guanabacoa, desde el punto de vista económico, tiene un marcado carácter industrial. En la actualidad, se distingue por el auge de la Industria Sideromecánica, en los que se destacan renglones significativos como los herrajes sanitarios, la producción y exportación de tanques. Se destaca además el calzado femenino y algunas producciones textiles. La agricultura se ha impulsado con fuerza desde los últimos años del siglo XX, destacándose la cosecha de flores y hortalizas, la comercialización de sus productos, repoblación forestal y la producción de leche. Cuenta con una población en progresivo crecimiento que alcanza la cifra actual de 106 893 habitantes y una densidad de 820 hab./km². Se caracteriza por el predominio del sexo femenino y en cuanto a los grupos etáreos, los comprendidos entre los 30 y 55 años, son los mayoritarios. Vale destacar además, que su población laboral es eminentemente obrera. A pesar de no existir estudios que caractericen socialmente al guanabacoense puede afirmarse que su panorama es muy homogéneo integrado por músicos, obreros, campesinos y maestros en su mayoría, en quienes predomina un alto sentido de pertenencia a su localidad y a sus tradiciones.

Referencias

Fuentes

  • Multimedia del Proyecto Identidad, CD3. PCC, Ciudad de la Habana. 2003.