República de Cuba
Sumario
Ubicación geográfica
Cuba es un archipiélago con un área de 109 886 km2, de ellos 3 126 km2 de islas, islotes y cayos, y es la isla de Cuba la mayor, con 104 556 km2 de extensión, ocupando el decimoquinto lugar entre las mayores islas del mundo. Está ubicada entre los 23º 17’, 19º 50’ latitud Norte y los 74º 08’, 84º 58’ longitud Oeste.
La isla de Cuba es una franja larga y estrecha, cuya parte más ancha mide 191 km y la más estrecha apenas 31 km, con una longitud de costas de 3 209 km al Norte y 2 537 km al Sur.
El archipiélago cubano está formado, además, por 4 grupos insulares que son: Los Colarados, Sabana-Camagüey (Jardines del Rey), Jardines de la Reina y los Canarreos, considerado este último el de mayor importancia debido a que en él se encuentra la Isla de la Juventud, segunda en extensión después de la isla de Cuba, con 2 204 km2.
Los límites del archipiélago son: al Norte, el estrecho de la Florida, que lo separa de Estados Unidos de América por 180 km, y los canales de San Nicolás y Viejo de Bahama, que lo separa de la Comunidad de las Bahamas por 21 km; al Este, el paso de los Vientos entre Cuba y la República de Haití por 77 km; al Sur, el mar Caribe y el estrecho de Colón, este último lo separa de Jamaica por 140 km; y al Oeste, el estrecho de Yucatán, hacia los Estados Unidos Mexicanos por 210 km.
Geología
Presenta una geología bastante compleja, con rocas antiguas del jurásico y cretáceo sobre todo en las zonas montañosas, y del paleógeno al cuaternario en el resto del territorio. En los cayos e islas resulta interesante la geología de la Isla de la Juventud, con un macizo antiguo del jurásico y cretácico en la llanura del Norte, que forma, básicamente, un complejo terrígeno metamórfico en el que se destacan las elevaciones marmóreas de las sierras de Casas y Caballos, mientras que en la llanura del Sur aparecen rocas carbonatadas del mioceno, separados ambos complejos por sedimentos cuaternarios holocénicos, fundamentalmente, aluviales y de turbas; en el resto de los cayos predominan sedimentos arcillosos-aluviales y carbonatados del pleistoceno.
Relieve
Se caracteriza por la presencia de terrazas marinas y fluviales, el desarrollo especial del carso y los tipos de costas biogénicas. También predominan las pendientes desnudas o con una cobertura poco potente de sedimentos sueltos que son intensamente lavados en épocas de lluvias. Predomina el relieve de llanura en un 75 % del territorio, seguido por las alturas bajas y montañas. El 4 % del territorio nacional está ocupado por humedales.
El sistema montañoso cubano está conformado por cuatro macizos que abarcan una extensión territorial de 1 959 400 hectáreas que representan el 18 % de la superficie del archipiélago: Guaniguanico, situado en la región occidental; Guamuhaya (Escambray), ubicado en el centro del país; Sierra Maestra y Nipe-Sagua-Baracoa, ambos en la región más oriental. En la Sierra Maestra es donde se localiza la altura predominante de la isla de Cuba y del archipiélago cubano, el pico Turquino, con 1 972 m.
En la Isla de la Juventud la altura predominante es la sierra de la Cañada, con 303 m y en cayo Romano (tercera isla por su extensión), la altura predominante es la silla de cayo Romano con 62 m.
Clima
El clima de Cuba es cálido tropical estacionalmente húmedo, con influencia marítima. Su ubicación geográfica en una latitud muy cercana al Trópico de Cáncer condiciona la recepción de altos valores de radiación solar y determina el carácter cálido de su clima. Sin embargo, también se halla en una posición singular en la frontera entre la zona de circulación tropical y extratropical, recibiendo la influencia de ambas con carácter estacional.
Entre los eventos meteorológicos que con mayor frecuencia afectan a la isla están los huracanes, frentes fríos y sures, con mayor afectación en la región occidental del país. Los valores medios anuales de la temperatura oscilan desde 24 °C en las llanuras, hasta 26 °C y más en las costas orientales, observándose una disminución de los valores de esta variable en las áreas correspondientes a los sistemas montañosos principales del país.
El elemento de mayor variabilidad en el clima en Cuba son las precipitaciones. El acumulado medio anual de la lluvia en el país es de 1 335 mm. En la mayor parte del territorio, el año se divide en dos períodos estacionales, el lluvioso (de mayo a octubre) donde se registra aproximadamente el 80 % del total anual, y el poco lluvioso (de noviembre a abril) con el 20 % restante.
La humedad relativa es normalmente alta, con valores por encima del 60 %. Los máximos diarios ocurren a la salida del sol (en ocasiones llega a ser superior al 95 %), más elevados en las zonas montañosas y en el interior del país. Los mínimos (al mediodía) se ubican en las costas, disminuyendo hasta aproximadamente 60 % en el interior del territorio.
El viento predominante en casi todo el país es del Este. Las velocidades máximas del viento se deben al paso de frentes fríos, ciclones extratropicales, tormentas locales severas, ciclones tropicales y otros, sobre el país o por sus inmediaciones.
Hidrología
La ubicación geográfica y la configuración alargada y estrecha de la isla de Cuba le confieren determinadas peculiaridades en la disposición de su red fluvial existen dos vertientes: la norte y la sur. La longitud de los ríos y el área de sus cuencas en el 85 % de los casos es inferior a 40 km y 200 km2, respectivamente.
Los ríos más largos son el Cauto, Zaza, Sagua la Grande, Caonao y Toa. Las cuencas hidrográficas de interés nacional son: Cauto, Zaza, Cuyaguateje, Guantánamo-Guaso, Almendares-Vento, Ariguanabo, Toa y Hanabanilla. La mayor parte de los ríos están embalsados, siendo el embalse de mayor capacidad de la isla de Cuba, el Zaza.
En la Isla de la Juventud la red hidrográfica tiene una distribución radial, y se destaca el río Las Casas, el cual se encuentra represado y conforma el embalse Las Casas Dos.
Los recursos hídricos potenciales se evalúan en un total de 38,1 km3. Los recursos hídricos aprovechables, de acuerdo al nivel de estudios realizados, están evaluados en unos 24 km3 anuales, correspondiendo el 75 % a las aguas superficiales y el restante 25 % a las aguas subterráneas.
Flora y fauna
En el ecosistema cubano, el total de especies es de 32 080 con un 42,7 % de endemismo terrestre, lo que constituye un recurso de inestimable valor para el país. Se ha estructurando un Sistema Nacional de Areas Protegidas, destacándose cuatro Reservas de la Biosfera, reconocidas internacionalmente por su grado de diversidad y conservación.
La flora se caracteriza por una riqueza extraordinaria de especies y un considerable endemismo, fundamentalmente, en las zonas montañosas. Se reportan unas 11 000 especies, de las cuales 6 300 son endémicas (algo más del 50 %), y de ellas 4 500 son dicotiledóneas.
Cuba ocupa el primer lugar en las Antillas por el endemismo de plantas superiores. Entre los endémicos valiosos se pueden citar: la palma corcho, el marañón de la maestra o mantequero (un árbol antiquísimo, de los primeros con flores y superviviente de la flora del cretáceo; la palma barrigona, la dracena cubana, el aguacate cimarrón, gigantesca cactácea; el pino de Mayarí, el pino de la Maestra. La vegetación presenta diferentes tipos de bosques, matorrales, herbáceas, complejos de vegetación y manglares y otros.
La fauna tiene características muy notables debido a su origen y evolución, así como a la influencia del territorio que no presenta barreras naturales. Es pobre en cuanto a grupos representados, pero muchos de los que existen están muy diversificados y con tendencia a la microlocalización (endemismo).
No existen en Cuba animales que originen peligros mayores para el hombre. Tiene ausencia de mamíferos terrestres de gran talla y cuenta con algunos de los vertebrados más pequeños del mundo: el murciélago mariposa, el zunzuncito o pájaro mosca, la ranita, la salamanquita. Existen algunos representantes de grupos antiguos como el almiquí y el manjuarí. Alrededor del 60 % de los invertebrados terrestres son endémicos, y de los moluscos, aproximadamente el 70 %.
Existen aves terrestres y acuáticas, y ocupan un importante lugar las migratorias que encuentran en el territorio condiciones favorables de alimentación, refugio y reproducción.
Reseña histórica
=Primeros pobladores y llegada de Colón. Cuando Cristóbal Colón arribó a Cuba el 27 de octubre de 1492 pudo apreciar, la presencia de pobladores pacíficos e ingenuos que le ofrecían algodón, hilado y pequeños pedazos de oro a cambio de baratijas. Dos años después se percataría de la diversidad de esos pobladores indígenas, pues los aborígenes de la región oriental que lo acompañaban, no podían entenderse con los habitantes de la parte occidental. La población de la Isla se había iniciado cuatro milenios antes, con la llegada de diversas corrientes migratorias: las primeras probablemente procedentes del norte del continente a través de la Florida, y las posteriores, llegadas en sucesivas oleadas desde la boca del Orinoco a lo largo del arco de las Antillas. Entre los aproximadamente 100 000 indígenas existían grupos con distintos niveles de desarrollo sociocultural. Los más antiguos y atrasados -ya casi extinguidos en el siglo XV- vivían de la pesca y la recolección y fabricaban sus instrumentos con las conchas de grandes moluscos. Otro grupo, sin despreciar la concha, poseía instrumentos de piedra pulida y, junto a las actividades recolectoras, practicaba la caza y la pesca. Más avanzados, los procedentes de Sudamérica -pertenecientes al tronco aruaco- eran agricultores, y con su principal cultivo, la yuca, fabricaban el casabe. Confeccionaban objetos y recipientes de cerámica y poseían un variado instrumental de concha y piedra pulida. Sus casas de madera y guano de palma -los bohíos- agrupadas en pequeños poblados aborígenes, constituirían durante varios siglos un elemento fundamental del habitat del campesinado cubano.
1492 - 1898
La conquista de la Isla por España, encomendada a Diego Velázquez se inicia en 1510, casi dos décadas después del primer viaje de Colón. Alertados acerca de los atropellos cometidos por los españoles en las islas vecinas, los aborígenes se resistieron a la invasión hispana, dirigidos por Yahatuey o Hatuey, quien finalmente fue apresado por los españoles y quemado vivo como escarmiento. Con la fundación deNuestra Señora de la Asunción de Baracoa, en 1512, los españoles emprendieron el establecimiento de siete villas con el objetivo de controlar el territorio conquistado -Bayamo (1513), la Santísima Trinidad, Sancti Spíritus y San Cristóbal de La Habana (1514), Puerto Príncipe (1515)- hasta concluir con Santiago de Cuba (1515), designada sede del gobierno. La actividad económica de la época se sustentó en el trabajo de los indígenas, entregados a los colonos por la Corona mediante el sistema de "encomiendas", una especie de concesión personal, revocable y no transmisible, mediante el cual el colono se comprometía a vestir, alimentar y cristianizar al aborigen a cambio del derecho de hacerlo trabajar en su beneficio. El renglón económico de la colonia fue la minería, específicamente la extracción de oro, actividad en la cual se emplearon indios encomendados así como algunos esclavos negros que se integraron desde muy temprano al conglomerado étnico que siglos después constituiría el pueblo cubano. El rápido agotamiento de los lavaderos de oro y la drástica reducción de la población convirtieron entonces a la ganadería en la principal fuente de riqueza de Cuba. A falta de oro, la carne salada y los cueros serían las mercancías casi exclusivas con que los escasos colonos de la Isla podrían incorporarse a los circuitos comerciales del naciente imperio español. Concebido bajo rígidos principios mercantilistas, el comercio imperial se desarrollaría como un cerrado monopolio que manejaba la Casa de Contratación de Sevilla. Corsarios y filibusteros franceses, holandeses e ingleses asolaron el Caribe, capturaron navíos y saquearon ciudades y poblados. Cuba no escapó de esos asaltos: los nombres de Jacques de Sores, Francis Drake y Henry Morgan mantuvieron en pie de guerra por más de un siglo a los habitantes de la Isla. Para resguardar el comercio, España decidió organizar grandes flotas con una escala obligada el puerto de La Habana, estratégicamente situado al inicio de la corriente del Golfo. Así en 1560 Cuba se convierte en punto estratégico para la distribución comercial a las Antillas y América Central. A principios del siglo XVII, la Isla, que en ese momento contaba con unos 30 000 habitantes, fue dividida en dos gobiernos, uno en La Habana y otro en Santiago de Cuba, aunque la capital se estableció en aquella. Aunque lentamente, la actividad económica crecía y se diversificaba con el desarrollo del cultivo del tabaco y la producción de azúcar de caña. A principios del siglo XVIII, en Cuba condujo a la instauración del estanco del tabaco, destinado a monopolizar en beneficio de la Corona la elaboración y comercio de la aromática hoja. La medida fue resistida por comerciantes y cultivadores, lo que dio lugar a protestas y sublevaciones, las cuales fueron violentamente reprimidas mediante la ejecución de once vegueros en Santiago de las Vegas. Imposibilitados de vencer el monopolio, los más ricos habaneros asociados con comerciantes peninsulares, lograron obtener su favor para constituir una Real Compañía de Comercio de La Habana (1740), la cual monopolizó por más de dos décadas la actividad mercantil de Cuba. En 1762 los ingleses toman La Habana, permanecen en ella durante 11 meses hasta devolverla y decretan la libertad de comercio. La defensa recayó en los criollos y sobre todo en la figura de José Antonio Gómez, valeroso capitán de milicia de la cercana villa de Guanabacoa, muerto a consecuencia de los combates. Finalmente, España canjea a la isla por la Florida.
Posteriormente se fortalecimiento de las defensas y se construyo la costosísima fortaleza de San Carlos de La Cabaña en La Habana; el Palacio de los Capitanes Generales (de gobierno) y la Catedral. El comercio exterior de la Isla se amplió, se mejoraron las comunicaciones interiores y se fomentaron nuevos poblados como Pinar del Río y Jaruco. En este contexto se efectuó el primer censo de población (1774) que arrojó la existencia en Cuba de 171 620 habitantes. Después de la guerra de independencia de las Trece Colonias inglesas de Norteamérica, se autorizó el comercio con los "neutrales" -Estados Unidos- y la economía de la Isla creció vertiginosamente, apoyada en la favorable coyuntura que para los precios del azúcar y el café creó la revolución de los esclavos en Haití. Los hacendados criollos se enriquecieron y su flamante poder se materializó en instituciones que, como la Sociedad Económica de Amigos del País y el Real Consulado. Liderados por Francisco de Arango y Parreño, sacaron partido de la inestable situación política y obtuvieron importantes concesiones como la libertad del comercio, el desestanco del tabaco y la posibilidad de afianzar legalmente sus posesiones agrarias. Pero tan notable progreso material se basaba en el horroroso incremento de la esclavitud. A partir de 1790, en sólo treinta años, fueron introducidos en Cuba más esclavos africanos que en el siglo y medio anterior. La esclavitud constituyó una importante fuente de inestabilidad social, no sólo por las frecuentes manifestaciones de rebeldía de los esclavos -tanto individuales como en grupos- sino porque el repudio a dicha institución dio lugar a conspiraciones de propósitos abolicionistas. Entre estas se encuentran la encabezada por el negro libre José Antonio Aponte, abortada en La Habana en 1812, y la conocida Conspiración de la Escalera (1844), donde perdieron la vida numerosos esclavos, negros y mulatos libres, entre quienes figuraba el poeta Gabriel de la Concepción Valdés, (Plácido). En el último tercio del siglo XVIII, el cauto reformismo promovido por Arango y los criollos acaudalados encontró continuidad en un liberalismo de corte igualmente reformista encarnado por José Antonio Saco, José de la Luz y Caballero y otros prestigiosos intelectuales. La rapaz y discriminatoria política colonial de España en Cuba tras la pérdida de sus posesiones en el Continente, habría de frustrar en reiteradas ocasiones las expectativas reformistas. Esto favoreció el desarrollo de otra corriente política que cifraba sus esperanzas de solución de los problemas cubanos en la anexión a Estados Unidos. En esta actitud convergía tanto un sector de los hacendados esclavistas que veía en la incorporación de Cuba a la Unión norteamericana una garantía para la supervivencia de la esclavitud y las posibilidades que ofrecía la democracia estadounidense en comparación con el despotismo hispano. Los primeros, agrupados en el "Club de La Habana" favorecieron las gestiones de compra de la Isla por parte del gobierno de Washington, así como las posibilidades de una invasión "liberadora" encabezada por algún general norteamericano. En esta última dirección encaminó sus esfuerzos Narciso López, quien se involucró en los trajines conspirativos anexionistas y condujo a Cuba dos fracasadas expediciones. En la última fue capturado y ejecutado por las autoridades coloniales en 1851. Por primera vez es enarbolada la bandera de la estrella solitaria.
Otra corriente separatista más radical aspiraba a conquistar la independencia de Cuba. De temprana aparición -en 1810 se descubre la primera conspiración independentista liderada por Román de la Luz-, este separatismo alcanza un momento de auge en los primeros años de la década de 1820. Dos importantes conspiraciones fueron abortadas en esta etapa, la de los Soles y Rayos de Bolívar (1823), en la que participaba el poeta José María Heredia y más adelante la de la Gran Legión del Aguila Negra alentada desde México. También por estos años, el independentismo encontraba su plena fundamentación ideológica en la obra del presbítero Félix Varela. Profesor de filosofía en el Seminario de San Carlos en La Habana.
En los años posteriores, la situación económica cubana experimentó cambios significativos. La producción cafetalera se derrumbó abatida por la torpe política arancelaria española, la competencia del grano brasileño y la superior rentabilidad de la caña.
La propia producción azucarera se vio impelida a la modernización de sus manufacturas ante el empuje mercantil del azúcar de remolacha europeo. Cada vez más dependiente de un solo producto -el azúcar- y del mercado estadounidense, Cuba estaba urgida de profundas transformaciones socioeconómicas a las cuales la esclavitud y la expoliación colonial española interponían grandes obstáculos.
Desarrollo Social
Caracterización general Desde el triunfo de la Revolución la atención a los problemas sociales tuvo una alta prioridad en Cuba. De hecho el desarrollo se concibió como un proceso integral entre lo económico y lo social, a partir de considerar que el simple crecimiento económico, sin progreso y justicia social, no conduciría a un verdadero desarrollo, ni permitiría alcanzar las objetivos sociales a que se aspiraba. Este enfoque más consecuente permitió que en pocos años, las medidas adoptadas propiciaran una transformación radical de la situación social existente.
Situación socioeconómica antes de 1959
Cuba presentaba la situación característica de una economía neocolonial, atrasada y dependiente. Existían grandes latifundios azucareros y ganaderos, con un 75% de las tierras en manos de un 8% de los propietarios. El desempleo afectaba en ocasiones a más del 25% de la fuerza de trabajo, con más de 600 mil desempleados en el período entre zafras (tiempo muerto). Sólo el 12% de la fuerza de trabajo era femenina. El 47% de la vivienda estaba en un estado deplorable o malo, y únicamente el 33% era de mampostería. El 20% de la población más rica recibía el 58% de los ingresos, en tanto que el 20% más pobre percibía el 2%.
No obstante disponer del per cápita más elevado de automóviles privados de América Latina, el 45% de los niños de 6 a 14 años no asistía a las escuelas; y el 23.6% de la población mayor de 10 años era analfabeta. La población mayor de 15 años presentaba un nivel educativo promedio inferior a 3 grados. Paradójicamente, había más de 10 mil maestros desempleados. El servicio estatal de salud era totalmente insuficiente y de baja calidad. La Capital del país, con el 22% de la población, disponía del 65% de los médicos y 62% de las camas hospitalarias.
En general, las condiciones en las áreas rurales eran mucho más críticas: sólo un 4% comía carne; el 43% de la población era analfabeta; no más del 8% recibía atención médica gratuita, en tanto que el 36% se hallaba parasitada y el 14% padecía o había padecido de tuberculosis.
La política social
La política social permite orientar e impulsar el desarrollo social. La misma comprende los objetivos sociales y las vías seleccionadas para alcanzarlos. La política social es establecida por el Estado cubano, acorde con el carácter socialista de nuestra sociedad. Esto garantiza su prioridad, integralidad y continuidad en el tiempo. Junto con la acción estatal, hay una amplia participación de las organizaciones no gubernamentales y de la población en el logro de los objetivos sociales.
Entre los principales objetivos de la política social en Cuba están:
• acceso a una alimentación básica;
• asegurar el derecho ciudadano a la salud y la educación;
• ingreso adecuado para quienes se jubilan o requieren de un apoyo económico de la sociedad;
• fuentes de empleo; protección y descanso del trabajador;
• una vivienda confortable, preferiblemente de propiedad propia;
• lograr una sociedad progresivamente más justa y solidaria.
Las vías establecidas para el logro de los objetivos anteriores son:
• Distribución de más del 60% del aporte calórico de la dieta por vías sociales, como son el sistema de racionamiento a bajos precios; una red de alimentación popular para personas de bajos ingresos; alimentación gratuita o a muy bajos precios a través de los centros de salud, educación y otros.
• Acceso universal y gratuito a los servicios de salud y educación, incluyendo la enseñanza universitaria; y en el caso de la salud, los tratamientos médicos más complejos y costosos. Asignación de los recursos financieros y humanos necesarios para asegurar servicios de calidad.
• Cobertura universal de la seguridad social y de la asistencia social. En los Artículos 47 y 48 de la Constitución se consagra que ningún ciudadano puede quedar desamparado.
• Impulso al desarrollo económico como fuente principal de creación de empleos; programas de empleo en regiones deficitarias y para personas discapacitadas. Reestructuración gradual del empleo por redimensionamiento de capacidades, con reubicación o garantías de ingresos a los trabajadores excedentes.
• Reducción de los alquileres; adquisición de la vivienda mediante un pago equivalente al alquiler; programas estatales de construcción de viviendas y programas con esfuerzo propio; alternativas de viviendas de bajo costo; reparación de viviendas con apoyo estatal.
Adicionalmente debe agregarse que el progreso social se concibe de un modo multifacético y amplio, de modo que al mismo contribuyen también el desarrollo y un amplio acceso a la cultura, al deporte, a la recreación y al descanso de los trabajadores.
La política social en Cuba aspira a garantizar no sólo igualdad de oportunidades, sino también la equiparación de resultados. La política social implementada ha considerado un tratamiento específico y diferenciado a determinados segmentos de la población como son las familias de menores ingresos, la mujer, los niños, las madres solteras, los ancianos y los discapacitados, así como los territorios con menor desarrollo relativo.
La prioridad conferida al desarrollo social y el carácter activo de la política social aplicada, permitió que la sociedad cubana alcanzara en un corto período histórico la eliminación de las grandes diferencias sociales y territoriales; la erradicación a escala social de fenómenos negativos como la desnutrición y el raquitismo, el analfabetismo, el desamparo y la pobreza; así como permitió alcanzar elevados índices de desarrollo social en cuestiones esenciales como la salud y la educación, comparables a los de países desarrollados.
La solidaridad
Un elemento importante de la política social es la solidaridad. Esta se expresa en diversas iniciativas a nivel de la comunidad, en la que participan la población y diferentes entidades, estatales y no estatales. Estas acciones se manifiestan en cuestiones como campañas para la donación de sangre, la reposición de pérdidas ocasionadas por desastres naturales, la solución a necesidades particulares de personas de edad avanzada, la creación de condiciones para la incorporación social de personas discapacitadas, la atención a menores con problemas de conducta, la limpieza y embellecimiento de los barrios, y en general, la realización de trabajos con carácter voluntario para distintos objetivos sociales.
Aun en períodos de fuertes carencias materiales, la sociedad cubana ha sabido extender su ayuda solidaria a otros pueblos que han tenido que enfrentar catástrofes naturales o carencias de servicios básicos como los de salud y educación. También Cuba ha recibido la solidaridad de otros países a través de organizaciones no gubernamentales, religiosas y de instituciones oficiales; incluyendo acciones destinadas a contrarrestar los efectos negativos del bloqueo que Estados Unidos ejerce contra Cuba.
Desarrollo económico y desarrollo social
Existe una estrecha interrelación entre el desarrollo económico y el desarrollo social. El desarrollo económico permite elevar el nivel de vida de la población y brinda los recursos necesarios para la satisfacción de las necesidades sociales.
Por su parte, la política social debe propiciar que el desarrollo económico repercuta lo más directamente posible sobre el desarrollo social, y que sus frutos se distribuyan de un modo justo en la sociedad.
En el caso de Cuba los recursos destinados a los programas sociales, no son considerados como un simple gasto, sino como la satisfacción de un objetivo prioritario de la sociedad. Por otra parte, el desarrollo social tiene una fuerte influencia sobre el desarrollo económico, al promover el aumento de la calificación de la fuerza de trabajo, elevar sus niveles de salud, propiciar la incorporación de la mujer al trabajo y favorecer una política espontánea de planificación familiar.
Años iniciales
En una primera etapa a partir de 1959 los esfuerzos en la esfera social se concentraron en el empleo, la entrega de tierras, la educación, la salud, la vivienda, la redistribución del ingreso y la seguridad y asistencia social; y también en la eliminación de lacras sociales como la droga, el juego, la prostitución, y el desamparo y la mendicidad.
La Ley de Reforma Agraria exoneró del pago de rentas al 85% del campesinado cubano y significó una redistribución de ingreso de unos 300 millones de pesos. La creación de nuevos empleos en los sectores agrícola, industrial, de las construcciones y de los servicios, permitió que a finales de 1970 la tasa de desempleo en el país fuera de sólo 1.3%. En los años iniciales de la Revolución se redujeron los alquileres, las tarifas eléctricas y telefónicas, y el precio de las medicinas y de otros artículos de primera necesidad.
La Ley 1100 de 1963 garantizó la seguridad social a todos los trabajadores del país. Se aprobó una edad de retiro de 55 años para las mujeres y 60 años para los hombres; y se estableció la protección por enfermedades de tipo común y profesional, accidentes, invalidez y por requerimientos de la maternidad. Se acordó, además, el derecho de todos los trabajadores a un descanso anual de treinta días.
En 1961 se efectuó la Campaña Nacional de Alfabetización sobre la base de un movimiento de participación voluntaria y masiva, en el que tomaron parte unos 270 mil estudiantes, maestros y trabajadores en general. En un año, 700 mil personas aprendieron a leer y escribir, con lo cual el índice de analfabetismo disminuyó de 23.1% en1958 al 3.9% de la población total en 1961. Al concluir la Campaña de Alfabetización se creó un plan de becas y el sistema de internados y seminternados, para garantizar que todo alumno, con independencia de la situación económica de la familia y lugar de residencia, tuviera acceso a los diferentes niveles de enseñanza. Entre 1958 y 1981 las tasas de matricula según grupos de edad se elevaron, para la enseñanza primaria (6 a 11 años), de 45.2% a 100%; y para la enseñanza secundaria (12 a14 años), de 8.7% a 79.8%.
En salud pública, las medidas iniciales más importantes fueron la creación de un ministerio de salud pública, el servicio médico rural, y las áreas de salud y los policlínicos. También se hizo énfasis en el desarrollo de la docencia médica, pues cerca de la mitad de los médicos existentes en el país emigraron en los primeros años de la Revolución. La medicina preventiva experimentó un gran impulso, especialmente en lo referente a enfermedades transmisibles; y la población, junto con diferentes organizaciones, participaron en importantes campañas masivas de vacunación.
Con respecto a la vivienda, la Ley de Alquileres representó una rebaja de un 30-50%, en tanto que la Ley de Reforma Urbana consagró el derecho de cada familia que pagara alquiler, a la propiedad de la vivienda. Asimismo se impulsó la construcción de viviendas, que entre 1959 y 1963 alcanzó un monto de 85 mil viviendas.
Desarrollo actual
En el período hasta 1989 se produce una consolidación del modelo de desarrollo social de Cuba, con logros que se acercan a los indicadores sociales de países de mayor nivel de ingreso.
A inicios de los años 90 con la desaparición del campo socialista tiene lugar una caída del PIB del orden del 35%, con fuertes repercusiones en el orden económico y social. No obstante, la prioridad otorgada a los programas sociales permitió conservar la mayor parte de los logros alcanzado, e incluso continuar avanzando en una serie de indicadores sociales.
Las primeras medidas de política social adoptadas, fueron las referidas a mantener a los trabajadores en sus empleos y conservarles al menos sus ingresos nominales aún en la etapa de contracción abrupta de la economía e ir realizando un ajuste gradual del empleo enmarcado en un proceso de redimensionamiento empresarial; garantizar los ingresos nominales a todos los pensionados por el sistema de seguridad y asistencia social; la decisión de trasladar la casi totalidad de los bienes de consumo disponibles al sistema de racionamiento para tratar de que la distribución fuera lo más equitativa posible; y la voluntad de preservar al máximo los programas sociales de salud y educación. Posteriormente, las medidas sociales mostraron una tendencia, más profunda, de adaptación hacia la búsqueda de una política social más eficiente .
Pueden distinguirse dos etapas. Una a partir de 1993 y hasta el año 2000, en que dicha búsqueda de eficiencia, expresada explícitamente en el propósito de mantener los logros sociales a pesar de la contracción de los recursos para el desarrollo social, abarcó algunas variaciones y posposiciones en los objetivos de la política social, transformaciones en el diseño de los sistemas de prestación de servicios, descentralización, modernización y fortalecimiento de las instancias locales y nuevos matices respecto a la participación de instituciones sin fines de lucro en la gestión y financiamiento de la política social.
En la segunda etapa a partir del año 2000 la política social enfatiza, por un lado, en la incorporación de nuevos objetivos estratégicos de desarrollo social –a pesar de las dificultades económicas aún existentes- al entenderse que sin trabajar en esas líneas la sociedad quedaría irremisiblemente apartada de la posibilidad de desarrollarse acorde a las características tecnológicas del mundo globalizado y no lograría los objetivos del tipo de sociedad que se ha propuesto.
En este sentido y con el objetivo de elevar la Calidad de Vida de la población cubana a planos superiores, desde fines de 1999, se viene desarrollando toda una serie de nuevos programas sociales, lo que en Cuba se ha denominado “La Batalla de Ideas”, que abarca todos los aspectos que integran el Nivel y el Modo de Vida de la población.
Desde el punto de vista de su proyección e implementación, estos programas pueden considerarse una revolución conceptual en la formulación y aplicación de las políticas sociales, pues los mismos son proyectados y dirigidos por la más alta dirección del país, pero en su organización y desarrollo son fundamentales las organizaciones juveniles y muy especialmente la Unión de Jóvenes Comunistas llamada a jugar un papel protagónico en su ejecución. Asimismo, los Programas dan una solución de continuidad a los logros de la política social del país, así como introducen nuevas ideas con vistas al enriquecimiento y perfeccionamiento de las vías y métodos utilizados hasta el presente e incorporan nuevas vertientes que contribuirán a elevar a planos superiores lo ya alcanzado.
La eliminación del desempleo como ya se ha explicado ha sido un objetivo de primer orden dentro de la política laboral cubana y ya en el 2007 se logró una tasa de desocupación de sólo un 1,8 %, característica de una situación de pleno empleo.
Existen diferentes programas para la creación de nuevos empleos, algunos de ellos asociados a la propia política social. Así, todos los nuevos servicios que se despliegan en asistencia social, la extensión de la enseñanza de computación, la municipalización de la enseñanza universitaria y otros programas educativos, de salud y cultura, entre otros, han creado un número considerable de empleos en los últimos años.
El Curso de Superación Integral, es uno de los programas que mayor impacto social ha tenido en los jóvenes, la familia y la comunidad cuyo objetivo es incorporar al estudio a los jóvenes entre 18 y 29 años que no estaban trabajando ni estudiando. En otro de los programas de esta esfera, se forman trabajadores sociales, los que están llamados a brindar en la comunidad una asistencia social personalizada detectando y conociendo todos y cada uno de los problemas que pueda tener los ciudadanos que están en su radio de acción. Estos trabajadores sociales ya han realizado importantes trabajos como la atención personalizada de la seguridad social a los jubilados que viven solos y la medición y pesaje de 2,5 MM de niños de los cuales, como resultado del diagnóstico, unos 96 mil reciben ayuda alimentaria especial. Además, en las provincias orientales que, por sus características demográficas, presentaban altos niveles de desempleo, se implementó un programa para ofrecer alternativas de trabajo a la población de las mismas, garantizando la capacitación del personal y la adecuada remuneración.
En el año 2007 los beneficiarios de la seguridad social fueron 1571924 y los de la asistencia social 595181, los que representa el 19,2% de la población cubana. Existen programas sociales dirigidos a prestar servicios comunitarios al adulto mayor, a brindar trabajo a madres solas, a atender menores en desventaja social, a proveer una atención integral a personas discapacitadas y a atender otros grupos vulnerables.
En particular el programa de atención a los discapacitados confiere prestaciones en servicios de alimentación, de reparación de viviendas, y propicia empleo a las personas discapacitadas con interés y posibilidades de trabajar. Con este último objetivo en 1995 se creó el Programa de Empleo a Discapacitados (PROEMDIS), que incluye además del empleo, la rehabilitación de las personas que lo necesitan, la asistencia en el domicilio, a la familia, y el apoyo de la comunidad. Con la intención de lograr la integración social de las personas discapacitadas se creó la modalidad de talleres especiales para los discapacitados imposibilitados de trabajar en centros ordinarios, y que pudieran hacerlo a domicilio.
En relación con la alimentación, la crisis económica por la que transitó el país, a inicios de los años noventa, repercutió negativamente y en magnitud muy aguda en la disponibilidad de alimentos, producto del abrupto descenso de la capacidad importadora y la vulnerabilidad derivada de la elevada dependencia externa de dicha disponibilidad.
La manifestación más palpable de la crisis la constituyó la aparición de una neuropatía epidémica, que tuvo su punto máximo en el primer trimestre de 1993 con una tasa de incidencia de 462,3 por cien mil habitantes, que afectó predominantemente a la población adulta de 25 a 64 años. Los estudios efectuados pusieron en evidencia que el principal factor causal fue tóxico-nutricional asociado a la dieta deficiente y desequilibrada, derivada de la brusca disminución de la disponibilidad de alimentos. Muestra de ello lo fue el impacto en términos de nutrientes, cuya disponibilidad en ese año respecto a 1989 representó un 62,8 % de Kilocalorías y un 63 % de proteínas. Con posterioridad a 1994, el estado nutricional de la población mejoró.
En la etapa 2000-2007 el volumen global de alimentos disponibles para el consumo se recuperó, alcanzando en el 2007 niveles que en lo relacionado al aporte energético exceden la normativa en casi un 37 % y el aporte de proteínas en un 25 % Se llevan a cabo acciones dirigidas al reforzamiento alimentario de grupos específicos de población como es el caso de niños con bajo peso, enfermos de fibrosis quísticas, embarazadas a partir de la semana 14 y madres lactantes hasta 6 semanas.
También tiene lugar la fortificación de alimentos y mejoramiento de la calidad de los productos para toda la población con la adición de vitaminas y minerales.
En lo relacionado con los niños y jóvenes del Sistema Educacional se llevaron a cabo acciones que incluyeron el suplemento alimentario para estudiantes internos y seminternos; merienda para estudiantes de secundaria, que permitió implantar la doble sesión; y, el mejoramiento de la dieta del estudiante mediante el suministro de hortalizas: entre otras.
El estado de salud de la población cubana compara favorablemente con el de la región y en diversos indicadores se encuentra al nivel de país desarrollado. Aún en los años noventa los resultados en salud se lograron mantener, gracias a la alta prioridad que dentro de la política social tuvo el sector.
El elevado compromiso con la salud que existe en Cuba se evidencia en los indicadores, que comparan muy favorablemente con otros países, según se recoge en el Informe sobre Desarrollo Humano 2007 – 2008, emitido por el PNUD.
Cuba muestra un desarrollo superior al de América Latina y el Caribe excepto en el nivel de ingresos per cápita, lo que indica la elevada prioridad otorgada a lo social dentro de las políticas. Se sitúa también en mejor posición que el promedio de la región de Europa Central y Oriental y la CEI, en buena medida por su alto nivel en esperanza de vida al nacer. Las mayores diferencias con la OECD se producen por el elevado nivel de ingreso per cápita de que disfrutan esos países.
Política y gobierno. Estructura de Estado Cubano
En la República de Cuba la soberanía reside en el pueblo, del cual dimana todo el poder del Estado. Ese poder es ejercido directamente o por medio de las Asambleas del Poder Popular y demás órganos del Estado que de ellas se derivan, en la forma y según las normas fijadas por la Constitución y las leyes.
Organos Superiores del Poder Popular
• La Asamblea Nacional del Poder Popular
• El Consejo de Estado
• El Consejo de Ministros
• El Consejo de Defensa Nacional
Asamblea Nacional del Poder Popular
La Asamblea Nacional del Poder Popular es el órgano supremo del poder del Estado. Representa y expresa la voluntad soberana de todo el pueblo. Es el único órgano con potestad constituyente y legislativa en la República. Se compone de diputados elegidos por el voto libre, directo y secreto de los electores, en la proporción y según el procedimiento que determina la ley.
Es elegida por un término de cinco años. Este término sólo podrá extenderse por acuerdo de la propia Asamblea en caso de guerra o a virtud de otras circunstancias excepcionales que impidan la celebración normal de las elecciones y mientras subsistan tales circunstancias.
Al constituirse para una nueva legislatura, elige de entre sus diputados a su Presidente, al Vicepresidente y al Secretario. La ley regula la forma y el procedimiento mediante el cual se constituye la Asamblea y realiza esa elección. La Asamblea Nacional del Poder Popular elige, de entre sus diputados, al Consejo de Estado, integrado por un Presidente, un Primer Vicepresidente, cinco Vicepresidentes, un Secretario y veintitrés miembros más. El Presidente del Consejo de Estado es jefe de Estado y jefe de Gobierno. El Consejo de Estado es responsable ante la Asamblea Nacional del Poder Popular y le rinde cuenta de todas sus actividades. Organos locales del poder Popular Las Asambleas del Poder Popular, constituidas en las demarcaciones político-administrativas en que se divide el territorio nacional, son los órganos superiores locales del poder del Estado, y, en consecuencia, están investidas de la más alta autoridad para el ejercicio de las funciones estatales en sus demarcaciones respectivas y para ello, dentro del marco de su competencia, y ajustándose a la ley, ejercen gobierno. Además, coadyuvan al desarrollo de las actividades y al cumplimiento de los planes de las unidades establecidas en su territorio que no les estén subordinadas, conforme a lo dispuesto en la ley. Las Administraciones Locales que estas Asambleas constituyen, dirigen las entidades económicas, de producción y de servicios de subordinación local, con el propósito de satisfacer las necesidades económicas, de salud y otras de carácter asistencial, educacionales, culturales, deportivas y recreativas de la colectividad del territorio a que se extiende la jurisdicción de cada una. Para el ejercicio de sus funciones, las Asambleas Locales del Poder Popular se apoyan en los Consejos Populares y en la iniciativa y amplia participación de la población y actúan en estrecha coordinación con las organizaciones de masas y sociales. Los Consejos Populares se constituyen en ciudades, pueblos, barrios, poblados y zonas rurales; están investidos de la más alta autoridad para el desempeño de sus funciones; representan a la demarcación donde actúan y a la vez son representantes de los órganos del Poder Popular municipal, provincial y nacional. Trabajan activamente por la eficiencia en el desarrollo de las actividades de producción y de servicios y por la satisfacción de las necesidades asistenciales, económicas, educacionales, culturales y sociales de la población, promoviendo la mayor participación de ésta y las iniciativas locales para la solución de sus problemas. Coordinan las acciones de las entidades existentes en su área de acción, promueven la cooperación entre ellas y ejercen el control y la fiscalización de sus actividades. Los Consejos Populares se constituyen a partir de los delegados elegidos en las circunscripciones, los cuales deben elegir entre ellos quien los presida. A los mismos pueden pertenecer los representantes de las organizaciones de masas y de las instituciones más importantes en la demarcación
Consejo de Estado
El Consejo de Estado es el órgano de la Asamblea Nacional del Poder Popular que la representa entre uno y otro período de sesiones, ejecuta los acuerdos de ésta y cumple las demás funciones que la Constitución le atribuye. Tiene carácter colegiado y, a los fines nacionales e internacionales, ostenta la suprema representación del Estado cubano. Todas las decisiones del Consejo de Estado son adoptadas por el voto favorable de la mayoría simple de sus integrantes. El mandato confiado al Consejo de Estado por la Asamblea Nacional del Poder Popular expira al tomar posesión el nuevo Consejo de Estado elegido en virtud de las renovaciones periódicas de aquélla.
Consejo de Ministros
El Consejo de Ministros es el máximo órgano ejecutivo y administrativo y constituye el Gobierno de la República. El número, denominación y funciones de los ministerios y organismos centrales que forman parte del Consejo de Ministros es determinado por la ley. Está integrado por el Jefe de Estado y de Gobierno, que es su Presidente, el Primer Vicepresidente, los Vicepresidentes, los Ministros, el Secretario y los demás miembros que determine la ley. El Presidente, el Primer Vicepresidente, los Vicepresidentes y otros miembros del Consejo de Ministros que determine el Presidente, integran su Comité Ejecutivo. El Comité Ejecutivo puede decidir sobre las cuestiones atribuidas al Consejo de Ministros, durante los períodos que median entre una y otra de sus reuniones. La ley regula la organización y funcionamiento del Consejo de Ministros. El Consejo de Ministros es responsable y rinde cuenta, periódicamente, de todas sus actividades ante la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Consejo de Defensa Nacional
El Consejo de Defensa Nacional se constituye y prepara desde tiempo de paz para dirigir el país en las condiciones de estado de guerra, durante la guerra, la movilización general o el estado de emergencia. La ley regula su organización y funciones.
Fuentes: http://mipais.cuba.cu/
http://www.hidro.cu/sgeografica.htm
http://www.cubagob.cu/
http://www.nnc.cubaweb.cu/cultura/cultura33.htm
http://www.asanac.gov.cu/espanol/historia%20parlamentaria/estructura.htm

