Toscana

Toscana, Italia
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Ciudad de Italia
Bandera de Toscana
Bandera

Escudo de Toscana
Escudo

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EntidadCiudad
 • PaísBandera de Italia Italia
Población ((31-03-2010)) 
 • Total3 734 355 hab, hab.

Toscana es una región en el centro de Italia. Tiene una superficie de 22.994 kilómetros cuadrados y un población de 3.734.355 habitantes, toscanos. La capital regional es Florencia.

Ubicación

Limita al noroeste con Liguria, al norte con Emilia-Romaña, al este con las Marcas y la Umbría, al sur con el Lacio. Al oeste, sus 397 km de costas continentales son bañados por el mar de Liguria en el tramo centro-septentrional entre Carrara (desembocadura del torrente Parmignola, limítrofe con la Liguria) y el golfo de Baratti.

Etimología

El nombre es antiquísimo y deriva del epónimo usado por los griegos y los latinos para definir la tierra habitada por los etruscos: "Etruria", que evolucionó luego a "Tuscia" y de ahí a "Toscana". Incluso los confines de la actual Toscana se corresponden con la línea máxima de la Etruria antigua, que comprendían incluso partes de las actuales regiones del Lacio y de Umbría, hasta el Tíber.

Geografía física

De forma aproximadamente triangular y situada entre la parte septentrional del mar Tirreno y los Apeninos centrales, la Toscana tiene una superficie de aproximadamente 22.993 kilómetros cuadrados. Rodeado y cruzado por las principales cadenas montañosas, y con escasas llanuras, aunque muy fértiles, la región tiene un relieve que están dominado por el paisaje ondulado.

Mientras las montañas se extienden por el 25% del área total, y las llanuras sólo un 8,4% de la superficie total, casi todas coincidiendo con el valle del río Arno, lo que suma un total de 1.930 kilómetros cuadrados, en conjunto las colinas suponen dos tercios (66,5%) de la superficie total de la región, que se extiende por 15.292 kilómetros cuadrados.

El monte más alto de Toscana es Monte Prado (2.054 metros sobre el nivel del mar, msnm). Hay volcanes como el Monte Amiata 1.738 msnm. El principal río es el Arno (241 km); otros son el Ombrone, el Serchio y el Cecina. El lago costero más extenso es la Laguna de Orbetello 26,2 km².

Los 633 km en total de costa son 397 km continentales y 230 km insulares. Limitan con Toscana el mar de Liguria y el mar Tirreno, siendo dos accidentes destacados el Canal de Piombino y el canal de Córcega. Las islas principales de la costa toscana son: Elba, Giglio, Capraia, Montecristo y Pianosa.

El clima, que es bastante suave en las zonas costeras, es más lluvioso y severo en el interior, con considerables fluctuaciones de temperatura entre el invierno y el verano

Historia

Palazzo Vecchio en Florencia.

Restos descubiertos en las zonas de Arezzo, Siena y gran parte de la región testimonian que muchas zonas de la Toscana estaban pobladas desde la prehistoria. El período histórico empieza en torno al año 1500 a. C., con la cultura del bronce, de la que se han encontrado vajillas, utillaje y armas de piedra, hueso y metal. Con el advenimiento de la civilización del hierro empieza la llamada cultura villanoviana (siglos IX-VIII a. C.), que constituye el punto de partida de la civilización etrusca. Este pueblo, en los siglos VII y VI a. C. extendió sus dominios y ocupó parte del Lacio, Campania, Umbría, la llanura padana y Córcega. En esos siglos los etruscos controlaban gran parte de la península itálica y llevaron a las regiones sometidas un altísimo grado de cultura y progreso. En los siglos V y VI a. C. los etruscos fueron atacados por pueblos que habían ido consolidando su potencia, como los griegos y los cartagineses, los celtas y los romanos. Se vieron entonces obligados a establecer tratados de paz, sobre todo con los romanos, cuya supremacía estaba emergiendo en la península. En la edad imperial, Etruria se convirtió en la VII región del imperio romano, una de las catorce regiones en que Augusto dividió Italia. En el siglo III, durante el reinado de Diocleciano, Etruria, conocida ya con el nuevo nombre de Tuscia, se unió a la región de Umbría.

Los Romanos establecieron las ciudades de Lucca, Pisa, Siena y Florencia, y dotaron a la zona con nuevas tecnologías y desarrollo, y aseguraron la paz. Entre sus logros están varias calzadas, que transformaron el aspecto de Italia en general y de la Toscana en particular:

Estos nuevos caminos romanos evitaron cuidadosamente los grandes centros etruscos, cuya decadencia no tardó en seguir, mientras que las nuevas ciudades romanas cobraban la importancia. Es el caso, por ejemplo, de "Pistoriae" (Pistoia), que, al principio, era sólo una ciudad pequeña fortificada al borde de la vía Casia. A pesar de que los romanos adoptaron una política inteligente en Etruria, dejando una parcial autonomía a las numerosas ciudades sometidas y edificando gran cantidad de obras públicas, la región, y específicamente ciudades antes florecientes como Luca, Pisa, Arezzo y Florencia, experimentó un lento e inexorable declive, junto con el consiguiente despoblamiento. En la alta Edad Media, Tuscia conoció un largo periodo de depresión que se prolongó bajo la dominación de los longobardos. La situación mejoró con la llegada de los francos, en el 774 d. C., con quienes empezaron las reparticiones feudales que revitalizaron las despobladas ciudades de Tuscia.

En el siglo VI, los longobardos llegaron a la región y eligieron Luca como la capital de su Ducado de Tuscia. Después de la destrucción del reino lombardo por Carlomagno en el siglo VIII, se convirtió en un condado, el condado de Lucca. Luego fue un marquesado con Adalberto I en el siglo IX. En el siglo XI el marquesado pasó a la familia Attoni de Canossa, quienes también tenían Módena, Reggio Emilia y Mantua. Matilde de Canossa fue su miembro más famoso. La muerte de Matilde de gota en el año 1115 marcó el final de una era en la política italiana. Legó sus posesiones al papado, lo que determinó el comienzo de una lucha entre el Papado y el Imperio por este territorio.

Con las expediciones de los Cruzados, Pisa volvió a florecer. Favorecida en el comercio por ser ciudad marítima, fue el centro de reunión de los distintos feudatarios toscanos que partían con sus barcos rumbo a Levante. Entre tanto, otras ciudades toscanas, en particular Florencia (por la actividad textil) y Siena (por la actividad bancaria), iban adquiriendo cada vez mayor fuerza. Con el paso de la edad feudal a la de las comunas, Tuscia, con el nuevo nombre de Toscana, fue testigo de un largo periodo de luchas entre ciudades rivales; son los años de los güelfos y los gibelinos, los años de los conflictos entre Florencia y Pisa, entre Siena y Florencia. A través de esa lucha extenuante, Florencia logró consolidar su poder, y a principios del siglo XIV, era ya la ciudad más potente de toda la región. En 1406 la rendición de Pisa representó para Florencia ventaja política y económica, pues le concedía el libro acceso al mar. En ese periodo, solo Siena y Luca resistían ante Florencia.

Durante el siglo XVI, los Médicis tomaron el poder y transformaron la comuna florentina en un señorío que, en la segunda mitad del siglo XVI, bajo Cosme I, se convirtió en el Gran Ducado de Toscana. Luca y Siena cayeron también bajo su jurisdicción, viéndose obligadas a capitular. Siena no fue incorporada a Toscana hasta 1555. Con el apoyo del emperador, Cosme I de Médicis, derrotó a los sieneses en la batalla de Marciano (1554), y asedió Siena. A pesar de la desesperada resistencia de sus habitantes, el 17 de abril de 1555, después de un asedio de quince meses, la ciudad cayó, su población disminuyó de 40.000 a 8.000 personas. En 1559 Montalcino, el último reducto de independencia sienesa, fue anexionada a los territorios de Cosme. En 1569 el papa Pío V lo elevó a la posición de Gran Duque de Toscana. En el siglo XVI, el papa Clemente VII y Carlos V nombraron a Alejandro de Médicis como el primer gobernante formalmente hereditario.

La opulencia de Florencia, que se reflejaba en las otras ciudades toscanas, permitió a la región vivir la edad más grande de su historia. Durante el Humanismo y el Renacimiento, Florencia y Toscana fueron la cuna de la cultura internacional. En 1737, cuando Juan Gastón, el último de los Médicis, murió sin herederos, el Gran Ducado fue heredado por la casa de Lorena. La guerra de sucesión polaca en los años 1730 significó la transferencia de Toscana de los Médicis a Francisco Esteban, duque de Lorena y marido de la emperatriz de Austria María Teresa.

Leopoldo I de Lorena gobernó Toscana entre 1765 y 1790, realizando diversas reformas [Ilustración|ilustradas]]; también se convirtió en emperador romano desde 1790 hasta 1792 a la muerte de su hermano José II. El Gran Ducado pasó entonces a Fernando III, quien fue depuesto por Napoleón Bonaparte en el año 1801 de manera que Toscana pudo entregarla a los duques borbones de Parma como una compensación por la pérdida de su ducado. Durante este breve período, el Gran Ducado de Toscana fue conocido como el Reino de Etruria. En 1814 volvió al poder Fernando III, pero bajo la influencia de los austriacos.

Con la revolución de 1848, el Gran Duque Leopoldo II dictó una constitución. No obstante, en 1849 se implantó una república y Leopoldo II abandonó el territorio. Lo ocupó de nuevo con fuerzas austríacas y este regreso al poder apoyado con fuerzas austriacas hizo que perdiera el apoyo popular. En las guerras de independencia italianas de los años 1850, Toscana fue transferida de Austria a la nación unificada de Italia. Leopoldo II abandonó definitivamente Toscana en al año 1859. Un plebiscito, promovido el 15 de marzo de 1860 por el Gobierno Provisional Toscano, que decretó la anexión al Reino de Cerdeña regido por Víctor Manuel II y de ahí al naciente Reino de Italia.

Las torres de San Gimignano.

Bajo Benito Mussolini el territorio pasó bajo el dominio del líder local del Partido Fascista Nacional, Dino Perrone Compagni. Tras la caída de Mussolini y el restablecimiento del Reino de Italia, la República Social Italiana fue establecida en las regiones septentrionales de Italia, con su frontera de facto en la Línea Gótica, una posición defensiva justo al norte de Florencia. Después del final de la República Social, y la transición de un Reino a la moderna República Italiana, la Toscana nuevamente floreció como un centro cultural de Italia.

Geografía humana

Demografía

Toscana tiene 3.734.355 de habitantes (31-03-2010), con una densidad de población de 162,40 hab./km² en 2010, por debajo de la media nacional. Esto se debe principalmente a la baja densidad de población de las provincias de Arezzo, Siena y, sobre todo, Grosseto. La densidad más alta es la de la provincia de Prato seguida por las provincias de Pistoia, Livorno, Florencia y Lucca, teniendo su cúspide en las ciudades de Florencia, Livorno, Prato, Viareggio, Forte dei Marmi y Montecatini Terme. La distribución territorial de la población está cercanamente vinculada al desarrollo socio-cultura y, más recientemente, el desarrollo económico e industrial de la Toscaza. En consecuencia, las zonas menos densamente pobladas son aquellas en las que la actividad principal es la agricultura, a diferencia de las otras donde, a pesar de la presencia de un número de grandes complejos industriales, las principales actividades están relacionadas con el turismo y los servicios relacionados, junto con una plétora de pequeñas firmas en el cuero, el vidrio, el papel y los sectores del vestido.

A partir de los años 1980, la región atrajo un intenso flujo de inmigrantes, en particular de China. Hay también una significativa comunidad de residentes británicos y estadounidenses. Para el año 2008, el ISTAT calculaba que 275.149 inmigrantes nacidos en el extranjero vivien en la Toscana, lo que equivale al 7% de la población regional total.

La capital de la Toscana, Florencia, es la localidad más poblada, com 369.745 habitantes (2010). Otras ciudades que superan los 50.000 habitantes son: Prato (187.526 hab.), Livorno (160.884), Arezzo (99.812), Pistoia (90.265), Pisa (87.939), Lucca (84.826), Grosseto (81.216), Massa (70.947), Carrara (65.489), Viareggio (64.311), Siena (54.441) y Scandicci (50.215).

Divisiones administrativas

Toscana está dividida administrativamente en diez provincias, todas ellas nombradas de la misma forma que la capital de la provincia. La más grande de ellas es la provincia de Grosseto, mientras que la más poblada es la de Florencia y la de mayor densidad de población es la de Prato.

Política

Toscana es plaza fuerte del partido de centro-izquierda Partido Democrático, formando con Emilia-Romaña, Umbría y las Marcas el famoso "Cuadrilátero Rojo" de la política italiana. En las elecciones generales de Italia de 2008, la Toscana dio más del 50% de sus votos a Walter Veltroni, y sólo 33,6% a Silvio Berlusconi.

Economía

Agricultura

Aunque su importancia decae, la agricultura aún contribuye a la economía de la región. En las zonas de tierra adentro de la región se cultivan los cereales, las patatas, las aceitunas y las uvas, usadas para elaborar vino. Las zonas pantanosas, bonificadas, producen actualmente hortalizas, arroz, tabaco, remolacha y girasoles.

Industria

El sector industrial está dominado por la minería, dada la abundancia de recursos subterráneos. El subsuelo de la Toscana es relativamente rico en recursos minerales, con mena de oro, cobre, mercurio y minas de lignito, las famosas soffioni (fumarolas) en Larderello y vastas minas de mármol en Versilia. También tienen cierta importancia la industria química y farmacéutica, la industria del metal y del acero, el vidrio y la cerámica, así como el sector editorial. Áreas más pequeñas especializadas en la manufactura se encuentran tierra adentro: el cuero y el calzado en la parte suroeste de la provincia de Florencia, la zona de plantas de invernadero en Pistoia, la cerámica y las industrias textiles en el área de Prato, motocicletas y motos en Pontedera, y el procesamiento de madera para la manufactura de los muebles de madera en la zona de Cascina. La industria pesada (la minería, el acero u la ingeniería mecánica) se concentra a lo largo de la franja costera (zonas de Livorno y Pisa), donde también hay importantes industrias químicas. También debe destacarse la zona productora de mármol de Carrara y la industria del papel en Lucca.

Florencia, la calle más destacada para las compras y la moda, contiene algunas de las casas más lujosas del mundo, en ropa y joyería, como Cartier, Ferragamo, Gucci, Versace y Bulgari, por nombrar algunas.]] La industria textil y de la moda son pilares de la economía florentina. En el siglo XV, los florentinos estaban ya trabajando con telas de lujo como la lana y la seda. Hoy los grandes diseñadores en Europa usan la industria textil en Toscana y especialmente Florencia.

Turismo

Casi sin excepción, cada ciudad y pueblo de Toscana tiene una considerable belleza natural y arquitectónica. Hay una corriente continua de visitantes a lo largo del año. Como resultado de ello, los servicios y las actividades de distribución, que son tan importantes para la economía de la región, son particularmente diversas y altamente organizadas.

Transportes y comunicaciones

Los principales aeropuertos de la región son los de Pisa — Galileo Galilei y Florencia — Peretola.

Cultura

Dialecto

El toscano es el dialecto italiano que menos se ha distanciado del latín y ha evolucionado de forma lineal y homogénea. El toscano es la base de la lengua italiana, adoptado por ser el dialecto en el que escribieron sus obras grandes autores italianos como Dante Alighieri, Francesco Petrarca, Giovanni Boccaccio o Nicolás Maquiavelo, que le confirieron la autoridad de ser la lengua literaria de la península itálica. Tras el proceso de unificación de Italia fue adoptado como lengua oficial, gracias a la teoría desarrollada por Alessandro Manzoni para la elección de la lengua para la escritura de su obra Los Novios, una lengua «aclarada en las aguas del Arno».

Los hablantes del dialecto toscano superan los tres millones, aunque cabe destacar que en la provincia de Massa-Carrara en lugar de éste se habla el dialecto carrarés, clasificado entre los dialectos septentrionales del italiano.

El toscano es una mezcla de dialectos menores que presentan algunas diferencias que los distinguen entre ellos. A continuación se expone la subdivisión de los dialectos toscanos, dividida en septentrional, oriental, meridional y occidental. Dentro de los subdialectos toscanos se incluye el dialecto corso cismontano, hablado en la Córcega septentrional.

Arte

Toscana es conocida a nivel mundial por su gran riqueza de monumentos y obras de arte, así como por los conjuntos históricos de las ciudades de Florencia, Pisa, Siena y Lucca; menos conocidas para el público internacional resultan las ciudades de Arezzo, Grosseto, Pistoia y Prato y son prácticamente desconocidas para el turismo los monumentos de Livorno, Massa y Carrara.

Toscana ha sido a lo largo de la historia una región especialmente fecunda en el campo del arte. Civilizaciones como los etruscos y estilos artísticos como el Renacimiento tuvieron su origen en tierras toscanas. El actual territorio de la región cuenta con restos, yacimientos y testimonios de importancia de aquellas civilizaciones que la poblaron y de aquellos estilos artísticos que en ella se desarrollaron.

De la época etrusca destacan las necrópolis de Sovana, Vetulonia y Populonia. Entre los restos romanos que perduran en Toscana cabe destacar la colonia de Cosa, una de las excavaciones mejor conservadas de los primeros años de la República romana. De la Edad Media y sobre todo del Renacimiento proceden los restos más destacados de Toscana, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Los lugares toscanos inscritos como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO son los siguientes:

Las villas de los Médici son unos complejos arquitectónicos rurales que formaron parte de las posesiones de la familia Médici entre los siglos XV y XVII y que se encuentran en los alrededores de Florencia y en otros lugares de Toscana. Las villas eran palacios reales situados en la periferia de los terrenos administrados por los Médici, además de servir como centros de la actividad económica del área en la que estaban situadas. |

Gastronomía

La simplicidad es un elemento central de la cocina toscana. Se usan legumbres, pan, queso, hortalizas, champiñones y fruta fresca. Se elabora aceite de oliva virgen extra con aceitunas de Moraiolo, Leccino y Frantoiano. La trufa blanca de San Miniato aparece en octubre y noviembre. También se recoge en esta región el hongo funghi porcini.

Como entremés, son típicos los crostini di fegatini, una especie de tostadas de hígado. Plato de pasta típico de Toscana son los pappardelle, que son como unos tallarines más anchos. Otros primeros platos son: pappa al pomodoro, la ribollita, la carabaccia y la minestra al cavolo nero.

Carne de la mejor calidad procede del valle de Chiana, específicamente una ganadería conocida como Chianina usada para el bistec a la florentina (bistecca alla fiorentina), carne magra con hueso. La carne a la parrilla procede de Valdarno y del Mugello. También se produce carne de cerdo. Otras carnes destacadas son la trippa alla fiorentina, estofado en vino y el lampredotto, o el filleto alla griglia.

En cuanto a los postres, son famosos los cantucci de Prato, bizcochos o galletas de almendras duros que se remojan en vin santo, o el castagnaccio, elaborado con harina de castaña y piñones. La schiacciata alla fiorentina es un postre de Carnaval como un bollo relleno.

En la tradición gastronómica toscana destacan sus vinos. El más famoso de ellos es, sin duda alguna, el Chianti, el mejor conocido internacionalmente. Actualmente, los vinos de Toscana se dividen en DOCG y 34 DOC, además de numerosas IGT, entre los que destacan algunas producciones de altísimo nivel, conocidas en el mundo enológico con el apelativo de supertoscanos.

Mientras las zonas de la Toscana central (provincia de Florencia y Siena) son destacadas en todo el mundo desde hace décadas por la producción del Chianti Classico, del Brunello di Montalcino y del Vino Nobile di Montepulciano, en los últimos años van siempre afirmándose en la escena internacional y los vinos producidos en las zonas costeras (provincia de Livorno y Grosseto), favorecidos principalmente por el clima más suave, seco y soleado, entre los cuales destaca la excelencia del Bolgheri Sassicaia o del tignanello, la estructura y el equilibrio de los vinos tintos de la Maremma (Morellino di Scansano, Montecucco y Monteregio di Massa Marittima) y la armonía de los blancos (Ansonica). Paralelamente al gran éxito de las producciones enológicas de las zonas costeras, deben señalarse también los siempre notables vinos tintos y blancos de la provincia de Arezzo. Entre los demás vinos de la Toscana, deben mencionarse el Carmignano, uno de los más antiguos de la Toscana producido en la comuna homónima en la provincia de Prato, la célebre Vernaccia di San Gimignano, el Pitigliano, el Montescudaio y el Vin Santo.

Fuentes

Enlaces externos