Historia de Trinidad

Historia de Trinidad
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Escudo de Trinidad
Cronología
Época precolombina
Colonia
Guerra contra España
Etapa republicana
Revolución
Lucha Contra Bandidos
Reorganización del territorio

Historia de Trinidad. El actual municipio cubano de Trinidad posee una rica historia que comienza con los asentamientos aborígenes establecidos en el territorio que actualmente ocupa el municipio, lo que se le denomina etapa precolombina, y llega hasta la actualidad, pasando por la ocupación española, las luchas de independencia, la etapa republicana o seudorepública hasta llegar a la etapa revolucionaria.

Trinidad fue la tercera villa fundada en Cuba por los conquistadores españoles quienes, liderados por el militar español Diego Velázquez de Cuéllar, establecieron la villa a principios de 1514. Desde ese entonces la villa vivió momentos de prosperidad y decadencia durante la etapa colonial. De Trinidad partieron los españoles que apoyaron a Hernán Cortés en la conquistas de las tierras mexicanas. A partir del siglo XVII comenzó en la ciudad y sus alrededores una fuerte actividad agrícola basada en la producción azucarera siendo uno de sus ingenios, el Guáimaro propiedad de José Mariano Borrell y Padrón, el mayor productor de azúcar (82,000 arrobas) del mundo en 1827.

En Trinidad se abogo por la independencia de Cuba mucho antes de 1868, pero a diferencia de los insurgentes del Oriente cubano que deseaban la independencia absoluta del Imperio Español, los trinitarios buscaban la anexión a los Estados Unidos. Entre los personajes más relevantes que deseaban este hecho se encontraban Narciso López (militar venezolano que le encargo a Miguel Teurbe Tolón los actuales símbolos nacionales de Cuba: bandera y escudo) y Jose Aniceto Iznaga Borrell quien deseaba la anexión y se entrevisto en una ocasión con Simón Bolívar para que apoyara su causa.

Durante el periodo republicano o de la seudo-república la región fue un especie de feudo para los dictadores de la isla, como fueron los gobiernos dictatoriales de Mario García Menocal, Gerardo Machado y Fulgencio Batista. Tras el derrocamiento de Batista en 1959 se instauro en el poder la Revolución Cubana la cual enfrento los llamados alzados o bandidos que se instauraron en el Escambray y fueron derrotados en la denominada Lucha Contra Bandidos. Después de esa fecha se profundizaron los cambios para bien de los pobladores de la ciudad la cual, tras la división político-administrativa del país en 1976, se convierte en un municipio de la provincia de Sancti Spíritus. En 1988 la UNESCO inscribió en la Lista del Patrimonio Mundial el Centro Histórico de Trinidad junto al Valle de los Ingenios, zona donde prosperó el azúcar con la llegada de las familias Iznaga, Borrell y Brunet hacia la mitad del siglo XIX.

Época precolombina

Asentamientos aborígenes en la zona de Trinidad.

Una característica que distingue a Trinidad precolombina es la mezcla de culturas primitivas que en esta habitaron tras viajar desde otros lugares del Caribe, como la cultura aruaca, que partiendo de la cuenca Orinoco-amazónica se extendieron por el rosario de pequeñas islas del Caribe hasta Cuba; las del Golfo de México y con preferencia de la península de Yucatán; y desde la península de La Florida, vía Bahamas, sin descartar otras posibles migraciones desde Centroamérica[1].

En opinión de la arqueóloga Lourdes Domínguez, Trinidad se halla incluida en la región arqueológica centro sur de Cuba[1], comprendida geográficamente en la franja sur de las actuales provincias de Cienfuegos y Sancti Spíritus. En Trinidad, parte integrante de este conjunto, han sido localizados varios asentamientos neolíticos, pero también, en opinión de la arqueóloga e historiadora Teresita Angelbello, el número de sitios arqueológicos correspondientes a comunidades con tradición mesolítica es notable, tanto por la cantidad como por la calidad del material colectado[2]. Estos grupos amerindios arribaron a la región por vía marítima sobre el siglo XXV a.n.e. estando temporalmente hasta el siglo X d.n.e. Grupos similares de otros lugares de Cuba (aspectos Ciboney Guayabo Blanco/Guanahacabibes) arribaron a sus costas en el siglo XX a.n.e. y desaparecieron en el X d.n.e. según se ha podido determinar gracias a las fechas obtenidas por la utilización del radiocarbono y el colágeno.

Los primeros habitantes del territorio pertenecían a un grupo de origen arahuaco asentado en el cacicazgo de Guamuhaya, llamado Siboney, los que practicaban como forma de subsistencia la recolección, la caza, la pesca, así como una agricultura y una cerámica muy rudimentarias, empleando conchas marinas y huesos, además de muchos adornos y pinturas.

También llegados presumiblemente de la América centro-sur, con tradiciones mesolíticas de fase media, se ubica a los siboneyes aspectos Guayabo Blanco/Guanahacabibes. Pescadores-recolectores-cazadores, como los que les precedieron, deben haber iniciado el poblamiento de la región hacia el siglo X a.n.e. y la ocuparon hasta el siglo X d.n.e. Tanto unos como otros ocuparon sitios de la sabana costera, al sur de la pequeña sierra de Aracas y entre los linderos del Valle de Trinidad.

Otros amerindios con tradiciones mesolíticas tardías se conocen en Cuba a partir del año 500 a.n.e. (siglos VI a.n.e.), dando comienzo en la isla al proceso protoagricultor, que se vincula con la domesticación de las plantas silvestres y la fabricación de cerámica, rasgos típicos de las tradiciones neolíticas tempranas. En relación con las comunidades de tradición neolítica, los subtaínos arqueológicos o Macoriges históricos son comunidades de agricultores-ceramistas identificados con la serie de cerámica Meillac, y por eso denominados también meillacoides por algunos investigadores. Fueron aruacos los hombres que se asentaron sobre los años 1100 y 1300 en la franja costera que correo desde la bahía de Jagua, en la actual Cienfuegos, hasta El Masío, especie de bahía trinitaria. Existen rastros de asentamientos lacuno-paluestres de El Masío y la Laguna de los Algodones, al este de la actual ciudad trinitaria, en torno a los ríos Guanayara, Cabagán, Río Hondo y Río Cañas.

Varios estilo cerámicos nos permite seguir las rutas migratorias de estos hombres desde el septentrión de América del Sur hasta las Antillas Mayores, en particular, establecer la correspondencia tipológica entre la cerámica hallada en los residuarios de agricultores-ceramistas de Trinidad y la del prototípico sitio Meillac. También se puede decir que su estatura, rasgos y costumbres de deformarse el cráneo los identifican con otros aruacos de Cuba y con otros pueblos que viven en la actualidad al norte de Colombia, Venezuela y las Guyanas.

Este es la situación del territorio trinitario a la llegada de los españoles liderados por el Adelantado Diego Velázquez en 1513.

Colonia

Escudo de la ciudad de Trinidad concebido por la corona española.

Los archivos de la corona española testifican que el viernes 23 de diciembre de 1513 arribó Diego Velázquez de Cuéllar al río del Guaurabo cerca de Jagua en donde predijo fundar la Villa de La Trinidad. A finales de año Velázquez ordenó un reconocimiento de la zona y a principio de 1514[3], en las márgenes del río Arimao cerca de la bahía de Jagua, amplia rada cuyas bondades fueron altamente apreciadas por los conquistadores, se funda la villa de la Santísima Trinidad. La fundación de la nueva villa se realizó antes del 10 de febrero pues Velázquez en esa fecha envía unos barcos a cargar casabe para Trinidad[3].

Pero el asiento quedó distante de los ríos donde se establecieron los lavaderos de oro. A mediados de 1515[3] ya se encontraba en su actual emplazamiento, en la cercanía del poblado indígena de Manzanillo —en el que Diego Velázquez pasó la Navidad del año 1513 agasajado por el cacique Manatiguahuraguana— y que según el Fidalgo de Elvas era el mayor pueblo de indios de Cuba[3].

Al criterio del obispo Pedro Agustín Morell de Santa Cruz, el traslado fue motivado por acercarse a la aldea aborigen que:

quedaba en el centro de los pueblos de indios situados en la comarca: todos habían de quedar sujetos a la nueva población (...)[4]

En 1518, zarpando del puerto de Trinidad, Hernán Cortés inicia su expedición hacia México[5]. Trinidad era un asentamiento rico en oro, pero al agotarse este mineral se produce un gran despoblamiento como en el resto de la isla. A finales del siglo XVI solo quedaban seis familias españolas en la comarca. Con el descenso de la población nativa comienza la importación masiva de esclavos africanos. Para ese periodo la función estratégica de la ciudad portuaria es suplantada por su función económica.

Francisco Iznaga, fue un rico terrateniente de origen vasco asentado en la región oriental de Cuba durante los primeros años de la colonización de la isla. Fue elegido regidor de la villa de Bayamo en 1540 fundada en 1513 por Diego Velazquez, va a ser uno de los más prominentes hacendados de la villa. Iznaga fue origen de un poderoso linaje que se asentó finalmente en la villa. Sus descendientes defendieron la causa autonomista y la anexión a los Estados Unidos en el siglo XIX.

Durante los primeros tres siglos de la colonia, la actividad económica fundamental fue el llamado "comercio de rescate", el contrabando con los corsarios y piratas del resto del Caribe, lo que provocó muchos problemas con el gobierno central de la isla.

En la isla de Cuba, el siglo XVII se caracteriza por el desarrollo de la ganadería y las plantaciones de caña de azúcar y de tabaco[5]. Aumenta la prosperidad de Trinidad paralelamente a la demanda española de productos de la ganadería y del tabaco.

En los finales del siglo XVIII, se acelera el desarrollo agrícola cañero debido al floreciente comercio con el resto de las islas de la región y la entrada de gran cantidad de esclavos a las plantaciones, el Valle de los Ingenios se convierte en una zona altamente productiva[5]. Lo que genera la construcción de numerosos ingenios en los valles cercanos. Las ideas de la Revolución francesa y la independencia de el resto del continente tuvieron un gran impacto en Trinidad.

En el censo de 1827 se empadronan en Trinidad, sólo en el área urbana, 12.543 habitantes. En esta época comienza el auge de las grandes construcciones de diversos estilos (el Palacio de Borrell, el Palacio de Iznaga, el Palacio de Don Justo Cantero, el Palacio del Conde de Brunet y el Palacio de Bécquer). Diversos consulados se asientan en la villa y es visitada por gente del mundo entero.

Trinidad, vista general tomada desde la Loma de la Vigía. Obra de Eduardo Laplante realizada en 1852.

El esplendor duró poco, pues se basaba en dos frágiles soportes: el trabajo esclavo, que constituye un freno para el desarrollo de las fuerzas productivas del capitalismo, y por otra parte, la sobreexplotación de los suelos y de los recursos energéticos comenzaron a incidir pronto en los bajos rendimientos agrícolas e industriales, en momentos en que otras producciones azucareras como la remolacha de Europa comienzan a ocupar mercado mundial.

Se inicia así, a partir de la cuarta década del siglo XIX, la decadencia de la, hasta entonces, floreciente ciudad, que no puede ser evitada ni aún con el proceso de modernización que algunos potentados pretenden introducir en sus ingenios. Los terratenientes emigran hacia otras regiones más desarrolladas y de mayores perspectivas como Cienfuegos, Sancti Spíritus y Puerto Príncipe.

El descenso de los precios del azúcar en el mercado mundial genera una profunda crisis en el territorio. La ciudad se encierra en un estilo neofeudal y pierde los privilegios que había ostentado. A mediados del siglo XIX la Comandancia General del Departamento es trasladada a Puerto Príncipe.

Guerra contra España

Isidoro Armenteros, independentista trinitario fusilado por las tropas españolas en 1851.

Los grandes azucareros consideran anexarse a los estados esclavistas del sur de los Estados Unidos. Se producen alzamientos como el de Isidoro Armenteros, que es aplastado por las autoridades de la colonia. La Guerra de los Diez Años iniciada por Carlos Manuel de Céspedes, llega con seis meses de atraso a la ciudad fuertemente militarizada.

Las acciones independentistas durante esta primera etapa de la lucha se limitaron a la destrucción de cafetales y plantaciones. Debido a la fuerte custodia de la ciudad, esta permaneció en lo fundamental fuera del conflicto bélico. Después del Pacto del Zanjón, durante la Tregua Fecunda que precedió a la contienda de 1895 organizada por José Martí, en Trinidad se conspiraba con gran fuerza. En julio de 1895 se producen diversos alzamientos independentistas en la zona como los de los generales Juan Bravo Pérez y Lino Pérez.

Luego de quedar virtualmente destruida por la guerra, con la intervención norteamericana los principales centrales de los terratenientes arruinados son vendidos a compañías de los Estados Unidos, lo que hace a la ciudad totalmente dependiente del mercado de la nación del norte.

Etapa republicana

Parque Céspedes de Trinidad durante la etapa republicana.

Esta época marcó un aislamiento mayor para la ciudad debido a la carencia de caminos y carreteras que permitieran el acceso a través de las montañas que bordean la ciudad. Esto contribuyó a que, en el plano de la arquitectura, Trinidad permaneciera en una especie de congelamiento que la mantuvo lejos de las influencias del neoclásico y del Art Decó, estilos que inundaron La Habana o Santiago de Cuba. Debido a la pobreza, la ciudad se convirtió en una de las de mayor índice de emigración, tanto hacia otras regiones de la isla como hacia el extranjero.

En 1936 se inicia la construcción del sanatorio antituberculoso de Topes de Collantes y luego se inician las obras para comunicar Trinidad con las ciudades del resto de la región central. Las carreteras a Sancti Spíritus (inaugurada en 1950) y a Cienfuegos (1952), garantizaron la comunicación de la ciudad por vía terrestre con el Occidente y el Oriente del país.

Al llegar al poder Fulgencio Batista, se instaurará una dictadura militar. Comienza entonces la etapa de la subversión y de las grandes manifestaciones políticas. En 1957 se producen los primeros alzamientos de los jóvenes de la ciudad. Las acciones de las guerrillas dejan incomunicada varias veces a Trinidad con el resto del país por vía terrestre.

Revolución

La ofensiva final revolucionaria comienza el 28 de diciembre de 1958 comandada por Faure Chomón, que ocupa el aeropuerto y el ayuntamiento. Dos días más tarde se rinde la Cárcel Real, último bastión del ejército batistiano.

El dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo organiza una invasión, que es derrotada por las fuerzas al mando de Fidel Castro. La acción transcurrió en el aeropuerto de la ciudad el 13 de agosto de 1959[6] siendo un rotundo fracaso para las tropas invasoras, tras la derrota las fuerzas revolucionarias le ocuparon numerosas armas y municiones al enemigo.

Los planes para una invasión directa por mercenarios a la zona fueron conocidos años después como "Plan Trinidad". Esta supuesta invasión desembarcaría por la zona costera del sur. En ese momento se desencadenó en la montaña la lucha contra los bandidos, que no eran más que opositores a la Revolución financiados por la CIA. La invasión se produce, pero a más de 200km de distancia, en Bahía de Cochinos, cerca de Playa Girón.

Lucha Contra Bandidos

Miembros de las Milicias Nacionales Revolucionarias durante la denominada Limpia del Escambray la cual buscaba la eliminación de todos los alzados.
Vitrina con fotos de combatientes de la Lucha Contra Bandidos que se puede apreciar en el Museo Nacional de Lucha Contra Bandidos ubicado en Trinidad.

La cordillera del Escambray se lleno de los llamados "bandidos"[7], que no eran más que grupos opositores a la Revolución financiado por Estados Unidos y creados con el objetivo de establecer en esa zona un gobierno en armas y asesinar a todo seguidor de Fidel Castro que hubiese en ese territorio. Debido al accionar de los alzados, como también se les conoce, ocurrieron decenas de asesinatos de campesinos y alfabetizadores revolucionarios[7].

Oficialmente se considera a Ramón Trujillo como el primer alzado hacia 1959 en la zona de La Macagua, en el Escambray. Pero no fue hasta el 7 de septiembre de 1960 que se inicia lo que se denomino Lucha Contra Bandidos, este inició se llevo a cabo con un pequeño combate en el que no hubo muertos, dejó tres heridos, y se capturó al contrarrevolucionario Sinesio Walsh; y concluyó el 1 de octubre de 1966 con la captura de José Rebozo. El surgimiento de las bandas en el Escambray se ubica dos etapas fundamentales:

  • La primera: desde julio de 1960 hasta abril de 1961, se caracterizó por derivar sus miembros de delincuentes, prófugos de la justicia, antiguos miembros de los cuerpos represivos de la tiranía que huyendo a la justicia y sin tener un objetivo político definido se internan en la zona del Escambray.
  • La segunda: se extiende desde abril de 1961 hasta julio de 1965 se caracteriza por que sus principales cabecillas eran antiguos miembros del Ejército Rebelde resentidos y afectados en sus intereses personales y estimulados por un programa de lucha elaborado por los EE.UU.

Entre los asesinatos más significativos ocurridos en el territorio trinitario estuvieron:

Reorganización del territorio

Una vez erradicadas las bandas de las sierras, se potenciaron diferentes proyectos de desarrollo rural, se construyen nuevas carreteras, se realiza la reforma agraria, se inauguran escuelas, hospitales, tiendas. Trinidad sigue siendo la capital del Regional Escambray, zona administrativa creada desde los años finales del gobierno colonial español y que se mantendría hasta 1976.

En 1974 se celebrara por vez primera en el país la Semana de la Cultura, durante la cual queda inaugurado, después de una intensa labor de restauración, el Palacio de los Condes de Brunet, convertido en el Museo Romántico. Esta tradición se mantuvo viva y a lo largo de las siguientes Semanas de la Cultura, se siguen dejando abiertas al público, totalmente restauradas, un gran número de joyas del patrimonio local. La intensa labor de rescate del patrimonio tangible e intangible, y la conversión de la mayoría de las casonas antiguas rescatadas de las ruinas en museos e instalaciones de carácter cultural y social de diversa índole, hicieron posible que en 1993 el municipio alcanzara la condición de Módulo Cultural.

Raul Castro en Trinidad en el año 1977. Foto Garal.

En 1976, debido al proceso de institucionalización de la República Socialista en el territorio cubano, vuelven a fundarse los órganos locales del poder, que ahora cuentan con el adjetivo "Popular", como corresponde en este tipo de sistema. Trinidad pasa a ser un municipio de la provincia de Sancti Spíritus, integrando muchos de los asentamientos poblaciones urbanos y semiurbanos cercanos a la ciudad cabecera dentro de las fonteras geográficas del naciente municipio.

El desarrollo económico de la región fue progresivo, orientado sobre todo a la mecanización de la agricultura amparados en los subsidios de la URSS, se acelera la producción mercantil en la región y se comienza a invertir en la minería. Desde la década de 1980 se comienza a prestar atención al turismo, con lo que empieza la restauración de las principales obras patrimoniales. En 1988 el Centro Histórico de Trinidad y su Valle de los Ingenios son declarados por la UNESCO Patrimonio Cultural de la Humanidad durante la Convención Internacional de Patrimonio de la UNESCO celebrada en Brasilia.

El Período Especial sorprende a Trinidad encaminada a la construcción hotelera y de servicios, por lo que solo afectó a la agricultura y a la producción mercantil, que disminuyó. El boom del turismo y la apertura llegaron en los años 1990, como en el resto de la isla. Se edificaron numerosos hoteles, restaurantes y centros de servicios especializados, el ecoturismo en las montañas cercanas despegó al final del decenio.

El 28 de marzo de 1997 aparece publicado en la edición ordinaria de la Gaceta Oficial de la República de Cuba (página 101) el Decreto Ley Nro. 216. En su primer Por Cuanto, el referido Decreto Ley expresa:

La conservación del Patrimonio Cultural y Arquitectónico es hoy tarea de primera línea cuya compleja estructuración en función del logro de sus propósitos, en las condiciones actuales del país, requiere de la creación de la Oficina del Conservador de la Ciudad de Trinidad, institución cultural con personalidad jurídica propia, autoridad y jerarquía adecuada que le permita la obtención de recursos financieros que posibiliten el desarrollo de su trabajo, entre otros objetivos.

De esta forma fue creada la Oficina del Conservador de la Ciudad de Trinidad y el Valle de los Ingenios (1988) con el compañero Roberto López Bastida como primer director. Esta entidad tiene personalidad jurídica propia subordinada al Consejo de la administración de la Asamblea Municipal del Poder Popular, investida de las facultades necesarias para hacer cumplir sus objetivos y materializar su estrategia, la política y los planes dirigidos a la restauración del centro histórico y el Valle de los Ingenios y las demás áreas monumentales de Trinidad. Para llevar a cabo este trabajo la oficina se apoya en el financiamiento de las diversas agencias turísticas-hoteleras y el resto de las empresas que radican en el municipio.

En el artículo Nro. 7 del decreto Ley Nro. 216 se plantean las atribuciones y funciones principales de la Oficina del Conservador de la Ciudad:

  • Preservar el acervo cultural, arquitectónico y espiritual de la ciudad de Trinidad (...) y así contribuir a la educación patriótico militar e internacionalista de los ciudadanos.
  • Formular, proponer y ejecutar los planes de restauración (...) y velar por la conservación y restauración de los valores históricos.
  • Fiscalizar las actividades que con relación a los bienes que integran la zona priorizada para la conservación, llevan a cabo las entidades subordinadas a la Oficina del Conservador.
  • Formalizar convenios con organismos y entidades situadas en la zona priorizada para la conservación.
  • Podrá recibir y utilizar donaciones que destinará a la conservación de la ciudad.

Actualmente Trinidad es uno de los polos turísticos más importantes de Cuba lo que trae buenos ingresos por ese tema, los cuales se invierten en el desarrollo social de la región. En el 2014 celebró sus 500 años de fundada con una gran fiesta que incluyó la apertura de centros culturales y turísticos, además de la reparación de importantes instituciones locales.

El día 15 de septiembre de 2018 Trinidad fue proclamada Ciudad Artesanal del Mundo, siendo la primera ciudad de Cuba en poseer tan alta distinción. El día 30 de octubre de 2019, la ciudad de Trinidad fue declarada por la UNESCO como Ciudad Creativa de la Humanidad por su artesanía y sus artes populares, convirtiéndose también en la primera ciudad cubana en poseer esta condición.

Referencias