Teatro Lírico Nacional de Cuba

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Teatro Lírico Nacional de Cuba
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Institución con sede en Cuba
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Siglas o Acrónimo:TLNC
Fundación:11 de septiembre de 1962
Tipo de unidad:Teatro
País:Cuba
Sede:Calle Zulueta n.º 253, entre Ánimas y Neptuno
Dirección:Habana Vieja,
Ciudad de la Habana,
Cuba

El Teatro Lírico Nacional de Cuba es una institución perteneciente al Consejo Nacional de las Artes Escénicas del Ministerio de Cultura de la República de Cuba. Esta compañía se dedica al cultivo de todas las manifestaciones del arte lírico, la ópera, la opereta, la zarzuela, la música de concierto, así como la música sinfónico vocal.

Historia

El arte lírico conoce en Cuba una antigua y rica tradición en la que tanto el público espectador, la crítica especializada, compositores, intérpretes y técnicos han intervenido conjuntamente para mantener viva «una de las concepciones artísticas más originales del hombre», al decir del gran novelista cubano Alejo Carpentier.

Etapa colonial

Las primeras manifestaciones líricas en nuestro país se remontan a 1776, año en que tiene lugar el estreno en La Habana de Diddone abbandonata, con libreto de Metastasio y música de un autor no identificado.

Durante el siglo XIX tuvieron lugar en La Habana las primeras representaciones de de centenares de óperas de autores italianos, franceses y alemanes, como Pergolesi, Cimarosa, Paisiello, Grétry, Boieldieu, Salieri, Piccinni y Méhul, entre otros.

Se presentaron en los escenarios cubanos, títulos tan importantes del repertorio lírico universal, como Don Giovanni (de Mozart), Il matrimonio segreto (de Cimarosa), L'Italiana in Algeri, Tancredi o Semiramide (de Rossini), Anna Bolena, Lucia di Lammermoor o Roberto Devereux (de Donizetti), Norma o I puritani (de Bellini), Nabucco o Macbeth (de Verdi).

Muchas de esas obras fueron escuchadas por primera vez en el continente americano en algún teatro de La Habana, la cual era comúnmente llamada la «Capital filarmónica del nuevo mundo»; el auge de la construcción de teatros propició que fuera muy significativo para las empresas líricas foráneas presentarse aquí, de esta suerte los habaneros de la época pudieron disfrutar de cientos de actuaciones de compañías italianas, francesas, españolas y alemanas.

En esos años, la más cotizada de las plazas era el famoso teatro Tacón ―hoy Gran Teatro de La Habana―, que recibió en su escenario a figuras imprescindibles del canto lírico universal como María Barrientos, Gabriela Besanzoni, Enrico Caruso, Erminia Frezzolini, Beniamino Gigli, Elvira de Hidalgo, Jenny Lind, Paulina Lucca, Ignazio Marini, Giovanni Martinelli, Claudia Muzio, Adelina Patti, Titta Ruffo, Tito Schipa, Rosina Storchio, Riccardo Stracciari, Enrico Tamberlick, Luisa Tetrazzini y Giovanni Zenatello, entre otros muchos que harían la lista interminable.

Era una época de indiscutible esplendor. Muchas de las óperas de Giuseppe Verdi y Giacomo Puccini, en el mismo año de su estreno en Italia, o al año siguiente, se presentaban en La Habana.

Etapa republicana

Hacia 1928 la Sociedad Pro Arte Musical inaugura el teatro Auditorium en el reparto Vedado, de la capital cubana, el que deviene en la sede de las representaciones operísticas más importantes durante los años cuarenta y cincuenta: estrenos en Cuba de Tristan und Isolde (de Wagner), con Kirsten Flagstad; Don Carlos (de Verdi); y Adriana Lecouvreur (de Cilea), con la soprano italiana Renata Tebaldi.

Las temporadas de esta institución privilegiaban por supuesto a sus asociados, aunque también admitían público en general, que debía pagar por la entradas precios no accesibles a todas las economías.

Período revolucionario.

Estreno de la ópera La Traviata.

Con el triunfo de la Revolución que derroca la tiranía batistiana en 1959, se reorganiza la cultura en nuestro país y en noviembre de 1961, el nuevo Consejo Nacional de Cultura ofrece en el teatro Auditorium, futuro teatro Amadeo Roldán, una temporada inicial de ópera popular, a precios populares con los títulos: La Traviata y Rigoletto (ambas de Verdi) y Faust (de Gounod), traducidas al español por María Álvarez Ríos, en cuya interpretación intervienen Ana Aurora Díaz, Humberto Diez, Antonio Lázaro, José Lematt, Orestes Lois, Ana Menéndez, Ángel Menéndez, Armando Pico y Gladys Puig, entre otros, con la dirección musical de Roberto Sánchez Ferrer y Ernesto Xancó.

Paralelamente, en el teatro Payret se presentó una temporada de zarzuela española y cubana que incluía las obras de Chapí, La verbena de la Paloma (de Bretón); Doña Francisquita (de Vives), y Cecilia Valdés (de Roig).

Entre los intérpretes principales de estas funciones se destacaron Ramón Calzadilla, Humberto Diez, Sarita Escarpenter, Rosita Fornés, Ana Julia, Antonio Lázaro, Alba Marina, Armando Pico, Gladys Puig, María Remolá y María de los Ángeles Santana, dirigidos por Miguel de Grandy, Félix Guerrero, Fabio Landa, el veterano actor español Antonio Palacios, y el maestro Gonzalo Roig, que presentaban la versión definitiva de su obra cumbre.

Fundación

El 11 de noviembre de 1962, en el transcurso de una reunión en el antiguo Convento de Santa Clara, tiene lugar la fundación oficial del Teatro Lírico Nacional de Cuba y pocos días más tarde sube a escena del Teatro García Lorca ―hoy Gran Teatro de La Habana―, la zarzuela española Luisa Fernanda (de Moreno Torroba), dirigida por el maestro Félix Guerrero y Miguel de Grandy, e interpretada por aquel grupo de artistas fundadores de la nueva agrupación, entre los que se destacan

Rafael Aquino, Pedro Arias Domínguez. Catalina Ayón, Armando Bianchi, Ramón Chávez, Olga Díaz, Humberto Diez, Sara Escarpenter, Rosita Fornés, Jorge Gavira, Amparo Jordán, Antonio Lázaro, Orestes Lois, Alba Marina, Ángel Menéndez, Isolda Miari, Edwin Moore, Alberto Palanca, Armando Pico, Gladys Puig, María Remolá y Ramón Zamorano.

Presentaciones

La Opera de Leipzig (en Alemania) presentó en La Habana sus producciones de Le nozze di Figaro (de Mozart); Fidelio (de Beethoven; cuya versión de concierto se estrenó mundialemente en Cuba); Il matrimonio segreto (de Cimarosa), y Aventuras Venecianas (de Paisiello). En estas magníficas representaciones, que tuvieron lugar en 1969, 1970, 1974 y 1979, respectivamente, colaboraron con gran eficacia el coro y la orquesta cubanos.

En 1970 la soprano Maria Foltyn dirige y protagoniza el estreno en América Latina de la ópera nacional polaca Halka (de Stanislaw Moniuszko), en una coproducción con aquel país, donde participaron los cantantes cubanos Yolanda Hernández, Ramón Chávez y Ramón Calzadilla.

María Luisa Clark en La viuda alegre

En 1974 nuestros artistas llevan por primera vez a Europa el título emblemático de la lírica cubana, Cecilia Valdés (de Gonzalo Roig), en una puesta en escena de Aldo Lario, dirigido por Félix Guerrero y Fabio Landa, con las interpretaciones de Esther Valdés y Alina Sánchez en el rol titular. Los países visitados son Alemania, Checoslovaquia, Polonia, Bulgaria, Rumanía, Hungría y la antigua Unión Soviética.

Diez años después Cecilia Valdés es llevada a México en un nuevo montaje firmado por Juan R. Amán, que se presenta en el Festival Cervantino de Guanajuato, protagonizada esta vez por Alina Sánchez, María Eugenia Barrios, Adolfo Casas, Jesús Li, y la dirección de los maestros Roberto Sánchez Ferrer y Félix Guerrero. La obra se presenta además en varios escenarios mexicanos de tanto prestigio como el Palacio de Bellas Artes, de la Ciudad de México.

En los años ochenta son de destacar el estreno absoluto de la ópera cubana Ecue Yamba-O (de Sánchez Ferrer), interpretada por María Eugenia Barrios, Lázara María Lladó, Enrique Suárez, Néstor Gutiérrez y Pedro Arias Domínguez, y las primeras ediciones del Festival Internacional de Arte Lírico de La Habana, fundado por iniciativa de la prima ballerina assoluta Alicia Alonso, quien por esos años era directora del Gran Teatro de La Habana.

En el marco de estas celebraciones internacionales, nuestra capital recibió la visita de figuras de tanto relieve en la lírica mundial, como Victoria de los Ángeles, Giampiero Mastromei, Pedro Lavirgen, Adelaida Negri y Carmiña Gallo, entre otros. Durante uno de ellos tiene lugar el estreno absoluto de la ópera Hemingway (de Yuri Kassarian).

También se celebran dos ediciones del Festival Iberoamericano de Zarzuela, donde se presentan grandes intérpretes y directores españoles y latinoamericanos, como Emilio Sagi Barba, Juan Jorge Granda, Ángel Fernández Montesinos.

En 1995, la compañía lleva en gira por España y Portugal las óperas italianas Lucia di Lammermoor (de Donizetti), La traviata (de Verdi) y Tosca (de Puccini), interpretadas por María Eugenia Barrios, Humberto Bernal, Adolfo Casas, Hilda del Castillo, Hugo Marcos, Nelson Martínez, Ángel Menéndez, María Esther Pérez y Haydée Tutier, con la dirección de los maestros Manuel Duchesne Cuzán y Roberto Sánchez Ferrer.

Colaboraciones

En los años subsiguientes se establecen relaciones de colaboración con los países del antiguo campo socialista. Figuras incipientes de la lírica cubana reciben becas de estudio y van a perfeccionar su técnica vocal en las notables escuelas europeas, mientras notables intérpretes de esos países, alternan con cantantes cubanos en el escenarios, como: Ghena Dimitrova, Sonia Hamernik, Kiril Kratsev Alexandrina Milcheva, Stefka Mineva, Stoyan Popov, Katia Popova, Anna Tomowa Sintow y Stefka Statieva (de Bulgaria); Maria Bieshu (de la Unión Soviética); Niculina Cirstea (de Rumanía); Gabriela Dery (de Hungría); entre otros muchos nombres se presentaron en el escenario del Lorca.

El Teatro Lírico Nacional de Cuba ha colaborado también con los grupos análogos provinciales: el Teatro Lírico de Pinar del Río «Ernesto Lecuona» (en Pinar del Río), y el Teatro Lírico Rodrigo Prats (en Holguín). El fruto más significativo de esta labor conjunta fue la puesta de Amalia Batista, obra maestra de Rodrigo Prats, quien había trabajado largos años en esta versión definitiva, notablemente aumentada y la dirigió personalmente. En su interpretación se destacaron Adolfo Casas, María Luisa Clark, Lucy Ferrero, Lázara María Lladó y Ángel Menéndez, entre otros.

En los años noventa se establecen relaciones de colaboración con el servicio cultural de la embajada de Francia en Cuba, que propician una audición en concierto de la ópera Carmen (de Bizet), ausente de nuestras salas por más de treinta años. Los artistas galos, entre los que debe destacarse la presencia de la soprano Raphaelle Farman y el director de orquesta Jean-Paul Penín, colaboran también en las puestas de La bohème (de Puccini) y La traviata (de Verdi).

Nuevas producciones de zarzuelas cubanas: Cecilia Valdés (de Roig), por Juan R. Amán, y María la O (de Ernesto Lecuona), por Alina Sánchez, son paseadas por México y España, respectivamente, interpretadas por Humberto Bernal, Adolfo Casas, Maite Milian, Katia Selva, Haydée Tutier y Niurka Wong, dirigidos por Manuel Duchesne Cuzán.

Entre las últimas producciones de la compañía sobresale la puesta en escena de la ópera Porgy and Bess, de Gershwin, firmada por el cineasta Octavio Cortázar y presentada en el Teatro de la ópera de Graz (Austria) y en España.

Muchos de nuestros artistas desarrollan su actividad presente en el extranjero, siendo de destacar los nombres de Ángel Cárdenas, Mayda Galano, María Lourdes García, Teresa Guerra, Linda Mirabal y Alina Sánchez (en España); Humberto Diez y Lucy Ferrero (en Venezuela) y Ramón Calzadilla (en Colombia).

En este último país, la fundación Arte Lírico ―con sede en el Teatro Colsubsidio de Bogotá―, ha acogido anualmente durante los últimos diez años una gran cantidad de cantantes líricos cubanos, entre los cuales los más conocidos son Gustavo Álvarez, Ulises Aquino, Adolfo Casas, Hilda del Castillo, María Luisa Clark, Humberto Lara, Katia Selva y Niurka Wong.

Repertorio histórico

El repertorio histórico de esta compañía,agrupado por géros esta compuesto:

  • 32 óperas:18 italianas, 3 francesas, 4 alemanas, 3 estadounidenses, 2 polacas, 1 española, 1 rusa
  • 9 óperas cubanas
  • 14 zarzuelas españolas
  • 9 operetas (6 austriacas y 3 españolas).
  • 11 zarzuelas cubanas
  • 3 espectáculos antológicos*
  • 2 zarzuelas para niños.

Espectáculos antológicos

  • ¡Siempre la zarzuela!; dirección artística: Jesús Gregorio; dirección musical: Norman Milanés. Estreno: SGL-GTH, 23-10-1980.
  • Fragmentos de La revoltosa, La Gran Vía, Bohemios, Las Leandras, La verbena de la Paloma, Los gavilanes, La leyenda del beso, Luisa Fernanda, Doña Francisquita, La corte de Faraón.
  • Telones del ayer; dirección artística: Jesús Gregorio. Dirección musical: Estreno: SGL-GTH, 19/03/1981.
  • Mi querida Habana (antología de la zarzuela cubana). Dirección artística: Humberto Lara y Gustavo Herrera. Dirección musical: SGL-GTH, 18-06-1993.
  • TLNC. II Festival Iberoamericano de la Zarzuela, La Habana ’93. Sala García Lorca del GTH, 1993. Esta producción fue presentada en gira en varias ciudades de España (Madrid, Valencia, Huelva, Lugo, Pontevedra, Vigo, Orense, La Coruña, El Ferrol, Badajoz y Cáceres) y Costa Rica.

Fuentes

  • Textos de Enrique Río Prado, extraídos del folleto Teatro Lírico Nacional de Cuba. 40º aniversario, editado por el Centro Nacional de Investigaciones de las Artes Escénicas. Colección monográfica.
  • «Historia del Teatro Lírico», artículo en el sitio web del Teatro Lírico Nacional de Cuba.
  • «No nos amilanamos, no nos vamos a parar», artículo en el sitio web Cubarte (La Habana).