Tribu Tayrona

Tribu Tayrona
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Concepto:Población indígena

Tribu Tayrona. Población indígena colombianos que contaban con una compleja organización sociopolítica, y con un avanzado conocimiento de la ingeniería y la arquitectura que se refleja en los restos de grandes obras líticas, plantas de habitación, caminos, muros de contención, escaleras y puentes

Ubicación geográfica

Se situaron entre el nivel del mar y una altura aproximada de 2.000 metros, principalmente en la zona de Santa Marta, cerca del río Bonda y a lo largo de los ríos Ariguaní, Cesar y Ranchería, también en los valles de los ríos Palomino y Buritaca.

Los Tayrona se acogieron, tanto a las bondades que le brindaban la Sierra Nevada como a las restricciones que esta les imponía, y poco a poco lograron combinar esas bondades y esas restricciones del medio para afianzar y garantizar su permanencia y reproducción biológica en esta región, como lo señalan hoy día las ruinas de numerosos poblados con infraestructura de piedra, caminos terrazas de cultivos, canales y puentes.

Organización social y política

A la llegada de los españoles la sociedad Tairona había evolucionado hacia un sistema de clases, en el cual los factores económicos tenían mayor importancia. Había un grupo importante de artesanos y comerciantes intertribales, agentes de intercambio cultural.

Durante el Siglo XVI, la población indígena de cultura Tairona tenia su asiento principalmente en pueblos nucleados y, al parecer, existía, un particularismo político pronunciado, arraigado en grupos locales cuyas autoridades políticas residían en algún pueblo central donde se encontraba la mayor parte de la población.

La estructura política de estos grupos locales indica que todos los pueblos tenían un cacique, los cuales dependían a su vez, de otros caciques principales. Se menciona que algunas poblaciones estaban divididas en barrios, que eran más, un grupo de casas o aldeas dependientes de otra población. Cada barrio tenía su propio cacique, y el conjunto de varios barrios tenia un cacique principal.

En la cúspide de la pirámide social estarían los caciques, de quienes descansa la responsabilidad política y religiosa. Entre el pueblo común, en la base de la estructura social, se encuentran los especialistas de oficio, tales como agricultores, artesanos y mercaderes.

Viviendas

Sus casa eran admirablemente construidas, en forma de enormes cabañas de madera o bahareque con techos de paja y de palma, por lo general, de forma cónica, y que por su elaboración se deduce que fueron excelentes carpinteros. Las puertas eran adornadas con caracoles colgados de hilos, los cuales, soplados por el viento producían un armonioso sonido. Su mobiliario era de espartos y de cañas, y las esteras que tendían en el suelo eran tejidas y pintadas con muchos y variados colores. En los tapetes de algodón dibujaban figuras de animales, como tigres, águilas y serpientes. Las viviendas Tayrona se construyeron sobre terrazas artificiales a las que se llegaba por caminos o escaleras de piedra.

Vestidos y adornos

En sus trabajos acostumbraban a estar casi desnudos. Pero cuando salían de sus faenas usaban trajes de telas firmes de algodónn. Las mujeres, además de la falda, se echaban sobre las espalda una especie de chal o pañolón de tela blanca. Hombres y mujeres se adornaban con joyas de oro, penachos de plumas y mantas pintadas, adornadas con cristales de cuarzo, coralina, jaspes y otras piedras engarzadas en oro.

Orfebrería

Fueron hábiles en el arte plumaria; de plumas de papagayo, de pavas y otras aves hicieron diademas, penachos, capas como mucetas, flores, rosas, vestidos de colores vistosísimos, abanicos; inclusive mantenían en cautiverio guacamayas y tominejas para extraerles el plumaje cada año y utilizarlo en sus trajes de ceremonia. Encima de tan lujosa indumentaria se ponían sus joyas de oro, consistentes en narigueras, chagualas como patenas o medias lunas, petos, collares de caracoles y cuentas. Para las mujeres había, además, brazaletes, ahorcadas y gargantillas.

Adornos

Tallado en piedra

Trabajan admirablemente la piedra, no solo para extraer y labrar grandes bloques destinados a las obras públicas, sino también para confeccionar objetos de culto o de uso común, como bastones ceremoniales, máscaras, hachas rituales o utilitarias, cinceles, piedras y manos de moler, cuentas para collares o para fijar a los vestidos, pendientes y placas colgantes. Para la elaboración de todos estos objetos emplearon principalmente granito, esquistos, cuarzo, comalina, jadeita y nefrita, entre otras.

Agricultura

Eran excelentes horticultores y, favorecidos por la diversidad de sus climas, pudieron cultivar e intercambiar casi todos los frutos que se cosecharon en Precolombia. En ninguna otra cultura de eseterritorio aparecen tan claros los procedimientos para mantener la fertilidad del suelo, consistentes en terrazas que impedían la erosión de los suelos, ni otras aplicaron tan hábilmente la irrigación artificial, conduciendo por canales el agua de los ríos hasta sus sementeras.

Como no tenían rebaños, sino que vivían principalmente de vegetales y frutas, su vecindad al mar determino para los Tayrona una alimentación a base de pescado, mientras que sus montañas les dieron cuantiosa cacería de venados y aves como paujiles, tórtolas y pavas. También el mar les suministraba la sal, no sólo para condimentar sus alimentos, sino para conservar el pescado seco, del cual hacían comercio con las tribus que les proveían de oro.

Comercio

Sus relaciones comerciales se efectuaron interna y externamente. Los grupos de la Sierra daban oro y mantas a cambio del pescado y la sal de los costeros. Las esteras, los collares de oro y cuentas de piedras semipreciosas, sirvieron de elementos de trueque con otras culturas, inclusive con las de las tierras altas de Cundinamarca y Boyacá, de donde llegaron esmeraldas a la Sierra Nevada.

Armas

Sus principales armas eran arcos, dardos, flechas, carcajs y macanas, también tensores de arco, flechas silbantes y flechas incendiarias con las puntas envueltas en algodón que disparaban ardiendo. Las puntas de los dardos eran de madera o de espina de raya y estaban generalmente envenenadas. Empleaban también piedras como proyectiles.

Eran tan buenos tiradores que, teniendo que alcanzar un blanco a distancia, arrojaban las flechas a lo alto para que al caer se clavaran en su enemigo. Tenían cerbatanas curiosísimas que, con sutiles flechas, mataban toda clase de aves.

Fuentes