Antonio Guiteras Holmes

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Antonio Guiteras Holmes
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Antonio Guiteras
Secretario de Gobernación, Guerra y Marina
Septiembre de 1933 - Enero de 1934
PresidenteRamón Grau San Martín
Datos Personales
NombreAntonio Guiteras Holmes
Nacimiento22 de noviembre de 1906
Filadelfia, Pennsylvania, Bandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos
Fallecimiento8 de mayo de 1935
El Morrillo, Matanzas, Bandera de Cuba Cuba
Causa de la muerteMuerte en combate
Alma materUniversidad de La Habana
OcupaciónFarmacéutico
Político
TítulosDoctor en Farmacia
PadreCalixto Guiteras Gener
MadreMarie Theresse Holmes

Antonio Guiteras Holmes. Político cubano, revolucionario y antiimperialista. Estudió Farmacia en la Universidad de La Habana, donde se opone a la dictadura del general Gerardo Machado desde el Directorio Estudiantil Universitario.

Realizó acciones insurreccionales contra Machado en la provincia de Oriente, lugar donde se encontraba a la caída del régimen. No aceptó la Mediación de Sumner Welles y a la caída del gobierno de Carlos Manuel de Céspedes, Sergio Carbó lo nombró delegado de los pentarcas en la provincia oriental. Durante el Gobierno de los Cien Días se desempeñó como secretario de Gobernación, Guerra y Marina. Tuvo una gran influencia dentro del gobierno e impulsó la mayoría de las leyes revolucionarias y populares de éste.

A la caída del Gobierno de los Cien Días pasó a la clandestinidad. Fundó la TNT y luego la Joven Cuba para oponerse al poder del llamado gobierno de Caffery - Batista - Mendieta. Cayó en combate en El Morrillo, Matanzas, cuando intentaba salir del país con un grupo de colaboradores para regresar con una expedición armada.

Síntesis biográfica

Nació el 22 de noviembre de 1906 en Bala Cynwyd, condado de Montgomery, en Filadelfia, Pennsylvania. Era el segundo hijo del cubano Calixto Guiteras Gener, y la norteamericana Marie Theresse Holmes Walsh. Su hermana Calixta era un año mayor que él Margot tenía cuatro menos.

Desde niño creció oyendo las historias de su tío, José Ramón Guiteras, quien diera su vida por la libertad de Cuba durante la primera guerra de independencia y las de su tío abuelo irlandés, John Walsh, quien fuera uno de los más importantes líderes de la independencia de Irlanda. Cuando tenía cuatro años de edad sufrió un accidente que le hizo perder el control del lado derecho de su cuerpo por varios años. Por ese motivo se convirtió en zurdo. También perdió la visión del ojo izquierdo, que se le desvió en cierto grado.

Su padre, hombre culto y de pensamiento liberal, supo inculcarle su amor por la Patria y a José Martí. La familia Holmes, por problemas de enfermedad del padre, se trasladó a Cuba en 1913, radicándose en Matanzas un año y luego en Pinar del Río. Allí Antonio Guiteras matriculó en las Escuelas Pías y sus hermanas en el Inmaculado Corazón de María.

El 15 de septiembre de 1919 solicitó su ingreso en el Instituto de Segunda Enseñanza de Pinar del Río. Por el Plan Varona estudió en esa institución, Geografía Universal, Aritmética, Gramática e Idiomas. El 27 de noviembre de 1923 fue arrestado en el teatro Dulce por participar en una protesta estudiantil motivada por una arenga de Gabriel Barceló, enviado especial de Julio Antonio Mella. En julio de 1924 recibió el título de Bachiller en Ciencias y Letras y el diploma de Agrimensor y Perito Tasador de Tierras.

Recién graduado del Instituto se presentó como candidato en la Escuela de Cadetes de El Morro, pues deseaba ser militar, pero fue rechazado debido a su defecto visual. Entonces se decidió por estudiar Farmacia en la Universidad de La Habana y se fue a vivir en la capital en una casa de huéspedes en Reina y Campanario.

El 7 de abril de 1927, una semana después de que la Policía Nacional reprimiese la manifestación estudiantil del 30 de marzo, Guiteras tomó parte en la fundación del Directorio Estudiantil Universitario por la Facultad de Farmacia. Pocos después la policía apresó a sus miembros y los condujo a la Duodécima Estación. Al salir en libertad los miembros del Directorio adoptaron un régimen clandestino.

Guiteras venció los exámenes finales de su Doctorado en Farmacia en agosto de 1927 con calificación de sobresaliente y el 25 de ese mismo mes, cuando contaba sólo con 20 años recogió su título en la Universidad de La Habana.

Inmediatamente regresó a Pinar del Río para hacerse cargo del sostén de su familia, pues su padre había fallecido meses atrás. Comenzó a trabajar en un laboratorio particular y posteriormente montó uno propio con los ahorros de la familia.

Fracasó en este negocio y se vio obligado a buscar empleo. Consiguió ubicarse como viajante de comercio en los laboratorios Lerdele, cuyas oficinas estaban en O´Reilly, No 24 en La Habana. El laboratorio era una sucursual del monopolio estadounidense Antioxin Laboratories. Primero lo destinaron a las provincias de Pinar del Río, Habana y Matanzas y luego a Las Villas, Camagüey y Oriente. En sus viajes a esta última provincia entraría en contacto con veteranos de la Guerra del 95 y jóvenes con inquietudes revolucionarias opuestos a la tiranía de Gerardo Machado.

Trayectoria revolucionaria

Monumento a Antonio Guiteras en la Avenida del Puerto de La Habana

En Oriente, Guiteras entró en contacto con los seguidores del expresidente Mario García Menocal y pasó a formar parte del grupo de acción del veterano del Ejército Libertador, Justo Cuza, a quien Menocal había designado como jefe militar de Oriente.

Este grupo llevó a cabo numerosas acciones contra Machado. Los conocimientos de química de Guiteras fueron ampliamente utilizados por sus miembros en la fabricación de bombas. Se hicieron de un laboratorio e instalaron una fábrica de granadas en el monte.

Durante el alzamiento de los nacionalistas en agosto de 1931, que estuvo dirigido por Mario García Menocal y Carlos Mendieta, Guiteras lideraba un grupo de militantes del Directorio Estudiantil del Instituto de Segunda Enseñanza, la Escuela de Comercio y la Escuela Normal para Maestros, que también eran miembros de la Junta Revolucionaria.

Las armas estaban guardadas en la finca La Gallinita, en las afueras de Santiago de Cuba y fueron ocupadas por el Ejército, mientras Guiteras y el coronel Cuza que se dirigían hacia allí eran hechos prisioneros y enviados a la capital de Oriente. En el resto del país el alzamiento también fracasó.

Salió de prisión en febrero de 1932 por la amnistía declarada por el gobierno machadista[1]. Al salir de la cárcel Guiteras consiguió empleo en los laboratorio Linner, que lo responsabilizaron con las provincias orientales. Aprovechó esa posición para unir en una sola organización a los revolucionarios de Santiago de Cuba, Holguín, Bayamo y Manzanillo. Entonces decidió romper con los viejos caudillos nacionalistas y fundar la Unión Revolucionaria (UR), en la que agrupó todas las pequeñas organizaciones que ya lideraba. También incrementó sus contactos con miembros descontentos de las fuerzas armadas como el cabo Antonio Santana y el soldado Mario Alfonso Hernández.

Unión Revolucionaria planeó un alzamiento antimachadista para el 29 de abril de 1933 y Guiteras fue responsabilizado con la zona de Santiago de Cuba. Durante el alzamiento los revolucionarios asaltaron y tomaron el cuartel de San Luis. Guiteras se incorporó a los alzados y luego de que el ejército retomó la población se refugió en Holguín, en casa de su amigo Luis Felipe Masferrer.

Desde el UR, Guiteras lanza el "Manifiesto al pueblo de Cuba", donde expuso un programa centrado en la unidad de todas las fuerzas antimachadistas. En este Manifiesto, Guiteras declara que:

"Sólo la fuerza de la unión de todos los hombres —aunque posean diferentes tendencias políticas— envueltos en la lucha, por lograr un régimen de libertad y justicia, podría lograr el triunfo de una verdadera Revolución"

El punto central de este documento fue el llamado a la lucha armada como vía más práctica para derrocar la dictadura.

Estando refugiado en casa de Luis Felipe Masferrer, conoció de la Mediación de Sumner Welles y decidió realizar una acción armada que la sabotease. Planeó entonces asaltar el cuartel de Bayamo, plan para el que contaba con unos cincuenta fusiles, ocho ametralladoras y algunas armas cortas[1]. Luego de la acción el plan comprendía la retirada hacia la Sierra Maestra, con el objetivo de comenzar la lucha guerrillera y precipitar la caída de Machado.

Guiteras se encontraba en campo abierto con sus hombres, ultimando los detalles del plan de asalto al cuartel de Bayamo, cuando recibió la noticia de la huida de Gerardo Machado. Inmediatamente se trasladó con parte de sus hombres hacia Bayamo, después a Holguín y el 13 de agosto llegó a Santiago de Cuba. En el edificio del Gobierno Provincial de Oriente, pronunció un discurso contra la Mediación y la injerencia de Estados Unidos en Cuba y llamó al pueblo a consolidar la revolución.

A finales de agosto realizó una rápida visita a La Habana, donde se entrevistó con Sergio Carbó y miembros de la Unión Militar Revolucionaria, que le informaron sobre el descontento existente dentro del ejército con el gobierno de Carlos Manuel de Céspedes. Con esta información regresó Guiteras el 30 de agosto a Oriente para preparar un alzamiento revolucionario.

En la noche del 4 de septiembre Guiteras fue avisado por dos alistados del golpe militar que se estaba produciendo en todo el país e inmediatamente se dirigió al Cuartel Moncada. Al llegar ya los sublevados controlaban la situación y cursaban órdenes a todas las demás unidades de la provincia de Oriente. Los seguidores de Guiteras colaboraron con el movimiento revolucionario y ocuparon posiciones claves en varias localidades, mientras Guiteras se trasladaba a La Habana a solicitud de Sergio Carbó.

Durante su estancia en capital cubana se entrevistó además con otro pentarca, José Miguel Irisarri, quien le pidió ayuda para controlar el grave problema racial que había hecho surgir en Oriente el ABC. Cuando regresó a Oriente, Guiteras llevaba un documento firmado por el pentarca Sergio Carbó que lo designaba como "Delegado Especial" de la secretaría de Gobernación en la provincia.

Gobierno de los Cien Días

Al disolverse la Pentarquía por acuerdo de la Junta Revolucionaria de Columbia estos decidieron a propuesta de Eduardo Chibás entregar la presidencia provisional a Ramón Grau San Martín. El nuevo presidente aceptó la propuesta de José Miguel Irisarri de nombrar a Guiteras al frente de la importante Secretaría de Gobernación.

Guiteras tomó posesión de la Secretaría el 12 de septiembre de 1933 y desde ese cargo comenzó a tomar medidas en favor del pueblo y que afectaban los intereses del gobierno norteamericano en Cuba. Cuando el coronel Julio Aguado a la Secretaría de Guerra y Marina en protesta por el ascenso de un grupo de alistados a oficiales, dicha secretaría quedó adjunta a Gobernación y pasó a ser desempeñada también por Guiteras[2].

Al pasar la Secretaría de Guerra y Marina a la de Gobernación, Guiteras se convirtió en jefe de Fulgencio Batista, pero los intereses de ambos eran irreconciliables. Mientras Guiteras deseaba utilizar el ejército para profundizar la revolución, Batista quería usarlo para aumentar su poder personal y su influencia sobre el país. Ante los obstáculos que ponía el coronel Batista a las órdenes de Guiteras, el secretario de Gobernación optó por centrarse en la reorganización de la Marina de Guerra, una institución en la que Batista tenía mucho menos ascendiente. A pesar de ésto mantuvo alguna influencia en el ejército a través de algunos de los hombres del 4 de septiembre que le eran leales, como Pablo Rodríguez y Mario Alfonso Hernández.

Desde Gobernación, Guerra y Marina, Guiteras decretó la reincorporación a los distintos cuerpos militares de aquellos uniformados que habían sido cesanteados, expulsados o encarcelados por problemas políticos durante la dictadura machadista. También ordenó que se le pagarán los haberes dejados de percibir durante el tiempo que permanecieron inactivos. Esta disposición le granjeó a Guiteras cierta popularidad dentro del ejército, particularmente dentro de la Marina, donde ejerció gran influencia.

Entre las primeras medidas progresistas impulsadas por el grupo de Guiteras en el gobierno estuvo el establecimiento de la jornada de ocho horas y el jornal mínimo de 1.00 peso diario para la ciudad y 0.80 centavos para el campo, que hasta ese momento era de 0.20 centavo por diez horas o más. También a instancias de Guiteras se disolvieron los partidos políticos que habían apoyado la dictadura de Gerardo Machado, una demanda popular que había sido ignorada por el gobierno mediacionista de Carlos Manuel de Céspedes.

Guiteras durante la intervención de la empresa de propiedad yanqui Compañía Cubana de Electricidad.

Guiteras, desde Gobernación, apoyó el viejo anhelo del pueblo cubano de lograr una rebaja de las tarifas de electricidad y el 30 de septiembre creó una comisión oficial para supervisar a la Compañía Cubana de Electricidad, integrada por los representantes de las secretarías de Gobernación, Hacienda y la Universidad de La Habana, así como por el doctor Adriano Carmona, quien presidía el Comité de Lucha contra los Monopolios, cuyo objetivo era fijar nuevas tarifas para los teléfonos y la electricidad.

El 3 de noviembre el jefe del ejército, Batista, intentó por primera vez derrocar el gobierno exigiendo la renuncia de Grau para instalar en el poder a Carlos Mendieta. El presidente supo de la maniobra con antelación y se opuso. Guiteras intentó entonces ejecutar a Batista con un comando de hombres de su confianza y sustituirlo por militares revolucionarios, pero Batista logró convencer a Grau de su fidelidad al gobierno. Desde ese momento el coronel se pasó a la reacción abiertamente y se rodeó de un gran despliegue de armas que hizo imposible cualquier acción ulterior contra él.

Personalmente dirigió Guiteras el contraataque de las fuerzas leales al gobierno contra los abecedarios y sus aliados alzados en armas el 8 de noviembre. Junto al capitán del ejército Gregorio Querejeta, lideró a las fuerzas que retomaron la sede de la Policía Nacional y coordinó el ataque final contra los contrarrevolucionarios sitiados en el castillo de Atarés, bombardeándolos por mar y tierra hasta rendirlos.

El Gobierno de los Cien Días fue derrocado el 15 de enero de 1934. A ello contribuyeron las intrigas de la embajada de Estados Unidos y la traición de un grupo de militares del movimiento del 4 de septiembre, encabezados por el jefe del Ejército, coronel Fulgencio Batista. Al valorar las causas de la caída del gobierno de Grau, Guiteras reseñó:

"Fracasamos porque una revolución solo pude llevarse adelante cuando esta mantenida por un núcleo de hombres identificados ideológicamente, poderoso por su unión inquebrantable, aunados por los mismos principios"

Clandestinidad

Inmediatamente después que se instauró el gobierno Batista - Caffery - Medienta. Antonio Guiteras decidió organizar la insurrección armada. Con un grupo de revolucionarios creó TNT en abril de 1934 y al incorporar a otros combatientes contra el régimen, en junio de ese año fundó Joven Cuba.

En el Programa de la nueva organización Guiteras expuso:

"para que la ordenación orgánica de Cuba en Nación alcance estabilidad, precisa que el Estado cubano se estructure conforme a los postulados del Socialismo"

Guiteras definió la lucha armada como estrategia de lucha. Su plan táctico secreto contemplaba organizar una expedición procedente de México que desembarcara por Oriente, simultáneamente varios cuarteles de esa provincia serían asaltados por los militantes de Joven Cuba quienes al apoderarse de las armas pertrecharían al pueblo y marcharían a la Sierra Maestra.

Guiteras y su compañera de vida y de luchas, Delia Echevarría, una de las tantas féminas que militaban en Joven Cuba

Entre 1934 y 1935 Joven Cuba realizó muchas acciones, compraron armas y se incautaron otras, también se inició la selección del personal para integrar el cuerpo expedicionario y se preparaban condiciones para su entrenamiento en México.

En febrero de 1935, en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, Guiteras obtuvo un voto de confianza del Comité Ejecutivo Central de Joven Cuba para que consiguiera el dinero necesario para preparar la lucha armada contra el gobierno[3]. Guiteras propuso entonces al Comité Ejecutivo Central, secuestrar un millonario y pedir rescate, acción con la que la dirección estuvo de acuerdo. La víctima elegida fue Eutimio Falla Bonet, quien por esos días acababa de cobrar 600 000 dólares de seguro por el incendio de la Papelera Cubana.

El secuestro fue exitoso y el dinero se sacó del país en varios envíos[3]. Con los fondos asegurados Guiteras comenzó a buscar la forma de sacar del país a los cuadros más importantes de Joven Cuba. Finalmente se decidió por el yate Amalia y planeó salir hacia el extranjero por El Morrillo, Matanzas, luego de entrevistarse personalmente con el capitán Carmelo González Arias, supervisor de la Aduana de Matanzas quien le prometió todo el apoyo necesario.

Sin embargo Carmelo González lo delató inmediatamente ante los mandos de la Marina de Guerra, que pusieron en alerta inmediata a Fulgencio Batista, jefe del Ejército. Éste designó entonces al teniente coronel Ignacio Galíndez para que se entrevistara con Guiteras y le ofreciera participación en el gobierno del país a cambio del cese de sus planes insurreccionales[3].

La entrevista entre ambos se produjo el 6 de mayo de 1935 en Industria No 5, en La Habana. Allí, Galíndez le transmitió a Guiteras la propuesta de Fulgencio Batista, pero el líder de Joven Cuba se negó a cualquier transacción con el régimen. Cuando el militar le reveló que el alto mando castrense conocía sus planes para salir del país, Guiteras le restó importancia.

Muerte en combate

Tras entrevistarse con Carmelo González, Guiteras hizo venir desde Santiago de Cuba a su amigo y miembro de Joven Cuba, Antonio Santana, capitán de la Marina de Guerra, quien había sido jefe del cuartel de Peñas Altas en Matanzas, con el objetivo de que le ayudara a preparar la expedición.

El 7 de mayo un miembro de Joven Cuba llevó al teniente Rafael Díaz Joglar y a un marinero a la casa de Calzada No 33, donde Guiteras había permanecido oculto por siete meses. Estos habían sido designados por Carmelo González para acompañarle hasta El Morrillo. Alrededor de las 8 de la noche llegó Guiteras a El Morrillo. Ya se encontraban allí todos los que iban a salir con él en la expedición. El capitán Santana había traído suministros y algunos marinos para protegerlos.

El yate Amalia se retrasó producto de un viento en contra, que obligó al jefe de la tripulación a guarecerse en Santa Cruz del Norte a mitad del camino por navegar. Carmelo González aprovechó la ocasión para excusarse y abandonar El Morrillo con el pretexto de esperar el yate con su lancha dentro de la bahía.

Al notar la demora del yate, el capitán Santana partió hacia Peñas Altas, acompañado de Rafael Díaz Joglar, para buscar una ametralladora de trípode con la cual reforzar el fuerte y algunos compañeros de apoyo. Miguel Muñoa le propuso a Guiteras que regresase a La Habana, pero este decidió permanecer en el lugar.

Santana advirtió el movimiento de tropas hacia El Morrillo y envió un marino a alertar a Guiteras que estaba rodeado, mientras continuaba hacia Matanzas para buscar refuerzos. Al amanecer del día 8, Guiteras, en compañía de Carlos Aponte, Paulino Pérez Blanco y Rafael Crespo decidió romper el cerco. Al encontrarse de frente con un grupo de soldados, Paulino Pérez Blanco abrió fuego con su ametralladora mientras Guiteras, Crespo y Aponte se retiraban.

Guiteras y Aponte se situaron en lo alto de una pequeña cañada y comenzaron a disparar a los soldados. Casi inmediatamente Guiteras fue alcanzado por una bala en el corazón. Aponte y Paulino siguieron combatiendo hasta que Aponte fue derribado por un disparo en la cabeza. Muertos Guiteras y Aponte, Paulino Pérez Blanco se retiró entre la maleza.

Así se perdió la figura más empinada, el ánimo mejor templado, la voluntad más indomeñable, el brazo más enérgico y el espíritu más puro del movimiento nacional revolucionario

Referencias

  1. 1,0 1,1 Briones Montoto, Newton. Aquella decisión callada. Editorial Ciencias Sociales. La Habana. 2005. ISBN 959-06-0796-9
  2. Gálvez Aguilera, milagros. La Marina de Guerra en Cuba (1909 – 1958). Primera Parte. Editorial de Ciencias Sociales. La Habana. 2007. ISBN 978-959-06-1002-8
  3. 3,0 3,1 3,2 Briones Montoto, Newton. Aquella decisión callada. Editorial de Ciencias Sociales. La Habana. 2005. ISBN 959-06-0796-9

Fuentes

  • Briones Montoto, Newton. Aquella decisión callada. Editorial de Ciencias Sociales. La Habana. 2005. ISBN 959-06-0796-9
  • Gálvez Aguilera, milagros. La Marina de Guerra en Cuba (1909 – 1958). Primera Parte. Editorial de Ciencias Sociales. La Habana. 2007. ISBN 978-959-06-1002-8
  • García Antonio, Pedro. Un Hombre de la Revolución.´Periódico El Historiador del 11 de abril del 2005. Número 2.
  • Tabares del Real, José. Guiteras. Editorial de Ciencias Sociales. La Habana, 1973.
  • Vázquez García, Humberto. El gobierno de la kubanidad. Editorial Oriente. Santiago de Cuba. 2005. ISBN 959-11-0482-0