Historia del municipio Caimanera (provincia de Guantánamo)


Historia del municipio Caimanera (Provincia Guantánamo)
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Ubicación del municipio Caimanera
Cronología
Comunidades aborígenes
Etapa colonial
Actividades Portuarias
Ferrocarril
Población
Guerra de Independencia
Guerra Hispano Cubano Norteamericana
Ocupación militar
Etapa Neocolonial
Base naval norteamericana
Marines yanquis
Economía
Sociedad
Educación
Vivienda
Salud
Movimiento obrero
Los incendios
Lucha insurreccional
Revolución en el Poder
Plan Director
Economía
Salud
Educación
Cultura
Viales y viviendas
Población
Economía Actual
Brigada de la Frontera

Historia del municipio Caimanera (provincia de Guantánamo). Es uno de los diez municipios de la provincia más oriental de Cuba y el más pequeño del país. Su nombre original fue La Caimanera, por la gran cantidad de caimanes existentes en los pantanos y desembocaduras de los ríos Guantánamo y Guaso, cuyas aguas vierten en la bahía.

Cristóbal Colón en su segundo viaje, recorriendo la parte sur de Cuba, aquí encontró una gran población indígena, que dada las características del lugar se dedicaron a pescar como medio principal de subsistencia.

Durante las guerras independentistas se libraron algunas acciones por la zona de Caimanera, destacándose el combate que sostuvo Antonio Maceo contra un tren militar español, el ferrocarril Guantánamo–Caimanera, el alzamiento del 24 de febrero de 1895 en La Confianza, del general Pedro A. Pérez, entre otros.

Su historia está estrechamente vinculada a la del Municipio Guantánamo, del que formó parte. La bahía de Guantánamo forma parte de su territorio y en ella está emplazada la ilegal Base Naval de los EEUU, que marcó la vida e historia de sus pobladores durante casi 60 años; enclave militar que aún mantiene la nación norteña en contra de la voluntad del pueblo y el Estado cubano.

Comunidades aborígenes

La primera descripción de los habitantes del territorio que actualmente ocupa el municipio Caimanera se realiza, según refiere Antonio Núñez Jiménez, el 30 de abril de 1494 cuando Cristóbal Colón y sus acompañantes llegaron a un puerto que por su magnitud bautizaron como Puerto Grande, actual bahía de Guantánamo, allí encontraron aborígenes que hablaban la lengua Arauca. Colón conoció de las características de los pobladores a partir de las referencias del traductor, el aborigen Verlado, quien informó que el grupo de nativos lo formaban setenta hombres y que estaban cazando por mandato de su cacique para la celebración de un areito.

El desarrollo cultural de estos aborígenes no era homogéneo, por sus características podían ser clasificados como siboneyes y taínos. Sus actividades económicas principales eran la recolección, pesca, la caza y la agricultura. Las cartas, los diarios y otros documentos escritos por Colón, el Padre Bartolomé de las Casas y Diego Velázquez muestran sus impresiones acerca de esos primeros contactos.

Para esta zona se establece la ruta migratoria desde América del Sur, a través de las islas del Caribe y otros provenientes de Venezuela, que cruzaron las islas de Las Antillas. Las embarcaciones utilizadas fueron las canoas, algunas de gran tamaño, con remos cortos o najes.

La presencia aborigen en el territorio se confirma por las múltiples evidencias encontradas. El 14 de abril de 1989 se descubrió un sitio aborigen en el surgidero de Hatibonico, en un área cercana a la desembocadura del río, en el lugar se encontraron instrumentos de concha, restos de alimentos, un percutor, un sumergidor de redes y partes de cerámica.

A partir de 1990 en la zona de Boquerón se han colectado evidencias que confirman el asentamiento de comunidades mesolíticas. El 9 de junio de 1991 fue descubierto el sitio Manatí 1 del grupo cultural Taíno, en la margen oeste de Río Seco y junto a su desembocadura en la ensenada de Joa al fondo de la bahía.

Posteriormente fueron descubiertos Manatí 2 y Joa 4. En 1992 se encontró en la costa oeste de la bahía residuarios de Cerro Guayabo. Existen evidencias también en la zona de Matabajo. Por su abundante flora y fauna la recolección, la pesca y la caza eran actividades fundamentales, unido a alguna práctica agrícola. La presencia de la Base Naval Yanqui impide realizar exploraciones en el territorio, para el estudio y caracterización más precisa de la presencia aborigen en esta área.

Etapa colonial

Después de la conquista y colonización de Cuba, los españoles desconocieron la importancia estratégica de la bahía, la mantuvieron abandonada, convirtiéndose ésta en resguardo de corsarios y piratas.

En julio de 1741 la armada y el ejército británico, al mando del almirante Edward Vernon y el general Thomas Wentworth, desembarcaron por varios puntos de la bahía con el objetivo de avanzar hacia Santiago de Cuba por tierra, organizaron el campamento militar en la ribera oeste, en la altura de Mata Abajo, que nombraron Cumberland, y para su resguardo levantaron fuertes y otros sistemas fortificados.

Después de 134 días de enfrentamientos a la resistencia criolla y a las adversidades climáticas, las epidemias y otras enfermedades endémicas, los ingleses se retiraron de este territorio de la isla de Cuba, el 16 de diciembre de 1741, dejando más de 1 000 muertos, entre ellos 205 oficiales. La invasión inglesa demostró la importancia estratégica de la bahía, no valorada nunca en toda su magnitud por España.

En 1796 como parte de la política del Despotismo Ilustrado, el habanero Conde de Mompox y Jaruco fue acreditado por el poder español para realizar un proyecto de estudio sobre Guantánamo, para ello creó una comisión integrada por expertos, con el objetivo de investigar la región y fomentar la colonización, incluyendo la bahía en un radio de diez leguas.

En relación con la protección de la bahía los ingenieros militares corrigieron errores cometidos en mapas anteriores y presentaron un proyecto para su defensa, que incluía además el puerto, la construcción de un arsenal, varias fortificaciones y la creación de una base naval. En 1799 concluyó el trabajo de la comisión, pero por diferentes razones los resultados no se llevaron a la práctica. La llegada del siglo XIX encontró la bahía en el abandono.

Actividades portuarias

La bahía como medio de comunicación para la actividad portuaria, tomó importancia en correspondencia con la evolución económica social del territorio guantanamero, del que formó parte Caimanera. Inicialmente estas actividades se realizaban en el muelle de Mata Abajo, pero en 1822, se habilitó otro con mejores condiciones en Cerro Guayabo.

A partir de 1884 comenzaron a realizar escalas en la bahía de Guantánamo los barcos de la Empresa de Vapores Españoles Correos de las Antillas. La amplia actividad portuaria de Caimanera en 1887 reportó la presencia de 44 buques: 17 norteamericanos, 7 ingleses, 5 noruegos, 3 españoles y 2 alemanes, que cargaron azúcar, miel de abeja, aguardiente y maderas preciosas.

En 1894, por Caimanera se exportaron 320 000 sacos de azúcar procedentes de los 11 centrales guantanameros, ocupando el Puerto de Guantánamo el primer lugar en importancia en la exportación azucarera de Oriente.

Ferrocarril

En 1855 Guantánamo pasó a ser una jurisdicción con dos partidos: Tiguabos y Yateras, y después de aprobado por la metrópoli, se inició en 1856 la construcción del tramo de vía férrea que unió a Guantánamo con Cerro Guayabo, culminado un año después. Posteriormente se extendió hasta Caimanera.

Esta vía se constituyó una de las primeras de toda Cuba y la segunda en el departamento Oriental, lo que permitió trasladar de manera rápida las mercancías hacía el puerto, fundamentalmente el azúcar; e implicó la construcción de edificaciones como: almacenes de cargas, estación de pasaje, oficina de aduana y un muelle. Fue un gran paso de avance para el incremento de la economía en la región.

Población

El crecimiento de esta población comenzó a hacerse notable y la mayoría de sus habitantes se dedicaron a la pesca, en la que los peninsulares introdujeron su arte. Los pescadores comenzaron a construir sus casas encima del mar, sistema que les facilitó sus labores cotidianas, eran viviendas generalmente de madera, con techo de zinc, y en las partes posteriores les añadían un sencillo muelle que servía de atracadero para sus pequeñas embarcaciones y lugar para el mantenimiento de las redes.

La década de los años ochenta del siglo XIX constituyó una etapa de impulso, fomento y consolidación del poblado. En 1886 abrió su puerta la primera escuela de la localidad, de la cual eran maestras María Baldomera Labrada y Francisca Ferrer y en el año 1888 se nombró al Dr. Fernando Plazuela Cotilla médico del puerto, primer galeno que radicó en el poblado.

Desde [[1887] la actividad festiva más importante de Caimanera estaba dirigida a homenajear a la Virgen de la Caridad. La presencia de la imagen religiosa en la vivienda del práctico del puerto, estaba dirigida a proteger a los marinos y pescadores. Uno de los sucesos más trágico ocurrió el 2 de marzo de 1888 cuando un incendio destruyó una manzana del poblado, incluyendo el edificio de la aduana del puerto y el café billar del Sr. Franco.

Guerras de Independencia

Las acciones de la primera contienda por la liberación iniciada el 10 de octubre de 1868, también se extendieron a la zona de Caimanera. Durante la Campaña de Guantánamo que comenzó Máximo Gómez en el verano de 1871 y que, a fines de ese año, quedó en manos de Antonio Maceo, se produjo uno de los combates más importantes contra tropas españolas que transportaban, en un tren, refuerzos para los fuertes de la bahía.

Al concluir la Guerra Chiquita en 1880 por el puerto de Caimanera embarcaron José Maceo y Guillermo Moncada, quienes fueron traicionados por las fuerzas españolas, que no cumplieron los acuerdos que dieron fin a la guerra. Ambos patriotas cumplieron sentencia en cárcel española del norte de África.

El alzamiento del 24 de febrero de 1895 en La Confianza, que encabezó el general Pedro A. Pérez (Periquito), encontró respaldo en la toma del fuerte de Hatibonico, dirigida por los hermanos Tudela. Otra acción de singular importancia en la etapa de la Guerra Necesaria fue la toma parcial del poblado por Periquito, el 1 de diciembre de 1897.

Guerra Hispano Cubana Norteamericana

La Guerra Necesaria, organizada detalladamente por José Martí, no tuvo el final deseado por los cubanos, ya que, Estados Unidos de Norteamérica intervino oportunistamente en la beligerancia y dio inicio a la Guerra Hispano Cubana Norteamericana. La bahía de Guantánamo fue tomada por el ejército estadounidense en junio de 1898, estableciendo campamento en Playa del Este, como punto inicial para rendir a Santiago de Cuba.

Las fuerzas mambisas en Guantánamo contribuyeron a la victoria contra España. El Tratado de París se firmó el 10 de diciembre de 1898 entre Estados Unidos y España, sin la presencia del Gobierno de la República en Armas. El documento, dio por terminada la guerra y dejó a las colonias españolas en manos de la nación norteña.

Ocupación militar

Terminada la guerra, el país fue ocupado militarmente por los EE. UU, desde el 1 de enero de 1899 hasta el 20 de mayo de 1902, en que sentaron bases para la implementación de los mecanismos que convirtieron a Cuba posteriormente en una neocolonia, ante la imposibilidad de la anexión.

El principal mecanismo político para lograr su objetivo fue el vergonzoso apéndice a la Constitución de 1901, la Enmienda Platt, con ocho artículos que cercenaron la soberanía nacional.

Etapa Neocolonial

Base naval norteamericana

Las cláusulas 7 y 8 de la referida enmienda fueron los antecedentes directos de la actual base naval estadunidenses en la bahía de Guantánamo, ocupada desde junio de 1898, en el marco de la Guerra Hispano Cubana Norteamericana permanece hasta la actualidad, pues la firma del Tratado Permanente de 1903, ratificó su presencia.

El 28 de marzo de 1903, en discurso contra el Tratado de Reciprocidad Comercial de 1903, Manuel Sanguily puntualizó:

«Recordé uno de aquellos afanosos y melancólicos días de la emigración durante la guerra entre España y los Estados Unidos, en que se publicó en New York la noticia de que la escuadra norteamericana había entrado en la bahía de Guantánamo, y cuando sin poder reprimir la angustia (...) me volví a mi amigo el Sr. Enrique Trujillo, diciéndole con invencible pesar: Han visto ya a Guantánamo: !jamás renunciaran a poseerla! Y ¡la bahía de Guantánamo, señores senadores, ya es de los Estados Unidos!»

Previo a las firmas de los convenios se creó la Comisión Cubano Americana para el deslinde de tierras y la expropiación de las fincas total o parcialmente de El Cuzco, El Ocujal, Cayo Toro, Mata Abajo, y el Cuero, un caserío de pescadores en Playa del Este y propiedades del Estado: un faro, boyas y torreones.

El 10 de diciembre de 1903 se hizo la entrega oficial del territorio para el enclave militar. La población de las localidades de Caimanera y Guantánamo mostró su rechazo a la presencia de los imperialistas norteamericanos en la bahía, según reflejó la prensa regional, La Voz del Pueblo.

El 27 de diciembre de 1912, por convenio que nunca se firmó por el senado cubano, el gobierno estadounidense renunció a ocupar Bahía Honda a cambio de ampliar Guantánamo. A pesar de no ser ratificado, los límites de la base naval se ampliaron. Con la firma del nuevo Tratado de Relaciones entre la República de Cuba y los EE. UU, del 29 de mayo de 1934, mantuvo lo referido al enclave naval, pero con la extensión territorial que tenía en esos momentos.

Con la Segunda Guerra Mundial, se amplió y remodeló la base naval. Para ello la empresa constructora norteamericana requirió de mano de obra y como consecuencia, al poblado arribaron cientos de personas nativas y foráneas de diferentes partes del país en busca de trabajo, lo que condujo al incremento desproporcionado de la población flotante y como parte de esto, la prostitución, el vandalismo y en general, la corrupción.

Marines yanquis

Su presencia en el poblado data de 1903 y se mantuvo con mayor o menor afluencia, en dependencia del número de flotas que arribaban a la bahía y de la misión que asumió el enclave militar ante acontecimientos internacionales, como las guerras mundiales y la guerra en Corea. Las visitas de los marines junto a la prostitución marcaron una triste página de la historia local de Caimanera.

Los marines invadían el poblado y el bajo el efecto de la embriaguez, asumían comportamientos desenfrenados. Cuando estas visitas solo se limitaban a Caimanera, arribaban de Guantánamo, decenas de prostitutas, proxenetas, los llamados traductores y maleantes. Estos eventos, beneficiaron a comerciantes y a los del negocio de la prostitución; sin embargo, para el pueblo fue un ultraje, lo que generó desprecio y rechazo a esas visitas.

Economía

Durante la etapa de la República Neocolonial la población humilde de Caimanera se dedicó, fundamentalmente a las labores de pesca, el trabajo en el pequeño puerto y a las salinas.

La prostitución, una de las más humillantes formas de empleo para las mujeres, fue creciendo en Caimanera, con jóvenes del poblado, de Guantánamo y de otras partes del país, que llegaban en busca de bienestar y/o engañadas, para terminar explotadas por despiadados proxenetas.

La prostitución fue un gran negocio, que se alimentó con las visitas de los marines yanqui en los llamados días de franco, y beneficiaba a dueños de burdeles, comerciantes legalizados y clandestinos, entre otros. Los burdeles estaban enclavados en la llamada zona de tolerancia, donde todo era permitido: sexo, drogas, riñas, borracheras, entre otros.

La producción salinera, renglón básico de la economía, hacia 1947 contaba con tres empresas y lograba una producción de 500 mil sacos de 180 libras, lo que representaba en la etapa el 80% de la producción nacional de este renglón. Pero, los trabajadores de las salinas recibían bajos salarios y debían laborar en condiciones difíciles.

Sociedad

Desde los primeros momentos se hicieron sentir los efectos negativos para la población humilde de este territorio, baste mencionar que pescadores perdieron su fuente de empleo sin ser indemnizados; y el poblado se vio inundado con regularidad de marines yanquis en busca de placer, con todo lo que ello trajo aparejado. Caimanera se convirtió en traspatio de la base naval.

También trajo consigo el crecimiento de la población, algunos lograron dedicarse al comercio, estableciendo distintos negocios. La relación comercial Caimanera-Guantánamo creció, pues propietarios de comercio eran también guantanameros. Se extendieron las calles y las zonas pobladas, por doquier se leían carteles en inglés que anunciaban una tienda, un bar, un café y junto a estos, una zona de burdeles.

Desde principios del siglo XX quedaron establecidos dos barrios de pescadores, que siguieron el curso de la vida del poblado. Estos barrios eran conocidos como El Cañito y El Nunque.

En El Nunque, al norte del pueblo, se establecieron nuevas familias de españoles, que huían de la miseria y otras veces, del servicio militar. Se dedicaron a la pesca, pero a diferencia de otros, empleaban distintas artes que de España trajeron: la nasa, el chinchorro y redes tejidas con hilos de algodón.

El Cañito, barrio muy humilde, donde cohabitaba la zona de prostitución, quedaba al sur, en la calle Marina. Los pescadores que vivían en este barrio, en su mayoría, eran cubanos muy pobres, quienes pescaban a cordel, conocida popularmente como la pesca del hambre y esta desventaja se hacía notar en el producto del trabajo. Sus casas reflejaban un poder económico por debajo de los españoles.

Educación

El analfabetismo fue uno de los males del territorio. En su mayoría, los niños no podían asistir a la escuela porque tenían que trabajar con los padres para buscar el sustento de la familia. A partir de 1915 se habilitó un sencillo local para que funcionara como escuela pública, con dos aulas y una maestra, que en ocasiones era cerrado, hasta que finalmente fue embargada y desalojada.

En 1954 se recaudaron fondos en la zona de prostitución y comercio para lograr preparar una escuela, que siguió contando con solo dos aulas y no respondía a las necesidades reales de la localidad. Una gran cantidad de pescadores y personas humildes aprendieron las primeras letras solo después del triunfo de la Revolución.

Vivienda

La población padecía una gran insalubridad. Había escasez de agua potable, que los vecinos tenían que comprar; falta de electricidad, solo había una pequeña planta que cesaba su actividad a las nueve de la noche. Continuó la presencia de casas de pescadores encima del mar, con sus construcciones de madera y zinc, sistema que les facilitaba sus labores cotidianas.

Salud

Caimanera solo contaba con una Casa de Socorro, que tenía la misión especial de atender los chequeos médicos periódicos de aquellas mujeres que tenían que vender su cuerpo para poder vivir.

Movimiento obrero

Desde 1913 se fundó el Gremio Patronal de Trabajadores Portuarios. Los obreros, sometidos a la explotación capitalista, pronto fueron objeto de todo tipo de pillaje por parte de los patronos. Una de las formas más típicas de expoliación fue, en décadas posteriores, el surgimiento del caballo; que consistió en que el dueño de la plaza, alquilaba a un desempleado y en cambio, le pagaba una ínfima parte de su salario.

La dirigencia del gremio abrazó la tendencia reformista. Durante la huelga que iniciaron los trabajadores del central Soledad el 8 de febrero 1915, y que constituyó el movimiento huelguístico más importante de este período contra la Guantánamo Sugar Company, participaron también estibadores de Caimanera.

En 1924 los portuarios de Caimanera y Boquerón, liderados por Juan La O de los Ángeles, se enfrentaron a los contratistas, servidores también de la Guantánamo Sugar Company y la Railroad Co.

Para 1933, se organizó el comité seccional del Primer Partido Comunista en Guantánamo (PC) con aproximadamente unas diez células, entre la que se encontraba la de los salineros de Caimanera y Boquerón, trabajadores chinos y empleados de la base naval norteamericana. Células que se mantuvieron con unos diez miembros.

Durante la lucha contra la dictadura de Gerardo Machado, en el informe que rindió el Comité Seccional del PC, luego de la huelga general del 12 de agosto de 1933, que puso fin a la dictadura, consta que entre las organizaciones obreras que existían en Guantánamo estaban bajo control de esta organización, dos gremios de portuarios y un sindicato de obreros de las salinas.

Durante los gobiernos auténticos 19441952, la labor divisionista al movimiento obrero y el asalto constante a los sindicatos unitarios por parte de los mujalistas, se hizo sentir también en los locales de los sindicatos de los salineros en Caimanera.

Los incendios

Los incendios provocados, constituyeron una característica distintiva del marino poblado, lo que contribuyó a deterior aún más las condiciones existentes, significando una verdadera desgracia, que llevó a la miseria a decenas de familias de la localidad, víctimas inocentes del egoísmo de los autores de dichos desastres, en su afán de cobrar dinero de las pólizas de seguros.

Era tal la corrupción imperante que los resultados de las investigaciones que se realizaban siempre fueron favorables a los incendiarios. El soborno garantizó la impunidad de los autores de estos hechos. Entre los incendios más impactantes están los que se produjeron a fines de la década del 30 y durante los años 40, coincidentes con el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial, y el relativo auge económico de la localidad, por la afluencia de militares y personal civil que prestaban sus servicios en función del conflicto bélico.

En 1939 se originó un incendio en el juzgado de la localidad. Corrió un rumor de que fue provocado por Eusebio Mujal Barniol, para ocultar su ciudadanía catalana y obtener la cubana, con el fin de entrar de lleno en los rejuegos de la politiquería. Se quemaron muchos documentos, como inscripciones de nacimiento, entre ellas la de Mujal. Decenas de casas de humildes de familias, fueron destruidas por el fuego.

A fines de 1940 se produjo un incendio en el cine Rex. La versión más recurrente que brindan los testimonios, es que el autor intelectual fue el propietario de la sala cinematográfica. El siniestro provocó sensibles daños, a viviendas y edificaciones consideradas patrimoniales del poblado como la Mansión Bernal, que ocupaba casi una manzana.

La estación del ferrocarril y los tanques de combustible de la instalación, donde hubo una víctima, y el mercado, también se vieron afectados por el incendio. Se solicitó ayuda a las autoridades de la Base Naval y desde allí fue enviado un remolcador con los medios necesarios y decisivos para sofocar las llamas.

Lucha insurreccional

Al iniciar los años 50, del siglo XX, Caimanera estaba afectada como el resto del país, por la exacerbación de la crisis permanente que vivía la sociedad cubana desde la década de 1920, lo que contribuyó a que se fuera desarrollando un sentimiento de inconformidad y rebeldía ante la precaria situación. A ello se sumó el golpe de Estado que, en 1952, dio Fulgencio Batista.

Después de los sucesos del 26 de julio de 1953, se movilizaron en la localidad, las fuerzas revolucionarias en apoyo a la nueva etapa de lucha que definió como líder a Fidel Castro. A fines de 1955 se constituyó el Movimiento 26 de Julio (M–26–7) en el poblado, para lo que se contó con la visita de Frank País García y Enrique Soto.

En enero de 1956, Frank volvió otra vez a la zona, pero esta vez, acompañado por Vilma Espín. El interés del jefe de Acción y Sabotaje del movimiento en Oriente, era organizar células clandestinas con extensión a la instalación militar norteamericana, en busca de la posibilidad de obtención por esta vía de armas y otros recursos bélicos.

La primera célula fue dirigida por Luis Lara Espinosa, (Toto), quien posteriormente, en febrero de 1957, fue designado por Frank, coordinador y jefe del movimiento en Guantánamo. Junto a él se destacó, su esposa, Caridad Rosell del Río.

A la organización se sumaron compañeros que hasta entonces formaban parte de otros grupos revolucionarios. Entre ellos se encontraban: Gustavo Adolfo Moll Leyva, Orlando Lorenzo Castro, Thelma Bornot Pubillones, Guillermo Gutiérrez Murray (Willy), Reynaldo Toirac Escasena, Felipe Oro Rodríguez y Rafael Cabrera Anido, entre otros.

Inicialmente, los integrantes del MR–26–7, se dedicaron a la práctica de tiro y otros entrenamientos, que realizaban en terrenos pertenecientes a Aurelio Oslé. Por las características de Caimanera y su proximidad a la base naval, fue más conveniente la adquisición de armas y provisiones para el frente guerrillero, desde la instalación militar.

Los revolucionarios, en muchas ocasiones lograron sacar apreciables cantidades de pertrechos militares que eran enviados a Frank País, hacia Santiago de Cuba. Las primeras fueron en apoyo al desembarco del Granma, y posteriormente al abastecimiento para el Segundo Frente Oriental Frank País.

En estas operaciones se destacaron por su osadía Luis Lara, Demetrio Montseny, Thelma Bornot, Gustavo Adolfo Moll, quien perdió la vida en el Combate de El Uvero en 1957. También fue meritoria la colaboración de muchos vecinos pertenecientes a distintos sectores de la población, cuya ayuda en muchos casos fue determinante.

En 1958, hubo un incremento dentro de las filas del MR–26–7 con la incorporación de pescadores y otros sectores de la sociedad, proceso que se favoreció con la apertura del Segundo Frente. Estas fuerzas se dedicaron en lo fundamental, a trasladar armas recaudadas, utilizando sus botes de pesca.

De ello se benefició la Columna 18 Antonio López Fernández dirigida por el comandante Félix Pena Díaz. Se destacaron en estas misiones Manuel Rojo Coy y Julio Ortiz, entre otros. Para establecer los contactos necesarios en el pueblo, los rebeldes entraban y se escondían por El Nunque.

Desde Caimanera y Boquerón se enviaron al Frente, armas, medicinas, teléfonos extraídos de los puntos de ferrocarril, cañones, máquinas de escribir, tornos y azúcar recuperada de las casillas destinadas al puerto. Además, se realizaron otras misiones necesarias para el Ejército Rebelde.

El 31 de diciembre de 1957, el MR–26–7 se produjo en el puerto de Boquerón un sabotaje económico contundente. La audaz acción se llevó a cabo por los revolucionarios Orlando Lorenzo Castro, Pineo, y Augusto Ferreiro, quienes prendieron fuego al almacén de azúcar y quemaron 125 mil sacos del crudo, con pérdidas valoradas en 4 millones de pesos, con equivalencia al del dólar.

Para esta etapa se constituyó en Caimanera el grupo de Resistencia Cívica, bajo la dirección de Renato León, ya que, desde el mes de marzo, en la ciudad de Guantánamo, se había fundado una filial del Frente de Resistencia Cívica, bajo la responsabilidad de Enrique García Irigoyen y del médico José Gutiérrez Muñiz.

Toma del cuartel de Caimanera

El comandante Raúl Castro Ruz, quien fundó el Segundo Frente Oriental organiza la Operación Omega para respaldar la huelga revolucionaria del 9 de abril de 1958. La operación incluyó atacar los cuarteles de Caimanera, Jamaica, Imías y Soledad.

Durante el desarrollo de la Operación se produjo en La Gloria, el 12 de abril, la masacre de cuatro campesinos por parte de las fuerzas de la tiranía, que operaban en la zona aledaña a Caimanera. Fueron destrozados a balazos con armas de grueso calibre: Luis Téllez Charón, Wilfredo Pérez Téllez, Enrique Campos Caballero y Diosdado Persansón Socarrás.

Los guardias vistieron sus cadáveres con uniformes verde olivo y los exhibieron en la ciudad de Guantánamo como supuestos rebeldes muertos en combate. Un abominable crimen que engrosa el trágico expediente de víctimas de la tiranía. Hoy un Centro Escolar Mixto lleva el nombre de Mártires de La Gloria.

El 13 de abril de 1958, un grupo de combatientes de las milicias del MR–26–7, bajo el mando del capitán Luis Lara, y con el apoyo de una fuerza del Segundo Frente dirigida por Raúl Menéndez Tomassevich, atacaron el cuartel de Caimanera, que tomaron por algunas horas.

Como resultado al enemigo se le hicieron cinco prisioneros del Ejército y siete de la Marina, se le ocuparon armas y parques, y el refuerzo enviado desde Guantánamo fue rechazado en Mata Abajo. Todo el armamento se entregó al Segundo Frente Oriental. Con la acción se demostró la capacidad combativa del Ejército Rebelde y el apoyo del pueblo a la causa revolucionaria.

El 9 de septiembre de 1958, un pelotón de la Columna 18 Antonio López Fernández, bajo el mando del teniente Manuel Tames Guerra emboscó en un lugar nombrado Y Griega, cerca de Boquerón, una unidad de la tiranía, derrotándola y ocasionándole bajas.

Manuel Tames Guerra se retiró con tres compañeros a Puerto Escondido, sitio donde fue sorprendido por tropas batistianas, y en la acción mueren además de Tames, los jóvenes revolucionarios Eleno Borges Gallego y Julio Antonio Delgado Reyes. En la retirada los esbirros asesinaron a siete obreros salineros, hombres de pueblo que nada tenían que ver con los acontecimientos, hecho que evidenció la esencia terrorista de las fuerzas militares bajo el mando de Fulgencio Batista. La primera Escuela Básica de Instrucción Revolucionaria del territorio, recibió el nombre de 7 Mártires Salineros, en tributo a este hecho.

Liberación de Caimanera

Por la ofensiva final que acometió el Ejército Rebelde, el 18 de diciembre de 1958, comenzaron a reagruparse fuerzas de la Columna 20 Gustavo Fraga Jacomino, bajo las órdenes de Demetrio Montseny, por la zona de Mata Abajo, cerca de la carretera hacia Caimanera, para acometer la acción de la toma del poblado.

Próximo a este lugar, en una casa deshabitada junto al río, se estableció un hospital de avanzada, y en las primeras horas del día 19 se trasladaron los distintos grupos hacia la zona del cementerio.

Debido a la labor de inteligencia desarrollada por las fuerzas rebeldes, pudieron avanzar sin dificultad hasta las cercanías del cuartel, operación que contó con el apoyo de los vecinos e integrantes de células de la clandestinidad.

La columna se dividió en tres grupos: el primero lo dirigió, Miguel Ángel Rigual Rodríguez; el segundo lo encabezó José Salgado Suárez, Tato, y un tercero estuvo bajo el mando de Rafael Lozada Pardo, que ocupó los altos del club del Hotel Oasis.

Por su parte, Arnaldo Trutié Matilla, Luis Felipe Matos, Matico, y otros, desde la lancha Santa Cecilia, por el mar, controlaron la retaguardia del cuartel, ubicado en la calle Marina, para evitar la fuga del enemigo por vía marítima hacia la base naval norteamericana.

El combate comenzó a las 2:42 p.m, con gran concentración de fuego desde tres posiciones. El objetivo era una acción rápida que se alargó, ante la nutrida descarga de ametralladora por un soldado de la Guardia Rural desde la azotea de la instalación, que no permitía el avance de los rebeldes, cuando ya el cuartel virtualmente se rendía. El fuego cesó alrededor de las 4:00 p.m. con la toma de Caimanera por los revolucionarios.

A partir de las primeras horas del amanecer del 20 de diciembre de 1958, el guarda costa CE–201 Caribe y la fragata F–303 Máximo Gómez perteneciente a la Marina de Guerra de la tiranía cañonearon el poblado; pero fueron rechazados por el fuego de combatientes de las columnas 20 y 18.

En el orden estratégico la toma de Caimanera constituyó un éxito significativo, ya que con la acción quedó cercada la ciudad de Guantánamo, y la importante fuerza del ejército de la dictadura que dirigía el coronel Arcadio Casillas Lumpuy, connotado asesino del régimen batistiano.

Con esta acción, Caimanera se sumó a partir del 19 de diciembre, a los territorios liberados por el Ejército Rebelde. Los vecinos salieron jubilosos a las calles para apoyar la victoria revolucionaria.

Revolución en el poder

Al triunfo revolucionario Caimanera era un barrio rural del término municipal de Guantánamo, que mostraba los efectos de la dominación neocolonial, y la realidad de una parte de su territorio ocupado como base militar por el gobierno norteamericano. La Revolución significó la dignificación del pueblo de Caimanera pues trajo consigo libertad, cultura y progreso.

La primera medida que acometió el nuevo orden revolucionario, fue convertir, el 17 de enero del propio año 1959, el cuartel militar en una escuela primaria, y la segunda gran tarea fue la de ir cerrando los burdeles. Una de esas instalaciones se convirtió en la primera Escuela Secundaria Básica de la zona, lo que permitió crear puestos de trabajo en especial para las mujeres.

Con el programa político que enunció Fidel Castro en su alegato de autodefensa La Historia me Absolverá, se inició la apertura de las primeras escuelas, con derecho a todos para eliminar la ignorancia; la socialización de los servicios de salud, logrando crear instituciones que superaban la antigua Casa de Socorro, único centro asistencial. La red telefónica existente, fue intervenida y puesta a disposición del pueblo, así como el correo y la pequeña planta eléctrica.

Plan Director

Concebido a partir de la singularidad que presenta el municipio por su cercanía a la base naval norteamericana y el secular atraso heredado del pasado. Por directivas del Comandante en Jefe Fidel Castro, en 1985 se orientó su puesta en práctica, consistente en la ejecución de un conjunto de transformaciones económicas y sociales, con chequeo permanente del cronograma de ejecución e información periódica a la población.

El Plan contó en su ejecución con el apoyo de las masas, y sin lugar a dudas, ha elevado el desarrollo de los poblados de Caimanera, Boquerón y otros lugares del municipio. La marcha generó necesidades de fuerza de trabajo en beneficio de la reserva laboral, lo que mejoró el nivel de vida a un gran número de habitantes.

Las producciones varias y textiles, a pesar de las dificultades materiales afrontadas por el Período Especial y el bloqueo económico norteamericano a Cuba, se incrementan en los últimos años, y sirven como fuente de empleo fundamentalmente a la población femenina.

Con un mayor desarrollo tecnológico, la industria alimentaria aumentó sus producciones, tanto en cantidad como en calidad, ofertando mayor disponibilidad de alimentos a la población. De igual forma se desarrollan actividades en el comercio minorista: ventas de productos alimentarios, industriales, medicamentos, librería y combustible, así como la prestación de servicios gastronómicos, técnicos y personales.

Economía

El desarrollo agrícola era limitado por la carencia de tierras aptas para la producción de alimentos, ya que la mayoría de sus suelos estaban bajo los efectos de la salinización. Hasta 1959, los terratenientes más acaudalados de la zona eran representados por los apellidos Lescer, Oslé, Rodríguez y Caballeros.

Las tierras de los Lescer colindaban con los territorios ocupados por la base naval yanqui y estaban destinadas, sobre todo, a la ganadería y la siembra de pastos. Con la aplicación de la Primera Ley de Reforma Agraria, quedaron confiscadas.

Por las características marinas del poblado y guiados por las indicaciones de Fidel Castro, se procedió a organizar el 10 de junio de 1959, la Cooperativa de Pescadores de Caimanera Gustavo Fraga Jacomino, para lo cual se adquirieron barcos pesqueros y se generaron empleos.

Casi todos los pescadores se incorporaron a la nueva forma de organización productiva. El proyecto comenzó con cien pescadores, después fueron incorporándose otros, hasta sumar más de doscientos. Se garantizó la atención médica, y de educación de los pescadores. También se atendieron aspectos socio–culturales relacionados con la actividad marítima y naval en el territorio y se retomó la pesca deportiva.

La cooperativa fue trasladada a Manzanillo en 1962, ante las provocaciones y agresiones del imperialismo yanqui contra los trabajadores, dirigidas desde la base naval, con consecuencias graves como el asesinato del pescador Rodolfo Rosell. En 1970 fue reabierta con operatividad solo en el interior de la bahía, y los planes de captura, se utilizan para el autoconsumo del municipio y la provincia.

Los cambios en las salinas han sido palpables. Del trabajo manual, en condiciones casi de esclavos, se pasó a la tecnificación y automatización, por lo que la extracción y el procesamiento de la sal ha ido en ascenso, y los planes de producción en ocasiones se ven favorecidos con el sobre cumplimiento.

En 1963, Caimanera se convirtió en uno de los 14 municipios de la que pasó a ser Región Guantánamo, tomando el nombre de Municipio Wilfredo Gonce, hasta que, con la nueva división político–administrativa, en 1976, aprobada en el Primer Congreso del PCC en 1975, se convierte en el Municipio Caimanera de la creada Provincia Guantánamo, con modificaciones en la extensión territorial.

Con esta nueva estructura se impulsaron transformaciones socio económicas, como parte de un país en revolución. Se fortaleció la gestión política dirigida por el Partido Comunista y de gobierno.

En 1976, el puerto se modernizó con una terminal de azúcar a granel, sin que esto significara el desempleo para los trabajadores portuarios, y con beneficios de una importante actividad de carga y descarga de mercancías.

En 1977 se creó un establecimiento ostrícola anexo a la cooperativa, pero con administración y vida interna independiente, el cual logró grandes crías de ostiones destinados al consumo nacional. En 1981 se unieron los dos establecimientos en uno, que pasó a ser dirigido por el Ministerio de la Pesca. Los pescadores dispusieron de 21 botes a motor; quedando atrás la etapa de hacer sangrar las manos con los remos.

Salud

Existe un policlínico docente comunitario de nuevo tipo, el Ramón López Peña, que presta atención en servicios como: ultrasonido, genética, óptica y optometría, estomatología, drenaje biliar, cirugía menor, terapia intensiva, alergia, imagenología y rayos x, laboratorio clínico, sala de rehabilitación física, medicina natural y tradicional, psiquiatría, psicología, vacunación; traumatología y un departamento para donaciones de sangre.

Se realizan interconsultas de las especialidades no básicas: cirugía general, ortopedia, dermatología, psiquiatría infantil, cardiología, entre otras. Además, existen 13 consultorios del médico de la familia, cuatro de ellos en la cabecera del municipio y cinco en los asentamientos: Boquerón, Glorieta, Cayamo y Hatibonico. El servicio de urgencia se presta las 24 horas.

Educación

La creación de la Dirección Municipal de Educación y su sistema de perfeccionamiento, es sin dudas uno de los más significativos logros en el territorio. Se construyeron escuelas y remodelaron otras. La preparación del personal docente es continua.

En el 2003 se iniciaron por primera vez los estudios superiores con la apertura de sedes universitarias que, en medio del proceso de perfeccionamiento y en la medida en que se fue capacitando a la población en diferentes carreras, se integraron al Centro Universitario Municipal (CUM), adscripto a la Universidad de Guantánamo lo que impulsa el desarrollo local.

Cultura

Se cuenta con 12 instalaciones culturales: un cine de 35 milímetros, un museo, una casa de cultura, una galería de arte, una biblioteca, una librería, un grupo de teatro, un grupo musical típico y tres salas de video. Además de la emisora radial Radio Bahía.

Hay un notable movimiento cultural, que se expresa en la sistemática programación de actividades en los diferentes lugares del municipio, que incluye la festividad de la Semana de la Cultura que es, sin lugar a dudas, de notoria importancia para la consolidación de tradiciones en niños, jóvenes y población en general.

Viales y viviendas

Fue de vital prioridad la obra de acueducto y alcantarillado, para declarar al municipio libre de aguas negras. La construcción de viviendas continuó siendo prioridad. En 1987 se ejecutaron, para beneficio de familias, 137 viviendas de 113 programadas, las que se incrementaron posteriormente cada año.

Con estas construcciones se creó otra fuente de trabajo. También se montó un plan de producción de materiales para la construcción de inmuebles, el cual permite la fabricación de bloques, losas, entre otros. Se instaló un taller de fundición para el trabajo en aluminio y se reconstruyó la salina Frank País para el abastecimiento de sal, tanto al mercado nacional como la exportación.

Hasta 1989 se ejecutaron otras construcciones para uso social y de servicios en Caimanera, Boquerón, Hatibonico, Cayamo y La Glorieta, como: tiendas, tele correo, lavatín, la ampliación del puerto de Boquerón; el acueducto y alcantarillado; la cafetería Ferro-ómnibus, taller textil, agromercado, un taller artesanal para minusválidos, entre otras.

Población

El territorio se subdivide en tres consejos populares y una circunscripción independiente, en los que se localizan seis asentamientos humanos concentrados, que conforman el Sistema de Asentamientos Humanos (SAH), dos de ellos urbanos: Caimanera y Boquerón.

La población es de 11 091 habitantes, según el censo de población del 2012. Por género, está conformada por 5 519 mujeres, el 49,8 % y 5 572 hombres, el 50,2 %, lo que representa el 2,15 % de la provincia. La densidad poblacional es de 30,8 hab/km2.

Por cuestiones de seguridad nacional existen ordenanzas que regulan la entrada y salida de personas a Caimanera y Boquerón y se impide disfrutar de la naturaleza incluyendo sus playas por estar enclavada en zona fronteriza. El pueblo en su gran mayoría lo asume y respeta.

Económica actual

La base fundamental de la economía municipal, es la salinera, con aporte del 80 % a la producción nacional, a lo se incluyen la pesca, industrias locales y el puerto de Boquerón. El 95 % del área es no apta para la agricultura, dada la severidad del clima y el relieve, localizándose una reducida actividad agrícola en la zona de Cayamo, con serias limitaciones por ser suelos con altas concentraciones salinas y dependientes del regadío por el bajo régimen de precipitación.

Caimanera es trinchera antiimperialista y continúa haciendo Revolución, con innumerables logros en todas las esferas, gracias al trabajo del pueblo unido, junto al Partido, Gobierno y demás organizaciones políticas y de masas. Su pueblo cada día con su accionar demuestra al mundo que Caimanera no es la Base Naval.

Brigada de la Frontera

Con el triunfo revolucionario, el imperialismo empleó todas sus armas contra Cuba. La frontera con la ilegal base naval de EE. UU en Guantánamo se convirtió en un foco de conflictos y constantes intentos de entradas y salidas ilegales de contrarrevolucionarios y agentes enemigos.

En 1960, cuarenta valiosos combatientes de las Milicias Nacionales Revolucionarias se iniciaron como centinelas de la frontera, subordinados a la jefatura del sargento del Ejército Rebelde Miguel Ángel Cabrera Osorio. El 9 de noviembre de 1961 nace oficialmente el Batallón Fronterizo y su primer jefe fue el primer teniente del E. R, David Concepción Pérez.

En noviembre de 1964, cambia la estructura de la Unidad y pasa de Batallón a Brigada de la Frontera, siendo nombrado como primer jefe el comandante Demetrio Montseny Baca, Villa. Además de las misiones de vigilancia y seguridad del perímetro, cumplen planes y programas de preparación combativa y política.

Los combatientes de la Brigada realizaron operaciones contra las bandas de alzados y mercenarios infiltrados en la zona y otros territorios orientales. En este período, un papel transformador en el pueblo de Caimanera lo desempeñó el comandante Villa. Según las propias palabras de un hijo legítimo del territorio, Avelio Hernández: “Sería un error imperdonable considerar a Villa padrino de Caimanera, él es el padre de cada caimanerense y del incipiente desarrollo económico, político y social de este pueblo”.

Además, expresa que en sus recuerdos está la constitución de la gloriosa Brigada de la Frontera, siendo un pionero. Recuerda que, en las celebraciones por la toma de Caimanera, estuvo siempre presente y de manera incondicional. Desde sus inicios mantuvo el vínculo con la población a partir del apoyo de la Brigada de la Frontera a los programas de la educación.

En este sentido atendieron las escuelas primarias, incluyendo la construcción de la escuela Mártires de La Gloria, en Cayamo y el programa de preparación para la defensa en la Secundaria Básica Edilberto González, en la que, por la cercanía al perímetro y las hostilidades en el área, se prepararon a profesores y estudiantes como un batallón fronterizo de la educación, del cual fue jefa Alina Díaz Mejías; además se organizó el primer sistema de guardia Mirando al Mar.

Villa también fundó la brigada de alfabetización para atender la superación de los combatientes de la frontera, la que fue integrada por militantes destacados de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) entre ellos, Luisa de León, Luis Torres, Margarita Delgado, Migdalia Toirac, Lourdes Poll, Analdo Vargas, René Rojo, Edith Laffita y Juana Zapata, entre otros.

Las acciones de la Brigada de la Frontera se extendieron a la detención de contrarrevolucionarios que operaban con el apoyo de la oficialidad de la base naval, en este sentido, se confirma la captura de Yarey, mercenario cuya banda fue aniquilada durante la Operación Macambo, y las acciones en Baracoa en abril de 1970, donde fueron apresados once bandidos.

En 1985 un nuevo cambio estructural de la brigada hizo desaparecer las compañías independientes para dar lugar a los batallones de infantería. Ese mismo año se instaló el sistema SKALA como medio técnico de reforzamiento de la seguridad perimetral entre la parte no ocupada y la usurpada por los norteamericanos.

Al año siguiente, el 9 de noviembre, la brigada recibe la Orden Antonio Maceo en la Plaza de la RevoluciónMariana Grajales”, de manos del entonces general de división Abelardo Colomé Ibarra, primer sustituto del ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).

En febrero de 1989 se incorporan a la Brigada de la Frontera las primeras compañeras del Servicio Militar Voluntario, sueño hecho realidad a partir de los acuerdos adoptados en congreso de la FMC, y materializado gracias a la política de inclusión que llevaron con sistematicidad Vilma Espín, representante de las mujeres y Raúl Castro, ministro de las FAR, en ese momento.

En julio de 1995 el Comandante en Jefe Fidel Castro, entregó la bandera de la Gloria Combativa José Maceo Grajales en la Plaza de la Revolución Mariana Grajales, y ese mismo año se efectuó el primer contacto entre delegaciones del mando militar cubano y el norteamericano.

Las características especiales de la brigada, llevaron al entonces ministro de la FAR, a solicitar al Comité Nacional de la UJC que hiciera suya la tarea de enviar a esta unidad a los mejores jóvenes de las provincias orientales que hoy se aglutinan en el destacamento de la Vanguardia Combativa Ramón López Peña.

Desde su origen la Brigada de la Frontera brinda su aporte a múltiples tareas de carácter social y productivo, entre estas se destacan las zafras azucareras, construcción de obras sociales y militares, desarrollo de manifestaciones culturales y recreativas que llegan a las comunidades y la superación cultural de los jóvenes con aspiraciones de continuidad de estudios hacia carreras universitarias.

Al valorar el trabajo de la Brigada de la Frontera, Raúl Castro ha manifestó que:

«(...) no en balde es una de nuestras unidades selectas por su disciplina, por su serenidad, por su coraje, encarnan la ideología de Martí y la bravura de Maceo reforzada con el Marxismo–Leninismo.»

Agresiones desde la Base Naval

Desde el triunfo de la Revolución el gobierno revolucionario denuncia la ocupación ilegal de la bahía por el gobierno norteamericano. A partir del 1 de enero de 1959, Estados Unidos convirtió al territorio usurpado, en foco permanente de amenazas, provocaciones y violaciones de la soberanía de Cuba, con el propósito de crearle dificultades al proceso revolucionario. La base naval ha estado presente en los planes y operaciones concebidos por Washington para derrocar a la Revolución.

Algunas agresiones desde la Base Naval yanqui hacia Cuba:

  • Lanzamientos de materiales inflamables desde aviones al territorio.
  • Provocaciones de soldados norteamericanos, incluyendo insultos, lanzamientos de piedras, de latas con material inflamable y disparos con pistolas y armas automáticas.
  • Violación de las aguas jurisdiccionales de Cuba y del territorio cubano por embarcaciones y aeronaves militares norteamericanas.
  • Elaboración de planes de autoagresión, para provocar conflictos de gran escala entre Cuba y Estados Unidos.
  • Inscripción de las frecuencias radiales utilizadas por la Base Naval yanqui en el Registro Internacional de Frecuencias, dentro del espacio correspondiente a Cuba.
  • El 6 de enero de 1961 fue torturado bárbaramente por soldados yanquis en la Base Naval yanqui, por el delito de ser revolucionario, el obrero Manuel Prieto Gómez quien laboraba allí, hacía más de 3 años.
  • El 15 de octubre de ese año, fue torturado y luego asesinado el obrero cubano Rubén López Sabariego.
  • El 24 de junio de 1962 fue asesinado por los soldados de la Base el pescador Rodolfo Rosell Salas.
  • El 11 de febrero de 1964 el presidente Lyndon Baines Johnson redujo el personal cubano que trabajaba en la Base a unos 700 trabajadores aproximadamente. También confiscaron fondos acumulados del retiro de centenares de obreros cubanos que habían trabajado en la Base y suspendieron de modo ilegal el pago de las pensiones a los obreros cubanos jubilados.
  • El 11 de julio de 1964, en grosera provocación de centinelas fronterizos norteamericanos contra las postas cubanas de guarda fronteras, fue asesinado a mansalva el joven soldado de 17 años Ramón López Peña, en la casamata donde cumplía con su turno de guardia.
  • En circunstancias similares, el 21 de mayo de 1966, disparos provenientes de la Base dieron muerte al soldado Luis Ramírez López.
  • En apenas 21 días del mes de mayo de 1980, más de 80 000 hombres, 24 barcos y unos 350 aviones de combate participaron en las maniobras Solid Shield-80, que entre sus dinámicas incluyó el desembarco de 2 000 infantes de Marina en la Base Naval y el reforzamiento de dicha instalación con otros 1 200 efectivos.
  • En octubre de 1991, durante la celebración del IV Congreso del PCC en Santiago de Cuba, aviones y helicópteros procedentes de la Base violaron el espacio aéreo cubano sobre la ciudad.
  • En 1994, la base sirvió como punto de apoyo para invadir Haití: la aviación militar norteamericana utilizó los aeropuertos de ese enclave. Más de 45 000 emigrados haitianos llegaron a ser concentrados en la instalación militar a mediados del siguiente año.
  • Entre 1962 y 1996, se registraron 8 288 violaciones principales desde la ilegal Base Naval yanqui enclavada en territorio de Guantánamo, incluidas 6 345 violaciones aéreas, 1 333 violaciones navales y 610 violaciones territoriales. Del total de violaciones, 7 755 se produjeron entre 1962 y 1971.
  • En la esfera internacional después del atentado terrorista del 11 de septiembre de 2001 en EE. UU, una porción de la Base es utilizada para albergar dentro de los campos X-Ray (Rayos X), Delta y Echo (Eco), a prisioneros sospechosos de nexos con Al-Qaeda y el ejército talibán que fueron capturados en Afganistán.

Para la elección de la Base como centro de detención, el gobierno estadounidense argumentó que los detenidos se encontraban legalmente fuera del territorio norteamericano y por tanto no tendrían los derechos constitucionales a los podrían apelar si estuvieran detenidos en él.

Durante 2004, la Corte Suprema rechazó este argumento, con la decisión mayoritaria, y se estableció que los prisioneros retenidos en el enclave militar, tengan acceso a cortes estadounidenses, citando el hecho de que Estados Unidos tiene el control exclusivo sobre la Base de la Bahía de Guantánamo.

Afectaciones por la Base Naval

  • La presencia del enclave militar yanqui, impide desarrollar plenamente la exportación, el uso pleno de la bahía y sus cayos en actividades de carácter económico, de recreación, y turismo.
  • Los pescadores ven limitada su área de pesca, mientras otros perdieron su fuente de empleo cuando se instaló la base, sin que estos recibieran indemnización.
  • Las frecuentes maniobras militares han generado estrés en parte de la población por los ruidos que producen los aviones. Historiadores y arqueólogos se ven impedidos de realizar indagaciones científicas en el lugar.
  • El impacto ambiental es evidente en la Ciénaga de San Nicolás, humedal de la bahía de Guantánamo, disecada y rellenada para convertirla en un polígono de ejercicios para los marines. Los ejercicios de las tropas norteamericanas han provocado daños ecológicos irreparables al entorno.

Crisis migratoria

En 1994 se produjo una crisis migratoria provocada por el recrudecimiento del bloqueo durante el Período Especial, el incumplimiento del acuerdo migratorio de 1984 suscrito con la administración Ronald Reagan, la considerable reducción en las visas acordadas y el estímulo a la emigración ilegal mediante la Ley de Ajuste Cubano, que tuvo repercusión en el municipio.

Como consecuencia de esta crisis, la declaración del presidente William Clinton el 19 de agosto de 1994 convirtió al enclave naval yanqui en un campo de concentración migratorio para los balseros cubanos en cifra cercana a las 30 000 personas.

El 9 de septiembre de 1994 se suscribió un Comunicado Conjunto entre la administración de William Clinton y el gobierno de Cuba, mediante el cual Estados Unidos se comprometió a impedir la entrada a su territorio de los emigrantes ilegales interceptados y a otorgar un mínimo de 20.000 visas anuales para la reunificación familiar, los que viajarían por vía segura a Estados Unidos.

El 2 de mayo de 1995, como parte de las negociaciones migratorias, los gobiernos de Cuba y Estados Unidos acordaron adicionalmente la Declaración Conjunta, estableciendo el procedimiento para la devolución a Cuba de todos los que continuaran intentando emigrar ilegalmente y fueran interceptados por los guardacostas norteamericanos.

A partir de la crisis migratoria de 1994, por acuerdo de ambos gobiernos se iniciaron los encuentros regulares entre los mandos militares de cada parte. Una franja del territorio sembrada de minas a veces era inundada por tormentas tropicales y ríos desbordados, no en pocas ocasiones zapadores cubanos arriesgaron sus vidas para salvar a personas que atravesaban esa zona militar restringida.

Véase también

Fuentes

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