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Historia del municipio Habana del Este (La Habana)
Información sobre la plantilla
Cronología
Ubicación geográfica
Origen del nombre
Comunidad primitiva
Sitios arqueológicos
Período colonial
Actividades económicas
Defensa costera
Poblamiento y desarrollo de Cojímar
Fundación y desarrollo de Guanabo
Fundación de Campo Florido
División política-administrativa
Guerra de independencia de 1895
Expediciones mambisas
Reconcentración de Weyler
Guerra Cubano-Hispano-Norteamericana
Período neocolonial
Desarrollo de Cojímar
Desarrollo de Guanabo
Desarrollo de Campo Florido
Surgimiento y desarrollo del Parque Residencial Bahía
Etapa de 1952-1958
Túnel de la Bahía de La Habana
Avenida Monumental
Lucha armada contra la tiranía de Batista
Centros Industriales existentes antes de 1959
Organización del Movimiento 26 de Julio en Cojímar
Revolución en el poder
Período 1959-1976
Entrada del Ejército Rebelde en el municipio
Organización del gobierno revolucionario territorial
Intervención de la compañía de Fomento del Túnel de La Habana, S.A.
Construcción de la Ciudad Camilo Cienfuegos
Planes revolucionarios en las Playas del Este
Desarrollo del Reparto Alamar entre 1959-1971
Leyes de Reforma Agraria
Organizaciones revolucionarias
Surgimiento del municipio Habana del Este

Historia del municipio Habana del Este (La Habana). La historia del territorio, vinculado fundamentalmente a la Villa de Guanabacoa, abarca más de cuatro siglos. Su espacio territorial fue testigo y sus pobladores sujetos activos, de los principales procesos históricos de la región habanera: poblamiento aborigen, conquista y colonización española, esclavitud, ataques de corsarios y pitaras, defensa costera, la toma de La Habana por los ingleses, desarrollo de la economía de plantación y la industria azucarera, sublevaciones abolicionistas, conspiraciones y guerra de independencia, intervención yanqui, desmanes y corrupción seudorrepublicanas, lucha clandestina contra la tiranía batistiana, toma del poder por el pueblo revolucionario, medidas populares, alfabetización, liberación de las playas, reforma agraria, nacionalizaciones, movimiento de microbrigadas y Poder Popular.

Sumario

Ubicación geográfica

La Habana del Este limita al Norte con las aguas del Estrecho de La Florida; al Sur y al Oeste, con los municipios de Regla y Guanabacoa, de la propia Provincia La Habana, al Sur también con San José de Las Lajas, de la Provincia Mayabeque; al Este con los municipios de Jaruco y Santa Cruz del Norte, de la misma provincia y al Oeste con el Canal de entrada de la Bahía, que lo separa del municipio de Centro Habana.

El municipio está situado en una zona costera de unos 25 kilómetros aproximadamente, desde la bahía hasta el Rincón de Guanabo, que se caracteriza por una costa acantilada interrumpida por una amplia faja de playas de arenas finas que son las mejores de la provincia[1]

Origen del nombre

La primera ocasión en que se emplea el término “La Habana del Este” para invocar o designar al territorio donde hoy se asienta ese municipio es en 1949, cuando el arquitecto Manuel Febles Valdés ministro de obras públicas del gobierno de la neocolonia de turno del Presidente Carlos Prío Socarrás, presenta un proyecto para unir a La Habana Vieja con los terrenos situados al Este de la bahía, mediante un túnel bajo el canal de la entrada de la misma y desarrollar en aquel territorio prácticamente virgen, una nueva ciudad con repartos residenciales, comerciales e industriales exclusivos de la burguesía que se llamaría La Habana del Este[2]

A partir de entonces, durante el período de ese gobierno y en el siguiente de Fulgencio Batista y Zaldívar, se incrementó la urbanización de ese espacio, surgiendo nuevos repartos y aumentando la especulación de terrenos. La propaganda en la prensa y en los mapas y planos comerciales de los nuevos repartos hacía uso de la nueva denominación: “Alamar, la cima de La Habana del Este” o “Residencial Vía Túnel, la llave de La Habana del Este”, por mencionar algunos ejemplos[3]. Mientras que la Ley- Decreto 2034 de 27 de enero de 1955 aprobada por el Consejo de Ministros de la República oficializaba el nombre de la “ciudad de La Habana del Este” para la naciente urbe, desde la bahía hasta el Itabo[4].

Con el triunfo de la Revolución el 1 de enero de 1959, el Gobierno Revolucionario transforma el proyecto burgués por otro de beneficio social y en febrero del propio año 1959 encarga al Instituto Nacional de Ahorro y Viviendas (INAV) dirigido por Pastorita Núñez, la construcción de una comunidad habitacional popular que se denominaría “La Habana del Este”, compuesta por 3 unidades vecinales, la primera de ellas, inaugurada el 16 de noviembre de 1961. La nueva ciudad de La Habana del Este recibiría el nombre de “Camilo Cienfuegos” el 28 de octubre de 1965 pero nuevamente se emplearía el término de La Habana del Este en 1972 para designar al seccional de la Región de Guanabacoa que abarcaba las localidades de Camilo Cienfuegos, Casablanca, Cojímar, Guiteras y Alamar hasta que al ponerse en vigor una nueva división político- administrativa en 1976, este fue el nombre escogido para designar al nuevo municipio constituido el 31 de octubre de ese año, al tomar posesión para su primer período de mandato la Asamblea Municipal del Poder Popular[5]

Comunidad primitiva

Se ha comprobado que en el espacio territorial del actual municipio de La Habana del Este hubo asentimientos humanos antes de la llegada de los conquistadores españoles. La presencia de los aborígenes que hoy llamamos indocubanos en el estadío de la Comunidad Primitiva, parece que estuvo ampliamente difundida, representada por comunidades perfectamente diferenciadas en sus niveles de desarrollo y comprendidas en los tres grupos reconocidos: Guanahatabey, Siboney, Ciboney o Sibuney y Taínos o con las denominaciones de Siboney Guayabo Blanco, Siboney Cayo Redondo y Sub- Taíno de Cuba[6].

Los más numerosos aborígenes en la Zona fueron Preagroalfareros que dependían para su subsistencia de la caza menor y la pesca a lo largo de la costa y en las márgenes de los ríos, lagunas, así como la recolección de moluscos marinos y fluviales, abundantes en el territorio.

También se hallaban aunque en menor medida, grupos agroalfareros que, además de desarrollar las actividades de los grupos anteriores, desarrollaban una agricultura rudimentaria en pequeñas parcelas y una incipiente actividad artesanal o industrial referida a confecciones textiles, redes e instrumentos de trabajo fundamentalmente. [7]

En el territorio se han encontrado entierros asociados con cerámicas, como en el caso de los recuperados en las excavaciones arqueológicas en los sitios Tarará y Guanabo I. Esto pudiera deberse a que grupos agroalfareros utilizaron provisionalmente en sus incursiones a las costas las mismas cuevas que anteriormente estuvieron ocupadas por grupos preagroalfareros[8]. En el sitio “Cueva de la Santa”, en Colinas de Villa Real fueron hallados 34 individuos enterrados correspondientes a 26 niños y 8 adultos así como escasos desechos alimenticios[9]

En la propia zona, en la “Cueva de la Virgen” se han localizado representaciones de arte rupestre, además de entierros y fragmentos de cerámica[10]

En el municipio abundan sitios con nombres indígenas, lo cual forma parte del legado de sus culturas. Guanabo, Sibarimar, Tarará, Cojímar, Bacuranao, Itabo y otros, son algunos ejemplos.

Algunos asentamientos aborígenes del territorio coinciden con sitios donde hoy se levantan poblamientos y centros turísticos como Cojímar, Bacuranao (Playa), Tarará u Guanabo. Esto no significa que los españoles dieran continuidad a esos núcleos poblacionales indígenas inmediatamente después de la conquista, pues en ellos no se fundaron villas y pueblos, excepto en Cojímar, donde en mayor medida se le da continuidad al reunir en sus tierras indios errantes y continuar nucleándose la población.

Sitios arqueológicos

  1. Cueva del Indio.
  2. Cueva de la Santa.
  3. Cueva de La Virgen.
  4. Hoyo de Cojímar.
  5. Tarará I.
  6. Tarará II.
  7. Tarará III.
  8. Solapa Grande de Santa María.
  9. Solapa de la Avispa.
  10. Itabo I y II.
  11. Guanabo I.
  12. Conchal de Cojímar.
  13. Conchal Playa Las Hermanitas.
  14. Conchal de Celimar.
  15. Sitios submarinos.
  16. Punta de Macao.

Período colonial

El territorio que conforma el actual municipio de La Habana del Este estuvo inicialmente vinculado a la Villa de San Cristóbal de La Habana, fundada en 1514 y establecida definitivamente junto a la Bahía de La Habana el 16 de noviembre de 1519; esta fue por mucho tiempo la única villa existente en el territorio occidental, y a Guanabacoa, fundada por el cabildo habanero como pueblo de indios el 12 de junio de 1554[11] y devenido en la Villa de la Asunción de Guanabacoa, el 14 de agosto de 1743.

La primera referencia colonial sobre este territorio la hallamos en un acta capitular del cabildo habanero de fecha 29 de enero de 1552 cuando este aprobó la apertura de una toma de agua en la ladera opuesta a la ciudad, y al pie de la altura de La Cabaña[12]

La primera cita de habitantes españoles y construcción en el territorio, está vinculada a la defensa de la villa. El 15 de abril de 1553 el cabildo acuerda la ubicación en El Morro de dos hombres que velaran de noche “demás de la velada de día” y se mandó a construir en la peña una casa de tejas para el resguardo de los vigías y de la pólvora llevada junto a dos cañones[13]

Con la fundación del pueblo de indios de Guanabacoa el 12 de junio de 1554, el territorio de la actual La Habana del Este quedó vinculado al mismo, pues en el acta de fundación se hace constar no sólo el sitio para la fundación de un pueblo sino también la extensión territorial aledaña donde los indios debían desarrollar la agricultura y la ganadería y esta abarcaba desde el carenero de Cojímar siete leguas al Este hasta Xiquiabo y desde el embarcadero de Marimelena otras siete leguas hacia el Sur hasta Seibabo[14].

Confirma la existencia de población en Cojímar desde mediados del siglo XVI el ataque a La Habana del corsario Francés Jacques de Sores desde el 1 de julio hasta el 5 de agosto de 1555. La villa fue saqueada y el Gobernador Gonzalo Pérez de Angulo se refugió en Guanabacoa. El 2 de agosto, Jacques de Sores se dispuso a sorprender en Cojímar al Gobernador Angulo y al cura de Guanabacoa, Fray Alonso de Ulloa, pues tenía referencias sobre su presencia en el lugar, pero, al no encontrarlos, apresó a algunos negros y a un español herido con su mujer, así como quemó varias estancias[15]

Como puede observarse, en 1555 el sitio conocido por Cojímar tiene presencia de pobladores indígenas, de colonizadores españoles y de esclavos africanos, germen de una futura población y de la heterogeneidad y mestizaje que caracterizará al territorio en lo adelante. La existencia de estancias de españoles en el lugar y la convivencia de negros en ellas iba en detrimento de los indígenas a los cuales se les había otorgado el derecho a las tierras del Este y Sur de La Habana, en torno al pueblo o reducto indígena de Guanabacoa.

Ejemplos de cómo se continuó colonizando por españoles esas tierras reservadas a los indígenas lo son las sucesivas mercedaciones que se hicieron a partir de 1555.

En 1567,1568,1569,1570 y 1577 se mercedan corrales y haciendas en Cojímar, Guacuranao o Bacuranao, Guajurayabo o Bajurayabo, en Guanabo, la zona que después se denominaría Campo Florido y en las Alturas del Morro.

Las estancias estaban vinculadas sobre todo, a las corrientes fluviales del territorio para su aprovechamiento en las siembras y la crianza de animales, fundamentalmente en los ríos Cojímar, Bacuranao, Tarará y Guanabo, donde se fomentarían, con el decursar del tiempo, pequeños núcleos poblacionales.

El siglo XVII sería definitorio en la ocupación del espacio, a partir de 1620 se harían nuevas mercedaciones de tierra, desde el Morro hasta el Rincón de Sibarimar. El territorio del actual municipio es prácticamente colonizado durante el siglo XVII como lo demuestra el hecho de cederse las tierras realengas que quedaban entre los corrales y en la franja costera, a fines de siglo, a distintas personas, ya que la corona de España no estaba interesada en la posesión directa de las tierras de Cuba y al principio de la colonización practicó un “dejar hacer” a la oligarquía local que se formaba. No hubo hatos en la región y sí corrales con extensiones que oscilaban entre 1 y 50 caballerías.

Actividades económicas

Las actividades económicas desarrolladas durante el siglo XVI fueron la cría de ganado, principalmente cabras, chivos, vacas y cerdos y cultivos varios de frutos menores[16]

La primera referencia a la industria azucarera la hallamos en 1603 cuando se establece un “Cachimbo” en las márgenes del río Cojímar denominado San Pedro[17] y a partir de 1620 se hacen varias solicitudes al cabildo de La Habana para la construcción de ingenios en Cojímar, Guacuranao o Bacuranao y Guanabo convirtiéndose en la principal actividad económica del territorio en la primera mitad del siglo XVII[18]

El ascenso de la industria azucarera continúa en la siguiente centuria con la fundación de los ingenios “La Chumba” o “San José de Miraflores”, el “Nuestra señora de las angustias” y “San Vicente”, todos en el corral de Guanabo y en el de Guanabo Arriba[19]

Gran auge toma la industria azucarera en el territorio a partir del siglo XVIII, convirtiéndose en la primera actividad económica del territorio, con su centro en la zona de Guanabo donde llegarían a registrarse 20 ingenios[20]

El desarrollo de las actividades agrícolas, ganaderas y azucareras motivó tala indiscriminada de árboles en la región, especialmente de Cojímar a Bacuranao.

En los primeros años de la colonización en los terrenos que hoy constituyen La Habana del Este, los colonos no sabían para que servían éstas tierras según sus hábitos de consumo. Dedicaron años a implantar cultivos que conocían y a los cuales estaban acostumbrados. En Cojímar realizaron esfuerzos por lograr cosechas de trigo y todo el lomerío del Este de la Habana fue sembrado de Cacao, con muy pobres resultados aunque se realizó una gran cosecha en 1681. Lo que explica que el río Cojímar en su nacimiento y en su curso medio tomara el nombre de Cacao[21]

Desde la altura de La Cabaña hasta el Rincón de Sibarimar hubo, como en toda la Isla, profusión de conucos o estancias para cultivos menores, en los que se emplearon durante siglos la rutina y falta de técnica características de la agricultura del campesino medio español.[22] También en el territorio, durante la etapa colonial, se explotó la pesca (Cojímar y Guanabo) y pálidamente la minería en las reales minas de Bajurayabo.

En 1826 existían en Guanabo 18 ingenios azucareros, 3 cafetales y 4 potreros con el empleo de unos 3 mil esclavos y en Cojímar, con la aparición de los primeros comercios y balnearios en 1813,[23] se convierte ésta zona en la playa preferida para los habitantes de La Habana intramuros y extramuros, Guanabacoa y Regla, iniciándose la actividad económica balnearia que le diera fama[24]

Al concluir la Guerra de independencia en el territorio en 1898, la riqueza azucarera del mismo se había perdido y para el siglo XX, otras serían las fuentes de ingreso en la región. Esto se debió a la tea incendiaria aplicada por los mambises y los cambios tecnológicos operados por la industria la cual llevó a la desaparición de los trapiches y pequeños ingenios.

Defensa costera

Jacques de Sores, corsario francés, fue el único corsario o pirata del que tenemos constancia que haya incursionado por el territorio del actual municipio, no obstante, el mar que baña las costas del mismo fue escenario, de ataques piratas a naves españolas. Así tenemos que el 18 de julio de 1627, una pequeña escuadra holandesa que actuaba como corsaria, atacó un convoy español, custodiado por buques de guerra, y apresó la nave almirante que conducía la mayor parte del Oro, frente a la costa de Cojímar.

También frente a Sibarimar el galeón “Nuestra Señora de las Mercedes” fue abordado por piratas que produjeron su hundimiento con dos millones de escudos que transportaba.

La última acción pirata conocida ocurrió en 1806 cuando buques ingleses atacaron la fragata española “Pomona”, que transportaba más de doscientos mil pesos en Oro, acción que fue neutralizada por el cañoneo del castillo de Cojímar.[25]

Para la defensa de La Habana y concentración de las flotas se construyeron los fuertes: "Castillo de la Real Fuerza" (1577), “Castillo de San Salvador de la Punta” (1600) y el “Castillo de los Tres Reyes del Morro” (1630), para completar la cadena defensiva; de ellos sólo el del Morro está enclavado en La Habana del Este, donde precisamente comienza el territorio del Municipio. Las tres fortalezas mencionadas aparecen en el Escudo de armas de la Ciudad de San Cristóbal de La Habana.

Para el completamiento de la cadena defensiva de La Habana se construyó el Castillo de Cojímar y un torreón en Bacuranao. Anteriormente, en Cojímar se levantó un torreón, según el historiador Pérez Beato en 1642. Este torreón aparece en grabados de la primera mitad del siglo XVIII. Al construirse el Castillo en 1649, quedó como cocina del mismo. El torreón fue demolido a fines de la década del 20 del siglo pasado para construir la actual Ave 152-B que bordea el malecón.

Después de la toma de la Habana, el gobierno colonial español edifica “la Fortaleza más grande y más importante de las tres Américas”: el Castillo de San Carlos de la Cabaña, en 1774.[26]

Las últimas construcciones militares construidas por los españoles en el territorio fueron las baterías No. 1 y No. 2 de la defensa costera, en 1896.

Los torreones de Cojímar y Bacuranao aparecen en el escudo de Armas que el Rey Felipe V dispensa a Guanabacoa el 14 de agosto de 1743, al otorgarle el título de villa. También aparecen en el cuello del uniforme para grandes solemnidades del cabildo de la Villa de Guanabacoa, autorizado por el Rey Carlos IV por real cédula del 21 de octubre de 1793.

Ataque inglés a La Habana en 1762

En el actual territorio de La Habana del Este, se escenificaron las primeras y más importantes acciones del ataque militar de Inglaterra a La Habana, desde el 7 de junio de 1762 hasta el 12 de agosto de 1763, a saber: bloqueo de sus costas, desembarco por Bacuranao, destrucción de su torreón, toma del Fuerte de Cojímar y asedio por tierra y mar del castillo del Morro; para lo cual decenas de miles de soldados ingleses recorrieron toda la franja costera desde Bacuranao hasta el Morro combatiendo con amplia superioridad en armas y hombres a los defensores, el Capitán de navío Luis de Velasco en el Morro y el Coronel Carlos Caro, en Cojímar y Bacuranao.

A estas fuerzas españolas se les unía el criollo José Antonio Gómez de Bullones (Pepe Antonio) quien, en los alrededores de la Villa de Guanabacoa organizó una milicia de 100 hombres con 8 fusiles y 70 machetes para hostigar a los invasores extranjeros.

Pepe Antonio con su milicia hostigó a una brigada de exploración inglesa el mismo 7 de junio al atardecer, en el espacio entre Cojímar y Guanabacoa, causándoles la muerte de 20 soldados, hacerle 23 prisioneros y ocuparles 150 armas, por lo que los ingleses tuvieron que retroceder y regresar a Cojímar.

El heroico hecho, ocurrido en las cercanías de Cojímar, ha sido considerado por algunos historiadores como la primera carga al machete en suelo cubano.

Poblamiento y desarrollo de Cojímar

Los primeros pobladores y poblados después de los aborígenes están vinculados a la fundación del pueblo de indios de Guanabacoa y el primer núcleo poblacional del actual municipio La Habana del Este lo fue Cojímar.

Las primeras referencias sobre la presencia estable de colonizadores en la zona datan de 1554, fecha en que ocurren mercedaciones de tierra en Cojímar y paulatinamente se va formando un núcleo poblacional. En 1633, existe constancia de la donación de mil ducados por los habitantes de Cojímar para la construcción del torreón en ese lugar. En 1649, al concluirse el mismo, el sitio lo poblaban 137 personas en 37 viviendas.

Aunque en realidad Cojímar nunca fue fundado oficialmente, se ha tomado como fecha de fundación del pueblo la terminación del castillo (15 de julio de ese año) aunque se celebra el 16 de julio, día de la Virgen del Carmen, estrella del mar y los navegantes, según la creencia católica, fecha en que, a partir de 1879, se celebraban las fiestas patronales del pueblo.

Cojímar existe como pueblo desde el siglo XVII, existía una prohibición de construir viviendas en los alrededores del castillo y no es hasta 1831, con la publicación de un edicto del cabildo de Guanabacoa, que se autoriza y dispone la construcción de viviendas, permiso al que estaba negado el comandante militar de la zona.

El propio Cabildo publica un edicto el 3 de noviembre de 1837 en el que le otorga a Cojímar oficialmente el nombre de “Nuestra Señora del Rosario”, en virtud de un oratorio establecido por Vicente González en la casa de Cecilio Jácome consagrado a dicha virgen desde 1823. El nuevo nombre impuesto por el Cabildo fue totalmente ignorado tanto por la población como hasta las propias autoridades españolas, que siguieron llamándolo Cojímar[27]

Cuando en Europa y Norteamérica se ponen de moda los balnearios veraniegos a mediados del siglo XIX, la burguesía criolla cambia su costumbre de veranear en los ingenios, cafetales o en las quintas de recreo del Cerro, Marianao, Puentes Grandes y Santa María del Rosario, para reunirse en las costas de la playa de Baracoa, El Vedado y Cojímar, el litoral más cercano con un amplio brazo de arena al fondo del estero, fue desdeñado por los semiaristócratas, a pesar de las ya conocidas riquezas mineromedicinales de sus aguas. Cojímar desde principios del siglo había sido descubierto por la población desposeída de los barrios pobres de Regla, Casablanca, Santa María del Rosario y Guanabacoa, lo que dio carácter de playa popular que mantuvo hasta el triunfo de la Revolución que dio el derecho al pueblo de bañarse en todas las playas y balnearios[28]

La construcción de la carretera que enlazó la Villa de Guanabacoa con Cojímar, mediante colecta pública, lidia de gallos y una función en el Liceo de Guanabacoa el 10 de octubre de 1864, la apertura de confortables baños para familias blancas y personas de color (separados y con precios diferenciados) y la construcción de una ermita católica bajo la advocación de Nuestra Señora del Monte del Carmelo (Virgen del Carmen) en 1879, motivó a familias acomodadas de Guanabacoa principalmente, a construir casas para veranear en Cojímar y la edificación de varios hoteles en el pueblo lo convirtió en afamado balneario donde la gran población habanera veraneaba, condición de playa que mantuvo hasta mediados de la década de 1940 al abrirse la Vía Blanca, moderna vía de comunicación entre la Capital y Varadero que contribuyó al fomento de las hoy llamadas Playas del Este. En 1870, en pleno período de desarrollo balneario, se establece en Cojímar el punto de entrada y salida del cable submarino para la comunicación telegráfica entre Cuba y Cayo Hueso, en los Estados Unidos, operada por la empresa norteamericana Western Unión[29]

Finalizando el siglo, según el Padrón Vecinal, Cojímar aumenta su población a mil seiscientos trece habitantes. Desde los primeros tiempos, en Cojímar se asentaron pescadores de humilde vivir y aunque presentes en todas las épocas, nunca constituyeron fuerza mayoritaria de la población pues nunca excedieron de medio centenar que vendían el producto de su faenar en el resto del poblamiento, generalmente constituido por personas acomodadas que vivían en cómodas mansiones coloniales que constituyen hoy su centro histórico.

José Martí publica el 30 de enero de 1891, en “El Partido Liberal” de México, su artículo nuestra América donde dice:

“... ¿Cómo somos? Se preguntan; y uno a otro se van diciendo como son. Cuando aparece en Cojímar un problema, no van a buscar la solución a Dantzig. Las levitas son todavía de Francia, pero el pensamiento empieza a ser de América[30]

Fundación y desarrollo de Guanabo

El primer núcleo poblacional en la zona de Guanabo fue Rincón de Sibarimar, hoy Rincón de Guanabo, fomentado a partir de 1747, de tal importancia que constituyó un “Partido Pedáneo” de la tenencia de Gobierno de Guanabacoa y que en 1824 pasó a formar parte del Partido de Guanabo[31].

La toponimia prehispánica nos ha legado su nombre con dos referencias a la morfología de su paisaje: “Lugar donde abundan las aguas y el guano”, y Sibarimar en nombre de una hacienda de la Isla de Cuba, el cual en las guías de Forasteros de 1813 se le llamó Rincón de Sibarimar[32]. Sibarimar contó con una ermita que fue la primera construcción religiosa en la zona de Guanabo. Las órdenes religiosas de los Jesuitas y Franciscanos poseían extensas propiedades de tierras en el lugar.

La fundación del pueblo de Guanabo propiamente, data del 26 de julio de 1803, con el nombre de “Santa Ana de Guanabo”, al construirse la iglesia bajo la advocación de la Santa Ana, dos kilómetros al sur de la actual localidad, en el sitio que hoy conocemos como “Caserío Guanabo”, perteneciente entonces al Partido de Sibarimar, sitio que, no obstante contaba con alguna población desde antes de la fundación oficial.

En 1810 el pueblo contaba con 6 casas de tejas y 14 de guano, habitadas por 132 personas blancas y 29 negros esclavos. En 1827 había 40 casas con 194 personas, de los cuales 130 eran blancos, 34 negros libres y 30 esclavos. En el año 1837 vivían en Guanabo 271 personas. En 1843 había 55 casas con 212 blancos, 27 negros libres y 34 esclavos[33].

En 1824 se disuelve el Partido de Sibarimar y asume el control de la región el Partido de Guanabo. El Partido de Guanabo limitaba al Norte con la costa, al Sur con los Partidos de Peñalver y Tapaste; al Oeste con el Partido de Bacuranao y al Este con el de San Antonio de Río Blanco. De forma triangular, contaba con los caseríos de Guanabo, Boca de Jaruco, Rincón de Sibarimar y Jiquiabo.

En 1825 se constituye en el pueblo la primera compañía volante de milicias del escuadrón Fernando VII del ejército español.

La primera escuela del pueblo data de 1834, construida y sostenida por suscripción popular. Don Camilo J. García fue su maestro.

En 1877 la población de todo el Partido era de 3 376 personas: 2 586 blancos, 398 negros libres, 362 negros esclavos y 30 asiáticos. El núcleo principal de la población blanca era de origen canario[34]. La población blanca es aumentada en más del doble respecto a los inicios del siglo, debido a planes desarrollados por el gobierno colonial para aumentar el poblamiento de la Isla con personas blancas.

La zona de Guanabo fue eminentemente azucarera durante todo el siglo XIX, con algunos potreros y cafetales.

Al finalizar la contienda mambisa, Guanabo quedó prácticamente en ruinas. Por otro lado, el auge que había cobrado el vecino Campo Florido, le restó importancia al pueblo, incluso la Iglesia de la Santa Ana, destruida por la guerra fue trasladada de Guanabo a Campo Florido.

El antiguo pueblo de Guanabo quedó convertido en un caserío insignificante y dependiente de Campo Florido. La urbanización y esplendor de las playas de Guanabo, en el siglo XX, haría que se conociera en lo adelante como “Guanabo” a aquellas mientras que el asentamiento original sería llamado Caserío Guanabo.

Fundación de Campo Florido

Con los nombres de Guanabo Arriba y Guanabo Abajo se conocieron dos corrales de esta región desde mediados del siglo XVII.

El 10 de octubre de 1859 arriba a la zona el ferrocarril Regla- Matanzas en construcción, que permitiría el rápido traslado del azúcar producida por los ingenios hacia los embarcaderos de Regla. Se construye una estación y un almacén propiedad del Marqués de Campo Florido, propietario del ingenio Tivo Tivo.

Manuel Infanzón, que había adquirido tierras en el lugar, proyecta y propone al ayuntamiento de Guanabacoa la fundación de un poblado con el nombre de "San José de la Granja”. El proyecto fue autorizado por el gobernador civil de la Isla y comunicado a la Corona española el 27 de enero de 1868, la cual fue aprobada por Real orden el 27 de mayo del propio año[35].

El 27 de junio de 1886 se inicia la venta en lotes del demolido ingenio La Chumba, siendo el primer comprador Francisco Rosell y Cazañas. En los terrenos adquiridos por Rosell se construye la que sería primera vivienda del pueblo de Campo Florido.

A partir de 1884 se acepta definitivamente el nombre Campo Florido (Mayorazgo de los marqueses de igual nombre) sustituyendo legalmente al de San José de la Granja. Seis años después el pueblo cuenta con 500 habitantes.

Segregado de Peñalver y Guanabo, Campo Florido se constituyó en un nuevo barrio rural del término de Guanabacoa.

División política-administrativa

Hasta el 14 de agosto de 1743, el territorio del hoy municipio La Habana del Este, perteneció a la jurisdicción de la Villa de San Cristóbal de La Habana que desde 1592 había recibido el título de Ciudad[36].

Al recibir Guanabacoa del Rey Felipe V el título de Villa y jurisdicción propia en 1743 la mayor parte del actual territorio de La Habana del Este quedó comprendido dentro de la jurisdicción de la Villa. Desde una línea imaginaria al Oeste, que se decía de “los hitos de los cañones” de las fortalezas del Morro y La Cabaña[37] en la Playa del chivo hasta Boca de Jaruco, al Este. La línea de hitos atravesaba desde la playa hasta la Ensenada de Tiscornia, (aproximadamente entre la actual Unidad Vecinal # 1 de la Ciudad Camilo Cienfuegos y el Estadio Panamericano).

El territorio al Oeste de esa línea, que incluía las fortalezas del Morro y La Cabaña, seguirían perteneciendo a la jurisdicción de la ciudad de San Cristóbal de La Habana.

División del territorio en partidos pedáneos y cuartones

La Tenencia de Gobierno de Guanabacoa se componía de varios partidos pedáneos. El actual territorio de La Habana del Este formaba parte de los partidos de Buenavista, Bacuranao, Guanabo y una pequeña porción del partido de Peñalver. El partido Buenavista se dividía en 1850 en 5 cuartones.

Este partido abarcaba desde la línea de hitos de los cañones hasta el río Bacuranao y desde la costa norte hasta bordear la Villa de Guanabacoa y limitar con el partido de San Miguel del Padrón.

El cuartón de Cojímar, perteneciente a este partido, abarcaba la zona comprendida entre la línea de hitos y el Río Cojímar y entre la costa y la Sierra Cojímar, es decir, prácticamente se corresponde con la actual área del Consejo Popular de Cojímar.

El cuartón La Sierra, abarcaba desde la costa hasta la Sierra Cojímar y desde el Río Cojímar hasta el Río Bacuranao, lo que hoy constituye el territorio de Alamar.

El cuartón la Lima, bordeaba la Villa de Guanabacoa, desde la ensenada de Tiscornia hasta el Río Cojímar y desde la Sierra Cojímar hasta el límite con el partido de San Miguel del Padrón. Parte de este cuartón corresponde al Reparto Guiteras en la actualidad y el resto se halla dentro del actual municipio de Guanabacoa.

El cuartón de Buenavista, que daba nombre al partido padaneo, abarcaba el área entre la Sierra de Cojimar, el Río de igual nombre, las inmediaciones del poblado de Santa Fe y el límite con San Miguel del Padrón. En la actualidad corresponde a la Zona de Berroa, que pertenece al Consejo Popular de Guiteras.

El Partido de Bacuranao contaba con varios cuartones; pero solo el cuartón de la Boca (que se extendía desde el Río Bacuranao hasta Boca Ciega y desde la costa hasta la Sierra de Cojímar) y parte del cuartón San Rafael (el poblado de Bajurayabo) se encuentran actualmente dentro del límite municipal La Habana del Este, el resto del partido se encuentra dentro de los límites actuales del municipio de Guanabacoa.

El partido de Guanabo se extendía desde el Río Jústiz hasta el Jiquiabo y desde la costa hasta el valle interior del Río Guanabo, alternándose su pertenencia a las tenencias de gobierno de Guanabacoa y de Jaruco. Se componía de varios cuartones: Jústiz, De la Boca, y Rincón, del corral de Guanabo, de las Munives y Loma Blanca. Parte de estos dos últimos pertenecen en la actualidad a Jaruco y Santa Cruz del Norte.

En el corral Guanabo se hallaban los pueblos de Guanabo y Campo Florido, el cuartón de la Boca y Rincón se corresponden con la Playa de Guanabo y la Zona de Peñas Altas, se hallaban en el cuartón de las Munives.

El Partido de Peñalver o Pepe Antonio que en la actualidad pertenece, casi totalmente, al municipio de Guanabacoa, tiene algunas pequeñas áreas rurales que se hallan hoy dentro del límite municipal de la Habana del Este, en la Zona de Campo Florido.

División política-administrativa en el año 1878

En 1878 el régimen colonial adopta una nueva división político-administrativa en provincias y municipios. De acuerdo a ella, la mayor parte del actual territorio del municipio La Habana del Este se incorpora al término municipal de Guanabacoa. Los partidos pedáneos son sustituidos por los llamados Barrios Rurales; así el partido Buenavista se convierte en el barrio rural de Cojimar con la misma extensión territorial . El partido de Bacuranao pasa igualmente a barrio con la misma extensión territorial. Guanabo es segregado de Guanabacoa y se convierte en un barrio del término municipal de Jaruco y posteriormente se crea el barrio de Campo Florido, del municipio de Guanabacoa, con territorios que habían sido de los partidos de Guanabo y Peñalver.

El territorio al Oeste de la línea de hitos, que incluía El Morro, La Cabaña y los terrenos que hoy ocupa la Ciudad Camilo Cienfuegos, se incorporó al término municipal de La Habana y dentro de ese municipio, al barrio de Casablanca.

De esta manera, al finalizar el siglo XIX y terminar la etapa colonial, el territorio del actual municipio La Habana del Este estaba repartido en tres términos municipales: Guanabacoa - la mayor parte -, La Habana - el extremo Oeste- y Jaruco, el extremo Este.

La parte del territorio perteneciente a Guanabacoa estaba dividida entre los barrios rurales de Cojímar, Bacuranao, y Campo Florido, correspondiendo a los actuales Consejos Populares de: Cojímar, Antonio Guiteras, Alamar Playa. Alturas de Alamar, Alamar Este, Campo Florido y parte de Guanabo.

La parte perteneciente a Jaruco, formaba el barrio de Guanabo y hoy es parte del Consejos Populares de Guanabo y Campo Florido.

Conspiración de Aponte

La conspiración de José Antonio Aponte y Ulabarra, con participación, fundamentalmente de negros y mulatos libres y esclavos, tuvo al territorio del actual municipio de La Habana del Este como escenario de una de las sublevaciones organizadas por los conspiradores[38].

En el ingenio “Peñas Altas”, se subleva su dotación, dirigida por el lugarteniente de Aponte, Juan Bautista Lisundia, auxiliado por Juan Barbier y Francisco Javier Pacheco, este ingenio se hallaba en las inmediaciones del sitio donde hoy existe un apeadero del ferrocarril eléctrico que une las bahías de La Habana y de Matanzas, que lleva el mismo nombre del ingenio.

La sublevación se inicia el 15 de marzo de 1812 en el ingenio “Peñas Altas” y en el “Trinidad” y aunque el extenso territorio de ambas plantaciones cañeras incluía parte de los actuales municipios de Jaruco y Guanabacoa, las principales acciones ocurrieron en territorio del actual municipio de La Habana del Este.

Antonio Orihuela, mayoral del Peñas Altas logró reunir un grupo de sanguinarios rancheadores, esclavos traidores y otros voluntarios, se enfrentó a los sublevados, logró aplacarlos y hacerlos prisioneros.

El Capitán General Don Salvador del Muro y Salazar, Marqués de Someruelos celebró en La Habana un aparatoso juicio, cuyo objetivo principal era ofrecer un escarmiento a los cubanos que abrigaban ideas separatistas y abolicionistas y principalmente a los negros y mulatos libres y a los esclavos[39].

Lisundia, Barbier y Javier Pacheco fueron condenados a la horca y sus cabezas expuestas en lugares públicos. La cabeza de Lisundia en el ingenio Peñas Altas y la de Barbier en el ingenio Trinidad. José Antonio Aponte y Ulabarra corrió igual suerte y su cabeza fue expuesta en su casa en el Barrio de Guadalupe, en La Habana[40].

Este conspiración se proponía como fines, en primera instancia, terminar con la esclavitud en Cuba y con el dominio colonial español.

Guerra de independencia de 1895

La Guerra Grande o de los 10 años, iniciada por Carlos Manuel de Céspedes el 10 de octubre de 1868 en La Demajagua, pasó sin graves consecuencias para la Región Occidental aunque tuvo lógicas repercusiones. La Guerra de Independencia de 1895 a diferencia de aquella, tuvo por escenario toda la isla por lo que en La Habana también se combatió contra el colonialismo español durante la contienda que José Martí había denominado “la guerra necesaria”. El movimiento independentista no se hizo sentir con fuerza en La Habana hasta que llega al territorio la columna invasora de Gómez y Maceo durante el 1 de enero de 1896. No obstante, ya desde antes, surgieron actividades conspirativas que demuestran el surgimiento del sentimiento anticolonialista en la región.

Conspiración de los hermanos del silencio

En el territorio se conspira a favor de la independencia desde antes de la llegada de la invasión. El 14 de octubre de 1895 se funda en Campo Florido una organización secreta de laborantes que llevaría por nombre “Los Hermanos del Silencio”, de la cual formaría parte, entre otros, el patriota Fernando García Grave de Peralta, Margarito Zarza “Chacho”, Sergio Cejas, José Luis Cejas, Ramón Severino Castellanos, Joaquín Medina, Manuel Martínez, Jesús Ochoa y Domingo Lugones.

El objetivo principal de Los Hermanos del Silencio, consistía en la obtención de armas y pertrechos para los insurrectos, además de otras acciones como la quema de ingenios, y cañaverales. Las acciones de este grupo sirvieron de apoyo a las huestes independentistas en su paso por el territorio[41].

Acciones militares de 1896 a 1898

El territorio que hoy corresponde a La Habana del Este pertenecía al Teatro de operaciones militares de la Brigada Norte perteneciente a la 2da División Habana, del 5to Cuerpo de Ejército del Ejército Libertador Cubano. El Jefe de esa brigada fue el Brigadier Rafael de Cárdenas Benítez y entre sus regimientos, se hallaba el Habana de Caballería con el Coronel Néstor Aranguren Martínez, al frente, que operó en este territorio.

En la organización militar española, el territorio pertenecía a la 3ra Región Militar y la comandancia de la zona estaba situada en la Casa de la Familia Rosell, que la había abandonado, en Campo Florido.

Campo Florido y Guanabo fueron escenarios de la guerra. Resulta difícil separar el espacio del teatro de operaciones militares dentro de la cual se encuentran estas dos poblaciones, entre los actuales municipios de Jaruco, Santa Cruz del Norte, Guanabacoa y La Habana del Este, por lo que reseñaremos las acciones más importantes ocurridas no sólo dentro del territorio de Guanabo y Campo Florido, sino también en el área inmediata a los mismos, pero perteneciente hoy a otros municipios[42].

El 16 de febrero de 1896 irrumpen las tropas mambisas en Campo Florido e incendian la estación de ferrocarriles, recuperando un arsenal escondido por los Hermanos del Silencio. Esta Acción resultó muy arriesgada pues la comandancia española tenía su cuartel general a escasos metros del lugar y el Alférez Rafael Hernández “Longo”, Lugarteniente de Aranguren, quien dirigió la operación, sólo contaba con seis hombres bajo su mando; además una semana antes, tropas mambisas habían tiroteado el tren de pasajeros entre Campo Florido y Portilla, razón por la cual las tropas españolas estaban sedientas de venganza[43].

Ese propio día, las fuerzas cubanas ajustician en Campo Florido a un recalcitrante enemigo de los cubanos, el hacendado Don Sebastián de Macías, dueño del Ingenio Tivo Tivo[44].

Fuerzas del General Antonio Maceo, luego del ataque a Santa Cruz del Norte, hicieron rumbo al ingenio Jiquiabo, donde el General pernoctó, situándose a unos 5 kilómetros de Campo Florido.

La jornada del 1 de marzo de 1896 comenzó con la destrucción de un tramo de la vía férrea de Regla a Matanzas, hostilizando también un convoy con carros blindados de protección. Varios escuadrones cortaron los hilos telegráficos y telefónicos, arrancando los postes de Minas, Campo Florido y Bacuranao[45].

La respuesta del Gobernador Valeriano Weyler a las hazañas mambisas en territorio norte de la capital, que lo cubrieron del más escandaloso ridículo, fue nombrar y destacar en la zona a uno de sus más criminales militares, al Teniente Coronel Narciso de Fonsdeviela quien en represalia asesinó el 3 abril en la estación de ferrocarril de Campo Florido a: Margarito Sales ‘’Chucho”, Sergio y José L. Cejas, Ramón Severino Castellanos, Joaquín Medina, Manuel Martínez, Jesús Ochoa y Domingo Lugones; acusados de pertenecer a Los Hermanos del Silencio, cuatro de los cuales eran inocentes.

Un nuevo hecho de sangre ocurre el 16 de abril ejecutado por los lobos Fonsdeviela al asesinar a un grupo de campesinos que transitaban por el camino de Minas.

El 23 de mayo del mismo año 1896, tropas del regimiento Habana de Caballería atacan e incendia el caserío Guanabo y en la acción ajustician al secretario del juzgado por sus actividades anticubanas. Los españoles ofrecieron fuerte resistencia atrincherándose en las casas del pueblo y en la Iglesia de la Santa Ana, por lo cual fue necesaria la acción de la tea incendiaria mambisa[46].

De nuevo es averiada la línea de ferrocarril en el Kilómetro 19 entre Campo Florido y Jaruco por tropas mambisas, el 12 de diciembre y al siguiente día, se produce el combate sobre el puente del río Guanabo entre las tropas de la Brigada Norte y fuerzas hispanas.

Aunque en marzo de 1897 se sustituye al Teniente Coronel Fonsdeviela de Guanabacoa por el Coronel Manuel Tejerizo, ocurre otra masacre de inocentes campesinos en la loma Fiebrarás, de la Finca del mismo nombre, el 23 de abril donde son asesinados: Donato Félix Bello, Leonardo Llerena, Andrés Guillama, Francisco Días, Eligio Gil, Martín Puentes, Camilo Cejas, Eleno Guerra y su hijo J. Caballín, el niño Margarito Urole y Cruz Ferrer.

El 19 de mayo de 1897, estando acampado en “La Viuda”, el General De Cárdenas, es atacado por los españoles y se retira a Guzmora pero en respuesta el Teniente Coronel Raúl Arango quemó el ingenio San Rafael y se internó en la Sierra de Jaruco.

El 27 de mayo de 1897, tropas al mando del Brigadier Rafael de Cárdenas atacan nuevamente a Guanabo.

El 8 de agosto de 1897, en La Pita y Boticario, en las cercanías de Campo Florido, tropas cubanas del Regimiento Jaruco, tirotean a una columna española perteneciente a la 5ta Región Militar; en septiembre, las tropas cubanas combaten en San Francisco; el 12 de enero de 1898 el Coronel Alfredo Lima ataca el Ingenio Jiquiabo, también en el área próxima a Campo Florido y el día 20 de ese propio mes, los insurrectos atacan en el poblado de Santa Bárbara a tropas del Batallón Bavastro y del 4to escuadrón del Regimiento Pizarro.

Al aprobar España la autonomía para Cuba el 25 de noviembre de 1897, el Capitán General de la Isla, Don Ramón Blanco, se propuso una política de atraer a los Jefes mambises a deponer las armas haciéndoles ver que el nuevo régimen cambiaría la situación política y social del país.

En respuesta a la cobarde y engañosa propuesta enemiga, el alto mando libertador ordenó ejecutar a cuantos oficiales españoles se acercaran con tales propuestas.

El Teniente Coronel de Ingenieros del ejercito español Joaquín Ruiz, quien había sido jefe de Néstor Aranguren en las obras de acueducto de Albear, se presentó ante el joven y bravo mambí para convencerlo de que depusiera las armas. El valeroso revolucionario luchador por la independencia de su Patria, sin perder tiempo ordenó su ejecución inmediatamente el 13 de diciembre de 1897[47].

Este hecho tuvo gran repercusión y provocó diversas interpretaciones y reacciones. No obstante, a pesar de las difamaciones e insidias, la figura del valiente joven oficial cubano predominó como ejemplo de entereza y fidelidad a la causa de la libertad del pueblo cubano.

Revelado su paradero por Pío Romero, un vecino del lugar en que solía descansar – Finca “La Pita”, cerca de Campo Florido, hoy corresponde al Municipio de Jaruco en su límite con La Habana del Este- Aranguren es sorprendido el 27 de enero de 1898 por una partida de españoles dirigida por el Comandante Benedicto y guiada por el cubano traidor Bartolo Ramos, que lo rastreaban afanosamente para vengar la muerte de Ruiz. Aquí, mientras dictaba una carta a su secretario Félix Pereira, lo sorprende el enemigo. Una lluvia de balas cae sobre el joven coronel, al cual faltaban sólo 18 días para cumplir 25 años de edad; cae herido, logra sobreponerse y ocultarse en un campo cercano donde se desploma y es rematado salvajemente.

Su cadáver fue arrastrado hasta la comandancia española en Campo Florido y allí expuesto, hasta que fue trasladado por tren a Regla y de allí en Ferry a La Habana.

Una extraordinaria hazaña de la Guerra de Independencia fue protagonizada por el General Rafael de Cárdenas Benítez, cuando al frente de 8 hombres dejan sus caballos en la desembocadura del Río Cojímar y se dirigen hasta Casablanca, en los bajos de la formidable fortaleza de La Cabaña, y a su regreso, almuerzan en la hacienda del norteamericano Charles Warner (antigua casona en el Km. 71/2 de la carretera de Cojímar al Morro, a la entrada de la hoy Ciudad Camilo Cienfuegos) después se dirigieron a la finca Villalta, donde los padres Escolapios tenían un caserón colonial (conocida como Finca de Los Curas) y allí fueron avituallados y obsequiados con 2 caballos. La hacienda del norteamericano y la estancia de los Escolapios estaban ubicados en el territorio de Cojímar[48].

Expediciones mambisas

La primera expedición que desembarcó en costas del territorio fue la del General de Brigada Joaquín Castillo Duany por Sibarimar o Boca Ciega a bordo del vapor “Three Friends” ,con apoyo de las tropas del General José María Aguirre, la que s e enfrentaron valientemente a las cañoneras españolas del General Ochoa. Dos días después se vuelven a encontrar las tropas de Aguirre y las de Ochoa, en el mismo lugar, hechos ocurridos el 5 y el 7 de julio de 1896.

El 24 de mayo de 1897, arriba otra expedición mambisa, al mando del Coronel Ricardo Delgado en el Buque Dauntles que desembarcó por la Boca del Río Bacuranao, trayendo más de 450 fusiles, 190 mil cartuchos, machetes, explosivos, un cañón y otros útiles.

Otra expedición insurrecta que tocó tierra cubana en el territorio de La Habana del Este, fue el vapor “Sommer Smith”, que arribó a la ensenada de Sibarimar o Boca Ciega el 9 de septiembre de 1897. Esta expedición trajo 500 mil cartuchos, fusiles, machetes, ropas, alimentos, y equipos además de 19 combatientes, entre ellos el chileno Luis Ahumada. Al frente vino el propio General Rafael de Cárdenas, quien había salido clandestinamente hacia Estados Unidos., dada la precaria situación que presentaba las tropas libertadoras en la provincia y regresó con la expedición.

Reconcentración de Weyler

Durante la reconcentración de Weyler se ubicaron en el pueblo de Cojímar los campesinos situados desde Bacuranao hasta el Morro y desde la costa hasta Guanabacoa, utilizando con este fin el Hotel Cojímar.

En Campo Florido, se situaron los campesinos que se hallaban en el territorio desde Minas hasta Guanabo, ocupando los sótanos y la casa de la esquina de la Calle Real y el camino a Minas ( Calles Martí y Mártires de Girón, en la actualidad) situando la fosa común de los reconcentrados en el lugar donde hoy se halla el Parque de los Mártires de Girón[49].

Un testigo de la Zona, entrevistado el 9 de noviembre de 1977, relató el triste peregrinar de su familia:

“Nacido en San Matías, Boca de Jaruco, en 1886 residía en Jústiz. Cuando tenía 10 años de edad su familia vivía en la Finca de Donoso. De allí lo sacaron para reconcentrarlos a los 14 miembros de la familia. Al final de la reconcentración sólo regresaron con vida 7. Había perecido la mitad exacta de la familia. Todos regresaron en muy mal estado; apenas se mantenían en pie y hablaban con tanta debilidad que casi no se les entendía. Entre los 7 perecidos se encontraban el padre y dos hermanos.” “Primero los reconcentraron en Campo Florido, donde comenzaron a sufrir toda clase de privaciones. Comían las sobras de los soldados. De Campo Florido los llevaron a Guanabacoa, donde sólo permanecieron 3 días, sin que se les facilitaran recursos. De Guanabacoa lo trasladaron a Cojímar donde permanecieron el mayor tiempo. Comían tripas y cáscaras de calabazas hervidas con pedazos de macaos, allí comenzaron a morirse”[50].

Guerra Cubano-Hispano-Norteamericana

Declarada la guerra a España por los Estados Unidos, quienes intervinieron en la contienda cubana, bloquean las costas de la isla e intentan atacar a La Habana.

En el actual territorio de la Habana del Este se produce un hecho durante esta etapa, cuando el 6 de mayo de 1898 tres cañones de 97 milímetros, de tiro rápido de la defensa costera española, situados en las costas de Cojímar hacen fuego a buques de la escuadra norteamericana que bloqueaban La Habana, averiando uno de los buques.

En Cojìmar y Campo Florido se reconcentraron los campesinos del territorio. Este genocidio de Valeriano Weyler le costó a Cuba la muerte de un tercio de su población aproximadamente, además de otras graves consecuencias.

Fin de la contienda

El 12 de diciembre de 1898 el Ejercito Libertador, hace su entrada en Campo Florido, teniendo como abanderada a Rosa Portieles, hija de ese pueblo. Fue la entrada triunfal de los mambises, aunque no significó la independencia de Cuba a causa de la intervención norteamericana.

Período neocolonial

El territorio municipal del actual municipio de La Habana del Este continuaría en las primeras décadas del siglo XX con el desarrollo de las únicas localidades establecidas en el siglo anterior: Cojímar, Guanabo y Campo Florido hasta 1930 en que se iniciaron nuevas urbanizaciones de extensas áreas con fines especulativos. La industria azucarera, que comenzó su decadencia a mediados del siglo anterior, había quedado seriamente deteriorada después de la guerra de independencia, fundamentalmente por la acción de la tea incendiaria desplegada en ingenios y cañaverales por las huestes mambisas llevando a los hacendados a la ruina no pudiendo competir con el capital inversionista norteamericano que durante la intervención se apropió en gran medida de la mayor agroindustria cubana. Por esta causa, en los primeros años del siglo XX, desapareció esa industria del territorio.

La ganadería volvió a ocupar el lugar perdido en la economía local, desarrollándose sobre todo la producción lechera y los derivados de ésta; y daría sus primeros pasos la industria turística, manteniéndose la pesca a lo largo del litoral. El comercio, el transporte y las construcciones inician un despegue acorde al desarrollo del turismo y las nuevas urbanizaciones.

La división político - administrativa se mantuvo en lo fundamental aunque en 1902 Guanabo, que era considerado un barrio de Jaruco, pasó nuevamente al Municipio de Guanabacoa manteniendo el estatus de barrio hasta el 7 de febrero de 1909 en que por disposición del gobierno municipal de Guanabacoa se incluyó dentro del Barrio de Campo Florido.

La zona actual de Camilo Cienfuegos siguió perteneciendo al Barrio de Casa Blanca del municipio de La Habana. El resto del territorio continúo bajo el término municipal de Guanabacoa que quedó integrado por los barrios de Cojímar, Campo Florido y Bacuranao.

Desarrollo de Cojímar

Cojímar, no afectada por acciones bélicas en la contienda independentista, continuó siendo el floreciente balneario, cuyas playas: El Cachón (de arenas) y Nuestra Señora de la Asunción (Rocosa) le dieron fama entre los habitantes de La Habana, Guanabacoa, Regla y Casablanca.

El 10 de marzo de 1907 se inaugura el suntuoso Hotel Campoamor, con la asistencia de Doña Carmen Zayas Bazán viuda de Martí y su hijo el Capitán José Francisco Martí Zayas Bazán, entre otras personalidades[51]. El hotel contaba con un lujoso comedor, hermosa pista de baile y elegante roof garden y casino. Se hablaban cuatro idiomas y constituyó el lugar preferido de la burguesía criolla habanera para disfrutar de la “Luna de Miel”[52].

El agrimensor Andrés Balaguer traza en 1905 un plano geométrico del nuevo reparto “Residencial Loma” y 3 años después, el rico industrial jabonero catalán, Don Joaquín Boada estrena su fastuosa casa – quinta “Pedralves” construida por el artífice del ArtNouveau Mario Rotllant, con exóticos jardines con plantas traídas de tres continentes, en 1908[53].

El Hotel Campoamor, el exclusivo reparto “Residencial Loma” y la “Quinta Pedralves” marcó un nuevo intento burgués en convertir la playa de Cojímar en un elegante balneario al que llamaban “La taza de oro de la costa norte”.

Este intento burgués trajo aparejado la implantación en Cojímar de los últimos adelantos de la época.

En 1906 se monta una pequeña planta generadora de energía eléctrica en la casa del Dr. Antonio Espinal, propietario de cuatro terrenos en la playa y se pone un servicio de taxis con vehículos Ford a Guanabacoa y La Habana.

El transporte regular con ómnibus lo establecen Maño y Bolaño en 1915 para lo cual son reparadas las calles a solicitud y gestión del Dr. Francisco María Héctor[54].

En 1916, el Hotel Campoamor se convierte, a partir del 1 de julio, en el centro médico- educativo “Preventorio Antituberculosis José Martí”, se inaugura un nuevo balneario: el “Cojímar Beach Club” y el millonario industrial chocolatero, Milton S. Hershey, recibe la aprobación para operar un servicio de ferrocarril eléctrico entre el barrio de Casablanca y la playa de Cojímar y compra 150 000 m2 de terrenos parcelados.

En marzo de 1918 el ingeniero civil Abel Fernández parcela las fincas “El Vedado” o “La Vega”, al Sur y “Manuel el Chiquito” al Oeste, ambas, en la parte alta de Cojímar, como modernos repartos de calles trazadas en cuadrículas perfectas de 100 metros de lado[55]

La crisis económica conocida como “Las vacas flacas” provocó la decadencia de los veraneantes y turistas y el fracaso del intento burgués de convertir a Cojímar en balneario exclusivo. La crisis dificultó la urbanización de nuevos repartos.

El primer parque de Cojímar, con el nombre del comandante mambí Alberto Barreras, se inaugura el 22 de febrero de 1923 y ese año comienza el servicio del tren eléctrico de Casablanca a Cojímar con 36 viajes diarios[56].

Un bodegón con fonda especializada en productos frescos del mar inaugura Manuel García con el nombre de “Las Arecas”. Después tomó el nombre de salón Villar por el apellido del nuevo propietario y más tarde tomó el actual nombre de “La Terraza” al que le diera fama internacional el escritor Ernest Miller Hermingway a través de dos de sus famosas novelas.

Un furioso ciclón destruye el “Cojímar Beach Club”, derrumba el techo de la iglesia y la casi totalidad de las humildes casas de los pescadores, el 20 de octubre de 1926[57] . El acreditado meteorólogo empírico, Roberto Ortiz, residente en Cojímar, predijo y precisó que el meteoro penetraría por Surgidero de Batabanó y saldría al estrecho de la Florida por La Habana.

En los últimos años de la década del 20, Cojímar se convierte en un atractivo y pintoresco centro de verano. La Playa se dota de un hermoso puente para bañistas, se inaugura un nuevo y moderno hotel, el “Loma”, es hermoseada la playa con pequeños parques y un malecón que bordea el estero desde La Puntilla hasta los nuevos Baños de “Doña Pilar” y el cabaret “”El Pirata”. Un nuevo auge constructivo siembra de regias mansiones no sólo el exclusivo Residencial Loma, sino diseminadas ya por todo el pueblo, principalmente las calles Real o Martí y Pezuela. Desde 1926 se conecta con toda la Isla y el resto del mundo con la instalación del servicio telefónico. Comienza a intentarse la materialización del proyecto de urbanización de los terrenos entre el Castillo del Morro de y Cojímar. El presidente Gerardo Machado, en un acto de servilismo al gobierno norteamericano, llamó a la futura ciudad costera “Atlantic City”[58], así en idioma inglés, y Cojímar sería el exclusivo balneario de la misma. Personeros y funcionarios del gobierno machadista se apresuraron a adquirir parcelas de terreno y edificar lujosas mansiones con mármoles y vitrales.

A pesar de la coterraneidad de políticos y funcionarios machadistas, jóvenes cojimeros tomaron parte en la lucha antimachadista. La colocación y estallido de una bomba en la residencia de Chuchú Lunar, en la Calle Victoria esquina a Real, La quema del “Castillito” donde vivía Souto, Jefe de la porra y la participación de algunos comercios y motoristas del tren eléctrico el 2 de agosto de 1931 y el 29 de julio de 1933 en huelgas antimachadistas.

A pesar del reducido número de pescadores presentes en todo el tiempo, los pescadores cojimeros han sido protagonistas de no pocas espectaculares vivencias marinas, el 10 de marzo de 1930 “Pepe” Mazón arponea un pez dama de diez metros y 32 centímetros en su embarcación “El Gofiero”. Fue el segundo ejemplar capturado en Cuba y el segundo en tamaño[59].

Después de una prolongada lucha de carácter popular el régimen despótico de Gerardo Machado es derrocado el 12 de agosto de 1933 producto de una huelga general revolucionaria.

Ocuparon entonces la presidencia diferentes figuras que no pudieron estabilizar el gobierno de la república.

El 6 de septiembre el presidente norteamericano Franklin Delano Roosevelt envía buques de guerra a las costas de Cojímar con intenciones intervencionistas. El Dr. Horacio Ferrer, ex-secretario de la guerra del depuesto presidente Carlos Manuel de Céspedes, solicita al embajador norteamericano Sumner Welles que se produzca un desembarco limitado por la Boca de Cojímar[60].

En el año 1938 los sicarios de Fulgencio Batista, jefe entonces del Ejército, asesinan a un grupo de supuestos conspiradores y arrojan sus cadáveres en “la cueva de los Camarones”, en las inmediaciones del Oeste de Cojímar, en un sitio que hoy se encuentra dentro de la ciudad Camilo Cienfuegos, sus nombres: Phillips Bermúdez, José Santo González, Sargento Raúl Margaran y el Cabo Domingo León[61].

El ingeniero José Arellano instala una modernísima planta productora de hidróxido de magnesio, que se extrae del mar y otros productos químicos. El magnesio había adquirido un gran valor para aleaciones metálicas empleadas en la fabricación de aviones[62]. El ingeniero Arellano había encomendado a un laboratorio norteamericano hacer un bojeo a Cuba y recoger muestras de las aguas marinas en distintos lugares para determinar el lugar donde fueran más ricas en minerales. Los lugares fueron las costas rocosas de Cojímar y las arenosas del Rincón de Guanabo, estableciendo la planta procesadora en Cojímar, en el lugar que se conoce como “Poceta de los curas” porque allí tomaban baños de mar los seminaristas franciscanos de Guanabacoa que veraneaban en Quinta Pedralves.

Salvador Blanco, comerciante y exportador de subproductos del tiburón, abundantes entonces en las costas al norte de La Habana, instala una planta procesadora de conservas para envasar bonito y atún, “Cuba Mar”, en 1940; aunque continúa procesando subproductos del tiburón y salando sus carnes que se vendían como Bacalao.

La primera unidad sanitaria le llega a Cojímar en 1942 al instalar el gobierno municipal de Guanabacoa un dispensario gratuito de pocos recursos e insuficiente personal[63].

El censo de la República de Cuba de 1943 registra una población de 7 051 habitantes, Cojímar cuenta ya con tres hoteles y numerosos comercios menores, cafeterías y bares que acentúan cada vez más su condición balnearia - residencial.

El siguiente año, el 18 de octubre, un huracán de gran intensidad conocido como el ciclón del 44, azotó localidad por más de 8 horas. Causó derrumbes, caídas de árboles y de postes del tendido eléctrico, dejando a Cojímar a oscuras, sin agua potable y parcialmente destruida.

El yate del rico industrial Thorvald Sánchez y su patrón José “Cheo” Hernández Orihuela, pescador cojimero, protagonizaron el 20 de noviembre de 1944, una de las hazañas pesqueras relacionadas con Cojímar: la captura de un tiburón blanco de 32 pies de largo y 32 centímetros, cuyo hígado pesó 1005 libras, considerado el mayor tiburón pescado hasta esa fecha.

Son las décadas del 40 y el 50, con la creación del Club Náutico de Cojímar, que respondía a los intereses de la pequeña y mediana burguesía, llega el desarrollo de los deportes. Los jóvenes cojimeros practicaron hasta 12 deportes.

Conchita Ibáñez participa el 25 de enero de 1946 en las competencias de tiro con arco, convocadas por el Liceo de Regla, y se convierte en la primera mujer cubana en competir oficialmente en un certamen de esta disciplina.

El 20 de junio del mismo año se estrena la piscina de curso corto en el Náutico de Cojímar. -la sexta piscina en el área metropolitana de la ciudad de La Habana- de donde surge un campeón nacional en estilo de dorso: Narciso Oliva y varios jóvenes del equipo de lucha conformaron el equipo nacional. El atleta José María López obtiene medalla de bronce en los primeros Juegos Panamericanos de Buenos Aires y el Cojimero José Yánez Ordaz, Ciudadano Ilustre de Cojímar, obtuvo medalla de bronce en los segundos Juegos Panamericanos de México y medalla de Plata en los terceros Juegos Panamericanos de Chicago, también en lucha, celebrados en 1951, 1955 y 1959 respectivamente[64].

Convocado por el Comodoro del Club Náutico de Cojímar, se celebra el primer torneo de la pesca de la aguja en marzo del 1947.

También estas décadas se caracterizan por el desarrollo de nuevas urbanizaciones en áreas pertenecientes al barrio de Cojímar, vinculadas al proyecto de la Ciudad de la Habana del Este surgido en 1949.

Durante este período se producen algunas protestas obreras en la industria del pescado; pero en general no existió en Cojímar tradición de luchas obreras debido a la poca existencia de centros industriales y ninguna de gran número de trabajadores.

El censo de Población, Viviendas y Electoral, en su informe general de 1953, publicado el 28 de enero expresa que en el Barrio de Cojímar viven 18 682 habitantes.

Desarrollo de Guanabo

Atacado e incendiado por las tropas mambisas el pueblo de Guanabo, éste quedó totalmente devastado. La iglesia parroquial de Santa Ana fue trasladada para Campo Florido que superó al pueblo de Guanabo en importancia.

Al cierre del siglo XIX, Guanabo había sido reducido a un pequeño caserío sin importancia que, en la actualidad se conoce como “Caserío Guanabo”. Incluso, en 1909 el pueblo de Guanabo pierde su condición de barrio y se inserta en el de Campo Florido.

Sin embargo en la playa, ya desde finales de siglo pasado, se habían establecido algunos pobladores, lo que constituyó el punto de partida del desarrollo de un nuevo núcleo poblacional[65]. Los terrenos aledaños a la playa eran considerados realengos desde los inicios de la Colonia y fueron adquiridos más tarde por la Casa de Beneficencia de La Habana.

El representante a la cámara durante el gobierno de Machado, Arquitecto Gustavo Parodi, que poseía una lujosa residencia de veraneo campestre en el Caserío Guanabo, conocida como “Villa Lazarita”, compró los terrenos situados entre el caserío y la playa, a muy bajo precio pues eran cenagosos; disecó y parceló los terrenos y los vendió a precios muy superiores. En esta franja costera surgió la nueva urbanización de la Playa de Guanabo[66].

Las primeras casas, hoy las más antiguas, datan de 1927, del tipo chalet con arquitectura de madera y algunas de dos plantas, estilo típico de las casas de playa de la época[67]. Diez años más tarde se estableció el servicio de correos.

Julio Laza Peolí, maestro de obras constructoras de las primeras casas de la playa de Guanabo, estableció por los años 30 un servicio de transporte con dos guaguas y un "pisa y corre” que cubría la distancia entre la playa y la estación del tren eléctrico de Hershey, en el Caserío Guanabo. Luego extendió el servicio a Campo Florido y Guanabacoa. Más tarde comenzaron las líneas de los Omnibus Aliados, la Ruta 62 “La Estrella” que amplió el servicio hasta La Habana[68].

Guanabo se convirtió en ciudad balneario en sólo un cuarto de siglo. La playa de Guanabo creció hacia el Oeste al parcelarse los repartos residenciales Boca Ciega y Alturas de Marbella, obra de Jorge Luis Echarte, quien construyó la carretera Playa Cuba - Playa Hermosa hasta el Rincón de Guanabo, al Este de la playa original[69].

La compañía Tarará Land Company, del norteamericano Royal S. Webster y Ferguson, fomentó en la boca del río Tarará el reparto residencial exclusivo “San Martín”. Después de la terminación de la Segunda Guerra Mundial y la construcción de la Vía Blanca, surge otra zona balnearia exclusiva, Santa María del Mar y Balcón de Santa María, creada por Gustavo Bécquer y la familia Grau Triana, los grandes accionistas años después de La Habana del Este. La obra teatral “Sibarimar” del actor Paco Alfonso, es una denuncia al brutal desalojo de los pescadores del lugar[70].

La Vía Blanca llegó a Guanabo en 1950. Los propietarios de viviendas y comercios aprovecharon la construcción de la carretera y auspiciaron con su dinero la pavimentación, ampliación y urbanismo de la calle 462, la 5ta Avenida y la avenida 5ta. C, impulsando grandemente la urbanización de la localidad.

Como zona de atracción turística, la Playa de Guanabo se llenó de hoteles, moteles, clubes, bares y comercio de todo tipo, lo que determinó una cuantiosa presencia de obreros flotantes. Los obreros del comercio se organizaron en el Sindicato de Hoteles y Restaurantes. Los trabajadores del transporte se organizaron en la Cooperativa de Omnibus Aliados (COA) y los de la construcción se mantuvieron al margen del gremio del sector por ser mujalista su directiva.

Los comunistas estaban presentes en todas las agrupaciones obreras de la localidad: comercio, transporte y la construcción. La barbería de Héctor Gallo Portieles y Cándido Jústiz Pileta operó como centro de enlace entre el partido comunista y el movimiento obrero. Las orientaciones emanaban de “Acho” Gallo, hermano de Héctor y Armando Interián, secretarios generales del Partido Socialista Popular en el barrio de Campo Florido y en todo el municipio de Guanabacoa, respectivamente[71].

Desarrollo de Campo Florido

La devastación sufrida por el pueblo de Guanabo, hoy Caserío Guanabo por las tropas mambisas propició el crecimiento y prosperidad de Campo Florido.

En los años iniciales de la república mediatizada se levanta un nuevo plano del pueblo cambiando la toponimia de las calles por los patriotas de las contiendas independentistas: Martí, Maceo, Máximo Gómez, Néstor Aranguren y otros.

Durante la segunda intervención norteamericana, en 1907 vivían 930 personas, 339 más que las reportadas por el censo hecho por los norteamericanos en la primera intervención en 1899.

El continuo aumento poblacional hace que el 30 de julio de 1911 se construya la Iglesia del pueblo con apoyo de sus habitantes. El ciclón del año 1926 derrumbó la misma, pereciendo bajo sus escombros el cura párroco Ulpiano Aces.

Los periódicos “Semanario Ilustrado” y “Ecos Floridanos” se publicaron en 1913 bajo la dirección de Amado Borrel Sterling.

La figura local de mayor aporte a la cultura como artista en la comunidad lo fue Teresa Rosell Alfonso, nieta del fundador del pueblo la cual era poetisa, periodista, músico y compositora musical.

El ayuntamiento de Guanabacoa concede permiso en 1915 al vecino del pueblo Gabriel Maristani para instalar una planta eléctrica para la sustitución del alumbrado público de 20 lámparas de aceite y carbón por similar cantidad de bombillas eléctricas. Se establece el primer servicio de ómnibus partiendo de Campo Florido a Guanabacoa y hasta la Plaza de Marte y Belone (Parque de la Fraternidad), en La Habana, con dos vehículos para 18 pasajeros cada uno. Funcionaba el servicio de 7 a.m. a 6 p.m.

El censo de 1919 arrojó una población de 2 092 habitantes, de ellos 750 en el pueblo.

Las primeras calles se pavimentan en los años 20 que hasta entonces eran terraplenes y se construye el primer parque.

Desde finales del siglo XIX se construyeron viviendas con materiales precarios en la margen Este del río Guanabo, junto al camino que conduce a Jaruco, llamándose al nuevo asentamiento “Muela Quieta”. Al Norte de la localidad y al Oeste de la carretera a Guanabo se construyó el reparto “Alturas de Campo Florido”, parcelación con intentos de barriada pequeño burguesa de viviendas unifamiliares. Según el censo de 1943 la población es de 3 445 habitantes en todo el barrio[72].

En 1934, a la sazón de la celebración del 2do Congreso del primer Partido Comunista de Cuba, se funda una célula de ese partido en Campo Florido, integrada por 16 miembros bajo la dirección de Andrés Avelino Gallo Portieles “Acho”. Es la primera célula del partido en el actual territorio de La Habana del Este[73].

El 4 de abril de 1936 reabre sus puertas el Liceo de Campo Florido, fundado en 1917, pero ahora con el nombre de “Unión Club” y bajo la presidencia del dirigente comunista Andrés Avelino “Acho” Gallo; se instituye celebrar anualmente el día de la apertura y se celebraron diversas actividades culturales en las cuales intervinieron Salvador García Agüero, Juan Marinello, Raúl Ferrer, Jesús Orta Ruiz “El Indio Naborí”, entre otros. Esta institución dirigida por un comunista, jugó un extraordinario papel en cuanto a la superación político- cultural y educacional del pueblo y sus alrededores.

Los partidos políticos de mayor influencia en la vida política local fueron el ABC, en la década del 30, el Partido Revolucionario Cubano, (auténtico) en la del 40 y el Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo) en los años 50.

El campesinado fue víctima de numerosos abusos, entre los que se destacan los desalojos en la finca Cafeni y Finca Majana, llegando al medio centenar los desalojos. La rebeldía campesina estuvo presente en cada felonía, destacándose como líderes de estas luchas Ramón Trujillo y Pedro Triana[74].

En la década de 1950 se crea la sociedad cultural “Avance Juvenil”, que, aunque era considerada una sociedad “para gente de color” según la fraseología y los prejuicios raciales de la época, era realmente integracionista, pues si bien sus miembros eran vecinos negros y mulatos, recibían influencia orientadora del dirigente comunista “Acho” Gallo.

Surgimiento y desarrollo del Parque Residencial Bahía

El 2 de marzo de 1951, al ayuntamiento de Guanabacoa aprueba los planos y memorias del nuevo reparto “Parque Residencial Bahía”, el primero titulado como perteneciente al nuevo proyecto de la ciudad burguesa de La Habana del Este[75]. Era una gigantesca urbanización en áreas de 24 fincas de campesinos arrendatarios de las poderosas familias de terratenientes Velasco y Grau Triana.

Las fincas, divididas en 2 lotes situados al Oeste y Este de la Carretera de Guanabacoa a Cojímar, se denominaban La Agustinita, La Rosita, San Lorenzo, La Josefina, El Almendro, San Francisco de Paula, La Belencita, Chávez, Aragón, San Agustín, Vista Hermosa, El Tamarindo, Santo Tomás, La Manuelita, Los Pérez, Las Noas, El Desamparo, Rosarito, Mercedita, El Fénix, Santa Rita, Vindedad, Güira y Merceditas, colindando con El Ingenito y Nueva Urría. Todas, pertenecientes al Barrio aún considerado rural, de Cojímar.

Las fincas fueron adquiridas por 4 compañías creadas al efecto de la urbanización: Compañía Parques residenciales al Este de la Habana, S.A, Compañía Parques Residenciales Santo Tomás, S.A, Compañía Parques Residenciales Las Noas, S.A y Compañía Parques Residenciales Guanabacoa- Cojímar, S. A.. Todas, propiedad de Pedro Grau Triana. Los planos aprobados se debieron al Arquitecto e Ingeniero Civil Agustín Suchegui.

El área aprobada ascendía a 2 612 087 metros cuadrados, proponiéndose urbanizar de inmediato 2 058 013 y dejar reservados para el futuro 554 074. Una porción del terreno reservado, se urbanizó a partir de 1957 con el nombre de “Residencial Vía Túnel”.

De inmediato se construyen las calles, aceras, contenes y redes técnicas y se venden las primeras parcelas a distintos particulares; pero la mayoría de los terrenos fueron adquiridos por la caja de los Retiros Comercial y textil. Dos plazas constituirían centros urbanos importantes: la Plaza del Este (Rotonda de Cojímar), donde la antigua Carretera de Guanabacoa a Cojímar se enlazaba con la moderna Vía Blanca en construcción y la proyectada Avenida del Túnel o Vía Túnel, y la Plaza de la Cordialidad, que enlazaría las antiguas Carreteras de Guanabacoa- Cojímar y de Cojímar- Casablanca con las futuras entonces Avenidas Monumental y Monumental del Norte, que se construirían posteriormente.

La primera construcción estructural que se hizo en el Residencial Bahía fue una nave para almacenes y oficinas de la Constructora Boreal, entidad contratada para la construcción de viviendas, que a su vez sirvió a los urbanizadores como oficinas del reparto. Esta nave está situada en la Calle 16, entre 2da y 4ta, con fondo para la Calle 15. En el Residencial Vía Túnel, las oficinas del reparto se situaron en una casa que se construyó en la cima de la Loma Urría, donde se unían, mediante un paso superior, las Avenidas Monumental y Vía Túnel, ambas en construcción entonces, y cuya cubierta o techo era de forma triangular simulando una cuchara de albañil, con la punta señalando al Norte geográfico. Esa casa, por su configuración, comenzaría a ser llamada “Casa de los Tres Picos”.

El Reparto “Parque Residencial Bahía” era el primero de los repartos de la nueva ciudad de La Habana del Este; se proyectó desde 1949 (los planos aprobados estaban fechados el 17 de septiembre de ese año) cuando aún el túnel y la Monumental eran sólo sueños. La Vía Blanca en cambio, si se hacía realidad.

La atención prestada por el gobierno auténtico de Carlos Prío al proyecto de urbanización de La Habana del Este fue tal, que se detuvo la construcción de la plaza cívica o de la República y sus áreas circundantes considerada el principal plan constructivo del Estado, desde el Plan director del Gobierno de Machado.

El golpe de estado del 10 de marzo de 1952 interrumpió la fabricación de las viviendas del Reparto Bahía debido al trauma ocasionado por el cuartelazo a toda la sociedad cubana.

Aprovechando la confusión creada, los fondos de la Caja del Retiro Comercial fueron robadas y quedaron paralizadas las terminaciones de las viviendas semiconstruídas.

El desarrollo de la localidad de Bahía, dividida en las secciones “Bahía Comercial” y “Bahía Textil”, al Este y Oeste de la Vía Blanca respectivamente, continuaría durante la etapa de la dictadura batistiana[76].

Etapa de 1952-1958

El derrocamiento del gobierno de Carlos Prío mediante un golpe militar perpetrado por Fulgencio Batista con el beneplácito de la embajada norteamericana en Cuba, cambió radicalmente la situación del país que lejos de resolver la crisis política en que se encontraba, la agravó.

En el término municipal de Guanabacoa, José C. Villalobos, alcalde desde 1940 y ferviente batistiano, continuó en el poder y así estaría hasta 1959. Los planes de construcción del túnel y la ciudad de La Habana del Este, continuarían con el nuevo gobierno, con la participación directa y decisiva del nuevo presidente, sus familiares y acólitos.

Túnel de la Bahía de La Habana

El proyecto del Túnel es anterior al 10 de marzo de 1952. Fue concebida la idea en 1949 siendo Presidente de la república el “auténtico” Carlos Prío Socarrás, por su ministro de obras públicas el Arquitecto Manuel Febles Valdés.

Este proyecto burgués sustituyó viejas ideas que desde 1908 existían para construir un puente para comunicar ambos lados de la Bahía de La Habana y desarrollar en los terrenos baldíos del Este de la Ciudad un proyecto urbanístico exclusivista para las clases dominantes.

Por la Ley 1053 del 7 de agosto de 1953 se crea la “Financiera Nacional de Cuba”, encargada del financiamiento de muchas de las más importantes obras públicas de Batista[77].

El 4 de agosto el Consejo de Ministros de la Dictadura emitía la Ley- Decreto No. 1550 para la construcción de un túnel por debajo de la bahía, basamento legal para la construcción de la obra y establecía la llamada “Zona General de influencia del túnel”, dividida en seis secciones, desde la bahía hasta el Itabo, para desarrollar la nueva ciudad de La Habana del Este[78].

El proyecto se viabilizaba pues los herederos del capitalista cubano Dionisio Velasco Sarrá aportaron el 6% de la totalidad de terrenos que poseían en la “Zona General de influencia del túnel” a la empresa concesionaria.

La compañía francesa “Societé des Grands Travaux de Marseille” firmó contrato por 28 500 000.00 de pesos, el 6 de junio de 1955 con la Comisión Nacional de Fomento. Para el pago de la obra, los franceses aceptaron el empleo de bonos de la Financiera Nacional y la compra de 400 mil toneladas de azúcar, convenio que quedó sellado el 19 de septiembre de 1955, pactado por $ 35 millones que incluía el túnel y la Avenida Monumental.

La Ley- Decreto No. 2034 de 27 de enero de 1955 extendía la concesión para la explotación del túnel (cobro del peaje) a la Compañía de Fomento del túnel de La habana por 40 años.

La Directiva de la Cía de Fomento estaba integrada por elementos escogidos entre los principales accionistas de la llamada “Zona General de influencia del túnel”.

Las obras de construcción se iniciaron el 19 de septiembre de 1955 y la entrega oficial de “Societé” fue el 31 de mayo de 1958. Ese día, se efectuó un gran acto para su inauguración, en el que usaron de la palabra los alcaldes de La Habana y Guanabacoa, Justo Luís del Pozo y José Calazán Villalobos, respectivamente así como el propio presidente Batista. Al día siguiente, 1 de junio, comenzó el tráfico regular de vehículos[79].

El túnel fue un gran negocio burgués por el que se beneficiaron por distintas vías, el gobierno, los accionistas de La Habana del Este, la burguesía azucarera y financiera y la compañía francesa ejecutora de la obra, sin embargo trataron de ocultarlo a la opinión pública y sólo exponían de la obra su incuestionable beneficio social y no las jugosas ganancias.

Quedaba claro que el túnel se hacía para beneficiar a la burguesía que viviría en los exclusivos repartos residenciales que se construirían en la nueva ciudad de La Habana del Este, levantada en mayor medida en terrenos del municipio de Guanabacoa y no para beneficio popular[80].

Avenida Monumental

El proyecto de la Avenida Monumental era un gran alarde burgués, pues si bien era una vía necesaria para atravesar la nueva ciudad que se construiría, no era necesaria la inmensidad que se pensaba, de ahí su nombre.

La Monumental tendría nada menos que catorce sendas, seis de ellas serían las carrileras centrales para el tráfico de alta velocidad y otras ocho, colectoras, serían para el tráfico lento o local, escotadas por amplísimas aceras de 10 metros de ancho, contaría con cinco intersecciones por medio de pasos superiores o inferiores y un puente sobre el Río Cojímar.

Se extendería a lo largo de 7,1 kilómetros, desde el túnel hasta la intersección con la Vía Blanca, cerca de la “Gran Plaza del Este” o Rotonda de Cojímar, de allí continuaría con 4 sendas hasta entroncar con la carretera Central, por detrás del Cotorro y enlazarse con la Avenida de San Francisco de Paula o Calle 100 que continuaba hasta Marianao haciendo un verdadero anillo o circunvalación alrededor de la Gran Habana.

Estaría escoltada de altísimos edificios, áreas residenciales y comerciales y contaría con un modernísimo sistema de alumbrado.

El presupuesto original fue de 4,5 millones de pesos pero empezó a subastarse una parte de la misma por valores superiores a los 2 millones de pesos.

De 2,1 millones de pesos fue aumentando a 3,5 millones, con serios esfuerzos de los personeros del régimen de elevarlo a 6,5 millones, para lucrar con ello. Se planificó para construirse en 10 meses, es decir, para concluirla en el cuarto trimestre de 1957, sin embargo a finales de 1958 aún se pagaban certificaciones de obra[81].

Accionistas, inmobiliarias y repartos residenciales

Tres figuras jurídicas aprobadas por el Gobierno de la Dictadura de Fulgencio Batista dieron cuerpo legal a la ciudad de La Habana del Este, que desde el gobierno anterior de Prío Socarrás se había proyectado. Los alcaldes de La Habana y Guanabacoa, si bien participaron en el lucro con el nuevo proyecto que en áreas de sus municipios se realizaban, no eran los dueños del negocio, el proyecto estaba en manos del propio presidente Batista.

La Ley-Decreto No. 1550 del 4 de agosto de 1954 autorizaba la construcción de un túnel bajo el canal de entrada de la Bahía de La Habana y definía como “Zona General de influencia del túnel” al territorio que desde 1949 se le llamaba La Habana del Este.

La Ley-Decreto No. 2034 del 27 de enero de 1955 aprobada el “Plano regulador de la ciudad de La Habana del Este” y por otro lado, el Decreto No. 1230 del 17 de abril de 1958 declaraba “Zona turística” a todos los terrenos situados al Este de la bahía que estaban en proceso avanzado de urbanización y que se localizaban en la llamada zona general de influencia del túnel.

Fueron un total de 25, las compañías inmobiliarias constituidas para el gran negocio lucrativo de la urbanización de la zona General de influencia del túnel o Habana del Este y sus repartos, todas vinculadas al Dictador Batista, sus personeros y familiares.

Se proyectó, en el terreno estatal de Morro- Cabaña, el llamado “Centro Ejecutivo de la Nación”, que consistía en un nuevo Palacio Presidencial y sede de los ministerios” y en los terrenos de los Velazco y Grau Triana numerosos repartos que se denominarían: La Habana del Este Metropolitana, Riveras del Puerto, Los Algarrobos, Fortín, Residencial Vía Túnel, Residencial Bahía, Residencial Alamar, Colinas de Villa Real, Ciudad Náutica del Este y otros.

Todos los planes burgueses vinculados a la ciudad de La Habana del Este: El túnel, la Monumental, la zona industrial, los centros comerciales y los repartos residenciales constituyeron un fabuloso negocio con el que se llenaron los bolsillos el presidente Batista, sus sicarios, la mafia norteamericana y la burguesía inversionista cubana, por varias vías: a saber, los presupuestos deformados, la compra- venta y revalorización de los terrenos, los juegos especulativos, el cobro del peaje del túnel, el sistema impositivo y otros sucios manejos. Pero todo aquello no ocurría en un ambiente de paz, sosiego y armonía; la dictadura asesinaba a miles de jóvenes, el hombre, la pobreza y la desnutrición aumentaba y la lucha insurreccional en la Sierra y las ciudades por la definitiva liberación arreciaba, incluso en el propio territorio donde el tirano había comenzado a levantar su fastuosa nueva ciudad de La Habana del Este, ocurrieron hechos importantes de la lucha armada.

Cojímar en el contexto de la Habana del Este burguesa

En esta etapa el desarrollo de Cojímar se ve detenido ante el avance de los repartos residenciales concebidos por la burguesía como parte de la ciudad de La Habana del Este, varios de los cuales construidos en terrenos pertenecientes al barrio de Cojímar, como Alamar , Bahía y Vía Túnel.

La antigua localidad de Cojímar quedaba incluida dentro de la Sección 1ra de la Zona General de Influencia del túnel.

En 1953 también se inauguran en la localidad la fábrica textil Lencería Scarlet y otra de elásticos.

Guanabo y Campo Florido

De acuerdo al plano general de La Habana del Este, Guanabo estaba excluida de la nueva ciudad, pues ésta limitaba por el Este con el Río Itabo; sin embargo las playas de Guanabo con su desarrollo turístico y su condición de ciudad balneario, constituían una prolongación natural de la ciudad- sueño de la aristocracia criolla y no estuvo exenta de la especulación en los actos de compra- venta de terrenos; en esta etapa se urbaniza una nueva zona con participación de capital yanqui: el reparto Bellomonte.

Campo Florido también estaba excluido de los planes de La Habana del Este burguesa; según el censo de 1953 contaba con 2 638 habitantes en su núcleo urbano y 4 759 en toda la jurisdicción del barrio. La explotación del campesinado seguiría siendo la tónica característica de esta etapa en la localidad.

Surgimiento de Alamar

Alamar debe su nombre a una alusión al apellido de Guillermo Alamilla Gutiérrez, importante accionista del negocio de La Habana del Este, propulsor de este reparto. Las tierras urbanizadas eran propiedad de la Familia Velazco, arrendadas en parcelas a varios campesinos. La mayor parte, correspondía a la finca “La Noria”, que estaba arrendada a Saro Acosta en la década de 1940 y vendió sus acciones a Antonio Hernández. Otras parcelas eran las de Ovito Gamón, Carlos Gárciga, los Hernández y Tomás Llerena.

El primer reparto urbano del área que actualmente integra la localidad de Alamar fue el “Residencial Colinas de Villa Real”, en la Sierra de Bacuranao, aprobado por el Ayuntamiento de Guanabacoa el 26 de enero de 1954 que, según la propaganda burguesa, tuvo record de venta. Colinas, inicialmente se proyectó para abarcar ambos lados de la Vía Blanca pero posteriormente se urbanizó sólo al Sur de la misma. Se construyeron sus calles, aceras, cunetillas, un tanque elevado para el abasto de agua, sus redes técnicas, se hizo un gigantesco campo de golf con 18 hoyos pero, a pesar de estar vendidas muchas parcelas, se construyeron apenas 5 viviendas vinculadas al campo de golf, el reparto quedaría reservado para el futuro, sus propietarios decidieron esperar a la terminación del túnel para construir o revender sus parcelas y al final, el reparto no llegó a hacerse[82].

La “Sección Residencial Alamar- El Olimpo”, aprobada por el Ayuntamiento de Guanabacoa el 7 de marzo de 1956, fue el segundo reparto, después se aprobaron el “Residencial Alamar” el 26 de junio de 1957 y “Costa Azul de Alamar”, el 3 de diciembre del propio año.

Después de sucesivos cambios, modificaciones y ampliaciones, Alamilla presentó al Ayuntamiento de Guanabacoa un proyecto de Reglamento urbanístico el 5 de abril de 1958 que unificaba todas las áreas y garantizaba la exclusividad del reparto. En esta etapa se construye la infraestructura de calles, aceras, cunetillas y redes técnicas de la localidad, se venden las parcelas y se inicia la fabricación de viviendas[83].

Las oficinas del reparto se situaron en una casa construida en la loma San Pedro, en lo alto del paso superior de las Avenidas Monumental del Norte y de los Prados Altos, a la entrada del reparto, y los almacenes y el batching plant se hicieron en la Avenida Alamar, un sitio que comenzó a ser llamado “Batey de Alamilla” y que en la actualidad ocupa el Parque Hanoi.

Para el uso de los empleados y primeros vecinos del reparto se puso en funcionamiento un servicio de ómnibus hasta el Parque Central de La Habana que fue llamado “las guaguas de Alamilla”; se establecieron además dos restaurantes: uno junto a la desembocadura del Río Cojímar denominado “El Golfito” porque incluía un pequeño campo de golf y otro a la entrada por la Vía Blanca, donde se interceptan las Avenidas de los Cocos y de los Prados Altos, que sería sustituido después por un servicentro.

Lucha armada contra la tiranía de Batista

Reacción ante el Golpe de Estado del 10 de marzo de 1952

Los partidos políticos aspiraban con el proceso electoral de 1952, a resolver la crisis que existía en el país, por la vía constitucional.

En el territorio del actual municipio La Habana del Este, como en muchos otros, el golpe del 10 de marzo de 1952 no originó una reacción significativa para la población pues había mucha confusión y falta de líderes, por lo tanto la oposición no se manifestó en acciones concretas; sin embargo en la zona de Campo Florido, jóvenes que procedían de las juventudes ortodoxa y auténtica y otros sin filiación política, manifestaron sus inquietudes por todo lo que significaba Batista y por haberse truncado las esperanzas puestas en el proceso eleccionario y la posible victoria del Partido Ortodoxo.

Campo Florido, Guanabo y Cojímar fueron zonas de activa participación en la lucha contra la dictadura. Varias eran las organizaciones que conspiraban, la más activa fue el Movimiento 26 de Julio que contó con varias células en las tres localidades, todas dirigidas desde Guanabacoa que fue uno de los primeros municipios después de La Habana en organizar el movimiento.

El Partido Socialista Popular en el territorio apoyó las acciones de sabotajes y propaganda del movimiento, al tiempo que realizaba su propia labor, encaminada fundamentalmente al trabajo ideológico.

Premiadas de elementos oportunistas de extracción burguesa o pequeño burguesa y lideradas por politiqueros de los partidos políticos tradicionales, otras organizaciones como la “Triple A” y la fracción de Aureliano Sánchez Arango, ambas producto del Autenticismo, se encontraban también en la oposición y estaban representadas en el territorio.

El Movimiento 26 de julio tenía un carácter popular aglutinando en su seno a obreros, campesinos, profesionales, pequeños comerciantes y otros elementos de las pequeñas y medianas capas de la sociedad. Sus gérmenes están en el movimiento de oposición que generó el golpe del 10 de marzo en el territorio[84].

El 25 de marzo de 1952 se reúne en la finca Trinidad de Campo Florido, René de los Santos dirigente de la Juventud Ortodoxa en el Municipio de Guanabacoa, con activistas de ese partido para conocer su disposición de enfrentar a la tiranía con las armas.

En esa localidad comienza a formarse un grupo dirigido por Fructuoso Castillo, mientras que otros jóvenes auténticos nuclean e intercambian criterios sin tener una orientación específica alrededor de Dionisio Morell Delgado[85].

El 7 de diciembre de 1953 fue hallado el cadáver del cabo del ejército Gonzalo Miranda Oliva en terrenos costeros de Cojímar, entre esta localidad y la zona de La Cabaña, convirtiéndose en el primer mártir local de esta etapa. Pertenecía a la organización auténtica “Triple A” y desde el 10 de marzo de 1952 comenzó a conspirar contra la dictadura, apresado , víctima de una delación, torturado y asesinado por la tiranía. Fidel hace una importante mención en el primer documento emitido por él a nombre del Movimiento 26 de julio, el 8 de agosto de 1955, denunciando el crimen y calificando a Miranda como “Soldado revolucionario”.

Durante 1954 y hasta mayo de 1955 la tarea de mayor envergadura que cumplieron los revolucionarios del territorio fue la campaña por la amnistía a los presos políticos que finalmente liberó a los asaltantes al Moncada. A mediados de 1955 se creó la Dirección Nacional del Movimiento 26 de Julio, rápidamente se procede a constituir las direcciones provinciales y municipales. El movimiento en el territorio del actual municipio La Habana del Este se subordinó a Guanabacoa, a la cual pertenecía.

Organización de la lucha

A finales de 1955, en la casa del combatiente Rolando Castaño Calderilla, en Guanabacoa, se reúnen varios combatientes y constituyen el movimiento en ese término municipal, participando en esa reunión Pedro Miret Prieto, Armando Hart Dávalos y Antonio Ñico López, por la Dirección Nacional.

Como coordinador Municipal se eligió a René de los Santos, quien además atendería el frente de acción; como jefe de propaganda resultó electo Octavio Castilla. A la histórica cita acudieron entre otros Orlando Pérez, Rolando Castaño, los hermanos Carlos y Filiberto Bermúdez, así como Indalecio Fernández y su hijo Enrique, que resultarían mártires en la lucha. En representación de Cojímar asistió José Andrés Yánez Ordaz “Pini” y por Campo Florido Fructuoso Castillo.

Los jefes que más influyeron en el territorio fueron: René de los Santos, Sergio González López “El Curita” y Gerardo Abreu Fontán, este último representaba las brigadas juveniles del movimiento en La Habana.

En Cojímar se organizó una célula que agrupó a 11 combatientes, dirigida por “Pini” Yánez. Además, Francisco Aulet, dirigente de las brigadas juveniles del movimiento en el Instituto de La Habana, organizó en la localidad una brigada dirigida por Reinaldo Pérez. En Campo Florido fue nombrado Dionisio Morell Delgado como Jefe del movimiento, que contó con siete células en la localidad, los jefes de éstas y sus zonas de operaciones fueron las siguientes: Pascual Santivery, en Trinidad; Higinio Batista Delgado, en la Chumba; Freddy Zarza, en Bajurayabo; Luis Delgado, en la finca La Ceiba; Rolando Rodríguez, en Aranguren; Orlando Delgado, en el centro del pueblo de Campo Florido y Dionisio Pérez, en el Caserío Guanabo. Además de existir el grupo de Fructuoso Castillo. En estos grupos militaban más de 30 combatientes y una docena de colaboradores.

Morell mantenía contactos con el Doctor Oscar Zanetti, propietario de la Clínica Santa Ana, en Guanabo, que servía de centro conspirativo, al igual que la barbería del comunista Héctor Gallo y el billar de un auténtico conocido por Cheo[86].

Acciones fundamentales

En febrero de 1956 “El Curita” organiza un atentado al tirano Batista en el carnaval habanero en cuya acción participa “Pini” Yánez, de Cojímar y colateralmente un sabotaje al desfile del carnaval, sólo se realizó el segundo.

A partir del año 1956 se realizaron prácticas de tiro en la finca de los hermanos Bernardo y Alejandro Delgado, en Campo Florido; también se guardaron armas en el lugar.

En la finca de Pascual Santivery también se efectuaron prácticas por revolucionarios enviados por la Dirección Municipal del Movimiento. A finales de 1956, por espacio de tres meses, Blas Roca Calderío, Secretario General del Partido Socialista Popular, tuvo la necesidad de esconderse en una casita de las calles 13 y 472, en Guanabo, donde fue llevado por el militante Federico Díaz.

En el territorio aparecen banderas del 26 de julio en importantes lugares; en Campo Florido, en el taller de confecciones textiles del centro del pueblo, colocada por Tomás Méndez y Dionisio Morell; en un molino de viento, en el tendido eléctrico y en el terreno de béisbol. En Guanabo se colocó otra en el Colegio de 5ta entre 492 y 494, mientras que en las obras de construcción de la Avenida de Cojímar-Norte en el reparto Vía Túnel y en Alamar , aparecen otras.

En agosto de 1957, el grupo de Cojímar que dirigía Reinaldo Pérez, actuando por órdenes de Francisco Aulet, coloca una bomba en el portal del Club de oficiales de La Cabaña que estaba situado en el edificio conocido por La Casona, logrando hacer estallar el artefacto.

El día 7, un avión AT-11 procedente de los Estados Unidos aterrizó en la Avenida Monumental en construcción, con un importante cargamento de armas para las acciones piloteado por Michael Yabor y Raúl Cross que fueron recibidos por Raúl Díaz Argüelles y el abogado Jorge Valdés Miranda.

Los hombres de la célula de la ruta 62 y combatientes de Campo Florido, colocan y hacen estallar una potente bomba en los transformadores de electricidad del caserío Guanabo. La bomba la confeccionó y entregó El Gallego de Minas. El sabotaje causó grandes daños y dejó sin fluido la zona. Participó en la colocación Eduardo Fernández Tápanes, Roberto y Elio Cuba Alfonso. Tras la acción fue apresado Eduardo Fernández y sometido a violentas torturas que repercutieron negativamente en su salud y a causa de ello murió en mayo de 1959.

El 1 de enero de 1958 un comando dirigido por Cecilio Vázquez asalta un camión en Alamar que transportaba dinamita para las obras de parcelación de Alamar, en La Habana del Este en construcción.

El 20 del propio mes “El Curita” prepara un asalto al local de la Junta Electoral de Guanabacoa, uno de sus grupos lo realiza con éxito, junto a ellos participa el combatiente de Cojímar, Pini Yánez.

El 31 de enero de 1958 como parte de la celebración de la fiesta de San Juan Bosco en Campo Florido, el cura párroco pronunció un discurso insultando a Fidel Castro y sus seguidores a los que calificaba de “revoltosos y bandoleros” por lo que Dionisio Morell y los revolucionarios del pueblo deciden sabotear la fiesta con lanzamiento de botellas y piedras, con gritos de vivas a Fidel, a la revolución y al Movimiento 26 de julio, proclamando su apoyo a la Revolución y logrando el éxito de la acción, pues las fuerzas represivas no lograron detectar a nadie, pero quedó demostrado que en la localidad existía una combativa fuerza revolucionaria.

En febrero de 1958, “El Curita” planifica un sabotaje al campo de antenas de Guanabo que recibía la señal televisiva de los Estados Unidos, obteniendo información a través de un técnico de Guanabacoa que laboró en la planta. Para la acción se utiliza la casa del comerciante Enrique Cuarta en Guanabo, uno de los hombres del “Curita”. El 24 de febrero se trata de ejecutar la acción con la participación de Sergio, Julio Caunedo, Luis Pérez y Ela Gómez pero la intentona fracasa por la estrecha vigilancia de los cuerpos represivos, alertados por el secuestro de Juan Manuel Fangio.

El sabotaje al transporte estaba entre los objetivos principales de la lucha, por ello “El Curita” planeó que los hombres del Gallego de Minas incendiaran el tren expreso Habana-Santiago de Cuba y el 2 de marzo de 1958, entre los kilómetros 17 y 18, en las inmediaciones de Campo Florido, logran lanzarle cocteles Molotov e incendiar varios de sus carros, los cuales legaron a Campo Florido y se destruyeron.

El 4 de marzo en Bellomonte, Guanabo, es lanzado por los esbirros el cadáver del joven Rogelio Paredes Careaga, activo miembro del Movimiento 26 de julio. El cadáver de Rogelio presentaba huellas de torturas, con quemaduras y varias perforaciones de balas en el cuerpo y además la habían vaciado un ojo.

Enero y febrero de 1958 representaron saltos cualitativos y cuantitativos en las acciones revolucionarias en las ciudades y sobre todo en la capital. “El Curita” preparó un plan de alzamiento, sabotaje y acciones simultáneas en varios lugares de la capital. El territorio del actual municipio La Habana del Este también estaba previsto como escenario de la huelga general revolucionaria; Campo Florido contaba con hombres y recursos listos para entrar en acción; las vías férreas que pasan por el lugar serían bloqueadas y para esa misión se designó al grupo del Gallego de Minas. El puesto de la marina de Cojímar, situado en el Fuerte de esa población también sería tomado de acuerdo a los planes. En la primera semana de marzo “El Curita” dirige personalmente el asalto e incautamiento de armas en la vivienda de Aquilino Flores, en Cojímar, propietario del restaurante “La Terraza”.

La Huelga General Revolucionaria estalla el 9 de Abril de 1958. El grupo de acción de Cojímar, dirigido por Pini Yánez, recibió la orden de apoyar el cierre del tráfico a Guanabacoa, interrumpiéndolo desde el crucero de ferrocarril de Luyanó. Esta acción tuvo éxito y para ello se emplearon 3 vehículos incautados en Cojímar.

Entre la 1:00 y 2:00 p.m. llegaron a Guanabo dos combatientes enviados por Faustino Pérez con la orden de conseguir varios camiones para descargar un armamento que desembarcaría un avión en la zona del Rincón de Guanabo procedente de Costa Rica que además traería a 25 combatientes. Tres combatientes encabezados por Francisco Delgado no pudieron arrancar tres camiones incautados en las canteras pero el Dr. Hernández, dueño de una farmacia consiguió cinco autos y se presentó en el sitio previsto, pero no llegaron los hombres ni las armas.

En Campo Florido se logró con éxito el cierre de los comercios, pero cuando Morell se dirigía a la clínica Santa Ana para recoger las armas le informaron que éstas no llegaron y que la huelga había fracasado, por lo que procedió a desmovilizar a sus hombres y no acometer una acción sin posibilidades de éxito.

El 10 de abril en el reparto Bellomonte, en Guanabo, es lanzado el cadáver de otro joven revolucionario, José Tomás Elías, que se había distinguido en la lucha contra la tiranía en su natal pueblo de Jaruco.

El 16 de mayo se realiza un sabotaje al tren de Hershey, de conjunto entre los grupos de Lavastida y el Gallego de Minas. Los hombres de este último neutralizaron a los guardias que custodiaban el tren, mientras que los de Lavastida le daban candela, terminándose éste de quemar al paradero del reparto Bahía que estaba en construcción.

El grupo de Lavastida preparó y llevó a ejecución el secuestro de la Virgen de Santa Ana, patrona de Campo Florido, cuya fiesta se efectúa tradicionalmente el 26 de julio.

El día 24 se realizó la acción, el propio Gustavo y dos combatientes más, interrumpieron la misa, aclararon que era una acción del Movimiento 26 de Julio y secuestraron la virgen; las fuerzas represivas obligaron a sacar la procesión con otra imagen traída de otro lugar.

El jefe del movimiento en la localidad, Dionisio Morell, desconocía del secuestro y fue a alertar a sus compañeros, siendo detenido, conducido al cuartel del pueblo y golpeado hasta el punto de casi ocasionarle la muerte.

El 8 de julio llega a Guanabo la mensajera de la Sierra Maestra Clodomira Ferrals; se reúne con varios miembros del movimiento en una casa en construcción en la calle 454 entre 15 y 17; repite la visita al fin de mes y en la casa de Reinaldo Fernández se habla de la posibilidad de sabotear los pozos de petróleo del poblado de Minas y de Barreras. Clodomira quiso palpar la disposición de los combatientes de Guanabo.

El 21 de septiembre de 1958, cerca del puente de Campo Florido asesinan al joven militante del Partido Socialista Popular, Armando Mirabal Calderín. Estaba fichado de comunista y de los trabajos lo expulsaban tan pronto conocían de sus actividades revolucionarias y su filiación política. Fue torturado y asesinado. Tras tres meses de infructuosa búsqueda se supo que su cadáver fue lanzado a la playa de Boca Ciega y después sepultado en el cementerio de Guanabacoa. El 1 de noviembre aparece el cadáver de otro joven en Vía Blanca y Carretera de Cojímar el cual no pudo ser identificado.

El 26 de diciembre Pascual Santivery, entonces Jefe del movimiento en Campo Florido, participa en una reunión en Jaruco donde recibe orientaciones de interrumpir el tránsito hacia el interior del país en apoyo a la invasión.

En el territorio se desarrollaron acciones clandestinas que movilizaron y apoyaron la lucha de los frentes guerrilleros, en ese accionar perdieron la vida valiosos combatientes revolucionarios[87].

Otra acción ejecutada en el territorio fue la llevada a cabo por Julio Núñez Peña, revolucionario residente en Guanabacoa, que se encontraba trabajando con su hermano en la pavimentación de la Avenida Cojímar- Norte (urbanización de la antigua Carretera de Guanabacoa a Cojímar, en el tramo correspondiente al Reparto Parque Residencial Bahía), cuando el capataz de la obra les entrega unas banderas del Movimiento 26 de julio para colocarlas a la entrada del Reparto Alamar, aún en construcción. Esta acción provoca la movilización inmediata de los sicarios del régimen por lo cual Julio y su Hermano deciden hacer desaparecer las banderas restantes y las echan en el asfalto conque estaban pavimentado la calle[88].

Fundadores de la Primera célula del primer Partido Comunista de Cuba en el territorio del actual municipio de Habana del Este, constituida en Campo Florido en 1934 a raíz del II Congreso de ese Partido[89]

Centros Industriales existentes antes de 1959

No. Tipo de industria Nombre antiguo Nombre posterio Localidad Año de fundada
1 Teja Ejemplo Fábrica “Alberto León” Campo Florido 1956
2 Fábrica de pegamentos Ejemplo Fábrica “José Luís Gómez Wamgüemert” Guiteras 1952
3 Industria Pesquera Tiburonera Unidad procesadora de subproductos Cojímar 1947
4 Fábrica de caramelos Deluxe Confitera Cojímar 1936
5 Fábrica Textil Compañía Textilera Delta Unidad 24109-06 “René Revuelta Bello” Cojímar 1954
6 Fábrica Textil Textil Campo Unidad Básica # 112 Empresa Juguemil Campo Florid 1949
7 Centro telefónico Centro telefónico de Guanabo Centro telefónico “Agustín Marrero Ferrer” Guanabo 1947
8 Fábrica Textil Fábrica “Scarlet” Fábrica “Isidro Barredo Díaz” Cojímar 1946
  • Servicios médicos: Para la salud pública existían 2 casas de socorro: una en Guanabo y otra en Cojímar. Además existía el servicio médico privado en clínicas en Guanabo y consultas particulares.
  • Centros de transporte: Existía la Terminal de ómnibus de Guanabo, de la Ruta 62.
  • Comercio, gastronomía y turismo: Existían balnearios públicos y privados, hoteles, centros gastronómicos y centros nocturnos.
  • Construcción: Esta actividad se encontraba presente en todo el territorio por las sucesivas urbanizaciones de terrenos que ocurren desde la década de 1920.

Organización del Movimiento 26 de Julio en Cojímar

Jefes de Células

  1. Francisco Arlet, (Juvenil)
  2. Gustavo Lavastida, (hijo)
  3. José Andrés Yánez Ordaz, “Pine”.
  4. Nicanor Fernández Mesa, (Juvenil)

Miembros

  1. Alberto Ávila
  2. Angelito Ferrer, “El Gordo”
  3. Gervasio Ávila
  4. Gustavo Lavastida (Padre)
  5. Israel Díaz, “El Guajiro” (Posteriormente traicionó la Revolución)
  6. Jacinto Lavastida
  7. Mario Aló Pons (Posteriormente traicionó la Revolución)
  8. Reinaldo Pérez (Juvenil) (Posteriormente traicionó la Revolución)
  9. Rogelio de los Reyes, “Cuni” (Posteriormente traicionó la Revolución)

Organización del Movimiento 26 de Julio en Campo Florido

Jefe: Dionisio Morell Delgado

Jefes de Grupo

  1. Dionisio Pérez, Zona Caserío Guanabo
  2. Freddy Zarza, Zona Bajurayabo
  3. Higinio Batista Delgado, Zona La Chumba
  4. Luís Delgado, Zona Finca La Ceiba
  5. Orlando Delgado, Zona Centro de Campo Florido
  6. Pascual Santivery, Zona Trinidad
  7. Rolando Rodríguez (Posteriormente traicionó a la Revolución), Zona Aranguren

Combatientes

  1. Andrés Martínez Machado
  2. Antonio Hernández Hernández
  3. Antonio Llerena
  4. Antonio M. González Rubio
  5. Antonio Rodríguez Barrueta
  6. Argelio Armando Rodríguez García
  7. Armando de Armas
  8. Armando Durán
  9. Cando Ferrera
  10. Clara Luz Trujillo
  11. Eduardo Fernández Tápanes
  12. Elena González Medina
  13. Elio Cuba Alfonso
  14. Eneydo Pérez
  15. Erandino Manuel Martínez Acosta
  16. Ernesto R. Zarza León
  17. Ernesto Rodríguez Gómez
  18. Eusebio Francisco Hernández
  19. Evangelio Batista Delgado
  20. Felipe Rivero
  21. Félix Martínez
  22. Freddy Zarza Ascua
  23. Gerónimo Oliva
  24. Gilberto Zarza León
  25. Gregorio Castillo Fernández
  26. Higinio Batista Delgado
  27. José Oliva Núñez
  28. Juan de Armas
  29. Juan Ferrera Echenique
  30. Juan Oliva Acosta
  31. José Antonio Pérez
  32. Manuel Ramos Llerena
  33. Octavio Llerena Flores
  34. Orlando A. Rodríguez Delgado
  35. Pascual Santivery
  36. Prudencio Medina Rubio
  37. Roberto Cuba Alfonso (Posteriormente traicionó a la Revolución)
  38. Roberto Pérez Madagón
  39. Tomás A. Méndez
  40. Valentín Pérez

Colaboradores

  1. Bernardo Delgado Aguilar
  2. Calixto Casanova Trujillo
  3. Francisca Morell Delgado
  4. “Tato” de la Fé

Revolución en el poder

Período 1959-1976

Con la derrota de la tiranía, en el territorio del actual municipio La Habana del Este, el pueblo respondiendo a sus tradiciones combativas, dio al traste con los vestigios del régimen derrotado.

La reacción del gobierno imperialista de los Estados Unidos y las clases expropiadas en Cuba contra la Revolución, comenzó desde el propio triunfo de la misma e incluso, desde la etapa insurreccional, marcando una nueva fase en el diferendo histórico Estados Unidos- Cuba, tan antiguo como los propios Estados Unidos. Las agresiones políticas, diplomáticas, económicas y militares del imperialismo, se sucedieron, sufriendo en Playa Girón, su primera gran derrota en el continente, en cuya epopeya participaron y ofrecieron sus vidas, varios hijos del territorio municipal.

En La Habana del Este se ejecutarían varios planes de la Revolución que fueron desarrollando el territorio hasta que, por su importancia se convierte en municipio con la división político- administrativa adoptada en 1976.

Acciones revolucionarias para consolidar el poder

En Guanabo, Campo Florido y Cojímar, el 1 de enero de 1959 el pueblo secundó el llamado de Fidel a la huelga revolucionaria. En Campo Florido el pueblo ocupó el cuartel de la Guardia Rural, pero la falta de dirección y la acción mal intencionada de elementos oportunistas provocó el desorden y la confusión hasta que se personó en el lugar Dionisio Morell, jefe del Movimiento 26 de julio en la localidad y se puso al frente de la situación, cumpliendo las orientaciones del movimiento[90].

En Guanabo el pueblo ocupó el Cuartel de la Marina, con la cooperación del propio jefe de la guarnición y la mayoría de sus hombres. Se estableció la Jefatura de la localidad en la Casa de Socorros, poniéndose al Dr. Cesar Bello al frente, nombrándose Jefe político y militar de Guanabo, cargo que desempeñaría hasta septiembre de 1959[91].

Como medidas importantes tomadas por la Comandancia de Guanabo para garantizar el éxito de la huelga figuran el apresamiento de esbirros de la tiranía, la interrupción del tráfico por Vía Blanca y el establecimiento de salvoconductos para circular, el control estricto de las propiedades muebles e inmuebles de los sicarios del depuesto régimen, evitando ser dañadas por la acción de las masas.

En Cojímar, las milicias del Movimiento 26 de Julio ocuparon el Puesto de la Marina ubicado en castillo de la localidad, situándose a la vanguardia de la acción la Unidad Femenina Revolucionaria (UFR)[92], organización adscripta al Partido Socialista Popular.

Entrada del Ejército Rebelde en el municipio

Cumpliendo órdenes de la Comandancia General del Ejército Rebelde, la Columna invasora # 8 “Ciro Redondo” al mando del Comandante Ernesto Guevara “Che”, ocupa el día 3 de enero, en horas de la madrugada, la Fortaleza de la Cabaña.

La presencia del Che en La Cabaña marca la entrada el Ejército Rebelde en el territorio que hoy compone el municipio de La Habana del Este.

En esta fortaleza el Che estableció su Comandancia, liberó a los presos políticos, inició la transformación de aquel campamento, se instalaron talleres y aulas para dedicar al trabajo creador a los soldados rebeldes a la vez que se instruían, se reorganizó la guarnición de la unidad con los soldados rebeldes y aquellos soldados del ejército del desaparecido régimen que habían cumplido con decoro su deber militar, no manchando su carrera con crímenes y torturas, y se tomaron otras medidas.

El 8 de enero entró Fidel Castro con la Caravana de la Victoria a La Habana, estableciéndose, en una zona con urbanización inicial del reparto Loma, en la Sierra de Cojímar, la Columna # 1 “José Martí” que comandaba directamente y fijando también en dicho lugar su propia casa.

Organización del gobierno revolucionario territorial

El poder revolucionario instaurado en Guanabacoa, municipio al cual pertenecía en lo fundamental, la actual La Habana del Este, contó inicialmente con 3 comisionados que en breve tiempo fueron sustituidos por uno sólo: Octavio Castilla.

A partir de 1962 se organizan en la Provincia de La Habana las Juntas de coordinación, ejecución e inspección (JUCEI), creándose la Región Administrativa de La Habana Metropolitana dividida en regiones y seccionales. En la Región de Guanabacoa se constituyó la JUCEI que tuvo incidencia sobre el Seccional Costa que abarcaba la mayor parte del actual Municipio de La Habana del Este, mientras que la zona de Campo Florido, fue separada de Guanabacoa pasando a la Región de San José de Las Lajas, de La Habana Interior (hoy en la provincia Mayabeque), donde también se constituyó la JUCEI, creándose el Municipio de Campo Florido dentro de aquel regional.

Liberación de las playas

En enero el Comandante en Jefe Fidel Castro visita a Guanabo y orienta la liberación de las playas, medida popular que fue cumplida por la autoridad local, desapareciendo las cercas que en Santa María del Mar, Boca Ciega, Mégano, Celimar, Brisas del Mar y La Veneciana, impedían el acceso del pueblo.

Intervención de la compañía de Fomento del Túnel de La Habana, S.A.

El 19 de julio de 1959, es intervenida por el Gobierno Revolucionario la Compañía de Fomento del Túnel de La Habana, S.A, entidad privada ampliamente favorecida por el depuesto tirano Batista que tenía los derechos de explotación del túnel y era la empresa líder en los planes burgueses de urbanización de La Habana del Este. La disolución y consecuente adjudicación de los bienes de la compañía a favor del Estado Cubano y el otorgamiento de una nueva concesión al Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), para explotar el Túnel, se recogerían en la Ley No. 413 del 19 de junio de 1959, aprobada por el Consejo de Ministros.

Construcción de la Ciudad Camilo Cienfuegos

En febrero de 1959, el Gobierno Revolucionario decide transformar el proyecto existente de La Habana del Este burguesa por otro que sería La Habana del Este revolucionaria. En abril del propio año, se inició la construcción de la llamada Unidad Vecinal # 1 de La Habana del Este, hoy Monumento Nacional, a instancias del Instituto Nacional de Ahorro y Viviendas (INAV) que dirigía la destacada combatiente revolucionaria Pastorita Núñez González. Esta sería la primera comunidad popular de La Habana del Este Revolucionaria y una de las primeras y la de mayor complejidad urbanística y arquitectónica entonces, del país.

La nueva comunidad fue construida en terrenos aún no urbanizados pertenecientes al área reservada por los accionistas de La Habana del Este burguesa para hacer un reparto residencial que se denominaría “La Habana del Este Metropolitana” y que se extendería desde las inmediaciones de Morro- Cabaña, donde limitaría con el proyectado “Centro Ejecutivo de la Nación”, al Oeste, hasta Cojímar, al Este, localidad con la cual quedaría unida urbanísticamente.

Se construyeron 58 edificios, 51 de ellos de 4 plantas y 7 de 10 plantas, en total 1300 viviendas previstas para ser habitadas por 7 836 personas. Los beneficiados fueron personas “repatriadas” provenientes del exilio, habitantes de barrios insalubres y trabajadores en general. También se dotó a la nueva comunidad de las obras sociales de primera necesidad.

En la construcción de esta ciudad participaron varios dirigentes revolucionarios entre ellos, el Comandante Ernesto Che Guevara, de cuyos trabajos voluntarios en la ejecución de la Escuela Secundaria Básica Otto Barroso, existe constancia gráfica.

El 16 de noviembre de 1961 se inaugura la nueva comunidad, con el nombre de “La Habana del Este” y el 28 de octubre de 1965 se le nombra “Ciudad Camilo Cienfuegos”.

El proyecto no terminó en la Unidad # 1, también se iniciaron las Unidades # 2, llamada popularmente “Reforma Urbana” y la 3, quedando ambas inconclusas. A ésta última se le agregaron edificios construidos por las microbrigadas en la década de 1970[93].

Desarrollo del Reparto Guiteras entre 1959-1971

En 1959 el INAV, con Pastorita Núñez al frente, asume la terminación de viviendas iniciadas y la construcción de otras nuevas, en los repartos Bahía Comercial, Bahía Textil, y Vía Túnel, que inicialmente habían constituido la urbanización denominada “Parque Residencial Bahía”.

El INAV estableció sus oficinas en la nave que había sido de la Constructora Boreal, en la Calle 16 del Bahía Textil y en la Casa de los Tres Picos, en Vía Túnel. En 1960, a propuesta de la propia Pastorita, el Gobierno Revolucionario denomina “Reparto Residencial Eduardo Chibás” al Bahía Comercial –con la división político- administrativa de 1976 quedó dentro de los límites del actual municipio de Guanabacoa- y “Reparto Residencial Antonio Guiteras”, al Bahía Textil, continuando el Residencial Vía Túnel con su nombre original.

Se entregaron mediante contratos, las primeras viviendas y entre los beneficiados estaban algunas viudas y otros familiares, de las víctimas de la explosión del buque francés “La Coubre”. También hubo que extraer de varias casas a personas que las habían ocupado ilegalmente.

En 1969, fueron construidos varios edificios multifamiliares y casas en el Residencial Vía Túnel para personas procedentes de La Chorrera del Calvario, en el actual municipio de Arroyo Naranjo, al evacuarse ese pueblo para la construcción de la presa Ejército Rebelde. En los repartos Guiteras y Vía Túnel se construyeron también algunas obras sociales para la satisfacción de las necesidades perentorias de sus pobladores[94].

Planes revolucionarios en las Playas del Este

La burguesía siquitrillada abandonó el país, quedando prácticamente vacíos sus repartos exclusivos y el Gobierno Revolucionario puso en práctica varios planes, para darle un empleo social a las viviendas abandonadas. Uno de ellos fue el denominado “Plan Vacacional”, desarrollado por la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) y el Instituto Nacional de la Industria Turística (INIT) consistente en el empleo de un número considerable de esas casas para el disfrute de los trabajadores mediante alquiler temporal. De esa forma se incluyeron en el plan casas en todas las playas.

En Santa María Loma o Balcón de Santa María, las casas abandonadas por la burguesía fueron aprovechadas para una escuela de reeducación de menores con problemas de conducta y después se estableció un Campamento de Pioneros.

Las viviendas de Tarará se emplearon para niños asmáticos, allí vivió también por un tiempo el Comandante Che Guevara, después albergaron a los maestros del Instituto Pedagógico “Antón Makarenko” y en 1976 pasan a formar el Campamento (después Ciudad) de Pioneros “José Martí”.

Desarrollo del Reparto Alamar entre 1959-1971

En la Costa Azul de Alamar se construyeron entre 1961 y 1963 401 casitas de modesto tamaño y arquitectura peculiar, proyectadas para ser habitadas por obreros de la construcción, pero que más tarde fueron empleadas para técnicos extranjeros, la mitad; y las otras 200, para albergar a los estudiantes de la Escuela Secundaria Básica “Luis Augusto Turcios Lima”, provenientes del edificio FOCSA en el Vedado, a partir de 1969 y hasta 1971, en que esta escuela pasó a Ceiba del Agua como una Escuela Secundaria Básica en el Campo (ESBEC).

Las 401 nuevas casitas construidas por la Revolución se sumaron a las 31 viviendas aisladas que entre 1957-1962 habían fabricado de forma individual varios propietarios de parcelas, algunos de los cuales abandonaron el país. También en Alamar se construyeron algunas obras sociales, entre ellas, una escuela, una posta médica, una farmacia y una bodega[95].

Hospital Naval

El Hospital Naval se hallaba inconcluso al triunfo de la Revolución. Como su nombre indica, el propósito inicial era hacer un centro hospitalario para la marina de guerra. El primer intento de hacerlo fue en 1945 siendo presidente Ramón Grau San Martín en el área de la Plaza Cívica y posteriormente durante el gobierno de Fulgencio Batista se retoma la idea pero ésta vez, en las áreas de la propuesta ciudad de La Habana del Este. Así, el 14 de abril de 1954 el Consejo de Ministros aprueba el Decreto 751 aprobando el presupuesto para la construcción del “Hospital Naval 10 de marzo”, en Casablanca, encargándosele al Ministerio de Obras públicas, la ejecución de la obra.

La primera piedra fue colocada el 9 de agosto de ese año, la cual fue hallada violentada posteriormente.

El 18 de mayo de 1960 el Departamento de Sanidad de las Fuerzas Armadas Revolucionarias nombró una comisión para elaborar un nuevo proyecto y convertirlo en “Hospital de las FAR”. La comisión estaba presidida por el Comandante Médico José Ramón Machado Ventura e integrada por otros cuatro oficiales, uno de ellos, del Ejército Rebelde y los restantes, de la Marina de Guerra Revolucionaria.

El hospital en construcción sirvió de albergue a la caballería campesina que realizó una manifestación de apoyo a la Revolución en 1959 y a los mercenarios apresados en Playa Girón, en 1961.

El hospital se inaugura el 3 de diciembre de 1962 en acto en el que hablara el Comandante Raúl Castro Ruz. Se le llamó Hospital “Dr. Luis Díaz Soto” en recordación del médico que combatiera en defensa de la República Española durante la Guerra Civil en ese país y más tarde en la lucha clandestina contra la tiranía batistiana cayendo seis semanas antes del triunfo revolucionario.

Leyes de Reforma Agraria

La primera Ley de Reforma Agraria promulgada el 17 de mayo de 1959 y la segunda, en octubre de 1963, tuvieron repercusión en el territorio de La Habana del Este.

En Campo Florido, donde la mayoría de los campesinos eran arrendatarios, éstos recibieron la propiedad de la tierra que trabajaban.

Guanabo creó un Comité Cívico Revolucionario y Cojímar un Comité Pro-Reforma Agraria, que impulsaron la aplicación de esta Ley en beneficio social y también otras tareas de la Revolución.

Salvador Wood fue el Presidente del Comité Pro-Reforma Agraria de Cojímar, por una iniciativa de Yolanda Santos bajo la orientación de Fidel Castro, que vivía en esa localidad; se efectuó el Carnaval Sierra Cojímar Pro-Reforma Agraria, para recaudar fondos en apoyo a la Ley, logrando reunir 6 000 pesos. Se hicieron comparsas, se trajo una patana y el Yate Granma, cobrándose 10 centavos para entrar a verlo, bailes de disfraces en La Casona, bailes en el Club Bellamar, se eligió la Reina del Carnaval y se hizo su coronación.

Se recibió apoyo, además de Fidel Castro, del Comandante Juan Castiñeira, del Comisionado Municipal de Guanabacoa, Octavio Castilla, del músico santiaguero Pacho Alonso y otras personalidades. Además del apoyo de todos los pescadores destacándose entre ellos Gabriel Morales Tarafa “El Gallego” y Quintín.

En 1961 se organiza la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) en el territorio y con la aplicación de la segunda ley se da un golpe final a los terratenientes que quedaron, tal es el caso de Pedro Suárez, que poseía 23 caballerías en Campo Florido y 15 en Güines.

Milicias Nacionales Revolucionarias

El 26 de octubre de 1959 se fundan las Milicias Nacionales Revolucionarias (MNR). En el término de Guanabacoa se organizan las mismas de inmediato, formándose varias unidades que incluyeron las localidades del territorio de la actual La Habana del Este.

Inicialmente se organiza una compañía en Cojímar y otra en Guanabo, pertenecientes a los batallones 124 y 125, respectivamente. Al batallón 123 de Guanabacoa se incorporarían combatientes de las localidades del territorio fundamentalmente de Campo Florido, destacándose esta unidad por su participación directa en los combates de Playa Girón.

En las nuevas localidades de Camilo Cienfuegos y Guiteras, también se organizarían las masas para la defensa armada de la Revolución. En abril de 1961 ante la inminente amenaza de agresión imperialista, el batallón 153 que estableció su Jefatura en el edificio colonial de la Finca Villalta, llamada “de los Curas Escolapios” en Cojímar, ocupó la defensa del litoral desde la Playa del Chivo hasta la Boca del Río Tarará. Otro batallón, el 134, también situó su Jefatura en la Finca de Los Curas.

El batallón 162, formado por los que antes habían sido 124 y 145, ocupó la defensa en el litoral, a continuación del 153, desde tarará hasta Guanabo[96].

El batallón 123 partió hacia Girón y entró en combate. Entre los mártires de Girón se encuentran tres hijos valiosos de Campo Florido: Elio Llerena Ravelo, Agustín Marrero Ferrer y José Ramón Reyes Moro, así como otro de la zona de Buenavista, en Berroa: Reinaldo Mandina Naranjo, todos del batallón 123 de las MNR[97].

Los batallones 153 y 134 se convertirían en 1962 en las Unidades Militares 2948 y 2947 de la División de Infantería Moto mecanizada 2247 al mando del Comandante Rogelio Acevedo González, que estuvieron destacadas en la misma zona durante la Crisis de Octubre.

Organizaciones revolucionarias

Organizaciones Revolucionarias Integradas

Al triunfo de la Revolución se disuelven los partidos políticos que habían cooperado con la dictadura. A fines de 1959 en la zona Sierra Cojímar, se reunieron los jefes de las tres organizaciones revolucionarias: el Movimiento Revolucionario 26 de julio, Directorio Revolucionario 13 de marzo y el Partido Socialista Popular, para acordar las bases de la integración de las fuerzas revolucionarias.

A partir de la proclamación del carácter socialista de la Revolución, el 16 de abril de 1961, comienzan a crearse las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI). En Cojímar se organizaron cuatro núcleos de las ORI, cada uno atendiendo a una zona pues el principio básico era la territorialidad. Uno de los núcleos se constituyó en el Reparto Loma y su Secretaria General era Amparito Canales que, desde 1951, era militante del PSP, otro núcleo, que abarcaba la zona de la costa, era dirigido por Lucía Curbelo como Secretaria General, también miembro del PSP, en otro de los núcleos el dirigente era “Manolo” Blanco y el revolucionario de apellido Avilés. En general en aquellos núcleos predominaban los miembros del Partido Socialista Popular y en segundo lugar, del Movimiento 26 de julio que trabajaban muy unidos con el PSP, siendo minoría, los del Directorio Revolucionario 13 de marzo. El requisito principal para integrar las ORI era ser revolucionario y una persona de confianza, no era una organización selectiva, haciéndose pocas comprobaciones a las personas, las personas con creencias religiosas podían ser miembros de las ORI.

El 26 de marzo de 1962 el Secretario General de las ORI Fidel Castro hace un análisis crítico del trabajo realizado por la misma y se determinó un nuevo método para la elección de sus miembros[98].

Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba - Partido Comunista de Cuba

Surge el Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba (PURSC) y el método de selección de su membresía sería mediante las asambleas de elección de trabajadores ejemplares. A partir de noviembre de 1962 se celebran estas asambleas en el territorio.

Los primeros núcleos del PURSC que se crean en el territorio son en la Terminal de la Ruta 62, en Guanabo, con Conde como Secretario General; el INIT (Instituto Nacional de la Industria Turística) dirigido por José Manuel Tinguao; el Plan Vacacional dirigido por Luis Cambras y Caridad Romagoza y el núcleo del Movimiento Agropecuario en Campo Florido. Posteriormente se crea un núcleo en Tarará y el núcleo de la C2. Se constituyó el Comité Seccional Costa que dirigía todos los núcleos. El Primer Secretario del Seccional Costa fue José Manuel Chalas Jesús y Ada Gallo, Organizadora. Posteriormente Campo Florido se separa del Seccional Costa y se incorpora al Regional San José constituyéndose el Comité Municipal del Partido de Campo Florido, perteneciente a ese regional[99].

El paso del PURSC al Partido Comunista de Cuba (PCC) en octubre de 1965, fue un mero cambio de nombre; las estructuras, los militantes y los dirigentes en la base se mantuvieron intactos.

Federación de Mujeres Cubanas

Los antecedentes de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) son tomados de la Unidad Femenina Revolucionaria (UFR), organización de Partido Socialista Popular (PSP) que aglutinaba a cierto número de mujeres y cooperaba con el Movimiento 26 de Julio. Enfrascados en la lucha contra la dictadura, existieron en la actual Habana del Este, dos núcleos de la UFR, uno en Cojímar y otro en Guanabo– Campo Florido.

En Cojímar, la URF estaba constituida por un reducido número de miembros encabezada por Teresa Boloyda, “Teté” y en Guanabo- Campo Florido la dirección recaía en Antonia Lugones, “Nena”.

La UFR realizó una relevante labor política: organizó a las campesinas en delegaciones para facilitar la realización de la reforma agraria en zonas como Jústiz, Santa Fe, Campo Florido, Barreras, Arango, Rincón de Guanabo y Caserío Guanabo; realizó un censo de analfabetos; alojó en casas de familias a 870 campesinos, donó una canastilla para celebrar el primer aniversario de la Revolución, facilitó una unidad médica móvil para la zona de Jústiz, invitó a niños de la Casa de Beneficencia a casas de compañeros y lograron una academia de cortes y costura y una ambulancia solicitada al Comisionado de Guanabacoa, Octavio Castilla, en un acto público.

El 23 de agosto de 1960 respondiendo a un llamado de la Revolución y su máximo líder Fidel Castro, nace la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) y en menos de dos meses se constituye su primera delegación en el territorio del actual municipio La Habana del Este. Fue en el Preventorio de Cojímar donde, reunidas unas 30 revolucionarias se funda, el 10 de octubre de 1960 la que fue denominada Delegación # 1 de Cojímar, la cual se divide en dos, en 1962.

En Guanabo se crea la Federación unos días después, el 22 de octubre, en reunión efectuada en el local Julio Antonio Mella, después Escuela de Natación Camilo Cienfuegos y en 1963, las federadas de Santa María del Mar, se separan de las de Guanabo y constituyen una delegación aparte.

En Campo Florido, también se organiza la primera delegación por aquella fecha, con una docena de compañeras de todo el pueblo.

El propio mes de octubre de 1960 se constituye la primera delegación en la localidad de Guiteras, identificándose con el número 9 y abarcando compañeras de los 3 repartos que conformaban el antiguo “Parque Residencial Bahía”: Chibás, Guiteras y Vía Túnel.

En la Unidad # 1 de la Habana del Este, actual Ciudad Camilo Cienfuegos, se constituye la primera delegación el 1 de diciembre de 1961, a los pocos días de haberse fundado la comunidad.

En 1963, una hispano- soviética llamada por Antonia Fernández, “La Gallega”, residente en Alamar como técnica extranjera, constituyó la FMC en esa localidad.

En 1964 ocurre la incorporación masiva de mujeres a la Federación; ese año Ciudad Camilo Cienfuegos contaba con 5 delegaciones y en 1966 ya tenía 10. En 1969 Cojímar tenía 4 bloques y en 1972, siete.

En Campo Florido se crea en 1964 un Comité Municipal de la FMC, subordinado al Regional San José, siendo su primera Secretaria General María González y se constituye el Seccional Costa abarcando Camilo Cienfuegos, Casablanca, Cojímar, Guiteras, Alamar y Guanabo.

En Alamar, en 1971, al iniciarse el plan de microbrigadas se constituye una delegación en las “Casitas transitorias”, así llamadas por la Dirección del plan de microbrigadas pues se empleaban como viviendas de tránsito mientras se construían los edificios y en 1972, al habitarse los primeros edificios terminados, se constituyen delegaciones en cada edificio y se crea el Micro- Seccional Alamar.

En 1974 el Seccional La Habana del Este (Camilo Cienfuegos, Casablanca, Cojímar, Guiteras y Alamar) contaba con 41 bloques y 218 delegaciones[100].

Comités de Defensa de la Revolución

En la misma noche del 28 de septiembre de 1960, al regreso de la concentración frente al Palacio Presidencial, los revolucionarios de Guanabo crean los primeros comités.

Los tres primeros CDR fueron el # 1 “Carlos Bruzón”, posteriormente el “Patricio Lumumba” de la actual Zona 37, con Eduardo Martínez de Presidente; el # 2 “Camilo Cienfuegos” de Eloina Reyes Acosta; el # 3 de Armando Fernández; el # 4 de Claudio Marticorena y el # 5 en Boca Ciega, dirigido por el matrimonio de Onelia y Manolo. Para dirigirlos se creó el Seccional # 5 “Vladimir Ilich Lenin” encabezado por Gilberto Pimentel.

En Campo Florido y Cojímar ocurrieron procesos similares.

En Guiteras se crea la organización en Octubre de 1960, constituyéndose primero el Seccional. Perla Salado y su esposo emergen como los organizadores de la nueva estructura.

En “Camilo Cienfuegos” se crea la organización en 1961.

En 1963, una hispano-soviética llamada Antonia Fernández “La Gallega” organiza a los cubanos residentes y los técnicos extranjeros residentes en Alamar en los primeros CDR de la localidad[101].

Plan de Cordón de La Habana

Como parte de la llamada “Ofensiva Revolucionaria” llevada a cabo en 1968, se desarrolló el “Cordón de La Habana”, un gigantesco plan de diversificación agrícola con el que se trataba de aprovechar óptimamente todos los espacios propicios para los cultivos agrícolas.

Las áreas rurales del actual municipio de La Habana del Este fueron parte de ese plan, sobre todo Campo Florido que era entonces un municipio de La Habana Interior, perteneciente al Regional San José pero también se desarrollaron cultivos en los alrededores de Cojímar y en otras zonas de este territorio, movilizándose masivamente por parte de los sindicatos, los CDR y la FMC a la población en intensas jornadas de trabajo voluntario.

Movimiento de Microbrigadas

Plan Alamar

La idea de las microbrigadas para construir viviendas mediante plus trabajo en Alamar surge en diciembre de 1970 en una conversación entre Fidel Castro y Máximo Andión, a la sazón, Administrador de la Fábrica Metalúrgica “Vanguardia Socialista” de Guanabacoa., cuando este último le manifestó la inquietud de los obreros por lo lenta de la respuesta del Ministerio de la Construcción en lo que respecta a viviendas. El primer sitio analizado fue el Reparto Chibás, aledaño a la instalación, donde habían parcelas sin construir pero finalmente Fidel propuso a Alamar, por tratarse de un reparto urbanizado pero mayoritariamente despoblado[102].

Existe un antecedente anterior a Alamar y es la propuesta del líder de la Revolución Fidel Castro de construir viviendas por la misma vía del plustrabajo en la Escuela de Cuadros de Mando Agrícolas, en La Coronela, La Lisa, el 29 de octubre del propio año, obras iniciadas el 27 de noviembre y es el antecedente directo de las microbrigadas de La Coronela- San Agustín[103].

En diciembre entran los primeros constructores en Alamar, como avanzada para crear las facilidades temporales pero el “Plan Alamar” como se denominó oficialmente fue fundado en un acto celebrado el 18 de febrero de 1971. El movimiento tomó el nombre de “Tupamaros” como el movimiento revolucionario del Uruguay. En el mes de septiembre se terminaron los dos primeros edificios. El primero fue el A -3, de la microbrigada de la Planta Miguel Saavedra, que recibió el concurso, para su terminación del resto de las micros.

Máximo Andión fue designado Director del Plan Alamar que se inició con 22 microbrigadas. En 1972 ya habían 83 y al año siguiente sobrepasaban las cifras de 100. Aunque el plan de microbrigadas de La Coronela- San Agustín, es contemporáneo con el de Alamar y realmente surgió primero por diferencia de unos días, el Plan Alamar se convirtió en el plan piloto y emblemático del país. La idea era hacer una “ciudad comunista, de nuevo tipo”.

El plan Alamar se concibió inicialmente para 120 mil habitantes en 10 microdistritos habitacionales y uno industrial. Cada microdistrito con centros comerciales, educacionales y otras obras sociales.

En 1972 se habían terminado 780 viviendas y en 1973 ya se habían concluido 1 863. Ya en 1975 había 6 escuelas, 8 círculos infantiles, 3 centros comerciales, una mueblería, una fábrica de confecciones textiles, un policlínico, 10 terrenos de voleibol, otros tantos de baloncesto, un anfiteatro, un cine, una piscina olímpica, 4 cafeterías, una terminal de ómnibus, un restaurante- bar, una planta de tratamiento de agua, un politécnico y 3 fábricas.

En Alamar, se estableció una filial de la Facultad de Arquitectura de la CUJAE para que los estudiantes tuvieran la práctica directamente a pie de obra.

El plan fue el antecedente de los contingentes al implantarse la jornada laboral de 10 horas. La dirección del mismo no sólo dirigía la producción sino que administraba la comunidad. De la administración de la producción se encargaba directamente el Director y se auxiliaba de un jefe de ejecución de obras o de producción, un jefe de fuerza de trabajo o de personal, otro de servicios, de acero, de equipos, de pre- fabricados, de cabillas, de transporte, de talleres y uno de mueblería.

De la administración de la comunidad se encargaba el Vice- Director del Plan, que se auxiliaba de los delegados, que eran electos uno por cada edificio y entre los delegados de todos los edificios de una misma zona se elegía un Jefe de delegados. Los delegados de los edificios tenían que celebrar una reunión con los vecinos mensualmente y cuando se consideraba oportuno, el Jefe de delegados de una zona, convocaba a reuniones con todos los vecinos de la zona y hasta en ocasiones, el Vice- Director del Plan, convocaba a reuniones con todos los vecinos de la localidad, lo cual se hizo improcedente cuando la misma creció mucho en población. Este sistema, aplicado entre 1971-76 fue un ensayo de los órganos locales del Poder Popular, puestos a prueba en Matanzas en 1974 y establecidos definitivamente en todo el país en 1976.

Alamar, como símbolo y orgullo de la obra creadora de la Revolución, fue visitada en ese período por 17 delegaciones extranjeras de alto nivel, todas las que visitaron el país en esos años[104].

Plan Bahía

Continuando la experiencia de Alamar, en agosto de 1971 se inaugura el “Plan Bahía”, también del movimiento de microbrigadas. El nombre del plan obedecía al antiguo nombre del reparto en que se fomentó.

Inicialmente fueron 16 microbrigadas y ya en 1972 habían llegado a 42. Los primeros edificios se ejecutaron en el área del Reparto Vía Túnel, siendo los primeros en concluirse, los edificios 3 y 4, y a partir del siguiente año, se construyó indistintamente en el Vía Túnel y en el Reparto Guiteras uniendo urbanísticamente a ambos repartos, lo que provocó la decisión de unificarlos oficialmente en 1980 con el nombre de “Reparto Residencial Antonio Guiteras”, es decir que el Vía Túnel, desapareció y fue absorbido definitivamente por el Guiteras[105].

División Política-Administrativa

La Revolución al triunfar en 1959 se encuentra la misma división existente en 1878 la cual había sido reformada en 1902 y 1909.

El actual municipio de La Habana del Este se hallaba compartido entre los términos municipales de La Habana y Guanabacoa.

A La Habana pertenecía el extremo Oeste del actual municipio, el territorio desde la bahía hasta donde hoy se halla el Estadio Olímpico, es decir, el Parque Histórico- Militar Morro- Cabaña, el Hospital Naval y la Ciudad Camilo Cienfuegos. Esa área pertenecía al Barrio de Casablanca, del Municipio de La Habana.

El resto del territorio pertenecía al Municipio de Guanabacoa, distribuido por barrios, de la siguiente forma: al Barrio de Cojímar, desde el actual estadio Olímpico, al Oeste, hasta el Río Bacuranao, al Este, es decir, las localidades de Cojímar, Guiteras y Alamar; al Barrio de Bacuranao, desde ese río hasta el Río Boca Ciega, o sea, los repartos Celimar, Tarará, Méganos y Santa María del Mar así como el poblado de Bajurayabo y al Barrio de Campo Florido, las Playas de Guanabo, el Caserío Guanabo y Campo Florido[106].

En 1961 se comienzan a experimentar nuevas estructuras político- administrativas a fin de dar respuesta a los planes de la Revolución y a la realidad concreta que estaba en franca contradicción con la división existente así se crea el Distrito de Guanabo que abarca desde Cojímar hasta el Rincón de Guanabo, incluyendo Campo Florido, dentro del Municipio de Guanabacoa.

En 1963 se adopta en el país una nueva división político- administrativa, que introduce la región como un eslabón intermedio entre el municipio y la provincia. Se crea la Región de La Habana Metropolitana, diferenciada de La Habana Interior. Dentro de La Habana Metropolitana se crean 6 regiones o regionales y se suprimen los municipios y los barrios, creándose los seccionales.

Una de las regiones creadas fue Puerto- Regla- Guanabacoa, dentro de la cual se constituyó el Seccional Costa, con 45 kilómetros cuadrados y unos 25 394 habitantes, que abarcaba la mayor extensión del actual Municipio de La Habana del Este, limitaba al Norte, con el mar, al Oeste con la bahía, al Suroeste, bordeaba la localidad de Casablanca y tomaba por la avenida Monumental hasta el Hospital Naval, tomaba por la Carretera del Naval al Astillero hasta la línea del Ferrocarril de ahí incluyendo el Reparto Guiteras, hasta el río Bacuranao, de ahí a la Vía Blanca y por esta hasta el rincón de Guanabo, al Este, por lo que incluía el área que hoy corresponde a los Consejos Populares de Camilo Cienfuegos, Antonio Guiteras, Cojímar, Alturas de Alamar, Alamar Playa, Alamar Este y Guanabo.

El área que hoy corresponde al Consejo Popular de Campo Florido, fue segregada en esa división de 1963, de Guanabacoa e incluida dentro de la Región San José, de La Habana Interior. Se creó el Municipio de Campo Florido dentro de esa región, con 186 kilómetros cuadrados y unos 13 632 habitantes, que abarcaba además, los actuales Consejos Populares de Peñalver- Bacuranao y Minas- Barrera, del actual Municipio de Guanabacoa[107].

En 1964 se adecua la división experimentada; las Regiones Puerto- Regla- Guanabacoa y San Miguel- Cotorro, se unifican formando la Región de Guanabacoa a la cual se le segrega el Puerto.

En 1972, el seccional Costa se divide en dos: Seccional La Habana del Este y Seccional Guanabo. El primero se extendía desde la bahía hasta el río Bacuranao, incluyendo lo que hoy son los Consejos populares de Camilo Cienfuegos, Antonio Guiteras, Cojímar, alturas de Alamar, Alamar Playa y Alamar Este y además, se le incluyó también el área del actual Consejo Popular de Casablanca, del Municipio de Regla, que era parte hasta entonces de otro seccional de la propia región. El Seccional Guanabo, coincidía en área con el actual consejo popular de igual nombre[108].

En 1976, al adoptar el país, la división vigente actualmente, se crea el Municipio de La Habana del Este, con el territorio del Seccional La Habana del Este (excluyendo a Casablanca), el Seccional Guanabo, ambos de la Región de Guanabacoa y parte del Municipio de Campo Florido, de la Región San José de Las Lajas.

De esta forma este territorio que desde los primeros años de la colonia estuvo vinculado fundamentalmente a Guanabacoa, alcanza su autonomía como resultante del desarrollo social.

Surgimiento del municipio Habana del Este

La Habana del Este se constituye como municipio con la nueva división político administrativa adoptada por la República en 1976.

La fecha de fundación del Municipio es el 31 de octubre de 1976, día en que se constituyó la Asamblea Municipal del Poder Popular; ese día se constituyeron simultáneamente en los 169 nuevos municipios del país, los órganos del Poder Popular a ese nivel.

Noviembre de 1976 fue un mes muy importante para La Habana del Este en su investidura orgánica pues se constituyeron los órganos municipales de las organizaciones políticas y de masas del territorio.

Alamar, la localidad más joven de las que integraron el municipio, se erigió como centro político- administrativo del mismo al asentar allí sus sedes el Gobierno y la mayoría de las organizaciones.

Constitución del Gobierno Municipal

La Asamblea Municipal del Poder Popular se constituyó el 31 de octubre de 1976 según consta en el Acta # 1 de la Oficina del Secretario del Comité Ejecutivo.

En la reunión estaban presentes los 62 delegados que componían la Asamblea, de ellos 47 eran hombres para un 76% y 15 mujeres para un 24%. El promedio de edad era de 39 años; del total de delegados, 32 estudiaban para un 52%. El 37% (23 delegados) poseían nivel preuniversitario, para un 29%, otros 12 tenían secundaria básica para un 19% y los restantes 9, tenían 6to grado para un 15%.

En la reunión de constitución de la Asamblea Municipal del Poder Popular quedó electo como Presidente Pedro L. Sotomayor Sánchez, como Vice-Presidente Zoraida Cabrera Suárez y Secretaria Estrella Sivila de la Torre[109].

Comité municipal del Partido Comunista de Cuba

En noviembre de 1976 se constituyó el Comité Municipal del Partido Comunista de Cuba de La Habana del Este, con su Buró Ejecutivo. Como Primer Secretario fue electo Orlando Jiménez, que se desempeñaba anteriormente como Primer Secretario del Partido en el Seccional Guanabo[110].

Comité Municipal de la Unión de Jóvenes Comunistas

En el propio mes de noviembre de 1976 se constituye en La Habana del Este el Comité Municipal de la Unión de Jóvenes Comunistas y su Buró Ejecutivo, siendo electo Julio Cesar Martínez González y Aldo Jiménez Vera como Primer y Segundo Secretarios respectivamente[111].

Central de Trabajadores de Cuba y sus Sindicatos

De las estructuras seccionales de los sindicatos se crearon las municipales a partir de noviembre de 1976. También los primeros cuadros que dirigieron a las organizaciones obreras en el territorio salieron de los dirigentes seccionales y de la Región de Guanabacoa.

El Primer Comité Municipal de la Central de Trabajadores de Cuba en La Habana del Este fue dirigido por tres cuadros profesionales: Enrique Ramírez González como Secretario General, Pedro Manuel Menchaca, Segundo Secretario y José Ambrosio Jhon Camejo.

Los primeros sindicatos municipales en constituirse fueron Comercio y Gastronomía, con sede en Guanabo; Educación, que funcionaba en la propia sede de la CTC, al igual que Administración Pública. Además había una fuerte organización en el sector de la construcción: El Buró Sindical de la Empresa Constructora de Edificios Bajos del Este, en Alamar, que era una Empresa de gran peso en el territorio, contando el buró con cuadros semi-profesionales[112].

Dirección Municipal de los Comités de Defensa de la Revolución

La Dirección Municipal de los Comités de Defensa de la Revolución, también se constituye en noviembre de 1976.

Nelson García Yera, que hasta ese momento era Vice- Coordinador de la Región Guanabacoa, asume como Coordinador Municipal y Fidel García Hernández, como Vice-Coordinador[113].

Dirección Municipal de la Federación de Mujeres Cubanas

La asamblea constituyente de la Dirección Municipal de la Federación de Mujeres Cubanas en La Habana del Este se efectúo en la Unidad Militar 43 508 del Ejército Juvenil del Trabajo, en noviembre de 1976.

En la asamblea se eligió a Nancy Posse Mir como Secretaria General, María del Carmen Gómez Castro, como Organizadora, Lucrecia O´Farril para atender estudios políticos y solidaridad, Celia Gamboa Díaz, de trabajo social y Acacia Coll Coll, de Educación[114].

Renacimiento del movimiento de microbrigadas

Con la institucionalización del país y la aplicación del Sistema de Dirección y Planificación de la Economía (SDPE), el movimiento de microbrigadas prácticamente se desactivó. La administración de la comunidad, asumida por las direcciones de los planes, pasó al Poder Popular y la construcción de viviendas y obras sociales, desarrollada hasta entonces por los trabajadores de los centros laborales por medio del plustrabajo, convirtiéndose en constructores de ocasión, pasó a ser ejecutada por empresas constructoras del Ministerio de la Construcción y la asignación de las viviendas terminadas se haría por la CTC y sus sindicatos y la Dirección Municipal de la Vivienda. Ese, era el clásico sistema que existía antes de 1970 y que no había solucionado las necesidades.

En La Habana del Este, en sustitución de los planes, se crearon dos empresas: la Empresa Constructora de Edificios Bajos del Este y la Empresa Constructora de Edificios Altos.

Las nuevas empresas tenían que cumplimentar planes de producción anuales en valores y en físico; se supone que ambos tuvieran correspondencia. El plan en objetos de obras físicos suponía la iniciación y terminación de obras pero se le prestaba mayor atención al plan en valores ya que se exigía de las empresas la obtención de utilidades para su autofinanciamiento y como las actividades de movimiento de tierra, excavación, cimentación y montaje, proporcionaban valores muy superiores a la terminación, en todo el país se extendió la tendencia negativa de iniciar obras pero eternizar su conclusión pues la terminación no le interesaba a los empresarios.

Centros fundadores del movimiento en 1971

Reparto Alamar

  1. Ejecución de obras del DAP
  2. Fábrica Albert Kuntz
  3. Fábrica Alfredo Gamonal
  4. Fábrica de calzado Nguyeng Van Troi
  5. Fábrica de prototipos
  6. Fábrica Elio Llerena
  7. Fábrica Florentino Alejo
  8. Fábrica Julio Antonio Mella
  9. Fábrica Pedrito Valdés
  10. Fábrica Rafael Trejo
  11. Fábrica René Bedia
  12. Fábrica Rogelio Perea
  13. Hospital Miguel Henríquez
  14. ICP- Construcción
  15. Matadero Ciro Redondo.
  16. Planta Miguel Saavedra
  17. Planta Amistad Cubano- Soviética
  18. Planta del Gas
  19. Plásticos Habana
  20. Refinería Ñico López
  21. Transporte Tony Santiago
  22. Vanguardia Socialista

Reparto Guiteras

  1. Aduana y Consignataria Mambisa
  2. Fábrica Textil “Comandante Vilo Acuña”
  3. Fábricas de envases metálicos “Luis Melián”
  4. Molinos “José Antonio Echeverría”, Fábrica “Albert Kuntz” y Aceitera de Regla
  5. Muelle de “La Coubre”
  6. Oficina Sierra Maestra, Arenal y elevadores de grasas “Turcios Lima”, del Puerto
  7. Servicios Marítimos
  8. Taller Central, Código 20 Grúas y Unidad de Rastras, del Puerto de La Habana
  9. Talleres Luyanó “Francisco Vega Sánchez”, de los Ferrocarriles de Cuba
  10. Talleres Marítimos de Casablanca
  11. Unidad 01 “Andrés González Lines”, del Puerto de La Habana
  12. Unidad 02 “Sierra Maestra”, del Puerto de La Habana
  13. Unidad 02, Zonas 2,3 y 4, del Puerto de La Habana
  14. Unidad 03, Zona 5, del Puerto de La Habana
  15. Unidad 03, Zonas 3 y 4, del Puerto de La Habana.
  16. Unidad 04, Zona 6, Haiphong, del Puerto de La Habana

Proceso de rectificación de errores y tendencias negativas

Con el Proceso de rectificación de errores y tendencias negativas, iniciado a partir de abril de 1986, se reanimó el movimiento de microbrigadas. En esta ocasión, la estrategia no fue la de crear planes específicos en algunas localidades, sino de construir donde quiera que fuera posible, así no sólo se reactivaron las construcciones en Alamar y Guiteras, que fueron los principales planes de la etapa anterior, aunque se había construido también en Camilo Cienfuegos y Peñas Altas, sino que se extendió el movimiento a Cojímar y otras localidades, dándosele prioridades, además de las viviendas, a las obras sociales.

Creación de los Consejos Populares

En el período 1976-90, el municipio se dividió directamente en circunscripciones, cada una con un delegado a la asamblea municipal, como representante del gobierno.

En 1989 comienza a experimentarse en varias localidades periféricas de la provincia, los consejos populares. En La Habana del Este, este experimento se llevó a cabo en dos localidades: Guanabo y Campo Florido, donde entre todos los delegados de la localidad correspondiente se elegía un presidente y vicepresidente. Los resultados fueron positivos y se decidió generalizar la experiencia. De esta forma, el 10 de octubre de 1990 se crearon en la provincia Ciudad de la Habana, 93 Consejos Populares como órganos intermedios entre la circunscripción y el municipio. Esta estructura se ha ido perfeccionando, en la actualidad, la provincia cuenta con 102 consejos.

La Habana del Este se dividió en 1990 en siete consejos, siendo estos los siguientes:, Camilo Cienfuegos, Antonio Guiteras, Cojímar, Alamar Oeste, Alamar Este, Guanabo y Campo Florido. Posteriormente se adecuó la estructura en Alamar, quedando esa localidad dividida en Alturas de Alamar, Alamar Playa y Alamar Este[115].

Período Especial

Indicadores que caracterizaban, desde el punto de vista socioeconómico, a La Habana del Este en 1990, al iniciarse lo que se denominó el “Período Especial en tiempo de paz”.

  • El peso determinante de la economía recaía en la esfera productiva, ya que el 44 % pertenecía al sector industrial.
  • El municipio poseía la característica de que gran parte de la fuerza de trabajo del territorio laboraba fuera del mismo.
  • El municipio había registrado una elevación aceptable del nivel de vida de la población.
  • Se presentaba un constante crecimiento de la población en comparación con los restantes municipios de la capital.
  • La tasa de mortalidad infantil del año 1977 registró 23,2 defunciones por cada mil nacidos vivos. En el año 1989 había disminuido a 8,8.
  • Había más de 200 médicos del Plan del Médico de la familia y en total 325 médicos y 79 estomatólogos.

Históricamente en el territorio se desarrolló el turismo, pero a partir de la década de 1990 se abren amplias perspectivas de crecimiento para dicho sector, lo cual ha degenerar fuentes de empleo para los habitantes del Municipio[116].

Construcción de la Villa Panamericana

Al otorgársele a La Habana la sede de los XI Juegos Deportivos Panamericanos a efectuarse en el verano de 1991, el gobierno del país decide que para albergar a los 5 mil atletas que participarían en el certamen se construyera en Cojímar, un reparto residencial con doce manzanas, al Oeste de esa localidad; se hicieron 53 edificios de viviendas y servicios en planta baja en varios de ellos, un hotel con 80 habitaciones, una escuela primaria, otra secundaria y una cocina- comedor gigante. Las edificaciones, todas diferentes, se destacan por su propia personalidad o estilo constructivo.

Esta localidad sirvió de villa a los juegos y de ahí el nombre adoptado: “Villa Panamericana” y tras los juegos, quedó habitada por familias de microbrigadistas que habían participado en su construcción. 10 de sus 12 manzanas, se emplearon con ese fin y las otras dos, se destinaron al turismo formando los aparthoteles “Vista al Mar” y “Las Brisas”, que formaron un complejo junto al “Hotel Panamericano”. Para su inauguración como comunidad habitacional, se efectuó un acto en la localidad el 10 de octubre de 1991, presidido por Pedro Chávez, Presidente de la Asamblea Provincial del poder Popular de Ciudad de La Habana.

Construcción del Parque Panamericano

Además de la villa, en el área aledaña a la misma, se construyó el llamado Parque Panamericano, con un estadio olímpico con capacidad para 35 mil espectadores, que se denomina “Estadio Panamericano” y que fue sede, de los actos de inauguración y clausura de los juegos, en agosto de 1991; el Complejo de Piscinas Baraguá, el Complejo de canchas de Tenis “19 de noviembre” y el Velódromo Nacional “Reinaldo Passeiro”.

A este parque le fue añadida una hermosa fuente donada por el pueblo de la República Popular Democrática de Corea y que fue bautizada como “Fuente de la amistad Habana- Pyongyang”.

Sucesos del 9 de enero en Tarará

El 9 de enero de 1992 en la Base Náutica de Tarará, ocurrió el crimen de cuatro valiosos jóvenes que prestaban servicio de guardia en el lugar en el momento en que un grupo de delincuentes trataron de abandonar ilegalmente el país robando embarcaciones de esa base.

Sorprendidos en el lugar y ante su resistencia a cooperar con el delito, fueron atados de pies y manos y vilmente asesinados el Sargento de Tercera Yuri Gómez Reinoso, el Soldado del Sevicio Militar General (SMG) Orosmán Dueñas Valero y el custodio Rafael Guevara Borges, de 19, 20 y 30 años respectivamente.

El joven suboficial Rolando Pérez Quintosa, jefe del puesto, logró sobrevivir a la alevosía y fue trasladado al Hospital Militar “Luís Díaz Soto”, donde falleció posteriormente, siéndole otorgada aún en vida la militancia del Partido Comunista de Cuba y post- mortem el título de “Héroe de la República de Cuba”, además de otras condecoraciones.

Elecciones generales de 1993

El 24 de febrero de 1993, el pueblo de La Habana del Este como el del resto de los municipios del país, eligió por primera vez, por voto directo, sus diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular y sus delegados a la Asamblea Provincial. Desde 1976, con la instauración del Poder Popular, los diputados y delegados provinciales se elegían por el voto de los miembros de las asambleas municipales. Este, fue uno de los cambios aprobados con la Reforma Constitucional de 1992.

Crisis de los Balseros en 1994

Crisis de los Balseros fue el nombre acuñado a ese acontecimiento acontecido en el verano de 1994, tras los sucesos del 5 de agosto de ese año, en que elementos lumpen y contrarrevolucionarios trataron de confundir al pueblo que sufría las penalidades del llamado “Período Especial en tiempo de paz” y se lanzaron a algunas calles de La Habana rompiendo vidrieras de comercios, atacando a un agente de la policía y cometiendo otros delitos. El propio Fidel y otros dirigentes, sin armas, salieron a enfrentar los acontecimientos, el pueblo capitalino lo siguió y se derrotó la intentona.

Un antecedente local de los sucesos del 5 de agosto de 1994 fueron los disturbios ocurridos en Cojímar el 1 de julio de ese año cuando elementos contrarrevolucionarios armados que intentaban salir ilegalmente del país, al ser sorprendidos se enfrentaron a las fuerzas del orden público y al pueblo revolucionario, los cuales lograron derrotar la intentona desestabilizadora.

Tras declaraciones del gobierno cubano, de que “no se cuidarían más las costas de los Estados Unidos”, al alentar desde aquel país, las salidas ilegales, acompañadas en ocasiones del secuestro de naves cubanas, se produjo la salida en improvisadas balsas de distintos tipos de un considerable número de personas, algunas confundidas, otras por problemas económicos, otras que no resistieron las penalidades del Período Especial, otras por reunificación familiar, otros por delincuentes que quisieron huir a la justicia o ir al supuesto paraíso y muy pocos por disentir realmente por ideología política de la Revolución.

La Habana del Este, con sus 25 kilómetros de costa, fue uno de los municipios de la provincia que más salidas registró en ese período, que terminó con la firma de acuerdos migratorios entre Estados Unidos y Cuba.

Eventos juveniles nacionales acontecidos en la Habana del Este

El XI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, celebrado en 1978 en la capital cubana, fue también un acontecimiento para La Habana del Este, no sólo por las iniciativas de la población para recaudar fondos para sufragar los gastos del festival sino también porque el territorio fue visitado por delegaciones juveniles extranjeras, sobre todo, visitaron los planes de microbrigadas de Alamar y Guiteras.

El 28 de diciembre de 1990, la Unión de Jóvenes Comunistas organiza un multitudinario acto político- cultural que fue llamado “Cuba Va”, en celebración del 32 aniversario del triunfo de la Revolución. El acto fue todo un acontecimiento histórico, pues en gigantesca marcha combativa, los jóvenes y el pueblo en general de la capital, atravesó a pie el túnel de la bahía y recorrió varios kilómetros para acudir al acto, el cual fue celebrado en las obras aún inconclusas del Parque Panamericano.

También, en La Habana del Este se efectuaron las actividades centrales de inicio del Plan del Verano denominadas “El Sol te da” y “Vamos a andar”, en la Playa Santa María del Mar.

La celebración del Festival de solidaridad “Cuba Vive” en 1995, también fue acontecimiento para La Habana del Este, que, en la Ciudad Camilo Cienfuegos, acogió a un numeroso grupo de jóvenes de otros países que vinieron como delegados al evento y se alojaron en casas de vecinos, según la organización adoptada por los organizadores del evento.

Posteriormente, durante el XIV Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, en 1997, nuevamente La Habana del Este fue villa, en sus casas, para los delegados al evento.

Batalla de Ideas

La Historia de la formación de la Nación Cubana ha sido prácticamente la de una gran batalla de ideas desde el surgimiento de las primeras corrientes ideopolíticas criollas. Francisco de Arango y Parreño, José Antonio Saco, José Agustín Caballero, José de la Luz y Caballero, José María Heredia, Félix Varela, Carlos Manuel de Céspedes y el Manifiesto de La Demajagua, el propio Céspedes e Ignacio Agramonte y los debates de la Asamblea Constituyente de Guáimaro, Antonio Maceo y su intransigencia revolucionaria en los Mangos de Baraguá, José Martí durante una tregua fecunda aunando voluntades que cristalizaron en el Partido Revolucionario Cubano; Martí, Maceo y Máximo Gómez, en la Conferencia de La Mejorana; Juan Gualberto Gómez y Salvador Cisneros Betancourt oponiéndose en la Asamblea Constituyente de 1901 a la Enmienda Platt, Manuel Sanguily combatiendo un tratado de supuesta reciprocidad comercial, Carlos Baliño y Julio Antonio Mella hermanando generaciones con la fundación del Primer Partido Marxista- Leninista, Antonio Guiteras enfrentando al Imperialismo con medidas políticas prácticas como integrante de un gobierno republicano; Blas Roca, Juan Marinello, Salvador García Agüero y otros comunistas convirtiendo, con su influencia, la letra de la Constitución de 1940 en una de las más avanzadas de la época; Fidel Castro, llevando en el corazón las doctrinas del Maestro, dirigiendo el asalto el Cuartel Moncada, siendo condenado por una tiranía entreguista al imperialismo y absorbido por la historia; una Revolución triunfante en 1959 que ha sabido cumplirle al pueblo cubano lo que el apóstol le había prometido y un proceso de rectificación de errores y tendencias negativas, son ejemplos suficientes que ilustran esta afirmación.

No obstante, después del secuestro del niño cubano Elian González Brotoms en 1999, por una mafia de origen cubano pero de sentimientos antinacionales en Miami, Estados Unidos, se inició en Cuba un período de reafirmación revolucionaria que se denominó “Batalla de ideas”.

Al concluir el año 2000, fin del siglo XX y del II Milenio de la llamada Era Cristiana, La Habana del Este se enontraba inmersa en esa Batalla de ideas que libró el pueblo cubano bajo la conducción de su partido y su máximo líder, para consolidar las conquistas del Socialismo; batalla que incluyó actos político- culturales que son llamados “Tribunas abiertas” que fueron primero “Tribunas abiertas de la juventud y los estudiantes” (por ser la UJC y las organizaciones estudiantiles sus organizadores, bajo la dirección del partido) y luego llamadas “Tribunas abiertas de la Revolución”, con la realización de un programa diario de información y orientación revolucionaria por radio y televisión denominado “Mesa Redonda Informativa”, con el desarrollo de varios programas priorizados en distintas esferas del desarrollo social, principalmente para elevar la cultura general y el nivel educacional del pueblo, entre ellos, el Programa Editorial Libertad, la creación de editoras provinciales, el desarrollo de programas de computación en todas las escuelas y casas de cultura del país, la reparación de escuelas y centros asistenciales de salud, construcción de nuevas escuelas, el desarrollo de cursos emergentes de maestros primarios y secundarios y de enfermeros así como de trabajadores sociales, la creación de una televisora con fines educacionales denominada “Canal Educativo”, el desarrollo de tele clases, del Programa “Universidad para todos”, la municipalización de la enseñanza universitaria y otros programas.

Como parte de esa Batalla de ideas, en La Habana del Este se creó la primera escuela de trabajadores sociales del país, en Cojímar; se efectuó el 6 de abril del 2002, una Tribuna Abierta de La Revolución con la presencia del Comandante en Jefe Fidel Castro y otros dirigentes del proceso revolucionario, realizada en la “Plaza de África”, en Alamar y se realizaron dos actos de inauguración de escuelas reparadas o de nueva construcción, uno de ellos, en la Escuela “Jesús Menéndez”, de Alamar, el 10 de abril del 2002, con la presencia también del líder de la Revolución y del Presidente del país Vasco José Iribaxen y el otro en la Escuela “Héroes del Moncada” de Guanabo, el 30 de agosto del 2002, presidido igualmente por Fidel Castro, que representó la culminación del programa por el que fueron completamente restauradas y ampliadas 734 escuelas, 12 fueron reconstruidas y se hicieron 33 nuevas, siendo en total 779 escuelas con 3 287 aulas de los 15 municipios de la Provincia de Ciudad de La Habana.

Referencias

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